Perdón pero a nadie le conviene, ser operado y mucho menos tener un órgano menos.

Pero si en 4 años. . . No ha podido controlar la generación de miomas y/o reducir los existentes.

Como quiere que con una matriz traumatizada, se conserve su salud.

No existe de otra para cuidar tu salud. . . . Que la Histerectomía (retirar La Matriz).

Por eso hay que retirarla. . .

LA PREGUNTA QUE DEBES DE CONTESTAR ES:

Con el retirar la matriz, no estás solo quitando el síntoma que padeces (Niveles altos de Estradiol) y después los miomas (o tumores) se desarrollaran en otra zona del cuerpo.

Porque las deficiencias y hábitos de vida, son los que los generan (Los Tumores) y estos por definición.

NO LOS HAS CAMBIADO.

Que Ud. ya tenga realizada La oclusión tubaria bilateral (OTB), esto indica que ya tiene definida su calidad de vida y por esto de su pregunta.

LE EXPLICÓ:

Existen 2 formas de operación.

El tratamiento consiste en remover el o los tumores, y esto se puede realizar de dos formas miomectomía o histerectomía.

(ESTO ES IMPORTANTE. . . . Ud. ya estuvo en este tratamiento o los médicos solo le están abreviando y la única opción recomendada es la cirugía).

Antes de la cirugía ciertas mujeres pueden requerir de un tratamiento a base un análogo de GnRH (Zoladex) para disminuir el tamaño de los miomas.

a) MIOMECTOMÍA: Consiste en retirar únicamente los tumores sin quitar el útero. Esto se puede realizar por medio de laparoscopia, histeroscopía o laparotomía (cirugía que se realiza abriendo la pared abdominal).

b) HISTERECTOMÍA: Esta consiste en retirar el útero, incluyendo los miomas. También se puede realizar por laparoscopia o laparotomía.

El diagnostico se realiza por medio de la historia clínica y se puede corroborar con estudios como el ultrasonido, histerosalpingografia, laparoscopia e histeroscopia.
El tratamiento va a depender de los antecedentes de cada paciente y de los síntomas de cada una de ellas. Pero en general se considera que deben de recibir tratamiento siempre y cuando presente, hemorragia menstrual abundante o continua, cuando se asocian a otro tumor (por ejemplo de ovario), crecimiento rápido, dolor pélvico o problemas de fertilidad.
Como se comentó previamente hay muchas mujeres que no presentan síntomas y no se ven afectadas por la presencia de los miomas y por lo tanto no requieren tratamiento siempre y cuando el tumor no sea grande. En el caso de las mujeres que se encuentren cerca de la menopausia y que no tengan molestias severas pueden no requerir de tratamiento.


Existe el dopller color, que permite ahora saber si seguirán creciendo o no.

Lo importante es, descubiertos, controlarlos, evitar cirugías innecesarias, pero erradicarlos (si se puede por vía laparoscópica) cuando lo requieran y no exista otra alternativa.

Hasta el momento el único tratamiento válido definitivo es la cirugía.

Hay miomas que conviene operar cuanto antes y otros que pueden simplemente observarse y controlarse.

CADA CASO ES ÚNICO Y DEBE SER ANALIZADO POR UN ESPECIALISTA.


LOS MIOMAS SON LOS TUMORES BENIGNOS (no cancerosos) más comunes del tracto genital femenino. También son conocidos como fibromas, fibromiomas o leiomiomas. Se desarrollan en la pared muscular del útero. AUNQUE NO SIEMPRE PRODUZCAN SÍNTOMAS, su tamaño y localización pueden causar problemas en algunas mujeres, como por ejemplo gran sangrado ginecológico y dolor en el bajo vientre.


Aunque las causas exactas de la aparición de los miomas no estén todavía bien establecidas, los investigadores creen que se deban tanto a una predisposición genética como a una mayor sensibilidad a la estimulación hormonal (principalmente estrógeno). Algunas mujeres que pueden tener esta predisposición, desarrollan factores que permiten que estos crezcan bajo la influencia de las hormonas femeninas (COMO EL ESTRADIOL). Esto explicaría por qué razón ciertos grupos étnicos y familiares son más propensos a tener miomas.


Los miomas varían mucho en tamaño. En algunos casos pueden provocar un crecimiento acentuado del útero, simulando una gravidez de hasta 5 o 6 meses. En la mayoría de los casos los miomas son múltiples.


Los miomas pueden localizarse en diversas partes del útero. Existen, básicamente, cuatro tipos de mioma:


1 - Subserosos: Aparecen y se desarrollan bajo la capa (serosa) externa del útero y se extienden a través de ésta, dando al útero una apariencia nodular. Típicamente no afectan el flujo menstrual, pero pueden causar dolores en el bajo vientre, en la región lumbar y sensación de presión en el abdomen. Suelen desarrollar un cabillo o pedículo, haciéndolos difíciles de distinguir de un tumor ovárico en la ultrasonografía.


2 – Intramurales: Se desarrollan en la pared del útero y se extienden hacia adentro, aumentando el tamaño del útero. Son el tipo más común de mioma. Pueden causar sangrado menstrual intenso y dolores en el bajo vientre y en la región lumbar y/o sensación de presión generalizada en el bajo vientre, de que se quejan muchas mujeres.


3 – Submucosos: Se encuentran justo bajo el revestimiento interno del útero (endometrio). A pesar de que son el tipo menos común de mioma, son los que más problemas suele causar. Incluso un pequeño mioma submucoso puede causar sangrado ginecológico masivo.


4- Pediculados: Son los miomas que inicialmente crecen como Subserosos y se destacan parcialmente del útero, quedando ligados a éste apenas por una pequeña porción de tejido llamada pedículo. Se los puede confundir en la ultrasonografía con tumores ováricos.


¿CUALES SON LOS SINTOMAS MÁS COMUNES ?


La mayoría de los miomas no presentan síntomas – apenas del 10 al 20% de las mujeres que tienen miomas necesitarán tratamiento.


Dependiendo de su localización, tamaño y cantidad, la mujer puede presentar los siguientes síntomas:


. Períodos menstruales prolongados y con aumento de flujo, sangrado fuera de época, algunas veces coágulos, y anemia. Estos son los síntomas más frecuentemente asociados a los miomas. Además, se pueden verificar:

. Aumento de intensidad de los cólicos menstruales.


. Dolor en el bajo vientre, o más precisamente, sensación de presión o incomodidad causada por el tamaño y peso de los miomas que presionan las estructuras adyacentes.


. Dolor en la región lumbar, parte lateral del abdomen o piernas (los miomas pueden presionar los nervios que atraviesan el bajo vientre y las piernas).


. Dolor durante el acto sexual.


. Presión en el sistema urinario, lo que siempre provoca un aumento de la frecuencia de la orina, principalmente en la noche.

. Presión en el intestino grueso, llevando al estreñimiento y a la retención de gases.


. Aumento de volumen abdominal que puede ser mal interpretado como subida progresiva de peso.



Si Usted tiene algunos de estos síntomas, es porque existen Miomas.


¿QUIEN ES MAS PROPENSO A TENER MIOMAS?


Los miomas son tumores muy comunes. El número de mujeres que tiene miomas aumenta con la edad hasta la menopausia, cuando entonces éstos disminuyen por falta de estímulo hormonal. Aproximadamente un 20% de las mujeres presentan miomas entre los 20 y 30 años, un 30% entre los 30 y 40, y un 40% entre los 40 y 50 años. De 20 a 40% de las mujeres con 35 años o más, tienen miomas de tamaño considerable.

Las mujeres de color presentan mayor riesgo de desarrollar miomas: un 50% pueden tener miomas de tamaño significativo. No se sabe a ciencia cierta el porqué, aunque sí parezca existir un factor genético desempeñando un papel importante.

Si bien los miomas puedan aparecer en la mujer a los 20 años, la mayoría de las mujeres no presentan síntomas hasta los 30-40 años. Los médicos no son capaces de prever si un mioma va a crecer o provocar síntomas.

Los miomas casi siempre mejoran después de la menopausia, cuando los niveles hormonales bajan bastante, aunque esto no siempre sea cierto.


¿COMO SE DIAGNOSTICAN LOS MIOMAS?


En general los miomas primero se detectan durante el examen ginecológico, cuando el médico percibe el aumento de tamaño del útero.

Su presencia se confirma entonces por una ultrasonografía abdominal. Este es un examen que no causa dolor, en el cual el médico desliza un instrumento (transductor) parecido al "mouse" de las computadoras sobre la superficie abdominal. Las ondas de sonido son transmitidas a través de la piel y permiten al médico "ver" el tamaño, forma y textura del útero. Una imagen es exhibida en la pantalla de la computadora a medida que el médico realiza la ultrasonografía.


Los miomas también se pueden apreciar a través de resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC), exámenes que tampoco producen dolor y que permiten un diagnóstico preciso.


Finalmente, la histeroscopia diagnóstica es una excelente opción, principalmente para evaluar la presencia de miomas submucosos. Un tubo muy fino (3 mm de diámetro), ligado a una microcámara de televisión, es introducido a través de la vagina y del cuello uterino hasta el útero, permitiendo al médico visualizar su interior y tomar muestras del tejido para análisis. Este procedimiento es realizado por el ginecólogo y se puede llevar a cabo en el mismo consultorio bajo anestesia local.

Espero que con esto queden resueltas su dudas y la decisión que tome sea la mejor para su salud.





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Para los Enfermos...
Solo Hay una sola Medicina, la que lo Cura

Lo demás es Negociar con su Dolor