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Diagnostico imagenologico de la ectasia renal en neonatos
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Autor: Dr. Yuri Carrillo
Publicado: 28/01/2010
 

El diagnóstico prenatal de una ectasia renal durante la gestación constituye un problema perinatológico aún no resuelto. ¿Qué medidas pueden considerarse patológicas en la ecografía prenatal o que actitud tomar tras el nacimiento? (profilaxis antibiótica, estudio por técnicas de imagen) son cuestiones aún por resolver que generan controversia en la literatura médica.

 

La hidronefrosis debe de entenderse como la dilatación de los cálices y pelvis renal con orina secundariamente a obstrucción el tracto de salida de la pelvis renal o en otros niveles inferiores de la vía urinaria. 


Diagnostico imagenologico de la ectasia renal en neonatos .1

Diagnóstico imagenológico de la ectasia renal en neonatos.

 

Dr. Yuri Carrillo. Especialista en Imagenología. Facultad de Ciencias Médicas de Las Tunas, Cuba. Hospital General Docente Dr. Ernesto Guevara de la Serna

Dra. Onilda Labrada Silva. Especialista de 1er grado en Radiología.

Dra. Daimarelis Ortega Rodríguez. Especialista en Urología.

 

Introducción

 

El diagnóstico prenatal de una ectasia renal durante la gestación constituye un problema perinatológico aún no resuelto. ¿Qué medidas pueden considerarse patológicas en la ecografía prenatal o que actitud tomar tras el nacimiento? (profilaxis antibiótica, estudio por técnicas de imagen) son cuestiones aún por resolver que generan controversia en la literatura médica.

 

La hidronefrosis debe de entenderse como la dilatación de los cálices y pelvis renal con orina secundariamente a obstrucción el tracto de salida de la pelvis renal o en otros niveles inferiores de la vía urinaria. 1, 2

 

Cuando la dilatación del sistema colector intrarrenal, es decir, los cálices y la pelvis renal, se dilatan por otras causas distintas a la obstructiva, hablaremos entonces de una ectasia renal no obstructiva. La hidronefrosis prolongada, originará en la mayoría de los casos, diferentes grados de atrofia del parénquima renal, ya que la causa obstructiva que esté originando esa dilatación, genera una elevación progresiva mantenida la presión en la vía urinaria, lo que llevará a una disminución del flujo sanguíneo intrarrenal. 3, 4, 5 Esta alteración en la microvascularización de todo el órgano provocará una progresiva atrofia de los diferentes compartimentos celulares que componen el parénquima cuanto más prolongada y severa sea la obstrucción urinaria, mayores serán los trastornos funcionales de ese riñón hidronefrótico.

 

Es conocido que el 1% de los fetos tienen algún tipo de anomalía estructural, siendo en la mayoría de las series, el 50% localizada en el sistema nervioso central, el 20% en el aparato genitourinario, el 15% en el aparato digestivo y el 8% en el sistema cardiopulmonar. Las malformaciones genitourinarias, pueden encontrarse entre 1 de cada 500 -1.000 fetos, dependiendo esta incidencia, de la edad gestacional en la que se estudie a la gestante, así como de la habilidad y experiencia del ecografista, conociendo que las sombras renales comienzan a visualizarse a partir de las 15 semanas de gestación. 6, 7 En general puede decirse que un 1,4% de los fetos examinados ecográficamente, presentan una hidronefrosis, aunque en el 50%, la hidronefrosis habrá desaparecido en el nacimiento. 4, 11 La mayoría de estas malformaciones urológicas suelen ser obstructivas, especialmente frecuentes en varones, o pueden ser ectasias no obstructivas, casi siempre relacionadas con un reflujo vesicoureteral, por lesiones quísticas y agenesias renales. 10, 11 Cuando un feto ha sido diagnosticado con hidronefrosis antes del nacimiento, deberá remitirse para este acontecimiento, a un centro que disponga de una buena coordinación, como se ha dicho anteriormente, entre obstetras, neonatólogos y urólogos pediátricos, para iniciar desde las primeras horas de la vida postnatal las diferentes medidas diagnósticas que conduzcan a conclusiones etiológicas y terapéuticas precoces. 8, 9 Al nacimiento el paciente debe de ser explorado meticulosamente de forma general y por aparatos, con el objetivo principal, de descartar la coexistencia de malformaciones asociadas no identificadas prenatalmente y de manera especial el abdomen para la identificación de masas, que pudieran sugerirnos la existencia de un riñón multiquístico o de una estenosis pieloureteral importante.

 

El diagnóstico por imagen, deberá iniciarse en las primeras horas de vida, comenzando habitualmente, por la realización de una ecografía abdominal, la que nos dará el grado de ectasia postnatal y al cabo de unos meses se repetirá el estudio y a los pacientes con ectasia grados 3 y 4 o sea de causa aparentemente obstructivas se le realizarán, la urografía intravenosa, o la uretrocistografía miccional. 12, 13, 18 La ecografía abdominal postnatal deberá realizarse en las primeras horas de vida, cuando el neonato tenga un diagnóstico prenatal de hidronefrosis bilateral, pudiéndose demorar durante unos días cuando la sospecha fuera de hidronefrosis unilateral. 12, 19 Cuando se realiza la ultrasonografía, deberán de visualizarse los parénquimas renales, para medir meticulosamente la corteza renal y las cavidades de los sistemas colectores intrarrenales en diversas proyecciones, la hidronefrosis podrá graduarse según la clasificación realizada por la Sociedad Internacional de Urología Fetal. 14 Es importante también, visualizar y medir el diámetro ureteral en el caso de que esté dilatado, así como la vejiga, para identificar engrosamientos parietales o imágenes de lesiones intravesicales como la del ureterocele o de dilataciones importantes de la uretra posterior como ocurriría en el caso de un neonato con valvas de uretra.

 

Posteriormente a la exploración anterior, y para continuar con la evaluación diagnóstica de estos pacientes, realizaremos una uretrocistografía miccional, que nos permitirá identificar, principalmente un reflujo vesicoureteral o un ureterocele, así como lesiones derivadas de la existencia de válvulas de uretra, tales como los divertículos vesicales o la dilatación de la uretra prostática. 15, 18, 19

 

Existe cierta controversia sobre la necesidad de realizar una uretrocistografía miccional, en el período neonatal en todo paciente con hidronefrosis, sin asociar alteraciones ecográficas en uréter o vejiga, opinión junto con la de otros autores, 15 es que debemos realizarla, para descartar la existencia de un reflujo vesicoureteral neonatal, que sólo puede ser confirmado con esta exploración y no con una ecografía.

Si el estudio ecográfico y uretrocistográfico son normales en el período neonatal, entonces, deberá realizarse un nuevo control ecográfico a las 6 u 8 semanas de vida, para valorar la evolución de esas imágenes hidronefróticas prenatales. Si el estudio ecográfico postnatal muestra signos de hidronefrosis, pero sin evidencia de reflujo vesicoureteral en la uretrocistografía, entonces deberá realizarse un estudio de imagen del tracto urinario superior. Tradicionalmente se realizaba una urografía intravenosa, pero ésta tenía la desventaja de que por la inmadurez de los riñones neonatales, así como por la abundancia de aire intestinal y su falta de preparación, las imágenes obtenidas, no eran de suficiente nitidez en algunos casos, como para obtener conclusiones diagnósticas claras, cuando la causa de la obstrucción era una estenosis de la unión pieloureteral. En la última década, ha sido la aplicación de los radioisótopos, los que han mejorado la metodología diagnóstica a este nivel.

 

Actualmente, en estos casos se aconseja la realización de un renograma diurético utilizando Tecnecio 99-DTPA, que es un isótopo filtrado por el riñón o MAG-3, que es otro isótopo que además de ser filtrado por el riñón es secretado por el túbulo renal. 16

 

La obstrucción de los sistemas excretores es la causa más frecuente de hidronefrosis en el recién nacido, y habitualmente es secundaria a un estrechamiento fibrótico de esa unión entre la pelvis renal y el uréter, o más raramente puede ser secundaria a una estenosis extrínseca producida por una vaso renal anómalo, que irriga el polo inferior renal. Esta malformación puede presentarse de forma bilateral en el 20% de los casos aproximadamente y el grado de afectación renal, depende de la intensidad de la estrechez, así como de la elasticidad de la pelvis renal. 13 El diagnóstico se basa en la evidencia ecográfica, así como en un retraso severo en la eliminación del radioisótopo cuando se realiza un renograma diurético, como se ha descrito anteriormente.

La Cistografía es una exploración importante también en estos casos, ya que puede existir reflujo vesicoureteral asociado, casi en el 15% de los neonatos .14, 15 El tratamiento de elección en la estenosis severa, es la amputación de la unión pieloureteral estrecha, la reducción de la mega pelvis y la reconstrucción de esa unión, mediante una ureteropieloplastia desmembrada o técnica de Anderson-Hynes. 17


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El pronóstico de los pacientes operados es bueno, consiguiéndose una recuperación funcional en el riñón operado en el 90% de los casos. Los neonatos que no cumplen esos criterios quirúrgicos, deben de ser monitorizados cada tres meses durante el primer año de vida mediante controles ecográficos y gamma gráficos, para valorar su evolución funcional y de imagen. 18, 19

 

En nuestra provincia no se han realizado estudios al respecto y teniendo en cuenta la alta incidencia de neonatos con este diagnóstico que asisten a nuestras consultas, nos motivamos a realizar este estudio con el objetivo de lograr un mejor manejo y seguimiento de los mismos, así como definir el diagnóstico definitivo de estos casos, contribuyendo con ello a elevar la calidad de la atención médica tanto a pacientes como a familiares.

 

Objetivos

 

General

 

  • Describir el resultado de los estudios imagenológicos postnatales en los pacientes con Ectasia Renal de diagnóstico prenatal.

 

Específicos

 

  • Determinar sexo y edad de los pacientes hasta edad preescolar.
  • Precisar el grado de la ectasia renal según resultado ecográfico postnatal.
  • Evaluar la eficacia del resultado del urograma excretor y Cistografía miccional.
  • Precisar las principales causas.
  • Elaborar un algoritmo de estudio para los pacientes con ectasia de diagnóstico prenatal en nuestro medio según los resultados obtenidos.

 

Metodología

 

Se realizó un estudio observacional descriptivo en el Hospital Provincial Pediátrico “Mártires de las Tunas” en el periodo comprendido entre 1ro de Abril del 2006 a 31 Marzo del 2008, con el objetivo de evaluar el resultado de los estudios imagenológicos en los pacientes con ectasia de diagnóstico prenatal.

 

El universo estuvo constituido por el total de pacientes que acudieron a consulta de urología con el diagnóstico de Ectasia Renal de origen prenatal y la muestra estuvo dada por 60 pacientes a los que se le realizaron estudios imagenológicos.

 

Criterios de inclusión:

 

  • Pacientes menores de 5 años de edad.
  • Cualquier raza y sexo.
  • Diagnóstico prenatal de ectasia piélica.

 

Criterios de exclusión:

 

  • Alergia al contraste
  • No deseo de la investigación por la mamá.
  • Enfermedades o lesiones que contraindiquen el urograma y la cistografía.

 

Técnicas y procedimientos

 

Se realizó ecografía postnatal a todos los pacientes y los estudios orográficos se realizaron en dependencia del resultado de la ecografía antes mencionada. Todos los estudios imagenológicos se realizaron en el mismo Hospital jerarquizados siempre por un especialista en Radiología Pediátrica. El seguimiento ecográfico fue acorde al grado de ectasia y la evolución clínica; se utilizó un equipo de ultrasonido Aloka MNN 1-0752 con un transductor de 3.5 Mhz.

 

Se consideró ectasia renal de diagnóstico prenatal leve en las pacientes menores de 33 semanas de gestación con un diámetro antero posterior de la pelvis de 4 a 14 mm y en pacientes mayores de 33 semanas con un diámetro antero posterior de la pelvis de 7 a 14 mm y las moderadas y graves de 10 a 14 mm y más de 15 mm respectivamente. Para la clasificación de la ectasia renal postnatal se tuvo en cuenta los criterios de la Sociedad Americana de Urología Fetal

 

Operacionalización de las variables

 

  • Edad: Tiempo biológico expresada en años. Se agrupó de la siguiente forma:

 

      • Menos de 6 meses.
      • De 6 meses a 1 año.
      • De 1 - 3 años.
      • De 3 - 5 años.

 

  • Sexo: Según sexo biológico de pertenencia.

 

      • Femenino (F).
      • Masculino (M).

 

  • Ectasia postnatal: Clasificada según la Sociedad Americana de Urología Fetal.

 

      • Grado 0: No dilatación de la pelvis renal
      • Grado 1: Dilatación pélvica intrarrenal
      • Grado 2: Dilatación pélvica sin dilatación calicial
      • Grado 3: Dilatación de la pelvis y los cálices sin adelgazamiento cortical
      • Grado 4: Dilatación de la pelvis y los cálices con adelgazamiento cortical

 

  • Resultados del urograma excretor y cistografía miccional:

 

      • Se determinó la positividad o negatividad en el resultado encontrado de ectasia renal postnatal.

 

  • Causas de ectasia: Se agruparon un dos grandes grupos etiológicos:

 

      • Obstructivas
      • No obstructivas

 

Se presentará un protocolo de estudio elaborado a raíz de nuestra investigación, para el manejo y seguimiento de este grupo de pacientes en nuestro medio.


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Técnicas de recogida y procesamiento de la información

 

Como fuente de recolección de la información necesaria para la investigación se revisaron las historias clínicas individuales y los informes del departamento de estadísticas de la Institución.

 

Una vez recogida la información se procedió al análisis y procesamiento de los resultados obtenidos para lo cual se creó una base de datos utilizando el Microsoft Access y el Microsoft Excel, como herramienta de análisis estadístico donde se calculó el porcentaje como medida de resumen. Finalmente los resultados fueron expresados en forma de tablas estadísticas y gráficos reflejándose los totales y tanto por ciento. Para la discusión del trabajo e interpretación de los datos obtenidos se realizó un trabajo de mesa y una revisión bibliográfica (acotada según normas de Vancouver), utilizando para ellos bibliografía nacional e internacional disponible, lo que permitió compararla con los resultados que se obtuvieron, emitir conclusiones y proponer recomendaciones sobre la investigación.

 

Análisis y discusión de los resultados

 

Tabla # 1. Distribución de los pacientes según sexo y edad de realización de ecografía postnatal.

 

diagnostico_imagenologico_neonatos/sexo_edad

 

Fuente: Expedientes Clínicos.

 

Analizamos la distribución por grupos de edades de los pacientes estudiados, donde se aprecia que el grupo más afectado fue el 0 – 6 meses de edad con un total de 33 pacientes para un 55%, seguido del grupo de 6 meses – 1 año donde encontramos un total de 16 pacientes para un 26.7%, lo que demuestra que después de realizada la ecografía postnatal la mayoría de los pacientes diagnosticados con ectasia prenatal mejoran durante el primer año de vida.

 

Estudios internacionales realizados por Arruabarena, D. y Pérez Fernández, M. demuestran resultados similares a los nuestros; según estos autores esto está dado porque con el advenimiento y desarrollo gradual que ha alcanzado la ecografía, la mayoría de las anomalías congénitas del tractus urinario pueden ser diagnosticadas prenatalmente, lo que permite un manejo de estos pacientes en los primeros años de la vida.

 

Cuando analizamos el sexo tenemos que en el masculino predominó la afección con total de 37 pacientes para un 61.7 por ciento; esto coincide con lo planteado por los autores Betancourt González y Calviac Mendoza en un trabajo realizado con 35 pacientes en el año 2004, donde 24 fueron del sexo masculino para un 68.5% y 11 femenino para un 31.5%.

 

La Society For Fetal Urology and Pediatric Nuclear Council plantea proporciones de 4:1 de predominio del sexo masculino al femenino, lo que se debe según estos autores a que es en el sexo masculino donde se presentan con mayor frecuencia las anomalías congénitas del tractus urinario; sin embargo, en el estudio realizado por May Llanes, de un total de 21 pacientes, se observa un predominio del sexo femenino de 12 pacientes.

 

Al observar el lado más afectado, se encontró que fue el riñón izquierdo con un 62%. Resultados similares se encuentran en la literatura revisada, aunque la mayoría de los autores plantean que aún no está claro por qué es el lado izquierdo el que con mayor frecuencia se afecta. En cuanto a la bilateralidad de la afección, se observó un predominio de la misma en los grados ligeros. En esta serie solo se encontró ectasia bilateral severa en un solo caso, siendo su causa un compromiso de ambas uniones pieloureterales. Coincidiendo estos resultados con los de la literatura revisada. (15, 18, 19, 25, 26, 37)

 

Tabla # 2. Distribución de pacientes de acuerdo al grado de Ectasia Piélica por Ultrasonido postnatal.

 

diagnostico_imagenologico_neonatos/ectasia_pielica

 

Fuente: Expedientes Clínicos.

 

Por medio de esta tabla caracterizamos el grado de ectasia piélica postnatal, con lo cual podemos llegar a la conclusión de que el grado más frecuente fue el grado 1, con 20 pacientes para un 33.3% y el grado 3 con 18 para un 30%; similar resultado arrojó el estudio de realizado en mayo del 2004 por Durán Álvarez y Campaña Cobas del Hospital William Soler con 109 pacientes, donde estuvieron afectados por ectasia piélica grado 1 , 40 pacientes para un 40.4% y el grado 3, con 32 pacientes para un 32.3%.

 

Similar resultado al nuestro obtuvieron los autores Ismaili K y Hall M en el Hospital Universitario de Bruselas donde en un estudio de 235 pacientes, obtuvieron que la mayor cantidad de pacientes fueron de los grados 1 y 2 con 82 y 66 pacientes, para un 34.8 y un 28% respectivamente.

 

Estas estadísticas se mantienen debido a que los grados menores de Ectasia mejoran o desaparecen al cabo de unos meses de evolución, debido a su carácter funcional; algunos autores plantean que el 56% de estas ectasia desaparece al año de edad y que el 80% lo hace alrededor de los tres años, mientras en los grados mayores (3 y 4) es debido a que generalmente obedecen a causas obstructivas que deben ser solucionadas de manera quirúrgica en la mayoría de los casos, o a la presencia de un reflujo de alto grado el cual, según autores, se presenta en un 10% de los pacientes con hidronefrosis causada por compromiso de la unión pieloureteral.

Es importante señalar que solo tres pacientes presentaron síntomas y signos de infección urinaria que motivaron su estudio (las dos pacientes de ureterocele, y otra niña con reflujo de alto grado); en el resto de los pacientes predomino un cuadro asintomático. Estos resultados coinciden con los reportados por otros autores.17, 19, 23, 32, 39, 41

Tabla # 3. Distribución de pacientes para valorar resultados de Urograma Excretor y Cistografía Miccional.

 

diagnostico_imagenologico_neonatos/urograma_cistografia

 

Fuente: Expedientes Clínicos.


Teniendo en cuenta los grados de ectasia que internacionalmente son clasificados como obstructivas, pasamos a realizar un análisis de los resultados del urograma excretor y cistografía miccional aplicado a los pacientes cuya dilatación se encontraba en los grados 2, 3 y 4.


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De un total de 33 pacientes, 25 fueron positivos en el urograma descendente para un 75.8%, correspondiendo estos casos a los grados 3 y 4, el resto (8 pacientes) correspondieron al grado 2, observándose que la dilatación no era obstructiva; se les realizaron cistografías miccionales a 9 de los pacientes con urograma positivo pero el mismo no fue no concluyente para determinar la causa de la hidronefrosis.

 

Esto demuestra que desde el punto de vista ultrasonográfico, pacientes con diagnóstico de una ectasia grado 2, 3 o 4, no siempre son de causa obstructiva como se plantea en la literatura internacional. 18, 24, 26, 31, 33, 36

 

Alladi, A., Agarwala, S. y Gupta, AK. en estudios realizados en 50 pacientes, demostraron que la mayoría de los pacientes con grados 2, 3 y 4 de ectasia, 35 en total poseían una causa obstructiva, para el 70% de los casos.

 

Además en los estudios de Gloor, JM. y Brophy, MM, en 45 pacientes con grados mayores de ectasia, fue obstructivo el 75% de ellos. En la actualidad los estudios con radioisótopos ocupan un lugar importante para definir las conductas en estos pacientes, ya que estos aportan datos importantes sobre la función renal, aunque para algunos autores no siempre estos estudios son determinantes para tomar una conducta. 21, 22, 24, 30, 37

 

Estos estudios son costosos y no siempre se puede contar con ellos. En esta serie no se tomaron los resultados, ya que solo a un 5% pudo realizárseles los mismos, por lo que siguen siendo el urograma excretor y la uretrocistografía miccional, junto con la ultrasonografía, los estudios de primera línea para estos pacientes.

 

Tabla # 4. Distribución de pacientes según las causas.

 

diagnostico_imagenologico_neonatos/total_segun_causas

 

Fuente: Expedientes Clínicos.

 

Cuando analizamos las causas más frecuentes de ectasia piélica, encontramos que la causa no obstructiva fue la más frecuente, con 41 pacientes, para un 68.3%. Las causas obstructivas se manifestaron en 25 pacientes para un 31.7%. Este dato es muy similar al obtenido en diversas partes del país y del mundo. Por ejemplo, el trabajo realizado en el Hospital “William Soler” en mayo del 2004, dio como resultado que de 109 pacientes, 57 presentaron ectasia no obstructiva, para un 52.3%. Un amplio estudio realizado en Suiza, encontró que el 57% tenía ectasia no obstructiva y el 15% obstructiva, constituyendo esta condición el 72% de los casos estudiados, por lo que consideramos interesante exponer nuestros resultados ampliando la casuística. Además en el estudio realizado por May Llanas y Moreira A. en Barcelona en el 2003, encontraron que de 21 pacientes al realizarle estudios 16 de ellos el 71.1% presentó ectasia no obstructiva.

 

Dentro de las principales causas de ectasia severa o hidronefrosis se observo que fue la estenosis de la unión pieloureteral la más frecuente, realizándose pieloplastia a 12 del total de estos casos, a dos casos se le realizó nefrectomía por pérdida de la función renal. Similares resultados se reportan en la literatura revisada. 25, 27, 33, 41

 

En todos los casos el seguimiento se realizó por ultrasonografía, observándose que en el 50% de los casos con ectasia ligera (grado 1 y 2), la misma había desaparecido en los primeros tres meses, al año otro por ciento había desaparecido y aún se mantienen en consulta de seguimiento los casos operados, pues su recuperación es más lenta; es el ultrasonido quien orienta la conducta a seguir antes y después diagnosticados estos pacientes.

 

El diagnóstico por imagen, deberá iniciarse en las primeras horas de vida, comenzando habitualmente, por la realización de una ecografía abdominal, que nos dará el grado de ectasia postnatal y al cabo de unos meses se repetirá el estudio; a los pacientes con ectasia grado 3 y 4, o sea de causa aparentemente obstructivas, se le realizará, la urografía intravenosa o la uretrocistografía miccional. 12, 13, 18

 

La ecografía abdominal deberá realizarse en las primeras horas de vida, cuando el neonato tenga un diagnóstico prenatal de hidronefrosis bilateral, pudiéndose demorar durante unos días, cuando la sospecha fuera de hidronefrosis unilateral. 12, 19

 

Cuando se realiza la ultrasonografía, deberán de visualizarse los parénquimas renales, para medir meticulosamente la corteza renal y las cavidades de los sistemas colectores intrarrenales en diversas proyecciones, la hidronefrosis podrá graduarse según la clasificación realizada por la Sociedad Internacional de Urología Fetal. 14

 

Es importante también, visualizar y medir el diámetro ureteral, en el caso de que esté dilatado, así como la vejiga, para identificar engrosamientos parietales o imágenes de lesiones intravesicales como la del ureterocele o de dilataciones importantes de la uretra posterior como ocurriría en el caso de un neonato con valvas de uretra.

 

Posteriormente a la exploración anterior, y para continuar con la evaluación diagnóstica de estos pacientes, realizaremos una uretrocistografía miccional, que nos permitirá identificar, principalmente un reflujo vesicoureteral o un ureterocele, así como lesiones derivadas de la existencia de valvas de uretra, tales como los divertículos vesicales o la dilatación de la uretra prostática. 15, 18, 19, 25

 

Existe cierta controversia sobre la necesidad de realizar una uretrocistografía miccional en el período neonatal en todo paciente con hidronefrosis, sin asociar alteraciones ecográficas en uréter o vejiga. La opinión, junto con otros autores, 15 es que debemos realizarla, para descartar la existencia de un reflujo vesicoureteral neonatal, que sólo puede ser confirmado con esta exploración y no con una ecografía.

Si el estudio ecográfico y uretrocistográfico son normales en el período neonatal, entonces, deberá realizarse un nuevo control ecográfico a las 6 u 8 semanas de vida, para valorar la evolución de esas imágenes hidronefróticas prenatales. Si el estudio ecográfico postnatal muestra signos de hidronefrosis, pero sin evidencia de reflujo vesicoureteral en la uretrocistografía, entonces deberá realizarse un estudio de imagen del tracto urinario superior. Tradicionalmente se realizaba una urografía intravenosa, pero ésta tenía la desventaja de que por la inmadurez de los riñones neonatales, así como por la abundancia de aire intestinal y su falta de preparación, las imágenes obtenidas no eran de suficiente nitidez en algunos casos, como para obtener conclusiones diagnósticas claras, cuando la causa de la obstrucción era una estenosis de la unión pieloureteral. En la última década, ha sido la aplicación de los radioisótopos, lo que ha mejorado la metodología diagnóstica a este nivel.

Actualmente, en estos casos se aconseja la realización de un renograma diurético utilizando Tecnecio 99-DTPA, que es un isótopo filtrado por el riñón o MAG-3, que es otro isótopo que además de ser filtrado por el riñón es secretado por el túbulo renal. 16

 

Teniendo en cuenta la importancia de la realización de los estudios imagenológicos para tomar la conducta ante estos pacientes, proponemos un algoritmo de estudio para una mejor atención de los mismos, basado en protocolos realizados por otros autores. 11, 14, 25, 40

 

Conclusiones

 

  1. La muestra estuvo mayormente representada por el sexo masculino y los primeros 6 meses de edad.
  2. Según la severidad, la mayoría estuvo comprendida en el grado 3.
  3. En los resultados del urograma excretor y cistografía miccional hubo un predominio positivo en la mayoría de los casos.
  4. El urograma excretor y la uretrocistografía siguen siendo en nuestro medio exámenes determinantes en los pacientes con ectasia grados 3 y 4
  5. La ecografía renal es de gran eficacia para la evolución de los pacientes con diagnóstico de ectasia.
  6. La ectasia no obstructiva de causa funcional o neurogénica y la ectasia obstructiva por estenosis pieloureteral fueron las causas más frecuentes.


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