revisiones periódicas

Hola a tod@s,

llevo un tiempo bastante mejor de mis extras. Desde el comienzo del verano estoy más tranquila y ya no las tengo como antes, que eran continuas. Ahora siguen apareciendo a diario pero en mucha menos cantidad e intensidad.

El caso es que hace ya más de un año que estuve en el cardiólogo por última vez y no hago el ánimo de volver. Me pone muy nerviosa ir al cardiólogo y en realidad, lo único que a él le interesa es mi colesterol (que le tiene manía), que además está siempre bien.

En fin, que no sé qué hacer. Mi cardiólogo considera que debo ir cada tres meses, pero repito que no es por mis extras, sino por el colesterol. Y yo ya he dejado pasar un año y no sé si debería ir aunque no me apetezca nada de nada y mucho menos ahora que estoy mejor.

¿Qué me aconsejáis?

Hola guapa!
Em mi humilde opinión, si estás mejor de las extras y el único "problema" es el colesterol, no creo que sea conveniente acudir al cardiólogo. Me parece también excesivo que te pida revisión cada tres meses, y encima esa obsesión con el colesterol... Yo tambien lo tengo un poco alto y la verdad es que me lo controla el médico de cabecera, y tampoco ha puesto el grito en el cielo por ello. La verdad es que este cardiólogo es un poco rarito. He leido posts tuyos anteriores y es cierto que está fijado en el colesterol y de ahí no sale.
Te sugiero que intentes cambiar de cardio, y me alegro que estés mejor de las extras, que esa es nuestra principal preocupación (no por lo que son sino por la ansiedad que nos generan).
Te escribiré más tarde por el face y te explico como fue lo mío.
Un beso!

Como ya he dicho, yo nunca he tenido el colesterol alto. Y no sé por qué le obsesiona ese tema a mi cardiólogo.

Hola Santy:

Yo opino como Adrianati, si tienes el colesterol "a raya" y te han disminuído las extras, considero que un control cada tres meses es excesivo. A lo más, una vez al año para el electro de rigor y porque nunca está demás la Medicina preventiva. Cambia de cardiólogo si no te convence el que tienes ahora: ya sabes lo importante que es la complicidad médico-paciente.

Un abrazo.