El examen inicial para el diagnóstico de las enfermedades de la vesícula y de las vías biliares es la ultrasonografía. En el paciente con dolor abdominal, el diagnóstico se hace en dos partes: primero, identificamos la presencia de la(s) piedra(s) y después tratamos de saber si éstas son la causa de los síntomas. Las piedras en la vesícula son muy comunes y no todo dolor abdominal puede ser atribuido a ellas. Muchas veces el paciente tiene una gastritis, pero acaba culpando a una piedra asintomática por su dolor. Tanto el cólico biliar como la colecistitis poseen su cuadro clínico característico. No basta encontrar una piedra en la vesícula para creer que el diagnóstico de cualquier dolor abdominal está hecho.

Los exámenes como la cintilografía, resonancia magnética o tomografía computarizada pueden ser útiles cuando hay dudas de si existe inflamación o no en la vesícula.

El tratamiento más común en estos casos es la colecistectomía, que es la retirada quirúrgica de la vesícula. La colecistectomía puede realizarse por cirugía tradicional o por laparoscopia. Actualmente la cirugía laparoscópica es la más usada.

En los casos de colangitis, cálculos en las vías biliares o pancreatitis, el procedimiento también es quirúrgico y con miras a la desobstrucción de las vías biliares. Después de la desobstrucción, se retira también la vesícula en el mismo acto quirúrgico para prevenir recurrencias.

La vesícula es un órgano importante, pero no es vital. La mayoría de los pacientes sin vesícula vive sin mayores problemas. Los principales síntomas que surgen después de la retirada de la vesícula son: aumento de gases y heces más blandas, principalmente después de la ingestión de alimentos grasosos.

Espero que le vaya bien y te haya sido de gran ayuda para orientarte / explicandote más o menos lo hay
Fdo..LEO RODRIGUEZ MECA - Cardona / Terrassa (Barcelona)
Gerocultora en instituciones sociales tanto geriatricos
como centros penitenciarios especializada en salud
mental y toxicomanias