Disiento completamente de las opiniones anteriores.

Los "pobres trabajadores" cobran sustancialmente más (y lo sé por experiencia) que los "malvados técnicos de prevención". Así que el bajo salario no es una excusa para la siniestralidad, porque entonces los técnicos de obra deberían estar matándose todos los días... (el salario medio de un técnico es aproximadamente de 1100 € mensuales, el de un encofrador puede superar fácilmente los 1800...)

Parece que no se tiene en cuenta el factor denominado "ausencia de sentido común", que suele provocar la mayoría de los accidentes. En mi caso diariamente tengo que recordar a los trabajadores que los EPIs están para algo y que si hay una barandilla mejor no quitarla...