Me alegra mucho el ánimo que le pones a los problemas, ese es el espíritu que debemos tener quienes hemos sido diagnosticados con alguna radiculopatía crónica, es verdad que ha veces el dolor se hace insoportable pero si seguimos tratando de sser felices sin llegar a deprimirnos lapasaremos mejor. Tengo 46 años y aveces me parece injusto que este dolor te inmovilice. Suerte y mucho ánimo.