Automedicacion en el adulto mayor
Autor: Lic. Manuel J. Boggio | Publicado:  6/07/2009 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Farmacologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Geriatria y Gerontologia | |
Automedicacion en el adulto mayor.1

Automedicación en el adulto mayor.

 

Autor: Manuel J. Boggio J. Licenciado en Enfermería. Magister en Enfermería Gerontológica y Geriátrica. Docente adscrito al Departamento de Enfermería Salud Integral del Adulto de la Universidad de Carabobo. Venezuela.

 

Dora Aranguren B. Licenciada en Enfermería. Magister en Enfermería Gerontológica y Geriátrica. Docente adscrito al Departamento de Enfermería Salud Integral del Adulto de la Universidad de Carabobo. Venezuela.

 

Resumen.

 

La siguiente investigación tiene como título: Automedicación en el Adulto Mayor, realizada en la Casa de Atención Integral al Adulto Mayor en la ciudad de Valencia Estado, Carabobo en abril de 2009; se encuentra en la línea Cuidado enfermero para la promoción de estilos de vida saludable y prevención de riesgos en el adulto joven, maduro y mayor. El objetivo de esta investigación fue evaluar la automedicación en el adulto mayor. El trabajo estuvo enmarcado en un diseño descriptivo, de tipo no experimental. La población del estudio fue de 40 adultos mayores y la muestra de un 50% (20 Adultos Mayores). Para la recolección de los datos se utilizó un instrumento tipo cuestionario el cual constó de 02 partes: Parte I: Datos sociodemográficos: edad, sexo, con quien vive, trabajo, pensión, ayuda económica, asistencia médica, consumo de medicamentos por su cuenta y cuales, y la parte II: estuvo conformada por veinte y cinco preguntas de escala de Lickert (siempre, algunas veces y nunca) correspondiente a la variable automedicación, arrojo una confiabilidad de 0.81 según Alfa de Crombach y validado por expertos.

 

Los resultados concluyen que el 70% de los adultos mayores están comprendidos en las edades de 66 a 70 y de 76 y más años respectivamente. El 55% son de sexo femenino y el 55% viven con sus hijos. El 40% de los adultos mayores se automedican. Un 25% se automedica para inducir el sueño y en un 5% efectos de exceso de sueño. En un 25% toman protectores gástricos, analgésicos y antiinflamatorios. Teniendo efectos como diarrea y estreñimiento en un 20% y 5%; enrojecimiento de la piel en un 5%. Se supone que puede haber dependencia física y psicológica. Y la frecuencia de automedicación es cada 24 horas en un 15%. Los medicamentos más consumidos son: Omeprazol en un 15% e Ibuprofeno en un 10%.

 

Palabras clave: Automedicación. Efectos adversos. Polimedicación. Dependencia. Adulto Mayor.

 

Introducción

 

Hoy en día vivimos en un época de grandes avances científicos y tecnológicos, cada vez se descubren nuevos productos para conservar y mejorar nuestra calidad de vida, una época donde la atención sanitaria está en pleno desarrollo, con nuevas técnicas de medicina, fármacos, etc, donde la mirada y esfuerzo de las organizaciones de salud se han dirigido este último tiempo a promocionar la prevención de las enfermedades más que a curarlas. Es por ello que desde la antigüedad “y desde el punto de vista de la salud” las personas buscan solución a sus dolencias. Más antigua que el hombre es la existencia de las plantas. Desde que él las encontró y probó sus poderes curativos, traspasando épocas y culturas, no ha dejado de usarlas durante toda su existencia. Al pasar los años esta costumbre se ha transmitido de generación en generación y con el tiempo se ha perfeccionado y aumentado el conocimiento de sus propiedades, por ejemplo: en la Edad Media los árabes perfeccionaron la destilación de las plantas, surgiendo así las primeras farmacias (Jácome, 1998). Al pasar el tiempo, en el siglo XIX, junto con la aparición del microscopio surge otro tipo de elemento más sofisticado que el primero y mucho más efectivo, los medicamentos, y es así como en la actualidad ya existe una gran gama de éstos. La globalización, las telecomunicaciones y una población con más acceso a la educación, hace que las personas estén mucho más informadas sobre distinta medicamentos existentes.

 

Tomando en cuenta el conocimiento que las personas van teniendo sobre los medicamentos y sobre la venta libre de algunos de estos, se puede observar con mucha claridad en nuestro país que muchas personas adquieren algún medicamento sin la respectiva prescripción médica para su consumo, convirtiéndose en dicho procedimiento en automedicación, la cual se define como el “consumo de medicamentos, hierbas y remedios caseros por propia iniciativa o por consejo de otra persona, sin consultar al médico” (1) Por otro lado, también se define como “el uso de medicamentos por decisión propia, o por consejo de otra persona que no tiene conocimientos sobre los medicamentos o la enfermedad.” (1).

 

Asimismo, se hace necesario aclarar el término medicamento, según “es una sustancia o preparado de origen natural o sintético, que se elabora y fabrica en laboratorios farmacéuticos o farmacias, para ser administrado a las personas con la finalidad de proteger y recuperar la salud” (1). Es por ello, que las personas mayores de 60 años, por efecto del propio proceso de envejecimiento, son más vulnerables a las enfermedades, y consumen de 2 a 3 veces más medicamentos que el promedio de la población general y por ello tienen más posibilidades de sufrir reacciones debidas a interacciones medicamentosas. Esto es así, además, porque con el paso de los años se produce una serie de cambios fisiológicos que alteran la absorción, distribución, metabolismo y excreción de esos preparados. A modo de ejemplo: numerosos fármacos se acumulan en el organismo y provocan efectos tóxicos, como ocurre con la gentamicina, estreptomicina, captopril, digoxina, furosemida, ranitidina, entre otros.

 

El envejecimiento es parte del continuo del hombre en el ciclo vital, sus efectos varían de un individuo a otro, se desarrolla en forma paulatina mostrando algunas características. La enfermedad no debe considerarse como un fenómeno de envejecimiento, sin embargo, cuando se identifica una desviación de salud es importante sospechar la asociación con otros trastornos, ya que la interacción constituye una característica de este proceso. Es así como se describe que cerca del 80% de los adultos mayores padecen alguna enfermedad crónica, como diabetes, hipertensión, artrosis, insuficiencia cardiaca, gastritis, enfermedades respiratorias, etc. (2). Mucho de estos Adultos Mayores presentan patologías simultáneamente, al respecto algunos tienen más de tres enfermedades crónicas. Las alteraciones de algunos sistemas como el Sistema nervioso, cardiovascular, respiratorio, digestivo, musculoesquelético entre otros, modifican por sí mismas la respuesta frente a los medicamentos.

 

Por otra parte, esa falta de adhesión al tratamiento prescrito por el médico, coexiste con un elevado consumo de medicamentos que no han sido indicados. El adulto mayor toma con mucha frecuencia medicamentos de venta libre así como los almacenados en los botiquines. Los adultos mayores se automedican en forma habitual, este consumo incontrolado de medicamentos hace que las interacciones sean muy frecuentes en el adulto mayor. Por otro lado, los medicamentos utilizados para su tratamiento como los inductores del sueño, antihipertensivos, protectores gástricos, analgésicos antiinflamatorios y antitusígenos, entre otros, constituyen un potencial riesgo de interacciones, pudiendo disminuir la respuesta terapéutica o potenciar los efectos adversos. El consumo de medicamentos por el Adulto Mayor es variable de acuerdo a su situación de salud, pero resulta alto en todos ellos, ya que a nivel ambulatorio, el número de medicamentos consumidos es de 2-4 por día. Según el estudio sociológico “El médico y la tercera edad” La media es de 1.7 medicamentos por persona consumidos por iniciativa propia. (3)

Los adultos mayores constituyen un grupo poblacional que cada día va en aumento, y son ellos los que mayor medicación y atención de enfermería y médica requieren. Es por ello que la automedicación incrementa las posibilidades de reacciones adversas a los medicamentos e interacciones medicamentosas en potencia, por lo que estos constituyen la primera fuente de trastornos iatrogénicos en los adultos mayores, atribuible a que muchas veces se administran dosis muy elevadas y muchos productos medicamentosos o naturales, siendo otro aspecto que acrecienta la aparición de polimedicación, que aumenta con la edad y que es forma terapéutica muy difundida entre los adultos mayores, y es algo que hay que seguir muy de cerca (4).


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