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Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer
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Autor: Dra. Cecilia M. Castañeda García
Publicado: 15/01/2009
 

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y de corte trasversal. El universo está constituido por las embarazadas que parieron en el área del policlínico Mártires del Corynthia en los años comprendidos entre el 2001 y el 2007. El mismo estuvo representado por 1585 embarazadas con una muestra de 96 adolescentes embarazadas de las cuales 14 tuvieron hijos bajo peso. Se valoró la relación existente entre el embarazo en la adolescencia y el bajo peso al nacer, así como las complicaciones que ocurren durante el embarazo, la presencia de hábitos tóxicos, el estado nutricional y la repercusión socio-económica de las estudiadas, obteniéndose como resultado una mayor incidencia de complicaciones, recién nacidos con bajo peso y otros trastornos biopsicosociales en aquellas gestantes cuya edad no excedía los 20 años. Se concluye que sólo con una política orientada a la educación sexual y sanitaria de las nuevas generaciones podría lograrse en el futuro mejorar los indicadores relacionados con la incidencia de embarazos en esta etapa de la vida, para mejorar así los cuidados perinatales.


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.1

Embarazo en la adolescencia y su relación con el bajo peso al nacer.

 

1. MsC Dra. Cecilia M. Castañeda García. Especialista de Primer grado Pediatría. Master en Atención Integral al Niño. Profesora Asistente.

2. Dr. Ángel Nelson Rodríguez Villanueva. Médico General.

3. Dra. Helen María Barreto Quintana. Especialista de primer grado MGI.

4. Dra. Yanara Gutiérrez Triana. Especialista de segundo grado en MGI. Master en Atención Primaria de Salud.

 

 

Resumen

 

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y de corte trasversal. El universo está constituido por las embarazadas que parieron en el área del policlínico Mártires del Corynthia en los años comprendidos entre el 2001 y el 2007. El mismo estuvo representado por 1585 embarazadas con una muestra de 96 adolescentes embarazadas de las cuales 14 tuvieron hijos bajo peso. Se valoró la relación existente entre el embarazo en la adolescencia y el bajo peso al nacer, así como las complicaciones que ocurren durante el embarazo, la presencia de hábitos tóxicos, el estado nutricional y la repercusión socio-económica de las estudiadas, obteniéndose como resultado una mayor incidencia de complicaciones, recién nacidos con bajo peso y otros trastornos biopsicosociales en aquellas gestantes cuya edad no excedía los 20 años.

 

Se concluye que sólo con una política orientada a la educación sexual y sanitaria de las nuevas generaciones podría lograrse en el futuro mejorar los indicadores relacionados con la incidencia de embarazos en esta etapa de la vida, para mejorar así los cuidados perinatales.

 

Índice

 

  • Resumen
  • Introducción
  • Control Semántico
  • Objetivos
  • Material y Método
  • Desarrollo
  • Análisis y Discusión de los resultados
  • Conclusiones
  • Recomendaciones
  • Bibliografía
  • Anexos

 

Introducción

 

Las adolescentes experimentan sentimientos de soledad, de poca confianza en sí mismas que intentan suplir con las relaciones íntimas con el otro sexo. (1, 2) Existe una escasa o nula comunicación con sus padres Esto les lleva a buscar y encontrar la opinión y el consejo de otros jóvenes de su edad con su misma inexperiencia y falta de correctos patrones de conducta.

 

La adolescencia fue considerada por largo tiempo sólo como un tránsito entre la niñez y la adultez, sin dedicarle mayor interés. (1,2) En la actualidad, se considera como una etapa de la vida del ser humano donde ocurren complejos cambios biológicos, psicológicos y sociales que provocan que sea cada vez más necesario dedicarle nuestra atención, (3,10) ya que durante ésta se producen importantes cambios fisiológicos, somáticos, mentales, emocionales y sociales que conducen al individuo hacia la madurez del adulto. (4,5, 6)

 

La problemática en salud reproductiva de la adolescente, en sentido general, se vincula a la tendencia de los jóvenes a practicar conductas sexuales riesgosas, así tenemos:

 

  • El inicio cada vez más precoz de la vida sexual.
  • El poco reconocimiento de los riesgos.
  • Las relaciones sexuales imprevistas en lugares y situaciones impropias.
  • Los continuos cambios de pareja (promiscuidad).
  • El poco conocimiento sobre el uso de anticonceptivos.
  • El insuficiente conocimiento sobre las enfermedades de transmisión sexual.

 

Por todo esto, las adolescentes son un sector de la población que tiene un riesgo reproductivo elevado, y si está asociado un embarazo, el riesgo es superior; pudiendo desarrollar enfermedad hipertensiva, anemia, bajo peso al nacer, parto pretermito y nutrición insuficiente. (5) Dada esta situación, la atención a la adolescente embarazada, futura madre, debe ser vital para garantizar el desarrollo del proceso madre-hijo, un cuidado y crianza adecuadas que evite consecuencias particularmente peligrosas, tanto para ella como para su descendencia. Todo esto nos motivó a estudiar en nuestra institución a la madre adolescente y analizar la relación que existía entre estos embarazos y la obtención de hijos bajo peso.

 

Por otra parte, la evolución de la madurez biológica, psicológica y social se ha ido separando progresivamente con el paso de los años. (7) En lo biológico se observa claramente un descenso en la edad de la menarquía, lo que le permite a la adolescente ser madre en edades tan tempranas como a los 11 años. (1,4)

 

La evolución de la gestación en la adolescencia continúa siendo un problema importante para los profesionales de la salud, ya que el embarazo en este período tiene importantes consecuencias sociales y de salud sobre la madre adolescente y su hijo, y una mayor incidencia de complicaciones médicas en comparación con las gestantes adultas. Estas complicaciones son más graves en adolescentes de menor edad (menos de 17 años), y aún más graves en las adolescentes menores de 15. (2)

 

Más del 10% de los nacimientos que se registran anualmente en el mundo se producen en madres adolescentes, y así tenemos que alrededor de 15 millones de mujeres dan a luz cada año, correspondiéndoles una quinta parte de todos los nacimientos del mundo, y la mayoría de estos ocurren en países subdesarrollados. Por ejemplo, en Latinoamérica, estas cifras están en el orden de los 48 millones. (3)

 

La madurez psicosocial, en cambio, tiende a desplazarse a edades más avanzadas, debido al largo proceso de preparación que requiere un adolescente para llegar a ser autovalente en ambos sentidos. (4)

 

Ruoti (3) plantea que el embarazo en cualquier edad constituye un hecho biopsicosocial muy importante, pero la adolescencia conlleva a una serie de situaciones que pueden atentar tanto contra la salud de la madre como la del hijo, y constituirse en un problema de salud, que no debe ser considerado solamente en términos del presente, sino del futuro, por las complicaciones que acarrea. Son numerosos los estudios que refieren que el embarazo en la adolescencia conduce a una serie de problemas, tanto para la madre como para el producto (7). Se observa una mayor incidencia de parto pretérmino recién nacidos de bajo peso (1,7) depresión respiratoria (1,2) y complicaciones perinatales (2,6).

 

El incremento del embarazo y parto en edades tempranas constituye un problema universal. (8, 9) En los países desarrollados y en las sociedades industrializadas, se reconoce a los adolescentes como grupo de población bien definido. Sin embargo, en las naciones en desarrollo, es relativamente reciente su reconocimiento como etapa de la vida con características propias. (1, 11)

 

En nuestro país, esta problemática lleva un ritmo creciente, ya que 23% de nuestra población se halla incluida en esta importante categoría; pero en ello, están influyendo además las modificaciones en el aparato genital, unido a los avances de la época actual y a las magníficas condiciones sociales de libertad e igualdad que rigen en nuestro medio, donde los jóvenes de uno y otro sexo participan en múltiples actividades educativas, políticas, deportivas, recreativas, etc., que facilitan y estrechan las relaciones sociales entre ellos. (12,13) Sin embargo, muchas veces estas muchachas ven truncado su porvenir por tener que asumir grandes responsabilidades para las que aún no se encuentran preparadas, ni poseen las condiciones materiales y espirituales para enfrentarlas, entre las cuales figura la maternidad precoz, por carecer de la preparación biológica, psicológica y social requerida para el ejercicio de estas funciones. Los adolescentes llegan a ser fértiles aproximadamente 4 ó 5 años antes de ser emocionalmente maduros. (13, 14) Entre las madres adolescentes existe un factor común a todas ellas: una mala historia de rendimiento escolar. Existe un alto índice de abandono precoz de los estudios, sobre todo entre las madres más jóvenes.

 

Es una cuestión ampliamente reconocida en el campo de la salud el hecho que la fecundidad presenta mayores riesgos asociados, tanto para la madre como para su hijo, cuando se ejerce en las edades extremas de la vida reproductiva de la mujer.

 

Los riesgos médicos asociados con el embarazo en las madres adolescentes, tales como la enfermedad hipertensiva, la anemia, el bajo peso al nacer, el parto prematuro, la nutrición insuficiente, etcétera, determinan elevación de la morbimortalidad materna y un aumento estimado de 2 a 3 veces en la mortalidad infantil, cuando se compara con los grupos de edades entre 20-29 años. (7, 15)

 

En las adolescentes el mayor riesgo comparativo observado no parece ser debido tanto a las especiales condiciones fisiológicas, sino más bien, a las variables socioculturales y a las condiciones de cuidado y atención médica que se les proporcione. (8) Es frecuente que estos embarazos se presenten como un evento no deseado o no planificado, producto de una relación débil de pareja, lo que determina una actitud de rechazo y ocultamiento de su condición, por temor a la reacción del grupo familiar, lo que provoca un control prenatal tardío o insuficiente. (6)


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.2

El embarazo irrumpe en la vida de los adolescentes en momentos en que todavía no alcanzan la madurez física y mental, a veces en circunstancias adversas, como son las carencias nutricionales u otras enfermedades, y en un medio familiar poco receptivo para aceptarlo y protegerlo. (7, 8)


Desde el punto de vista médico el embarazo en la adolescencia representa un riesgo potencial al incrementarse el número de complicaciones y enfermedades asociadas. Por otra parte se plantea de forma unánime, que el número de nacimientos prematuros en esta edad es mayor. Muchos han sido los trabajos realizados sobre el embarazo en la adolescencia y el bajo peso al nacer y todos coinciden en que el mayor número de recién nacidos con menos de 2.500 gramos corresponde a las embarazadas adolescentes. Se estima que anualmente, 5 de cada 100 adolescentes se convierten en madres lo que equivale aproximadamente a 22,5 millones de niños nacidos en estas circunstancias por año. La gran mayoría de estos nacimientos ocurren en países no desarrollados, por ejemplo, en América Latina la cifra está en el orden de los 3 millones aproximadamente de nacimientos en madres adolescentes. (1) En Cuba el 8% de la población es menor de 20 años y el riesgo de tener hijos con peso al nacer inferior a los 2 500 g es casi 2 veces superior para estas madres en comparación con las de más edad.

 

En la experiencia clínica de Rico de Alonso, (4) el 80% de los niños hospitalizados por desnutrición severa eran hijos de madres adolescentes. Aún en los países que cuentan con suficientes recursos de salud para ofrecer a mujeres de todas las edades niveles adecuados de atención prenatal y durante el parto, es imposible reducir la mayoría de los efectos adversos relacionados con el proceso gestacional en las adolescentes embarazadas. (9,10) Experiencias al respecto en diferentes grupos médicos desde la década de los 60, señalan que el embarazo en adolescentes es un hecho que sobrepasa los factores meramente biológicos, por lo que se requiere proporcionar una atención médica integral, en un ambiente adaptado a la psicología y problemática de la adolescente embarazada. Este enfoque se expresa por la disminución de las complicaciones obstétricas y perinatales. (7, 11,12)

 

De forma global se describe mayor morbilidad en la gestación de la adolescente, en tanto que de forma reducida se puede clasificar por períodos de la gestación. En la primera mitad se destacan el aborto, la anemia, las infecciones urinarias, y la bacteriuria asintomática; en la segunda mitad los cuadros hipertensivos, las hemorragias asociadas con afecciones placentarias, la escasa ganancia de peso con malnutrición materna asociada, síntomas de parto prematuro (contractilidad anormal) y la rotura prematura de las membranas ovulares. (3,7,14)

 

En relación con el producto se destaca el bajo peso al nacer (BPN), tanto por nacimiento pretérmino como por recién nacido bajo peso para la edad gestacional. (5)

 

Para tratar de solucionar estas situaciones se precisa de trabajar intensamente en los programas de planificación familiar, de la elevación de la calidad de la educación sexual y de la aplicación de eficaces medidas anticonceptivas, especialmente dirigidas a las adolescentes, complejo proceso que demanda el esfuerzo activo de todos, pero especialmente del médico de familia, por su influencia como orientador en la comunidad y su directa interrelación con los adolescentes de su área de atención. Por lo antes expuesto, nos hemos motivado a realizar el presente estudio, para contribuir a mejorar el conocimiento del bajo peso al nacer de nuestra área de salud de las embarazadas adolescentes.

 

 

Consideraciones psicosociales para el aumento de los embarazos en adolescentes


El comportamiento sexual humano es variable y depende de las normas culturales y sociales especialmente en la adolescencia, pudiendo clasificar a las sociedades humanas de la siguiente manera: (2,3)

 

  • Sociedad Represiva: niega la sexualidad, considerando al sexo como un área peligrosa en la conducta humana. Considera una virtud la sexualidad inactiva, aceptándola sólo con fines procreativos. Las manifestaciones de la sexualidad pasan a ser fuentes de temor, angustia y culpa, enfatizando y fomentando la castidad prematrimonial.
  • Sociedad Restrictiva: tiene tendencia a limitar la sexualidad, separando tempranamente a los niños por su sexo. Se aconseja la castidad prematrimonial, otorgando al varón cierta libertad. Presenta ambivalencia respecto al sexo, siendo la más común de las sociedades en el mundo.
  • Sociedad Permisiva: tolera ampliamente la sexualidad, con algunas prohibiciones formales (la homosexualidad). Permite las relaciones sexuales entre adolescentes y el sexo prematrimonial. Es un tipo social común en países desarrollados.
  • Sociedad Alentadora: para la cual el sexo es importante y vital para la felicidad, considerando que el inicio precoz del desarrollo de la sexualidad favorece una sana maduración del individuo. La pubertad es celebrada con rituales religiosos y con instrucción sexual formal. La insatisfacción sexual no se tolera y hasta es causal de separación de pareja. Son sociedades frecuentes en África ecuatorial, la Polinesia y algunas islas del Pacífico.

 

Así se considera que el embarazo en adolescentes es un fenómeno causado por múltiples factores, principalmente de orden psicosocial.

 

Conocer los factores predisponentes y determinantes del embarazo en adolescentes, permite detectar las jóvenes en riesgo para así extremar la prevención. Además, las razones que impulsan a una adolescente a continuar el embarazo hasta el nacimiento, pueden ser las mismas que la llevaron a embarazarse. (6)

 

Factores predisponentes (2,3)


1. – Menarquia temprana: otorga madurez reproductiva cuando aún no maneja las situaciones de riesgo.


2. – Inicio precoz de relaciones sexuales: cuando aun no existe la madurez emocional necesaria para implementar una adecuada prevención.


3. – Familia disfuncional: uniparentales o con conductas promiscuas, que ponen de manifiesto la necesidad de protección de una familia continente, con buen diálogo padres – hijos. Su ausencia genera carencias afectivas que la joven no sabe resolver, impulsándola a relaciones sexuales que tiene mucho más de sometimiento para recibir afecto, que genuino vínculo de amor.


4. – Mayor tolerancia del medio a la maternidad adolescente y / o sola


5. – Bajo nivel educativo: con desinterés general. Cuando hay un proyecto de vida que prioriza alcanzar un determinado nivel educativo y posponer la maternidad para la edad adulta, es más probable que la joven, aún teniendo relaciones sexuales, adopte una prevención efectiva del embarazo.


6. – Migraciones recientes: con pérdida del vínculo familiar. Ocurre con el traslado de las jóvenes a las ciudades en busca de trabajo y aún con motivo de estudios superiores.


7. – Pensamientos mágico: propios de esta etapa de la vida, que las lleva a creer que no se embarazarán porque no lo desean.


8. – Fantasías de esterilidad: comienzan sus relaciones sexuales sin cuidados y, como no se embarazan por casualidad, piensan que son estériles.


9. – Falta o distorsión de la información: es común que entre adolescentes circulen "mitos" como: sólo se embaraza si tiene orgasmo, o cuando se es más grande, o cuando lo hace con la menstruación, o cuando no hay penetración completa, etc.


10. – Controversias entre su sistema de valores y el de sus padres: cuando en la familia hay una severa censura hacia las relaciones sexuales entre adolescentes, muchas veces los jóvenes las tienen por rebeldía y, a la vez, como una forma de negarse a sí mismos que tiene relaciones no implementan medidas anticonceptivas.


11. - Aumento en número de adolescentes: alcanzando el 50% de la población femenina.

 

12. - Factores socioculturales: la evidencia del cambio de costumbres derivado de una nueva libertad sexual, que se da por igual en los diferentes niveles socioeconómicos.

 

13. – Menor temor a enfermedades venéreas.

 

 

Aspectos psicosociales del embarazo en las adolescentes

 

La adolescencia de las adolescentes embarazadas (3)

 

La maternidad es un rol de la edad adulta. Cuando ocurre en el periodo en que la mujer no puede desempeñar adecuadamente ese rol, el proceso se perturba en diferente grado. Las madres adolescentes pertenecen a sectores sociales más desprotegidos y, en las circunstancias en que ellas crecen, su adolescencia tiene características particulares.

 

Es habitual que asuman responsabilidades impropias de esta etapa de su vida, reemplazando a sus madres y privadas de actividades propias de su edad, confundiendo su rol dentro del grupo, comportándose como "hija-madre", cuando deberían asumir su propia identidad superando la confusión en que crecieron. También, en su historia, se encuentran figuras masculinas cambiantes, que no ejercen un rol ordenador ni de afectividad paterna, privándolas de la confianza y seguridad en el sexo opuesto, incluso con el mismo padre biológico.

 

Así, por temor a perder lo que creen tener o en la búsqueda de afecto, se someten a relaciones con parejas que las maltratan. El despertar sexual suele ser precoz y muy importante en sus vidas carentes de otros intereses; con escolaridad pobre; sin proyectos (laborales, de uso del tiempo libre, de estudio); con modelos familiares de iniciación sexual precoz; por estimulación de los medios, inician a muy corta edad sus relaciones sexuales con chicos muy jóvenes, con muy escasa comunicación verbal y predominio del lenguaje corporal. Tienen relaciones sexuales sin protección contra enfermedades de transmisión sexual buscando a través de sus fantasías, el amor que compense sus carencias.


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.3

Actitudes hacia la maternidad (2,3)

 

El embarazo en la adolescente es una crisis que se sobreimpone a la crisis de la adolescencia. Comprende profundos cambios somáticos y psicosociales con incremento de la emotividad y acentuación de conflictos no resueltos anteriormente.


Generalmente no es planificado, por lo que la adolescente puede adoptar diferentes actitudes que dependerán de su historia personal, del contexto familiar y social pero mayormente de la etapa de la adolescencia en que se encuentre.


En la adolescencia temprana, con menos de 14 años, el impacto del embarazo se suma al del desarrollo puberal. Se exacerban los temores por los dolores del parto; se preocupan más por sus necesidades personales que no piensan en el embarazo como un hecho que las transformará en madres. Si, como muchas veces ocurre, es un embarazo por abuso sexual, la situación se complica mucho más. Se vuelven muy dependientes de su propia madre, sin lugar para una pareja aunque ella exista realmente. No identifican a su hijo como un ser independiente de ellas y no asumen su crianza, la que queda a cargo de los abuelos.

 

En la adolescencia media, entre los 14 y 16 años, como ya tiene establecida la identidad del género, el embarazo se relaciona con la expresión del erotismo, manifestado en la vestimenta que suelen usar, exhibiendo su abdomen gestante en el límite del exhibicionismo. Es muy común que "dramaticen" la experiencia corporal y emocional, haciéndola sentirse posesiva del feto, utilizado como "poderoso instrumento" que le afirme su independencia de los padres. Frecuentemente oscilan entre la euforia y la depresión. Temen los dolores del parto pero también temen por la salud del hijo, adoptando actitudes de autocuidado hacia su salud y la de su hijo. Con buen apoyo familiar y del equipo de salud podrán desempeñar un rol maternal, siendo muy importante para ellas la presencia de un compañero. Si el padre del bebé la abandona, es frecuente que inmediatamente constituya otra pareja aún durante el embarazo.

 

En la adolescencia tardía, luego de los 18 años, es frecuente que el embarazo sea el elemento que faltaba para consolidar su identidad y formalizar una pareja jugando, muchas de ellas, el papel de madre joven. La crianza del hijo por lo general no tiene muchos inconvenientes.

 

En resumen, la actitud de una adolescente embarazada frente a la maternidad y a la crianza de su hijo, estará muy influenciada por la etapa de su vida por la que transita y, si es realmente una adolescente aún, necesitará mucha ayuda del equipo de salud, abordando el tema desde un ángulo interdisciplinario durante todo el proceso, incluso el seguimiento y crianza de su hijo durante sus primeros años de vida.

 

El padre adolescente (2,3)

 

Si la adolescente no está preparada para ser madre, menos lo estará el varón para ser padre especialmente porque, en la cultura en que se da la maternidad adolescente, es muy común que el varón se desligue de su papel y las descendencias pasan a ser criadas y orientadas por mujeres.

 

Esta exclusión del varón provoca en él sentimiento de aislamiento, agravados por juicios desvalorizadores por parte de su familia o amistades ("con qué lo vas a mantener", "seguro que no es tuyo", etc.) que precipitarán su aislamiento si es que habían dudas.

 

Al recibir la noticia de su paternidad, el varón se enfrenta a todos sus mandatos personales, sociales y a sus carencias, exacerbándose todo ello por altruismo, lealtad, etc. como también por su dependencia económica y afectiva. Por ello, busca trabajo para mantener su familia, y abandona sus estudios, postergando sus proyectos a largo plazo y confunde los de mediano con los de corto plazo, comenzando a vivir las urgencias. A todo esto se agrega el hecho de que la adolescente embarazada le requiere y demanda su atención, cuando él se encuentra urgido por la necesidad de procuración.

 

En la necesidad de plantearse una independencia frente a su pareja y la familia de ésta, siente que se desdibuja su rol, responsabilizándolo de la situación, objetando su capacidad de "ser padre".

 

Se enfrenta a carencias por su baja capacitación a esa edad y escolaridad muchas veces insuficiente para acceder a trabajos de buena calidad y bien remunerados. Ello lo obliga a ser "adoptado" como un miembro más (hijo) de su familia política, o ser reubicado en su propia familia como hijo – padre.

 

Esta situación de indefensión hace confusa la relación con su pareja, por su propia confusión, lo que le genera angustia. Por ello es que el equipo de salud deberá trabajar con el padre adolescente, estimulando su compromiso con la situación, o bien posibilitando una separación que no parezca "huida".

 

Consecuencias de la maternidad – paternidad adolescente (2,3)

 

A las consecuencias biológicas por condiciones desfavorables, se agregan las psicosociales de la maternidad – paternidad en la segunda década de la vida.

 

Consecuencias para la Adolescente

 

Es frecuente el abandono de los estudios al confirmarse el embarazo o al momento de criar al hijo, lo que reduce sus futuras chances de lograr buenos empleos y sus posibilidades de realización personal al no cursar carreras de su elección. También le será muy difícil lograr empleos permanentes con beneficios sociales.

 

Las parejas adolescentes se caracterizan por ser de menor duración y más inestables, lo que suele magnificarse por la presencia del hijo, ya que muchas se formalizan forzadamente por esa situación.

 

En estratos sociales de mediano o alto poder adquisitivo, la adolescente embarazada suele ser objeto de discriminación por su grupo de pertenencia.

 

Las adolescentes que son madres tienden a tener un mayor número de hijos con intervalos intergenésicos más cortos, eternizando el círculo de la pobreza.

 

Consecuencias para el hijo de la madre adolescente

 

Tienen un mayor riesgo de bajo peso al nacer, dependiendo de las circunstancias en que se haya desarrollado la gestación. También se ha reportado una mayor incidencia de "muerte súbita".

 

Tienen un mayor riesgo de sufrir abuso físico, negligencia en sus cuidados, desnutrición y retardo del desarrollo físico y emocional.

 

Muy pocos acceden a beneficios sociales, especialmente para el cuidado de su salud, por su condición de "extramatrimoniales" o porque sus padres no tienen trabajo que cuenten con ellos.

 

Consecuencias para el padre adolescente

 

Es frecuente la deserción escolar para absorber la manutención de su familia. También es común que tengan peores trabajos y de menor remuneración que sus padres, sometidos a un stress inadecuado a su edad. En general, todo ello condiciona trastornos emocionales que dificultan el ejercicio de una paternidad feliz.

 

Enfoque de riesgo para la atención de la adolescente embarazada (2, 3,4)

 

La primera pregunta a responder es si se considera a las adolescentes gestante como de alto riesgo obstétrico y perinatal. La segunda pregunta es cómo separar a las adolescentes que son de alto riesgo de las que no lo son. Una tercera pregunta es saber cuáles son esos factores predictores y si son biológicos o psicosociales. La cuarta pregunta es saber si es posible aplicar modelos de atención simples que permitan aplicar los factores predictores de riesgo y concentrar los recursos de mayor complejidad y de mayores costos en las adolescentes más necesitadas. Para aplicar un modelo de atención basado en factores de riesgo obstétrico y perinatal, conviene dividir a las adolescentes embarazadas en 3 grupos: de alto riesgo, de mediano riesgo y de riesgo corriente o no detectable.

 

Control del embarazo de la adolescente

 

En Francia, entre el 5 y el 10% de los embarazos en adolescentes, son desconocidos hasta el parto y el seguimiento del 20 a 30% es deficiente o nulo. (4)

 

En EE.UU., la primera visita, por lo general ocurre hacia las 16,2 semanas en las adolescentes y de las 12,6 semanas en la mujer mayor siendo nulo el seguimiento entre un 2 a 3%, aumentando con la edad alcanzando un 56,6% entre los 18 y 19 años. (2,3)

 

En Salamanca España, el 45,6% de las gestantes adolescentes son controladas en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Clínico de dicha ciudad, un 45,64% lo son fuera de él, y un 11,7% no son controladas. Se controlan el 11,65% de las adolescentes gestantes entre 14 y 16 años y un 88,35% de las gestantes entre 17 y 19 años. Al parecer, el número total de controles no supera los 4 en todo el embarazo. (5)

 

Los problemas que se pueden presentar en los controles prenatales, se los puede agrupar en trimestres.

 

A. – PRIMER TRIMESTRE

 

1. – Trastornos digestivos. En 1/3 de las gestantes adolescentes se presentan vómitos, proporción bastante semejante a la población de adultas. En algunas circunstancias pueden colaborar otros factores como la gestación no deseada. Un trabajo nigeriano al respecto informa que los vómitos se ocurrieron en el 83,3% de controladas y el 86% de no controladas. (3)

 

2. – Metrorragias. Ocurre en un 16,9% de las adolescentes en y en un 5,7% de las adultas.

 

3. – Abortos espontáneos. Se observan hasta un 28,2% de abortos espontáneos en las adolescentes.

 

4. – Embarazos extrauterinos. Según ocurren en el 0,5% de las gestantes embarazadas y en el 1,5% de las adultas.


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B. – SEGUNDO Y TERCER TRIMESTRE

 

1. – Anemia. Especialmente en sectores de bajo nivel social y cultural. El déficit nutricional condiciona la anemia ferropénica. En el Hospital Universitario Clínico de Salamanca se encontró un 53,8% de anemias ferropénicas en adolescentes. En un estudio sobre 340 adolescentes embarazadas, se encontró 13,5% de anemias en las controladas y 68% en las no controladas.

 

2. – Infecciones urinarias. Hay discrepancias respecto de si es o no más frecuente esta complicación en la adolescente embarazada. Al parecer habría un discreto aumento de la frecuencia entre las de 14 años pudiendo alcanzar.

 

3. – Amenaza de parto pretérmino. Afecta aproximadamente al 11,42% de las gestantes embarazadas y, para algunos autores, no es diferente al porcentaje de las mujeres adultas. No obstante, la adolescencia en sí, es un factor de riesgo para esta complicación.

 

4. – Hipertensión arterial gravídica. Complicación que se presenta entre el 13 y 20% de las adolescentes gestantes, posiblemente es mayor el porcentaje entre las gestantes menores de 15 años, notándose una sensible disminución en la frecuencia de la eclampsia (0,10 a 0,58%), dependiendo en gran medida de la procedencia de la gestante, su nivel social y de la realización de los controles prenatales. En algunos países del 3er mundo puede alcanzar un 18,2% de preeclampsias y un 5% de eclampsias. Para algunos autores, esta incidencia es doble entre las primigrávidas entre 12 y 16 años.

 

5. – Mortalidad fetal. No parece haber diferencias significativas entre las adolescentes y las adultas.

 

6. – Parto prematuro. Es más frecuente en las adolescentes, con una media de menos una semana respecto de las adultas, cubriendo todas sus necesidades (nutritivas, médicas, sociales, psicológicas). En el Hospital Universitario Clínico de Salamanca, la incidencia del parto pretérmino alcanza el 9%.

 

7. – Crecimiento intrauterino retardado. Quizás por inmadurez biológica materna, y el riesgo aumenta por condiciones socioeconómicas adversas (malnutrición) o por alguna complicación médica (toxemia). El bajo peso al nacer se asocia al aumento de la morbilidad perinatal e infantil y al deterioro del desarrollo físico y mental posterior del niño.

 

8. – Presentaciones fetales distócicas. Las presentaciones de nalgas afecta del 1,9% al 10% de las adolescentes. Para algunos autores, al 3%.

 

9. – Desproporciones céfalo-pélvicas. Es muy frecuente en adolescentes que inician su embarazo antes de que su pelvis alcance la configuración y tamaño propios de la madurez.

 

10.- Tipo de parto. En algunas publicaciones se informa una mayor frecuencia de extracciones fetales vaginales instrumentales y no tanta cesárea.

 

11. – Alumbramiento. Se comunica una frecuencia del 5,5% de hemorragias del alumbramiento en adolescentes, frente a un 4,8% en las mujeres entre 20 y 24 años. Por lo tanto, la hemorragia del alumbramiento no es específica del parto de la adolescente.

 

12. – Otras complicaciones. La prevalencia del test de Sullivan y la curva de glucemia positiva es posible que ocurra en un 38,4% de las adolescentes gestantes.

 

RECIÉN NACIDO DE MADRE ADOLESCENTE (2, 3,6)

 

A. – PESO. No existen diferencias significativas con relación a las mujeres adultas, aunque parece existir entre las menores de 15 años, debiendo diferenciarse claramente los nacimientos pretérmino de los retardos del crecimiento fetal, con definidas repercusiones sobre la morbimortalidad perinatal. Entre la menores de 17 años hay mayor frecuencia de bajos pesos, con una prevalencia cercana al 14% de recién nacidos con menos de 2500 gramos.

 

B. – INTERNACIÓN EN NEONATOLOGÍA. Los hijos de adolescentes registran una mayor frecuencia de ingresos a Neonatología sin diferencias entre las edad de las adolescentes.

 

C. – MALFORMACIONES. Se informa mayor incidencia entre hijos de adolescentes menores de 15 años (20%) respecto de las de mayor edad (4%), siendo los defectos de cierre del tubo neural las malformaciones más frecuentes, y con un número importante de retrasos mentales de por vida.

 

D. – MORTALIDAD PERINATAL. Su índice es elevado entre las adolescentes, disminuyendo con la edad (39,4% hasta los 16 años y 30,7% entre las mayores de 19 años).

 

PRONOSTICO (3,4)

 

A. – MATERNO. Condicionado por factores físicos, sociales y psicológicos. El corto intervalo intergenésico es frecuente con sus consecuencias psicofísicas y sociales. El 50 a 70% abandonan las escuelas durante el embarazo y el 50% no la retoman más y si lo hacen, no completan su formación. Sólo un 2% continúan estudios universitarios.

 

B. – FETAL. Entre un 5 y 9% de los hijos de adolescentes, son abandonados al nacer.

 

PREVENCIÓN

 

A. – PRIMARIA. A realizarse antes de la actividad sexual.

B. – SECUNDARIA. Dirigida a adolescentes en actividad sexual que no desean embarazos.

C. – TERCIARIA. Dirigida a adolescentes embarazadas, para buen control de la gestación en lo médico, en lo fisiológico y en lo alimenticio, en busca de disminuir las complicaciones.

 

ATENCIÓN INTEGRAL DE LA ADOLESCENTE

 

A. – EL ENFOQUE DE RIESGO

 

Estrategia que tiene en cuenta: factores protectores y factores de riesgo psicosociales para implementar una intervención adecuada y oportuna para evitar un daño.

Factores protectores: son recursos personales o sociales que atenúan o neutralizan el impacto de un daño. Para un adolescente, una familia continente (aunque uniparental), una diálogo fluido con adulto referente, un rendimiento escolar satisfactorio y un grupo de pares con conductas adecuadas, son factores protectores.

 

Factores de riesgo: son características o cualidades de una persona o comunidad unidas a una mayor probabilidad de sufrir daño en salud.

Hay algunos que son más frecuentes e importantes y que deben ser buscados en la entrevista pudiendo ser divididos en psicosociales y biológicos, aunque siempre se asocian.

 

El enfoque de riesgo se caracteriza por ser:

 

Anticipatorio: permitiendo aplicar medidas preventivas.

Integral: abarcando los aspectos biológicos, psicológicos y sociales del individuo.

 

El enfoque de riesgo en la adolescente es muy importante ya que los comportamientos ante la morbimortalidad predominante en la adolescencia comparten la toma de riesgo y hay que investigarlos sistemáticamente, por lo que requiere de un equipo interdisciplinario

 

CONTROL SEMÁNTICO

 

La OMS define como adolescencia al "período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y fija sus límites entre los 10 y 19 años. Es considerada como un período de la vida libre de problemas de salud pero, desde el punto de vista de los cuidados de la salud reproductiva, el adolescente es, en muchos aspectos, un caso especial. (3,15)

 

Por los matices según las diferentes edades, a la adolescencia se la puede dividir en tres etapas: (3,15)

 

1. – Adolescencia Temprana (10 a 13 años). Biológicamente, es el período peripuberal, con grandes cambios corporales y funcionales como la menarquia. Psicológicamente el adolescente comienza a perder interés por los padres e inicia amistades básicamente con individuos del mismo sexo. Intelectualmente aumentan sus habilidades cognitivas y sus fantasías; no controla sus impulsos y se plantea metas vocacionales irreales. Personalmente se preocupa mucho por sus cambios corporales con grandes incertidumbres por su apariencia física.

 

2. – Adolescencia media (14 a 16 años). Es la adolescencia propiamente dicha; cuando ha completado prácticamente su crecimiento y desarrollo somático. Psicológicamente es el período de máxima relación con sus semejantes, compartiendo valores propios y conflictos con sus padres.  Para muchos, es la edad promedio de inicio de experiencia y actividad sexual; se sienten invulnerables y asumen conductas omnipotentes casi siempre generadoras de riesgo. Muy preocupados por apariencia física, pretenden poseer un cuerpo más atractivo y se manifiestan fascinados con la moda.

 

3. – Adolescencia tardía (17 a 19 años). Casi no se presentan cambios físicos y aceptan su imagen corporal; se acercan nuevamente a sus padres y sus valores presentan una perspectiva más adulta; adquieren mayor importancia las relaciones íntimas y el grupo de semejantes va perdiendo jerarquía; desarrollan su propio sistema de valores con metas vocacionales reales.

 

Embarazo en la adolescencia

 

Se lo define como: "el que ocurre dentro de los años de edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la menarquia, y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen". (16, 17)

 

Recién nacido de bajo peso

 

Es aquel que pesa al nacer menos de 2500 gramos independientemente de la edad gestacional.(18)

 


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.5

Objetivos.

 

Generales

 

Demostrar la relación existente entre el embarazo en la adolescencia y el bajo peso al nacer.

 

Específicos

 

  • Identificar complicaciones más frecuentes que ocurren durante el embarazo en la adolescencia.
  • Demostrar la relación de hábitos tóxicos en las adolescentes que aportan nacimientos de bajo peso.
  • Evaluar como la presencia de otros factores de riesgos, nutricionales y socioeconómicos inciden en el bajo peso al nacer.

 

MATERIAL Y MÉTODO

 

Tipo de estudio

 

Se realizó un estudio retrospectivo, descriptivo y de corte transversal.

 

Universo y muestra.

 

El universo está constituido por las embarazadas que parieron en el área del policlínico Mártires del Corynthia en los años comprendidos entre el 2001 y el 2007. El mismo estuvo representado por 1585 embarazadas con una muestra de 96 adolescentes embarazadas.

 

Técnicas y procedimientos de recolección

 

En todo el proceso de planificación de la investigación se llevó a cabo una revisión exhaustiva de la bibliografía actualizada sobre el tema para la conformación teórico-conceptual del estudio.

 

Para recolectar los datos se confeccionó un cuestionario que recogía la información sobre las diversas variables, tanto cualitativas como cuantitativas que deseábamos evaluar y que estuvieran relacionadas con los objetivos que nos habíamos trazado para la realización de este trabajo. Se revisaron los carnés obstétricos y el libro de registro de nacimientos, donde se recogió la información, además tomamos datos de las historias clínicas obstétricas de las embarazadas que aportaron bajo peso. Los datos recolectados fueron procesados mediante los sistemas estadísticos establecidos para la validación de los resultados y el método de Chi cuadrado para la confiabilidad estadística.

 

A la hora de realizar nuestro estudio tuvimos en cuanta los principios éticos que rigen los procesos de investigación, ósea la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia, la justicia y el consentimiento informado.

 

Las variables registradas fueron las siguientes:

 

  • Edad de la madre al parir.
  • Estado civil
  • Nivel de escolaridad de la madre.
  • Peso del recién nacido
  • Complicaciones durante el embarazo
  • Hábitos tóxicos
  • Estado nutricional al inicio y al final del embarazo
  • Aspectos socio-económicos
  • Inicio de las relaciones sexuales
  • Tipo de captación de embarazo

 

Operacionalización de las variables:

 

Edad de la madre al parir: Variable cuantitativa continua. Se clasificó según la división que brinda la OMS sobre las diferentes etapas en que se divide la adolescencia, ósea temprana, mediana y tardía.

 

Ocupación: Variable cualitativa ordinal. Teniendo en cuenta si tiene o no vinculo laboral.

 

Estado civil: Variable cualitativa ordinal. Se clasifico en soltera, casada u acompañada.

 

Nivel de escolaridad de la madre: Variable cualitativa ordinal. Se clasificó; secundaria, si noveno grado terminado, secundaria básica no terminada, preuniversitario terminado, si doce grado terminado; preuniversitario no terminado, universitaria terminada o universitaria no terminada.

 

Peso del recién nacido: Variable cuantitativa continua. Se clasificó de acuerdo a si este estaba por encima de los 2500 gramos como de peso normal o por debajo de esta cifra como bajo peso.

 

Complicaciones más frecuentes durante el embarazo: Variable cualitativa nominal. Se clasificaron en:

 

  • Infecciones vaginales: micóticas, bacterianas, virales y mixtas.
  • Infección del tractus Urinario: Bajas, Altas y Mixtas.
  • Hipertensión arterial (HTA)
  • Diabetes Gestacional

 

Estado Nutricional: Variable cualitativa continua. Esta se valoró al inicio del embarazo como bajo peso, normopeso, sobrepeso u obesa. Para esto se utilizaron las tablas de valoración ponderal de gestantes y se clasificaron según se explica a continuación.

 

Categoría peso-talla ganancia

 

Bajo                 Menor 19,8%                12, 5 a 18 kilogramos

Normal             19,8 a 26,0%                11, 5 a 16 kilogramos

Sobrepeso       26,1 a 29,0%                7,0 a 11,5 kilogramos

Obesa              Mayor 29,0%                6,0 kilogramos

 

Tuvimos en cuenta que la ganancia normal de las mismas de acuerdo al peso que tenían en la captación debió a partir de las 14 semanas el siguiente:

 

Bajo peso        0,5 kilogramos por semana

Normal             0.4 kilogramos por semana

Sobrepeso       0,3 kilogramos por semana

Obesa              0,2 kilogramos por semana

 

Si gemelar        0,75 kilogramos por semana o 1,5 lb. por semana a partir de las 14 semanas (19)

 

Hábitos Tóxicos: Variable cualitativa continúa. Se clasificaron según el tipo de hábito tóxico, como alcoholismo, café, tabaquismo o ninguno.

 

Aspectos socio-económicos: Variable cuantitativa ordinal. Tuvimos en cuenta las fuentes de ingreso que referían las embarazadas, el número de miembros del núcleo familiar que dependían del mismo y el estado civil de la embarazada lo que nos proporcionó un posible apoyo socio-económico al núcleo familiar en general.

 

Inicio de la relaciones sexuales: Variable cualitativa continua. Se clasificó de acuerdo a la etapa de la adolescencia en que comenzaron.

 

Tipo de captación de embarazo: Variable cualitativa continua. Se clasificó de acuerdo a los parámetros establecidos por el Manual de diagnostico y tratamiento en Obstetricia y Perinatología en precoz, intermedia y tardía. Considerando precoz como aquella gestante captada hasta las 13,6 semanas de gestación, intermedia aquella que se captó entre las 14 y las 23,6 semanas de gestación y tardía a partir de las 24 semanas de gestación.

 

2.- De procesamiento de los datos:

 

Todos los datos serán registrados en una planilla confeccionada a tal efecto para su procesamiento posterior.

Se creara una base de datos con el programa Microsoft EXCEL para Windows XP para la tabulación de la información, que será procesada con el paquete SPSS para Windows Versión 11.5, obteniéndose los porcentajes de acuerdo con las variables estudiadas. Las variables serán expresadas en frecuencias absolutas y relativas. Finalmente se confeccionaran tablas y gráficos que facilitaran el análisis, discusión y presentación de los resultados obtenidos.

 

3.- De discusión y síntesis.

 

Se realizara una descripción detallada de los resultados del estudio, cuyo análisis quedará reflejado en las tablas que permitirá llegar a conclusiones acorde a los objetivos trazados, así como la emisión de las recomendaciones necesarias luego de un análisis con juicio científico e integrador de los hallazgos obtenidos en esta investigación.


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.6

DESARROLLO

 

Los recién nacidos clasificados como bajo peso, puede que hayan nacido antes del término, que a pesar de hacerlo dentro o después de él, no alcancen el peso adecuado para su edad gestacional, de manera que los hay pretérmino, a término con desnutrición intrauterina, ambos elementos combinados, o postérmino y desnutrido. (6)

 

Entre los factores de riesgo más relevantes del bajo peso al nacer encontramos el embarazo en la adolescencia, que incrementa los riesgos materno infantiles. (17) En Cuba la proporción de partos en las adolescentes se ha reducido sostenidamente, no obstante debe continuarse el desarrollo de estrategias de información, educación y comunicación, a fin de prevenir los embarazos en esta etapa del ciclo vital. (18,19)

 

Cuando se producen es frecuente que se adicionen los riesgos biológicos, los sociales tales como las madres solteras, con sus consecuencias y el bajo nivel educacional que estas jóvenes suelen tener y mantener después, a causa de las limitaciones que la maternidad le impone. (10,20) Con frecuencia estos embarazos se ocultan, lo que origina atención médica tardía, que según el criterio de algunos, aumenta la probabilidad de tener un hijo con bajo peso al nacer, puesto que el riesgo se triplica cuando los controles prenatales son menos de 3. (21)

 

En nuestro país, los efectos negativos del embarazo en la adolescencia, aún cuando persisten se reducen, puesto que las adolescentes están escolarizadas, en general continúan sus estudios y más del 90% acuden tempranamente a recibir atención calificada, teniendo 12 consultas prenatales, como promedio. (12, 21,48) En lo concerniente al estado nutricional de la madre, se sabe que es una determinante en cuanto al peso al nacer del producto. (12, 21) Se ha reportado que la desnutrición materna, tanto en la etapa previa a la gestación, como en ella, es la principal causa del retraso del crecimiento intrauterino en países en desarrollo. La malnutrición materna por defecto, aguda e intensa causa una reducción próxima al 10% del peso medio al nacer. (13)

 

Se afirma que hay una relación directa entre peso, talla e índice de masa corporal (IMC) maternos, previo a la gestación y el peso al nacer del producto La relación peso/talla al inicio de la gestación, es el índice más útil para presumir el estado nutricional previo al embarazo. (20, 23) En nuestro país, se ha considerado, la ganancia de peso durante la gestación de 8 kilogramos como punto crítico, por debajo del cual se cataloga baja, a los efectos de la vigilancia nutricional, sin embargo en la práctica, se ajusta al estado nutricional materno pregestacional o al presentado a la captación del embarazo. (20,24)

 

Tomando como base lo expuesto, es clara la importancia de identificar preconcepcionalmente el estado nutricional de la futura madre, si se pretende impactar el indicador de bajo peso al nacer. Otro factor de riesgo de connotación en su tributo al bajo peso al nacer, es el tabaquismo, que ejerce su negativa influencia tanto por causar prematurez, como originar desnutrición intrauterina. (15, 20) Los hijos de las mujeres fumadoras, como promedio pesan al nacer 200 ó 300 gramos menos que los de mujeres no fumadoras. (24, 25) Las fumadoras tienen el doble de probabilidades de parir un recién nacido bajo peso, respecto a las madres que no lo son. (18) Los productos tóxicos del tabaco, deterioran el lecho vascular ocasionando trastornos en la nutrición y oxigenación fetal. (19, 25)

 

Diversos estudios dan fe de que el antecedente de haber tenido hijos con bajo peso al nacer, incrementa la posibilidad entre 5 y 7 veces, de que se repita el suceso. (25, 26,27) Se han enunciado como factores de riesgo para el bajo peso al nacer, la multiparidad y el período ínter genésico corto, por las conocidas demandas que se producen en la gestación y la lactancia, que necesitan de recuperación, por lo que se observa una alta frecuencia de bajo peso al nacer cuando estas condicionantes están presentes. Avalando lo dicho, hemos encontrado en investigaciones realizadas en Estados Unidos, que los hijos nacidos después de un período ínter genésico adecuado, pesan más al nacimiento que aquellos productos de uno acortado. (21,27)

 

Estos autores delimitan el período mínimo de seguridad en tres años. (21,27) Por otro lado cuando se tienen tres o más partos independientemente de que existan entre ellos tres años o más, se incrementan las probabilidades de tener un hijo con bajo peso al nacer. (28, 29) La gemelaridad se hace responsable de más del 10% de los nacimientos pretérmino. (22,30) Adicionalmente a la sobrecarga nutricional materna, existen varios acontecimientos que favorecen el bajo peso en los embarazos gemelares, entre los que se invocan la hiperdistensión uterina, la combinación de presentación de los fetos, que pueden derivar en aumento del diámetro transversal del útero y su irritabilidad y la menor eficiencia de la inserción placentaria, al procurar mayor nutrición para los fetos, favoreciendo su desprendimiento. (30)

Evaluando los riesgos mencionados, en Cuba, se le brinda la opción de ingresar en instituciones llamadas hogares maternos, a las gestantes que tiene un embarazo múltiple, a partir de las 20 semanas.

 

Cuando existe incompetencia ístmico-cervical el riesgo de parto pretérmino, se acentúa y por ende el de bajo peso al nacer. (24) Las infecciones de los órganos reproductores de la madre, se relacionan con el desencadenamiento del parto pretérmino y el bajo peso al nacer, condición que en la última década ha sido destacada entre los factores de riesgo del bajo peso al nacer, por diversos autores. (24,27,31) La infección materna por Chlamydia trachomatis, Estreptococo del grupo B, Gardnerella y Trichomona vaginalis, se ha asociado a la ocurrencia de partos pretérminos. (32,33) Se plantea en investigaciones realizadas, asociación en más de la mitad de los casos entre nacimientos con bajo peso/presencia de infección urogenital. (33,34,35) Se atribuye a la vaginosis bacteriana, el 22% de todos los recién nacidos con bajo peso al nacer y el 44% de las roturas prematuras de membranas. (28) El riesgo se incrementa todavía más, si se conjugan 2 o más agentes infecciosos. (35,36)

 

Estos agentes infecciosos, pueden colonizar las membranas ovulares a través del orificio cervical interno, aún cuando estén íntegras, invocándose mecanismos bioquímicos y celulares para documentar la aparición de parto pretérmino en estos casos. Se cita la liberación de interleucinas que inducen la formación de prostaglandinas, colagenasas, elastasas y proteasas leucocitarias y bacterianas que debilitan las membranas y predisponen la rotura prematura de membranas ante aumentos de las contracciones uterinas. (28,30) Se ha argumentado que además estos agentes, son productores de mucinasas que hidrolizan el mucus cervical y destruyen la IgA de la mucosa, vulnerando barreras protectoras del aparato reproductor femenino. (31,36) La producción de sustancias que reducen las propiedades quimiotáxicas y dañan la respuesta del huésped a la infección, ha sido también señalada. (37,38)

 

La pesquisa de las infecciones cérvico-vaginales durante la gestación y su tratamiento con enfoque sindrómico incluyendo a la pareja, el control de su cumplimiento y la posterior verificación de las modificaciones endocervicales; son intervenciones que contribuyen a la reducción del bajo peso al nacer por esta causa. (38) La anemia se asocia en varios estudios a la prematuridad y al bajo peso al nacer en general, por lo que su diagnóstico y tratamiento puede contribuir a la reducción del bajo peso al nacer. Las nutricionales son las de mayor incidencia en la gestación, particularmente la ferropénica, que constituye hasta el 75% de las diagnosticadas, siendo atribuidas en buena parte al incremento en el uso de hierro. (39,40)

 

Durante el embarazo los requerimientos de hierro se incrementan a expensas de que además de reponer las pérdidas básales, aumenta la masa de glóbulos rojos y aparecen las necesidades fetales y placentarias, siendo la cifra total requerida alrededor de 1.000 miligramos (40) Las necesidades de hierro absorbido aumentan de aproximadamente 0,8 miligramos por día durante el primer trimestre a 4,4 miligramos; durante el segundo y a 6,3 miligramos en el tercero.(12) Cuando hay déficit de Fe tiene lugar alteraciones del transporte de oxígeno con repercusión sobre la fisiología fetal. Así se han comunicado prematuridad, bajo peso al nacer y aumento de la mortalidad perinatal, asociadas a anemia por déficit de hierro. (40)

 

El control y prevención de la deficiencia de hierro idealmente se debe iniciar en la etapa preconcepcional y continuarse durante la gestación y 3 meses posteriores al parto. (40) La hipertensión arterial, se considera la causa más frecuente de parto pretérmino y BPN, precedida únicamente por el embarazo múltiple, produciéndose la afectación del feto, por la enfermedad en sí y por la terapéutica empleada para su control. (41,42)

 

La pre-eclampsia implica el incremento de la morbilidad y mortalidad perinatal y se puede asociar a sufrimiento fetal intraparto y CIUR en un porcentaje que varía desde 18,8% hasta 37%, de acuerdo a su gravedad. (34, 43) La enfermedad hipertensiva de la gestación puede llevar a la interrupción del embarazo en beneficio materno, por lo que es útil en la prevención del BPN, identificar oportunamente sus signos, a fin de dirigir las actuaciones médicas a detectarla en sus formas iniciales para evitar el progreso de la enfermedad hacia las formas graves. (44) Entre los factores que incrementan la probabilidad de ocurrencia de BPN se ha citado el consumo de alcohol, sustancia que junto a sus metabolitos atraviesa la placenta y actúa sobre el feto. (35,42,45) produciendo en el 85% de los casos, deficiencias del crecimiento prenatal y posnatal (36,37) que explican el peso al nacer inferior a la edad gestacional y la escasa respuesta a la intervención nutricional durante la infancia. (38) Se ha sustentado que los hijos de mujeres que consumen al menos una taza de alcohol diaria, pesan alrededor de 160 gramos menos como promedio que los de madres que no lo consumen, lo que se piensa es provocado por la restricción del crecimiento celular en períodos críticos, con notable repercusión en el desarrollo normal del citoesqueleto celular. (39,46) Se asevera que el "nivel seguro", no ha podido ser definido, por lo que lo recomendable es la abstención durante el embarazo. (47)

 

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

 

El inicio precoz de la vida sexual en los jóvenes se traduce en un aumento en la incidencia de embarazos a esta edad a nivel nacional, que varía entre el 10 y el 25%. (48,49)

 

En el presente trabajo se encontró que el 6,05% de las gestantes atendidas en el período de estudio fueron adolescentes, pero como grupo de estudio estas aportaron un 20,5% de los bajo pesos al nacer.

El grupo que obtuvo bajos pesos de adolescentes tardías es superior al de adolescentes intermedias (78,5% y 21,4% respectivamente), sin embargo este último grupo es superior al hallado en otros estudios. (50)

En relación con la paridad, el 100% fueron nulípara. Sin embargo el menor nivel educacional, la menor edad y la falta de información sobre métodos anticonceptivos, pueden conducir a una rápida sucesión de los siguientes hijos en períodos ínter genésicos cortos, lo que incrementa la frecuencia de multiparidad.

 

Como podemos apreciar en la tabla 1 (ver tablas al final del artículo) en relación con las edades de la madre adolescente, el grupo que predominó es el de la adolescencia tardía con 87 casos para un 96,6% de las adolescentes embarazadas, también este grupo etáreo fue el que mayor aporte tuvo de hijos bajo peso para un total de 11 lo que representa el 78,5% del total de los nacimientos bajo peso en las adolescentes estudiadas.


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.7

La tabla 2 corresponde a la ocupación de las adolescentes, pudimos comprobar que la inmensa mayoría de estas al salir embarazadas estaban estudiando lo que representó un 70,3% del total de las estudiadas, este también fue el grupo que más bajo peso aportó para un 57,8%. En trabajos realizados por Donovan, González A y Álvarez Carril, se plantea que la deserción escolar tiene un papel preponderante en las adolescentes gestantes. (8,9) y si sumamos esto a la inmadurez propia de la edad, desde el punto de vista psicológico es más desfavorable para la vida futura de la madre y del niño, ya que después de este parto a la mayoría les resulta imposible proseguir su instrucción, por lo que la problemática es más desalentadora.

 

En la tabla 3 corroboramos lo expuesto anteriormente, aquí vemos que la mayoría de las adolescentes al salir embarazadas estaban cursando su técnico medio lo que representó un 60,4% del universo estudiado, de la misma forma las que aportaron mayor cantidad de bajos peso eran estudiantes que vieron interrumpidos estos por causa de su embarazo la mayoría de ellos no planificados. Vemos como las estudiantes universitarias o de técnico medio fue  el que aportó el mayor número de bajo peso para un 28,5% del total en ambos casos. En nuestro estudio, para nada ajeno a la bibliografía revisada, vemos que las adolescentes ven truncadas o en el mejor de los casos pospuestos sus estudios por tener que ocuparse del cuidado del bebé. Al respecto, algunos autores (1, 2) estiman que el embarazo y el parto alteran el desarrollo psicosocial normal de las adolescentes y que los conflictos escolares y familiares resultan inevitables e influyen notablemente en su preparación técnica y profesional. (51, 52)

 

En la tabla 4 analizamos el estado civil de las embarazadas, en esta vemos que el mayor porcentaje corresponde a embarazadas adolescentes solteras lo que representó el 72,9% del total de nuestra muestra de estudio, así mismo vemos también que la mayoría de las que aportó bajo peso eran madres solteras para un 50% de los casos, esto se corresponde con la bibliografía estudiada tanto nacional como internacional. (53,54) Esto conlleva a un desajuste emocional a la hora de la crianza de los hijos por no contar con el apoyo necesario por parte de la pareja lo que repercute en los cuidados que se debe tener en especial con los niños nacidos bajo peso.

 

La tabla 5 corresponde a las complicaciones más frecuentes encontradas en las adolescentes, esta correspondió a la sepsis vaginal para un 29,1% seguidas de la sepsis urinaria para en 23,9% de las adolescentes estudiadas. De la misma forma se comportó en el grupo que aportaron los de bajo peso al nacer, en relación con la sepsis vaginal como primera complicación para un 64,2%, no así la segunda que correspondió a la anemia para un 50% del grupo estudiado. Esto corresponde con la bibliografía estudiada lo cual demuestra que la presencia de anemia en el embarazo hacia el final de la gestación se produce debido al agotamiento de los depósitos orgánicos de hierro por la demanda del feto para su metabolismo, crecimiento y desarrollo, lo que en las adolescentes es más marcado porque ellas mismas en si están necesitadas de nutrientes para su propio desarrollo. (55,56,57)

 

En la tabla 6 analizamos la presencia de hábitos tóxicos donde vemos que el 60,4% del total de ellas refiere no tener ninguno, sin embargo entre las que aportaron bajo peso el 50% refirieron ser fumadoras, esto pone de manifiesto lo que autores como Bonatti plantean, que puede existir una disminución del peso en los hijos de madres fumadoras de 170 gramos aproximadamente. (14,55) Otros afirman que el menor peso al nacer en los niños cuyas madres han fumado durante el embarazo se debe probablemente por la elevada concentración de carboxihemoglobina en la sangre del feto que es muy superior a la presente en la sangre periférica de la madre, y se ha demostrado además que este efecto nocivo puede extenderse más allá del período perinatal, ya que se plantea que hasta los 7 años de edad, los hijos de madres que fumaron durante el embarazo pueden ser más pequeños, así como también intelectual y físicamente menos adelantados que los hijos de madres no fumadoras. (15,66,67) Conjuntamente con esto vemos que a pesar de la corta edad y de no ser un porcentaje tan elevado muchas de estas embarazadas refirieron ingerir alcohol con una periodicidad bastante marcada, el 3,1% del total estudiado nos señaló esta condición y de ellas 2 aportaron bajo peso lo que significo el 14,2% del total. Debemos tener en cuenta que muchas de estas embarazadas poseían ambos hábitos tóxicos, lo que incrementó la posibilidad de tener como frutos hijos bajo peso. (23,25,58)

 

Como observamos en la tabla 7 la inmensa mayoría de estas adolescentes no deseaban el embarazo, el 73,04% de ellas se vio involucrada en un embarazo el cual no estaba planificado, sin embargo a la hora de observar el grupo que aportó bajo peso vemos que el comportamiento entre el deseo o no de tener el embarazo se comportó de forma bastante similar, para un 57,1% entre las que refirieron desearlo y un 42,8% entre las que refirieron no desearlo o más bien no tenerlo planificado.

 

Cuando analizamos en la tabla 8 el comportamiento de la captación del embarazo, vemos que a pesar de que el mayor porcentaje de ellas no deseaba el embarazo, en muchos casos no tenían la comunicación necesaria con los padres para enfrentar esta situación, esto trajo como consecuencia que la mayoría acudió en el tiempo justo para realizarse una captación precoz, 40,6%, no así mismo como para poder realizarse una regulación menstrual o someterse a las pruebas genéticas que se realizan en nuestro país en las primeras semanas de la captación del embarazo, vemos también que muchas ocultaron el embarazo hasta un momento ya inevitable, lo que llevo a captaciones intermedias para un 38,5%. Entre las que aportaron bajo peso sin embargo el 57,1% acudió en tiempo para una captación precoz. El momento de la captación refleja la madurez materna para comenzar a enfrentar de manera sana el embarazo desde época muy temprana siendo deseable que la mujer sea captada antes de las 14 semanas, esta es una variable que refleja de manera indirecta la aceptación del embarazo tanto por parte de la adolescente como de sus familiares. Tanto en las adolescentes en general, como en las que aportaron bajo peso fueron escasas las captaciones tardías lo que nos lleva a pensar que la comunicación entre padres y adolescentes va ganando en calidad.

 

Con relación a la tabla 9 vemos que como se recoge en la bibliografía revisada, (60) la mayor parte de las adolescentes al salir embarazadas dependen económicamente de los padres lo que demuestra el 63,5% del total estudiado, así mismo el 64,2% de las que aportaron bajo peso estaban en la misma situación, esto lleva en la mayoría de los casos a familias disfuncionales lo que repercute en la crianza del hijo, ya que no favorece la adquisición de alimentos, la nutrición de la descendencia y de la madre que lacta y varía bruscamente el estándar de vida de la familia en sentido general. Así mismo corroboramos que el embarazo con respaldo económico propio era muy bajo tanto en los casos que la adolescente trabajara o al menos la pareja de la misma.

 

En la tabla 10 vemos que la mayoría de las adolescentes embarazadas comenzó el mismo siendo normopeso para un 82,2% de ellas y así mismo el 73,9% obtuvo un peso adecuado durante la gestación. Sin embargo este parámetro esta seguido por el que comenzaron su embarazo por debajo del peso ideal u obtuvieron una escasa ganancia. Esto se comportó de igual forma en las que aportaron bajo peso, pues 11 de ellas comenzaron su embarazo con un peso ideal lo que representó el 78., 5% del total y obtuvieron una ganancia adecuada para 71,5%. El estado nutricional materno es un factor determinante en el crecimiento fetal y en el peso del recién nacido y está comprobado que la desnutrición materna suele ser más común entre las madres adolescentes, a pesar de que nuestro estudio no se comportó de igual forma sabemos que las adolescentes no han completado aún su crecimiento y madurez nutricional; por otra, parte estas suelen tener hábitos nutricionales inadecuados, lo cual unido a la intensa actividad propia de este período de la vida puede favorecer la deficiencia nutricional. (59,60)

 

Cuando llegando al final de nuestro estudio analizamos la tabla 11 vemos que la inmensa mayoría de las adolescentes refieren haber comenzado su vida sexual en la adolescencia intermedia para un 52,08% del total estudiado, de igual forma se comportó en las que aportaron bajo peso para un 85,7% del total. Sin embargo es preocupante ver como el 19,7% del total estudiado refirió haber comenzado a tener una vida sexual activa en la adolescencia precoz por lo creemos se debe trabajar en base a la educación sexual de las adolescentes ya que el embarazo en estas edades se ha convertido en seria preocupación para la salud, por la mayor incidencia de resultados desfavorables o por las implicaciones del aborto En lo psicosocial, por las consecuencias adversas que el hecho tiene sobre la adolescente y sus familiares. (61,62,63)

 

Cuando finalmente analizamos la tabla 12 y vemos las causas que llevaron a obtener recién nacidos con bajo peso nos encontramos con que la causa más frecuente es el parto pretérmino para un 64,2% esto concuerda totalmente con la bibliografía revisada ya que corroboramos que las adolescentes no se encuentran aptas para la gestación, ya que sus órganos se encuentran inmaduros. Este aspecto conjuntamente con la inmadurez psicológica de la adolescente, su rechazo en la inmensa mayoría de los casos al embarazo y el cambio brusco en su vida, lleva también a otras complicaciones que afectan al recién nacido como es el CIUR que reporto un 21,4% de los bajo peso. A pesar de que mucha bibliografía (21,64,65) recoge las alteraciones de la tensión arterial como causa de partos pretérminos nuestro estudio no arrojó este resultado ya que solo una de ellas vio interrumpido su embarazo por este factor lo que represento el 7.1% del estudio.

 

CONCLUSIONES

 

Las gestantes adolescentes aportan un gran porcentaje en el índice de bajo peso al nacer, lo cual lleva en la inmensa mayoría de los casos al abandono del estudio y la poca reincorporación de estas a la vida social con posterioridad al parto. Las infecciones vaginales, la sepsis urinaria y la anemia constituyeron los parámetros de mayor incidencia evidenciados en nuestro estudio, así mismo el bajo peso materno al momento de la captación y la ganancia insuficiente durante el embarazo, resultaron factores de riesgo en nuestro trabajo. Se evidenció también que hábitos tóxicos, en este caso el tabaquismo, puede repercutir grandemente en el aumento de las posibilidades de obtener como resultado un hijo bajo peso. Así también comprobamos que el ámbito familiar, sus condiciones económicas y las relaciones con la pareja llevan a un mejor o peor manejo del embarazo adolescente lo que repercute tanto en la embarazada como en el futuro bebe.

 

RECOMENDACIONES

 

Insistir en el adecuado manejo del riesgo preconcepcional, así como el seguimiento riguroso de las gestantes, en aras de detectar y controlar precozmente aquellos factores de riesgo vinculados al bajo peso al nacer, pues la mayoría de estos son evitables, como es el caso del embarazo en la adolescencia.

 

Se debe realizar un trabajo para intensificar la aplicación del programa de educación sexual en la comunidad en conjunto con los centros educacionales y nuestras áreas de salud, para brindar una información y educación adecuada a las adolescentes, consideramos que en esta tarea debemos contar con el apoyo de todos los factores que forman parte de nuestra sociedad para lograr un mejor resultado en nuestro propósito.

 
(ver anexos y tablas en la página siguiente)


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.8

ANEXOS

 

TABLA 1. DISTRIBUCION DE LAS ADOLESCENTES SEGÚN LAS EDADES EN QUE PARIERON. Policlínico Docente: Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/edad_edades_parto

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/etapa_precoz_tardia

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/edad_bajo_peso

 


TABLA 2. DISTRIBUCION DE LAS ADOLESCENTES SEGÚN LA OCUPACIÓN QUE REALIZABAN. Policlínico Docente: Mártires del Corynthia, Años 2001- 2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/ocupacion_empleo_trabajo

 

TABLA 3. DISTRIBUCION DE LAS ADOLESCENTES SEGÚN SU NIVEL DE ESCOLARIDAD EN EL MOMENTO DEL EMBARAZO. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/nivel_escolaridad_escolarizacion

 

TABLA 4. DISTRIBUCION DE LAS ADOLESCENTES SEGÚN SU ESTADO CIVIL. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/estado_civil

 

TABLA 5. DISTRIBUCION DE LAS COMPLICACIONES MÁS FRECUENTES ENCONTRADAS DURANTE EL EMBARAZO. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/complicaciones_frecuentes_embarazadas

 

TABLA 6. DISTRIBUCION DE LAS ADOLESCENTES SEGÚN EL TIPO DE HABITO TOXICO ENCONTRADO EN LAS MISMAS. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/habitos_toxicos

 

TABLA 7. DISTRIBUCION DEL TIPO DE EMBARAZO EN LAS ADOLESCENTES. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/deseado_no_deseado


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.9


TABLA 8. DISTRIBUCION DE LAS ADOLESCENTES SEGÚN EL TIPO DE CAPTACIÓN DE EMBARAZO. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/captacion_precoz_tardia

 


TABLA 9. DISTRIBUCION DE LAS CONDICIONES SOCIO-ECONÓMICAS ENCONTRADAS EN LAS ADOLESCENTES. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/condiciones_situacion_socioeconomica

 


TABLA 10. DISTRIBUCION DE LAS ADOLESCENTES SEGÚN SU ESTADO NUTRICIONAL AL INICIO Y AL FINAL DEL EMBARAZO. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/estado_nutricional_pre_post

 


TABLA 11. DISTRIBUCION DE LA ETAPA DE LA ADOLESCENCIA EN LAS CUALES INICIARON SUS RELACIONES SEXUALES. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/edad_inicio_relaciones_sexuales

 


TABLA 12. DISTRIBUCION DE LAS CAUSAS ENCONTRADAS QUE LLEVARON A LOS NACIMIENTOS BAJO PESO. Policlínico Docente Mártires del Corynthia, Años 2001-2007. Fuente: Encuesta.

 

embarazo_adolescentes_adolescencia/causas_nacimiento_bajo_peso

 

CIUR: Crecimiento intrauterino retardado

HTA: hipertensión arterial

 


embarazo_adolescentes_adolescencia/etiologia_nacimiento_bajo_peso

 

 

FORMULARIO


Nombre y apellidos
Fecha


Edad

Ocupación

Estado civil

Escolaridad


Antecedentes patológicos personales

Peso del recién nacido al nacer

Complicaciones durante el embarazo (enfermedades asociadas al embarazo)

 

Hábitos Tóxicos........Tabaco, Alcohol, Café, NO

 

Estado Nutricional


_ Inicio del embarazo..............Adecuado, Peso Bajo, Peso Alto

_ Final del embarazo..............ganancia global

 

Aspectos socio-económicos


_ Nº de personas que componen el núcleo familiar

_ Nivel escolar de los padres..........Madre, Padre

_ Inicio de las relaciones sexuales

_ Condición laboral del esposo o compañero

_ Tipo de embarazo...........Deseado,  No deseado

 

 

Tipo de captación de embarazo.......Precoz, Intermedia, Tardía


Embarazo en la adolescencia y su relacion con el bajo peso al nacer.10

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