Buenas tardes a todos.

Como todos los que estamos aquí, yo también tengo Extrasístoles. Tengo 32 años, y desde hace 3, en el reconocimiento médico de la empresa, me las diagnosticaron, me hicieron un estudio completo con Holter, Ecocardiograma y Ergometría, y nada, a la conclusión a la que llegó el Cardiólogo fue a que todo era normal, y que "aprendiera" a vivir con ellas. Únicamente me recetó Sumial de 10 mg, pero no a diario, sólamente cuando me sintiera peor, más nervioso, agobiado por el trabajo, etc.

Hace un mes, me volvieron a hacer un reconocimiento en la empresa y claro, en el Electro volvieron a salir, por lo visto tengo muchísimas (en el Holter en su día salían unas 14.000 en 24 horas), y ahora estoy haciéndome de nuevo las pruebas, ya me he hecho una Resonancia Magnética, en la que no aparece ningún fallo estructural del corazón, afortunadamente, y me queda otra vez el Holter.

La verdad es que todo este tiempo desde el primer estudio hasta ahora he llevado una vida completamente normal: me he casado, he tenido una niña, etc, etc, y mi vida es completamente normal. Es cierto que no duermo del lado izquierdo, ya que noto los latidos del corazón y es algo incómodo, pero bueno, bien.

Lo peor de todo desde que empecé este nuevo estudio es que di con un nuevo Cardiólogo bastante borde y seco, que aún saliendo las pruebas bien, quería internarme en el hospital para medicarme las extrasístoles... A esto, fui el viernes pasado y quería que hoy ya estuviera ingresado, he ido corriendo a otro Cardiólogo, asustado, y me ha vuelto a tranquilizar, diciéndome que no me preocupe, que no se ve nada raro en absoluto, pero he pasado un fin de semana bien preocupado... Creo, por cosas que he leído por Internet, que quizá este médico estaba buscando por si tuviera el síndrome de Brugada, que por lo visto sí es más preocupante... Yo por si las moscas, a ese Cardiólogo no volveré de nuevo...

En fin, que conocí por casualidad el foro y me encanta que seamos tantos los que tengamos el mismo problema, y que no sea más que una incomodidad, es decir, que no sea de gravedad.

Abrazos,