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Psicodinamica de las migraciones en el contexto actual
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Autor: Dra. Daniella Padrón Malpica
Publicado: 28/06/2008
 

Las migraciones son fenómenos complejos donde confluyen diversos factores desencadenantes y que a su vez producen  una multiplicidad de efectos y alteraciones a nivel de las personas y sociedades involucradas. En este trabajo se aborda el problema de las migraciones en el contexto actual desde una perspectiva etnopsiquiátrica, analizando las modalidades que adopta la migración, en particular las de carácter forzoso y los factores que intervienen en la psicodinámica del proceso migratorio en sus distintas fases, las estrategias de aculturación y las repercusiones en la salud mental del inmigrante, los síndromes psicopatológicos asociados y las respuestas sanitarias a este fenómeno que tiende a aumentar dadas las condiciones actuales  a nivel mundial de inestabilidad política, crisis económico-sociales,  guerras y degradación ambiental.   


Psicodinamica de las migraciones en el contexto actual

Psicodinámica de las migraciones en el contexto actual.

 

Today’s human migration psycodinamic.

 

Prof. Daniella Padrón Malpica.

Doctorante en Ciencias Sociales. Médico Especialista en Epidemiología. Profesora Asistente e Investigadora a  Dedicación Exclusiva en el Departamento de Salud Pública. Escuela de Salud Pública y Desarrollo Social. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Venezuela.

 

Resumen

 

Las migraciones son fenómenos complejos donde confluyen diversos factores desencadenantes y que a su vez producen  una multiplicidad de efectos y alteraciones a nivel de las personas y sociedades involucradas. En este trabajo se aborda el problema de las migraciones en el contexto actual desde una perspectiva etnopsiquiátrica, analizando las modalidades que adopta la migración, en particular las de carácter forzoso y los factores que intervienen en la psicodinámica del proceso migratorio en sus distintas fases, las estrategias de aculturación y las repercusiones en la salud mental del inmigrante, los síndromes psicopatológicos asociados y las respuestas sanitarias a este fenómeno que tiende a aumentar dadas las condiciones actuales  a nivel mundial de inestabilidad política, crisis económico-sociales,  guerras y degradación ambiental.   

 

Palabras clave: Migraciones forzadas y salud mental, aculturación, etnopsiquiatría.

 

Summary

 

Human migrations are complex processes that involve diverse factors that are able to trigger multiple effects and alterations on the people and societies involved. This paper approaches the migration problem from an ethnopsychiatric perspective, analyzing the modalities of the migration, in particular the ones that occurred by force. It also covers the aspects involved in the psychodynamics of the migratory process in its distinctive phases, the strategies of acculturation and the repercussions on the mental health of the immigrants, the psychopathologic syndromes associated and the sanitary responses to this phenomenon; which tend to increase, considering present world conditions of political instability, economic and social crisis, wars and environmental degradation; around the individuals and the entire world.

 

Key words: Forced Migrations and mental health, acculturation, ethno-psychiatry, cross-cultural psychiatry.

 

Introducción.

 

“No estamos locos. Lo que sentimos no es anormal, es la situación la que es loca y anormal”.

Testimonio de un ciudadano Bosnio a propósito de su condición de refugiado (1).

 

Si bien las migraciones han sido parte de la historia evolutiva del hombre y han permitido el intercambio y el enriquecimiento cultural a través de los tiempos, en la actualidad, este fenómeno demográfico adquiere una relevancia y complejidad tal que exige un abordaje integral, desde múltiples perspectivas, considerando la multiplicidad de factores que intervienen como desencadenantes, así como los efectos y alteraciones que produce a nivel de las personas en particular y de las sociedades en general.

 

La tendencia a nivel mundial es hacia el aumento de los factores desencadenantes de estas movilizaciones, que obedecen en la actualidad a problemas de muy diversa índole, algunos históricamente asociados con la expectativa de una vida mejor y donde la característica de la acción es la propia motivación y voluntad de la persona que emigra, pero más recientemente y como consecuencia de situaciones de crisis principalmente derivadas de la acción del hombre (guerras, conflictos civiles, violencia por diferencias étnicas-religiosas-culturales, persecuciones políticas, accidentes tecnológicos, degradación ambiental, etc.) lo que ha obligado a grandes contingentes de población a desplazarse hacia territorios más seguros, unas veces dentro del límite de las  propias fronteras geográficas, otras veces traspasando  las fronteras, en condiciones altamente estresantes, que producen serias alteraciones en la salud mental de los afectados, aun antes de producirse los desplazamientos territoriales.

 

En este sentido es importante conocer los elementos que intervienen en las interpretaciones y respuestas que tanto los inmigrantes como las sociedades de acogida (incluyendo los profesionales de la salud mental) dan al fenómeno migratorio actual, donde la cultura y los procesos de aculturación  son la clave.

 

Es preciso señalar que aun cuando las migraciones merecen un análisis estructural más profundo y un abordaje integral, desde múltiples perspectivas, dada la complejidad que reviste este fenómeno en la actualidad, en este trabajo  se analizaran los aspectos relativos al impacto que tienen estas movilizaciones en la salud mental del individuo, así como la psicodinámica del proceso migratorio en sus diferentes fases, desde una perspectiva socio-antropológica.

 

Las migraciones en el contexto actual.

 

Uno de los fenómenos asociados a la globalización es la multietnicidad, es decir, la convivencia en un mismo territorio o ciudad de personas procedentes de diversas áreas del mundo (2).

 

Okasha,  define la globalización como un proceso en el que tiene lugar la desaparición gradual de las fronteras y los límites tradicionales que separan a los individuos y a las sociedades (3).

 

Resulta paradójico luego de leer esta definición, observar cómo el fenómeno de la migración va en aumento y representa más que un derecho, un problema político, con una tendencia a la militarización y defensa de las fronteras como nunca antes se había visto. El mundo en el que vivimos más que multiétnico es un mundo cada vez más multirracista e intolerante, surgen nuevos nacionalismos y la xenofobia adquiere magnitudes de pandemia.

 

Las migraciones son desplazamientos de grupos humanos que los alejan de sus residencias habituales. Esta definición permite englobar fenómenos demográficos muy diversos, puede referirse a movimientos pacíficos o agresivos, voluntarios o involuntarios (2).

 

Dentro de las migraciones actuales se dan modalidades que vale la pena destacar:

 

Los desplazados internos; definidos como  “Persona o grupo de personas que se han visto obligadas a huir o a dejar sus hogares o lugares de residencia habitual como resultado de, o para evitar, en particular, los efectos de un conflicto armado, las situaciones de violencia generaliza-da, las violaciones de los derechos humanos o los desastres naturales o causados por el hombre, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida como tal”. (4)

 

Los refugiados; habitualmente se ha considerado "refugiado" a los emigrados por desastres naturales (inundaciones, hambrunas) o artificiales (guerras). Sin embargo la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 restringe mucho la definición para considerar sólo refugiado a una persona que "tiene un fundado temor de ser perseguida a causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política; y que al encontrarse fuera del país de su nacionalidad no puede o no quiere, debido a ese temor, acogerse a la protección de su país". Según se estima, en 2000 había 22,3 millones de personas refugiadas, repatriadas y desplazadas dentro de sus propios países (2).

 

Las migraciones rural-urbanas, del campo a la ciudad, se están produciendo en todo el mundo a un ritmo extraordinario. En 1950 menos del 30% de los habitantes del mundo vivían en ciudades. En el año 2000, 2.900 millones de personas vivían en zonas urbanas, es decir, un 47% de la población mundial. Se prevé que, hacia 2030, vivirán en zonas urbanas 4.900 millones de personas, es decir, el 60% de la población mundial (5).

 


Psicodinamica de las migraciones en el contexto actual.2

La migración laboral internacional es un fenómeno de aún mayor visibilidad e importancia en las relaciones internacionales y en los conceptos de identidad nacional. A escala mundial, entre 1965 y 1990 el número de emigrantes internacionales aumentó desde 75 millones hasta 120 millones, y el aumento mantuvo el mismo ritmo que el crecimiento de la población. Como resultado, la proporción de emigrantes se ha mantenido en todo el mundo en alrededor del 2% del total de la población. En 1990, los emigrantes internacionales representaban el 4,5% de la población de los países desarrollados y el 1,6% de la de los países en desarrollo. Esas estimaciones mundiales ocultan importantes dificultades en cuanto a la medición de la migración (2).

 

Inmigrantes irregulares: es inmigrante irregular la persona que vive, temporal o permanentemente en un país distinto al del origen y que no cuenta con permiso de residencia en el mismo. La carencia de documentación no implica la ausencia de derechos. La utilización de términos como ilegal, delincuencia, avalancha o problema, habituales en los medios de comunicación y asociados sistemáticamente al fenómeno de la inmigración, crea estereotipos negativos y percepciones erróneas entre la población de acogida (6).

 

Existen otras definiciones básicas dadas por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Minnesota (7):

 

Solicitante de asilo: alguien que huye de su país y pide que se le otorgue la condición de refugiado en otro país.

Emigrante por motivos económicos: alguien que deja su hogar para buscar un mejor trabajo y nivel de vida en otro lugar.

Inmigrante: alguien que ingresa a otro país para radicarse.

Desplazado interno: el que abandona su hogar por miedo a ser perseguido, pero no cruza ninguna frontera internacional.

Refoulement: cuando un solicitante de asilo o un refugiado es repatriado a la fuerza.

Refugiado: alguien que abandona su país o no puede regresar debido a fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas.

Repatriación: las personas pueden regresar a su país de origen voluntariamente. Si son obligadas a hacerlo en contra de su voluntad se conoce como "repatriación forzosa" y es equivalente a refoulement o deportación (7).

 

Existen también, más allá de las definiciones, múltiples instrumentos jurídicos que en teoría abogan por un mejor abordaje  y comprensión de las situaciones relativas a los problemas derivados de las migraciones, tocante a los derechos humanos y entre estos los de salud en general y los de salud mental en particular; tal es el caso de la convención sobre el Estatuto de los refugiados (1951) y su protocolo (1966), convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares (1990),Declaración universal de Derechos Humanos (1948), Principios para la protección de los enfermos mentales y el mejoramiento de la atención de la salud mental (1991), Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas (1992), Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, El Cairo (1994): Programa de Acción, Carta Social Europea (1961, revisada en 1996), Declaración Americana de los Deberes y derechos del Hombre (1948), Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos,  Sociales y Culturales: Protocolo de San Salvador (1988); entre otros (8).

           

Y  existen así mismo otros discursos muy extendidos sobre los inmigrantes y su repercusión en los procesos de aculturación,  como plantea Le Bras en relación con las sociedades de “acogida” de muchos grupos migrantes en la actualidad, como en Estados Unidos y Europa, donde existe una recurrencia del tema de la invasión desde el sur, y una fobia creciente a temas como la naturalización y a permitir matrimonios mixtos, entre otros ¿No nos enfrentamos a un inmenso miedo a los pobres del tercer mundo y a su invasión? ”. Mucho de este discurso da a entender “que la porción más peligrosa de la humanidad está formada por pobres de otra raza (9)”.

 

Por lo general, las personas que emigran lo hacen de forma aislada cuando el fenómeno obedece a razones económicas o educativas, mientras que cuando se trata de razones políticas, guerras u otra situación de crisis o desastres, el evento es aún más dramático porque se ven forzados a hacerlo como única alternativa de supervivencia y muchas veces sin la compañía de sus familias.

 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (10) cita las siguientes causas que motivan la migración internacional:

 

La búsqueda de una vida mejor para uno mismo y su familia; 

Las disparidades de ingreso entre distintas regiones y dentro de una misma región; 

Las políticas laborales y migratorias de los países de origen y de destino; 

Los conflictos políticos (que impulsan la migración transfronteriza, así como los desplazamientos dentro de un mismo país); 

La degradación del medio ambiente, inclusive la pérdida de tierras de cultivo, bosques y pastizales (los "refugiados del medio ambiente", en su mayoría, acuden a las ciudades en lugar de emigrar al extranjero); 

El "éxodo de profesionales", o migración de los jóvenes más educados de países en desarrollo para llenar las lagunas en la fuerza laboral de los países industrializados. 

 

Psicodinámica de las migraciones.

 

El bienestar, la satisfacción y la felicidad son nociones emparentadas en razón de que las tres se fundan en valores, en hechos objetivos y en subjetividad. En todo caso, los tres estados son situaciones dinámicas, variables, transitorias, originadas en las estructuras y en la dinámica de nuestras sociedades y particularmente en las relaciones psicosociales y psicoculturales (11).

 

La migración es un fenómeno donde confluye una gran cantidad de elementos que deben ser considerados en función de los factores desencadenantes, estrategias de adaptación y respuesta al estrés, individuales y/o colectivas en cada fase o momento del proceso, así como las características de la cultura de origen y la de la sociedad de acogida en la experiencia de aculturación (12).

 

Las poblaciones migrantes pueden verse expuestas a situaciones de tensión que las poblaciones estáticas no experimentan con tanta frecuencia o intensidad, o por el contrario, sentirse liberadas de tensiones que sufrían en su lugar de origen (13).

 

Fases del proceso migratorio:

 

1- Fase pre-migratoria: Incluye la toma de decisión y preparación para la emigración.

2- Emigración en sí misma: Consiste en el traslado físico desde un país o territorio a otro, y el reasentamiento en este último.

3- Post-migración: Definida como la fase de absorción del inmigrante en el contexto social y cultural de la nueva sociedad (12).

 

Los problemas que implica el propio proceso migratorio en cada una de estas fases, junto con la falta de apoyo social, las discrepancias entre los logros y las expectativas, los problemas económicos, la discriminación y el hostigamiento raciales, la ilegalidad, la falta de acceso a  una vivienda, servicios sanitarios y religiosos; falta de sistemas de apoyo lingüístico y sociales,  puede inducir sentimientos de autoestima baja, dificultades de adaptación y problemas tanto físicos como mentales (12).

 

Berry y Kim (1988) definen aculturación como los cambios conductuales y psicológicos resultantes del contacto con personas pertenecientes a otro grupo cultural (14).

 

Las estrategias de aculturación a su vez, serían aquellas empleadas por las personas para afrontar el estrés inducido por los nuevos contextos culturales.

 

Son cuatro las estrategias básicas de aculturación según Berry y Kim: 1- La Asimilación: Cuando el individuo decide no mantener su identidad cultural y se asume como propia la de la nueva cultura.

2- Separación: Cuando los individuos se aferran a su cultura original y rechazan el contacto con la cultura de acogida.

3- Integración: Si los individuos mantienen la cultura de origen a la vez que son capaces de adoptar la cultura de acogida.

4- Marginación: Los individuos pierden el contacto cultural y psicológico con su cultura de origen y con la de acogida. (14)

 


Psicodinamica de las migraciones en el contexto actual.3

Visto así pareciera que la aculturación como fenómeno de interacción cultural, depende casi exclusivamente de factores individuales, es decir si se da o no de forma saludable es producto de las capacidades adaptativas del individuo, sin embargo, Bhugra (12),  plantea las hipótesis de la densidad étnica y la congruencia cultural, para explicar la prevalencia de padecimientos mentales en la población inmigrante. La primera se refiere al tamaño de un grupo étnico concreto en proporción a la población total en una zona específica; y la segunda se refiere al grado de concordancia o disonancia entre la cultura de un individuo, sus creencias y expectativas, con respecto a la cultura de la población del entorno (12).

 

Hay además experiencias que ponen en evidencia que las personas que emigran desde sociedades de carácter colectivo o sociocéntrico (y que en sí mismas tienen personalidad sociocéntrica), hacia sociedades de carácter individualista o egocéntrica, pueden sufrir sentimientos de alienación y dificultades mentales, con los consiguientes problemas para asentarse en la nueva sociedad.

 

Síndromes relativamente nuevos como el Síndrome de Ulises emergen en estos grupos. El trastorno se caracteriza por “un estrés superior a las capacidades de adaptación (15)".

 

Las pérdidas sicológicas que ocasiona la inmigración suponen un complejo proceso de reorganización personal y un gran esfuerzo psicológico de adaptación a los cambios que se dan en la familia y los amigos, el idioma, la cultura, la situación social, el contacto con otros grupos y el riesgo físico que a veces implica. “La persona padece duelos o un estrés superior a sus capacidades de adaptación, y presenta una serie de síntomas que abarcan varias áreas de la psicopatología” (15).

 

El traumatismo migratorio no es constante, sin embargo puede sobrevenir cualquiera que sea la personalidad anterior del migrante.

 

Los factores sociales hostiles (en el país de origen y en el nuevo país) son factores agravantes. Además, aún cuando esto suceda, éste traumatismo no produce obligadamente efectos patógenos.

 

Algunas veces, como todo traumatismo, aquello puede ser estructurador y portador de una nueva dinámica por el individuo, incluso ser el germen de metamorfosis y fuente de una nueva creatividad. La migración puede luego ser también portadora de potencialidades creadoras. De allí la necesidad de identificar los factores que permiten controlar el riesgo transcultural (16).

 

Perspectiva etnopsiquiátrica.

 

La enfermedad como hecho sociológico es una realidad construida y el enfermo un sujeto social. Por lo tanto, cualquier acción de prevención, tratamiento o planeamiento de salud, deberá tomar en cuenta los valores, actitudes y creencias de la población a la que está destinada.

 

Las migraciones, los viajes, los intercambios nos obligan a integrar los cuestionamientos culturales en los cuidados psíquicos (16).

 

Los relatos culturales cumplen la función esencial de decir a los hombres cómo resolver los problemas fundamentales de la vida colectiva para tener seguridad física, tranquilidad moral, bienestar material y desarrollo personal.

 

La importancia relativa de cada uno de ellos varía de una colectividad a otra, tanto en el tiempo como en el espacio.

 

El relato mítico/cultural una vez establecido, requiere una perennidad y no varía realmente si no manteniendo sus apariencias, su forma; se inscribe en una tradición, echa raíces, y es la migración lo que provoca su metamorfosis en otros lugares.

 

Dado que la etnopsiquiatría pretende responder a las diferentes situaciones en las cuales el campo psicológico y psicopatológico se encuentra con el de la cultura, Laplantine  propone la siguiente definición: "etnopsiquiatría es el estudio de las relaciones entre las conductas psicopatológicas y las culturas en las cuales estas últimas se inscriben". Para Pelicier, "la etnopsiquiatría designa al capítulo consagrado a la descripción, el análisis y la interpretación de las enfermedades mentales en función de los grupos étnicos y culturales (19)".

 

La relación terapéutica, es decir lo que el terapeuta trata de establecer con su paciente, es una relación compleja donde recién comenzamos a identificar los componentes. Esta relación se basa en los elementos culturales implícitos compartidos por aquellos que están implicados (16).

 

La etnopsiquiatría repudia el apriorismo cultural del observador, pues científicamente ninguna cultura puede ser objeto de un juicio o de una evaluación en función de una escala de valores que le sea ajena. Hay que hacer a un lado aquellas mezquinas actitudes que, en las ciencias humanas y en la psiquiatría, tienden a atraer los hallazgos hacia lo propio o hacia lo que ya se conoce y a desconfiar de la alteridad del objeto de estudio (19).

 

No hay sociedad humana arcaica o moderna que no tenga cultura, pero cada cultura es singular. Así, siempre hay la cultura en las culturas. Las técnicas pueden migrar de una cultura a otra, como fue el caso de la rueda, de la yunta, la brújula, la imprenta; o también el de ciertas creencias religiosas, luego ideas laicas que habiendo nacido en una cultura singular pudieron universalizarse. Pero hay en cada cultura un capital específico de ideas, valores, mitos y particularmente los que ligan a una comunidad singular a sus ancestros, sus tradiciones, sus muertos (20).  (22)

 

Es así que, tanto paciente como terapeuta son poseedores de una cultura, por lo que es importante examinar de una manera crítica la idea que de alteridad cultural se hace el profesional, para así evitar clasificar demasiado rápidamente ciertos fenómenos clínicos como “culturales” (14).

 

En el campo psicoanalítico, la cultura muestra por lo menos tres vertientes fundamentales: la primera está conectada con el proceso de humanización y socialización del individuo durante su desarrollo evolutivo; se manifiesta en la situación psicoterápica bajo diversas formas expresivas particulares. La segunda corresponde al análisis de la ideología y los valores culturales de un sujeto; por lo común se los examina de un modo sistemático sólo en las fases avanzadas de una psicoterapia profunda, y exige del terapeuta un adecuado esclarecimiento personal. La tercera constituye el asunto de este estudio: la transculturación que experimentan muchas personas en razón de cambios debidos a su contacto directo con otros grupos sociales o al impacto de sucesivos modelos en su ambiente nativo (21).

 

La vigilancia -en este caso en salud mental- implica la medida de una desviación de la normalidad, una denuncia del mal. El perfil de vida normal se insinúa en los protocolos de interpretación de los vigilantes de la salud (22).

 

Así mismo, en cualquier interacción terapéutica se deben afrontar y analizar los filtros generados por los prejuicios raciales, por las explicaciones culturales y las preconcepciones acerca de un “adecuado” proceso de aculturación.

 

Las interacciones transculturales constituyen el núcleo de las intervenciones en los servicios asistenciales que atienden a población inmigrante.

 

La cultura del país de origen del paciente evoluciona o cambia desde el momento de su emigración y el paciente también suele adoptar e incorporar elementos propios de la cultura del país de acogida, por lo que el terapeuta debe valorar la extensión de la aculturación de una persona tanto en el diagnóstico como en la terapia.


Psicodinamica de las migraciones en el contexto actual.4


Algunos testimonios que nos exigen hacer más.

 

(Refugiados colombianos, archivos del ACNUR) (5)

 

“Es cierto que los refugiados también somos llanto, de tanta lágrima podrían beber los fantasmas sedientos, heraldos de la noche y de la muerte.

Es cierto pero el futuro solamente se ve claro a través de unos ojos que han llorado. Y ya no se puede evitar el llanto, que quede prohibido llorar sin aprender, como dijo alguien”

 

“Los refugiados amamos los verbos en pasado, masticamos nostalgias. Y claro que es importante conservar la memoria, pero el pasado no debe convertirse en un lastre emocional que nos impida entender el presente”.

 

“Un refugiado es alguien que lo pierde todo menos el acento. Se puede borrar la memoria y es posible que hasta los miedos cambien y cambie la manera de soñar, de vivir pero la forma de hablar permanece como una marca de fuego. Tal vez así recordemos lo que alguna vez fuimos”.

 

“Es muy horrible vivir entre el miedo, a uno se le quita hasta el hambre de pensar en lo que puede pasar”.

 

“Así llegué, con la ropa que tenía puesta, estaba confundida, no sabía de mi familia, si me habían seguido y qué me esperaba acá. El nerviosismo me cambió tanto que desconfiaba de todos”.

 

“Me encontraba en un lugar donde se ha vuelto costumbre ver morir sin que nadie haga nada. Por eso mi única opción era salir”.

 

“Yo no quiero regresar porque me da miedo que esos señores que nos buscaban nos encuentren y le hagan algo a mi mami. Cuando sea grande quiero ser piloto como el señor que nos salvó de los hombres malos”.

 


Consideraciones finales a manera de conclusión.

 

 

Las migraciones en la actualidad son predominantemente de carácter forzado, dadas las condiciones de crisis sociales, económicas, políticas y ambientales a nivel mundial.


En las migraciones forzadas las movilizaciones de población son por lo general  masivas y muchas veces improvisadas y cargadas de incertidumbre lo que las hace más traumáticas.


Las migraciones y el proceso de aculturación que las acompaña condicionan un aumento en la prevalencia de trastornos psicopatológicos tales como depresión, distimias, fobias, esquizofrenia y el llamado Síndrome de Ulises asociado al trauma migratorio, entre otros.


El reto para los servicios y profesionales de salud mental es superar los filtros interpretativos impuestos por su propia cultura, ampliando su horizonte hermenéutico.


Se requiere del desarrollo de dispositivos diagnósticos transculturales de mayor “sensibilidad y especificidad”, que permitan hacer discriminaciones entre trastornos psicopatológicos propiamente dichos, síndromes ligados a la cultura, y estrategias de adaptación transitorias propias de la misma psicodinámica migratoria y la aculturación.

 


Referencias bibliográficas.

 

1- Anica Mikuskos y Saja Dervis. ¿Qué podemos hacer para apoyar a los niños que han sufrido la guerra? Revista Migraciones Forzadas # 3. Diciembre 1998. Disponible en http://www.migracionesforzadas.org/pdf/RMF18/RMF18_41.pdf.
2- “Migraciones”. Documento en línea Disponible en http://www.eclac.cl/celade/migracion/

3- Okasha Ahmed. Presidente Asociación Mundial de Psiquiatría. “Globalización y salud mental: una perspective de la WPA”. Editorial Revista WPA. Edición en español. Vol 3 # 1 Abril 2005. Disponible en http://www.wpanet.org/publications/docs/wpa022005.pdf

4- Los desplazamientos internos. Revista Migraciones Forzadas. Enero-abril 1998. Volumen 4.

5- Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Testimonios de refugiados Colombianos. Disponible en http://www.acnur.org

6- Berman, S; Collazos, F; Lahoz S., Marxen, E.,Qureshi, A., Sanjuán, L. “Aspectos epistemológicos y hermenéuticos de la atención en salud mental a los inmigrantes: retos para los profesionales”. Actas del 4to Congreso sobre la inmigración.

6- Fondo de las Naciones Unidas para la Población. Disponible en http://www.unfpa.org/

7-  Stephanie Carnes. Frank Elbers, Felisa Tibbitts (HREA), Kristi Rudelius-Palmer. David Weissbrodt (Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Minnesota) Guías y Publicaciones sobre derechos humanos. Universidad de Minnesota. (2003) Versión en español de Armando Ibarra.

8- Nygren-Krug H; Veinticinco preguntas y respuestas sobre salud y derechos humanos. Serie de publicaciones sobre salud y derechos humanos. Publicaciones Organización Mundial de la Salud 2002; p. 27-31.

9- Malagón-Londoño, Galán Morera. Responsabilidad y cobertura de la salud pública: Malagón G. La salud pública. Situación actual, propuestas y recomendaciones. Editorial Médica Panamericana. Bogotá 2002; p 22.

10- Fondo de las Naciones Unidas para la Población. Disponible en http://www.unfpa.org/

11- San Martín H, Pastor V; Epidemiología de la Vejez; Editorial Interamericana Mc Graw-Hill; Madrid 1990.

12- Bhugra Dinesh y Becker Matthew A. “Inmigración, desarraigo cultural e identidad cultural”. Artículo especial Revista WPA Word Psychiatric. Volumen 3, # 1. Abril 2005. Disponible en http://www.wpanet.org/publications/docs/wpa022005.pdf

13- Berman, S; Collazos, F; Lahoz S., Marxen, E.,Qureshi, A., Sanjuán, L. “Aspectos epistemológicos y hermenéuticos de la atención en salud mental a los inmigrantes: retos para los profesionales”. Actas del 4to Congreso sobre la inmigración. España. Noviembre de 2004.Disponible en http://www.udg.es/congres_immigracio/manifest_esp.pdf

14- Mac Mahon B, Pugh T. Lugar y tiempo. Principios y métodos de epidemiología. 2ª edición. La Prensa Médica Mexicana. México D.F. 1975; p 1611-190.

15- Achotegui Josefa. El Síndrome de Ulises. Revista on line El Cambio.com Arículo Disponible en http://www.revistacambio.com/htm/saber_vivir/articulos

16- Moro Marie Rose. ¿Por qué crear dispositivos específicos para los migrantes y los niños? Artículo en línea. Disponible en http://www.clinique-transculturelle.org/pdf/espagnol.pdf

17- Bajoit, Guy. El control cultural. Todo cambia. Análisis sociológico del cambio social y cultural en las sociedades contemporáneas. 1ª edición. LOM Ediciones. Santiago 2003; p 86-91.

18- Balandier G. El mito proclama el orden primordial. El desorden. La teoría del caos y las ciencias sociales. Elogio de la fecundidad del movimiento. 1ª edición. Editorial Gedisa, S.A. Barcelona 1989; p17-25.

19- Villaseñor Bayardo, Sergio. “El origen de la etnopsiquiatría”. 2005. Artículo disponible en http://www.psiquiatrasapm.org.mx/apm/sys/rss.asp

20- Morin E. Enseñar la condición humana. Los siete saberes necesarios a la educación del futuro. Ediciones CIPOST. FACES. Universidad Central Venezuela. Caracas 2000; p 51-65.

21- Migración y trans-culturación. Enfoque psicosocial y psicoanalítico. Galerna, 1982.

Disponible en http://www.babelpsi.comm.ar//textobiblioteca/yampey2.htm

22- Attali J; El Orden Caníbal. Vida y muerte de la medicina; Editorial Planeta, S.A; Barcelona 1981; p. 234-236.