Si queremos tratamientos naturales para la piel es aconsejable acudir a las recetas caseras con plantas pues todos los cosméticos con factura industrial son elaborados con ingredientes y conservantes que a su vez son obtenidos por procesos químicos.
Las farmacopeas internacionales establecen límites para las impurezas que siempre quedan como residuos en estos productos para que no causen daño, pero siempre hay personas con piel sensible que en tratamientos prolongados pueden tener consecuencia indeseables.
Estos cosméticos industriales incluyen en sus fórmulas perfumes de aceites esenciales de algunas plantas, estabilizantes u homogenizadores derivados de alcoholes obtenidos de forma sintética, ácidos orgánicos para la regulación del pH y otros componentes para mantener las cremas o geles sin que se “corten” por determinado tiempo.
Algunos de estos aceites esenciales son fotosensibilizantes y su aplicación continuada puede traer algunos inconvenientes al exponer la piel al sol.
Por estas razones es preferible el uso directo de algunas plantas que tienen probada eficacia y que se encuentran a bajo costo dentro del hogar y que utilizamos como alimento.
Entre estas plantas se encuentra el aguacate y el plátano como excelentes nutrientes para la piel seca de mujeres que viven en climas fríos o áridos.
El pepino y la papa se utilizan con éxito para disminuir las arrugas debajo de los ojos y las indeseables ojeras.
El acíbar del Aloe vera puede aplicarse directamente sobre la piel para suavizar las zonas endurecidas o rugosas, por sus propiedades como emoliente.
Existen libros dedicados a estos tratamientos y pueden buscar información también en las páginas web especializadas en productos naturales: http://www.plantas-medicinal-farmacognosia.com/
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