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Utilizacion y efectos terapeuticos de la terapia craneo-sacral en fisioterapia deportiva
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Autor: Dr. Rubén Fernández García
Publicado: 27/02/2010
 

El presente artículo ha tenido como principal objetivo explicar la importancia e influencia que puede tener la Terapia Craneosacral (TCS) dentro del contexto de la Fisioterapia del Deporte. Con esta finalidad, se ha realizado en primer lugar, una descripción de las principales estructuras que forman parte del Sistema Craneosacral (SCS), es decir, meninges, estructuras óseas y tejido conectivo relacionadas con las meninges y el líquido cefalorraquídeo (LCR). También hemos prestado atención en resaltar la utilidad que esta terapia puede tener en, el diagnóstico y tratamiento de gran cantidad de lesiones músculo-conjuntivas y articulares que ocurren en el contexto del deporte. Finalmente, el último apartado del artículo se utiliza para realizar en primer lugar, una descripción de los puntos de amortiguación (PA) corporales y, en segundo lugar, para explicar algunas técnicas eficaces para relajar o “liberar” la tensión acumuladas en los puntos de amortiguación.


Utilizacion y efectos terapeuticos de la terapia craneo-sacral en fisioterapia deportiva .1

Utilización y efectos terapéuticos de la terapia craneo-sacral en fisioterapia deportiva.

 

Fernández García, Rubén; Doctor en Psicología y Diplomado en Fisioterapia. Profesor Escuela de Enfermería y Fisioterapia. Universidad de Almería. España.

 

Fernández Sánchez, Manuel. Licenciado en Antropología y Diplomado en Fisioterapia. Profesor Escuela de Enfermería y Fisioterapia. Universidad de Almería. España.

 

Zurita Ortega, F; Félix Zurita Ortega. Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Diplomado en Fisioterapia. Profesor Escuela de Enfermería y Fisioterapia. Universidad de Almería (España).

 

Resumen

 

El presente artículo ha tenido como principal objetivo explicar la importancia e influencia que puede tener la Terapia Craneosacral (TCS) dentro del contexto de la Fisioterapia del Deporte. Con esta finalidad, se ha realizado en primer lugar, una descripción de las principales estructuras que forman parte del Sistema Craneosacral (SCS), es decir, meninges, estructuras óseas y tejido conectivo relacionadas con las meninges y el líquido cefalorraquídeo (LCR). También hemos prestado atención en resaltar la utilidad que esta terapia puede tener en, el diagnóstico y tratamiento de gran cantidad de lesiones músculo-conjuntivas y articulares que ocurren en el contexto del deporte. Finalmente, el último apartado del artículo se utiliza para realizar en primer lugar, una descripción de los puntos de amortiguación (PA) corporales y, en segundo lugar, para explicar algunas técnicas eficaces para relajar o “liberar” la tensión acumuladas en los puntos de amortiguación.

 

Palabras clave:

 

Fisioterapia, Fisioterapia del Deporte, Terapia Craneo-sacral, Puntos de Amortiguación

 

Introducción

 

El origen de la fisioterapia proviene de las palabras griegas physis, cuyo significado es naturaleza y, therapeia, que quiere decir tratamiento. Efectivamente, desde un punto de vista etimológico, fisioterapia es el “Tratamiento por la Naturaleza”, o también “Tratamiento mediante Agentes Físicos” (Zurita, Fernández et all., 2008).

 

A lo largo de los años son numerosos los estudios e investigaciones que se han llevado a cabo dentro del ámbito de la fisioterapia en general (Zurita, Romero et al, 2008; Zurita, Ruiz, Martínez, Fernández, 2008) y concretamente en la fisioterapia deportiva (FD) (Cantero, 2007; Rocha, 2006). Tanto la investigación científica como clínica desarrollada en este ámbito, nos hace dar cuenta de, la influencia e importancia que tiene la fisioterapia deportiva en el tratamiento de un gran número de patologías relacionadas con los diferentes sistemas que conforman el cuerpo humano (Serrano, 2003; Martín y Bar, 2006).

 

Los profesionales especializados en fisioterapia deportiva, también utilizan la Terapia Manual con fines terapéuticos, en el tratamientos de las principales patologías y lesiones que afectan al deportista (Adanuz y Nerín, 2006; Ylinen, 2009); citamos entre otras técnicas de TM, la Terapia miofascial, Osteopatía, Terapia craneosacral, Reeducación Postural Global, etc.

 

Sistema craneo-sacral (SCS)

 

En un sistema hidráulico semicerrados formado por un “contenedor” cerrado con un mecanismo regulador de flujo. Es decir, el líquido que forma parte de este sistema, entra y sale del contenedor, siguiendo pautas de flujo controladas.

 

El Sistema Craneosacral (SCS) está compuesto por cuatro estructuras fundamentales:

 

2.1. Las meninges (figura 1). El Sistema Nervioso Central (SNC) está envuelto y protegido por un sistema especial de amortiguaciones representado por tres membranas, es decir:

 

2.1.1. La duramadre. Es un cilindro hueco formado por una pared fibrosa y espesa, sólida y poco extensible. Es la meninge exterior y la más resistente de las tres. Dentro del cráneo se halla en íntimo contacto con el hueso, constituyendo su periostio (Kiernan, 2006).

 

2.1.2. La aracnoides. Está formada por una lámina externa, adherida a la duramadre y una capa interna de grandes mallas unidas a la piamadre, que constituye el espacio subaracnoideo (Hansen y Lambert, 2003).

 

La aracnoides craneana continúa desde el agujero occipital hasta la cola de caballo, adhiriéndose a la duramadre. Tapiza además todos los elementos vasculares y nerviosos, los ligamentos dentados y, acompaña a las raíces nerviosas hasta el agujero de conjunción. (Rouviere, 2005)           

 

2.1.3. La piamadre (Netter, 2007). Su superficie interna está conectada directamente con la sustancia nerviosa mediante filamentos conjuntivos y, sigue a todas las depresiones de dicha sustancia. La superficie externa está conectada con el espacio subaracnoideo.

 

La piamadre más la hoja interna de la aracnoides forman la leptomeninge o meninge blanda. Esta estructura continúa hacia abajo –piamadre espinal- prolongándose alrededor del filum terminale, hasta el ligamento coccígeo, el cual contribuye a mantener fijo el extremo inferior de la médula.

 

Figura 1. Representación de las meninges

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/grafico_vertebra_meninges

 

Tomada de Sobotta, 2006

 

2.2. Las estructuras óseas en las que se insertan las meninges (figura 2). A nivel cefálico las principales estructuras donde se insertan las membranas de tensión recíproca son los huesos frontal, occipital, parietal y temporal. A nivel medular el Sistema Craneosacral (SCS) se une físicamente al foramen magnum, cuerpos vertebrales de C2 y C3, segunda vértebra sacra y periostio del cóccix (Roviere, 2005).

 

Figura 2: Representación de las inserciones meníngeas

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/grafico_corte_sagital

 

Tomada de Pilat, 2003


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2.3. Otras estructuras de tejido conectivo relacionadas íntimamente con las meninges. En este caso resulta obligado hablar del puente miodural (PMD) o estructura anatómica donde la fascia extradural y las meninges se relacionan (figura 3). El puente miodural une anatómicamente el músculo recto posterior menor de la cabeza con la duramadre. Se le considera un receptor de las tensiones recíprocas entre dos ambientes, externo e interno, a través del registro del nivel de estrés mecánico de que se produce en la duramadre (Pilat, 2003).

 

Figura 3. Representación del puente miodural

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/grafico_puente_miodural

 

Tomada de Pilat, 2003

 

2.4. El líquido cefalorraquídeo (LCR) y todas las estructuras relacionadas con la producción, reabsorción y contención del líquido cefalorraquídeo (LCR).

 

El líquido cefalorraquídeo (LCR) baña el cerebro y la médula espinal. Circula por los ventrículos cerebrales y el canal medular. Numerosas enfermedades alteran su composición., por tanto su estudio es importante y con frecuencia determinante en las infecciones meníngeas y hemorragias (Cardoso, Rowan y Galbraith, 1983; Marmarou, Shulman y La Morgese, 1975; Kiernan, 2006).

 

Entre sus funciones principales encontramos (Netter, 2007):

 

- Mantener flotante el tejido cerebral, actuando como colchón o amortiguador dentro de la sólida bóveda craneal

- Servir de vehículo para llevar los nutrientes al cerebro y eliminar las sustancias de desecho

- Fluir por el cráneo y la médula espinal para compensar los cambios en el volumen de sangre intracraneal, manteniendo una presión adecuada.

 

Terapia craneo-sacral (TCS)

 

Esta terapia tiene sus orígenes en la osteopatía craneal. En este sentido, se considera al doctor Sutherland uno de los padres de la Terapia craneo-sacral (TCS). Este investigador realizó interesantes estudios sobre un tema que todavía, al día de hoy, sigue manteniendo controversias, es decir, el movimiento de los huesos y suturas craneales (Hubbard, Melvin y Barodawala, 1971; Rogers y Witt, 1997).

 

Se puede definir la Terapia craneo-sacral (TCS) como una terapia relajante, suave y sobre todo no invasiva que apoya los procesos naturales del cuerpo y favorece un aumento en la vitalidad celular. Los fisioterapeutas que utilizan y practican esta terapia, deben desarrollar su facultad para focalizar la atención y “escuchar” la parte del cuerpo -los tejidos y estructuras orgánicas– de la persona, donde hemos colocado las manos, permitiendo de esta forma, la activación de los mecanismos internos de autocuración (Upledger, 2004a). Respecto a esto, es muy importante darse cuenta que, el propio paciente y su “médico interno” son en última instancia los principales responsables y partícipes del efecto terapéutico que se produce durante la sesión (Upledger, 1997). Por este motivo, el terapeuta sólo debe participar como mero facilitador del proceso curativo.

 

Otro aspecto relevante respecto a la Terapia craneo-sacral (TCS) es su enfoque integral y holístico respecto al concepto de salud; es decir, tiene muy en cuenta la íntima relación existente entre los factores físicos y psicológicos, así como la influencia de las variables psicosomáticas en el desarrollo y causa de la enfermedad (Levenson, 2006; Mambretti y Seraphin, 2002).

 

3.1. Aplicaciones de la Terapia craneo-sacral (TCS) en el contexto del deporte

 

Según un estudio realizado por Kraus y Conroy (1984), cada año se producen en los Estados Unidos entre tres y cinco millones de lesiones deportivas, con una tendencia ascendente en la medida que también aumenta el número de practicantes. Las lesiones tienen una gran importancia en el contexto del deporte, pues suelen conllevar un tiempo de inactividad con múltiples consecuencias adversas más o menos perjudiciales, en función de la gravedad de la lesión, del momento en que se produce y de su evolución (Buceta, 1989, Buceta, 1996).

 

Gracias al conocimiento de la Terapia craneo-sacral (TCS) por parte del fisioterapeuta, se pueden prevenir y tratar un amplio número de lesiones y enfermedades relacionadas no sólo con el sistema mio-conjuntivo sino también con otros sistemas orgánicos que, en última instancia, pueden influir en el rendimiento deportivo. Conviene reparar que son varias las situaciones donde no es aconsejable utilizar este tipo de terapia, a saber; hemorragia y aneurisma intracraneal, fracturas recientes del cráneo y, en general, cualquier alteración fisiológica que altere la presión intracraneal (Upledger, 2004 a y b).

 

3.1.1. Los grandes puntos de amortiguación (PA) (figura 4)

 

Las cadenas fasciales trasmiten la movilidad a través de todo el cuerpo, pero también son sede de cargas que pueden perturbar su mecanismo. Para que dichas perturbaciones no se trasmitan de forma automática a lo largo de las cadenas, existen “puntos de amortiguación” repartidos por todo el cuerpo. Algunos son más importantes y se solicitan con más frecuencia, puesto que están situados en el cuerpo, en puntos de convergencia. Los principales PA son (Serge, 2004):

 

(1) La cintura pelviana

(2) El diafragma

(3) La cintura escapular

(4) El hueso hioides

(5) La charnela occipitocervical

 

Figura 4. Representación de los puntos de amortiguación

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/grafico_representacion_pa

 

Tomada de Serge, 2004


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Dentro del ámbito deportivo resulta de gran importancia el tratamiento efectivo de los puntos de amortiguación, debido a que los deportistas presentan muy a menudo tensiones localizadas en estos puntos. Si no se realiza un tratamiento adecuado pueden producirse con el tiempo, el desarrollo de patología cerca de los puntos de amortiguación –a corto plazo- y en zonas lejanas a los PA a medio y largo plazo, favoreciendo muy probablemente una sobrecarga total del “sistema” y la continua rediviva lesional.

 

3.1.2. Tratamiento de los puntos de amortiguación con Terapia craneo-sacral (TCS) (para más información acudir a Upledger, 2004a)

 

a) Tratamiento diafragma pélvico (figura 5)

 

Paciente. En decúbito supino (DCS) con piernas extendidas y brazos relajados encima de la camilla

 

Terapeuta. Una mano justo debajo del sacro del paciente -paralela a las crestas iliacas-. La otra mano se coloca el quinto dedo a la altura de la sínfisis púbica. Se deja caer el resto de la mano sobre el abdomen del paciente

 

Mantener una presión sobre los tejidos de 5 gramos

 

Acción. La mano situada en la parte anterior ejerce una ligera presión (de 5 a 8 gramos) hasta notar una sensación de rechazo a la presión por parte de los tejidos del paciente. Localizada la presión adecuada entre los 5 y 8 gramos sentimos el punto de mayor restricción fascial y dirigimos “con la intención” nuestra toma hacia ese punto. Una vez en el punto seguimos el movimiento de los tejidos en las distintas direcciones que nos indique, evitando volver a la posición inicial, hasta finalmente sentir una liberación de los tejidos, es decir, sensación de calor debajo de las manos, disminución de los reflejos nerviosos, sensación de relajación, aumento en el paso de los líquidos a nivel de la zona tratada.            

 

Figura 5. Colocación de las tomas en la técnica liberación diafragma pélvico.

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/colocacion_diafragma_pelvico

 

Tomada de Upledger, 2004a

 

b) Tratamiento del diafragma respiratorio (figura 6)

 

Paciente: Decúbito supino con piernas extendidas y brazos relajados encima de la camilla.


Terapeuta: Una mano a nivel de la charnela dorso-lumbar. La otra mano se coloca en el tercer dedo, a la altura de la apéndice xifoide, dejando reposar el resto de la mano (como en el caso anterior presión de 5 gramos)

 

Acción: Seguimos los mismos pasos que en la técnica anterior.

 


Figura 6. Colocación de las tomas en la técnica liberación diafragma respiratorio

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/colocaciones_diafragma_respiratorio

 

Tomada de Upledger, 2004a

 

c) Tratamiento de la entrada torácica (figura 7)

 

Paciente: decúbito supino con piernas extendidas y brazos relajados encima de la camilla

 

Terapeuta: Una mano en la charnela cérvico-dorsal, a nivel de C7, D1 y D2. La otra mano se coloca en la parte anterior y superior de la pared torácica - dedos 4º y 5º en forma de v por debajo de las clavículas.

 

Acción: misma secuencia a utilizar que en el tratamiento del diafragma pélvico y respiratorio

 


Figura 7. Colocación de las tomas en la técnica entrada torácica

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/colocacion_apertura_torax

 

Tomada de Upledger, 2004a

 

d) Tratamiento del hueso hioides (figura 8)

 

Paciente: decúbito supino con piernas extendidas y brazos relajados encima de la camilla


Terapeuta: Una mano se coloca detrás de cuello, cubriendo las vértebras cervicales. Otra mano, con los dedos pulgar y corazón, sujetamos el hueso hioides.


Acción: seguimos con nuestra toma anterior el movimiento que necesite el hioides para relajarse y liberarse de las restricciones que pueda presentar.


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Figura 8. Colocación de las tomas en la técnica hueso hioides

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/colocacion_manos_hioides

 

Tomada de Upledger, 2004a

 

e) Liberación diafragma suboccipital (figura 9)

 

Paciente: decúbito supino con piernas extendidas y brazos relajados encima de la camilla

Terapeuta: Las manos se colocan verticalmente en el borde del occipital con extensión de las interfalángicas proximales y distales. Las yemas de los dedos actúan de fulcro para equilibrar la región cervical superior del paciente.

 

La cabeza del paciente debe situarse por encima de las palmas de las manos.

Acción: se realiza una presión en los tejidos de la región suboccipital hasta notar la relajación de los tejidos de la zona en cuestión.

 

Figura 9. Colocación de las tomas en la técnica liberación diafragma suboccipital

 

fisioterapia_deportiva_craneosacral/colocacion_manos_suboccipital

 

Tomada de Upledger, 2004a

 

 

Referencias

 

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4.         Cantero, R. (2007). El fisioterapeuta y la mano del escalador. Rev Iberoam Fisioter Kinesiolo, 10: 65-71

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22.       Upledger, J. (1997) Tu médico interno y tú: Terapia Sacro-craneal y Liberación Somato-Emocional. Madrid: Mandala.

23.       Upledger, J. (2004). Terapia Craneosacra I. Barcelona: Paidotribo.

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