Ecologia, Cuidado Humano y Envejecimiento
Autor: Vicenta Emilia Fernández | Publicado:  26/02/2009 | Geriatria y Gerontologia , Enfermeria | |
Ecologia, Cuidado Humano y Envejecimiento.1

Ecología, Cuidado Humano y Envejecimiento.

 

Vicenta Emilia Fernández.

Magíster en Gerontología y Geriatría. Magíster en Docencia Universitaria. Licenciada en Educación. Licenciada en Enfermería. Docente titular de Pre y Postgrado e Investigadora del Departamento Salud Integral del Adulto de la Escuela de Enfermería Facultad de la Ciencia de la Salud de la Universidad de Carabobo. Tutora de tesis de Pre y Postgrado. Adjunta a la coordinación de la Unidad de Investigaciones Gerontologicas y Geriátrica (UNIGER) adscrita al Departamento Enfermería Salud Integral del Adulto de la Escuela de Enfermería. Coordinadora de la Maestría de Gerontología y Geriatría. Miembro de la Comisión de Docencia y Currículo de la Escuela de Enfermería. Miembro de la Comisión de Investigación de Departamento da Salud Integral del Adulto. Investigadora de la línea de Investigación. Intervención de Enfermería en la Promoción de Estilos de Vida Saludable en el Adulto Mayor. 

 

Rosa Rondón de Gómez

Doctora en enfermería, Salud y Cuidado Humano, profesora dedicación exclusiva de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Carabobo, tutora de tesis de Pre y Postgrado, ponente a nivel nacional y regional.  Investigadora en la línea de investigación Cuidado humano transpersonal.

 

Neris Marina Ortega.

Licenciada en Enfermería. Magíster en Ciencias de la Enfermería. Doctoranda en Enfermería, Salud y Cuidado Humano, especialista en Prevención del consumo de drogas (Brasil), Profesora. Asociada e investigadora  de la Escuela de Enfermería “Dra. Gladys Román de Cisneros”, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Pabellón 12 Campus Barbula, Naguanagua, Valencia Estado Carabobo. Venezuela.

 

 

ECOLOGÍA, CUIDADO HUMANO Y ENVEJECIMIENTO

 

RESUMEN

 

Abordar la problemática ambiental desde la subjetividad y lo conductual, es decir, desde las creencias, los valores, las actitudes, las intenciones, los mitos, los deseos y conductas nos sirve para proponer diferentes estrategias de acción tendientes al cambio de comportamientos de las y los enfermeros relacionados con el medio ambiente, contexto social y cultural donde habita el adulto mayor sea a nivel familiar o institucional cuando estos profesionales de la salud, proporcionan  cuidado integral. Por lo que se plantea el estudio de estas intenciones conductuales para contribuir en la formación de una nueva cultura ambiental para enfermería, para el cuidado del adulto mayor a partir de los valores que propicien una relación armónica entre las actitudes y las conductas de admiración hacia la naturaleza y entre los individuos. Entendemos que el ambiente es el espacio natural y socio cultural en el cual se desarrolla la práctica del cuidado de enfermería y del cual formamos parte como personas humanas. El adulto mayor está sujeto a cambios internos por su proceso de envejecimiento que se produce desde el nacimiento hasta la muerte; es por ello, que comienza a reconocerse como parte del ambiente con el cual está en constante interacción a través de las dimensiones de la sustentabilidad, la cual constituye una alternativa  que lo integra de manera interactiva con los factores naturales, económicos tecnológicos, sociales y ecológicos que le dan a la vida el equilibrio externo y la supervivencia de la especie de los seres humanos.

 

Palabras Clave: ecología, cuidado humano y envejecimiento.

 

 

ECOLOGÍA  HUMANA Y LA CRISIS DEL MEDIO AMBIENTE

 

El término ecología viene del griego oikos que significa “hogar”. Como resultado, el campo de la economía domestica, está dentro de la investigación contemporánea Margaret Bubolz y Suzanne Sontang (1993) atribuyen el concepto de una aproximación ecológica al trabajo de Aristóteles y Platón, y luego a la teoría evolucionista de Darwin. Ellas trazan la palabra ecología hasta Ernest Haeckel, un zoólogo alemán quien en 1869 propuso que el individuo era un producto de la cooperación entre el ambiente y la herencia organística y sugirieron que era una ciencia que se desarrollaba para estudiar los organismos en sus ambientes. La teoría ha sido usada desde entonces por los sociólogos, antropólogos, científicos, políticos y economistas. Esta teoría continua en el marco del trabajo ecológico humano su principal perspectiva data de los primeros años del siglo XX. (1).

 

En tal sentido la ecología, es la ciencia que estudia los seres vivos y su ambiente y de la distribución y abundancia de los seres vivos, y cómo esas propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente. El ambiente incluye las propiedades físicas que pueden ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos) (1).

 

La visión integradora de la ecología plantea que es el estudio científico de los procesos que influyen en la distribución, abundancia de los organismos y las interacciones entre los organismos. Por lo que, está encargada del estudio de los ecosistemas. Todos los ecosistemas son un conjunto de seres vivos que se mantienen en equilibrio porque cada uno de ellos utiliza recursos diferentes y se adaptan. Un ecosistema consta de dos partes los organismos (una porción viva del ecosistema) y el medio donde desarrollan sus actividades (una porción inanimada) (2).

 

Ahora bien, el ecosistema humano está dado por  interacciones entre los seres humanos y su entorno, su estudio se remonta a los antiguos griegos, quienes creían que el entorno físico determinaba la cultura y la conducta. Sostenían que los climas cálidos provocaban inactividad, mientras que los climas con diversidad de estaciones eran fuentes de salud y equilibrio. Este punto de vista, llamado determinismo ambiental, se ha mantenido hasta el siglo XX. Sin embargo, durante el siglo XIX el aumento de datos arqueológicos y etnográficos demostró que desde que los seres humanos han utilizado la cultura para superar las dificultades ambientales, el entorno no ha constituido más que una influencia de tipo menor en la sociedad. Un punto de vista intermedio, que el etnólogo alemán Franz Boas denominó ‘posibilismo’, sostiene que el entorno condiciona la cultura al definir una serie de posibilidades, mientras que los factores históricos y culturales influyen en la elección de una determinada posibilidad.

 

A finales de la década de 1940 el antropólogo estadounidense Julián Steward introdujo la idea de que los seres humanos forman parte de un sistema ecológico. Usó el término de ecología cultural y dio nuevos impulsos a la investigación de las sociedades de cazadores-recolectores, de pastores y de agricultores. Sin embargo, hasta la década de 1960 no se produjo la unión de la ecología cultural y ecología biológica en el moderno concepto de la ecología humana.

 

En esta nueva era,  la ecología humana se incluye dentro de un amplio marco ecológico y evolutivo, e incluye el estudio del impacto humano sobre el entorno, la nutrición, los desastres ecológicos y la demografía. Aunque el alcance de la ecología humana es inmenso, existe un aspecto común que es la comprensión del modo en que los seres humanos responden a su entorno, sea éste genético, fisiológico, de conducta o de cultura.

 

En la actualidad, la tierra como ecosistema de todos los seres vivos,  está viviendo una profunda crisis ambiental producida por la inteligencia ciega que caracteriza al ser humano de nuestros tiempos, una crisis ética por el descuido a que ha sido sometido por la humanidad. Para salir de esta situación, debemos recurrir al saber ambiental, el saber que emerge de la epistemología ambiental, el cual tiene como finalidad dar sustentabilidad a la vida; es un saber para el cuidado de la vida que vincula las condiciones de la misma únicas en el planeta con la existencia del ser humano,  la epistemología ambiental lleva a cambiar las circunstancias de la vida más que internalizar el ambiente, busca el acoplamiento del pensamiento complejo con la realidad compleja, transforma las condiciones del ser en el mundo que se establece el saber y el conocer. La epistemología ambiental debe ser considerada como una  caricia ecológica, movida por el deseo que nace del saber cuidar la tierra como la nave azul donde viajamos como pasajeros hacia  un destino incierto.

 

La epistemología ambiental no es la aplicación de la razón teórica para aprehender un nuevo objeto de conocimiento: el ambiente desde el saber ambiental va conformado de diversas teorías científicas y pensamientos filosóficos como un saber emergente. De esta forma el saber ambiental convoca al encuentro de Marx Weber, Bachelard, Canguilhem, Althusser y Foucault con Nietzsche, Heigdegger, Derrida y Levinas en el ágora del saber ambiental (1).

 

Estos teóricos, plantearon las condiciones epistemológicas de una interdisciplinariedad teórica orientada a pensar en una posible articulación de la ciencia para aprehender la complejidad ambiental desde la multicausalidad de procesos de diferentes órdenes de materialidad y sus objetos propios de conocimiento, la epistemología ambiental inicio sus aventuras cuestionando las teorías y metodologías sistémicas que desconoces los paradigmas de la ciencia y su articulación con otras ciencias en el campo de las relaciones sociedad naturaleza.

 

Con este nuevo enfoque, la ecología humana aborda la problemática ambiental desde la subjetividad de los sujetos, es decir, desde las creencias, los valores, las actitudes, los mitos, los deseos y también desde el análisis conductual, que puede proponer diferentes estrategias de acción tendientes al cambio de conductas relacionadas con el medio que se habita sin desatender el contexto global, entendemos que los problemas ambientales son antes que nada un problema de tipo conductuales, por lo que plantean el estudio conductuales de los sujetos normas y actitudes.

 

Contribuir en la construcción de una nueva cultura ambiental, que tenga como esencia el cuidado ecológico y dentro de éste el cuidado de la vida humana y su interacción con el entorno  en todas las etapas del crecimiento y desarrollo humano, debe ser la motivación de la sociedad del conocimiento y dentro de esta la enfermería como ciencia del cuidado humano.


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