Pacientes con Daño Cerebral Traumatico Ligero y Sindrome Postconmocional en la Atencion Primaria de Salud
Autor: MSc. Dr. Carlos Enrique Hernández Borroto | Publicado:  14/12/2009 | Neurologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria , Neurocirugia | |
Pacientes con Daño Cerebral Traumatico Ligero y Sindrome Postconmocional en Atencion Primaria .1

Pacientes con Daño Cerebral Traumático Ligero y Síndrome Postconmocional en la Atención Primaria de Salud. Parroquia Santa Rosalía. Caracas. Enero de 2007 a enero de 2009.

 

MSc. Dr. Carlos Enrique Hernández Borroto. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Máster en Educación Médica. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Instructor.

MSc. Dra. Clarivel Presno Labrador. Especialista de II Grado en Medicina General Integral. Máster en Educación Médica. Profesora Auxiliar.

 

Correspondencia: MSc. Dr. Carlos Enrique Hernández Borroto.

Entidad: Universidad Bolivariana de Venezuela. Ave. Leonardo da Vinci. Los Chaguaramos. Caracas

 

RESUMEN

 

Los Traumatismos Cráneo Encefálicos (TCE) y el Daño Cerebral Traumático (DCT) asociado, constituyen uno de los problemas de salud más complejos a los que se enfrenta el Especialista de Medicina General Integral durante su práctica profesional. Se realizó una investigación descriptiva y prospectiva para caracterizar a los pacientes con Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL) y Síndrome Postconmocional (SPC), diagnosticados en la Atención Primaria de Salud, en el Centro Médico de Diagnóstico Integral del Área de Salud Integral Comunitaria “La Gran Colombia”, de la Parroquia Santa Rosalía, Municipio Libertador, Caracas, entre los meses de Enero del 2007 y Enero del 2009.

 

Se consideró como universo a la totalidad de pacientes con diagnóstico de Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL) y Síndrome Postconmocional (N= 67). Las conclusiones principales fueron: el sexo masculino fue el más frecuente en todos los grupos de edades y el grupo de 21 a 39 años el más afectado. La mayoría de ocupación trabajadores y acudieron entre 25 y 48 horas después del trauma. Los traumas ocurrieron entre viernes y domingo y en los meses de febrero, abril, junio a septiembre y diciembre. El principal mecanismo fue la aceleración/desaceleración durante accidentes de tránsito. La mayoría obtuvo 15 puntos en la Escala de Coma de Glasgow y se le realizó radiografía de cráneo a la totalidad de los pacientes. La cefalea fue el síntoma más frecuente y el latigazo cervical la lesión más asociada; a los 6 meses casi la totalidad tenían buena recuperación y una integración social adecuada según Cuestionario Rivermead ad hoc.

 

Palabras o frases clave: aceleración/desaceleración; Cuestionario “Rivermead”; daño cerebral traumático ligero; Escala de Coma de Glasgow; latigazo cervical; síndrome postconmocional.

 

INTRODUCCIÓN

 

Los Traumatismos Cráneo Encefálicos (TCE) y el Daño Cerebral Traumático (DCT) asociado, constituyen uno de los problemas de salud más complejos a los que se enfrenta el Especialista de Medicina General Integral durante su práctica profesional (1). A pesar de esto, la mayoría de ellos están familiarizados de alguna manera, con el manejo de sus formas más severas o graves, y sin embargo es su variante leve, el Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL), la más frecuente y la que provoca mayores dificultades diagnósticas y terapéuticas (2).

 

El Daño Cerebral Traumático (DCT) es un problema de salud pública significativo en los Estados Unidos de América. En este país más de 1.4 millones de personas sufren alguna de sus formas cada año, con un costo total estimado para el sistema de salud de más de 60 billones de dólares anuales (3,4).

 

Los antecedentes históricos sobre los traumas craneales y sus manifestaciones, han llegado hasta la actualidad de manera indirecta a través de restos fosilizados, momias, cráneos trepanados e instrumentos quirúrgicos rudimentarios utilizados para esos fines (5).

 

La primera referencia escrita está contenida en el Papiro de Edwin Smith. El mismo data de 1700 años antes de Cristo, y describe la conducta médico quirúrgica ante 48 casos, 27 de los cuales corresponden a traumatismos craneanos (6).

 

Desde fines del siglo XVIII se conoce que cirujanos aborígenes o chamanes indígenas practicaban operaciones craneanas. Esta afirmación se debe a Paul Broca, quien estudió un cráneo procedente del Perú, en el cual claramente se observan los surcos dejados por instrumentos quirúrgicos para levantar un colgajo óseo cuadrangular (7).

 

Las indicaciones de las operaciones en muchos casos eran traumatismos contundentes ocasionados por macanas que generalmente golpeaban el lado izquierdo de la cabeza. Estos combates casi siempre eran el resultado de batallas entre tribus enemigas. Es posible que en otros casos, las trepanaciones hayan sido indicadas por otras razones: cefalea intensa y prolongada, epilepsia y tal vez algunos trastornos mentales (5).

Los cráneos trepanados más antiguos que se conocen son del período Mesolítico y fueron hallados por Gorman en Ucrania (8). Las excavaciones de Vasilyevica II tienen una antigüedad de 8020 a 7620 años. En el período Neolítico, el cráneo de Ensin, en Alsacia, tiene dos defectos parcialmente cicatrizados y tienen una cronografía de 5100 ± 155 años (5).

 

En el siglo I de nuestra era, el romano Celso describió las trepanaciones y los instrumentos usados desde la época de Hipócrates, incluyendo las telebrás y las trefinas, muy semejantes a las que conocemos actualmente (9).

 

En Venezuela la primera cirugía craneal por diversas causas se halla en un cráneo trepanado por aborígenes precolombinos, que presenta una perforación a nivel del hueso frontal, sobre la glabela, y regeneración del tejido óseo. El mismo fue colectado por José María Cruxent en el año 1946, en la localidad de la isla del Burro, Lago de Valencia, Estado Carabobo, que estaba habitada antes de la llegada de los españoles por los Caquetios, una tribu del grupo lingüístico Arawaco (5).

 

Varias publicaciones sobre traumatismos craneoencefálicos aparecieron a finales del siglo XIX y principios del XX, en la Gaceta Médica de Caracas. Pablo Acosta Ortiz publicó en 1893 un caso de herida cefálica por arma de fuego (10), y Luis Razetti, promotor del renacimiento de la medicina venezolana, profesor de cirugía, fundador de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela y su Secretario Perpetuo, fue autor de varias publicaciones sobre Traumatismos Cráneo Encefálicos (TCE) (11,12).

 

Actualmente, entre las principales causas de los Traumatismos Cráneo Encefálicos (TCE), se encuentran los accidentes de tránsito. Para el año 2002 las primeras causas de muerte en Venezuela fueron: las cardiovasculares, el cáncer y los accidentes viales (13). Según estadísticas revisadas, el 53% de los lesionados fallece en el lugar del accidente, el 40% sufre discapacidad temporal o permanente, y el 80% de los que han sufrido un Traumatismo Cráneo Encefálico (TCE) experimentan convulsiones entre 1 y 5 años después del evento (13). Para este mismo año los estados con mayor índice de lesionados fueron: Táchira, Lara, Zulia, Anzoátegui, Mérida y Carabobo (13).

 

El Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL) representa entre el 70 y 90% de todos los Traumatismos Cráneo Encefálicos (TCE) tratados. Es diagnosticado más comúnmente en adolescentes y adultos jóvenes, y típicamente causado por caídas y accidentes automovilísticos. La incidencia estimada en estudios poblacionales es de aproximadamente 600 casos por cada 100 000 habitantes (14,15).

 

El Congreso Americano de Rehabilitación en 1993 propuso una definición del Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL) que pudiera ser utilizada por los médicos, de manera más práctica, particularmente cuando no estuviera disponible la puntuación de la ECG, o cuando esta fuera inválida (16). Esta definición establece que cualquiera de los siguientes síntomas, si aparecen después de la aplicación de las fuerzas antes mencionadas, sobre el encéfalo, reflejan un daño de severidad suficiente como para merecer la clasificación de Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL):

 

·         Cualquier periodo de pérdida de la conciencia.

·         Cualquier pérdida de la memoria de los sucesos ocurridos antes (amnesia retrógrada) o después (amnesia anterógrada) del evento traumático (este periodo en su totalidad es a veces designado como amnesia post traumática, APT).

·         Cualquier alteración del estado de conciencia al momento del evento (sensación de mareo, desorientación o confusión).

·         Defectos neurológicos focales que pueden o no ser transitorios.

Esta definición incluye solamente a los pacientes con pérdida de la conciencia inferior a los 30 minutos, valores de la ECG 30 minutos después del trauma entre 13 y 15, y una APT con una duración menor de 24 horas.

 

Un estudio realizado en el Hospital Universitario "Dr. Alfredo Van Grieken", en Coro, Estado Falcón, tuvo entre sus conclusiones que el Daño Cerebral Traumático Ligero (DCTL) es el más frecuente, observándose en el 88,1% de los pacientes estudiados con Traumatismos Cráneo Encefálicos (TCE) (17).



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