Caracterizar el nivel de conocimiento sobre la practica del ejercicio fisico que poseen los adultos mayores
Autor: Dr. David Rafael Abreu Reyes | Publicado:  25/02/2010 | Geriatria y Gerontologia | |
Nivel de conocimiento sobre practica de ejercicio fisico que poseen los adultos mayores .4

El envejecimiento supone una disminución del 13% del metabolismo basal a partir de los 65 años debido a la reducción de la masa celular corporal, en los adultos jóvenes más del 50% del total calórico ingerido se emplea en actividades físicas , pero este valor desciende acusadamente con la edad , en realidad muchos factores contribuyen a un estilo de vida sedentario incluyendo los cambios corporales (disminución de la masa muscular y descenso de la función cardiovascular) además de un alto índice de osteoartrosis trastornos isquémicos cardiacos y deterioro mental.

 

El ejercicio físico se desarrolla especialmente con la intervención de las estructuras músculo esquelético, las fibras musculares de tipo 1 contienen gran cantidad de mitocondrias y generan mayor energía por el metabolismo oxidativa, son resistentes a la fatiga e intervienen sobre todo en la ejecución de ejercicios aeróbicos prolongados.

 

Aspecto importante es la evaluación integral de los adultos mayores con el objetivo de conocer su estado de salud y las posibilidades de poder practicar ejercicios físicos, en nuestro estudio se preciso con esta población independientemente de la evaluación clínica algunas consideraciones como fueron personas mayores que han practicado ejercicio físico o deporte en toda su vida anterior y que son conscientes de sus posibilidades los que han continuado practicando ejercicio físico sin que se ponga en peligro la salud con una buena capacidad física.

 

Personas mayores que han practicado deportes, entrenados pero inconscientes, que creen que su capacidad física no ha sufrido merma con la edad y pueden estar expuestos a accidentes y peligros para la salud.

 

Persona mayores que nunca han realizados, ejercicio físico, ni participado de deporte alguno y su vida ha sido sedentaria, pero que al percatarse del envejecimiento pretenden conservarse jóvenes y activos, sin comprender que sus posibilidades físico-fisiológicas son muy limitadas.

 

Los dos últimos grupos de adultos mayores son los que deben ser más vigilados y sometidos a pruebas funcionales para evitar accidentes, sobre todo cardiacos por lo que equipo básico de salud juega un papel fundamental en la evaluación del adulto mayor antes de comenzar cualquier rutina de ejercicio se realice un examen médico integral con el objetivo de evaluar y conocer el estado de salud y determinar en su exploración aspectos clínicos que impidan la realización de la práctica de ejercicios físicos en ese momento o para conocer las alteraciones percibidas que puedan obligar a detener el ejercicio y estar expectante en sucesivas sesiones como son la presión arterial, pulso (taquicardia o bradicardia) las palpitaciones, arritmias, mareos.

 

 La valoración funcional del estado psicofísico de un paciente y del entorno en el que se desarrolla su vida es fundamental para llevar a cabo cualquier acción de rehabilitación; más aún si se trata de una persona que se encuentra en el período de su existencia que se denomina vejez, la rehabilitación, como rama de la medicina, trata de preservar o restablecer el estado de salud del individuo en todas las áreas en que ésta se encuentra comprometida, es decir, en la enfermedad y en sus consecuencias sucesivas deficiencias, discapacidades y minusvalías.

 

 En el caso del anciano, contribuye a que su longevidad sea creciente y que su calidad de vida sea la mejor posible en sus dimensiones físicas, sensorial, intelectual, emocional y social. los efectos que el ejercicio físico produce sobre los diversos órganos y sistemas del cuerpo son muy variados y se hallan en estrecha dependencia con el tipo, la intensidad y duración del ejercicio prácticamente ninguno de los sistemas del organismo escapa a su influencia, aunque en algunos, esta sea muy notoria.

 

El aumento de la duración de la vida produce que las personas lleguen a ser adultos mayores y por ende se produce el proceso del envejecimiento, esto trae uno de los problemas a solucionar: el autovalidismo, el ejercicio físico adecuado desde edades anteriores o en ese momento tiene una función importante en alcanzar y mantener un estilo de vida que permita disfrutar esos años libres de los problemas y enfermedades propios de esa etapa de la vida.

 

El envejecimiento se asocia a una reducción de la capacidad aeróbica máxima y de la fuerza muscular, así como de la capacidad funcional en general, el adulto mayor puede perder gran parte de su autonomía e independencia, tiene menor tolerancia a cualquier tipo de actividad física de la vida cotidiana como subir escaleras, levantarse de la cama, subir al ómnibus, elevar un peso a veces insignificante. El proceso normal del envejecimiento no puede ser considerado patológico o incapacitante, sin embargo un número bastante elevado de la población anciana desarrolla disfunciones o incapacidades, frecuentemente asociadas con múltiples condiciones de morbilidad, sin duda algunos de los procesos patológicos crónicos seguidos o no de incapacidades particularmente a la población anciana, representan un gran desafío para los sistemas de salud pública.


Como se describe en la literatura médica, existe estrecha relación entre el envejecimiento y procesos patológicos crónicos, aunque no esté comprobada la relación entre éstos y la producción de incapacidades sin embargo, la práctica ha demostrado que un elevado porcentaje de esta población manifiesta algún tipo de alteración o limitación funcional, tanto en la movilidad como en cualquier otro aspecto de la vida diaria, estadísticamente el 60% de la población adulta sufre limitaciones funcionales como consecuencias de la instauración de procesos crónicos o por tener más de 65 años de edad.

 

El aumento de la edad promedio en Cuba ha llevado a establecer políticas y métodos para enfrentar este fenómeno demográfico sanitario con profundas proyecciones médico sociales que ofrecen como resultado una vía cualitativamente mejor que permite mantener activos a estas personas y hacer que se sientan más útiles a la familia y a la sociedad.

 

Surgió así como propuesta la realización de ejercicios físicos a los ancianos incorporándolos a los Círculos de Abuelos previa evaluación integral para de esta forma mejorar su calidad de vida. Se espera que esta actividad física sea un sistema amortiguador de las tensiones que padece este grupo poblacional y que desempeñe una función notable en el mantenimiento de la integridad psicológica y física del individuo en el transcurso del tiempo, el ejercicio físico se puede considerar como un sistema de apoyo importante y complementario para ancianos.

 

El envejecimiento activo, permite afrontar muchos de los retos tanto de las personas como de las poblaciones que están envejeciendo al contribuir a menos muertes prematuras en las etapas más productivas de la vida, menos discapacidades relacionadas con enfermedades crónicas en la ancianidad, más personas que disfruten de una calidad de vida positiva a medida que vayan envejeciendo, más personas que participen activamente en los ámbitos sociales, culturales, económicos y políticos de la sociedad, en la vida doméstica, familiar y comunitaria, todo lo que significa menos gastos debidos a los tratamientos médicos y de atención sanitaria.

 

Un estilo de vida activo en el que se incluya el ejercicio físico intencionado, mejora la salud mental y suele favorecer los contactos sociales. El hecho de mantenerse activos puede ayudar a las personas mayores a mantener la mayor independencia posible y durante el mayor período de tiempo, además, de reducir el riesgo de caídas por lo tanto existen también ventajas económicas en el hecho de que las personas mayores permanezcan más activas físicamente.

 

El ejercicio físico intencionado, tiene recursos y elementos que efectivamente apoyan la estimulación cognitiva por ejemplo, las actividades de imitación presentadas en forma lúdica permiten ejercitar la observación, la retención en la memoria y la recordación para reproducir la rutina a su vez, los juegos donde es necesario memorizar palabras, objetos o bien situaciones en un determinado espacio y/o en el tiempo, estimulan estrategias de memorización, de retención en memoria y recordación.

 

Las actividades de un programa para personas mayores, deben servir a la prevención y el mantenimiento de las capacidades intelectuales. de allí que un buen programa de este tipo debe tener objetivos y contenidos congruentes con el propósito de prevención y mantención de las capacidades intelectuales, o sea, debe incidir efectivamente en el mejoramiento de las características psicológicas mediante ejercicios y juegos que obliguen al participante a estar atento, a memorizar una serie de movimientos, aprender reglas, los pasos de una danza o un baile, a crear movimientos nuevos a partir de una historia, seguir un ritmo, una música, etc, es decir, actividades en las que el adulto se encuentre analizando, decidiendo el movimiento y encontrando soluciones motrices a las propuestas de ejercicios del profesor.


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