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Practicas sexuales en la poblacion valenciana
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Autor: Luzmila Fuentes
Publicado: 26/05/2009
 

Las prácticas sexuales de los individuos pueden ser de bajo o alto riesgo dependiendo si usan sistemáticamente o no el condón, definiéndose como riesgo en Salud Pública a un evento cuya presencia aumenta la probabilidad de un resultado adverso; de manera que puede conducir a la enfermedad o la muerte. Objetivo: Analizar las prácticas sexuales en la población de Valencia Estado Carabobo año 2007.


Practicas sexuales en la poblacion valenciana.1

Prácticas sexuales en la población valenciana año 2007.

 

Fuentes Luzmila. Magister en Ciencias. Adscrita a la Universidad de Carabobo. Docente del Departamento de Salud Pública

 

Martin Emma. Master en Salud Pública. Adscrita a la Universidad de Carabobo. Venezuela Docente del Departamento de Salud Pública

 

Pérez Amílcar. Magíster en Investigación Adscrito a la Universidad de Carabobo. Venezuela Docente del Departamento de Salud Pública

 

Libreros Liliana. Magister en Investigación. Adscrito a la Universidad de Carabobo. Venezuela Docente del Departamento de Salud Pública

 

Rada Lino. Doctor en Ciencias Médicas. Adscrito a la Universidad de Carabobo. Docente del Departamento de Salud Pública

 

 

Resumen          

 

Las prácticas sexuales de los individuos pueden ser de bajo o alto riesgo dependiendo si usan sistemáticamente o no el condón, definiéndose como riesgo en Salud Pública a un evento cuya presencia aumenta la probabilidad de un resultado adverso; de manera que puede conducir a la enfermedad o la muerte. Objetivo: Analizar las prácticas sexuales en la población de Valencia Estado Carabobo año 2007.

 

Metodología: el diseño es transeccional transversal. La muestra de estudio estuvo conformada por 500 personas de la ciudad de Valencia, tanto varones como hembras a partir de la adolescencia hasta la vejez. La muestra fue no probabilística o dirigida del tipo accidental, la técnica para la recolección de datos fue una encuesta tipo cuestionario la cual se hizo efectiva a través del cuestionario de carácter anónimo, con cinco (5) preguntas relacionadas con: la edad, el sexo, edad de inicio de las relaciones sexuales, número de parejas sexuales hasta el momento actual y el uso o no de preservativo. Se utilizó la estadística descriptiva univariada para describir las variables en estudio a partir de tablas y gráficos con frecuencias absolutas, relativas, medida de tendencia central medidas de dispersión.

 

Resultados: El 50,20% de la muestra refiere prácticas sexuales de bajo riesgo. El promedio de edad de inicio ha disminuido en aproximadamente entre tres y cuatro años al comparar adolescentes con adultos maduros y la vejez. El número promedio de parejas es dos para los adolescentes, tres para los adultos jóvenes, medios y maduros para ambos sexos, con respecto a la vejez el promedio es de cuatro para las hembras y para los varones. Conclusiones: Las prácticas de alto y bajo riesgo son muy similares porque casi la mitad de la población encuestada no usa condón. Además se observo un descenso de la edad de inicio de relaciones sexuales tantos en varones como en hembras

 

Palabras clave: riesgo, condón, prácticas sexuales

 

 

Introducción

 

Las prácticas sexuales de los individuos pueden ser de bajo o alto riesgo dependiendo si usan sistemáticamente o no el condón, definiéndose como riesgo en Salud Pública a un evento cuya presencia o ausencia aumenta la probabilidad de un resultado adverso; de manera que puede conducir hasta la enfermedad o la muerte. En este caso el embarazo no deseado, los abortos e infecciones de transmisión sexual, incluyendo VIH/SIDA, son el resultado de prácticas sexuales de alto riesgo. Igualmente estas prácticas sexuales de alto riesgo pueden producir otros daños como el social que afectan al individuo, a la pareja y a la comunidad. Entre esos daños se encuentra la interrupción de la escolaridad, la ruptura de los planes de vida o los sueños futuros, los conflictos de pareja, y desintegración familiar como la separación o el divorcio. (1) El primer estudio mundial sobre Salud Sexual y Reproductiva, coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que las relaciones sexuales sin protección y de riesgo, son la segunda causa más frecuente de enfermedad y muerte en países en vías de desarrollo y la novena en naciones desarrolladas, por lo cual éste organismo calificó el riesgo de las relaciones sexuales no seguras como enorme y creciente. (2)

 

La Organización Panamericana para la Salud (OPS), refiere que en los últimos años la propagación del VIH, principalmente por medio del contacto sexual sin protección, ha ocasionado 35.000 millones de muertes en todo el mundo, desde el comienzo de la epidemia, lo que ha afectado directamente la integridad de las familias y la economía como se evidencia en el África subsahariana donde la esperanza de vida al nacer es hoy de 47 años, y si no hubiese SIDA se situaría en torno a los 62 años. (3)

 

Con relación, al promedio de edad de inicio de la relación sexual, varía de una región a otra. En México es de 15,2 años, en Estado Unidos 16,3, Francia 16,6 Alemania 17,7 para el año 2002 (3) En el Brasil, Etiopía, el Gabón, Haití, Kenya, Letonia, Malawi, Nicaragua y Polonia, más de una cuarta parte de los varones de 15 a 19 años de edad tienen su primera relación sexual antes de cumplir 15 años. En América Latina y el Caribe, la edad media del primer encuentro sexual para los varones es más temprana que para las niñas, y oscila desde 12,7 años para los varones y 15,6 para las niñas, en Jamaica hasta 16,0 años para los varones y 17,9 años para las niñas en Chile. La primera relación sexual de las venezolanas es a los 16,5 años, según estudios de cohorte de los hospitales Vargas, Lídice, Materno Infantil Caricuao y Santa Ana, "se observa un discreto desplazamiento que ha disminuido la edad promedio en casi un año, desde hace cuatro años". En Venezuela 33% de las mujeres cuyas edades oscilan entre 20 y 24 años se iniciaron antes de los 18 años y más de 50% antes de los 19 años. Una décima parte lo hizo antes de los quince. En los varones, venezolanos y del resto de la región, el promedio de edad para la primera relación sexual es de 15,5 años (4, 5,6)

 

Con respecto al número de parejas un estudio realizado en España, se muestra que el 21,6% de hombres y un 4,6% de mujeres han tenido más de 10 parejas sexuales, a lo largo de la vida. (7)

 

Referente a las prácticas sexuales sin protección o de alto riesgo, el 35% de las personas lo hacen sin conocer el pasado de su pareja, siendo más responsables los jóvenes entre 16 y 20 años, ya que solo el 25% no usa el condón, frente a los mayores de 35 años que no lo utiliza en el 50%. (7)

 

Por otra parte, a medida que las jóvenes parejas van estableciendo relaciones a largo plazo, son mayores las probabilidades de que utilicen anticonceptivos, pero tienden a utilizar métodos distintos de los condones, con lo cual disminuye su posibilidad de protegerse a sí mismos contra las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH (4,6)

 

En general, los individuos parecen no tener conciencia de que ellos son los responsables primarios para mantener su cuerpo en estado de salud y depositan esta responsabilidad en el Estado. El reto y la responsabilidad de reducir los riesgos en la medida de lo posible para vivir una vida larga y saludable incumben a las personas, las poblaciones y sus gobiernos. Aunque rara vez los gobiernos pueden esperar eliminar por completo los riesgos, pueden intentar aminorarlos hasta un nivel más aceptable y explicar, mediante una comunicación franca con el público, por qué y cómo lo están haciendo. Los gobiernos también deben conseguir la confianza del público, pues éste no tarda en juzgar si los riesgos se están gestionando debidamente en su beneficio.

 

En atención a la problemática es importante estudiar las prácticas sexuales de los individuos. En este sentido el propósito de este estudio es analizar las prácticas sexuales de riesgo de los Valencianos, con el fin de proporcionar una orientación sobre las estrategias dirigidas a mejorar las percepciones sobre los riesgos en las prácticas sexuales, fortaleciendo los aspectos relativos al comportamiento sexual responsable y, desde una perspectiva integral, lograr la participación efectiva de ambos sexos, en planificación y evaluación de las acciones de salud que se reflejaría en niveles de salud y bienestar comparables no solo entre sí, sino en relación con los niveles alcanzados en poblaciones específicas.

Materiales y métodos

 

El nivel de la investigación fue descriptivo con un diseño transeccional transversal donde se estudio la evolución de las variables a lo largo del tiempo pero se hace una sola medición distinguiendo en la población distintos grupos de edad con el fin de inferir la evolución con el paso del tiempo de las variables observadas. (10).La muestra de estudio estuvo conformada por 500 personas de la ciudad Valencia, Edo. Carabobo, tanto varones como hembras a partir de la adolescencia hasta la vejez, siguiendo la clasificación de los grupos de edad de los autores franceses (11.)La muestra fue seleccionada en los meses de junio y julio del 2007. La muestra fue no probabilística o dirigida de tipo accidental.


Practicas sexuales en la poblacion valenciana.2

La técnica para la recolección de los datos fue una encuesta escrita la cual se hizo efectiva a través de un cuestionario de carácter anónimo, con cinco (5) preguntas relacionadas con: la edad, el sexo, edad de inicio de las relaciones sexuales, número de parejas sexuales hasta el momento actual y el uso o no de preservativo. La encuesta fue realizada en establecimientos públicos de salud y urbanizaciones de la ciudad siendo los encuestadores estudiantes del cuarto y quinto año de la carrera Medicina de las asignaturas Educación Sexual y de Medicina preventiva II específicamente del modulo de ITS durante los meses de junio y julio del año 2007. Se utilizó la estadística descriptiva univariada para describir las variables en estudio a partir de tablas y gráficos con frecuencias absolutas, relativas, medida de tendencia central medidas de dispersión. Se utilizó el Programa Statgraphis Plus 5.1.

 

Resultados

 

Se encuestaron 500 personas de ambos sexos, con un promedio de edad de 38,95+/-15,40, con rangos de edad entre 11y 83 años procedentes de diferentes lugares de la Ciudad de Valencia El promedio de edad de las mujeres fue de 38,94 +/- 15,64 y el de los hombres de 38,92 +/-15,34. El 56,40% eran hombres y el 43,60% eran mujeres.

 

Con respecto al grupo de edad se observa que el mayor porcentaje de la muestra son los adultos jóvenes y medios representando el 54,40% del total de encuestados. Los varones predominan en todos los grupos de edad (Tabla I) La edad promedio de inicio de las relaciones sexuales es menor en el grupo de los adolescentes, siendo muy similar en ambos sexos. Al comparar los distintos grupos de edad se observa que la edad promedio de inicio de relaciones sexuales en ambos sexos es muy parecida en casi todos los grupos de edad excepto en la vejez donde el promedio es mayor en las mujeres. (Tabla II) En lo que respecta al número de parejas se puede observar que este aumenta en función de la edad, siendo menor en los adolescentes y mayor en la vejez, con pocas diferencias en cuanto a sexo. (Tabla III)

 

Tabla I. Frecuencias absolutas y relativas de los encuestados según edad y sexo. Valencia Estado Carabobo Año 2007.

 

practicas_sexuales_riesgo/edad_sexo_sexual

 

Fuente: Datos obtenidos de la encuesta

 

Tabla II. Promedio de edad y desviación estándar de inicio de relaciones sexuales de los encuestados, según sexo y grupos de edad. Valencia, 2007.

 

practicas_sexuales_riesgo/inicio_relaciones_sexuales

 

Fuente: Datos obtenidos de la encuesta

 

Tabla III. Mediana y Rangos intercuartiles del número de parejas de los encuestados según grupos de edad y sexo. Valencia. Estado Carabobo Año 2007.

 

practicas_sexuales_riesgo/numero_parejas

 

Fuente: datos de la encuesta

 

El 50,20% de la muestra tiene prácticas sexuales de bajo riesgo siendo los adolescentes y los adultos jóvenes quienes tienen el mayor porcentaje de uso del condón, representando el 45%. El 49,80% de los encuestados refiere prácticas sexuales de alto riesgo siendo mayor en el grupo de 60 y más años (Tabla IV) Se destaca que al comparar el bajo riesgo y el alto riesgo entre los hombres es mayor el alto riesgo con un 29%. En cambio al hacer esa comparación entre las mujeres predomina el bajo riesgo con 22.8% (tabla V) Con respecto al tipo de prácticas según grupos de edad y sexo se encuentra que el grupo de edad de la adolescencia y adulto jóvenes de ambos sexos son quienes tienen los mayores porcentajes de prácticas de bajo riesgo, comparada con las prácticas de alto riesgo para estos grupos de edad con un 77,03% y 66,29% respectivamente. Con respecto al bajo riesgo y grupos de edad se observa un descenso de las prácticas de bajo riesgo a medida que aumenta la edad. Con relación a sexo, grupo de edad y prácticas de bajo de bajo riesgo se evidencia que en casi todos los grupos predominan las practicas de bajo riesgo en los varones excepto en el adulto medio y maduro donde las mujeres son quienes tienen más practicas de bajo riesgo ya que usan mas el condón. Por otra parte, si comparamos el alto riesgo por sexo y grupos de edad son también los hombres los que tienen el mayor porcentaje de riesgo. (Tabla VI)

 

Tabla IV. Frecuencias absolutas y relativas del tipo de práctica de riesgo de los encuestados, según grupos de edad. Valencia estado Carabobo. 2007.

 

practicas_sexuales_riesgo/tipo_practica_riesgos

 

Fuente: datos de la encuesta

 

Discusión

 

Al ser un estudio con una muestra no probabilística y accidental no es representativa de la población valenciana y por lo tanto tampoco de Venezuela, por ello los resultados solo corresponden a los varones y hembras encuestados. Además al ser un tema tan privado de la vida de la persona pueden tener sesgos de información ya sea que se sub informe o se sobre informe. Sin embargo, el hecho de haber usado la encuesta a través del cuestionario y no de la entrevista, que es la técnica más recomendada según expertos en esta área de investigación sobre temas tan íntimos, como la sexualidad, le dan una mayor confiabilidad a los resultados obtenidos. (7)

 

En la mayoría de los estudios revisados sobre prácticas sexuales de riesgo, los individuos se corresponden con los grupos de edad de la adolescencia y del adulto joven, estos últimos entre los 20 y 30 años probablemente porque se asocia a estos grupos de edades como las etapas de mayor actividad sexual, etapa de exploración y menor estabilidad con la pareja. Por lo tanto, no fue posible comparar todos los grupos de edades estudiados en esta investigación con otros estudios; sin embargo permitió visualizar las prácticas sexuales entre los grupos de edad entre sí, infiriéndose así la evolución de estas prácticas sexuales de riesgo.


Practicas sexuales en la poblacion valenciana.3

Los adolescentes encuestados refirieron un promedio de edad de inicio de las relaciones sexuales de 15 años observándose un descenso de alrededor de 4 años en la edad de inicio de relaciones sexuales al compararlas con los encuestados de los grupos de adultos maduros y los grupos de la vejez, tanto varones como hembras, al igual que lo referido en otros estudios (4 y 5). Al compararlo con investigaciones de otros países se encuentra que este promedio de edad de inicio es menor que el señalado en esas investigaciones (10,11). Pero este promedio de edad de inicio está todavía dentro de los promedios (15 – 19 años) encontrados en el primer estudio mundial de Salud Sexual y Reproductiva del 2006, realizado en 59 países (2). Este resultado en la edad de inicio se opone con lo esperado, si se considera que a partir de la mitad de la década de los ochenta, después de la aparición del VIH, se incrementaron los programas de educación sexual por parte de organizaciones como la OMS y la OPS (7) acerca de las relaciones sexuales sin riesgo siendo una de ellas la abstinencia para los adolescentes lo cual debería retardar el inicio de las relaciones sexuales; pero algunos estudios han mostrado el fracaso de los programas dirigidos solo hacia la abstinencia como prácticas sexuales sin riesgo para adolescentes (7).

 

Sin embargo, la promoción de otras medidas además de la abstinencia pueden ser exitosas como lo señala el Informe Mundial de VIH/SIDA del 2006 donde se cita que a lo largo del pasado decenio, en muchos países con epidemias generalizadas se han producido cambios positivos en el comportamiento sexual de los jóvenes tales como: mayor uso del preservativo, aplazamiento del inicio sexual y menos parejas sexual, lo cual ha repercutido en claros retrocesos en la prevalencia del VIH entre jóvenes en el período de 2000 a 2005 en Botswana, Burundi, Kenya, Malawi, Rwanda, Tanzania y Zimbabwe (12).

 

Con respecto a la edad de inicio de las relaciones sexuales existe cierta controversia en algunos investigadores. No obstante, algunos señalan que no existen diferencias en las edades de inicio de actividad sexual entre varones y hembras, los hallazgos de esta investigación están acorde con el planteamiento de que hay similitud en la edad de inicio excepto en la vejez donde la edad promedio es menor en los varones. (3)

 

En cuanto al número de parejas son los adultos maduros y los que están en etapa de vejez, los que tienen el mayor número de parejas, lo cual es lógico por tener el mayor número de años vividos; sin embargo, en promedio estos son valores menores que lo reportado a nivel mundial, 10,5 parejas a lo largo de la vida (7). Cuando lo diferenciamos por sexo en la investigación realizada se encuentra que la mediana es similar para ambos sexos de 4,46 y 4,47 para masculinos y femeninos respectivamente mientras que en el estudio antes mencionado es de 7,2 para mujeres y 12,4 en los hombres. Con relación a los adolescentes y adulto joven si los comparamos con otros estudios reportan que las medianas de parejas estaban entre 2,2 y 6,5 con medianas mayores en el sexo masculino (7,13,14,15), en el presente estudio se refiere un menor promedio, de dos parejas para los adolescentes y de tres en los adultos jóvenes de ambos sexos, lo cual pudiéramos especular que ha sido la educación sexual lo que ha influido en la tendencia a la disminución del número de parejas sexuales en estos grupos de edades. Aun así es importante plantearse que los adolescentes y adultos jóvenes pudieran a lo largo de la vida superar el promedio de parejas de la vejez al alcanzar esas etapas de la existencia.

 

Con respecto al tipo de prácticas de riesgo se reporta que el 50,20% de la muestra en general tiene practica sexuales de bajo riesgo, al discriminarlos por edad observamos que a partir de la adultez media menos del 20% tiene práctica sexual de bajo riesgo esto pudiera explicarse porque corresponden a las edades donde las personas tienden a conformar parejas estables en quienes se tiene confianza y usan otros métodos anticonceptivos, o precisamente por tener parejas estables plantear practicas de bajo riesgo es admitir que se tiene otra pareja o que se duda de la monogamia de la pareja. Con respecto a las prácticas de bajo riego en los adolescentes y adultos jóvenes se encontró que son mayores (77,03 y 66,29% respectivamente) a lo señalado por los estudios revisados las cuales están en un rango del 30% y 70% (7, 14,16, 17). Es importante destacar que las prácticas de alto son muy elevadas especialmente a partir de los adultos medio y no puede plantearse una tendencia clara a prácticas de bajo riesgo porque la posibilidad de tener alto o bajo riesgo es casi de uno a uno.

 

Conclusiones y Recomendaciones

 

Los encuestados tienen prácticas sexuales de bajo y alto riesgo similares porque casi la mitad no usa preservativo en sus actividades sexuales, siendo más evidentes en los varones de los grupos de adultos medios en adelante. Además del descenso de la edad de inicio de relaciones sexuales tanto varones como hembras en unos 4 años al compararla con el adulto maduro y la vejez, aumenta la probabilidad de riesgo de VIH/SIDA y de otras infecciones de transmisión sexual (ITS).

 

Asimismo, se observo un aparente descenso del número de pareja en los grupos de adolescentes y adulto jóvenes.

 

De tal manera es recomendable que se continúen los programas la educación sexual dando énfasis en el auto cuidado de la salud, el retardo del inicio de las relaciones sexuales, las relaciones monógamas y el uso correcto y sistemático del condón dirigiéndolos a todos los grupos y sexo. Estos programas de educación sexual deben iniciarse antes de la adolescencia con contenidos adecuados a los niños y con la participación de los padres. No de forma aislada sino como parte de la salud sexual expresada como la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionada con la sexualidad como lo plantea la OPS. Esa educación debe estar basada en los contenidos de la reunión del año 2002 sobre la promoción de la salud sexual de la OPS, OMS y las WAS haciendo énfasis en la sexualidad como dimensión fundamental del hecho del ser un ser humano basado en el sexo incluyendo genero, identidad del sexo y genero, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción así como en comportamientos sexuales responsables expresados en los planos personal, interpersonal, y comunitario y caracterizados por autonomía, madurez, honestidad, respeto, consentimiento, protección, búsqueda de placer y bienestar.

 

Además es necesario hacer estudios sobre percepción de riesgos en las prácticas sexuales con perspectiva de género en vista que la sociocultura influye en la forma en que los hombres y las mujeres asumen su comportamiento sexual.

 

 

Referencias Bibliográficas

 

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