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Articulo de opinion. La importancia de “ponerse las gafas de genero” en el ambito de las drogodependencias
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Autor: Amparo Suay
Publicado: 9/03/2010
 


El alcohol es una variable altamente relacionada con la violencia de pareja. El proyecto Malva contribuye a aumentar la conciencia y sensibilidad sobre la relación de ambos fenómenos y tiene como objetivo trabajar con los colectivos profesionales relacionados con la violencia de género y las drogodependencias.

 

Desde el Proyecto Malva se destaca la necesidad de incorporar la perspectiva de género en el ámbito de las drogodependencias qué permitirá, visualizar las necesidades específicas de las personas implicadas en esta problemática, y también conseguir instrumentos, pautas y herramientas terapéuticas para los/las profesionales, con el fin de poder detectar, intervenir y derivar a los recursos más adecuados en cada caso.


La importancia de “ponerse las gafas de genero” en el ambito de las drogodependencias

Artículo de opinión. La importancia de “ponerse las gafas de género” en el ámbito de las drogodependencias.

 

Amparo Suay. Responsable de Comunicación Proyecto Malva. Fundación Salud y Comunidad

Fundación Salud y Comunidad (FSC). Proyecto MALVA www.fsyc.org

 

Barcelona, 9 de marzo de 2010.- El alcohol es una variable altamente relacionada con la violencia de pareja. El proyecto Malva contribuye a aumentar la conciencia y sensibilidad sobre la relación de ambos fenómenos y tiene como objetivo trabajar con los colectivos profesionales relacionados con la violencia de género y las drogodependencias.

 

Desde el Proyecto Malva se destaca la necesidad de incorporar la perspectiva de género en el ámbito de las drogodependencias qué permitirá, visualizar las necesidades específicas de las personas implicadas en esta problemática, y también conseguir instrumentos, pautas y herramientas terapéuticas para los/las profesionales, con el fin de poder detectar, intervenir y derivar a los recursos más adecuados en cada caso.

 

Alrededor de un 50% de los casos de violencia de género están vinculados al consumo del alcohol, según fuentes de la Fundación Salud y Comunidad. El equipo responsable de este proyecto de la Fundación Salud y Comunidad ha observado que la presencia de alcohol es determinante en muchos casos, estando presente en el agresor como desinhibidor y facilitador de la agresión; y lo que respecta a las víctimas, el abuso del alcohol y otras sustancias puede surgir como una estrategia de enfrentamiento para hacer frente a la situación de violencia.

 

Tomando como referencia el proyecto promovido por la OMS “Estudio Internacional Sobre Género, Alcohol y Cultura Proyecto Genacis”, que coordina el Instituto Suizo para la Prevención del Alcohol y los problemas de drogas (SIPA), se concluye que existe una asociación negativa entre abuso de alcohol y la calidad de la relación de pareja. En esta investigación se mantiene que la presencia del alcohol en el escenario de las agresiones es muy elevada en situaciones de malos tratos. Cerca de la mitad de las personas involucradas en las agresiones (47%) había estado bebiendo con anterioridad a estos episodios, bien sea el agresor (25%), bien el agresor y la víctima (16,7%) o bien sólo la víctima (3,5%).

 

Paralelamente, varias investigaciones de carácter internacional (Chase, K. A., O’farrell, T. J., Murphy, C. M., Fals-Stewart, W., Murphy, M.), han puesto de manifiesto desde hace aproximadamente tres décadas, que el abuso de alcohol y la violencia de género se dan frecuentemente en las mismas familias, representando el alcohol un factor de riesgo para la presencia de la violencia familiar.

 

Por otra parte, según la nota descriptiva de la OMS, “Violencia infligida por la pareja y alcohol” (2006), el consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo de violencia de pareja y demuestra estar íntimamente ligado a dicha violencia. En este estudio se mantiene que en EEUU, en Inglaterra y en Gales, las víctimas creían que su pareja había estado bebiendo antes de una agresión física en el 55% y el 32% de los casos respectivamente. Por otra parte, en Australia, el 36% de los homicidas de su pareja estaban bajo los efectos del alcohol en el momento del incidente. Otro dato relevante sería que en un estudio reciente realizado en varios países (Chile, India, Egipto y Filipinas) se señaló en todos ellos el consumo habitual de alcohol por parte del cónyuge o la pareja como factor de riesgo de cualquier acto de violencia física de pareja a lo largo de la vida.

 

Así pues, queda demostrada la importancia de prestar especial atención a la existencia de casos de violencia de pareja,  en aquellos recursos en los que se traten problemas de drogodependencias. Por ello, desde el Proyecto Malva se realizan acciones formativas a profesionales de este ámbito de intervención con la finalidad de crear un espacio de análisis, debate y aprendizaje, dónde se integré una visión profesional del abuso de alcohol y otras drogas y la violencia de pareja.

 

Los objetivos de estas acciones formativas son fomentar la toma de conciencia de las desigualdades relacionadas con el género, proporcionar modelos de comportamientos alternativos a la discriminación, teniendo en cuenta la variable género, e informar sobre el alcohol como un facilitador de comportamientos violentos hacia personas del género contrario. Así como, abastecer a los profesionales de herramientas para la prevención primaria, detección precoz y reducción de daños de la violencia de pareja asociada al abuso de alcohol; fomentar la incorporación del enfoque de género en las intervenciones preventivas que realicen y, por último, transmitir las habilidades necesarias para tratar el tema de la violencia de género de forma adecuada, integrando los conocimientos y las actitudes aprendidas.

 

Esta acción formativa, la desarrolla el equipo técnico del Proyecto Malva, así como personas especializadas en la intervención en el ámbito de la violencia de género que pueden ofrecer una visión lo más cercana posible a la realidad y las herramientas básicas necesarias para tener presentes en la práctica profesional. Contamos con Silvia Antón Rodríguez, psicóloga de la Asociación Aspacia y experta en la intervención con agresores, así como con Marta Álvarez Freijo, directora de Centro Recuperación Para Mujeres Maltratadas de Tarragona de la Generalitat de Catalunya gestionado por la Fundación Salud y Comunidad.

 

Estas formaciones dirigidas a profesionales, se realizan gracias a las subvenciones que el Proyecto Malva recibe del Plan Nacional sobre Drogas, la Consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana y la Agencia Antidroga de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.