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Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Cuarta parte
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Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin
Publicado: 9/10/2009
 

  • Otras técnicas que emplean los estados alterados de la conciencia
  • La sofrología de Caycedo
  • La enseñanza a reacción
  • La noesiología de escudero
  • El futuro pasa por la unidad mente – cuerpo
  • El periodo del resurgir de la hipnosis
  • El desarrollo de la hipnosis en cuba
  • Definición de hipnosis
  • Diferencias entre hipnotizador e hipnólogo
  • El mecanismo neurofisiológico de la hipnosis
  • La hipnosis y su relación con otras ciencias afines
  • Hipnosis y psicología
  • Hipnosis y sofrología
  • Hipnosis y fisiología
  • Hipnosis y medicina


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Cuarta parte.1

Hipnosis terapéutica. Teoría, métodos y técnicas aplicadas. Cuarta parte

 

Dr. Alberto Ochoa Govin.

 

Doctor en Medicina. Especialista en Neurocirugía. Servicio de neurología, neurocirugía y terapia del dolor. Fundación medico preventiva. Clínica médico quirúrgica de Cúcuta. Centro Integral de especialistas de Cúcuta. Colombia. Profesor Universidad de Pamplona. Norte de Santander. Colombia.

 

Colaboradora:

Dra Ana Teresa Govin Cid. Doctora en Medicina. Especialista en Hematología. Master en Ciencias en Medicina Tradicional y Natural. Profesora del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Cuba.

 

  • Otras técnicas que emplean los estados alterados de la conciencia
  • La sofrología de Caycedo
  • La enseñanza a reacción
  • La noesiología de escudero
  • El futuro pasa por la unidad mente – cuerpo
  • El periodo del resurgir de la hipnosis
  • El desarrollo de la hipnosis en cuba
  • Definición de hipnosis
  • Diferencias entre hipnotizador e hipnólogo
  • El mecanismo neurofisiológico de la hipnosis
  • La hipnosis y su relación con otras ciencias afines
  • Hipnosis y psicología
  • Hipnosis y sofrología
  • Hipnosis y fisiología
  • Hipnosis y medicina

 

OTRAS TÉCNICAS QUE EMPLEAN LOS ESTADOS ALTERADOS DE LA CONCIENCIA.

 

LA SOFROLOGÍA DE CAYCEDO.

 

La Escuela sofrológica, fundada en 1960 por el psiquiatra español Alfonso Caycedo es definida por su discípulo, el Dr. G.R. Rager como “una ciencia, una filosofía, una terapéutica y un arte. Su objetivo es por una parte, el estudio fenomenológico del conjunto de medios psicológicos, fisiológicos, químicos y físicos capaces de actuar sobre la conciencia humana y modificarla y, por otra, su posible aplicación en terapéutica medica”.

 

La sofrología –dice Caycedo- se sirve no solo de la hipnosis, sino también de cualesquiera técnicas de relajación, variantes de la hipnosis, el entrenamiento autógeno de Schultz, la técnicas de Jacobson, así como sus estados paralelos, como los que aparecen en el yoga o la meditación, los trances mediumnísticos, los éxtasis naturales, en los que nosotros creemos que hay un profundo denominador común fenomenológico.

 

Por tanto la sofrología y sus técnicas se basan, no sólo en la hipnosis clásica, sino en todas aquellas cosas o técnicas que producen un estado alterado o diferente de conciencia. Su denominación deriva del sophrosunem platónico: “estado de calma y concentración suprema del espíritu producido por hermosas palabras” según Carmines.

 

Alfonso Caycedo, médico colombiano nacionalizado español que estudiando diversas técnicas y métodos de modificación de los estados de conciencia (meditación, yoga, hipnosis, entre otros), funda la escuela de la Sofrología con unos postulados y formas propias. Sus fines son eminentemente médicos e hizo hincapié en distinguir sofrología de la hipnosis, buscando en ello la aceptación de estas técnicas por el colectivo científico.

 

LA ENSEÑANZA A REACCIÓN.

 

En 1960 en un centro experimental de Sofía un grupo de alumnos se sometía a una clase especial en la que se aplicaron técnicas de sofrología y “Sugestopedia” del Doctor Lozanov. La clave estaba en someter a la mente de los alumnos a una situación de descanso o “relax”, al mismo tiempo que de atención distendida. Esto produce que ambos hemisferios cerebrales y el resto el cuerpo funcionen altamente integrados.

 

Para ello usaron música clásica de fondo con compases largos (Vivaldi, Teleman, Haendel) El profesor mientras tanto atemperaba sus palabras a dicho compás y melodía. Los alumnos quedaron así sometidos a una autosugestión y estado receptivo que les permitía utilizar mucha más potencia de su cerebro para asimilar y recordar cuanto se les decía. Los resultados fueron sorprendentes: en una sola sesión musical aprendieron mil palabras de inglés. Posteriormente una escuela de idiomas de Washington utilizando similares técnicas conseguía que sus alumnos aprendiesen español, latín y alemán con gran fluidez oral y escrita ¡en sólo tres meses!

 

LA NOESIOLOGÍA DE ESCUDERO.

 

Desde hace varias décadas el Doctor Ángel Escudero cirujano valenciano viene realizando intervenciones de cirugía mayor por lo que él ha denominado anestesia post-sofrónica. El insiste en que su método nada tiene que ver con la hipnosis puesto que los pacientes están conscientes en todo momento mientras les opera sin dolor, incluso se permite hablar con ellos o mostrarles cómo les interviene. De hecho, Escudero no tiene gran simpatía hacia la hipnosis, quizás por el prejuicio que en el mundo científico o académico se tiene a que se les relacione tal técnica.

 

Lo cierto es que sus pacientes tienen un post-operatorio mejor y más rápido que cuando las intervenciones se realizan con anestesia química; incluso muchos salen del quirófano por sus propios medios (caminando). El nivel de hemorragias o emisiones de sangre es menor y todo ello sin los molestos efectos secundarios que origina la anestesia convencional. Su saber, al que ha llamado Noesiología (ciencia que estudia los efectos producidos en la vida por la puesta en marcha del pensamiento –según su fundador- es difundido actualmente por él mismo en la Comunidad Valenciana a través de cursos dirigidos a médicos, psicólogos y enfermeros/as.

 

EL FUTURO PASA POR LA UNIDAD MENTE - CUERPO.

 

Nuestro cerebro es el órgano más evolucionado y complejo que ha producido la evolución de la vida en el planeta. Por ello sea quizás el más desconocido y donde resida la clave de la cura de muchas enfermedades. Se ha distorsionado la verdad con la idea dualista mente-cuerpo como cosas separadas e independientes cuando la realidad es que son dos caras de la misma moneda. La doctora americana Kringer M. Load somete en su centro pacientes desahuciados de cáncer a técnicas de visualización creativa donde en las células sanas son visionadas substituyendo a las cancerígenas ¡y obtiene unos resultados del 60% de curaciones! Hemos visto aquí algunas de las múltiples posibilidades de la hipnosis y las técnicas similares con las que podemos paliar enfermedades, anular el dolor, aprender más y mejor, desarrollar nuestras facultades psíquicas, investigar en definitiva en lo más profundo de nosotros mismos. Las sorprendentes posibilidades de estas técnicas apenas suponen un ápice de todo a lo que podría llegar. Sin duda, con los avances en los conocimientos de la neurofisiología, de la psicología y las nuevas tecnologías, el futuro se presenta apasionante.

 

EL PERIODO DEL RESURGIR DE LA HIPNOSIS.

 

En un excelente artículo publicado en agosto de 1987 en la revista El correo de la UNESCO, el profesor británico Stephen Filder (13) escribió acerca de las medicinas complementarias lo siguiente:

 

Las expresiones medicinas complementarias, naturales, paralelas, suaves, tradicionales, diferentes o no clási­cas abarcan toda una serie de sistemas terapéuticos cuyo denominador común es su divergencia respecto a la medicina clásica. Los principales son la acupuntura, la quiropraxia, la curandería, la fitoterapia, la homeoterapia, la hipnoterapia, los masajes terapéuticos, la naturopatía y la osteopatía.


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Todos estos sistemas, cuentan con un método de diagnóstico, una teoría sobre el origen, la evolución y la curación de las enfermedades, un conjunto de conocimientos prácticos y una agrupación profesional de facultativos. Y señala más adelante: factor común es que todas estas medicinas favorecen la autocuración. Si bien reconoció que dichas técnicas fueron desplazadas cuando el enfoque especifista de la medicina conquistó, tras un combate encarnizado, la supremacía absoluta, pues los nuevos medicamentos obtenidos sintéticamente desplazaron en gran medida a los métodos naturales de curación, también expone que en los años posteriores a 1980, resurgió el interés por tales procedimientos, sobre todo porque se había cobrado conciencia de los elevados costos de la medicina moderna, en recursos, así como en la aparición de efectos secundarios y expone se había comprobado además que muchas dolencias crónicas, relacionadas con aspectos psicológicos y sociales, se normalizaban con los elementos más suaves de la medicina tradicional.

 

Entre las causas por las cuales estos métodos han resurgido se incluyen:

 

  1. Se ha comprobado que los resultados obtenidos con los procederes "suaves" en el tratamiento de las dolencias de las que habitualmente se ocupan, son tan eficaces como los que se alcan­zan con los métodos convencionales de la medicina clásica y en un corto plazo; por ejemplo, la acupuntura e hipnosis, por sólo mencionar dos técnicas, alivian el dolor de forma similar a los analgésicos y pueden incluso tener mayor eficacia en un plazo más largo.
  2. La expresión de un grado de satisfacción elevado por distintos grupos de pacientes de diversas regiones europeas y de Estados Unidos, en los cuales se emplearon estos métodos, y su marcado interés de que extendiera a otros grupos de personas.
  3. Ausencia de reacciones adversas causadas por el tratamiento "suave", aunque no hubiera existido curación.
  4. Efectos positivos en la medicina por el uso de estos métodos tradicionales, en tanto han permitido el entendimiento de nuevos mecanismos para controlar el dolor en los casos de la acupuntura y la hipnosis y a la vez incorporar nuevas sustancias medicamentosas en la farmacopea, derivadas de la investigación de los remedios populares.
  5. Existencia de cursos y adiestramientos de medicina tradicional en las universidades chinas, vietnamitas, coreanas y de la antigua Unión Soviética.

 

A estas causas habría que añadir otras como son:

 

  1. Que los buenos resultados obtenidos en países orientales se han extendido como una diáspora multidireccional y encontrada a casi todo el globo terráqueo.
  2. En el caso de la hipnosis, los estudios realizados en la ex- URSS, incluso antes de los años 60 (década del 40 y 50) sobre el tratamiento de diversas enfermedades mentales, tabaquismo, alcoholismo, como profilaxis del parto y para inducir el alumbramiento, como método anestésico (parto sin dolor), entre otros, se han mantenido hasta nuestros días.
  3. El desarrollo de la nueva hipnosis con autores como Erickson, Rossi, Perry, Arouz, Weitzenhoffer, Godín y el grupo de Palo Alto (Universidad californiana), ha influido notablemente, pues se ha creado todo un movimiento en Estados Unidos y Canadá, con elevadas perspectivas y métodos menos autoritarios, pero de igual modo eficaces así como en varios países europeos, entre los que sobresale Francia, que ha tenido la suerte de recuperar su carácter de Meca de la hipnosis.
  4. El cada vez más amplio número de enfermedades que se pueden tratar con estos métodos, entre los que se incluyen el asma, las disfunciones sexuales, los trastornos del lenguaje, las fobias, la obesidad, su variado uso en odontología, bien como anestésico o como elemento capaz de eliminar malos hábitos como el de la respiración bucal, y la succión digital; la enuresis y más recientemente algunos desequilibrios con base orgánica, han hecho creer mucho más en la hipnosis y defender su empleo como ciencia de la curación.

 

EL DESARROLLO DE LA HIPNOSIS EN CUBA.

 

Los primeros antecedentes de la aplicación de la hipnosis en Cuba corresponden al eminente psiquiatra ya fallecido Dr. Araujo y su esposa Dra. Elsa Praderes, prestigiosa psicóloga y pedagoga que imparte Psicología Médica en la Universidad de la Habana, y por el Dr. René Vega profesor de Psicoterapia Infantil de la Facultad de Psicología, también de la Universidad de la Habana, el cual ha publi­cado incluso varios artículos sobre hipnosis y su empleo en niños; ejemplo de ello es su obra Psicoterapia Infantil, donde describe a la hipnosis como un método no descubridor y ofrece varias técnicas para su aplicación psicoterapéutica. Cabe señalar las clases magistrales del destacado profe­sor argentino Duprat, quien enseñó a muchos la hipnosis terapéutica.

 

Reconocidos son también los trabajos de los psicólogos clínicos Insua y Licea, que aún se mantienen incursionado profundamente en ese campo. El Doctor Orlando Licea Díaz ha tenido muy buenas experiencias en el manejo del Asma bronquial, e incluso a publicado un libro “Usted puede vencer al Asma” donde explica el sistema terapéutico para la modulación del estrés de bloqueo y donde expresa como orienta a sus pacientes que a través de su propia voluntad disminuyen de forma progresiva las crisis y su intensidad hasta erradicar totalmente la enfermedad y mejorar su calidad de vida.

 

La primera publicación de envergadura realizada en Cuba es el libro “Hipnosis. Teoría, métodos y técnicas”, de Braulio Martínez Perigod y Moisés Asís, quienes realizaron una excelente y rica compilación en el orden teórico metodológico y exponen algunas técnicas y escalas desarrolladas por ellos en el tratamiento del tema, cuyo uso se ha expandido por toda Cuba.

 

La constitución de la Sociedad Cubana de Hipnosis, adscrita al Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente y filiales en algunas provincias, ha contribuido también al desarrollo y aplicación de la hipnosis.

 

Esta sociedad ha efectuado varios eventos y auspició, entre éstos, uno de carácter internacional celebrado hace pocos años.

 

Todos estos factores han favorecido el desarrollo acelerado de estas técnicas e incrementado el interés por parte de médicos de familia, odontólogos, cirujanos, anestesiólogos, ortopédicos, internistas e investigadores en general.

 

En Santiago de Cuba en 1960, el profesor Duprat impartió un curso de hipnosis a odontólogos del Oriente, pero lamentablemente fueron muy pocos los que hicieron aplicaciones prácticas de los conocimientos recibidos. Entre los alumnos de ese curso se encontraban los profesores Lidia Carcases Puentes y Gerardo Hechavarría.

 

Se tienen indicios de su aplicación por diferentes colegas a pequeña escala, muy limitada y sin nivel de sistematización en las décadas de los años 80 y segunda mitad de los 70; pero es en el Instituto Superior de Ciencias Medicas de Santiago de Cuba (ISCM-SC) donde se capitalizó este quehacer y donde más esplendor adquiere, sobre todo a partir de la creación del Grupo de Hipnosis por el Doctor Alberto Cobián Mena y colaboradores, que desde entonces han venido trabajando en las siguientes líneas de investigación fundamentales:

 

  1. Hipnoanestesia
  2. Tratamiento de enfermedades psicosomáticas
  3. Tratamiento de trastornos psicológicos tradicionales
  4. Investigaciones aplicadas en otras ramas científicas.
  5. Parapsicología.

De igual forma la apertura de la clínica de Hipnosis atendida por estudiantes de medicina del ISCM-SC y estudiantes de psicología de la Universidad de Oriente, y por profesores de la Escuela de Medicina, ha constituido un eslabón importante en los propósitos de difusión de la técnica, que ya es solicitada por hospitales ginecoobstétricos y pediátricos, dada su utilidad, así como por diferentes clínicas odontológicas. Esta demanda los ha llevado a impartir conferencias en eventos nacionales e internacionales y en talleres terapéuticos, así como a participar en sesiones científicas de diversas sociedades adscritas al Consejo de Sociedades Científicas del Ministerio de Salud Pública.


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De importancia son los trabajos que viene realizando este grupo de hipnosis acerca del tratamiento de la alopecia, las fobias, enuresis, disfunciones sexuales masculinas y femeninas, asma bronquial en adultos y niños, tanto en período de crisis como intercrisis, tartamudez, obesidad y psoriasis, incluido su empleo como anestésico en cirugía odontológica, exodoncias, pulpectomías, gingivoplastias, cirugía menor, procederes complementarios, tratamiento del dolor (sola y combinada con acupuntura), tabaquismo, alcoholismo y para facilitar el aprendizaje, lo cual expresan en su libro “ Yo sí creo en la Hipnosis”.

 

Además se han iniciado cursos de postgrado y entrenamientos nacionales e internacionales, auspiciados por la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud, las escuelas de Medicina y Psicología y la maestría de Medicina Natural y Tradicional, donde está establecido el módulo de medicina conductual, que incluye la hipnosis terapéutica.

 


DEFINICIÓN DE HIPNOSIS.

 

¿Qué es la Hipnosis? Esencialmente podemos definir el estado hipnótico como un estado alterado de conciencia y a la hipnosis como la técnica que nos conduce al mismo. Para alcanzarlo, debemos tener una atención intensa y focalizada en algo, por tanto, el hipnotizado se aísla poco a poco de los estímulos exteriores y alcanza cierto bloqueo sensorial.

 

En resumen, la hipnosis es un estado neurofisiológico que en gran medida se produce por la famosa ley: “a mayor excitación, mayor inhibición”. Esto podemos verlo en una situación de intenso estrés o pánico... el estímulo o la percepción que nos produce la situación estresante es tan intensa, que se bloquean nuestras reacciones emocionales, motoras (movimientos), mentales, entre otros. Por ejemplo, un estudiante que ante un examen se lo sabe todo perfectamente, pero se pone tan nervioso que a la hora de escribir no recuerda nada o sólo parcialmente. La diferencia es que en la hipnosis hacemos una dosificación programada y progresiva del estímulo para producir una inhibición controlada y con los efectos que tenemos previstos.

 

Algunos autores plantean que es difícil definir de forma resumida lo que significa este término; pero consideran que la hipnosis es una técnica con la que conseguimos un estado psico-fisiológico diferente del estado de vigilia normal.

 

El electroencefalograma de una persona hipnotizada es diferente del de una persona despierta o dormida en sueño natural. Dicho estado se caracteriza por una gran sugestionabilidad, ¿qué quiere decir esto? que la persona bajo hipnosis acepta como reales las sugestiones que le sugiere el hipnotizador. Es decir, que si usted hipnotiza a otra persona y esta cae en un trance profundo, si le sugiere que tiene mucho calor, empezará a sentirlo como real y a quitarse la ropa de encima para aliviárselo, por ejemplo.

¿Por qué sucede esto? Porque se produce una disociación entre el consciente y el inconsciente en nuestra actividad mental. Por tanto en la hipnosis, donde el individuo sobre todo opera con su inconsciente, en el que disminuye notablemente la capacidad de raciocinio y auto-consciencia, cualquier sugerencia por parte del hipnotizador, será admitida como un hecho real.

 

Para otros la hipnosis es un procedimiento durante el cual un profesional de la salud o un investigador sugiere a un cliente o paciente cambios en las sensaciones, pensamientos, sentimientos y conducta. La hipnosis, contra lo que mucha gente cree, no es solo un tipo de terapia, como el psicoanálisis, sino un procedimiento adjunto o conjunto de técnicas que se pueden usar para facilitar la terapia. De hecho, generalmente se entrenan a las personas para que sean ellas mismas las que consigan estos cambios mediante la autohipnosis.

 

En el caso de la hipnosis clínica se refiere a una amplia variedad de métodos que pueden servir como catalizadores de diversas psicoterapias. Tal como se practica actualmente, la hipnosis clínica puede ser definida como la suma de la hipnosis a tratamientos aceptados, psicológicos o médicos. Como tal debería ser practicada sólo por profesionales con el entrenamiento y las credenciales adecuadas.

 

Debemos reconocer que algunos investigadores trataban de explicar el fenómeno de la hipnosis, intentando o dando una cierta definición. Estos intentos o definiciones muchas veces convergen o difieren poco, pero conviene especificar que, al menos hay algunas que si expresan contenidos diferentes, que definidos a través del tiempo han podido influir en hipnólogos, hipnoterapeutas y entendidos en la materia, que de hecho se han convertido en sus seguidores.

 

A continuación veremos cómo fue tratado este problema por las escuelas en algunos casos de forma breve, pues ya en el desarrollo del cuerpo teórico lo hemos abordado.

 

Mencionamos, solo algunos autores que han llegado a sostener conceptos más sólidos.

 

Abate Faría. Fue el primero en comprender que la hipnosis es un fenómeno psicológico y lo conceptuó como un sueño lúcido, destacando que para hacer aparecer este sueño, era necesaria la concentración por parte del sujeto. Introdujo el signo señal.

 

Mesmer: La vio como un caso típico de magnetismo animal, a través del cual se podía influir o comunicarse con el sujeto a hipnotizar, obtuvo conductas extrañas que fueron precisamente originadas por un fluido emitido por los humanos.

 

Charcot la conceptualiza como un estado especial dado por la fascinación sensorial que permite lograr en cada persona hipnotizada, estados diferenciados por las profundas transformaciones que se operan en la mente y el comportamiento humano y son: el letargo, la catalepsia y el sonambulismo.

 

Pierre Janet: La considera como un estado de disociación de la conciencia. Para él, en el trance hipnótico hay dos psiquis: una en relación con la conciencia y la voluntad y otra sin voluntad ni conciencia, pero capaz de acometer complejas actividades.

 

Bernheim: La define como un tipo especial de sugestión, en el que toda idea sugerida tiende a convertirse en acto, aunque no hay estado especial o artificialmente creado; sólo hay ideas exaltantes.

 

Freud: La catalogó como un método válido en el marco de la psicoterapia y como un mecanismo de sugestión e influencia, donde el nivel del actuar de la conciencia estaba disminuido. Estimó que era un segmento de la psiquis el que actuaba y ello impedía una efectividad adecuada, por lo que decidió abandonar a la hipnosis.

 

Pávlov: La conceptuó como un estado de sueño diferente del sueño normal, en tanto fisiológicamente se manifiesta como una inhibición parcial, que si bien se irradiaba a amplias zonas corticales y subcorticales, no es una inhibición absoluta, pues quedan focos de excitación que permiten actuar de diversos modos y mantener el contacto con quien hipnotiza.

 

Bejterev: La definió como una modificación del sueño natural y significó la ausencia de juicio crítico en el sujeto hipnoti­zado a la hora de asimilar las sugerencias dadas.

 

Platonov: Llegó a su definición partiendo de su rica experiencia psicoterapéutica. La categorizó como un estado de sueño especial, en el que se crea una perceptibilidad aumentada por parte del sujeto paciente, y destacó el papel de la palabra como factor de sugestión cuando dijo: "Cada foco de excitación provocado por la sugestión se fortalece como consecuencia de la acción recíproca de la inhibición por él provocada; de ahí que cada construcción semántica elaborada por el terapeuta debe ser clara, precisa y bien estructurada."

 

Coué: Para él; la hipnosis era más que sugestión, autosugestión; es decir autosugestión, autohipnosis.


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Boudin: Ligó la hipnosis al inconsciente, que consideró como un todo organizado, capaz de actuar inteligentemente para lograr un objetivo.

 

Chertok: Señaló que el estado hipnótico aparece como un estado de conciencia modificada, a merced del cual el hipnotizador puede provocar distorsiones de la voluntad, la memoria y el acto perceptual sensitivo; este último en el tratamiento del dolor.

 

Erickson: Más que un definición exacta, vinculó la hipnosis con el concepto de inconsciente positivo; mecanismo semejante a una enorme computadora que trabaja sin cesar, sin consentimiento del dueño, para llegar a la síntesis de toda actividad humana; por eso la hipnosis debe ir dirigida hacia lo interno, donde lo más importante es la adquisición de conocimientos y el hecho de poder utilizarlos cuando sea necesario y no tanto saber qué cosa se ha aprendido. Esto es, en sí, el aprendizaje inconsciente. Definió la actitud como un elemento básico del proceso hipnótico.

 

Laurence y Perry: Plantean, como afirmara Berheim, que hipnosis no existe, pues lo existente es la interacción entre un contexto determinado y la aptitud del sujeto para responder a ese contexto.

 

Godín: Opinó que era en modo de funcionamiento psicológico en el que un sujeto, gracias a la acción de otro llega a abstraerse de la realidad, aunque siempre queda conectado con su interactuante. Esta desconexión de la realidad es un tomar o dejar y un estado que permite posibilidades complementarias de trabajar con el inconsciente.

 

Martínez Perigod y Asís: Estado especial de sueño con hipersugestibilidad, que es intermedio entre la vigilia y el sueño paradojal.

 

Cobián Mena: Es un estado espe­cial de sueño donde es posible a través de la palabra u otro estímulo siempre potencializado por ella y de modo repetitivo, crear un estado especial en la mente humana que reduce a la mínima expresión los procesos volitivos y permite la manifesta­ción plena de potencialidades cerebrales que en estado de vigi­lia y por mecanismos neurofisiológicos defensivos no se mani­fiesta de manera activa. Es un proceso natural creado en el hombre por sí mismo u otro hombre, que implica siempre la actividad cerebral y permitiendo que se evoquen cambios en la actividad cortical lo que facilita precisamente operar bajo nuevas condiciones aumentando la productividad neuronal y psicológica.

 

Enciclopedia Médica de la Ex - URSS: Es un estado artificial, particular­mente humano, producido por la sugestión y que se distingue por una selección particular de las reacciones y se manifiesta por un aumento de la receptividad en la acción psicológica del hipnotizador y la disminución de la sensibi­lidad a las otras influencias.

 

Asociación Médica Británica: Es un estado pasajero de atención modificada en los individuos que se produce por otra persona y en el cual pueden aparecer esporádicamente diversos fenómenos como respuestas a estímulos verbales o de otro tipo. Estos fenómenos implican un cambio en la conciencia y la memoria. Una susceptibilidad aguda en la sugestión y la aparición en el sujeto de respuestas e ideas que no les son familiares en su habitual estado de ánimo.

 

Añade que los fenómenos como anestesia, parálisis, rigidez muscular y modificaciones vasomotoras pueden estar en el estado hipnótico producido y suprimido.

 

Glosario Cubano de Psicología: Estado alterado de la conciencia en el cual las ideas son aceptadas por sugestión, en vez de evaluación lógica.

 

En el caso de la auto-hipnosis, podemos decir que en realidad es el propio individuo quien se hipnotiza, por tanto podríamos afirmar que sólo existe la auto-hipnosis. El hipnólogo lo único que hace es ir marcando los pasos o pautas para que su paciente vaya entrando progresivamente en el trance.

 

DIFERENCIAS ENTRE HIPNOTIZADOR E HIPNÓLOGO.

 

Llegados a este punto de las definiciones debemos distinguir también la diferencia entre hipnotizador e hipnólogo. La primera denominación podemos dársela a cualquier persona que consigue inducir a otra a la hipnosis. En el segundo caso, hipnólogo es un profesional con una formación suficiente, que realiza un uso clínico de la hipnosis, con unos conocimientos teóricos y prácticos suficientes en materia de hipnosis clínica.

 

EL MECANISMO NEUROFISIOLÓGICO DE LA HIPNOSIS.

 

Sugestiones constantes y repetitivas como: vas relajándote y soltando tus músculos... cada vez estás sintiendo un sopor más profundo... más profundo... por ejemplo, producen un bloqueo progresivo del cortex cerebral, que ralentiza su actividad. Simultáneamente se activa más intensamente el sub-cortex o áreas del cerebro medio y profundo que en términos de la neuroanatomía nos referimos principalmente al sistema límbico, (conocido también como cerebro primitivo, antiguo, arcaico, lóbulo límbico, rinencéfalo, que por sus directas conexiones con las estructuras olfatorias se ha relacionado con la olfación), el cual se encuentra en la porción media del cerebro. La palabra límbico significa límite, y el sistema límbico comprende las estructuras del límite de los hemisferios cerebrales o telencéfalo y el diencéfalo, que rodean principalmente al hipotálamo, está compuesto por varias estructuras, entre las más importantes se encuentran: la amígdala, el hipocampo, los cuerpos mamilares, el septum pellucidum, la circunvolución del cuerpo calloso, el cíngulo y la circunvolución parahipocámpica. Estas estructuras intervienen fundamentalmente en todos los procesos subconscientes de la actividad psíquica, en el asientan funciones relacionadas con el mantenimiento o supervivencia del individuo o la especie, con la integración emocional del comportamiento, con la memoria y el aprendizaje, estas estructuras controlan nuestras actividades emocionales y nuestro comportamiento en cada tipo de situación.

A nivel del hipocampo se interpreta la importancia de la mayor parte de nuestras experiencias sensitivas, si se determina que una experiencia es lo suficientemente importante, entonces la experiencia será almacenada como un recuerdo en la corteza cerebral, también este sistema interviene en el control del grado de alerta, el sentimiento de bienestar, el fenómeno de la ira, la docilidad, la vigilia, el sueño, la excitación y el proceso de atención.

 

Las señales del sistema límbico que se dirigen al hipotálamo pueden modificar cualquier, o todas, de las muchas funciones corporales internas controladas por el hipotálamo. Y las señales provenientes del sistema límbico que alimentan el mesencéfalo pueden controlar comportamientos tales como los mencionados anteriormente. Es importante conocer las investigaciones sobre el tema realizadas por Pávlov y sus interpretaciones, ya descritas en el texto.

 

LA HIPNOSIS Y SU RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS AFINES.

 

HIPNOSIS Y PSICOLOGÍA.

 

Siempre que vaya a hablarse de la hipnosis en su relación con la psicología, hay que partir del reconocimiento de que el hombre puede ejercer una influencia social activa sobre aquellos seres humanos con los que se vincula cotidianamente, la que es propia de su condición sociohumana y que, como reconoce el profesor Núñez de Villavicencio (10), en última instancia es el fundamento de toda psicoterapia.

 

Entonces cabría preguntarse, si no es la hipnosis, en sí misma, una acción influyente de un hombre sobre otro; típica y exclusiva de este género; a través del rasgo más humano que tiene el propio hombre, que es su lenguaje materializado en la palabra.

 

La palabra, segundo sistema de señales, es en sí misma social y encierra un contenido que el hombre ha asimilado históricamente a través de un proceso de comunicación y aprendi­zaje. Estos contenidos están ligados a toda acción que el hombre realiza y designa y al hacerlo las sustantiviza, las nombra y las define en su pleno significado, y en particular en el sentido individual y personal que adquiere para él en el proceso de comunicación.


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¿Qué es la hipnosis? La hipnosis es, ante todo, comunicación, donde aparecen como contenidos de ésta: afecto, seguridad, confianza, esperanza, curiosidad, interés, ambiciones y metas individuales, poder, sabiduría, habilidad, intenciones nobles e innobles y arte de curar; todo en relación con cada una de las personas que se comunican en el proceso hipnótico.

 

Al basarse en el lenguaje, se hace privativa del género huma­no; su portador indiscutible. Todo intento de extrapolarlo a otros subgrupos de la especie viviente con las mismas carac­terísticas, significa forzar las condiciones concretas de la existencia de un agregado estructural anatómico, fisiológico y psicológico indiscutiblemente superior; o lo que es igual, redu­cir la superioridad humana a móviles de conductas puramente fisiológicas.

 

Si un nivel de hipnosis funciona en animales superiores o infe­riores, ha de tener peculiaridades totalmente diferentes en esencia, de lo que ocurre en el ser humano.

 

Al tomar como elemento generador-conductor-efector a la sugestión, indudablemente se influye a nivel afectivo y racio­nal en los estados del sujeto que es sometido a un acto de hipnosis, bien como elemento demostrativo o como función terapéutica, pues la conducta de éste se hallará en dependen­cia de los contenidos y fines de los argumentos sugestivos.

 

La Psicología, ciencia que tiene al hombre como su centro, emplea entre sus muchas categorías: personalidad, aptitudes, conciencia, actitudes, motivos, defensas, comunicación, roles, status, conductas, sistema nervioso, relación interpersonal y psicofisiológica vinculadas con la hipnosis y otras de gran importancia, que harían la cifra interminable, también asociadas de un modo u otro con la hipnosis, sin dejar de reconocer que la hipnosis es, a la par, una categoría y un fenómeno de índole psicológico.

 

Sería interesante, exponer ciertos elemen­tos explicativos acerca de por qué considero como válido el planteamiento anterior.

 

Personalidad: Es el conjunto de atributos psicológicos, biológi­cos y sociales que hacen humano al hombre en el estricto sentido de la palabra, semejante a sus congéneres y a la vez diferente e individual. Es lo común entre los hombres y la irrepetibilidad del hombre.

 

La personalidad, en dependencia del tipo de conducta que el hombre asume y las características de estas, tendrá rasgos tales como estabilidad, dependencia, timidez, ansiedad, paranoia, rasgos esquizoides, psicopatías, entre otros; atendiendo todo ello a una manifestación intrínseca-extrínseca de la conducta humana. Por ejemplo: Una personalidad tímida tendría ciertas dificultades iniciales para poder ser buen hipnólogo, ya que el miedo puede ser el bloqueador de una conducta emprendedora y decidida a hacer lo necesario, como también puede devenir el viabilizador de una conducta de no exposición a la hipnosis en el caso de una paciente, pues esta podría asumir un comportamiento evasivo, resistente y paranoide por condicionamiento interno y mucho más marcado por la información perniciosa que tiene como condicionador externo.

 

Aquí es necesario estimar en que medida debe ser manejado este problema para quien se va a dedicar a la hipnosis como acción terapéutica. Es evidente que debe demostrar confianza y seguridad en sí mismo y capacidad para aprenderlo, aplicarlo y lograrlo bien, pues sólo así podrá trasmitir a su paciente la seguridad y confianza nece­sarias y eliminar barreras defensivas que como proceso lógico propio de su personalidad tímida puedan manifestarse.

 

Otro caso que puede ser de mucho valor es el de un paciente histérico. Se conoce que el sujeto histérico busca siempre obtener ganancia a su favor, de su propio proceso, y se ha comprobado en la práctica que suele hacer disociaciones extrañas bajo estado hipnótico o bien conversiones al salir de este trance, poniendo rígidos sus miembros, diciendo que no puede volver a la realidad y teniendo crisis de llanto, etc; pero muchas veces simula estar en estado hipnótico, todo como parte de este cuadro antológico que es la teatralidad y la superficialidad del mismo.

 

Algunos autores sugieren no llevarlos al estado hipnótico, pero ninguno como Charcot demostró la invalidez de este argumento hace más de 100 años, cuando se dedicó casi por entero al tratamiento de la histeria por método hipnoterapéutico, lo que le dio un inmenso prestigio en toda Europa.

 

¿De qué se trata entonces? Se trata de que no puede hacerse hipnosis terapéutica sin un profundo conocimiento de la psicología de la personalidad. Todo aquel que intente curar por vía hipnótica ha de saber sobre quién trabaja, cómo es esa persona y qué perspectiva tiene sobre ella; si es prudente la hipnosis en ese momento y con la persona, cómo manejarla para cambiar su actitud, aun cuando tenga aptitudes, y para ello ha de emplear conocimientos psicológicos que incluyan como lograr una adecuada comunicación afectiva y verbal, infun­dirle confianza y seguridad y manejarla éticamente, teniendo en cuenta sus valores, motivos y principios éticos y filosóficos, su status social y la transcendencia de la persona.

 

HIPNOSIS Y SOFROLOGÍA.

 

En muchos escritos y para muchos colegas, los términos hipnosis y sofrología son sinónimos, tal vez porque la sofrología sea para muchos una hipnosis menos directiva, menos autoritaria; sin embargo, el fundamento de la sofrología caycediana es precisamente titularse como una ciencia de la conciencia humana y de sus modificaciones hacia un modo de ser armónico y esto quizás nos permite exponer lo siguiente:

 

Etimológicamente, sofrología proviene de tres vocablos griegos: "logos" (tratado), "sos"(de la armonía) y "phren"(de la mente, de la conciencia); de ahí que pudiéramos definirla como el Tratado del funcionamiento armónico de la mente.

 

En un interesante artículo "Sudar la neurona" (14), Luis Martínez expresa algunas ideas sobre el empleo de la sofrología con mucha efectividad en el deporte de alto rendimiento, aún cuando resulte una terapia discutida, y expone el caso de Antonio Rebollo, quien fue sometido a tratamiento sofrológico en su preparación para el acto de encender el pebetero con un flechazo, en la ceremonia de los juegos olímpicos de Barcelona en 1992.

 

Luis Martínez también nos cita, los criterios de renombrados sofrólogos hispanos, quienes partiendo de sus propias autotitulaciones en algunos casos y de la elevada posición en el marco conceptual de la ciencia en otros, expresan sus puntos de vista. Veamos.

 

Mariano Espina (Especialista en Medicina Sofrológica) dice que el objetivo de esta propuesta científica entiéndase Sofro­logía, es aprender a trabajar con la mente para autoconcentrarse y para ello ha de sudarse la neurona, con ausencia de sugestión.

 

Antonio J. Cano (médico sofrólogo) opina que es un paquete integrado de técnicas orientadas y dirigidas a lograr la relajación y cuestiona la definición original dada a la Sofrología como ciencia de la conciencia, por considerarla excesiva y demasiado exagerada.

 

Héctor González (Profesor de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid) la califica como "Hipnosis light" o hipnosis ligera, menos densa, menos pesada.

 

Para estas dos últimas sí hay un rol de la sugestión, pero no en el grado tan "exagerado" con que se da en la hipnosis.

 

Estos tres autores, aunque difieren en el empleo de la sugestión, reconocen que la sofrología parte de la hipnosis y que ésta es su centro matriz.

 

Es válido también resaltar que los fundadores de la Sofrología, entre los cuales se encuentran el Doctor Caycedo, fueron hipnólogos destacados que en determinados momentos arguyeron su desacuerdo con métodos demasiado directivos para discrepar de la hipnosis y empezar a conformar criterios un poco más flexibles de la funcionalidad y finalidad terapéuticas en el orden psicológico, que los distanciaron gradualmente.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Cuarta parte.6

Si bien esto es totalmente reconocible y concluyen que la sofro­logía es algo distinto de la hipnosis, es también una verdad que ésta, como sistema conceptual, no tiene límites precisos y que hay autores que niegan su carácter científico, tal vez porque estiman que no se diferencia de otros métodos ya usados.

 

Se acepta hoy en día que muchos ejercicios orientales, tales como el yoga, la relajación progresiva, las prácticas tibetanas, entre otros, han ido a engrosar los procedimientos que emplean los autodenominados sofrólogos en su afán de lograr el des­arrollo personal y el relajamiento dinámico, tan necesario para cualquier paciente, pretendiendo con ello activar el potencial cinético y las reservas que en el orden positivo tiene cualquier persona en función de su curación; pero creo que aquí se impone hacer una reflexión que nos permita entender este fenómeno y a la vez fijar nuestra posición. Por eso vale más la interrogante: ¿No es ésta la finalidad de toda acción psicoterapéutica, con independencia de la escuela o corriente de que se trate?

 

En cualquier tratado de psicoterapia, uno puede encontrar que la curación del hombre enfermo y la creación en él de una capacidad de análisis y de automanejo adecuado de su propia situación como mecanismo de aprendizaje operacional, es la intención suprema de cada sistema psicoterapéutico.

 

Los psicoanalistas lo hacen a través del manejo dinámico de los conflictos del sujeto, que en su base tienen un fundamento inconsciente, pero donde los elementos movilizadores de la personalidad, entiéndase motivos, pulsiones y necesidades están determinando una conducta y a la vez un rol activo por parte del paciente en el camino de su propia curación.

 

Los conductistas lo logran a través de un proceso de condicionamiento, que ya no es tan instrumental y donde los factores de la conciencia humana juegan un cierto papel decisivo al verse en el plano de lo racional.

 

Los reflexologistas, a través de todo un sistema de reflejos condicionados, arcos reflejos, mecanismos aceptadores de acción, unidades funcionales y otros interesantes postulados, han incursionado en distintos enfoques psicoterapéuticos, que si bien no siempre son autóctonos, llevan el sello de una indiscutible y prestigiosa escuela, que nos ha conducido a la comprensión de los mecanismos neurofisiológicos que explican la desintegración de las funciones psíquicas, el aprendizaje y el modo en que el ser humano pueda manejarlos con el máximo nivel de expresión de la conciencia vista como una función cortical superior del hombre.

 

Los métodos sugestivos, entre los cuales figura la hipnosis y a la vez todo lo que emane de ella, partiendo de la palabra y su fuerza moduladora condicionante, persiguen la misma finalidad y demostrada está su altísima validez en todo su funcionar terapéutico.

 

Si aceptamos la línea de los que niegan por negar, podrían la sofrología y los sofrólogos ser víctimas de su propias inconsecuencias, pues le criticarían que usan para sí los métodos de la psicoterapia racional, del entrenamiento autóge­no, de la yoga concentración, que han sido empleados por la ciencia psicológica hace mucho tiempo y pertenecen a sistemas claramente definidos.

 

Se trata aquí de dar una visión esclarecedora del problema, pues todo intento de reafirmación de la existencia de una ciencia cualquiera tiene validez en la medida en que prueba su eficacia y es inválido y desacertado cuando trata de cuestionar propuestas anteriores de probada efectividad a cualquier precio, sobre todo para justificar su propia óptica. Es como preguntar: ¿Tiras al tejado de tu vecino, cuando eres también vulnerable?

 

Si se quiere una respuesta contundente, ahí están los procedimientos de la medicina tradicional y natural, que hoy son reenarbolados como si fueran el descubrimiento más sensacional de fines del siglo XX, a pesar de haber sido enjuiciados por la medicina ortodoxa occidental durante más de 100 años y haber cedido a este empuje en aquella época.

 

Creo en la verdad sofrológica porque ofrece resultados, porque en su intento de separarse de la hipnosis -aún sin lograrlo totalmente - no ha buscado tanto despotencializar el consciente, como aumentar su campo de acción desde un perspectiva racional, y porque logra sus propósitos con todo lo que hace.

 

Reitero que creo en esa verdad y no en una falsa y hueca intención que ha de superarse para no destruirse a sí misma ni quedar en el plano de una seudociencia.

 

HIPNOSIS Y FISIOLOGÍA.

 

Resulta interesante esta relación, no sólo por su enorme importancia, sino por el modo en que ha sido tratado desde hace ya algún tiempo y en la actualidad.

 

Es fundamental conocer el problema de las características fisiológicas de la hipnosis, su necesaria vinculación comparativa con el sueño fisiológico y sus interrelaciones, así como algunos aspectos de un enfoque que aunque no validado, ha ejercido una cierta influencia con respecto a tratar de explicar las bases neurofisiológicas de la hipnosis con otra óptica: la de la actividad neuronal y la activación en los estadios de sueño. Son variadas las imágenes que aparecen a través de un electroencefalograma al analizar los distintos grados de hipnosis, las que van desde una nivelación del ritmo alfa, pasando por un debilitamiento del ritmo beta, hasta llegar a un ritmo theta, con bajo voltaje y ausencia total de los ritmos alfa y beta (1).

 

Diversas son también las experiencias que persiguen medir con electroencefalogramas, electrooculogramas y electromiogramas los diferentes niveles de los ritmos alfa, beta y theta, de los movi­mientos oculares y del tono muscular. Ello ha servido a la vez para fundamentar teorías que tratan de explicar las relaciones entre el nivel de vigilia y el sueño.

 

El sueño fisiológico puede en su análisis multifactorial, acercarnos a muchos aspectos de la hipnosis, aun cuando esta se considere un estado especial de sueño o un nivel de alteración de la conciencia; y aunque esto parezca contradictorio, pienso que es una expresión que admite cierta complementación por las siguientes razones.

 

En la búsqueda de elementos convincentes para este planteamiento, hay que llegar a la relación entre conciencia y nivel de vigilia; y en este sentido me permito recordar que Bassin (8)alude a la importancia de analizar las relaciones entre el nivel de conciencia de los fenómenos psicológicos y las modifica­ciones del nivel de vigilia del cerebro, para tratar de exami­nar la disociación que se produce como parte de la dinámica de los contenidos psicológicos y de las distintas formas de la actividad funcional del cerebro, que por lo general se presentan como un staff bien ordenado y podríamos preguntarnos.

 

¿Qué es el nivel de vigilia?

¿Es éste invariablemente el efecto de la formación reticular?

¿Es siempre la conciencia sinónimo de nivel de vigilia?

 

Estos cuestionamientos sugieren un rico recorrido al intentar responderlos, por interesantes enfoques que bien pueden ilustrar el papel del componente neurofisiológico en todo el accionar psíquico:

 

La mayoría de los autores entienden por nivel de vigilia un determinado grado de claridad de la conciencia, aunque puede ser considerado como el nivel óptimo del tono de la corteza, que permite realizar consciente o voluntariamente las actividades de cualquier índole.

 

Las tendencias tradicionales estaban enmarcadas en el enfoque de la identificación, dominado por las argumentaciones ofrecidas por Pavlov de: A elevado nivel de vigilia - elevado tono corti­cal, dado por la activación ascendente de la formación reticular (15); y viceversa: A bajo nivel de vigilia - bajo tono cortical y un descenso o desactivación de la formación reticular. Sin embargo este elemento, desde el punto de vista neurofisiológi­co, llevó a confundir e identificar el nivel de vigilia y conciencia, lo cual es un aspecto vulnerable en alguna medida, pues si bien es cierto que se requiere un determinado nivel de vigilia como premisa para la toma de conciencia, ésta no constituye la condición fisiológica exclu­siva para su existencia en mayor o menor grado.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Cuarta parte.7


Importante elemento explicativo en este caso es la afirmación hecha por Graschemkov y Latash, en cuanto a lo indispensable de tener en cuenta la actividad de los mecanismos cerebrales que garantizan el carácter dinámico de los procesos de afe­rencia y eferencia, dados en la elección selectiva de la señales ante las cuales se reacciona (aferencia) y en la regulación, control y modulación racional de las respuestas adecuadas, basadas en mecanismos de análisis y síntesis y en todo el dispositivo neurocibernético del cerebro, que a modo de Ships mnémicos conservan información activadora y útil para cada situación.

 

Ejemplo de ello es el sueño paradojal rápido, durante el cual un sujeto puede recibir información efectiva en ese estado; proceso al que Martínez Perigod y Asís (1) denominan hipnosis a través del sueño fisiológico, que expresa una clara disociación entre el nivel de vigilia y el mecanismo de fijación de huellas.

 

También los trabajos de Segundo acerca de la capacidad de distinguir señales sonoras durante el sueño se refieren a esta disociación, pero ya entre el nivel de vigilia y los mecanismos de reproducción de las huellas siempre aludiendo a la posibilidad de una reacción selectiva y un nivel muy exquisito ante los estímulos.

 

Coincido con Bassin en que estas disociaciones, aunque no explícitas, habían sido planteadas por Pávlov cuando describió los llamados puntos de alerta o de guardia que podían observarse particularmente en la conducta de la madre dormida al escuchar el llanto de su bebé.

 

Se impone aquí como una consecuencia el análisis de que las diversas formas del funcionamiento cerebral relacionadas con los niveles de conciencia, tienen una independencia relativa del nivel de vigilancia, lo cual equivale a decir que a niveles más bajos de vigilia pueden generarse actividades concientizadas capaces de ser recordadas, porque se han establecido y fijado selectivamente al evocarse bajo ciertas condiciones. Algo parecido pudiera ocurrir quizás con un contexto diferente, pero que ilustre esta relación no lineal y directa con los estados de alteración de conciencia, en los que aún, cuando el nivel de vigilia es elevado, se imposibilita la selección de los contenidos a concientizar.

 

La psicología Rusa fue quizás la primera en reconocer este problema que se remite a sus orígenes filosóficos concer­nientes a una concepción fisiológica, y también la pionera en dar respuesta al hecho de que no siempre un descenso del nivel de vigilia se acompaña de una reducción del funcionamiento adaptativo del cerebro y de que la activación o nivel de vigilia es tan funcional para los niveles conscientes como para los inconscientes, por lo que no puede limitarse el nivel de vigilia al inconsciente.

 

El psicoanálisis más puro nunca vio al inconsciente desde una perspectiva neurofisiología, por cuanto Freud y sus seguido­res hablaban de la improductividad de las categorías fisiológicas como medio de elaboración de concepciones psicoló­gicas (8).

 

Mucho se ha dicho de toda esta problemática en los últimos 30 años, y en cierta medida se han producido descubrimientos interesantes en materia neurofisiológica. Entre estos hechos figuran:

 

El conocimiento de que las estructuras neuronales activadoras o frenadoras corresponden a diferentes niveles de la formación reticular.

 

El efecto de excitación nerviosa depende no sólo del sitio donde se aplica la estimulación, sino de la calidad del estímulo.

 

La observación de diversas zonas tonificadoras o tonígenas que no se localizan precisamente en la formación reticular, tanto activantes como inhibidoras (16).

 

Los trabajos de Livánov, Anotjin y Rusinov, entre otros, aportaron importantísimos datos acerca de la relación dable entre las formas diferenciadas de la actividad funcional del organismo, el tono reticulocortical y la dependencia del estado funcional de la formación reticular diferente de las influencias reguladoras, que en vez de ser reticulocorticales son corticorreticulares.

 

Un último elemento, a mi criterio descollante y expresado por Jasper, dado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas y no en pocas oportunidades en períodos de descenso del nivel de vigilia y de sueño profundo.

 

Todo esto llevó a formular dos grandes conclusiones según Bassin (8):

 

Patentizar el estado activo de las neuronas durante el sueño.

El rol primario que ejercen en las más distintas formas de actividad cerebral, las complejas relaciones de los sistemas cerebrales concretos.

 

Estas aseveraciones tal vez parezcan elementos que contradicen la doctrina clásica pavloviana y puede ser que haya suficiente razón para ello, pues cada día más toma fuerza el criterio de que no es precisamente un proceso de inhibición generalizada el que provoca el sueño, sino más bien que aún cuando exista la fase de sueño, pueden darse procesos de activación, tal como expresaron Godín y Mandel al sostener, a través de sus investigaciones, que durante el sueño se incrementa la afluencia de sangre al cerebro, apenas varía la actividad metabólica de las neuronas y se mantiene el consumo de oxígeno por el cerebro en los mismos niveles que en el estado de vigilia; todo lo cual implica una activación.

 

Hernández (8) sustenta también que el sueño, en cualesquiera de sus formas, es un proceso activo, de modo que polemiza con Pávlov en cuanto al criterio de inhibición generalizada; pero a la vez atenúa su debate al no cuestionar la participa­ción de la neocorteza en la determinación de la sincroniza­ción del sueño y admite la influencia de los lóbulos frontales y temporales, a través de irradiaciones corticocentrífugas, sobre el sistema hipnógeno.

 

Por ejemplo, Maruzzi enfatiza el concepto del estado activo de las neuronas durante el sueño, que incrementan las descargas y facilitan las respuestas corticales, respectivamente. Dice además que "es innegable que la inhibición en masa de las neuronas corticales, postuladas por Pávlov no existe; mas no se puede dudar de la existencia de una inhibición condicionada pre o posthipnótica de las formaciones interpuestas, vinculadas con el sueño" (8).

 

Lo interesante de los criterios de Maruzzi estriba en el hecho de que no puede negarse lo teorizado por Pávlov de un modo tajante, aún cuando a su parecer tiene limitaciones.

 

Sin embargo, estas preguntas resultan impostergables:

 

¿No es la hipnosis, según Pávlov, una inhibición no generalizada?


¿No se mantiene durante el sueño actividad cortical?

 

Considero factibles las respuestas y tal vez me vea precisado a tomar los puntos coincidentes con estas aseveraciones, fundamentalmente las de Hernández y Maruzzi.

 

Al tratarse de una inhibición no generalizada, permite que determinadas zonas de la corteza se mantengan activadas, Quizás Pávlov no pudo apreciar - y así lo creo - un elemento básico en función del desarrollo de la fisiología: el aumento de la activación; pero no descartó su existencia.


El mero hecho de los "puntos de vigilancia" patentiza la necesaria disociación entre las zonas de inhibición y el nivel de actividad cortical y revela su renovada vigencia, pues aunque la ciencia y las investigaciones actuales aportan nuevos elementos, aún muchos de la doctrina Pavloviana permanecen inconmovibles a los embates de novedosas hipótesis que están siendo esgrimidas hoy en día.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Cuarta parte.8

Con respecto a la actividad mancomunada de los sistemas cerebrales concretos, debe conocerse que es un elemento de indiscutible validez, por cuanto el cerebro funciona como complejas unidades funcionales con marcada interdependencia.

 

Tal vez este elemento pueda ser capaz de fundamentar las investigaciones más recientes sobre el papel de los hemisferios cerebrales en el proceso hipnótico; que aunque se halla en un plano hipotético, va ganando adeptos.

 

HIPNOSIS Y MEDICINA.

 

Fue precisamente en este campo donde la hipnosis se expansionó científicamente. Los trabajos de Mesmer, Charcot, Berheim, Janet, Breuer, Freud, Bejterev, Babinski, Sviadoch, Platonov y muchos otros, mostraron el camino a seguir y la validez de una opción clara y precisa: el de la hipnosis terapéutica.

 

Variados son los usos de la hipnosis en el campo de la Medicina, pues van desde las afecciones psiquiátricas típicas hasta las entidades psicosomáticas, respondiendo de una manera plena a las necesidades de afrontamiento que en materia de salud tienen estas enfermedades para su manejo, y en otras especialidades donde el empleo de la hipnosis es cada vez más frecuente y cuyos resultados son alentadores, como ocurre en odontología y sus diversos procederes, Cirugía, Anestesia y Ginecoobstetricia.

 

Ya desde los tiempos de Breuer con los métodos de la hipnocatarsis, se abordó el tratamiento de la neurosis con bastante éxito.

 

La hipnocatarsis consiste en provocar, a través del proceso hipnótico, una abreacción en el paciente, lo cual permite que éste libere toda la energía reprimida, que por lo general es fuente generadora de conflictos no resueltos y que llevan al sujeto a encasillarse mecánicamente en los modos de pensar y actuar produciendo la incapacidad de su manejo adecuado, cuando son conscientes de reconocerlos como elementos psicogenéticos del trastorno neurótico en cuestión cuando actúan inconscientemente.

 

Lo aportado por Freud en cuanto a la regresión para observar y conocer los elementos propios de los primeros años de vida, permiten a la hipnosis contactar posibles efectos psicotraumatizantes y angustiantes, que luego son reprimidos para evitar precisamente la alteración, pero que casi siempre están latentes y muchas veces son causas inconscientes de alte­raciones en la adultez, sobre todo en la personalidad.

 

El tratamiento de los pacientes histéricos mediante hipnosis, entre los cuales descollaron como terapeutas Charcot, Janet, Freud, y Breuer fundamentalmente, y que en la actualidad sigue manteniendo un empleo, si bien no tan intenso como en los momentos de esplendor, es una muestra elocuente de su uso en las alteraciones psicológicas.

 

La literatura médica recoge una gran variedad de enfermedades a tratar en este campo, entre las que se incluyen las fobias, alopecias, terrores nocturnos, insomnio, tartamudez, enuresis y hábitos bucales deformantes, las cuales han sido tratadas con bastante éxito en nuestro medio.

 

Por ejemplo, fobias a la oscuridad, a las ranas, a las cucarachas, a las lombrices, a los animales como perros y gatos, a la violencia y conflictos sociales y al odontólogo han sido tratadas satisfactoriamente en nuestro consultorio. Varios niños y adolescentes de los dos sexos han dejado de presentar enuresis después de la aplicación de esta técnica. Igual que las alopecias psicógenas, la tartamudez y el insomnio,

 

En cuanto a las enfermedades psicosomáticas cuyo espectro es muy amplio, cabe decir que la hipnosis ha demostrado ser útil en los hipertensos, asmáticos, personas con afecciones cutáneas como eccemas, verrugas, psoriasis, liquen plano y neurodermitis. Son interesantes los trabajos que en esta rama (dermatología) efectuaron en Rusia los investigadores: Zheltakov, Kortamysher, Milich, Ionkonogi y Miskerich; y en Cuba: Martínez Perigod, Soto Vázquez, Cobián y colaboradores.

En nuestro consultorio han sido atendidos asmáticos con grados I, II y III independientemente de la edad y el sexo. Dichas categorías están determinadas por la cantidad de crisis y los ingresos por años:

 

  1. Grado I. Cinco crisis al año sin ingreso
  2. Grado II. De 5 a 9 crisis, con un ingreso hospitalario
  3. Grado III. Más de 10 crisis o un ingreso en cuidados intensivos

 

Si bien es todo un éxito controlar la crisis de los asmáticos en su fase aguda, más estimulante resulta reconocer que en estos momentos, tanto niños como adultos se favorecen considerablemente con este tratamiento, sobre todo en los períodos intercrisis.

 

La hipnosis es también de utilidad en ginecoobstetricia, especialmente para lograr un adecuado estado nervioso-psíquico como parte de la preparación para el parto psicoterapéutico, para tratar las hipogalactias y para ayudar en el alumbramiento; este último con el establecimiento de un signo-señal favorable al médico o acompañante que permita un parto sin dolor ni complicaciones.

 

Es creciente el empleo de la hipnosis para el tratamiento del dolor crónico, tanto para combatir afecciones reumatológicas como odontológicas, migrañas y cáncer. En nuestro medio hemos tenido experiencia con estos tipos de pacientes, y aunque no siempre el dolor es eliminado, si se logra cuando menos el alivio.

 

Varios casos se han tratado en el campo de la odontología, cuyos positivos resultados han promovido investigaciones oficiales con el uso de la hipnosis para erradicar la respira­ción bucal y la succión digital como hábitos deformantes.

 

Numerosas exodoncias se han producido por hipnoanestesia, así como pulpectomías, gingivoplastias y tratamientos quirúrgicos, en los cuales se ha demostrado la efectividad del método, su inocui­dad y la rapidez en la obtención de los niveles de analge­sias y anestesia.

 

En relación con la cirugía, no son pocos los trabajos que abordan su aplicación en la general y en la estética. Lo más importante de ello es su uso en operaciones electivas, aunque en otros países se utiliza incluso en las urgencias quirúrgicas.

Igualmente ha sido empleada para mitigar el dolor en las quemaduras, aun cuando abarquen hasta un 80% de la superficie corporal, según se recogen en estudios realizados en el National Institute For Burn Medicine de Estados Unidos, que dirige el Doctor Leova Bowdeu (18), donde también se ha utilizado para acelerar la cicatrización.

 

Son muy válidas las aplicaciones de la hipnosis en los pacientes alcohólicos y fumadores, en los cuales estimula la deshabituación, así como en aquellos pacientes que consumen sustancias o drogas psicoactivas muy nocivas para la salud.