Las mujeres son dueñas de su cuerpo, pero esa libertad que tenemos no tiene porque ser malinterpretada. Filosóficamente hablando no existe persona en potencia, porque la persona es una sustancia y tiene vida desde el primer momento de su fecundación.
Por eso las mujeres si pueden decidir qué hacer con SU cuerpo, pueden decidir cómo vestirse, que maquillaje usar y que peinado hacerse; pero un bebe, un embrión o un feto no es SU cuerpo, es otro ser humano que no tiene voz para pedir que lo dejen vivir.