Comportamiento del electrocardiograma en pacientes hipertensos
Autor: Dra. Yuritza Brook Hechavarria | Publicado:  11/02/2010 | Cardiologia | |
Comportamiento del electrocardiograma en pacientes hipertensos .9

Tabla 2. Distribución de pacientes según las cifras de tensión arterial durante el seguimiento.

 

ECG_HTA_electrocardiograma/cifras_tensionales

 

Del total de pacientes examinados encontramos que 45 presentaban cifras tensionales normales (46.4%) y 52 de ellos (53.6%) mostraban cifras de tensión arterial elevadas esto nos indica que los mismos presentan control insuficiente de la Hipertensión Arterial (HTA), esto puede ser explicado por varias causas entre ellas, la falta de adherencia de los enfermos al tratamiento. Este descontrol en la cifras tensionales demostró ser la única condición significativa asociada a un incremento del riesgo de presentar ALT-ECG. La tensión arterial diastólica (TAD) fue más elevada en la mayoría de los pacientes con descontrol de las cifras tensionales, lo que permite suponer que en relación con la hipertensión son de mayor riesgo cardiovascular y requieren una mayor atención por nuestra parte, así como la necesidad de implementar las medidas de seguimiento y control más enérgicas. Estos resultados coinciden con los encontrados en otras investigaciones. Albert Cabrera expresa que la relación de la Hipertensión Arterial con la aparición de eventos cardiovasculares es continua, consistente e independiente de otros factores de riesgo, cada incremento de 20 mmHg en presión arterial sistólica (PAS) ó 10 mmHg en presión arterial diastólica (PAD) dobla el riesgo de enfermedades cardiovasculares (27,28). De esto se deduce que el seguimiento y control adecuados de la presión arterial juega un papel primordial en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

 

Tabla 3. Distribución de alteraciones electrocardiográficas según grupo de edades.

 

ECG_HTA_electrocardiograma/grupos_edades

 

De los 52 pacientes con cifras tensionales elevadas (> 140/90 mm Hg), se encontraron un total de 90 alteraciones electrocardiográficas, el grupo de edad más representado fue el de 60 años y más con 63 alteraciones (70%), seguido por los comprendidos entre 40 y 59 años con 20 alteraciones (22%), mientras que por último se encontraban los de 20 a 39 años con solo 7 alteraciones (8%). En los resultados obtenidos el mayor número de alteraciones electrocardiográficas se encontraban en los pacientes comprendidos entre 60 y 79 años de edad, seguido por un número importante de alteraciones en el grupo de pacientes de 40 a 59 años. Estos resultados nos dicen que las manifestaciones de daño cardíaco aumentan con la edad, lo que demuestra que la efectividad del tratamiento antihipertensivo se disminuye con la edad, esto trae como consecuencia que en los grupos de edades de 60 en adelante se observen con mayor frecuencia daño a los órganos diana. En este estudio se ve reflejado como en adultos entre 40 y 59 años, hay presencia de daño vascular, y por lo tanto riesgo vascular sobreañadido, lo que se traduce a una población vulnerable a padecer algún tipo de accidente isquémico en el futuro. Este fenómeno responde a múltiples causas, entre ellas, la falta de adherencia de los enfermos al tratamiento, la demora en el ajuste del tratamiento por parte de los médicos, así como la falta de control de los factores de riesgo asociados a estos pacientes, estas causas podrían ser las responsables de estos resultados, los cuales coinciden con publicaciones anteriores. 20, 27-28

 

Tabla 4. Características de las alteraciones electrocardiográficas incidentes en los 97 pacientes evaluados.

 

ECG_HTA_electrocardiograma/alteraciones_ekg

 

En los resultados obtenidos 17 (42%) pacientes presentaron en el ECG desnivelación significativa del segmento ST (descenso) y 10 (24%) de ellos inversión mayor de la onda T fueron los más incidentes, ambos expresan la existencia de isquemia y su presencia se considera una alteración mayor o sea aumentan el riesgo a sufrir de enfermedades cardiovasculares en el futuro. En menor proporción hubo incidencia de fibrilación auricular (9%) y bloqueo auriculoventricular (AV) de rama izquierda (2%). La presencia de ondas Q mayores (5%) expresa la existencia de Infarto Miocárdico silente. La incidencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI), definida por criterios electrocardiográficos, fue baja (3 casos sobre 97), hecho observado en otros estudios que han demostrado la baja sensibilidad del ECG en la detección de esta anomalía en comparación con el ecocardiograma.

 

La presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en pacientes con Hipertensión Arterial (HTA) puede incrementar el riesgo cardiovascular y determinar una intervención terapéutica más enérgica. Entre otras alteraciones (4%) se encontraron las alteraciones menores del segmento terminal del ECG (desnivelación ´´menor´´ del espacio ST y onda T "menor") que expresan alguna forma de isquemia miocárdica por lo que su presencia empeora el riesgo cardiovascular; QT acortado y taquicardia supraventricular. Estos resultados coinciden con los planteados por De la Figuera en el estudio MINACOR y Denes en investigaciones realizadas en mujeres posmenopáusicas, según estos autores la presencia de alteraciones en el ECG de pacientes asintomáticos expresan riesgo de enfermedades cardiovasculares sobre todo en mayores de 60 años y sobre todo del sexo femenino (posmenopausia).32,34

 

Tabla 5. Incidencia de complicaciones cardiovasculares clínicas al final del seguimiento en los pacientes evaluados.

 

ECG_HTA_electrocardiograma/complicaciones_cardiovasculares


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