Aproximaciones teoricas sobre el cuidado de la vida y la salud
Autor: Lic. Liliana Libreros Piñeros | Publicado:  15/03/2010 | Enfermeria | |
Aproximaciones teoricas sobre el cuidado de la vida y la salud .1


Aproximaciones teóricas sobre el cuidado de la vida y la salud.

Liliana Libreros Piñeros, Diomelis Maurera y Ligia Gámez

Liliana Libreros. Lic. en Enfermería con Maestría en Investigación Educativa. Profesora asociada en el Departamento de Salud Pública de la Escuela de Salud Pública y Desarrollo Social de la Universidad de Carabobo


RESUMEN

La presente revisión bibliográfica tiene como propósito reflexionar sobre el tema del cuidado, haciendo una investigación de las principales concepciones filosóficas, comenzando a reseñar el cuidado de otras especies hasta llegar al cuidado humano. Se indaga sobre el origen y significado de la palabra cuidado, siguiendo con la presentación de las ideas de sus principales representantes tales como: Colliere, Heidegger, Waldow, Maldonado, Boff, Watson y el pensamiento complejo de Morin. Las ideologías de estos autores permiten reflexionar sobre el significado del cuidado, sus dimensiones y su praxis por parte de los profesionales de la salud.

Se señala que los cuidados existen desde el inicio de la vida, para su preservación y que el hombre, al igual que los demás seres vivos, siempre ha requerido de los cuidados, cuyo objeto es permitir que la vida continúe y se desarrolle y que el hombre se abra al mundo, asumiendo una posición comprensiva, de encuentro y de relación afectiva con los otros hombres y la naturaleza. Los profesionales de la salud como agentes del cuidado deben conocerse a sí mismos y conocer a las personas para ayudarlas y saber porque precisan de cuidado; cuanto más se conoce de una persona, mas fácil es ayudarlo; en otras palabras el reto es rescatar la concepción compleja del ser humano, no como un objeto de cuidado sino como un sujeto de cuidado, cuyas necesidades de cuidado durante el ciclo natural de nacimiento, vida y muerte están en las dimensiones físicas, sociales, culturales, espirituales y afectivas, comprendiendo su contexto, medio o espacio circundante en el cual vive.

Palabras Clave: Cuidar, Cuidado de la vida, Cuidado de la Salud, Cuidado humano.


INTRODUCCIÓN

Muchos animales evidencian prácticas de cuidado para la supervivencia en el medio, como por ejemplo, los pájaros pasan muchas horas limpiándose y lubricando las plumas ya que la conservación del plumaje es indispensable para volar lo bastante de prisa y escapar de las aves de rapiña, también para conservar la elevada temperatura de su cuerpo si el tiempo se pone frío. La madre Chimpancé no solo corta el cordón con los dientes, sino que también devora parte de la placenta; lame los fluidos, lava y asea al hijo recién nacido, y lo estrecha protectoramente contra su cuerpo. (1,2)

Por otro lado, muchos animales demuestran prácticas de cuidado, como el aseo social; en la creación de un amistoso sistema de ayuda mutua. En estudios con animales se ha podido observar muchos ejemplos de esto, tanto entre las aves como entre los mamíferos; Algunas aves se reclaman entre sí el mutuo apoyo, y cuando revoletean de rama en rama, el gorjeo (música vocal) continuo sirve para no perderse y desbandarse; pero alcanza su expresión culminante entre los primates superiores; estos han inventado señales especiales de invitación al aseo y a las actividades sociales “cosméticas”. Cuando un mono pretende asear a otro, le manifiesta sus intenciones con una expresión facial característica, produce unos rápidos chasquidos con los labios y con frecuencia saca la lengua entre cada dos chasquidos. El otro puede indicar su aceptación adoptando una postura de relajamiento, y acaso presentando una región determinada de su cuerpo para ser aseada. Tal aseo social, es una actividad cooperativa y no agresiva entre los animales del grupo o la colonia. (1,2)

Asimismo, los chimpancés curan las leves lesiones físicas de sus compañeros. Examinan cuidadosamente las pequeñas heridas y las lamen hasta dejarlas limpias. Esto es más que un simple aseo, son las primeras señales de un verdadero cuidado cooperativo. En nuestra especie, con el incremento de la inteligencia y del sentido de colaboración, el aseo especializado tenía que ser el punto de partida de una importante tecnología de ayuda mutua física. El mundo médico actual ha alcanzado una condición de tal complejidad que se ha convertido, socialmente hablando, en la principal expresión de nuestro comportamiento animal de bienestar. (2)

Hay muchos ejemplos que evidencian el cuidado cooperativo entre los humanos, tal es el caso de las dolencias corrientes que podríamos llamar de “invitación al aseo”, como los resfriados, el dolor, algunos trastornos gástricos entre otros, en los cuales el estado del individuo no es grave, pero lo bastante enfermizo para justificar unos mayores cuidados por parte de sus compañeros de sociedad, como parientes, amigos, médicos, enfermeras; siendo la administración de medicamentos la que sustituye a las antiguas “acciones de aseo” y da pie a un rito operacional que mantiene la relación entre paciente y cuidador, a través de esta fase especial de interacción social. (2)

Por consiguiente las prácticas de cuidado son inherentes al ser humano desde sus orígenes, han evolucionado y experimentado cambios en su concepción epistemológica; Si comenzamos por conocer el origen de la palabra cuidar, deriva, del latín cogitare, que significaba pensar, juzgar, poner atención, mostrar interés. Por lo tanto, cuidar es una actividad de reflexión crítica que implica necesariamente conocer, discernir, establecer el ser de algo, sin duda para protegerlo, defenderlo y conservarlo. (3,4)

Colliere, citado por Escobar, señala que los cuidados existen desde el inicio de la vida, para su preservación y que el hombre, al igual que los demás seres vivos, siempre ha requerido de los cuidados, porque como lo expresa la autora “cuidar es un acto de vida cuyo objeto es, primero y por encima de todo, permitir que la vida continúe y se desarrolle y de ese modo luchar contra la muerte: del individuo, del grupo y de la especie”. (4)

Según la Real Academia de la Lengua Española, citado por Rodríguez, el cuidado, denota el estar obligado a responder por aquello que es objeto del cuidado. Asimismo cuidar hace referencia a poner diligencia atención y solicitud en la ejecución de algo, discurrir, pensar, mirar por la salud y procurar una vida óptima. (5)

Para Heidegger, el cuidado es una preocupación por sí mismo, por asumir el destino como un interés existencial, no intelectual. El cuidado, puede ser la posibilidad de que el ser encerrado en sí mismo (Solus ipse), por la angustia de enfrentar la existencia y la muerte, se abra al mundo, asumiendo una posición comprensiva, de encuentro y de relación afectiva. (5)

Según Waldow, el cuidado se inicia o se expresa de dos maneras: una como forma de sobrevivir y como una expresión de interés y cariño. La primera forma se observa indiscriminadamente, en todas las especies y sexos; pero que en los humanos, por su capacidad de razonar, lo priorizan y sofistican con el tiempo. La segunda forma, se observa solo en los humanos a través del lenguaje para comunicarse con los otros en su propio beneficio. Comenta la teorista, que el modo de expresar el cuidado, es decir, la demostración de interés y de afecto; era más evidente entre las mujeres; mientras que el hombre era menos gentil y las relaciones ocurrían a través de juegos y luchas, como prácticas para la sobrevivencia. (4)

Maldonado, comenta que el cuidado del cuerpo implica el cuidado del hábitat, del medio ambiente, es decir, el Oikos de la vida que no es independiente del cuidado de las relaciones que tanto los individuos como las comunidades establecen con su entorno, la historia del cuerpo es también la historia del medio físico y simbólico del cuerpo. (5)

Asimismo, Boff citado por Arenas señala que el cuidado, reivindica al sujeto como ser participante en la gran casa común, la tierra. En la madre tierra, el ser humano como huésped, asume el ethos en sentido ordinario, como aquella porción del mundo que reservamos para organizar, cuidar y hacer nuestro hábitat. Para la autora, por otra parte, cuidar de otra persona con perspectiva humanística, es ayudarla a vencer sus dificultades y a emplear sus fortalezas como potencialidades, el agente del cuidado debe conocerse a sí mismo y conocer a las personas para ayudarlas, cuanto más se conoce de una persona, mas fácil es ayudarlo. (3)

En este mismo orden de ideas, El cuidado, no es una actividad o tarea realizada en el sentido de aliviar un desconfort o una dolencia. Procura ir más allá, intentando, captar un sentido más amplio: el cuidado como una forma de expresión, de relación con el otro ser y con el mundo, como una forma de vivir plenamente. El cuidado humano es un acto, una dimensión ontológica, existencial, que se mueve en un proceso de relación, de reciprocidad, de confianza y envolvimiento afectivo por otro ser humano. Desde el punto de vista ecológico requiere que las personas se relacionen en forma respetuosa con la naturaleza. (6)


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