El proceso de Cuidado Humano y la Enseñanza en Enfermeria
Autor: Consolación Luna Rosario | Publicado:  12/12/2008 | Formacion en Ciencias de la Salud , Enfermeria | |
El proceso de Cuidado Humano y la Enseñanza en Enfermeria.1

El proceso de Cuidado Humano y la Enseñanza en Enfermería.

 

Consolación Luna Rosario. Licenciada en Enfermería. Magíster en Administración de los Servicios de Enfermería. Profesor Titular de la Universidad de Carabobo. Profesor de Pre y Postgrado en Gerencia de los Servicios de Salud y Enfermería. Miembro de la Comisión Coordinador de la Maestría en Gerencia en Salud y Enfermería.

 

Gladys Román de Cisneros. Licenciada en Enfermería. Magíster en Administración de Enfermería. Doctora Honoris Causa de la Universidad de Carabobo. Profesor Titular Jubilada. Docente de Postgrado y Tutora de Pre y postgrado: Maestría y Doctorado.

 

Resumen

 

Este ensayo, enfoca la enfermería como una de las profesiones del área de las ciencias de la salud que tiene como propósito contribuir al mantenimiento del estado de salud de los miembros de la sociedad, porque cuenta, con una preparación académica, la cual ha venido evolucionando a través del tiempo para adecuarse a las exigencias socioculturales. En este sentido, la educación en enfermería debe tender a formar una enfermera generalista, capaz de afrontar las necesidades de salud y enfermedad de los individuos y grupos y aplicar los cuidados de enfermería pertinentes, teniendo en cuenta los patrones socioculturales, las posibilidades del país, la legislación vigente y su propio desarrollo personal, donde se espera que la enfermera exhiba una conducta profesional marcada por la demostración de un interés genuino por el ser humano que acude a ella por ayuda, capaz de mostrar interés, comprensión, empatía, respeto y responsabilidad en el proceso de cuidado humano.

 

La expresión de estas conductas no han de depender sólo del individuo que elige estudiar la carrera, además de su interés personal y vocación de servicio, deben conjugar durante su formación un conjunto de elementos que garanticen el despertar, el desarrollo, el mantenimiento y el fortalecimiento de la orientación humanista que ha de tener la enfermera. Entre este conjunto de elementos, se mencionan los pensa de estudios, la formación y composición de docentes que enseñan enfermería, la relación profesor - alumno, la estructuración y la dinámica del proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación de las enfermeras.

 

Palabras Clave: Cuidado Humano, Enfermería, Educación, Humanismo y Enseñanza Aprendizaje.

 

Summary:

 

This reflection focuses the infirmary in Venezuela like one of the professions of the area of sciences of the health, that it must like intention contribute to the maintenance of the state of health of the members of the society, because it counts on an academic preparation which has come evolving through time to adapt itself to the sociocultural exigencies. In this sense the education in infirmary must tend to form a generalist nurse, able to confront the necessities of health and disease of the individuals and groups and to apply the pertinent cares of infirmary, considering the sociocultural patterns, the possibilities of the country, the effective legislation and its own personal development, where one hopes that the nurse exhibits a professional conduct marked by the demonstration of a genuine interest by the human being who goes to her by aid, able to show interest, understanding, empathy, respect and responsibility in the process of the human care. The expression of these conducts does not have to depend only on the individual that chooses to study the race, in addition, of their personal interest and vocation on watch, must conjugate during their formation a set of elements that guarantee waking up, the development, the maintenance and the fortification of the direction humanist who is to have the nurse. Between this set of elements they are mentioned pensa of studies, the formation and composition of educational that teach infirmary, the relation professor - student, the structuring and the dynamics of the process of education-learning in the formation of the nurses.

 

Key words: Human care, Nursing, Education.

 

Introducción

 

La enfermería es una de las profesiones del área de la ciencias de la salud que tiene como propósito contribuir al mantenimiento del estado de salud de los miembros de la sociedad, para ello cuenta con una preparación académica la cual ha venido evolucionando a través del tiempo para adecuarse a las exigencias socioculturales.

 

En este sentido la educación en enfermería debe tender a formar una enfermera generalista, capaz de afrontar las necesidades de salud y enfermedad de los individuos y grupos y aplicar los cuidados de enfermería pertinentes, teniendo en cuenta los patrones socioculturales, las posibilidades del país, la legislación vigente y su propio desarrollo personal.

 

Dentro de este desarrollo personal se espera que la enfermera exhiba una conducta profesional marcada por la demostración de un interés genuino por el ser humano que acude a ella en solicitud de su ayuda, es decir se espera que este profesional sea capaz de mostrar interés, comprensión, empatía, respeto y responsabilidad en el ejercicio del acto de cuidar.

 

Ahora bien, la expresión de estas conductas no han de depender sólo del individuo que elige estudiar la carrera de enfermería, además de su interés personal y vocación de servicio, se deben conjugar durante su formación un conjunto de elementos que garanticen el despertar, el desarrollo, el mantenimiento y el fortalecimiento de la orientación humanista que ha de tener la enfermera.

 

Entre este conjunto de elementos se pueden mencionar las características de los pensa de estudios, la formación y composición del cuerpo profesoral de la escuela donde se enseña enfermería, la relación profesor alumno de enfermería, la estructuración y la dinámica del proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación de la enfermera que en conjunto influirán en la calidad de los cuidados que los futuros profesionales prestarán y aún más allá intervendrán en el proceso de ciudadanía y de hacerse persona del individuo que cursó la carrera.

 

Percepción del proceso enseñanza-aprendizaje de la enfermera

 

En la actualidad asistimos a una percepción del proceso enseñanza-aprendizaje de la enfermera como fraccionado, donde la enfermería y otras carreras de la salud son caracterizadas como profesiones deshumanizadas, tecnificadas, que han aislado al ser humano, lo han desconectado de su entorno natural y han desvirtuado los asuntos de la salud y la enfermedad, quizás la enfermería ha llevado gran parte de la culpa, dado que la preparación académica en sus inicios era realizada en los hospitales y otros escenarios en los cuales se requería la presencia de enfermeras, los cuales recibían instrucciones de sus profesores de manera vertical, con estricto apego a las reglas y normas, tanto del hospital como de la escuela, así como, un énfasis excesivo en el desarrollo y ejecución de tareas y procedimientos, lo que trajo como consecuencia que la acción social del enfermero fuera vista sólo desde la visión de oficio o profesión eminentemente técnico y práctico, que depende de la actuación del médico.

 

En Venezuela la enfermería profesional fue iniciada por el Dr. Francisco Antonio Risquez, el 28 de febrero de 1913. Se exigía, como requisito de instrucción, enseñanza primaria elemental. “A principios de siglo, la preparación de las primeras profesionales de enfermería corrió a cargo de médicos, hasta 1931 en que el gobierno contrató enfermeras portorriqueñas, no solamente para la labor docente sino también para cargos administrativos en hospitales, escuelas de enfermería, unidades sanitarias y clínicas particulares”(1).

 

Esto reafirma la tradición de la hegemonía del grupo médico sobre el equipo de salud, lo que ha hecho que estos profesionales sean vistos como los líderes del grupo, quienes planifican, dirigen y evalúan los cuidados, pero esta situación no es particular de Venezuela, ya que en el contexto mundial también se ha observado que: “la enfermería se calcó gradualmente de la medicina al dividirse en especialidades según los campos médicos. Aparecieron libros...escritos la mayoría de las veces por médicos que enseñaban a las enfermeras, perpetuándose esta tendencia por varias décadas” (2)

 

Esta información permite afirmar que estas relaciones quizás atentaron contra la expresión de la sensibilidad, solidaridad, honestidad, respeto a la dignidad, autonomía, el manejo de la responsabilidad, entre otros rasgos de humanismo por parte del enfermero(a), lo que trajo como consecuencia que este grupo profesional sea relegado y goce de escaso reconocimiento social, ya que el hecho de no mostrar una actuación sólida deslegitima la practica ante sus receptores o usuarios. Ahora bien, no sólo a la génesis de la profesión puede adjudicársele estos hechos, dado que si bien históricamente nacimos a la sombra del grupo médico, es también cierto que posteriormente, la educación en enfermería logró avances significativos hasta el punto que en la actualidad las escuelas de enfermería son universitarias y son las enfermeras los que enseñan y se han hecho cargo de la mayor parte de los cursos dados por los médicos, esto hace que “surja la necesidad de considerar más cerca los conceptos básicos, los objetivos de los cuidados de enfermería, y su destinatario, es decir, el paciente”(3).

 

A partir de esta última afirmación, al examinar la Enfermería se tiene que existen múltiples definiciones de lo que es y hace la enfermera, casi todos los autores señalan que el centro es el cuidado de los individuos sanos y/o enfermos(4, 5, 6, 7, 8, 9), pero esta concepción abarca una amplia gama de actividades y ha dejado el espacio para que las enfermeras asuman en la práctica sus actividades tradicionales, en vista de que esta normatizado y se realizan con mayor facilidad, lo cual hace que la enseñanza gire alrededor del cuidado del enfermo donde es el punto de vista biomédico, habida cuenta que la organización hospitalaria está concebida por especialidades nosológicas y por ende hace casi obligatorio que se emule la atención prestada por el médico, la cual está fuertemente arraigada y arrastra a copiar su modelo al resto de los integrantes del equipo de salud.

 

Por lo que, si bien las enfermeras han asumido su papel en la enseñanza, se considera necesario revisar cómo se ha hecho, bajo qué premisas y qué actitudes y valores se fomentan durante la interacción docente-participante, ya que “una de las funciones de la enfermería y de la enseñanza de la enfermería es contribuir al desarrollo de la personalidad tanto del enfermo como de la enfermera” (10).

 

Dentro de este desarrollo de la personalidad se pueden señalar características tales como la responsabilidad, autoestima, confianza, empatía, sensibilidad, respeto por la dignidad, autonomía que al ser configurados en una estructura curricular puede entonces esperarse que sean practicadas por los alumnos y no tanto como una actitud programada sino como la expresión de los elementos que trae el alumno como potencialidades y necesitan ser desarrolladas durante las experiencias de aprendizaje, por cuanto “la relación entre la profesora de enfermería y el alumno es de gran importancia ya que sirve de modelo al alumno” (11).

 

Estas relaciones necesitan basarse en los postulados del Consejo Internacional de Enfermeras (12), quién señala que la enfermería auténticamente profesional necesita otra relación en que los médicos, las enfermeras y todo el personal que interviene en la atención del paciente sean verdaderos colegas y compartan tanto la información que cada uno posea, como la responsabilidad de las decisiones a tomar.

 

Para asumir el desarrollo de este enunciado y lograr los resultados que señala se hace necesario que esto sea puesto en práctica en el escenario docente, pues si bien es cierto que cada individuo acude con herramientas dadas en el hogar y la socialización escolar, cuando ingresa al subsistema universitario lo hace para aprender “el papel profesional” el cual estará configurado por la adquisición de competencias intelectuales, éticas, técnicas y de relaciones, que lo harán capaz de ejercer el rol social de la profesión elegida el cual es modelado y facilitado por los docentes que participan en el proceso de aprendizaje.


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