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En respuesta a:
Publicado por: Anonimo
Asunto: Re: flemas constantes

y continüo:
El aire que respiramos es conducido al interior de nuestro cuerpo a través de la vía área, la cual se divide en superior e inferior; la primera abarca desde la nariz hasta la tráquea, en tanto que la segunda inicia a partir de esta última estructura y termina en los bronquios correspondientes a cada uno de los pulmones, mismos que forman los bronquiolos y terminan en especie de racimos de miles de bolsitas conocidas como alvéolos. En estas estructuras es donde los glóbulos rojos (células sanguíneas) liberan el dióxido de carbono e introducen el oxígeno en la sangre para que sea distribuido por todo el cuerpo.
En dichas zonas es normal que se forme moco o flema, pues su función es lubricar la mucosa de los bronquios, humedecer el aire aspirado, permitir que el pulmón se estire o distienda para que la respiración se efectúe de manera adecuada, desechar partículas extrañas y defender al organismo de las mismas.
Ahora bien, cuando las paredes de los bronquios se irritan e inflaman se genera excesiva cantidad de flema, lo que puede deberse a causas agudas (ocasionan daño inmediato) o crónicas (originan la afección gradualmente); entre las primeras se encuentran aspiración a cualquier tipo de humo, detergentes, desodorantes ambientales, pinturas, pesticidas o pegamentos, asimismo, en esta categoría se ubican alergias e infecciones en vías respiratorias (asma, bronquitis, neumonía, faringitis, laringitis y gripe). La segunda categoría incluye enfisema (destruye las paredes de alvéolos o sacos aéreos, lo que deteriora la función respiratoria), tuberculosis (infección ocasionada por la bacteria Micobacteryum tuberculosis que normalmente afecta a los pulmones), así como bronquiectasia (afección congénita que ocasiona destrucción de las paredes de los bronquios) o cáncer pulmonar (formación de tumores malignos en las células de los pulmones).
Cuando se presenta alguno de los problemas anteriores, las flemas almacenadas obstruyen las vías respiratorias, dificultan la respiración y generan tos, ante lo cual puede recurrirse a algún expectorante, medicamento que permite la expulsión de la mucosidad al toser y ayuda a reducir la inflamación en bronquios.
El mecanismo de acción del producto citado consiste en estimular el movimiento de los cilios (capilares o fino vello que cubre la superficie de las vías respiratorias), lo cual impulsa a las flemas hacia la faringe para que puedan ser eliminadas por la boca.
Cabe destacar que la mayoría de los expectorantes incluyen en su formulación sustancias mucolíticas, es decir, aquellas que disminuyen la viscosidad de las secreciones facilitando su expulsión.
Molesta tos
La tos es un síntoma ocasionado por alergias o las enfermedades respiratorias antes descritas, molestia que viene acompañada de inflamación y formación de flemas. Por otro lado, es importante saber que dicha afección puede presentarse de distintas formas, las cuales incluyen:
• Tos aguda. Se caracteriza por durar entre 3 y 7 días, y suele ser manifestación de gripe, resfriado, introducción de un cuerpo extraño al organismo e inhalación de humo y sustancias irritantes.
• Tos crónica. Se prolonga por varias semanas y, en algunos casos, puede durar meses, lo cual obedece a padecimientos más severos, como asma, sinusitis, tos ferina, bronquitis, bronconeumonía, neumonía, alergias, cáncer de pulmón y enfisema pulmonar, entre otros.
• Tos con flemas. También se le conoce como tos productiva, y se caracteriza por ocasionar secreciones viscosas color blanco, verde, amarillo o grisáceo, lo cual llega a resultar benéfico en ciertos casos, ya que agiliza la curación del paciente.
• Tos seca. Mediante ella no se elimina ninguna sustancia nociva para el organismo y sólo ocasiona irritación de garganta.
• Tos crupal. Principalmente afecta a niños de entre 3 meses y 5 años de edad, y causa dificultad para respirar debido a que garganta, tráquea y cuerdas vocales se inflaman considerablemente.
Tratamientos
En la actualidad existen diversas fórmulas que facilitan la expulsión de flemas, tanto para adultos como para niños, mismas que la industria farmacéutica ofrece en distintas presentaciones, como jarabes, grageas, caramelos, cápsulas, tabletas o perlas; muchos de los expectorantes son de venta libre, de fácil administración y, los de forma fluida, con agradable sabor para que principalmente los niños los ingieran sin dificultad. Tales medicamentos se clasifican de la siguiente manera:
• Acción directa. Refrescan las vías respiratorias, disminuyen la irritación en garganta y facilitan la expulsión de flemas; en esta categoría se encuentran bálsamos y esencias, como tolú, eucaliptol, gomenol y extracto de pino.
• Acción refleja. Estimulan las glándulas mucosas bronquiales y aumentan la producción de líquido en el tracto respiratorio para fluidificar las secreciones espesas; ejemplos de ellos son cloruro amónico, guaifenesina, guayacolato de glicerilo, difenhidramina, bromhexina y ambroxol.
Para la tos seca hay medicamentos que proporcionan alivio a la irritación de la garganta, que es la causa principal de este tipo de tos; no obstante, cuando se padezca en cualquiera de sus diferentes tipos es fundamental seguir algunas recomendaciones:
• Ingerir gran cantidad de líquidos (2 a 3 litros al día o más) ayuda a restablecer el equilibrio de sales y minerales del organismo, que se altera por la pérdida de líquidos que se presenta a causa de las secreciones.
• Evitar cambios bruscos de temperatura impide la aparición de infecciones adicionales, por ejemplo, neumonía.
• Guardar reposo previene accesos de tos y permite recuperar la energía para hacer frente al padecimiento que se sufre.
Considere que la tos no es una enfermedad, sino una defensa del organismo que -si persiste por más de siete días o se acompaña de dolor en pecho o espalda y secreciones con sangre- es necesario consultar al otorrinolaringólogo (especialista en nariz, garganta y oídos) de inmediato



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