Caracterizar el nivel de conocimiento sobre la practica del ejercicio fisico que poseen los adultos mayores
Autor: Dr. David Rafael Abreu Reyes | Publicado:  25/02/2010 | Geriatria y Gerontologia | |
Nivel de conocimiento sobre practica de ejercicio fisico que poseen los adultos mayores .6

En las últimas décadas del siglo XX y gracias a los adelantos científicos y tecnológicos, la esperanza de vida se ha alargado notablemente. Se entiende por esperanza de vida la cantidad de tiempo que estamos en condiciones de vivir, expresado en el promedio de años de vida y cuando hablamos de expectativa de vida nos referimos a la posibilidad de vida calculada para el ser humano, o sea lo que iría marcando el reloj biológico de las células fenómeno largamente anhelado por la humanidad, lo que a comienzos de siglo era de 50 años, ahora es de 80, 85 y más, con la posibilidad genética de que alcance los 120 años. En el desarrollo del trabajo llamamos adulto Mayor a los que cursan por el proceso del envejecimiento y que cronológicamente pueden ubicarse entre los 55/60 años (entroncando con lo que se llama la edad media de la vida) y los 79/80 años. A partir de los 80 años tomamos la vejez y por tanto llamamos viejos a los que la transitan. Los gerontólogos norteamericanos llaman a estas dos etapas como la de los viejos-jóvenes y lo viejos.

 

Existen varios criterios para decir que una persona es "vieja" como: Criterio Cronológico: edad en años; relacionado con el retiro o jubilación obligatoria.

 

Criterio Físico: Se toman en cuenta los cambios físicos producidos en la persona, como cambios en la postura, forma de caminar, facciones, color del pelo, piel, capacidad visual y auditiva, disminución en la capacidad del almacenamiento de la memoria que afecta a los tres tipos de memoria (a corto, mediano y largo plazo) de forma directa, sueño alterado, etc. todo esto relacionado a la alteración en forma notable de las actividades cotidianas.

 

Criterio Social: según el papel o rol que desempeñan en la sociedad. Todos estos criterios son relativos, pues dependen de muchos factores y principalmente del espíritu de cada persona.

 

Todas las teorías relativas a las causas del envejecimiento aceptan una base biológica, influida favorablemente o no por el entorno social. Entre los factores que aceleran el envejecimiento están: alimentación excesiva, stress, hipertensión, tabaquismo y alcoholismo, obesidad, soledad, poca participación socio laboral, sedentarismo, poca actividad física.

 

No hay ninguna duda con respecto que se producen cambios estructurales o modificaciones biológicas, que influyen en la personalidad y rendimiento de los individuos de la tercera edad, estos son, cambio de apariencia, modificaciones del sistema piloso: calvicie y canosidad. Las glándulas sudoríparas se atrofian, obstaculizando el normal proceso de sudorización y por lo tanto se tolera menos el calor, se presentan alteraciones en la motricidad ya que hay disminución de fuerza y aumento de grasas, los movimientos se vuelven lentos, los músculos se fatigan más fácilmente y se recuperan en forma más lenta, la osteoporosis, aumento de la cifosis fisiológica, disminución de las capacidades respiratorias, al disminuir la actividad, el cuerpo necesita menos nutrientes, pero como los hábitos alimenticios no cambian, suelen aumentar de peso, los cambios de los porcentajes corporales, aumento del porcentaje graso, disminución de la masa muscular, disminución de la cantidad de agua. Se sabe que con la edad se reduce la capacidad contráctil del músculo cardiaco, por lo que no toleran las frecuencias cardiacas altas. Metabólicamente hay alteraciones relacionadas con la edad, como la tolerancia a los niveles de glucosa que es menor: la actividad tiroidea puede estar disminuida lo que hace que el "anciano" tolere menos las alteraciones de la temperatura.

 

Se presenta un cambio en el tejido colágeno que hace que los tendones y ligamentos aumenten su dureza o rigidez, por lo tanto se es más propenso a lesiones asociadas al esfuerzo excesivo, hay mayor incidencia en enfermedades cardiacas.

 

Se sabe que la actividad física declina con la edad, parte es por lo biológico pero gran parte es por la reducción de la actividad, bastante común entre gente de edad avanzada y en cierta medida causada por factores sociales que dejan la actividad física y el deporte para gente joven, por lo tanto no reciben más que desaliento en tal sentido. Se verificaron diferencias fisiológicas notorias comparando atletas de la tercera edad con personas no entrenadas de edad similar, por lo que se debe recomendar la actividad física para "los adultos mayores" cuando ninguna enfermedad crónica o aguda se lo impida.

 

El hallazgo experimental sugiere que un programa de ejercicios continuo podría reducir la resistencia vascular periférica e incrementar la distensibilidad aórtica, disminuyendo de esta manera la presión arterial, tan común en las personas de la tercera edad; además un programa de resistencia muscular (con trabajo muscular localizado), mejora el retorno venoso y por lo tanto mejora la circulación vascular periférica, pero este entrenamiento debe ser lentamente progresivo ya que al principio puede aumentar la presión arterial.

 

Con la edad disminuye la frecuencia cardiaca máxima y el consumo máximo de oxigeno, declinación que comienza a partir de los 30 años; esta declinación es más rápida con la inactividad o el abandono del entrenamiento.

 

De todo lo expuesto podemos sintetizar que las personas de edad presentan varios problemas a resolver el problema biológico: enfermedades crónicas agregadas y el proceso normal de involución.

 

El problema financiero, el problema del mejor aprovechamiento vital cómo administrar el tiempo que queda de vida, el problema sexual. El deseo continuo, pero su desarrollo disminuye, el problema filosófico: angustia de muerte y el que pasara después de la muerte.

 

Las relaciones sociales: disminuyen el círculo social se restringe. el problema lúdico: este es un punto importante ya que los individuos no saben cómo ocupar el tiempo libre que antes ocupaban con el trabajo; no saben cómo recrearse, ni que actividades físicas realizar. Existen diferentes factores que retardan el envejecimiento como son: sueño tranquilo, ejercicio corporal continúo, buena nutrición, participación socio laboral.

 

Siendo una labor de las personas que se encargan de las personas de "la tercera edad", organizar actividades diarias de aquellas personas, entre ellas el ejercicio, pues todo lo expresado demuestra que la actividad física demora el envejecimiento y aumenta el periodo productivo de la vida. El ejercicio aeróbico será de gran importancia ya que mejorará la eficacia cardiaca, la capacidad respiratoria y mejorará la postura. Hay que tener en cuenta que las personas de avanzada edad llegan a rangos aeróbicos menores que para otros grupos; es necesario considerar la toma de frecuencia cardiaca para controlar la intensidad del ejercicio. Debido a la mayor fragilidad ósea por la osteoporosis y a la propensión a las lesiones de ligamentos y tendones, no se deben recargar las articulaciones con sobrecargas importantes, debido a la falta de coordinación, debemos ejecutar ejercicios que puedan efectuar en forma apropiada para evitar que se produzcan frustraciones.

 

Un buen trabajo muscular localizado será de gran beneficio para la persona mayor, ya que permitirá tonificar los músculos, mejorando su fuerza y movilidad, pero hay que extremar los cuidados de prevención de lesiones en cuanto a las posturas riesgosas. También hay que implementar periodos más largos de relajación durante los estímulos (por ejemplo entre un ejercicio y otro dentro de una clase de gimnasia, incluyendo la elongación de para-vertebrales cervicales y lumbares, ya que es frecuente la contractura de dichos músculos.

 

 Para mantener una vida activa que influya en la calidad de vida del adulto mayor es importante señalar las sesiones de entrenamiento según investigaciones realizadas como son:

 

Frecuencia: Se aconseja entre tres y cinco días a la semana, para los 2 primeros grupos. Para el senil, actividades de la vida diaria (asistida en caso de no ser autovalente), todos los días.

 

Intensidad: no sobrepasar el 70 y 50% en los dos primeros grupos, evitar fatiga en el grupo senil. Considerar reducir el porcentaje de trabajo, si la persona está ingiriendo betabloqueadores (baja la frecuencia cardiaca en reposo).

 

Duración: No llevar las sesiones más allá de 90 y 60 minutos, en los dos primeros tramos, considerando todas las fases del entrenamiento. en el grupo Senil, 10 a 15 minutos, intentando evitar fatiga.


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