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Modificacion de los conocimientos sobre infecciones de transmision sexual
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Autor: Dra. Ainhoa Rodríguez Izquierdo
Publicado: 15/04/2009
 

Se realizó un estudio de intervención educativa comunitaria con el objetivo de elevar el nivel de conocimientos acerca de las infecciones de transmisión sexual, en los adolescentes de la segunda y tercera etapa de la comunidad hondureña San Matías de la región Tegucigalpa del departamento Francisco Morazán, Honduras, en el período comprendido de febrero a noviembre del 2005. Los adolescentes se seleccionaron por un muestreo aleatorio estratificado por edad y sexo seleccionándose una muestra de 45 adolescentes, aplicando para la selección el método de la lotería, los cuales se dividieron en tres grupos de 15 integrantes cada uno, aplicándose una encuesta al inicio donde se recogió el nivel de conocimientos que los mismos poseían sobre las infecciones, vías de transmisión, sintomatología, grupos de riesgo y medidas de prevención. Se realizaron las diferentes técnicas participativas, aplicándose posteriormente la misma encuesta. Concluimos que la intervención educativa realizada resultó efectiva porque se lograron cambios significativos en el conocimiento de estos adolescentes; así lo demostró la validación estadística de la prueba de McNemar.


Modificacion de los conocimientos sobre infecciones de transmision sexual.1


Modificación de los conocimientos sobre infecciones de transmisión sexual.

 

 

Dra. Ainhoa Rodríguez Izquierdo.

Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Residente de Tercer Año de Endocrinología del Instituto Nacional de Endocrinología. Cuidad Habana. Cuba. MSc. en Enfermedades Infecciosas.

 

Dra. Reina Genellys Fernández Camps.

Especialista de II Grado en Medicina Interna del Hospital Clínico – quirúrgico Universitario “Saturnino Lora”, Santiago de Cuba. Profesor Auxiliar de Propedéutica y Medicina Interna del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. MSc. en Enfermedades Infecciosas y Medios Diagnósticos.

 


Resumen

 

Se realizó un estudio de intervención educativa comunitaria con el objetivo de elevar el nivel de conocimientos acerca de las infecciones de transmisión sexual, en los adolescentes de la segunda y tercera etapa de la comunidad hondureña San Matías de la región Tegucigalpa del departamento Francisco Morazán, Honduras, en el período comprendido de febrero a noviembre del 2005. Los adolescentes se seleccionaron por un muestreo aleatorio estratificado por edad y sexo seleccionándose una muestra de 45 adolescentes, aplicando para la selección el método de la lotería, los cuales se dividieron en tres grupos de 15 integrantes cada uno, aplicándose una encuesta al inicio donde se recogió el nivel de conocimientos que los mismos poseían sobre las infecciones, vías de transmisión, sintomatología, grupos de riesgo y medidas de prevención. Se realizaron las diferentes técnicas participativas, aplicándose posteriormente la misma encuesta. Concluimos que la intervención educativa realizada resultó efectiva porque se lograron cambios significativos en el conocimiento de estos adolescentes; así lo demostró la validación estadística de la prueba de McNemar.

 


Revisión bibliográfica

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), definió la SEXUALIDAD SANA como “La aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, amoldándose a criterios de ética social y personal. La ausencia de temores, de sentimientos de vergüenza, de culpabilidad, de creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la reactividad sexual o perturben las relaciones sexuales” 1.

 

Supone la integración de elementos corporales, emocionales, intelectuales y sociales del individuo, por medios que le sean enriquecedores y que potencien su personalidad, su comunicación con los otros y el amor 1.

 

Se trata de un conjunto de manifestaciones psíquicas y físicas del ser humano, entendido como un ser indivisible BIOPSICOSOCIAL, en constante transformación, y en estrecha relación con la madurez orgánica y las condiciones socioculturales en las que se desenvuelve 1.

 

Una sexualidad sana, implica:

 

  • La valoración positiva y aceptación del propio cuerpo, lo que contribuye a mejorar nuestra autoestima y nuestras relaciones interpersonales.
  • Una concepción desinhibida, afectuosa y lúdica de la sexualidad, sabiendo que todos somos diferentes, y siendo capaces de expresar nuestros deseos y respetar los de los demás.
  • Un conocimiento completo de uso de la sexualidad, en su parte tanto reproductiva como de dar y recibir placer.

 

En consonancia con lo expuesto es importante no caer en el reduccionismo de identificar sexualidad con reproducción, estimulación sensual con genitalidad o comportamiento sexual con penetración. Por el contrario, la sexualidad puede ser entendida como un ámbito de la experiencia individual, no determinado de antemano, que evoluciona y se modifica a lo largo de la vida adquiriendo diversos modos de expresión no preestablecidos 1.

 

Para ayudar a la sexualidad, su desarrollo y una vivencia de la misma, más placentera, consciente, segura y lúdica, se desarrollan, a continuación, unos conocimientos básicos de la anatomía corporal, zonas erógenas, métodos anticonceptivos y preventivos de las infecciones de transmisión sexual.

 

Cuando preguntamos a los jóvenes por las infecciones de transmisión sexual sus conocimientos, normalmente, abarcan el SIDA y en algunos casos la sífilis y la gonorrea pero desconocen muchas otras producidas por múltiples gérmenes 2.

 

Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), son un grupo de infecciones adquiridas fundamentalmente por contacto sexual (orales, vaginales o anales) mantenida con una persona infectada o enferma 2,3.

 

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) han ocasionado desde sus inicios en la historia del hombre repercusiones importantes en la vida individual y colectiva de la sociedad a la cual afectaba. No olvidemos el caso de la sífilis, de la gonorrea, que en el transcurrir de la historia del hombre ocasionaron una devastación tal que es difícil de asimilar y comprender y hoy en día con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida que se compara con la plaga que existió en épocas remotas y que disminuyó sustancialmente la población europea en una de las peores mortandades que han existido en la historia.

 

Los gérmenes causantes de las infecciones de transmisión sexual tienen muy poca resistencia al medio ambiente exterior, muriendo rápidamente en contacto con el mismo (con excepción de los ácaros de la sarna y las ladillas).

 

Hay infecciones de transmisión sexual cuya transmisión se produce por contacto sexual con una persona infectada, como la gonorrea, herpes genital, chlamydias, etc.

 

Otras tienen diferentes vías de transmisión, como el VIH/ SIDA y las hepatitis víricas, que se transmiten a través de la sangre, semen y flujo vaginal. Además existen infecciones como la sarna y la pediculosis del pubis (ladillas), que pueden ser adquiridas también, además del contacto directo, por contacto con ropas u objetos contaminados.

 

Ocasionalmente pueden ser transmitidas al besar o mantener un contacto corporal estrecho. Ciertos agentes de enfermedades de transmisión sexual pueden ser contagiados a través de los alimentos y el agua o bien de las transfusiones de sangre, los instrumentos médicos contaminados o las agujas utilizadas por los adictos a las drogas 4.

 

Se conocen más de 20 microorganismos transmisibles por contacto sexual, pero se puede afirmar que las infecciones más comunes son seis; tres consideradas las infecciones de transmisión sexual clásicas:

 

  • Sífilis
  • Gonorrea
  • Chancro blando o chancroide
  • Clamidia
  • Herpes genital
  • Infección por VIH
  • Virus de Papiloma Humano
  • Hepatitis B

 

Las infecciones de transmisión sexual han aumentado considerablemente. Las razones son entre otras: un comienzo más precoz de las relaciones sexuales, el turismo y mayor movilidad geográfica, la escasa información y formación sexual, la carencia de centros especializados etc. Sin embargo, no se conocen las cifras exactas ya que, por un lado no todos los casos se declaran, debido a que muchas personas se automedican sin acudir al médico, se tratan por los consejos de un amigo, un farmacéutico o sanitarios no médicos y, por otros, muchas de estas infecciones no son de declaración obligatoria, como las infecciones de origen vírico (verrugas genitales o herpes genital) que precisamente son las que más han aumentado en los últimos años 2.

 

Algunos autores sugieren que las cifras oficiales de que disponemos sean multiplicadas, en algunos casos por 10 y en otros por 30, dependiendo del rigor de la declaración, para estimar el alcance de las infecciones de transmisión sexual 2.

 

Cerca de un millón corresponden a infecciones por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el agente causal del SIDA. Su importancia y la necesidad de su control está no sólo en las infecciones agudas que causan, sino también, en las complicaciones que las caracterizan (como la enfermedad pélvica inflamatoria, el embarazo ectópico (embarazo fuera del útero) o la infertilidad (incapacidad de tener un embarazo) 3.

 

Las enfermedades venéreas figuran entre las infecciones más frecuentes del mundo. En los países occidentales, el número de personas con estas afecciones ha aumentado de forma estable desde la década de 1950 hasta la década de 1970, pero por lo general se ha estabilizado en la década de 1980. Al final de la década de 1980, sin embargo, el número comenzó a aumentar de nuevo en muchos países, particularmente los casos de sífilis y gonorrea.


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Más de 250 millones de personas en todo el mundo se infectan cada año con gonorrea. En cuanto a la sífilis, las cifras indican 50 millones de personas en todo el mundo. Otras enfermedades de transmisión sexual, como la tricomoniasis y el herpes genital, probablemente son más frecuentes, pero como los médicos no tienen la obligación de comunicarlas a los microorganismos públicos, las cifras son menos fiables.

 

En la actualidad, los tratamientos curan rápidamente la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual y evitan que se propaguen. Sin embargo, ciertos microorganismos más antiguos, resistentes a los medicamentos, se han diseminado ampliamente, en parte debido al transporte aéreo. Esta movilidad fue responsable parcialmente de la rápida propagación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) 4.

 

Según la OMS la incidencia anual de infecciones de transmisión sexual curables (lo cual excluye al VIH) fue de por lo menos 331 millones de casos en 1995 5.

 

Desde un punto de vista general tenemos que cada año en los Estados Unidos de Norteamérica aparecen 15 millones de nuevos casos de infecciones de transmisión sexual a partir de los 15 años. La más comunes la infección por el Virus del papiloma humano (VPH), con 5.5 millones de casos nuevos al año, la Trichomoniasis 5 millones de casos nuevos por año, las infecciones de transmisión sexual por Chlamydia trachomatis 3 millones de casos nuevos por año, 1 millón de casos nuevos al año de herpes genital, 650.000 casos nuevos al año de infección gonocócica, 70.000 casos nuevos de sífilis al año, 77.000 casos nuevos al año de Hepatitis B transmitida sexualmente y 20.000 casos nuevos al año de infecciones con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) 5.

 

Actualmente las cifras que se manejan en Estados Unidos es que 45 millones de americanos por arriba de 14 años tienen Herpes genital, 20 millones tienen Virus papiloma humano, más de medio millón de personas sufren de hepatitis B y Virus de la inmunodeficiencia humana. El Sistema de Cuidado de Salud de los Estados Unidos de Norteamérica gasta 8.4 billones de dólares al año en consecuencias a corto y largo plazo como consecuencia de infecciones de transmisión sexual. De éste gasto 6.4 billones se gastan en infecciones de transmisión sexual de origen viral 5.

 

Hay infecciones de transmisión sexual que han mostrado una gran variabilidad con el correr del tiempo, como es el caso de la sífilis y de la gonorrea, no así la Chlamydia trachomatis que se ha erigido en la primera infección de transmisión sexual en los Estados Unidos de Norteamérica con 4.5 millones de casos nuevos al año y en el resto del mundo 50 millones de casos nuevos al año 5.

 

En segundo lugar tenemos el Virus del papiloma humano con un millón de nuevos casos al año con una prevalencia entre 20 y 50 millones. Seguidas por las infecciones con herpes virus tipo 1 y tipo 2, con aprox. 500.000 nuevos casos al año sólo en Norteamérica. Las estadísticas en los países latinoamericanos no dista mucho de los presentados por los norteamericanos, mostrando una tendencia “in crescendo” en relación a infecciones por herpes genital, virus papiloma humano, uretritis por Chlamydia tracomatis. Las infecciones de transmisión sexual antiguamente conocidas como enfermedades venéreas por Venus la Diosa romana del Amor, han sido siempre motivo de angustia y preocupación para las sociedades que las han sufrido desde tiempos inmemoriales 5.

 

Con el correr del tiempo, el estilo de vida actual totalmente globalizado y exigente, unido al advenimiento de medios de transporte aéreos, terrestres y marítimos cómodos, seguros y rápidos, lo que en un principio era “algo no tan difícil” controlar las enfermedades de índole sexual, debido a que los contactos y las fuentes de transmisión eran determinables, hoy se ha convertido en un imposible, debido precisamente a la facilidad de desplazamiento del ser humano unido a un nivel de promiscuidad importante y a una precocidad en el comienzo de una vida sexual activa e intense con un cambio sustancial en los roles de la sexualidad.

 

El control de las enfermedades venéreas depende de fomentar las prácticas sexuales seguras y brindar buenas instalaciones médicas para su diagnóstico y tratamiento. Es fundamental educar a las personas y explicarles cómo evitar la propagación de estas enfermedades, especialmente fomentando el uso del preservativo.

 

Al principio estas infecciones, tratándolas de forma adecuada, curan fácil y rápidamente. Sin embargo, si se les deja evolucionar sin control, pueden producir consecuencias muy graves tales como esterilidad, cáncer, lesiones cardiacas, enfermedades del sistema nervioso, abortos, malformaciones fetales, etc.

 

A diferencia de otras enfermedades infecciosas (como el sarampión, la rubéola, la varicela, etc. que se padecen una vez en la vida), la mayoría de las infecciones de transmisión sexual se pueden adquirir tantas veces como se tenga contacto sexual con personas infectadas. El motivo es que estas enfermedades, en su gran mayoría, no crean defensas 2.

 

Son múltiples los factores de riesgo para padecer una infección de transmisión sexual y dentro de ellos tenemos:

 

  • Tener una pareja sexual infectada.
  • El comportamiento sexual de la persona, ya que se relaciona con la probabilidad de exposición y transmisión de las mismas.
  • Tener relaciones coitales sin protección.
  • Tener prácticas sexuales de riesgo como anal, vaginal, oral sin condón.
  • Uso de alcohol y drogas que promuevan conductas sexuales de alto riesgo.
  • Existen infecciones como el VIH y la infección por Hepatitis B que se pueden adquirir con material punzocortante mediante tatuajes y perforaciones y no son precisamente por contacto sexual.
  • Relaciones sexuales sin protección con personas desconocidas.
  • Ser víctima de abuso sexual o violación por uno o varios agresores.

 

Las infecciones de transmisión sexual ya no solo afectan a poblaciones bastante específicas, como adultos jóvenes, adolescentes, personas divorciadas con incremento de su actividad sexual, lesbianas, homosexuales, personas con profesiones que necesiten desplazamientos lejos del hogar muchas veces al año con el aumento de las probabilidades de encuentros sexuales “fortuitos” y casi siempre sin la debida protección, uniéndose a enfermedades clásicas de los viajeros como las enteritis, accidentes de tránsito, hepatitis, por solo mencionar algunas.

 

El adolescente no sólo debe ser un objetivo primordial en las campañas de salud que traten sobre infecciones de transmisión sexual, sino también en campañas sobre embarazos precoces que generan la práctica de abortos, que ponen en peligro la vida de las jóvenes 5,6.

 

En todo tipo de sociedades, tanto de países subdesarrollados como de países en vías de desarrollo y países ya plenamente inmersos en el discurso del desarrollo, los adolescentes estarán en la diana de las campañas para evitar el aborto, ya que de manera curiosa en los países europeos se ven casos de adolescentes que habiendo visitado servicios sanitarios quedaban precozmente embarazadas habiendo recibido información de prevención de embarazo en dichos centros, y aun así siguen practicándose abortos con la peligrosidad que eso conlleva 5,6.

 

Se ha encontrado que entre jóvenes de 18 a 29 años, el 18,4% de los chicos y el 11’4% de las chicas tuvieron su primera relación sexual antes de cumplir los 16 años y aunque el uso de medidas preventivas en esta primera relación sexual es cada vez más frecuente, todavía existen múltiples razones por las que no se utiliza 7.

 

Según el Registro de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), aunque en la última década, las tasas de Interrupción Voluntaria del Embarazo se han elevado en todos los grupos de edad, solamente en las menores de 20 años la tendencia se mantiene creciente, mientras en los otros grupos se ha estabilizado en los últimos años. En concreto, en 2004 el 14% de las mujeres que tuvieron una Interrupción Voluntaria del Embarazo tenía menos de 20 años" 7.

 

La edad media de las personas diagnosticadas por VIH tiende a aumentar, pero en España todavía en 2004 el 47% de los casos de SIDA atribuidos a transmisión sexual (homo o heterosexual) tenía entre 20 y 39 años. De acuerdo con la historia natural de la infección, una parte importante de estas personas mantuvo prácticas sexuales de riesgo para la infección por el VIH en la adolescencia o en la juventud 7,8.

 


Introducción

 

La sexualidad forma parte de todas las personas desde su nacimiento hasta su muerte, por lo tanto chicos/as, adultos, jóvenes y mayores, son sexuales. La sexualidad es una dimensión muy importante para la estructura psíquica, todo un mundo de posibilidades para obtener placer, sentir deseos, emociones, atracción, afecto hacia otras personas y con otras personas y reproducirnos si lo deseamos. La sexualidad no es algo feo o pecaminoso, sólo para casados o adultos, para hombres y para tener hijos.

 

Es por ello que se ha puesto de manifiesto la tendencia a comenzar cada vez en edades más tempranas las relaciones sexuales, siendo una tendencia universal de la que no escapa nuestra población.

 

En ello influyen factores como: la participación en conjunto de hembras y varones en actividades sociales, incluidas las escolares; igualmente el abandono de concepciones religiosas y las nuevas ideas y libertades de la mujer que la ponen en igualdad con el hombre y así aumentan las posibilidades de satisfacer los impulsos eróticos sin haber la suficiente preparación y responsabilidad que esto requiere, principalmente en los adolescentes.


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A partir de los 15 años se encuentran relaciones de tipo promiscuas en la mayoría de los adolescentes, lo que puede deberse entre otros factores a una pobre concepción de la sexualidad y de las infecciones de transmisión sexual (ITS) que los conduce a una falsa percepción de riesgo a contagiarse.

 

La historia de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) se remonta a finales del siglo XV en el que todos los escritores están de acuerdo en que la sífilis hizo acto de presencia en forma epidémica en este siglo después del descubrimiento de América, donde también la llamaron “mal francés” o “mal napolitano” 9,10.

 

Desde tiempos antiguos hasta la época de los 70, del siglo pasado, enfermedades infecciosas, que son transmitidas sexualmente, fueron denominadas enfermedades venéreas (VD, de Venus diosa del amor). El término fue cargado al juicio moral el cual vino a ser visto como inapropiado hacia finales de los años 60, del siglo pasado, cuando el enfoque de la nueva Salud Pública fue desarrollado. En adición, en este tiempo el número de organismos transmitidos sexualmente había sido identificado y fue reconocido, que la descarga vaginal fue frecuentemente causada por un agente infeccioso. Por estas razones el término de enfermedad venérea fue abandonado a favor de Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).

 

Con la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta nomenclatura vuelve a ser reemplazado por la de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), la que va a ser usada desde ahora.

 

Este cambio fue debido a que el término enfermedad no es apropiado para hacer referencia a las infecciones asintomáticas, las cuales son el mayor problema en el manejo de las Infecciones de Transmisión Sexual, fundamentalmente en mujeres.

 

Definir las Infecciones de Transmisión Sexual no ha sido fácil; sin embargo pensamos que una definición bastante completa sería: “Las Infecciones de Transmisión Sexual son infecciones causadas por gérmenes que viven en el cuerpo humano infectado, de preferencia en los órganos sexuales masculinos y femeninos, y que se transmiten de una persona a otra casi siempre por relaciones sexuales” 11.

 

Este nuevo término de Infecciones de Transmisión Sexual incluye las infecciones de la vía reproductiva causadas por gérmenes tanto exógenos como endógenos 12.

 

En la actualidad se han identificado al menos 25 microorganismos y 50 síndromes de Infecciones de Transmisión Sexual 13.

 

Durante muchos años las infecciones de transmisión sexual se limitaron a 5 enfermedades venéreas clásicas: Gonocócicas, Sífilis, Chancro blando, Linfogranuloma venéreo y Granuloma inguinal que se denominaron Infecciones de Transmisión Sexual de Primera Generación 13.

 

En la década de los años 70, del siglo pasado, se describieron nuevos patógenos como Herpes, Chlamydias y Ureaplasma urealyticum que se denominaron Infecciones de Transmisión Sexual de Segunda Generación 13.

 

Ya en la actualidad se considera que las infecciones víricas como VIH, Citomegalovirus y Papilomavirus están desplazando a las bacterias clásicas y se les denomina Infecciones de Transmisión Sexual de Tercera Generación 13.

 

Las infecciones de transmisión sexual constituyen un problema de salud en el ámbito mundial, pues en las 2 últimas décadas se ha observado un aumento en el número de pacientes, tanto en los países industrializados como en los en vía de desarrollo, hecho paradójico sí tenemos en cuenta los adelantos científicos que han tenido lugar en casi todo el orbe en la esfera de la salud, particularmente con respecto a las infecciones de transmisión sexual 14.

 

Las infecciones de transmisión sexual son producidas por diferentes agentes etiológicos (bacterias, virus, protozoos, hongos, ectoparásitos y artrópodos) que son responsables de la variabilidad de los síntomas y signos que aparecen en los pacientes. Este hecho les confiere la especial connotación de que para su control se necesite conocer y actuar sobre el comportamiento sexual de las personas, aspectos de la vida en que muchos no aceptan que otros se inmiscuyan 15-18.

 

Por otra parte las relaciones sexuales y las infecciones que se relacionan con las mismas aún están rodeadas de prejuicios y mientras a nadie le resulta penoso reconocer que es portador de otra enfermedad, muchos prefieren que no se conozca que padecen una infección de transmisión sexual 15.

 

La razón para el incremento de las infecciones de transmisión sexual probablemente sea multifactorial y entre estos podemos mencionar: a) la edad de la madurez sexual ha disminuido, b) la edad a la cual los jóvenes tienen su primera relación sexual es menor, y c) más personas tienen relaciones sexuales premaritales que en el pasado.

 

Por otra parte el creciente uso de anticonceptivos orales y los dispositivos intrauterinos (DIU) han eliminado el efecto protector de los medios de barrera tales como los condones.

 

Debido a que las poblaciones son ahora más móviles, tanto nacional como internacionalmente, el comportamiento de ciertas personas con estas enfermedades requiere de acciones de promoción de salud dirigidas a establecer hábitos y conductas sexuales seguras, o de menor riesgo, pero que solo tienen impacto a largo plazo, pues es bien conocido que no resulta fácil modificar estos aspectos conductuales de la vida de las personas 15.

 

Además de las complicaciones que para la salud representan las infecciones de transmisión sexual, es importante destacar las consecuencias sociales dolorosas de una infección de transmisión sexual no tratada, la cual padecen fundamentalmente las mujeres en el mundo en desarrollo, el estigma social, el daño personal y económico secundario a la infertilidad que en ocasiones termina en divorcio, o en trabajo sexual comercial, sin exponer los comportamientos violentos o de abusos ante el descubrimiento de una infección de transmisión sexual, además de las consecuencias emocionales para las personas involucradas incluyendo la depresión y sus efectos biológicos y sociales 19.

 

Dada la ausencia de vacunas y de medidas curativas promisorias, la factibilidad de combatir las Infecciones de Transmisión Sexual y el SIDA radica enteramente en la modificación de la conducta individual a través de la educación y de práctica de prevención eficaz. Los cambios de actitud y el desarrollo de creencias erróneas, se consiguen solo tras un largo y difícil proceso apoyado en parte, por el proporcionamiento de incentivos 20.

 

Se estima que en el mundo, aproximadamente 685.000 personas se infectan con una de las infecciones de transmisión sexual cada día y anualmente se detectan alrededor de 250.000.000 de casos nuevos de Infecciones de Transmisión Sexual, y esto ocurre tanto en países desarrollados como en vía de desarrollo 21.

 

En 1995 se estimó que la incidencia mundial de gonorrea era mayor de 250 millones de casos; la cifra correspondiente a la sífilis era de unos 50 millones de casos 22.

 

En el mundo al cierre del 2003 vivían con VIH/SIDA 40 millones de personas, de ellas 37 millones eran adultos y 2,5 millones menores de 15 años, mientras que el total de nuevas infecciones es de 5 millones, de ellos son adultos 4,2 millones y menores de 15 años 700.000. De los 3 millones de fallecidos 2,5 millones son adultos23.

 

La incidencia de Infecciones de Transmisión Sexual sigue siendo elevada en la mayor parte del mundo, a pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos que pueden convertir rápidamente en no contagiosos a los pacientes con muchas infecciones de transmisión sexual y curar a la mayorí­a de ellos.

 

Se estima que la incidencia mundial de infecciones sexualmente transmitidas tanto víricas como bacterianas asciende a 315.000.000 nuevos casos por año. En relación con el SIDA se estima que se diagnostiquen alrededor de 6.820.874 casos anuales universalmente, pero se espera que la incidencia sea mayor en el continente africano, y en segundo lugar en el americano 24.

 

De las infecciones de transmisión sexual más frecuente en Cuba se destacan la sífilis y la blenorragia, cuyas tasas han incrementado de 7,2 y 2,8 respectivamente en 1970, a 85,1 y 33,4 en 1990 y a 130,6 y 411,7 en 1995 por cada 100 mil habitantes, lo que constituye un ejemplo del comportamiento de las infecciones de este tipo 25.

 

El conocimiento, las actitudes y las prácticas se corresponden con las costumbres de cada país, pero los hábitos dependen de la voluntad del hombre, por tanto se impone conocer las actitudes y prácticas de este grupo de edades en relación con las infecciones de transmisión sexual, ya que muchas veces no son adecuadas por carecer de la información requerida y correcta, y en ocasiones a pesar de poseer conocimientos correctos no se practican, ni se actúa en correspondencia con los mismos 26.

 

La educación sexual dirigida a los jóvenes debe ser práctica y no proporcionada solamente por la escuela, sino también a través de los padres en el seno del hogar, que la familia se sienta partícipe y pueda hallarse en condiciones de estimar en que medida se desea asumir de forma estricta los roles sexuales y por tanto disminuir la posibilidad de contraer una Infección de Transmisión Sexual y adoptar una conducta responsable en cuanto a su bienestar físico y mental.

 

Esto coincide con lo planteado por la Sociedad Internacional de Investigación sobre Infecciones de Transmisión Sexual, al señalar que en la adquisición de estas infecciones juega un papel importante una deficiente educación sexual por parte de la escuela y la familia 27.

 

Por todo lo anteriormente expuesto es que nos propusimos actuar en un grupo de adolescentes de la segunda y tercera etapa para mediante la intervención lograr la modificación de conocimientos y por tanto de conducta para de esta forma evitar la infección y transmisión de las infecciones de transmisión sexual y lograr por consiguiente un mejor nivel de salud en la población objeto de estudio.


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Objetivos

 

  1. Modificar los conocimientos sobre infecciones de transmisión sexual, sus síntomas y signos, vías de transmisión y medidas de prevención.
  2. Determinar si la población objeto de estudio conoce los grupos de riesgo.

 

 

Método

 

Características de la investigación.

 

Se realizó un estudio de intervención comunitaria, modalidad escuela, con el objetivo de modificar los conocimientos sobre infecciones de transmisión sexual, en los adolescentes de la segunda y tercera etapa en la comunidad hondureña San Matías de la región de Tegucigalpa del departamento Francisco Morazán en el periodo comprendido desde febrero hasta noviembre del 2005.

 

Se consideró la voluntariedad de los adolescentes para la realización del trabajo y el consentimiento de adolescentes y padres.

 

Algunos autores 13 dividen la adolescencia en tres etapas:

 

  • Primera etapa: 10 – 13 años.
  • Adolescencia propiamente dicha: 14 – 16 años.
  • Adulto joven: 17 – 20 años.

 

En nuestro estudio se tuvo en cuenta la segunda y tercera etapa respectivamente (14 – 20 años).

 

Universo.

 

Estuvo constituido por los adolescentes dispensarizados en la comunidad hondureña San Matías de la región de Tegucigalpa del departamento Francisco Morazán de 14 a 20 años sin impedimento físico ni mental que limiten su participación en el estudio, los cuales se escogieron por un muestreo aleatorio estratificado por edad y sexo seleccionándose una muestra de 45 adolescentes, aplicando para la selección el método de la lotería.

 

Se formaron 3 grupos de 15 adolescentes para la intervención.

 

El estudio de intervención educativa comunitaria constó de tres etapas

 

  • Diagnóstica.
  • Intervención propiamente.
  • Evaluación.

 

Etapa Diagnóstica.

 

En ésta etapa se realizó una encuesta inicial para precisar los conocimientos que tienen los adolescentes sobre las infecciones de transmisión sexual, los cuales se evaluaron por aspectos y de forma global.

 

  • En el ítem 1 “sobre que entienden por infecciones de transmisión sexual”, se consideró suficiente cuando marcaron el inciso b, e insuficiente al marcar otro inciso cualquiera.
  • En el ítem 2 “sobre cuáles son las infecciones de transmisión sexual que conocen”, se consideró suficiente cuando marcaron 7 o más de los 9 incisos posibles (a, d, e, g, h, l, n, o, p), e insuficiente cuando marcaron menos de 7 u otros que no eran de transmisión sexual.
  • En el ítem 3 “sobre las vías de contagios que conocen”, se consideró suficiente cuando marcaron 2 de los 3 incisos posibles (a, c, f), pero insuficiente si marcaban uno solo de los 3 incisos u otras vías.
  • En el ítem 4 “sobre los síntomas y signos”, se consideró suficiente cuando marcaron 5 o más de los 6 incisos posibles (a, c, e, h, k, l) e insuficiente cuando fue menos de 5 u otros de los síntomas o signos.
  • En el ítem 5 “sobre sí se pueden evitar las infecciones de transmisión sexual” sólo se consideraba como suficiente cuando marcaban el inciso a, en cambio si marcaban el inciso b se consideraba insuficiente.
  • En el ítem 6 “sobre las medidas a seguir para evitar una infección de transmisión sexual” se consideró suficiente cuando marcaron 3 de los 4 incisos posibles (b, c, e, g) y cuando marcaron solo dos de estos incisos u otros se consideró insuficiente.
  • En el ítem 7 “sobre los grupos de más riesgo de adquirir una infección de transmisión sexual”, se consideró suficiente cuando marcaron 5 o más de los 7 incisos posibles (a, b, d, g, i, j, k) e insuficiente cuando marcaron 4 o menos u otros grupos poblacionales.

 

Después de evaluado cada ítem se determinó el nivel de conocimientos global de los adolescentes, considerándose a saber:

 

  • Satisfactorio: Cuando respondieron suficientemente todos los ítems, o cuando respondieron 6 correctas, siendo insuficiente solo el ítem 2.
  • Insatisfactorio: cuando tuvieron 5 o menos ítems suficiente.

 

Intervención.

 

Para la realización de la intervención los 45 adolescentes se dividieron en 3 grupos de 15 adolescentes cada uno, para lograr la efectividad de la misma, los cuales trabajaron con la autora, con una frecuencia semanal durante los meses de febrero del 2005 a noviembre del 2005, en sesiones que tuvieron una duración de una hora en un local adaptado para esta actividad.

 

Se consideró escuela a una modalidad de intervención educativa comunitaria caracterizada por el empleo de varias técnicas en su desarrollo tales como: entrevistas, conferencias, discusión grupal, técnicas participativas, entre otras. Además tiene como característica fundamental que los grupos conformados no deben de ser de más de 20 personas, los conocimientos así como las opiniones y los criterios sobre el comportamiento individual y las formas de modificación se evalúan sin ser dogmáticas, sin tratar de imponer criterios médicos con el propósito de transmitir a los adolescentes aptitudes para aumentar en ellos la fuerza de voluntad y el nivel de responsabilidad 28.

 

La intervención persiguió los siguientes fines:

 

  • Posibilitar la creación de espacios de reflexión grupal, ubicando al grupo como principal agente de cambio, en este caso en la adquisición de conocimientos suficientes y de rectificación de conocimientos insuficientes, mitos y tabúes, etc. sobre las infecciones de transmisión sexual.
  • Brindar a los adolescentes elementos de análisis que puedan potenciar su rol protagónico personal-social en la cadena de transmisión de las infecciones sexuales, sí no poseen una sólida educación al respecto.
  • Integrar la problemática de la sexualidad a este análisis para alcanzar un nivel adecuado de autocuidado en este sentido, reafirmando así un nivel de conocimiento suficiente en un sistema de valores que le permitan alcanzar algún grado de responsabilidad social, asegurando en el futuro relaciones saludables y gratificantes que refuerce su autoestima.

 

Para la realización de éste acápite se realizó el siguiente plan temático:

 

  • Sesión 1 “Hola y evaluación inicial”
  • Sesión 2 “Somos adolescentes y somos seres sociales”.
  • Sesión 3 “Con quién nos relacionamos”.
  • Sesión 4 “Conocemos las infecciones de transmisión sexual”.
  • Sesión 5 “Sabemos las consecuencias de las infecciones de transmisión sexual”.
  • Sesión 6 “Sabemos cuidarnos de las infecciones de transmisión sexual”.
  • Sesión 7 “Hasta luego” y retest

 

Plan analítico.

 

Para llevar a cabo las diferentes sesiones se aplicaron técnicas participativas las cuales constituyen un conjunto de procedimientos encaminados a la modificación de conocimientos, aptitudes y prácticas así como la elevación de la conciencia de salud tanto individual como colectiva 28.

 

Sesión 1. Objetivos: Encuadre y evaluación inicial (primera aplicación del cuestionario). Crear un ambiente de desinhibición y confianza a través de la dinámica de presentación y animación “Patio de Vecinos”. Explicación de la actividad (intervención) que el grupo va a desarrollar y valorar las expectativas que la misma provoca y las primeras ansiedades grupales. Aplicación del cuestionario dando a los adolescentes las instrucciones para su llenado.

 

Sesión 2. Objetivos: Plantear la problemática de la adolescencia. Entender la sexualidad como una fuente de salud, placer, afectividad, comunicación, entendiendo que las funciones de la sexualidad son amplias y enriquecedoras.

 

Reafirmación de la presentación grupal a través de la dinámica presentación subjetiva. Tratamiento de los temas adolescencia y sexualidad por medio de la técnica de reflexión y análisis general “El Marciano” y ¿a qué hora manifiesto mi sexualidad?

 

Contenido del tema: Expositivo o explicación necesaria: Características biológicas, psicológicas y sociales de la adolescencia, creencias en torno a la sexualidad, conceptos de sexo y sexualidad a través de la técnica de reflexión “lluvias de ideas”. Posibilidad de la sexualidad: afectos, comunicación y placer, conducta social, procreación, la sexualidad como una dimensión fundamental que mediatiza todo nuestro ser, cambio de la sexualidad de acuerdo con la edad.


Técnica o juego de cierre: “El mundo”.


Modificacion de los conocimientos sobre infecciones de transmision sexual.5

Sesión 3. Objetivos: Brindar la posibilidad a los adolescentes de poder establecer el escalafón social y hacer en él una ubicación adecuada de sus relaciones sociales, como forma más eficaz de prevenir una infección de transmisión social. La regulación social de la sexualidad mediante la técnica aplicada de proyección del vídeo “Mis relaciones sociales”.

Juego de Cierre: “Abrazos musicales cooperativos acróstico con la palabra relación”.

 

Sesión 4. Objetivos: Posibilitar ampliar el caudal de conocimientos que sobre las infecciones de transmisión sexual poseen los adolescentes. Eliminar mitos, tabúes, creencias inadecuadas, etc., que sobre ellas existen. Enfatizar sobre los tipos y síntomas y signos de estas infecciones a través de la técnica empleada de exposición.

Juego de cierre: “El abanico”.

 

Sesión 5. Objetivos: Posibilitar el conocimiento sobre las complicaciones de las infecciones de transmisión sexual, así como las secuelas. Contenido del tema: expositivo o explicación necesaria: la obstrucción tubaria, infertilidad, prostatitis, inflamación pélvica, lesiones del cuello uterino, alteraciones al feto y la muerte entre otras.

Juego de cierre: “Juego de cero y cruz”.

 

Sesión 6. Objetivos: Brindarle la posibilidad de no convertirse en eslabón de la cadena de transmisión. Autocuidado y autorresponsabilidad. Dinámica de reflexión y animación “El Espejo”. Comentario de texto de la dinámica empleada, enfatizando en como la conducta imitada puede ser riesgo de adquirir una infección de transmisión sexual. Tema expositivo sobre los medios y métodos para evitar el contagio,

Juego de cierre: “Las Lanchas”.

 

Sesión 7. Objetivos: Reforzar los conocimientos adquiridos y reevaluación. Ronda inicial a través de comentarios sobre lo aprendido en la sesión anterior, Obtener los nuevos proyectos de vida, en este sentido del adolescente, mediante la elaboración grupal.

 

Evaluación.

 

Se aplicó la misma encuesta inicial a los 45 adolescentes después de terminada la intervención, aplicándose la misma metodología para su evaluación que en la etapa diagnóstica.

 

Técnicas y Procedimientos.

 

Se realizó una revisión bibliográfica en el centro Provincial de Información de Ciencias Médicas a través de los sistemas MEDLINE y LILACS. En las bibliografías utilizadas se mantiene en el título el término de enfermedades, mientras que en la discusión será sustituido por infecciones de acuerdo a la terminología establecida por la OMS 16.

 

Se confeccionó una planilla encuesta (se anexa) en la cual se recogieron las principales variables a saber: edad, sexo, infecciones de transmisión sexual, vías de transmisión, medidas de prevención, etc.

 

La información obtenida se procesó por medios computacionales a través del sistema EPI-INFO 6, confeccionándose las tablas de contingencias de doble entrada, se utilizó como medida resumen el porcentaje y se aplicó la prueba de McNemar, para evaluar los cambios significativos con un error permisible de un 5%, con la utilización del EPISTAT en aquellos cuadros en que sea posible su aplicación. En nuestro estudio el nivel de significación utilizado fue el de alta significación (cuando la p sea menor de 0,01).

 

Se realizó análisis y discusión de los resultados a través de comparaciones que permitieron alcanzar los objetivos propuestos y emitir conclusiones.

 

Análisis y discusion de los resultados

 

En la actualidad, a pesar de los adelantos en los conocimientos médicos y el desarrollo de la atención primaria, ha habido un incremento de las infecciones de transmisión sexual, principalmente en los jóvenes, y dentro de ellos, son los adolescentes el grupo etáreo más severamente afectado, no sólo biológicamente, sino también psíquica y socialmente 22,29,30.

 

La prevención de las infecciones de transmisión sexual y SIDA es una cuestión de educación y debería convertirse en un simple e importante hábito de higiene, tan rutinario como bañarse, lavarse las manos, cepillarse los dientes, actos que las personas realizan sin ningún temor al riesgo de morir ahogados en una bañera o de escurrirse lentamente por los desagües de la historia 31.

 

Si analizamos los conocimientos de los adolescentes sobre la definición de infecciones de transmisión sexual (Cuadro I) vemos que antes de iniciar la intervención sólo el 22,2% (10 casos) era suficiente, una vez terminada la misma el 93,3% (42 adolescentes) alcanza esta categoría, dado que el 91,4% de los que estaban insuficientes modifican sus conocimientos a suficientes, por lo que los cambios observados son significativos desde el punto de vista estadístico (p < 0,01). Este hecho se corresponde con la literatura revisada donde García Hernández32 demuestra como en un inicio el 85,7% de los adolescentes tienen conocimientos sobre el concepto de infecciones de transmisión sexual; sin embargo al final de la intervención logra que el 100% pueda saber más acerca de ¿qué son las infecciones de transmisión sexual?

 

Cuadro I: Conocimiento de los adolescentes sobre las infecciones de transmisión sexual.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimiento_conocimientos_adolescentes

 

* Calculado en base al total de antes. p < 0,01

** Calculado en base al total de adolescentes.

Fuente: Planilla encuesta.

 

El conocimiento previo sobre las infecciones de transmisión sexual según algunos autores, es un elemento relevante, como núcleo importante para prevenir dichas infecciones 33,34. Se requiere por tanto una apertura de los conocimientos de las infecciones sexuales, en la cual debe participar con gran influencia la familia, la escuela y los amigos; así como establecer estrategias para lograr dichos conocimientos 35.

 

Si apreciamos los conocimientos de los adolescentes sobre los tipos de infecciones (Cuadro II), al inicio el 100,0% desconocían estas infecciones y después de la intervención el 91,1% logra conocimientos suficientes, por lo que los cambios fueron significativos, a pesar de no aplicarse ninguna técnica estadística por requisitos de la misma, pero hubo un cambio de todo negativo a la mayoría positivo.

 

Cuadro II: Conocimientos de los adolescentes sobre los tipos de infecciones de transmisión sexual.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimiento_adolescentes_tipos

           

Fuente: Planilla encuesta.

 

Este hecho tiene relevancia y correspondencia con lo revisado en la literatura donde el conocimiento de los adolescentes es bajo, por lo que mantienen un comportamiento riesgoso lográndose mejoría después de la intervención educativa 22.

 

Así mismo García Hernández 32 demuestra que la mayoría de los adolescentes conocían las infecciones de transmisión sexual, fundamentalmente SIDA y sífilis; pero no conocían otras variedades (Hepatitis B y C o pediculosis pubis); sin embargo después de la intervención todos los adolescentes identifican las infecciones de transmisión sexual.

 

Otros autores 36,37 plantean que las infecciones más conocidas por los adolescentes antes de aplicar un programa educativo eran la gonorrea y la sífilis, variando significativamente después de la aplicación de dicho programa lo que coincide también con nuestros resultados.

 

La mayor parte de las infecciones de transmisión sexual se adquieren como su nombre lo indica mediante el contacto sexual, a expensas del placer más difundido en la humanidad.

 

Al inicio de la intervención educativa, sólo el 15,6% (7 adolescentes) tenían un conocimiento suficiente de las vías de contagio de las infecciones de transmisión sexual, después de la misma el 88,9% (40 jóvenes) tienen esta categoría, porque el 86,8% de los que tenían conocimientos insuficientes lo modifican a suficiente, por lo que los cambios son significativos (p < 0,01) (Cuadro III). Hecho que se corresponde con la bibliografía revisada.

 

Cuadro III: Conocimientos de los adolescentes sobre las vías de contagio de infecciones de transmisión sexual.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimiento_vias_contagio

 

* Calculado en base al total de antes. p < 0,01

** Calculado en base al total de adolescentes.

Fuente: Planilla encuesta.

 


Modificacion de los conocimientos sobre infecciones de transmision sexual.6

Debido a que las infecciones de transmisión sexual y el SIDA entre ellas, afectan fundamentalmente a la población joven la cual está deficientemente informada, debemos dirigir nuestros esfuerzos hacia ella, de manera que modifiquen hábitos y conductas sexuales para evitar la transmisión de estas infecciones 34,38.

 

Es necesario, por tanto, ubicar la educación sexual a la altura que exigen los cambios sociales en nuestros tiempos, como primer paso en el desarrollo de una conducta sexual saludable. Evitando que se enfermen un número mayor de individuos contribuimos a disminuir la morbilidad y mortalidad por infecciones de transmisión sexual, obteniendo con menos gastos más salud 37,39.

 

En la actualidad las infecciones de transmisión sexual constituyen el grupo más frecuente de enfermedades de declaración obligatoria, siendo esta alternativa el único modo de contener y controlar la expansión de las infecciones de transmisión sexual en el futuro inmediato 22.

 

Es a través de la promoción de conductas por la educación sanitaria y la intervención sobre la esfera cognitiva que se puede modificar la conducta, además de lograr cambios importantes en estilos de vida planteándose así actualmente incluso para la prevención de otras entidades (hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, etc.) donde el médico de asistencia debe brindar información al paciente acerca de su enfermedad para convencerlo de realizar determinados cambios en su estilo de vida 22,32,39.

 

Cuando analizamos los conocimientos de los adolescentes sobre los síntomas y signos de las infecciones de transmisión sexual (Cuadro IV) nos damos cuenta que antes del inicio de la intervención el 4,4% (2 adolescentes) tenían un conocimiento suficiente, mas una vez concluida la misma el 86,7% (39 adolescentes) logra alcanzar dicha categoría, puesto que el 86,1% de los que estaban insuficientes modifican sus conocimientos a suficientes; lo cual es considerado significativo (p < 0,01) desde el punto de vista estadístico.

 

Cuadro IV: Conocimientos de los adolescentes sobre síntomas y signos de infecciones de transmisión sexual.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimiento_sintomas_signos

 

* Calculado en base al total de antes. p < 0,01

** Calculado en base al total de adolescentes.

Fuente: Planilla encuesta.

 

Martínez y Fariñas 40 plantean que el desconocimiento que presentan los adolescentes acerca de los síntomas y signos de las infecciones de transmisión sexual pone en evidencia la importancia de incrementar los programas de comunicación apropiados para el contexto local.

 

Por lo que reviste vital importancia la información que se brinde a los mismos acerca de la variedad de las manifestaciones clínicas que se pueden presentar en el curso de estas infecciones, para que con ello puedan identificarlas y acudir inmediatamente a su médico de asistencia.

 

En el cuadro V donde se resumen los conocimientos de los adolescentes sobre si las infecciones de transmisión sexual se pueden evitar, observamos que desde el inicio del estudio hay un conocimiento de que estas infecciones pueden ser evitables lo que se corrobora en el hecho de que el 68,9% (31 adolescentes) poseían este conocimiento, y este se incrementa al concluir la intervención en que sólo el 2,2% tenían un conocimiento insuficiente por lo que los cambios no fueron significativos (p > 0,01) lo cual se corresponde con la literatura revisada 41.

 

Cuadro V: Conocimientos de los adolescentes sobre si las infecciones de transmisión sexual se pueden evitar.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimiento_adolescentes_evitar

 

* Calculado en base al total de antes. p > 0,01

** Calculado en base al total de adolescentes.

Fuente: Planilla encuesta.

 

Sin embargo a la hora de analizar los conocimientos de los adolescentes sobre las medidas para prevenir las infecciones de transmisión sexual (Cuadro VI) vemos que desde el inicio hay desconocimiento al respecto ya que el 20,0% (9 adolescentes) dominaban las medidas para su prevención y al final de la intervención observamos cómo el 84,5% logra tener un conocimiento suficiente sobre este importante tema de la prevención, motivado fundamentalmente porque el 80,6% de los que tenían un conocimiento insuficiente lo modifican a suficiente siendo este hecho altamente significativo (p < 0,01).

 

Cuadro VI: Conocimientos de los adolescentes sobre las medidas para prevenir una infección de transmisión sexual.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimiento_medidas_prevencion

 

* Calculado en base al total de antes. p < 0,01

** Calculado en base al total de adolescentes.

Fuente: Planilla encuesta.

 

En un estudio realizado sobre la utilización del condón o preservativo, que es una de las medidas más importantes para evitar una infección de transmisión sexual; se pone en evidencia el desconocimiento sobre el mismo tanto en hombres como en mujeres, lo que demuestra que los padres y en general los adultos se oponen a que se le informe a los adolescentes sobre el uso de anticonceptivos y es necesario adoptar las premisas de algunos pedagogos al decir que: “en materia de anticoncepción, es mejor llegar un año antes que un día tarde” 22,41.

 

Las infecciones de transmisión sexual, comprendidas dentro del grupo de afecciones contagiosas, que se propagan básicamente por contacto sexual, continúan siendo una epidemia en la mayor parte de los países del mundo y constituyen el principal exponente de la profunda influencia de la conducta humana 42.

 

Actualmente se han roto tabúes y prohibiciones y se ha hecho inevitable el crecimiento conjunto de jóvenes de ambos sexos. Esto propicia que durante la adolescencia, cuando los impulsos eróticos se intensifiquen, existan una serie de posibilidades de satisfacerlos sin haber alcanzado aún la madurez emocional ni la educación necesaria para enfrentar con responsabilidad las demandas de esta etapa de la vida 43,44.

 

Los jóvenes adultos son los grupos que mayor riesgo corren de adquirir una infección de transmisión sexual por un buen número de razones. Es más probable que tengan relaciones sexuales sin protección alguna; y sus compañeros/as corren mayor riesgo de contraer infecciones 45,46.

 

La abstinencia es 100% efectiva. No puedes salir dañado/a si no juegas ese juego 45; pero si ya decidiste que vas a tener relaciones sexuales, usa protección, cada vez.

 

Un estudio reciente en los Estados Unidos indica que la mitad de los adolescentes sexualmente experimentados, no usó condón la última vez que tuvieron un coito. El uso del condón no elimina completamente el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual; pero reduce el riesgo - ¡bastante!, por ejemplo, los condones te dan casi el 100% de protección contra el VIH 45,47.

 

Con el avance de la ciencia y la sociedad, la liberación de los prejuicios, los métodos simples de prevención del embarazo, la mayor libertad de la mujer, el alargamiento de la vida y con él de la vida sexual activa, la posibilidad de contacto sexual humano ha aumentado exponencialmente y con ello el riesgo de adquirir infecciones sexuales transmisibles 38,48.

 

La prevención primaria orientada a la educación poblacional es la estrategia más efectiva para reducir y controlar la propagación de las infecciones de transmisión sexual.

 

El conocimiento sobre los grupos de riesgo (Cuadro VII), aspecto importante a tener en cuenta, era insuficiente en un 80,0% (36 adolescentes) al inicio del estudio; sin embargo al terminar la intervención vemos un predominio de los conocimientos suficientes en un 86,7% lo que fue significativo (p < 0,01) dado que el 83,3% de los insuficientes lo modificaron a suficiente.


Modificacion de los conocimientos sobre infecciones de transmision sexual.7


Cuadro VII: Conocimientos de los adolescentes sobre los grupos de riesgo.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimiento_grupos_riesgo

 

* Calculado en base al total de antes. p < 0,01

** Calculado en base al total de adolescentes.

Fuente: Planilla encuesta.

 

Los grupos de alto riesgo están constituidos por aquellas personas las cuales presentan alteraciones socioconductuales, cuyas relaciones sexuales las realizan sin una selección adecuada y con cambios frecuentes de pareja, entre los que podemos encontrar a los jóvenes por ser los de mayor actividad sexual 49,50.

 

Álvarez y Gil 26,51 sólo logran modificación de los conocimientos sobre los grupos de riesgo en un 88,7 y 89% respectivamente, siendo nuestros resultados similares a los de estos autores, pensamos que esto se deba a que los adolescentes por estar en etapa de formación sean más receptivos a la información brindada.

 

Al valorar los conocimientos de los adolescentes de forma general sobre las infecciones de transmisión sexual (Cuadro VIII) observamos que el 95,6% (43 adolescentes) al inicio de la investigación no tenían un conocimiento adecuado de las mismas, los que fueron modificados con la intervención permitiendo que de este grupo el 83,7% alcanzara la condición de suficiente lo que posibilitó que el 84,5% de todos los adolescentes tuvieran esta condición, lo que demuestra por tanto que los cambios observados fueron significativos (p < 0,01).

 

Cuadro VIII: Conocimientos generales sobre las infecciones de transmisión sexual en los adolescentes.

 

infecciones_transmision_sexual/conocimientos_adolescentes

 

* Calculado en base al total de antes. p < 0,01

** Calculado en base al total de adolescentes.

Fuente: Planilla encuesta.

 

La modificación del comportamiento sexual es uno de los aspectos más significativos que se deben lograr en la prevención de las infecciones de transmisión sexual, y a nuestro juicio esto sólo puede lograrse con los programas de información, asesoramiento y comunicación bien diseñados que pertrechen a los jóvenes de los conocimientos, las capacidades y el apoyo que necesitan para prevenir estas infecciones 48,52.

 

Varios autores 51,53 consideran que el binomio salud/educación debe trabajar en conjunto para el redimensionamiento de los aspectos inherentes a los problemas en esa área, para la correcta comprensión de la salud del adolescente/proceso de aprendizaje, por tanto los programas de educación en salud, deben ir dirigidos a los adolescentes; los cuales deben de hablar fundamentalmente del SIDA y de las infecciones de transmisión sexual.

 

Desde la más remota antigüedad han existido enfermedades relacionadas con la sexualidad, sin embargo nos ha tocado en nuestros días vivenciar las causas del incremento y de esta forma se ha concluido que el decrecer de la edad de la madurez sexual con la entrada más activa, la libertad sexual cada vez mayor, la existencia de tratamiento eficaz para algunas infecciones de transmisión sexual; que ha dado una falsa seguridad en las poblaciones juveniles quienes desconocen la farmacorresistencia, u olvidan la posibilidad de adquirir una infección – enfermedad VIH/SIDA, la comercialización del sexo, la industria del sexo y el turismo sexual con su exponente máximo el trabajador sexual, entre otros han favorecido que aumenten las cifras a nivel internacional 38,54,55.

 

En un estudio de intervención realizado por Kumaranayake 56 se plantea que los costos de las mismas (infección de transmisión sexual) no son tan elevados, teniendo en cuenta la efectividad alcanzada al modificar conocimientos, que conllevan a cambios de conductas y de la incidencia de infecciones de transmisión sexual, si añadimos que las técnicas de diagnóstico y tratamiento tienen un alto costo, se impone el arte de prevenir o sea evitar antes de tener que diagnosticar.

 


Conclusiones

 

Fue efectiva la intervención educativa, al modificarse en los adolescentes los conocimientos sobre las infecciones de transmisión sexual, sus síntomas, signos, vías de transmisión y medidas de prevención.

 

Los adolescentes logran conocer los grupos de riesgo para las infecciones de transmisión sexual.

 

 

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