Escribo esta carta con el fin de dar a conocer mi caso como paciente de una enfermedad dermatológica y cómo curé de todos sus síntomas cuando los médicos no daban esperanza para la cura. Espero que a raíz de esta carta surja una posibilidad para la cura de la dermatitis o enfermedad/es con síntomas similares.

Fui diagnosticado por un médico, de dermatitis en el año 2003.En el año 2004 un segundo médico me confirmó el diagnóstico de dermatitis. Me informó el médico que dicha enfermedad carecía de cura y me recetó una crema de uso tópico llamada “ Bactroban” para mitigar los síntomas.

Pues bien , les informo que tras un calvario de casi 4 años, dicha enfermedad ha desaparecido, haciendo ya un año sin que se reproduzca ni uno solo de los síntomas que gravemente me afectaban. Quizás dicha enfermedad y de la que en breve haré una descripción detallada de los síntomas no se tratara realmente de dermatitis, ambos diagnósticos fueran erróneos y que se tratara de una afección cuyos síntomas sean similares a los de la dermatitis.

La enfermedad empezó con una pequeñísima herida entre dos dedos del pie. En poco tiempo se me reprodujeron en ambos pies más microheridas ( dif{iciles de curar) interdigitales a la par que pequeñísimos y numerosos microgranitos blanquecino-transparentes en los empeines. A su vez, un insoportable, intenso y largo persistente picor también en la zona de los empeines. En pocos meses los granitos crecían en número o variaban su crecimiento en función de la época ( ¿ influencia del clima?, ¿ otros factores?),. Fruto de rascarme, roce con calcetines y calzado, los granitos estallaban empapando a menudo los empeines de un líquido transparente y quedando los empeines afectados de irritación, dolor y rojeces. Durante la enfermedad, los síntomas se localizaban sólo en los pies; y sólo ocasionalmente en estos 4 años ( poco más de una decena de veces), se me reproducieron en dorsos de ambas manos con idénticos síntomas, se me llenaban de microgranitos , cercano a las uñas microheridas díciles( escasas y localizadas en la zona de uña) de cicatrizar, picor, leve inflamación( sólo en alguna ocasión) en la zona del dedo junto a la uña.En las manos me aparecían y desaparecían los síntomas, en los píes los síntomas fueron constantes durante los 4 años de enfermdad. El tratamiento ( bactrobán) se demostró muy débil, dado que apenas mitigaba los molestísimos y antiésteticos síntomas.

Desesperado por lo que era una no letal, pero horrorosa enfermedad, por lo dolorosa y molesta y que se dilataba en el tiempo de manera agónica, decidí usar, (fruto de lo que pareció ser una mezcla de intuición y de recuerdo de algunas beneficiosas propiedades) vinagre rojo de vino, vaporizando generosamente la zona de los empeines unas 3 veces al día. El resultado fue sorprendente. Mi pareja y yo estabamos asombrados. Ya al segundo o tercer día de tratamiento de vaporizaciones de vinagre, la superficie de los empeines empezó a mostrar que parte de los granitos se habían secado el resto seguían dicho proceso de secado, reduciendo los picores, las secreciones y microherida a una velocidad increíble. En un plazo de unas tres semanas y sin ser del todo constante en las 3 vaporizaciones diarias ( hubo días que sólo hacía 2 vaporizaciones, 1 o ninguna algún día) no quedaba rastro alguno de los síntomas. Habían desaparecido los granos, rojeces, heridas, secreciones y los horribles picores por completo. Únicamente ha quedado como rastro alguna, escasísima e imperceptible microcicatriz de algún grano . Cabe decir que las directas vaporizaciones en la zona del empeine me causaban gran escozor por el vinagre, pero que apenas duraba 1 minuto tal escozor y me compensaba enormemente al comprobar como el vinagre se “ iba comiendo” a gran velocidad tan penosa enfermedad.

Este es el motivo de esta carta, exponer mi caso y albergar la esperanza que a raíz de mi experiencia se pueda avanzar en un posible tratamiento contra la dermatitis o en caso de error en el diagnóstico, un posible tratamiento para afección/es? con síntomas similares a los de la dermatitis.

Mi nombre es Ibrahim y este es my e-mail (-----), lo facilito con el fin de poder aclarar y consultar con quien quiera mi caso particular. Ojalá muchas más personas al igual que yo puedan verse libre de tan dura enfermedad de manera tan rápida y sencilla.

Atentamente Ibrahim.

En la ciudad española de Palma de Mallorca, a 26 de mayo de 2008.