Concepto
de familia
Como
familia Berenstein entiende el
conjunto de personas ligadas por lazos de parentesco determinados en
virtud de alguna relación consanguínea real o putativa. Se podría llamar familia al sinnúmero de personas que integran el
grupo unido por un parentesco, de otras que, aunque no ligadas por lazos
familiares se consideran miembros de la familia.
Las relaciones de las personas dentro de un nexo se caracterizan por la
influencia recíproca, directa, intensa y duradera sobre la experiencia
y la conducta de los unos sobre los otros. El sistema familiar tiene
como mínimo tres órdenes de relación:
Relación
de consanguinidad ( hermano- hermana)
Relación
de alianza ( marido- mujer)
Relación
de filiación ( padre- hijo)
En
el transcurso de la existencia del individuo, se tejen progresivamente
la diversidad de relaciones que contribuyen
a formar a la persona adulta madura. Desde que el niño crece en la
familia estructurada como un sistema abierto, que posibilita el
intercambio con el mundo externo e incrementa el ingreso de información.
La
persona, como integrante de una familia, es partícipe de su desarrollo
a través del ciclo vital. Hay situaciones puntuales que estructuran el
ciclo de la vida constituyéndose en un contexto determinante para los
miembros del sistema familiar.
Al
producirse el episodio de la enfermedad, se experimentan momentos de
inseguridad emocional y como el enfermo es un integrante del sistema
familiar propio, se produce una transformación de todo el sistema, que
lleva a adquirir nuevas pautas de organización.
Los
otros miembros, en forma inevitable, al ser partícipes de toda la dinámica
familiar, responden de
alguna manera, mostrando
respuestas positivas o negativas.
Frente
a la dependencia que se comienza a experimentar tras la afección
producida se ve que todo el grupo familiar no está excento de esta
situación y necesita reestructurarse.
En
el caso de la familia, adoptan distintas respuestas ante las demandas
persistentes del paciente cardíaco, que pueden ir de una situación
de contención y apoyo ( brinda seguridad)
a una posición de indiferencia, en la que se hace caso omiso a
los pedidos del enfermo.
Según
Minuchin y Firchman el sistema familiar tiende al mismo tiempo a la
conservación y a la evolución. Las exigencias del cambio
activan los mecanismos que contrarrestan la atipicidad, pero el
sistema evoluciona hacia una complejidad creciente. Aunque la familia sólo
fluctúa dentro de ciertos límites, posee una capacidad
asombrosa para adaptarse y cambiar, manteniendo sin embargo su
continuidad.
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