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La historia de vida desde la antropologia
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Autor: Msc. Omaira Ramírez
Publicado: 27/10/2009
 

La antropología, ciencia del hombre, abarca todo lo que puede investigarse acerca de su naturaleza, en su calidad de ser dotado de cuerpo, alma y espíritu. En el campo de la antropología, el uso de testimonios o evidencia oral ha sido parte integral de sus métodos y técnicas de investigación. No cabe duda que la antropología y con ella la etnografía, han llegado a ser lo que son hoy después de un largo proceso evolutivo, en el que las viejas formas de entender, las disciplinas ocupadas en el estudio de la sociedad dejaron paso a otras nuevas, son las consiguientes modificaciones de orden epistemológico. En ese contexto, la etnografía es una definición acuñada en el ámbito de los estudios antropológicos culturales que según Tezanos (2000:21) significa teoría de la descripción desde la etimología del termino para distinguirla de la etnología, significada como teoría de la comparación.


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La historia de vida desde la antropología

 

* Omaira C. Ramírez. Magíster en Administración de los Servicios de Enfermería y Magíster en Enfermería Gerontológico y Geriátrica. Prof. Asociado a Dedicación Exclusiva e investigadora del Departamento Clínico de Enfermería Comunitaria y Administración, Escuela de Enfermería de la Universidad de Carabobo. Venezuela. Tutora de tesis de PRE y post-grado, Miembro de la comisión coordinadora de la maestría en gerencia de los servicios de salud y enfermería. Coordinadora de la extensión de la escuela de enfermería UC en la sede Aragua.

 

** Dra. Evelia Figuera Guerra. Doctora en Enfermería, Salud y Cuidado Humano. Profesor Agregado a dedicación exclusiva adscrita al Departamento Administración y Comunitaria de la Escuela de Enfermería, Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela. Coordinadora de Investigación, Jefe del Departamento Administración y Comunitaria. Tutora de tesis de PRE y post-grado a nivel de Universidades Regional y nacional.

 

 

Resumen

 

La antropología, ciencia del hombre, abarca todo lo que puede investigarse acerca de su naturaleza, en su calidad de ser dotado de cuerpo, alma y espíritu. En el campo de la antropología, el uso de testimonios o evidencia oral ha sido parte integral de sus métodos y técnicas de investigación. No cabe duda que la antropología y con ella la etnografía, han llegado a ser lo que son hoy después de un largo proceso evolutivo, en el que las viejas formas de entender, las disciplinas ocupadas en el estudio de la sociedad dejaron paso a otras nuevas, son las consiguientes modificaciones de orden epistemológico. En ese contexto, la etnografía es una definición acuñada en el ámbito de los estudios antropológicos culturales que según Tezanos (2000:21) significa teoría de la descripción desde la etimología del termino para distinguirla de la etnología, significada como teoría de la comparación.

 

El investigador debe tener claridad sobre las formas de registros de la información y las técnicas a utilizar que solo es posible integrando la naturaleza del ámbito social estudiado y el como se relacionan los diferentes miembros del grupo en ese entorno, y así de esta manera el investigador se convertirá en un observador participante a quien los investigados, una vez lograda la interacción sociocultural y lingüística puedan estar en condiciones de aportar la información deseada. De los métodos de investigación cualitativa quizás sea la historia de vida la que mejor permite al investigador acceder a ver como los individuos crean y reflejan el mundo social que les rodea. En la historia de vida o autobiografía sociológica, el investigador trata de aprender las experiencias destacadas de la vida de una persona y las definiciones que esa persona aplica a tales experiencias. La historia de vida presenta la visión de su propia vida que tiene la persona en sus palabras, en gran medida como una autobiografía común.

 

Palabras clave: Historia de vida, antropología, etnografía

 

Summary

 

The anthropology, science of the man, includes everything what can be investigated about the nature of the man, in its quality of being equipped with body, soul and spirit. In the field of the anthropology, the use of testimonies or demonstrates oral it has been integral part of his methods and techniques of investigation. Doubt does not fit that the anthropology and with her the ethnography, has gotten to be what are today after a long evolutionary process, in that the old forms to understand, the disciplines occupied in the study of the society opened the way to other new ones, they are the consequent modifications of epistemology order. On the matter, the ethnography it is a definition coined in the scope of cultural the anthropological studies that according to Tezanos (2000: 21) it means theory of the description from the etymology of I finish to distinguish it of the ethnologic, meant like theory of the comparison. The investigator must have clarity on the forms of registries of the information and the techniques to use that single he is possible integrating the nature of the studied social scope and as the different members from the group in that surroundings are related, and that this way the investigator will become a participant observer to whom the investigated ones, once obtained the sociocultural and linguistic interaction can be able to contribute the wished information. Perhaps of the methods of qualitative investigation it is the life history the one that better allows the investigator to accede to see as the individuals create and reflect the social world that surrounds to them. In the history of life or sociological autobiography, the investigator tries to learn the outstanding experiences of the life of a person and the definitions that that person applies to such experiences. The life history presents/displays the vision of its own life that has the person in its words, to a great extent like a common autobiography.

 

Key words: History of life, anthropology, ethnography

 

La historia de vida desde la antropología.

 

De acuerdo con Protágoras, “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son, en tanto que son, y de las que no son, en cuanto que no son”. Estos son los pensamientos que pasan de una época a otra, siempre con el mismo sentido y vigencia.

 

El termino antropología derivado del griego anthropos significa hombre y logos estudio o tratado, se remonta desde Aristóteles, aunque fue en el siglo XVIII cuando adquirió carta de naturaleza en nuestra cultura, de la mano de Kant, Feverbach y Dilthey, siendo considerado como saber diferencial acerca de la dimensión especifica del comportamiento humano frente al del animal. Mediante un proceso fenomenológico general, se descubre la razón formal del quehacer del hombre y del modo peculiar de reaccionar frente al entorno. Son diversas las definiciones que de la antropología se han hecho, pero todas estén circunscritas al conocimiento del hombre y en definitiva, al conocimiento del mundo en el que ese hombre existe.

 

La antropología quiere decir, ciencia del hombre, abarca todo lo que puede investigarse acerca de la naturaleza del hombre, en su calidad de ser dotado de cuerpo, alma y espíritu. Para Lucas, H (1996) en el dominio de la antropología, caen, no solamente las propiedades del hombre comprobables frente al animal y a la planta, si no también sus disposiciones latentes y las diferencias de carácter, raza, sexo. Expresando que la antropología “debe tratar de comprender lo que el hombre, como ser actuante hace de si mismo, lo que puede y debe hacer” (p. 41).

 

De considerar al hombre como puro espíritu o pura materia, se derivan múltiples consecuencias prácticas, lo mismo sucede al considerarlo como persona. Plantea Rodríguez, E (1999) que en las expresiones populares con el concepto de persona se quiere expresar el núcleo básico de la dignidad humana, la fuente de todos los derechos fundamentales, el puesto y el carácter singular del hombre con respecto a las demás cosas, la raíz íntima y más profunda de la conciencia ética y de justicia entre los hombres.

 

En la antropología contemporánea, según Lucas H (1996) la persona es concebida como estructura abierta al mando y a los otros sin que la pluralidad de elementos que la constituyen quebrante su unidad. Aparece como conciencia intencional como lo enseña Husserl, cuyo distintivo es su condición de sujeto frente al objeto y de yo cara al tu. M Scheler la concibe como la unidad del ser concreto y esencial que fundamentan todos sus actos. La nueva antropología se ha convertido en un saber interdisciplinario. En torno a un eje común, ha integrado las disciplinas que estudian las distintas versiones de los humanos.

 

F. Mounier citado por Lucas (1996) describe a la persona como un ser espiritual constituido como tal por una forma de subsistencia con su adhesión a una jerarquía de valores libres y adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una constante conversión; unifica así toda su actividad en la libertad y desarrollar por añadidura a impulsos de actos creadores la singularidad de su vocación.

En esta concepción de la persona, se advierte un cambio notable respecto de otras concepciones. Se abandona la categoría objeto y se asume la ínter subjetividad como aspecto fundamental, a la vez que se insiste en la singularidad (incomunicabilidad) frente a lo universal y genérico de los clásicos. En una palabra, la persona es el hombre total en cuanto que supera su fragmentariedad objetiva y no queda supeditado a nada ni a nadie.


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Años mas tarde, Jolif citado por Lucas (1996) convierte la antropología en búsqueda de la esencia humana y de su fundamento ontológico, y la define como la ciencia que se interroga sobre la verdad del hombre en virtud de la misma preocupación y la lleva a asegurarse críticamente de su fundamento.

 

En el campo de la antropología, el uso de testimonios o evidencia oral ha sido parte integral de sus métodos y técnicas de investigación, desde el mismo principio de su confirmación como disciplina científica. En buena parte, la relevancia de los testimonios y tradiciones orales tenían que ver con sus sujetos de estudio.

 

El método etnográfico de los antropólogos, según Aceves, J (1998:215) incluía “no solo la consideración de lo que se conocía en las fuentes escritas, sino también por lo que se observaba, conversaba y participaba”. La entrevista oral, de manera informal fue un recurso técnico muy utilizado en el trabajo de campo antropológico. En tal caso, que la antropología, por su antigua tradición etnográfica y por las temáticas que ha desarrollado en su evolución, ha aportado a los historiadores nuevos instrumentos de investigación, así como nuevos temas y problemas de estudio.

 

Así también, en la sociología, (Aceves, J; 1998. 215) expresa que de manera particular, se ha desarrollado la utilización de la información oral. Desde hace mas de 50 años los sociólogos norteamericanos de la Escuela de Chicago incursionaron con relativo éxito en la construcción de historias de vida y estudios cuya base y fundamento era la evidencia oral. Los sociólogas de esta tendencia en particular, enfrentaron una opinión del medio científico agresiva, desgastante que los llevo a modificar el mundo de sus investigaciones y a dirigirse paulatinamente hacia estudios mas adecuados a los momentos tecnológicos y cuantitativistas de las ciencias sociales en los Estados Unidos. Sin embargo, dejaron intacta una tradición y una motivación que solo en las últimas dos décadas ha sido retomada.

 

No cabe duda de que la antropología y con ella la etnografía han llegado a ser lo que son hoy, después de un largo proceso evolutivo en el que las viejas formas de entender, las disciplinas ocupadas en el estudio de la sociedad dejaron paso a otras nuevas, son las consiguientes modificaciones de orden epistemológico.

 

En este orden, el proceso etnográfico corresponde al trabajo de campo realizado mediante la observación participante a lo largo de un tiempo suficiente; Aguirre, B (1997:6) señala que a este proceso corresponden los siguientes pasos:

 

a)     demarcación del campo: elección de una comunidad delimitada y observable, relación de un proyecto definido, objeto, lugar y tiempo, redacción de un presupuesto, búsqueda de financiamiento y aprobación del proyecto;

b)    Preparación y documentación: documentación bibliográfica y de archivo, fuentes orales, preparación física y mental, mentalización;

c)     Investigación: llegada, informantes, registro de datos, observación participante y

d)    Conclusión: elaboración de la ruptura y abandono del campo.

 

En el estudio etnográfico de una comunidad puede distinguirse entre proceso o realización del trabajo de campo mediante la observación participante y el producto o monografía etnográfica (escrita o filmada, en imágenes, etc.; a través de la cual se reconstruye la cultura de la comunidad estudiada.

 

Así mismo también, para analizar el producto etnográfico con el cual se construye mediante un informe etnográfico o monografía, lo primero que hace el etnógrafo es “descontextualizarse” dejarse de la cultura observada participativamente para objetivar el discurso etnográfico. Comprender el método etnográfico es haber encontrado la vía regia para analizar cualitativamente la realidad social cultural.

 

Sobre el particular, (Tezanos, A: 2000; 21) expresa que la etnografía es una denominación acuñada en el ámbito de los estudios antropológicos culturales que significa “teoría de la descripción desde la etimología del termino para distinguirla de la etnología, significada como teoría de la comparación”

 

En tal sentido la etnografía, es una denominación acunada en el ámbito de los estudios antropológico-culturales que se significa como teoría de la descripción desde la etimología del término, para distinguirla de la etnología significada como teoría de la comparación. En tanto que es relevante considerar las características de la etnografía, puesto que es la tradición instaurada en este campo, de que en la actualidad, define y delimita todo aquello que abarca la denominación de enfoques cualitativos, sin embargo, existen algunas confusiones sobre sus características que han llevado a entender la etnografía como método.

 

La etnografía, como tantas otras formas del conocimiento científico contemporáneo, tuvo su origen en la Europa del Siglo XX, el siglo de las formas y de los impulsos del sueño romántico, del positivismo terrestre y material, de las contradicciones sociales, del auge del capitalismo, de la independencia de las colonias americanas. Es a lo largo de ese siglo, que el pensamiento antropológico toma en forma discursiva y disciplinar y sobre todo adquiere oficio en campo, y este es el punto, en que los europeos se mueven de su territorio y sus paradojas internas hacia otras formas de vida y ensayan una crónica del exilio y la curiosidad con asombro.

 

La etnografía, es un instrumento que potencia la mirada del curioso y del analítico, eso es todo, y con este status penetra a todos los campos de las ciencias sociales y del comportamiento, incluso a la emergente ciencia de la comunicación. La etnografía tiene futuro (Galindo, J: 1998,350).

 

Para Rodríguez, Gil y García (1996) la etnografía es entendida como el método de investigación a través del cual se aprende el modo de vida de una unidad social concreta y que el objetivo que se persigue es la descripción o reconstrucción analítica de carácter interpretativo de la cultura, formas de vida y estructura social del grupo investigado.

 

Por otra parte, sobre la base de la unidad social elegida, Spradley (1980) según Salazar, M (2004) clasifica la etnografía en un continuo que va desde la macro etnografía, interesada por una situación social dada. Afirma la autora que cuando se trata de una unidad social particular, es preciso delimitar sus componentes centrales y sus interrelaciones de modo que permita llegar a afirmaciones explicitas acerca de ellos. De esta forma, cunado se hace etnografía, de una determinada unidad social, se esta intentando construir un esquema teórico que recoja y de respuesta de una manera bastante fiel a las percepciones, acciones y normas de juicios de esta unidad social.

 

Esta forma de investigación social se caracteriza según Atkinson y Hammserly citados por Rodríguez, Gil y García (1996) porque quien investiga da especial énfasis a la exploración de la naturaleza del fenómeno social objeto de estudio.

 

La etnografía depende menos de instrumentos de registro y medición que otras formas técnicas de investigación, aquí el investigador está al centro de su formación, la diferencia entre un novato y un experto es enorme y definitiva. Hoy día, el trabajo etnográfico, sigue siendo fenomenológico, pero sobre todo se configura hermenéuticamente.

 

El investigador requiere de una atención especial hacia su conciencia reflexiva lingüística, y para decirlo en palabras contundentes, la etnografía de hoy supone una combinación inestable de alma de poeta y sudor de científico. La etnografía es un principio, un oficio de descripción, por lo tanto, el lenguaje sustantivado con marcas temporoespaciales, es la base del registro de lo observado.

 

La investigación etnográfica exige del investigador la observación directa, permanecer en el lugar de los acontecimientos, tratando en lo posible de que su presencia modifique lo menos posible el escenario de la acción a investigar, es ese sentido, es útil que el investigador trate de integrarse a patrones culturales, costumbres y creencias típicas de los miembros de la comunidad social socializando e interactuando con prudencia pero con profundidad, los acontecimientos que se vayan presentando en el mundo cultural en el cual esta inmerso.

           

El enfoque etnográfico según Martínez, M (2007) se apoya en la convicción de que las tradiciones, valores y normas del ambiente en que se vive se van internalizando poco a poco y generan regularidades que pueden explicar la conducta individual y grupal en forma adecuada. En efecto, los miembros de un grupo étnico, cultural o situacional comparten una estructura lógica o de razonamiento que, se manifiesta en diferentes aspectos de su vida.


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En este sentido, el investigador debe tener claridad sobre las formas de registro de la información y las técnicas a utilizar, que solo es posible integrando la naturaleza del ámbito social estudiado y el como se relacionan los diferentes miembros del grupo en ese entorno, y así de esta manera el investigador se convertirá en un observador participante a quien los investigados, una vez lograda la interacción sociocultural y lingüística puedan estar en condiciones de aportar la información deseada. El registro es selectivo y siempre implica una interpretación por mínimo que sea lo que se registre y como se registra, dependerá en gran medida de los propósitos y prioridades de la investigación y de las condiciones en que esta se lleve a cabo.

 

De allí la importancia de que el etnógrafo debe permanecer el tiempo suficiente en el escenario de investigación, tener la oportunidad de vivenciar y observar lo que sucede en repetidas ocasiones e ir descubriendo el significado de los hechos, aprendiendo hasta que llega un momento en que los acontecimientos se repiten y nos aportan información nueva. Esto es lo que Bertaux (1980) llamo “el mundo de saturación que valida la observación etnográfica”.

 

De los métodos de investigación cualitativa, quizás sea la historia de vida el que mejor permita a un investigador acceder a ver como los individuos crean y reflejan el mundo social que les rodea. La metodología de la historia de vida ofrece un marco interpretativo a través del cual el sentido de la experiencia humana se revela en relatos personales en un modo que da prioridad a las explicaciones individuales de las acciones mas que a los métodos que faltan y ordenan las respuestas en categorías conceptuales, predeterminadas fases ( Ruiz, 1999:147).

 

Entendemos por historia de vida, el relato autobiográfico obtenido por el investigador mediante entrevistas sucesivas, en las que el objetivo es mostrar el testimonio subjetivo de una persona en las que se recojan tanto los acontecimientos como las valoraciones que dicha persona hace de su propia existencia. En la historia de vida, el investigador es solamente el inductor de la narración, su transcriptor y también, el encargado de “retocar” el texto, tanto para ordenar la información del relato obtenido en las diferentes sesiones de entrevista como el responsable de sugerir al historiado la necesidad de cubrir los espacios informativos olvidados por el sujeto. Señala Pujadas (1992), que en la etapa de publicación de la narrativa, el investigador podrá según las circunstancias hacer retoques ulteriores al texto (siempre de común acuerdo con el informante), en el sentido de reducirlo extrayendo reiteraciones. También será el encargado de establecer las convenciones del texto: la puntuación, la representación de los énfasis, de los silencios y de las dudas, así como la transcripción de las peculiaridades fonéticas y morfosintácticas del habla del sujeto.

 

Las historias de vida aunque no aporten más que un testimonio individual sobre un determinado problema o sobre un determinado grupo humano cumplen una función de primera magnitud para el desarrollo de la dimensión cualitativa en las ciencias sociales. Igualmente, teniendo en cuenta no solo los tiempos sino los espacios, las historias de vida son los escenarios de los discursos particulares que surgen a pesar de los discursos de los medios de comunicación o de formación de masas. Porque los discursos, las historias particulares, son historias de experiencias, de saberes prácticos que los medios de comunicación de masas no hacen circular salvo convertidos en espectáculo-mercancía (Santamarinas y Marinas; 1998. 261).

 

La aplicación de la historia de vida como perspectiva en la que convergen distintas disciplinas y tradiciones de investigación, requiere la atención del contexto concreto, tal como lo señala Santamarinas y Marinas (1998) “como son las formas de intercambio y circulación de la memoria y de las experiencias en el interior de la cultura mediática del espectáculo o de la dominación” (Pág. 261). Cultura que reinventa la figura supuestamente universal de los receptores, de los segmentos de los públicos. Las formas de relato, orientadas a la comunicación de experiencias tocan a su fin. La historia de vida como historia de particular es fundamentalmente la comunicación de una sabiduría practica, de un saber de vida y de experiencia.

 

La historia de vida se apoya fundamentalmente en el relato que un individuo hace de su vida, o de aspectos específicos de ella, de su relación con la realidad social, de los modos como interpreta los contextos y define las situaciones en las que el ha participado, pero esto no significa que la investigación acepte al pie de la letra todo lo que el entrevistado refiere que es fiel, no a la realidad objetiva sino a la propia experiencia del sujeto.

 

La calidad de las historias de vida tiene que ver con la construcción del objeto de estudio y las dimensiones del mismo que sirven como referencia. Al respecto, Córdova, V (1990) se identifica con Bertaux denominando estas dimensiones como socio-estructural y socio-simbólica. La socio-cultural aquella que esta dada en la vida social, constituye la dimensión de la economía, de la política, de lo social que de alguna manera esta establecido, en cambio la dimensión socio-simbólica es mas complicada porque pertenece mas al individuo, aquí hay que tomar en cuenta todo lo que el simboliza, como negocia su relación con lo dado, con lo estructurado, es decir, de que manera se vincula con lo económico, lo político, lo social, lo institucional y lo jurídico y como se define allí su papel con respecto a estas dimensiones no solo en términos objetivos sino como el individuo se imagina desde el punto de vista subjetivo, lo que representa para si las escalas de significación y el sentido que esto tiene.

 

En la historia de vida o autobiografía sociológica, el investigador trata de aprender las experiencias destacadas de la vida de una persona y las definiciones que esa persona aplica a tales experiencias. La historia de vida presenta la visión de su propia vida que tiene la persona en sus palabras, en gran medida como una autobiografía común.

 

Al respecto, Salazar, M (2004) expresa que la decisión de construir una historia de vida nunca se hace en abstracto, dado que inmediatamente surgiría la cuestión de quien será el sujeto elegido para representar el papel del protagonista de una historia que responda a las expectativas y propósitos de la investigación.

 

El interés de estos aportes relacionados con la historia de vida es, mostrar la versatilidad de la técnica biográfica, capaz de adaptarse a diseños de investigación muy distintos, rescatando uno de los rasgos esenciales, incluso para estudios de orientación positivista. Cabe destacar que los relatos biográficos constituyen una técnica de recopilación y análisis de fenómenos sociales, que pueden ser utilizados desde diferentes metodologías y concepciones epistemológicas, sin hacer planteamientos exclusivistas en ningún sentido.

 

En la historia de vida se presenta un trabajo de construcción textual que hilvana cronológica o temáticamente un discurso basado exclusivamente en sesiones de entrevista entre sujeto e investigador; es decir, recoger, deconstruir y reconstruir, y luego presentar siendo que el objetivo del investigador es que este proceso de manipulación textual respete la literalidad de las intenciones y motivaciones del sujeto.

 

Referencias bibliográficas

 

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13.   SANTAMARINAS C y MARINAS, J (1998) Historia de Vida e Historia Oral. Métodos y Técnicas Cualitativas de Investigación en Ciencias Sociales. Editorial Síntesis. Madrid. España.

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