Caracterizacion de pacientes hipertensos no controlados con Sindrome Metabolico
Autor: Msc. Dra. Elsa María Vivero López | Publicado:  12/02/2010 | Cardiologia , Medicina Interna , Endocrinologia y Nutricion | |
Caracterizacion de pacientes hipertensos no controlados con Sindrome Metabolico .1

Caracterización de pacientes hipertensos no controlados con Síndrome Metabólico. Sectores Mamera I y III. Caracas.

 

Autores

 

Msc. Dra. Elsa María Vivero López. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Master en Urgencias Médicas. Profesor Instructor.

Msc. Dr. Carlos Enrique Hernández Borroto. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Master en Educación Médica y Urgencias Médicas. Profesor Instructor.

Msc. Dr. Héctor Gutiérrez Medina. Especialista de primer grado en Medicina General Integral. Máster en Enfermedades Infecciosas. Profesor Instructor.

 

Resumen

 

Es frecuente encontrar en el área de salud, pacientes hipertensos no controlados; asociada esta patología al Síndrome Metabólico se eleva considerablemente el riesgo cardiovascular y las complicaciones de la Hipertensión Arterial. Se realizó un estudio observacional, de tipo descriptivo, transversal, retrospectivo con el objetivo de caracterizar a pacientes hipertensos no compensados con Síndrome Metabólico dispensarizados en los consultorios pertenecientes a los sectores de Mamera I y Mamera III, Parroquia Antímano, Caracas, Venezuela, en el período comprendido entre Agosto 2007 a Agosto 2008.

 

Se consideró como universo la totalidad de pacientes con diagnóstico de Hipertensión Arterial no controlados y Síndrome Metabólico (N= 86). La mayoría de los pacientes correspondieron al sexo femenino predominando en los grupos de edades de 34 a 54 años y con 65 años o más. La Hipertensión Arterial se clasificó en el Estadio I para la mayoría de los pacientes; el estado nutricional fue catalogado de sobrepeso en casi la mitad de la muestra, a pesar de que la mayoría de los enfermos de ambos sexos presentaron obesidad abdominal. La circunferencia abdominal aumentada seguida de la Diabetes Mellitus tipo 2 fueron los factores de riesgo criterios de Síndrome Metabólico, más frecuentes. Los antecedentes patológicos familiares y el sedentarismo se comportaron de forma similar y fueron los factores de riesgo no criterio de Síndrome Metabólico más frecuentes en los pacientes sujetos a estudio. Los fármacos más utilizados fueron el policosanol, las tiazidas y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAs), no predominó el uso de metformina.

 

Palabras Clave: Hipertensión Arterial no controlada, Síndrome Metabólico, Riesgo Cardiovascular.

 

Introducción

 

Es sorprendente como los "malos hábitos" se fueron incorporando, pasando a formar parte de la vida cotidiana. Así, hoy se encuentran situaciones de mala alimentación, como comidas rápidas con alto contenido de ácidos grasos saturados, de sodio, de azúcares; altos grados de estrés; reemplazo de actividades físicas por actividades ociosas, fortaleciéndose estas últimas por el uso masivo de máquinas y los trabajos de oficina. Por estos motivos el Síndrome Metabólico está cobrando cada vez mayor importancia y se vuelve un tema urgente a conocer, prevenir y tratar, siempre sujeto a nuevas investigaciones. 1

 

Las primeras descripciones de la asociación existente entre diversas situaciones clínicas como la Diabetes Mellitus (DM), la hipertensión arterial (HTA) y la dislipidemia (DLP) datan de la década de los años veinte del pasado siglo, aunque el término "Síndrome Metabólico" se usaba a finales de los años setenta para designar sólo factores de riesgo asociados con diabetes. 2, 3 Sin embargo, fue Gerald Reaven quien sugirió en su conferencia de Banting, en 1988, que estos factores tendían a ocurrir en un mismo individuo en la forma de un síndrome que denominó “X”,4 propuso 5 consecuencias de esta, todas ellas relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad coronaria; los componentes originales del Síndrome X de Reaven eran: 4

·         Resistencia a la captación de glucosa mediada por insulina

·         Intolerancia a la glucosa

·         Hiperinsulinemia

·         Aumento de triglicéridos en las VLDL

·         Disminución del colesterol tipo HDL

·         Hipertensión arterial

 

A lo largo de los años se ha ido añadiendo más componentes a la definición de este síndrome, a la vez que comenzó a recibir nuevas denominaciones como Síndrome X plus, Cuarteto mortífero, Síndrome plurimetabólico, Síndrome de insulinorresistencia, entre otros. 6 En 1998, un grupo consultor de la OMS propuso que se denominara Síndrome metabólico (SM) y sugirió una definición de trabajo que sería la primera unificada del mismo. 7

 

El SM es una entidad clínica controvertida que aparece, con amplias variaciones fenotípicas, en personas con una predisposición endógena, determinada genéticamente y condicionada por factores ambientales. Se caracteriza por la presencia de insulinorresistencia e hiperinsulinismo compensador, asociados a trastornos del metabolismo de los carbohidratos, cifras elevadas de presión arterial, alteraciones lipídicas (hipertrigliceridemia, descenso del colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad (HDL-c), presencia de lipoproteínas de baja densidad (LDL) tipo B, aumento de ácidos grasos libres y lipemia postprandial) y obesidad, con un incremento de la morbimortalidad de origen ateroesclerótico, aunque aún no se ha determinado con certeza el riesgo absoluto conferido por el SM en las diferentes poblaciones. 8, 9

 

Es común encontrar resultados contradictorios al hablar del SM por las múltiples definiciones y criterios diagnósticos establecidos acerca del mismo y la ausencia de un marcador genético o prueba diagnóstica específica. 10 No existe una definición consensuada internacionalmente, y a veces se ha criticado que los criterios diagnósticos utilizados son ambiguos e incompletos, por ello tal vez sea más útil hablar del SM en términos de concepto que como entidad clínica, pues, entre otros aspectos, no existe un tratamiento farmacológico específico para este diagnóstico; sin embargo, desde un punto de vista práctico y eminentemente clínico los parámetros más extendidos para identificar el SM son los propuestos, de manera simplificada, por el Nacional Cholesterol Education Program-Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP III) 2001 (11), actualizados posteriormente por la American Heart Association 2005:12

 

·         Obesidad abdominal (circunferencia abdominal > 102 cm en hombres y > 88 cm en mujeres.

·         Triglicéridos ≥150 mg/dl o tratamiento farmacológico para ellos.

·         HDL colesterol < 40 mg/dl en hombres y < 50 mg/dl en mujeres o tratamiento farmacológico.

·         Presión arterial ≥ 130-85 mmHg o tratamiento con fármacos para la Hipertensión Arterial.

·         Glicemia basal en ayunas ≥ 110 mg/dl o tratamiento farmacológico para la hiperglucemia.

 

Otros organismos internacionales, sin embargo, aún adoptando criterios similares, incorporan modificaciones particulares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) 13 incluye como criterio necesario la diabetes, la tolerancia anormal a la glucosa o la resistencia a la insulina y añade el índice cintura-cadera y la microalbuminuria; el grupo europeo EGIR, sin embargo, varía las cifras de triglicéridos (>180 mg/dl), incluye el perímetro abdominal (>94 en varones y 80 en mujeres) y agrega también la resistencia a la insulina o hiperinsulinemia en ayunas superior al percentil 75.14

 

En el 2005 la Federación Internacional de Diabetes (IDF) propuso una nueva definición en la que, compartiendo la mayoría de los criterios del NCEP-ATP III, sin embargo, considera condición indispensable la presencia de obesidad abdominal (con medidas específicas para los distintos grupos étnicos y no para el país de residencia), y que en el caso de Europa el límite que se establece para el perímetro abdominal (como parámetro de la obesidad central) es de ≥94 cm en varones y ≥80 cm mujeres. 15

 

La definición de la NCEP-ATP III se basa en la coexistencia de cualquier combinación de tres alteraciones: en la distribución de grasa corporal, presión arterial, triglicéridos, HDL-c, y glicemia en ayunas. 16

 

A diferencia de lo establecido por la OMS, la NCEP-ATP III no recomienda una medición rutinaria de la insulinemia por no considerarla esencial para el diagnóstico de SM. Se tienen en cuenta parámetros clínicos mucho más accesibles y costo efectivo. Así, se puede arribar a un diagnóstico con tan sólo una cinta métrica y un tensiómetro. 16, 17

 

La Encuesta Nacional de Salud realizada por el Ministerio de Salud y ejecutada por el Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile en el año 2003, sobre una población de 3.619 individuos mayores de 17 años y representativa del país, aplicando los mismos criterios diagnósticos del NCEP-ATP III, encontró una prevalencia de SM de 22,6%, similar en hombres y mujeres. En rangos de 17 a 24 años la prevalencia fue de 4,6%, llegando a un 36,5% entre 45 y 64 años y 48% en mayores de 64 años. Es decir, 1 de cada 2 o 3 chilenos mayores de 45 años tiene SM. Esta enorme prevalencia es en gran medida explicable por los estilos de vida poco saludables con altas tasas de sedentarismo y de obesidad. 18


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