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La Promoción de la Salud. Un nuevo marco Epistemico
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Autor: Lic. Dailene Leal
Publicado: 29/12/2009
 

Los seres humanos de acuerdo a los momentos históricos que les ha correspondido vivir a través de todos los tiempos y a la cultura imperante, siempre han intentado prevenir enfermedades con diferentes métodos. En esta permanente búsqueda, es importante resaltar los innumerables aportes que han ofrecido los avances científicos y fenomenológicos que han ocurrido en el mundo, especialmente en el área de la salud; entre los cuales se incluyen la formación de profesionales sanitarios quienes tienen la responsabilidad de la promoción de la salud y la prevención de enfermedades en las comunidades urbanas y rurales de los países.


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La Promoción de la Salud. Un nuevo marco Epistémico.

 

Dailene Leal. Licenciada en Enfermería. Universidad Central de Venezuela, Magíster en Gerencia Administrativa. Diplomatura en Educación. Docente Instructor a Dedicación Exclusiva adscrito al Departamento Clínico de Enfermería Comunitaria y Administración de la Escuela de Enfermería Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Venezuela.

 

Omaira Ramírez. Licenciada en Enfermería. Universidad de Carabobo. Magíster en Administración de los Servicios de Enfermería Universidad de Carabobo. Magíster en Enfermería Gerontológico y Geriátrica Universidad de Carabobo. 2001. Diplomatura en Desarrollo Curricular Fundacelac. UC. Diplomatura en Entornos virtuales de Aprendizaje. Un enfoque basado en competencias. UCLA. 2009. Cursante del Doctorado en Ciencias de la Enfermería. Mención Cuidado Humano. Universidad de Carabobo. Profesor Asociado a Dedicación Exclusiva en la Cátedra de Gerencia en Salud y Enfermería adscrito al Departamento Clínico de Enfermería Comunitaria y Administración de la Escuela de Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Jefe del Departamento Clínico de Enfermería Comunitaria y Administración. Docente del Programa de Maestría de Gerencia de los Servicios de Salud y Enfermería. Área de Postgrado UC. Miembro de la Comisión Coordinadora del Programa de Maestría de los Servicios de Salud y Enfermería UC.

 

Sistematización.

 

Los seres humanos de acuerdo a los momentos históricos que les ha correspondido vivir a través de todos los tiempos y a la cultura imperante, siempre han intentado prevenir enfermedades con diferentes métodos. En esta permanente búsqueda, es importante resaltar los innumerables aportes que han ofrecido los avances científicos y fenomenológicos que han ocurrido en el mundo, especialmente en el área de la salud; entre los cuales se incluyen la formación de profesionales sanitarios quienes tienen la responsabilidad de la promoción de la salud y la prevención de enfermedades en las comunidades urbanas y rurales de los países.

 

Dentro de esta perspectiva, en Venezuela, desde la creación del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social durante el gobierno del General Eleazar López Contreras el 25 de Febrero de 1936 con el nombre de “Dirección de Asistencia Social”, bajo una dirección carente de peso político y de peso técnico administrativo especialmente en lo sanitario. Era una secretaria general donde solo existía asesoría jurídica en lo administrativo, los servicios preventivos eran prestados a la población sin distinción social, económica, ni de raza, religión y pensamiento político, los gastos ocasionados emergían del fondo común del tesoro físico y era totalmente gratuito, por lo que debe señalarse que la herencia recibida por la administración anterior fue la de un país enfermo, postrado y atrasado en todos los órdenes de la vida nacional, con una población estabilizada en tres y cuatro millones de habitantes, distribuidos en 65% en el medio rural y el 25% en el medio urbano. El paludismo particularmente en la región de los llanos era la primera causa de morbi-mortalidad general, con un millón de casos y diez mil muertes al año. De cada mil niños que nacían, 123 morían antes de cumplir el primer año de vida, una expectativa de vida de 42 años, en las dos universidades existentes, la de Caracas y Mérida, asistían 1.500 estudiantes. El analfabetismo en personas mayores de 10 años estaba en un 62%.

 

Dada la situación presente los sanitaristas de la época ( Médicos: Pastor Oropeza, Gustavo H Machado, Espíritu Santo Mendoza, Ernesto Vizcarrondo, Lya Imber, Guillermo Hernández Sosaza, Simón Gómez Malaret), en 1937 a través de la División Materno Infantil iniciaron y organizaron cursos de puericultura y pediatría para estudiantes de medicina, los cuales se implementaron esquemáticamente de la siguiente manera: los estudiantes hacían primero una pasantía de 6 meses por el Instituto Nacional de Puericultura en donde recibían clases teóricas sobre temas de higiene materno – infantil y lo más importante, realizaban prácticas participativas en las consultas de higiene prenatal, infantil, preescolar, secciones de dietética y de enfermeras visitadoras. En la medida en que éste personal de salud se fue capacitando, y se ejecutaron las estrategias antes descritas, las enfermedades que eran habituales en la población infantil venezolana tales como la gastroenteritis, el necatoriasis, el paludismo, la tuberculosis, la viruela y otros padecimientos, comenzaron a ser progresivamente controladas y erradicadas del territorio nacional, por lo cual dejaron de causar los altos índices de mortalidad, muchas de ellas debido también a las vacunación, al uso de antibioticoterapia y otros medicamentos modernos (1).

 

Si bien es cierto que con las políticas implementadas se contribuyó a un cambio en la atmósfera política y social, en el país se respiraban aires de progreso y desarrollo, pues se estaban construyendo modernas autopistas, grandes complejos habitacionales de carácter popular, universidades, hospitales y centros comerciales. Sin embargo, durante el transcurso del tiempo, y el avance de la sociedad; las normas sanitarias para la “promoción de la salud”, cuyo concepto surgió del campo de la salud pública y de la medicina social (2), y definido como “ el proceso de capacitar a la gente para que aumente el control sobre su salud y la mejore” (3), siempre emanadas por los gobiernos de turno, han producido muchas variaciones con relación a la salud, tanto a los problemas que la alteran (causa de morbilidad y mortalidad) como a las condiciones sociales (ambientales, económicas, laborales, etc.) que son las que desarrollan la vida de las poblaciones humanas y que se han mecanizado, por lo que se hace necesario, que para lograr avances en las políticas y prácticas de salud, se necesita implementar un nuevo enfoque epistémico de “Promoción de la Salud” para que el paradigma “Biomédico-Clínico-Positivista (4) que ha predominado en el campo de la salud durante el recién culminado Siglo XX, que siempre nos ha sometido al reduccionismo conceptual y a la fragmentación de la realidad, caracterizado por la búsqueda diagnóstica e investigativa, especializada, basada en la evidencia y el uso del método de prueba y error, permitiendo el afianzamiento de las ciencias solo para experimentar, observar y cuantificar.

 

Entonces, en este sentido se comprende, que actualmente existen razones y parámetros que indican que la atención de salud en el país intenta humanizarse, esto se demuestra por el marco legal de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), que promueve una optima “promoción de la salud”, la calidad de vida de la población y el establecimiento de nuevas políticas de salud para mejorar la salud de la población (5), tomando como premisa tres importantes desafíos: Compromiso de la Comunidad, Promoción de la Salud en las Instituciones educativas, Formación de Profesionales en el área de la salud

 

Compromiso de la Comunidad.

 

Desde la Declaración de Alma Ata (1986), una de las ideas discutidas y posteriormente redactada en la “Carta de Otawa” (6), es reforzar la participación comunitaria y mejorar el compromiso de la comunidad como elemento fundamental de todas las acciones dirigidas a mejorar la salud de sus habitantes y como eje de todo el conjunto, las acciones de capacitación, defensa, mediación y posibilidad de llevar a cabo sus funciones en la planificación y gestión de los programas de promoción de la salud. De hecho, el compromiso de la comunidad constituye una exigencia derivada del reconocimiento de que la salud es una variable social y que tanto ella como los problemas de salud se generan en su seno como consecuencia de las interacciones básicas y fundamentales entre los elementos que la conforman (7). Es por eso que, el proceso vital de las personas se desarrolla en grupos sociales que tienen una dependencia directa o indirecta de su ambiente físico y psicosocial, por muy modificado y sofisticado que este sea; en ellos los individuos se relacionan entre si y constituyen sistemas, que evidentemente es la suma de sus partes, por lo cual los estudios epidemiológicos deberán tomar la comunidad como unidad de estudio en un enfoque intersectorial y ecológico y analizar las raíces sociales y culturales de los problemas de salud.

 

En Venezuela, como parte de las políticas del Estado, la participación comunitaria está desarrollándose en su máxima expresión, como modelo se tienen los Consejos Comunales, que son instancias de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y donde los ciudadanos y ciudadanas le permiten a las personas organizarse, ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de sus habitantes en la construcción de una sociedad de equidad y de justicia social (8), quedando inmersa la promoción de la salud y sustentada legalmente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en sus artículos: 3,5,62,70,141,143,158,166,182,184,185 (9); Ley Orgánica del Régimen Municipal en su artículo 167 (10) y Ley Orgánica de Salud, en el artículo 3 (11).

Por consiguiente, el nuevo enfoque epistémico de la promoción de la salud debe consistir en construir una base social que permita el desarrollo integral de las comunidades, sustentado en el perfeccionamiento de la calidad y estilos de vida saludables de la población, ya que los ciudadanos tienen el deber de preservar su salud y participar en las acciones que el Estado desarrolla para que la población sea saludable.


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La Promoción de la Salud en las Instituciones educativas

 

Desde sus inicios, la educación para la salud ha considerado a la escuela como un elemento indispensable y valioso para el desarrollo de actividades y comportamientos necesarios para lograr un adecuado nivel de vida. A la comunidad escolar se le pueden aplicar las estrategias de promoción de la salud que constituyen los elementos básicos de la carta de Ottawa, desde el planteamiento de una política escolar y la creación de ambientes saludables a la capacitación y potenciación de los individuos, donde el aspecto de capacitación forma parte de la definición de promoción de la salud que implica la participación de los estudiantes en la asignación de responsabilidades para reflexionar sobre su situación y tomar decisiones sobre su comportamiento. Debe surgir entonces un nuevo modelo de escuela promotora de la salud de los estudiantes como participantes, sus preocupaciones intereses y opiniones.

 

Es función del docente, observar problemas de salud considerados como importantes por la población estudiantil y estimular el análisis crítico de dichos problemas y de las circunstancias y factores que lo determinan incluyendo los relacionados con el comportamiento y los estilos de vida, considerando también que parte de estos factores dependen de las condiciones de vida familiar, por lo cual la participación de los padres se considera indispensable para las actividades de promoción de salud en las escuelas, por consiguiente, en las interacciones escuela-comunidad y centro de salud juegan un rol preponderante en la planificación de programas de promoción de la salud. La coordinación entre estos sectores servirá de apoyo, ya que la escuela debe integrar su programa de promoción de la salud en el plan educativo, (12)

 

Formación de Profesionales del área de la Salud

 

La promoción de la salud debe admitir un cambio profundo en la organización y estructuración tanto de los servicios sanitarios como en la forma de actuación de los profesionales que trabajan en ellos, lo que implica un modo de entender su función y su relación con los individuos y con la comunidad, por lo tanto es necesario que su área de atención transite de la enfermedad a la promoción de la salud. Cuando se plantea la necesidad de un nuevo enfoque en la formación de los profesionales de la salud, es para que puedan contribuir con la promoción de la salud de las personas y comunidades con un enfoque holístico y en continua relación con el ambiente físico, psicológico de las personas. Por consiguiente se hace necesario que:

 

a)     Se debe conocer al individuo como persona y como ser humano con sus componentes físicos, psíquicos, sociales y éticos y las intimas relaciones entre estos. Es necesario que el profesional de salud pueda conocer y apreciar los recursos internos de las personas en su lucha con la enfermedad y en la promoción de la salud debe ser consciente de que estos recursos pueden ser tan valiosos como los de la tecnología médica y los sepa utilizar tanto en el momento de la salud como en la terapéutica.

 

b)    Hay que conocer a la comunidad y ser consciente de la importancia sanitaria de su estructura y las relaciones interpersonales dentro de las redes sociales. Para ello debe tener conocimientos demográficos, sociológicos, psicológicos, epidemiológicos y ecológicos, es decir los conocimientos de los profesionales de la salud deben fundarse alrededor de la realidad de las personas.

 

c)     Ser hábil para comunicarse con las personas y la comunidad en general mediante la expresión verbal y no verbal. Para ello hay que poseer la capacidad de escuchar, observar y comprender sus necesidades. Hay que ser consciente de que los sentimientos y actitudes a veces constituyen un impedimento para una comunicación eficaz y hay que saber controlar los aspectos de nuestra personalidad. Un elemento importante es la actitud mental que se adopte en torno al otro, que puede oscilar desde el distanciamiento y la prepotencia, al paternalismo y a la verdadera colaboración y apoyo, el rol del personal de salud pasa a ser un poseedor exclusivo de conocimientos y proveedor de apoyo y esfuerzo. Solo mediante el dialogo basado en el respeto y la empatía se podrán establecer relaciones adecuadas que permitan conocer a las personas para establecer una relación terapéutica y educadora.

 

d)    Se debe utilizar una metodología abierta, activa, creativa y participante, solo de este modo se podrían utilizar los conocimientos sobre salud y enfermedad junto con lo de los otros miembros del equipo de salud en el que trabaje para comprender y valorar las circunstancias de cada caso y sus posibles soluciones, y así ayudar a las personas a tomar la decisión más acertada o más idónea, tanto para promover su salud como para recuperarla (13).

 

Consideraciones Finales

 

Finalmente se puede describir que la Promoción de la Salud significa con estos importantes desafíos, que la participación y compromiso comunitario se apoye en los actuales conocimientos aportados por las ciencias y los avances tecnológicos, que se construya un diálogo con otros campos del saber, especialmente el saber popular, aspectos considerados y necesarios para el logro de la salud individual y colectiva, que se adopte una forma de actuación conjunta entre instituciones educativas-comunidad-sector salud para desarrollar proyectos de promoción de la salud, que se perfile la formación de los profesionales de la salud con las competencias acordes al contexto social, que estén instruidos y comprometidos con las políticas de salud que emergen para el sistema actual sanitario, fragmentando paradigmas arcaicos que les permita el avanzar con el referente epistémico de la “Promoción de la Salud”, para construir una sociedad verdaderamente saludable. Esto constituye un “reto” para el ahora, pues se debe concretar los deseos de los diferentes actores sociales, que estén integrados como un equipo en favor al bienestar de nuestra nación y conseguir el país que todas y todos deseamos, pues la salud es un bien social indispensable para el desarrollo de la nación, cuyo logro debe ser compartido como obligación entre el Estado y los ciudadanos.

 

Con esta reflexión se pretende superar nudos históricos generados por el modelo biomédico positivista donde la preponderancia de lo individual por sobre lo colectivo, la primacía de los fenómenos biológicos por sobre los sociales, de las acciones curativas por sobre las preventivas y promocionales, de la atención clínica por sobre la intervención comunitaria, y la hegemonía de los modelos de gestión mercantilista de salud por encima de los salubristas.


 

Referencias Bibliográficas

 

1-     Alegría, C. Historia de la Medicina en Venezuela, Edición Homenaje a la memoria del Dr. Pastor Oropeza. Ediciones del Congreso de la República. Caracas, 1965.

2-     Promoción de la Salud, una antología. Organización Panamericana de la Salud, Organización Mundial de la Salud, Publicación Científica Nº.557, 1996.

3-     Nájera, M. El enfoque epidemiológico en la formulación de políticas y en la formación del recurso humano, Madrid, 1990.

4-     Capra, F. El Punto Crucial. Ciencia y Cultura Naciente, El Modelo Biomédico, Editorial Estaciones, 1969.

5-     Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Caracas, Venezuela 1999.

6-     Otawa Charter for Health Promotion 1986.

7-     Informe sobre la V Conferencia Mundial de Promoción de la Salud. Secretaría de Salud de México. 2000

8-     Ley de Consejos Comunales. Gaceta Oficial Nº 5.806, Caracas. Venezuela, 2006.

9-     Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Caracas, Venezuela 1999.

10-   Ley Orgánica de Salud de la República de Venezuela, Gaceta Oficial Número 36579, Caracas Venezuela, 1998.

11-   Ley Orgánica de Régimen Municipal la República de Venezuela, Gaceta Oficial Número 4109, Caracas, Venezuela.1089

12-   Modolo, M., Higher Health Education. Ponencia presentada en la VII Semana Monográfica de la Fundación Santillana 2, Aprender para el Futuro. Educación para la Salud, Madrid, España1993.

13-   Mazarrasa, A. Sánchez, A. Gèrman, C., Sánchez A., Merellez, A., Aparicio, V., Salud Pública y Enfermería Comunitaria, 2ª Edición, Volumen 1, Editorial McGraw Hill Interamericana, 2004.