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Reflexiones: Una Perspectiva Antropologica, Personalista, Los Principios Introducidos por Jesus de Nazaret en la Medicina (El Amor, la ley Moral Nueva). Examinemos su Validez en la Practica Medica Moderna, Tecnologica y de la Postmodernidad. Primera parte
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Autor: Dr. Juan Herrera Salazar
Publicado: 9/04/2010
 

Revisaremos el ejercicio de la Medicina antes de Cristo (mundo helénico y romano) y luego de la intervención de Jesús, introducción de sus principios (Amor, Ley Moral Nueva) a la práctica médica. Usaremos como fuente los evangelios, los Hechos de los Apóstoles, y los otros 22 libros del Nuevo Testamento, las referencias históricas, romanas, judías, no romanas y la tradición ética médica de su época. Los primeros médicos cristianos, acogen la ética hipocrática, pero dan un salto cualitativo respecto a los médicos que siguen la tradición helénica del dualismo clásico platónico. Este dualismo antropológico, justifica el suicidio en muchos casos, la eutanasia e incluso la eliminación de los discapacitados.


Perspectiva Antropologica, Personalista. Principios Introducidos por Jesus de Nazaret Medicina .1

Reflexiones: Una Perspectiva Antropológica, Personalista, Los Principios Introducidos por Jesús de Nazaret en la Medicina (El Amor, la ley Moral Nueva). Examinemos su Validez en la Práctica Médica Moderna, Tecnológica y de la Postmodernidad. Primera parte.

Dr. Juan Herrera Salazar.Appointed Director del Proyecto del Centro de Bioética de la Universidad Juan Pablo II, Managua, Nicaragua.

Proemium

“Jesús de Nazaret, fue procesado por judíos y romanos, flagelado y sentenciado a muerte por crucifixión. … Sus muñecas fueron clavadas al patibulum, y luego de colgarlo al madero vertical, clavaron sus pies. La interpretación médica moderna de los eventos históricos indican que Jesús ya estaba muerto, cuando se le bajó de la cruz”.(JAMA 1986; 255:1455-1463).

Nosotros nos ocuparemos de presentar la influencia del pensamiento de Jesús en la medicina de los primeros siglos de nuestra era, su influencia y validez actual en la medicina moderna, tecnológica y de la postmodernidad.

Revisaremos el ejercicio de la Medicina antes de Cristo (mundo helénico y romano) y luego de la intervención de Jesús, introducción de sus principios (Amor, Ley Moral Nueva) a la práctica médica. Usaremos como fuente los evangelios, los Hechos de los Apóstoles, y los otros 22 libros del Nuevo Testamento, las referencias históricas, romanas, judías, no romanas y la tradición ética médica de su época.

Los primeros médicos cristianos, acogen la ética hipocrática, pero dan un salto cualitativo respecto a los médicos que siguen la tradición helénica del dualismo clásico platónico. Este dualismo antropológico, justifica el suicidio en muchos casos, la eutanasia e incluso la eliminación de los discapacitados. El médico cristiano, acoge una antropología que le permite ver de manera unitaria al hombre, como una unidad cuerpo-espíritu, considerado criatura de Dios, custodio corresponsable de la vida y el mundo frente al mismo Creador.

El mensaje fundamental de la Sagrada Escritura anuncia que la persona humana es criatura de Dios. Puesto al centro y al vértice de la creación. (Sal 139,14-18), (Gen1,27) “Imago Dei”, “Anima et Corpore Unus”.

El médico cristiano responsabilizándose de la vida y del jardín que le fue confiado, anticipa en dos milenios la visión, la exhortación explicitada con tonalidad catastrofística de Van Rensslaer Potter, de que cuidemos el planeta, publicada en 1970, (Bioethics, The science and survival), y que H. Jonas discute en 1979, en ámbito bioético europeo como “El principio de responsabilidad”, en su ética para una sociedad tecnológica.

El médico cristiano encarna la parábola del Buen Samaritano, si bien acoge la ética de la virtud, deja al personaje hierático de la medicina hipocrática, que por su rectitud, carácter fuerte, virtuoso, y demás características se sitúa sobre la ley.

El médico cristiano sigue el llamado de Jesús y se vuelve diácono, del que sufre, su servidor, como expresión de la comunidad que “tiene la obligación” de cuidar a sus hermanos, médico que asume la figura teológica del Cristo que asume la curación de la humanidad que sufre.

De manera que si el Evangelio establece el precepto que lo obliga a reconocer en el enfermo al “Christus patiens”, el médico se reconoce a sí mismo “Christus servus”.

La tradición médica hipocrática y galénica, la ética médica platónica y nicomáquea ven ante sus propios ojos, la introducción a la medicina del principio fundamental de su enseñanza el Amor, (Ley Moral Nueva), alrededor de la cual gravitan los otros principios que serán e incorporados a la práctica médica y elaborados como doctrina social en los siglos sucesivos.

Cabe resaltar que el Amor sirve de fundamento para el desarrollo en los siglos sucesivos de una medicina, que sigue su curso sobre dos ejes: uno vertical, dignidad de la persona humana, bien común, trascendencia, y otro eje horizontal relacional que mueve de manera dinámica, la persona-familia, (célula vital de la comunidad) a las comunidades en busca del bien común.

La conciencia moral está presente en el médico hipocrático, en el médico romano, (De Beneficiis, VI,16), Séneca, presenta el amor (amistad) que el mismo Platón en Lysis (217 a), “ el paciente se convierte en amigo de su médico a causa de su enfermedad ”.

Santo Tomás nos ayudará a dar una visión unitaria a nuestro escrito, él define la conciencia moral como la percepción de los principios de la moralidad (“ sindéresis ”), su aplicación a las circunstancias concretas mediante un discernimiento práctico de las razones y de los bienes, juicio concreto, sobre los actos médicos que va a realizar y o realizó.

La elaboración teológica de Santo Tomás, su doctrina de la persona humana, facilitará a nosotros médicos, reconocer su dignidad, que implica y exige la rectitud de la conciencia moral, que pretenden borrar del corazón humano, con los medios de comunicación masivos y especialmente en las escuelas de medicina, los grupos de poder económico político de la sociedad postmoderna, que pretenden que se enseñe y se de entrenamiento reglamentario en las facultades de medicina y eventualmente en las escuelas de enfermería, de las técnicas abortivas. (Ver proyecto de ley España) PSOE, Zapatero.

Teniendo en cuenta la dignidad y trascendencia de la persona nos aparecerá claro el itinerario recorrido por nuestra medicina, por nosotros como médicos, siglos antes de Jesús, hasta las novedades introducidas por Él, elaboradas y reelaboradas por los pensadores cristianos, desde diversos ángulos, a la luz de sus principios, válidos hoy más que nunca y de urgente aplicación, para curar la medicina tecnológica postmoderna.

Deseamos que estos apuntes nos sirvan para hacer una, reditio completa y a manera de síntesis propongamos un documento: racional, comprensible para el historiador y el filósofo, claro para el médico que ejerce una medicina científica, basada en la evidencia, desde el punto de vista gnoseológico, comprensible por cualquier biólogo, que se aproxime a las ciencias de la vida, no con una visión reduccionista de la misma, sino con un horizonte de sentido, que reconoce la dimensión espiritual de la medicina.

El documento que proponemos trata de ser objetivo, busca la verdad y el bien, escudriña los documentos históricos, que testimonian el quehacer ético del médico de la antigüedad e identifica las novedades introducidas por el Jesús histórico, y al mismo tiempo deja un espacio abierto a lo trascendente, para la reflexión teológica.

Haremos una exposición antropológica, presentando un Jesús histórico, que pone al hombre como punto de referencia cardinal, que es llamado a vivir en el Amor, para lograr el bien común y al médico a vivir de manera integral su profesión, con el cuerpo y el alma, con el corazón y la conciencia, el intelecto y la voluntad, para realizarse, siguiendo sus exhortaciones, válidas para todo hombre de buena voluntad y que para el universo cristiano, es precepto del Espíritu Paráclito, que vino a testimoniar la verdad y nos llama especialmente a los profesionales de la medicina, a defender en toda circunstancia la verdad y la vida. 

Queremos proponer un documento, que nos sirva para hacernos mejores médicos, en la modernidad y cada vez que seamos solicitados a satisfacer los deseos del paciente post-moderno, de manera que distingamos, sus necesidades y sus deseos lícitos o moralmente ilícitos y en este caso nos rehusemos a satisfacerlos.


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Nuestras reflexiones, quieren escribir en cada corazón y en cada cerebro un nuevo formato, mejor dicho desvelar el que ya tenemos escrito (Ley Moral Natural y Conciencia), y en el caso de nosotros médicos, enfocarlo a nuestra “Ars médica”, es decir que la reflexión nos ayude a cosechar los frutos de la Lectio del Sembrador, y si la cosechamos, nos hará mejores médicos y así contribuiremos a mejorar nuestra época.

Introducción:

La tradición médica hipocrática y galénica, la ética médica platónica y nicomáquea ven ante sus propios ojos, la introducción a la medicina del principio fundamental de su enseñanza el Amor, alrededor del cual gravitan los otros principios que serán elaborados e incorporados a la práctica médica en los siglos sucesivos. Cabe resaltar que el Amor sirve de fundamento, guía para el desarrollo en los siglos sucesivos de una medicina, que sigue su curso sobre dos ejes: uno vertical, dignidad de la persona humana, bien común, trascendencia y otro eje horizontal, relacional (el hombre que por naturaleza es social, relacional como el Dios Trinitario.)

Figura 1

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Jesúsy laÉticaMédica,PrincipiosVálidos, para la Medicina Tecnológica de la Postmodernidad.Bioética, Seminarios.Febrero 2010,Dr. Juan Herrera Salazar,Managua, Nicaragua.

Es conocido que el Juramento de Hipócrates(460-370 a.C.), orientó positivamente la actividad médica antes de Cristo.

Está reconocida la influencia más o menos universal que ha tenido la ética hipocrática en el mundo antiguo, en el pensamiento filosófico clásico de la Grecia, en el mundo sirio, persa y egipcio durante los siglos sucesivos.

Luego vemos a Jesús, insertarse en la historia de la medicina, se instrumentaliza, se prescribe El mismo, como médico, se constituye como el “Ethos Curativo Verdadero”, prescribe una manera de ser para, con nuestro prójimo, (el patiens), a quién se entrega para, favorecer o lograr su cura. Jesús así estructura una nueva relación médico - paciente, en la historia de la cultura occidental, que será objeto de nuestro análisis.

La documentación histórica testimonia, el llamado de Jesús, para que sigamos su ejemplo, para ser un como El, Buen Médico.

El Libro del Pueblo de Dios, la Biblia, Vaticano, nos señala 5 referencias al médico, Jesús en el Nuevo Testamento:

9 Mt, 9, 12 que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
10Mc, 2, 17 que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no
11 Lc, 4, 23 ustedes me citarán el refrán: "Médico, cúrate a ti mismo". Realiza
12 Lc, 5, 31 que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
13 Col, 4, 14| saludan Lucas, el querido médico, y Dimas.

La medicina se vuelve una sociedad humana, un encuentro humano (personal) que se caracteriza por la ayuda, asistencia, término que en su raíz etimológica significa “estar al lado del otro (adsistere)”, con un ingrediente novedoso, que Jesús introduce como principio, el Amor.

Por consiguiente, el médico no es otra cosa que el instrumento de Dios, porque, en definitiva, el verdadero médico es Dios. (Eje vertical figura 1), ver 14 referencias en el viejo testamento: El Libro del Pueblo de Dios, la Biblia Vaticano, que nos señala la concepción vetero-testamentaria del médico, que nos prepara para avanzar hacia otra dimensión, que el Jesús presente en la historia nos indica, dándole un nuevo vigor forma y dirección a la tradición ética hipocrática, platónica y aristotélica, además de perfeccionarla.

Las referencias bíblicas del Nuevo Testamento, que muestran a Jesús ejerciendo como “Él Médico”: el lector las localizará con un enlace en la bibliografía, allí encontrará referencias en relación a enfermos, enfermedad (cf.70), cura, curación (cf 107), sanar y sanación (cf. 22).

Apuntes de Historia de la Medicina:

En Grecia durante los siglos IV y V aC., el tipo de tratamiento médico que el paciente recibía dependía de ser libre o esclavo, también el tipo de relación médico paciente era diferente. Platón habla del tratamiento silencioso de los esclavos, (medicina muta), las Leyes (720-857).

Los hombres libres, que como seres autorrealizados participan en su tratamiento y establecen con su médico una comunicación real. (Kalos –Logos).

Jesús introduce un principio (equivalencia ética de todos los seres humanos), igualdad de los seres humanos, como criaturas tenemos el mismo valor, por nuestra dignidad ontológica, procedemos del Padre.

Aún en este nuevo siglo, XXI dC., se da una medicina que sigue siendo diferente para los ricos y los pobres, la comunicación y participación está ausente en las grandes HMO norteamericanas, organizaciones de seguro médico, que dedican menos de 10 minutos por paciente incluyendo el papeleo.

Los médicos antes de Cristo se guiaban por el principio de la beneficencia, que informaba, las virtudes, una serie de códigos y normas de comportamiento, que facilitaban la formación de médicos excelentes.


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Este principio guía, nos predispone como médicos a practicar la virtud de la benevolencia, vivida como una ética utens, responsabilidad ética constitucional profesional, benevolencia vivida como (bene, volere, facere).

Este rasgo del carácter es el que Séneca destaca en su carta al médico romano:

“Por qué razón es que yo debo algo más a mi médico y a mi maestro que nunca terminare de saldar por completo mi deuda con ellos?, porque de ser médicos y maestros se convierten en nuestros amigos y estamos obligados con ellos no por razón de la pericia que ellos venden sino por su amabilidad y su amigable buena voluntad...

“Supongamos un médico que me haya prestado más atención de la que profesionalmente se requiere; que no lo hizo para su prestigio personal, sino que temía por mi; porque no se contentó con indicar las medicinas sino que también las aplicó, que se afanó en los momentos de crisis de enfermedad, que nada fue tan gravoso para él que no hubiera estado dispuesto a hacerlo, que no fue indiferente a mis lamentos; … Con tal hombre me siento obligado no como médico sino como amigo.” …

Esta virtud que Séneca destaca, es una especie de (Amistad, amistad social-amor), que Jesús introduce a la medicina y luego la Iglesia elabora como doctrina social de en los siglos sucesivos. Para Séneca la virtud de la benevolencia precede al buen diagnóstico y crea la condición necesaria para practicar una buena medicina.

En el siglo XXI, entramos en una etapa en la que el desarrollo científico y la tecnología parecen haber perdido su rumbo, nuestros médicos se han convertido en técnicos, se han directores técnicos con propiedades terapéuticas especializadas, una especie de ingenieros biológicos, que de manera dogmática e impersonal adoptar este estilo en la consulta, en la investigación a la hora de definir políticas sanitarias.

Por eso reconocemos la necesidad, de hacer propio ese rasgo del carácter, la benevolencia, el rigor científico y la disciplina para mejorarnos como médicos.

De manera sinóptica elaboraremos un cuadro que como “a vuelo de pájaro” nos haga recorrer el pensamiento pre-cristiano y su influencia en ejercicio de la medicina hasta nuestros días, para luego examinar concretamente el vigor nuevo y rumbo con que Jesús, nos llama a cumplir nuestro deber profesional.

Tabla 1.

1.Juramento hipocrático

2.Filanthropia: Los Precepta hipocráticos (amistad, amor al hombre, al ser humano).

3.Filoteknia: amor al arte.

4.Comenta Hipócrates: “El médico es amigo de su arte en cuanto es amigo del hombre, en cuanto tal, en cuanto persona humana a la que atiende”.

5.Viene a configurarse el “Ethos médico“, que se pronuncia en el juramento hipocrático.

6.Socrates: Nosce te ipsum, inscripción del frontispicio del templo de Delfos, que hizo suya, relacionada con la virtud de la veracidad y la benevolencia, pilares de la buena práctica médica. Esa inscripción testimonia una verdad fundamental, según la cual el hombre es llamado a distinguirse de las demás criaturas, se califica hombre, porque es constitutivamente orientado a conocerse a sí mismo, según su naturaleza racional.

7.Platón diálogos sobre la verdad, gnoseología (Diálogo de Teetetos, tratado de filosofía de la ciencia), modelos formales de verdad y error. El Logos-Kalos, comunicación con el paciente. Comunicación real y virtud de la veracidad.

8.Aristóteles: La actividad ética del hombre está orientada hacia la consecución del bien último del hombre, esaeudaimonia. Ética de la Virtud. Virtudes morales, la justicia.

9.La metafísica de Aristóteles (ente, esencia, hilemorfismo, potencia, substancia).

10. Ética a Nicómaco.

11.La ley Moral Natural. (Cicerón y Séneca, epístolas).

12.La tradición de las Asclepiades, (Claudius Galenus). El espíritu (neuma) natural;El espíritu (pneuma) vital;El espíritu (pneuma) animal.

A nuestro benévolo lector, le recordamos que esta sinopsis sólo pretende, rápidamente, hacernos ver los antecedentes, es decir colocarnos en el ambiente cultural del médico de la antigüedad a la llegada de Jesús el Médico, con su propuesta novedosa.

¿Cuál es la novedad que introduce Jesús?

Séneca descubrió con la razón, ese ingrediente que Jesús introduce a la ética médica: el profundo agradecimiento de Séneca a su médico romano, inmortalizado en el texto clásico (De Beneficiis, VI,16), (amor - amistad), que el mismo Platón en Lysis (217 a), reconoce, “ el paciente se convierte en amigo de su médico a causa de su enfermedad”.

Vemos a Jesús dar un vigor nuevo y ampliar el horizonte de nuestra profesión médica, al insertarse en la historia. El Nuevo Testamento nos revela, y nos deja admirados, consolados, al escuchar que se le llama a Jesucristo Médico”.

¡Él es nuestro Médico, El es el Médico! Y está aquí, entre nosotros, hecho uno de nosotros.

La introducción del Amor como principio guía, para el ejercicio de la medicina.

De este principio fundamental (la Ley Moral Nueva) derivan otros, mejor dicho, el mismo principio, precepto para el universo cristiano, referido a la persona humana y explicitado de manera diversa (Evangelios) y que aplicados a nuestra época servirán para mejorarla.

189 Mt, 24, 12| la maldad se enfriará el amor de muchos,
190Mc, 10, 21| 21Jesús lo miró con amor y le dijo: «Sólo te falta
191 Lc, 7, 47| porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le
192 Lc, 7, 47| perdona poco, demuestra poco amor».
193 Lc, 11, 42| descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar
Las referencias bíblicas del Nuevo Testamento que se refieren al Amor de Jesús, el lector las localizará con un enlace en la bibliografía, allí encontrará 128 referencias en el Nuevo Testamento y 188 en el Viejo Testamento.

Quiero comentar las primeras referencias al Amor de Jesús, para demostrar cómo se relacionan y perfeccionan la ética que practicaban los médicos de la antigüedad y que resumimos en la tabla sinóptica:


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Examinemos la referencia 190:
190Mc, 10, 21| 21Jesús lo miró con amor y le dijo: «Sólo te falta
Con esa mirada Jesús nos invita, con ese interés, a entrar por esa puerta, (intrate per augustam portam) Mt (7,13), para que se den las condiciones básicas, para el diálogo, para la verdadera comunicación, para el Logos- Kalos, vemos que el amor de Jesús, perfecciona la virtud de la comunicación, la benevolencia y la veracidad, y nos hace mejores médicos.

¿Qué decir de la justicia?

Ninguna virtud se adquiere fácilmente. Debemos reconocer que se necesita hacer esfuerzos especiales para enseñarla a nuestros médicos, ya ¡Jesús lo advierte!

En las escuelas de medicina se le presta muy poca atención a esta virtud y a la dimensión social de la medicina; este aspecto es poco atendido en general.

Nuestras escuelas de medicina prestan atención a lo que se considera importante, práctico (diagnóstico, terapéutica, procedimientos, tecnología), se considera la ciencia social y por supuesto la política, extraña a la medicina, por lo que no se estudia de manera sistemática, en ninguno de los diferentes regímenes de autoridad, como una doctrina social y política, que sirva de fundamento a la medicina, bajo este aspecto.

Jesús nos hace un llamado, que es bien acogido por la ética médica de su tiempo, y que viene a ser reelaborada en los siglos sucesivos, por los pensadores de la escolástica, la doctrina de Santo Tomas de Aquino, servirá para ulteriores elaboraciones, la doctrina de la persona humana llega con él, a su máxima perfección, prepara el camino, por así decirlo a la iglesia, para que nos ilumine como maestra en los siglos sucesivos, sobre las cuestiones relacionadas a la vida social, hasta llegar a elaborar de manera sistemática, lo que hoy constituye la doctrina social y política de la Iglesia, actualizada, con renovado vigor desde la Rerum novarum de León XIII, hasta nuestros días, Caritas in veritate de Benedicto XVI.

La exhortación de Jesús: “Bienaventurados los que padecen hambre y sed de justicia”

366 Mt, 5, 6| que tienenhambre y sed de justicia, porque serán saciados.

Jesús insertado en la historia, nos ayuda a comprender que tenemos obligaciones para con las demás personas; compara esta virtud moral al hambre y a la sed, ambas muy fuertes, (fisiológicas, por lo tanto elementalmente exigentes), nos exhorta a apropiarnos de manera personal de la justicia y de la equidad; Jesús nos invita a cultivar esa fuerza del carácter que nos hace equitativos con las demás personas y que como modelo, es algo real, comprensible en aquel contexto histórico y en el contexto actual de nuestra medicina moderna y postmoderna.

Las referencias bíblicas del Nuevo Testamento que se refieren a la Justicia de Jesús, el lector las localizará con un enlace en la bibliografía, allí encontrará 103 referencias.

Pablo en la epístola a los Romanos nos recuerda que fuimos liberados del pecado, y que ahora somos esclavos de la justicia, el médico debe tener en cuenta esa dimensión social de la medicina, para ser conforme a “Él Médico “.

404 Rom, 6, 18| llegado a ser servidores de la justicia.

Las exhortaciones de Jesús son un llamado a cultivar, impulsos, inclinaciones y disposiciones que deben ser parte integrante del carácter de una persona, de un médico.

Debemos ejercitarnos diariamente, para cultivar la virtud de la justicia, para que la manifestemos en actos objetivos habituales, para dar a cada quien lo que se merece, y no sólo, sino que algo más, la excelencia del amor, que lleva a la realización de la persona, a la plenitud, al cumplimiento, que Jesús llama.

Tabla 2. Principios Introducidos por Jesús a la Ética Médica. (El Amor la Ley Moral Nueva).

1. El Amor (cfr. bíblicas). Tal ley es llamada a ser medida y regla última de todas las dinámicas en las que se despliegan las relaciones humanas. Amor que hace dialogar a los ejemplados, guiados por el espíritu Santo, a imagen del ejemplar Amor Trinitario.

2. El principio de Sacralidad e Inviolabilidad de la Vida. Ya anunciado en el Viejo Testamento, (Gen 9,5), Es 20,13), Dt 5,17. Toma con Jesús un carácter de normativa de ética médica.

Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, por lo que cada persona tiene la obligación de cuidarlo. El médico cristiano es llamado a levantarse en defensa de la vida, no puede en ningún caso procurar la muerte del no nacido, procurar la muerte de otro, asistirlo para suicidarse o el mismo matarse. En contraste con la apología, al suicidio de Séneca, o la tradición griega espartana de arrojar a los discapacitados al barranco del monte Taigeto.

3. Igualdad de los Seres Humanos, (Griegos, judíos, libres, esclavos, mujeres, varones). Gal 3, 26-28.

A partir de Jesús se invita a dejar de ejercer la medicina silenciosa y se propone la medicina del Logos-Kalos, con esa mirada de Amor, que abre la puerta de la verdadera comunicación, necesaria para establecer una verdadera relación médico-paciente.

4. Justicia y equidad vista con la luz del Amor de la (Ley Moral Nueva).

5. Principio de solidaridad, como verdadera y propia virtud moral, no como un sentimiento de vaga compasión o enternecimiento por los males que aquejan al prójimo o al lejano. Al contrario como una firme determinación y perseverante para buscar el bien común, por el bien de todos y el propio, de manera que todos seamos verdaderamente responsables de todos. (cf Mt10, 40-42;20-25; Mc10, 42-45; Lc 22, 25-27). El hombre Nuevo, solidario, hasta la muerte en la cruz (cf. Fil 2,8; Jn3,16)

6. Principio de subsidiariedad, una nueva actitud de “subsidium”, (cf. Mt 22,37-40; Mc 12, 29-31; Lc 10, 27-28).

El médico cristiano sigue el llamado de Jesús y se vuelve diácono, del que sufre, su servidor, como expresión de la comunidad que “tiene la obligación” de cuidar a sus hermanos, médico que asume la figura teológica del Cristo que asume la curación de la humanidad que sufre.

De manera que si el Evangelio establece el precepto que lo obliga a reconocer en el enfermo al “Christus patiens, el médico se reconoce a sí mismo “Christus servus”.

El médico cristiano encarna la parábola del Buen Samaritano. Jesús introduce a la medicina un concepto antropológico novedoso, “somos sujetos encarnados”, a imagen de Dios.

Con Jesús la medicina resuelve las dificultades planteadas por el dualismo antropológico clásico de Platón, que justificaba el suicidio, y va más allá de la concepción hilemórfica de Aristóteles, (el hombre como ser compuesto, unión de cuerpo y alma, forma y materia).


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Jesús, “El Médico”, nos da orientaciones concretas que le dan un nuevo vigor y perfeccionan la ética médica de la antigüedad:

I. Una guía teológico-moral: nos enseña cómo comportarnos con las personas.

II. Una fundamentación a la ética, nos da la motivación por la cual debemos comportarnos y conformarnos a Cristo.

III. Directivas (Normativas de conducta médica, justicia, acción social)

IV. Guía deliberativa de la conciencia médica: llamada a mediar entre la norma objetiva, general y las concretas, particulares, de nuestra acción médica.

Jesús nos deja muy claro que el encuentro médico paciente, es cierto que es un encuentro que tiene como pretexto la corporeidad, pero sobretodo es un encuentro de dos conciencias, el proceso deliberativo nos deja libres como médicos, de satisfacer o no los deseos morales ilícitos de nuestros pacientes, que frecuentemente nos solicitan, en nuestra sociedad postmoderna.

Todo médico de buena voluntad, utilizando la vía cognoscitiva de la razón, puede acoger las enseñanzas de Jesús y hacerlas parte de su ética médica, con un horizonte de sentido, puede ahondar en su quehacer científico, investigar en las ciencias de la vida, y seguir un modelo bioético que respete la verdad integral de la persona humana y su dignidad.

La fe y la razón constituyen las vías cognoscitivas del médico cristiano, para comprender las enseñanzas de Jesús y las referidas a nuestra medicina. La Revelación y la naturaleza humana (rationalis naturae). El médico católico hace suyas las reflexiones del magisterio de la iglesia, y se coloca con un horizonte epistemológico y filosófico definido desde su visión de la vida.

El conocimiento de la fe, comprende y dirige la vivencia, lo vivido del hombre a luz del misterio histórico-salvífico, de la revelación y del don de Dios en Cristo por nosotros.

Esta inteligencia de la fe incluye la razón, mediante la cual, la fe, explica y comprende en la medida de lo posible la verdad revelada y la integra con la verdad de la naturaleza humana, de manera que comprendamos, quienes somos, por qué somos médicos vinculados al proyecto de la Creación, a la verdad integral de la persona, en cuanto ser espiritual y corpóreo, en relación con Dios, con el prójimo, las demás criaturas y el jardín que nos fue confiado.

Figura 2.

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Jesúsy laÉticaMédica, Principios Validospara la MedicinaTecnológicade la Postmodernidad. Bioética, Seminarios. Febrero 2010, Dr. JuanHerreraSalazar, Managua, Nicaragua.

Es claro que hemos tratado con nuestro escrito de responder a la pregunta quienes somos los médicos, pregunta que colocada en el horizonte, responde a ¿quién es el hombre?, ¿Cuál es el sentido de nuestra existencia?, por eso hemos buscado las respuestas, desde abajo, hemos partido de la reflexión helénica y romana.

Luego insertamos al Jesús histórico, para hacer una reflexión antropológica, comprensible al científico y al filósofo, partiendo de la experiencia vivida, con el ánimo de promover un diálogo sereno con los médicos y los científicos de las ciencias de la vida aún cuando excluyan, o desconfíen de un diálogo que incluye la verticalidad.

Nuestra última gráfica, deja ver muy claro, que se puede escribir una II parte, de este artículo, como una reflexión antropológico - teológica, que no puedo ahondar por mi propia insuficiencia cultural, pero con que el auxilio de un experto, médico, filósofo o mejor experto del magisterio de la Iglesia católica, podremos abrir esa reflexión, en un espacio que se coloque en el horizonte de la verticalidad, para llevar al lector, al médico postmoderno, a nuestros estudiantes de medicina, a los estudiosos de las ciencias de la vida a reflexionar sobre el hombre: que en su horizontalidad intrínsecamente se abre a la trascendencia.

Para ejercer nuestra profesión hoy debemos tener en cuenta este misterio y drama del hombre.

Estamos, aquí ejerciendo la medicina en el horizonte de este mundo, plasmado de materia y temporalidad. La persona, el médico de hoy vive, siente, piensa e comprende, ama, experimenta el dolor y la felicidad, su profesión lo coloca en una situación de horizontalidad.

En contacto con la corporeidad descubre, quién es la persona, que tiene en frente, “ese ser espiritual”, radicado en el mundo sensible.

La ética médica de la antigüedad, (Ética de la Virtud), había recogido, mejor dicho destacado, el principio de la beneficencia y la virtud de la benevolencia, como un vigor, que lanza al médico, desde las situaciones concretas y tangibles a actuar como un buen médico.

Con la llegada de Jesús, “El Médico”, nos queda claro que también podemos hablar de un horizonte vertical, para hacernos mejores médicos y cooperar para construir la nueva medicina del Siglo XXI, una medicina que haga suya la “Cultura de la Vida”, “La Medicina del Amor ”.


Perspectiva Antropologica, Personalista. Principios Introducidos por Jesus de Nazaret Medicina .6

Para el médico católico:

Figura 2.

 perspectiva_antropologica_jesus/cristiano_medico_catolico

Jesúsy laÉtica Médica, Principios Validospara la MedicinaTecnológicade la Postmodernidad. Bioética, Seminarios.Febrero 2010, Dr. JuanHerreraSalazar, Managua, Nicaragua.

Bibliografía

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Aristóteles 

ACERCA DEL ALMA- Introducción, traducción y notas: Tomás Calvo Martínez. Editorial: Gredos. Madrid, 1978. 262 páginas; 20 cm. Colección: Biblioteca Clásica Gredos, 14.

ÉTICA EUDEMIA- Traducción del griego y notas: Julio Pallí Bonet. Introducción: Emilio Lledó Íñigo. Editorial: Gredos. Madrid 1985. 562 páginas. 20 cm. Colección: Biblioteca clásica Gredos, 89. Esta edición incluye:Ética Nicomáquea, pp. 129-409;Ética Eudemia, pp. 411-547.

GRAN ÉTICA- Traducción del griego y prólogo: Francisco de P. Samaranch. Editorial: Aguilar. Buenos Aires, 1968. Segunda edición. 212 páginas; 16 cm. Colección: Biblioteca de Iniciación Filosófica, 73.

METAFÍSICA- Traducción: Patricio de Azcárate. Editorial: Espasa-Calpe. Madrid 1980 (9ª edición). 324 páginas; 18 cm. Colección: Austral, 399.

MORAL A NICÓMACO- (Ética nicomáquea) - Traducción: Patricio de Azcárate. Prólogo: Luís Castro Nogueira. Editorial: Espasa-Calpe. Madrid 1984 (4ª edición). 339 páginas; 17 cm. Colección: Selecciones Austral, 37.

Cicerón y La Ley Moral Natural; Nel De Republica Cicerón afirma:
Est quidem vera lex recta ratio naturae, diffusa in omnes, constans, sempiterna, quae vocet ad officium jubendo, vetendo a fraude deterreat;...Huic legi non abrogari fas est neque derogari ex hac aliquid licet neque tota abrogari potest, nec vero aut per senatum aut per populum solvi hac lege possumus, neque est quaerendus explanator aut interpres eius alius, nec erit alia lex Romae, alia Athenis, alia nunc, alia posthac, sed et homnes gentes et omni gentes et omni tempore una lex et sempiterna et immutabilis continebit, unusque erit communis quasi magister et imperatur omnium deus, ille legis huius inventor, disceptator, lator; cui qui non parebit, ipse se fugiet ac naturam hominis aspernatus hoc ipso luet maximas poenas, etiamsi cetera supplicia, quae putantur, effugerit. (De Republica, 3,3)

Catecismo de la Iglesia Católica, Librería Juan Pablo II, 1992.

Compendio de la Dottrina Sociale de la Chiesa, Librería Editrice Italiana, 2005.

Edwards, William D, MD, Wesley J. Gabet et al. On physical Death of Jesus Christ, (JAMA 1986; 255:1455-1463). Ultimo acceso, 2 febrero 2010.

Jonas Hans:Technik, Medizin und Ethik - Zur Praxis des Prinzips Verantwortung- Frankfurt a.M.: Suhrkamp, 1985 -ISBN 3-518-38014-1('On technology, medicine and ethics' - On the practice of the imperative of Responsibility.

JURAMENTO HIPOCRÁTICO (500 a.C.), Trad. Español. Actualizacion Sidney. Ultimo acceso 2 de febrero 2010.

Lucas Lucas Ramón Dr. Ph, LC

· El hombre, espíritu encarnado, Sígueme, Salamanca 1995 (3 ed. 2003), pp. 380
· Veritatis Splendor, Testo integrale e commento filosofico-teologico tematico, San Paolo, Cinisello Balsamo (MI) 1994, pp. 432
· Natura e libertà in Veritatis Splendor. Testo integrale e commento filosofico-teologico tematico, a cura di. Ramón Lucas Lucas, San Paolo, Cinisello Balsamo (MI) 1994, pp. 268-286
· Presupposti antropologici dell'etica esistenziale e dell'etica normativa, in «Doctor Communis» 47 (1994) 215-239
· Cuerpo humano y visión integral del hombre, in «Gregorianum» 76 (1995) 125-146
· Comentario interdisciplinar a la «Evangelium Vitae», Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1996, pp. 844
· Commento interdisciplinare alla Evangelium Vitae, Libreria Editrice Vaticana, Vaticano 1997, pp. 824 (traduzione dall'edizione spagnola).
· Antropología cristológica: actualidad y necesidad de la noción de «persona», in A. Lobato (cur.) Actas del IV Congreso Internacional de la S.I.T.A., CajaSur, Córdoba 1999, Vol. I, pp. 313-327
· Verità e libertà: «Fides et Ratio» in continuazione con «Veritatis Splendor», in R. Fisichella (cur.), Fides et Ratio. Lettera encliclica di Giovanni Paolo II. Testo e commento teologico-pastorale, San Paolo 1999, pp. 145-157
· Horizonte vertical. Sentido y significado de la persona humana, BAC, Madrid, 2008, pp. 480


Perspectiva Antropologica, Personalista. Principios Introducidos por Jesus de Nazaret Medicina .7

Séneca, (De Beneficiis, VI,16). Ed. Digital, traducción P. Fernández Navarrete. http:// fama2 .us.es/ fde/ de Beneficiis. pdf

Séneca, Epistulae ad Lucilium: 58, 32-37. 13.

Seneca, Epistolae 41.3; Ad Lucilium epistulae morales, trans. Richard M. Gummere, 3 vols.(Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1961), 1:275.;)

Recordemos que en esta obra es retomada y reelaborada la doctrina estoica del suicido.Viene a considerarlo lícito y un deber cuando al hombre le resulta imposible vivir según su naturaleza, o sea según la recta razón, sabiduría y virtud. Para Séneca, cualquiera, que no es dueño de si mismo al perder su capacidad racional, habiendo perdido la finalidad y el sentido de su vida, debe poner fin a sus días.

Platón, Lisis o de la amistad, Obras completas de Platón, tomo 2, Medina y Navarro, Madrid 1871, págs. 211-253 (argumento, por Azcárate: 213-220, Lisis: 221-253).
Potter V.R. Bioethics: the science of survival, "Perspectives in Biology and Medicine" New York, 1970.
Potter V.R. Bridge to the Future, Prentice-Hall Pub, Englewood Cliffs, NJ, 1971.
Reich W.T. (coord): “Encyclopedia of Bioethics”, New York 1978.
Sgreccia Elio, Manuale de Bioetica, Fondamenti ed ética biomedica, Vol I, Vita e Pensiero, 2006.
Sgreccia Elio, Manuale de Bioetica, II Aspetti Medico Sociali, Vita e Pensiero 1996.
Spagnolo G. Antonio; Bioetica Nella Ricerca e Nella Prassi Medica. Edizione Camilliane,1997.

Referencias: Médico, Viejo Testamento, (Biblia, Vaticano).

1 Gn, 50, 2| 2 Después dio a los médicos que estaban a su servicio
2 Gn, 50, 2| embalsamar a su padre, y los médicos embalsamaron a Israel.~
3 Jb, 13, 4| encubren todo con sus mentiras, médicos inútiles son todos ustedes!
4 2Cron, 16, 12| recurrió al Señor, sino a los médicos.
5 Tob, 2, 10| Me hice atender por los médicos, pero cuantos más remedios
6 Mc, 5, 26| mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes

1 Jer, 8, 22| Galaad? ¿No hay allí ningún médico? ¿Por qué entonces no cicatriza
2 Ecli, 10, 10| enfermedad desconcierta al médico, y el que hoy es rey, mañana
3 Ecli, 38, 1| 1 Honra al médico por sus servicios, como
4 Ecli, 38, 2| procede del Altísimo, y el médico recibe presentes del rey. ~
5 Ecli, 38, 3| 3 La ciencia del médico afianza su prestigio y él
6 Ecli, 38, 7| 7 Con esos remedios el médico cura y quita el dolor, y
7 Ecli, 38, 12| Después, deja actuar al médico, porque el Señor lo creó;
8 Ecli, 38, 15| que caiga en manos del médico! ~


Referencias: Enfermo, enfermedad, Nuevo Testamento (Biblia, Vaticano).


7 Mt, 4, 23| reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.
8 Mt, 4, 24| afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados,
9 Mt, 8, 17| cargó sobre sí nuestras enfermedades.
10 Mt, 9, 35| Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
11 Lc, 5, 15| escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades.
12 Lc, 6, 18| escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados
13 Lc, 7, 21| curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los
14 Lc, 8, 2| curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena,
15 Lc, 9, 1| demonios y para curar las enfermedades.~

7 Mt, 12, 13| El la extendió, y la mano enferma quedó tan sana como la otra.
8 Lc, 13, 11| un espíritu, que la tenía enferma 31 Mt, 10, 1| impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.

32 Mc, 5, 34| paz, y queda curada de tu enfermedad.
33 Lc, 13, 12| Mujer, estás curada de tu enfermedad,
34 Jn, 11, 4| esto, Jesús dijo: Esta enfermedad no es mortal; es para gloria
35 Gal, 4, 13| que fue en ocasión de una enfermedad cuando les prediqué por
36 Flp, 2, 26| se habían enterado de su enfermedad.
desde hacía dieciocho años.
48 Mt, 6, 23| 23 Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en
49 Mt, 8, 6| mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente».
50 Mt, 25, 36| desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso,
51 Mt, 25, 39| 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?".~
52 Mt, 25, 43| desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron".
53 Mt, 25, 44| sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?".~
54 Lc, 7, 2| centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que

55 Lc, 11, 34| iluminado; pero si tu ojo está enfermo, también tu cuerpo estará
56 Lc, 14, 2| Delante de él había un hombre enfermo de hidropesía.
57 Lc, 14, 4| Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió.
58 Jn, 4, 46| real, que tenía su hijo enfermo en Cafarnaúm.
59 Jn, 5, 5| allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho

60 Jn, 5, 13| Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús
61 Jn, 11, 1| 1 Había un hombre enfermo, Lázaro de Betania, del
62 Jn, 11, 2| Lázaro era el que estaba enfermo.
63 Jn, 11, 3| Señor, el que tú amas, está enfermo.
64 Jn, 11, 6| oyó que este se encontraba enfermo, se quedó dos días más en
65 Hech, 4, 9| del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue curado,
66 Flp, 2, 27| 27 En efecto, estuvo enfermo y a punto de morir, pero
67 2Tim, 4, 20| Corinto, y a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto. Apresúrate a
68 Sant, 5, 14| 14 Si está enfermo, que llame a los presbíteros
69 Sant, 5, 15| nace de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará, y

4 Hech, 9, 37| 37 Pero en esos días se enfermó y murió. Después de haberla
3 Mt, 4, 24| le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas

4 Mt, 8, 16| a todos los que estaban enfermos,
5 Mt, 9, 12| necesidad del médico, sino los enfermos.
6 Mt, 10, 8| 8 Curen a los enfermos, resuciten a los muertos,
7 Mt, 14, 14| compadeciéndose de ella, curó a los enfermos.
8 Mt, 14, 35| le llevaban a todos los enfermos,
9 Mt, 15, 30| ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies

10 Mt, 19, 2| multitud y allí curó a los enfermos.~
11 Mc, 1, 32| le llevaron a todos los enfermos y endemoniados,
12 Mc, 1, 34| 34 Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos
13 Mc, 2, 17| necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar
14 Mc, 6, 5| fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos.


Perspectiva Antropologica, Personalista. Principios Introducidos por Jesus de Nazaret Medicina .8

15 Mc, 6, 13| demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
16 Mc, 6, 55| llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían
17 Mc, 6, 56| y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban
18 Mc, 16, 18| impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán.
19 Lc, 4, 40| atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias

20 Lc, 5, 31| necesidad del médico, sino los enfermos.~
21 Lc, 9, 2| de Dios y a sanar a los enfermos,~
22 Lc, 9, 6| Buena Noticia y curando enfermos en todas partes.
23 Lc, 10, 9| 9 curen a sus enfermos y digan a la gente: El
24 Jn, 5, 3| pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados,
25 Jn, 6, 2| que hacía curando a los enfermos. ~
26 Hech, 5, 15| 15 Y hasta sacaban a los enfermos a las calles, poniéndolos
27 Hech, 5, 16| vecinas a Jerusalén, trayendo enfermos o poseídos por espíritus
28 Hech, 19, 12| que el aplicarse sobre los enfermos pañuelos o lienzos que habían
29 Hech, 28, 9| se presentaron los otros enfermos de la isla y fueron curados.

30 1Cor, 11, 30| entre ustedes hay muchos enfermos y débiles, y son muchos

Referencias bíblicas: Curar, curación, (Biblia, Vaticano).

10 Mt, 10, 1| los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
11 Mt, 12, 10| preguntaron: ¿Está permitido curar en sábado?
12 Mt, 17, 16| discípulos, pero no lo pudieron curar.
13 Mc, 6, 5| ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles
14 Lc, 5, 15| para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades.
15 Lc, 5, 17| Señor le daba poder para curar.
16 Lc, 6, 18| para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los
17 Lc, 7, 3| para rogarle que viniera a curar a su servidor.
18 Lc, 8, 43| quien nadie había podido curar,
19 Lc, 9, 1| clase de demonios y para curar las enfermedades.
20 Lc, 13, 14| durante esos días para hacerse curar, y no el sábado.
21 Lc, 14, 3| fariseos: «¿Está permitido curar en sábado o no?.
22 Jn, 4, 47| le suplicó que bajara a curar a su hijo moribundo.
23 1Cor, 12, 9| este se le da el don de curar, siempre en ese único Espíritu;
24 1Cor, 12, 28| hacer milagros, el don de curar, el don de socorrer a los
25 1Cor, 12, 30| todos tienen el don de curar?
26 Apoc, 22, 2| y sus hojas servían para curar a los pueblos.
2 Mc, 6, 13 expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos

1 Mt, 4, 24| y paralíticos, y él los curaba.
2 Mc, 3, 2| atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de
3 Mc, 3, 10| 10 Porque, como curaba a muchos, todos los que
4 Lc, 4, 40| sobre cada uno de ellos, los curaba.
5 Lc, 6, 7| atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían

1 Hech, 19, 12| cuerpo de Pablo, aquellos se curaban y quedaban libres de los
2 Mt, 9, 21| tocar su manto, quedaré curada.
3 Mt, 9, 22| instante la mujer quedó curada.
4 Mt, 15, 28| ese momento su hija quedó curada.
5 Mc, 3, 5| extendió y su mano quedó curada.
6 Mc, 5, 28| sólo tocar su manto quedaré curada.
7 Mc, 5, 29| en su cuerpo que estaba curada de su mal.
8 Mc, 5, 34| salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad.
9 Lc, 6, 10| extendió y su mano quedó curada.

10 Lc, 8, 47| había tocado y cómo fue curada instantáneamente.
11 Lc, 13, 12| y le dijo: «Mujer, estás curada de tu enfermedad,

1 Lc, 13, 32| a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado.
2 Hech, 4, 30| mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el
2 Lc, 8, 2| mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades:

8 Mt, 17, 18| desde aquel momento, quedó curado.~
9 Mc, 8, 25| recuperó la vista. Así quedó curado y veía todo con claridad.

10 Lc, 4, 27| pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.
11 Lc, 8, 36| contaron cómo había sido curado el endemoniado.
12 Lc, 13, 14| indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud:
13 Lc, 17, 15| al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a
14 Jn, 5, 4| agua se agitaba, quedaba curado, cualquiera fuera su mal.
15 Jn, 5, 10| entonces al que acababa de ser curado: Es sábado. No te está
16 Jn, 5, 14| Templo y le dijo: «Has sido curado; no vuelvas a pecar, de
17 Jn, 5, 15| era Jesús el que lo había curado.
18 Jn, 7, 23| enojan conmigo porque he curado completamente a un hombre
19 Hech, 3, 16| proviene de él, es la que lo ha curado completamente, como ustedes

20 Hech, 4, 9| un enfermo y de cómo fue curado,
21 Hech, 4, 14| el hombre que había sido curado estaba de pie, al lado de
22 Hech, 4, 22| El hombre milagrosamente curado tenía más de cuarenta años.
23 Hech, 14, 9| la fe necesaria para ser curado,
3 Jn, 11, 12| dijeron: «Señor, si duerme, se curará».

3494 Lc, 8, 3 3 Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes,

3 Jn, 5, 6| Jesús le preguntó: ¿Quieres curarte?.

3483 Mc, 16, 18 | sobre los enfermos y los curarán».

3485 Mt, 8, 7 | le dijo: «Yo mismo iré a curarlo.

3488 Lc, 4, 23 | citarán el refrán: "Médico, cúrate a ti mismo". Realiza también

1 Mt, 13, 15| conviertan, y yo no los cure".
2 Mc, 5, 23| imponerle las manos, para que se cure y viva.
3 Jn, 12, 40| se conviertan ni yo los cure".
4 Hech, 28, 27| conviertan, y que yo los cure".
5 Heb, 12, 13| rengo no caiga, sino que se cure.

2 Mt, 10, 8| Curen a los enfermos, resuciten
3 Lc, 10, 9| curen a sus enfermos y digan a

Mt, 12, 13| El la extendió, y la mano enferma quedó tan sana como la otra.

8 Lc, 13, 11| un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años.

4512 Mc, 1, 45 proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera

4515 Hech, 4, 17 de evitar que la cosa se divulgue más entre el pueblo, debemos


Perspectiva Antropologica, Personalista. Principios Introducidos por Jesus de Nazaret Medicina .9

31 Mt, 10, 1| impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
32 Mc, 5, 34| paz, y queda curada de tu enfermedad.
33 Lc, 13, 12| Mujer, estás curada de tu enfermedad,
34 Jn, 11, 4| esto, Jesús dijo: Esta enfermedad no es mortal; es para gloria
35 Gal, 4, 13| que fue en ocasión de una enfermedad cuando les prediqué por
36 Flp, 2, 26| se habían enterado de su enfermedad.

7 Mt, 4, 23| reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.
8 Mt, 4, 24| afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados,
9 Mt, 8, 17| cargó sobre sí nuestras enfermedades".

10 Mt, 9, 35| Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
11 Lc, 5, 15| escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades.
12 Lc, 6, 18| escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados
13 Lc, 7, 21| curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los
14 Lc, 8, 2| curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena,
15 Lc, 9, 1| demonios y para curar las enfermedades.~

4 Hech, 9, 37| 37 Pero en esos días se enfermó y murió. Después de haberla

3 Mt, 4, 24| le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas
4 Mt, 8, 16| a todos los que estaban enfermos,
5 Mt, 9, 12| necesidad del médico, sino los enfermos.
6 Mt, 10, 8| 8 Curen a los enfermos, resuciten a los muertos,
7 Mt, 14, 14| compadeciéndose de ella, curó a los enfermos.
8 Mt, 14, 35| le llevaban a todos los enfermos,
9 Mt, 15, 30| ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies

10 Mt, 19, 2| multitud y allí curó a los enfermos.

11 Mc, 1, 32| le llevaron a todos los enfermos y endemoniados,
12 Mc, 1, 34| 34 Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos
13 Mc, 2, 17| necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar
14 Mc, 6, 5| fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos.
15 Mc, 6, 13| demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
16 Mc, 6, 55| llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían
17 Mc, 6, 56| y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban
18 Mc, 16, 18| impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán.
19 Lc, 4, 40| atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias

20 Lc, 5, 31| necesidad del médico, sino los enfermos.
21 Lc, 9, 2| de Dios y a sanar a los enfermos,
22 Lc, 9, 6| Buena Noticia y curando enfermos en todas partes.
23 Lc, 10, 9| 9 curen a sus enfermos y digan a la gente: El

24 Jn, 5, 3| pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados,
25 Jn, 6, 2| que hacía curando a los enfermos.

26 Hech, 5, 15| 15 Y hasta sacaban a los enfermos a las calles, poniéndolos
27 Hech, 5, 16| vecinas a Jerusalén, trayendo enfermos o poseídos por espíritus
28 Hech, 19, 12| que el aplicarse sobre los enfermos pañuelos o lienzos que habían
29 Hech, 28, 9| se presentaron los otros enfermos de la isla y fueron curados.

30 1Cor, 11, 30| entre ustedes hay muchos enfermos y débiles, y son muchos

Referencias bíblicas: Sanar, sanación (Biblia, Vaticano)

8 Mt, 12, 13| la mano enferma quedó tan sana como la otra.
9 1Tim, 1, 10| todo lo que se opone a la sana doctrina
10 2Tim, 4, 3| hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario,
11 Tit, 1, 9| capaz de exhortar en la sana doctrina y refutar a los
12 Tit, 2, 1| lo que es conforme a la sana doctrina.
10783 Lc, 6, 19 | salía de él una fuerza que sanaba a todos.

4 Lc, 9, 2| proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos,

7 Mt, 8, 8| palabra y mi sirviente se sanará.
8 Lc, 7, 7| palabra y mi sirviente se sanará.

26 Mt, 6, 22| es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado.
27 Mc, 5, 15| sentado, vestido y en su sano juicio, al que había estado
28 Lc, 7, 10| sirviente completamente sano.
29 Lc, 8, 35| sus pies, vestido y en sus sano juicio, al hombre del que

30 Lc, 11, 34| ojo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está iluminado;
31 Lc, 15, 27| porque lo ha recobrado sano y salvo". ~
32 Hech, 4, 10| Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el
33 Hech, 23, 24| caballos para Pablo, y llévenlo sano y salvo hasta el gobernador

Mt, 9, 12| respondió: «No son los sanos los que tienen necesidad

7 Mc, 2, 17| oído, les dijo: No son los sanos los que tienen necesidad
8 Lc, 5, 31| y les dijo: No son los sanos que tienen necesidad del
9 Hech, 27, 44| todos llegaron a tierra sanos y salvos.

Referencias: El Amor, Nuevo Testamento, (Biblia, Vaticano).

194 Jn, 5, 42| Además, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes.
195 Jn, 13, 35| son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a
196 Jn, 15, 9| ustedes. Permanezcan en mi amor.
197 Jn, 15, 10| mandamientos, permanecerán en mi amor. como yo cumplí los mandamientos
198 Jn, 15, 10| Padre y permanezco en su amor.
199 Jn, 15, 13| 13 No hay amor más grande que dar la vida

200 Jn, 17, 26| dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté
201 Rom, 5, 5| quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado
202 Rom, 8, 35| entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones,
203 Rom, 8, 39| podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en
204 Rom, 12, 10| Amense cordialmente con amor fraterno, estimando a los
205 Rom, 13, 8| con los demás sea la del amor mutuo: el que ama al prójimo
206 Rom, 13, 10| 10 El amor no hace más al prójimo.
207 Rom, 13, 10| prójimo. Por lo tanto, el amor es la plenitud de la Ley.
208 Rom, 14, 15| obras de acuerdo con el amor. ¡No permitas que por una
209 Rom, 15, 30| Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, que


Perspectiva Antropologica, Personalista. Principios Introducidos por Jesus de Nazaret Medicina .10

210 1Cor, 4, 21| la vara en la mano, o con amor y espíritu de mansedumbre?
211 1Cor, 8, 1| orgullo, mientras que el amor edifica.
212 1Cor, 9, 23| 23 Y todo esto, por amor a la Buena Noticia, a fin
213 1Cor, 13, 1| los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que
214 1Cor, 13, 2| trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
215 1Cor, 13, 3| las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
216 1Cor, 13, 4| 4 El amor es paciente, es servicial;
217 1Cor, 13, 4| paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace
218 1Cor, 13, 7| 7 El amor todo lo disculpa, todo lo
219 1Cor, 13, 8| 8 El amor no pasará jamás. Las profecías

220 1Cor, 13, 13| la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas
221 1Cor, 13, 13| la más grande todas es el amor.
222 1Cor, 14, 1| 1 Procuren alcanzar ese amor, y aspiren también a los
223 1Cor, 16, 14| lo que hagan, háganlo con amor.
224 2Cor, 2, 8| caso hagan prevalecer el amor.
225 2Cor, 2, 10| presencia de Cristo por amor de ustedes,
226 2Cor, 4, 5| servidores de ustedes por amor de Jesús.
227 2Cor, 5, 14| 14 Porque el amor de Cristo nos apremia, al
228 2Cor, 6, 6| al Espíritu Santo, con un amor sincero,
229 2Cor, 8, 7| solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado,

230 2Cor, 8, 8| manifiesten la sinceridad de su amor, mediante la solicitud por
231 2Cor, 8, 24| 24 Pruébenles entonces su amor, y lo bien fundado de nuestro
232 2Cor, 12, 10| angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando
233 2Cor, 13, 11| Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá
234 2Cor, 13, 13| del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del
235 Gal, 5, 6| fe que obra por medio del amor.
236 Gal, 5, 13| los otros, por medio del amor.
237 Gal, 5, 22| el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad,
238 Ef, 1, 4| en su presencia, por el amor.
239 Ef, 1, 15| en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos

240 Ef, 2, 4| misericordia, por el gran amor con que nos amó,
241 Ef, 2, 7| riqueza de su gracia por el amor que nos tiene en Cristo
242 Ef, 3, 17| arraigados y edificados en el amor.
243 Ef, 3, 19| ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo
244 Ef, 4, 2| sopórtense mutuamente por amor.
245 Ef, 4, 15| viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos
246 Ef, 4, 16| crece y se edifica en el amor.
247 Ef, 5, 2| 2 Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que
248 Ef, 6, 23| los hermanos la paz, el amor y la fe, que proceden de
249 Ef, 6, 24| Señor Jesucristo con un amor incorruptible.

250 Flp, 1, 9| en mi oración pido que el amor de ustedes crezca cada vez
251 Flp, 1, 16| 16 Estos obran por amor, sabiendo que yo tengo la
252 Flp, 2, 1| el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu,
253 Flp, 2, 2| unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo
254 Flp, 2, 13| conforme a su designio de amor.
255 Col, 1, 4| tienen en Cristo Jesús y del amor que demuestran a todos los
256 Col, 1, 8| 8 y por él conocimos el amor que el Espíritu les inspira.
257 Col, 2, 2| unidos estrechamente en el amor, adquieran la plenitud de
258 Col, 3, 14| Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la
259 1Tes, 1, 3| manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza

260 1Tes, 3, 6| noticias sobre la fe y el amor de ustedes, y él nos cuenta
261 1Tes, 3, 12| crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los
262 1Tes, 4, 9| 9 Acerca del amor fraterno, no es necesario
263 1Tes, 5, 8| la coraza de la fe y del amor, y cubrámonos con el caso
264 2Tes, 1, 3| constantemente y se acrecienta el amor de cada uno hacia los demás.
265 2Tes, 3, 5| Señor los encamine hacia el amor de Dios y les dé la perseverancia
266 1Tim, 1, 5| con el fin de suscitar el amor que brota de un corazón
267 1Tim, 1, 14| Señor, junto con la fe y el amor de Cristo Jesús.
268 1Tim, 2, 15| persevere en la fe, en el amor y en la santidad, con la
269 1Tim, 4, 12| conversación, en la conducta, en el amor, en la fe, en la pureza

270 1Tim, 6, 11| justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia, la bondad.
271 2Tim, 1, 7| temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.
272 2Tim, 1, 13| saludables lecciones de fe y de amor a Cristo Jesús que has escuchado
273 2Tim, 2, 10| soporto estas pruebas por amor a los elegidos, a fin de
274 2Tim, 2, 22| busca la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con todos
275 2Tim, 3, 10| mi fe, mi paciencia, mi amor y mi constancia,
276 2Tim, 4, 8| los que hay aguardado con amor su Manifestación.
277 2Tim, 4, 10| Demas me ha abandonado por amor a este mundo. El se fue
278 Tit, 2, 2| íntegros en la fe, en el amor y en la constancia.
279 Tit, 3, 4| nuestro Salvador, y su amor a los hombres,

280 Flm, 0, 5| porque he oído hablar del amor y de la fe que manifiestas
281 Flm, 0, 7| sentido reconfortado por tu amor, viendo como tú, querido
282 Flm, 0, 9| suplicarte en nombre del amor, Yo, Pablo, ya anciano y
283 Flm, 0, 20| préstame ese servicio por amor al Señor y tranquiliza mi
284 Heb, 6, 10| ustedes han hecho y del amor que tienen por su Nombre,
285 Heb, 6, 10| tienen por su Nombre, ese amor demostrado en el servicio
286 Heb, 10, 24| para estimularnos en el amor y en las buenas obras.~
287 Heb, 13, 1| 1 Perseveren en el amor fraternal.
288 1Ped, 4, 8| unos a los otros, porque el amor cubre todos los pecados.
289 1Ped, 5, 14| los otros con un beso de amor fraternal. Que descienda

290 2Ped, 1, 7| al espíritu fraternal, el amor.
291 1Jn, 2, 5| que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente
292 1Jn, 2, 15| alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
293 1Jn, 3, 16| En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida
294 1Jn, 3, 17| cómo permanecerá en él el amor de Dios?
295 1Jn, 4, 7| unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que
296 1Jn, 4, 8| conocido a Dios, porque Dios es amor.
297 1Jn, 4, 9| Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al
298 1Jn, 4, 10| 10 Y este amor no consiste en que nosotros
299 1Jn, 4, 12| permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su

300 1Jn, 4, 16| Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos
301 1Jn, 4, 16| hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el
302 1Jn, 4, 16| y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios
303 1Jn, 4, 17| 17 La señal de que el amor ha llegado a su plenitud
304 1Jn, 4, 18| 18 En el amor no hay lugar para el temor:
305 1Jn, 4, 18| temor: al contrario, el amor perfecto elimina el temor,
306 1Jn, 4, 18| llegado a la plenitud del amor.~
307 1Jn, 5, 3| 3 El amor a Dios consiste en cumplir
308 2Jn, 0, 3| Jesucristo, en la verdad y en el amor.
309 2Jn, 0, 6| 6 El amor consiste en vivir de acuerdo


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310 2Jn, 0, 6| principio es que vivan en el amor.
311 3Jn, 0, 6| dieron testimonio de tu amor delante de la Iglesia. Harás
312 Jds, 0, 2| misericordia, la paz y el amor en abundancia.
313 Jds, 0, 11| siguieron el camino de Caín; por amor al dinero cayeron en el
314 Jds, 0, 21| 21 Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia
315 Apoc, 2, 4| hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo.
316 Apoc, 2, 19| 19 «Conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu

Referencias: El amor, Viejo Testamento, (Biblia, Vaticano).

1 Gn, 18, 24| en vez de perdonarlo por amor a los cincuenta justos que
2 Gn, 18, 29| respondió: «No lo haré por amor a esos cuarenta».
3 Gn, 24, 27| dejó de manifestarle su amor y su fidelidad. El ha guiado
4 Gn, 26, 24| multiplicaré tu descendencia, por amor a mi servidor Abraham».
5 Gn, 29, 20| pocos días, por el gran amor que le tenía.
6 Ex, 34, 6| para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad.
7 Ex, 34, 7| 7 El mantiene su amor a lo largo de mil generaciones
8 Deut, 4, 37| 37 Por amor a tus padres, y porque eligió
9 Deut, 7, 8| 8 Pero por el amor que les tiene, y para cumplir

10 Deut, 10, 15| padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los
11 1Sam, 20, 17| juramento a David, a causa del amor que le tenía, porque lo
12 2Sam, 1, 26| mí más maravillosa que el amor de las mujeres.
13 2Sam, 5, 12| enaltecido su realeza por amor a su pueblo Israel.
14 2Sam, 9, 1| una prueba de lealtad, por amor a Jonatán?.
15 2Sam, 9, 7| prueba de fidelidad, por amor a tu padre Jonatán. Voy
16 2Sam, 13, 15| terrible, más fuerte aún que el amor con que la había amado.
17 1Rey, 10, 9| trono de Israel! Sí, por su amor eterno a Israel, el Señor
18 Is, 45, 4| 4 Por amor a Jacob, mi servidor, y
19 Is, 48, 9| 9 Por amor a mi Nombre, modero mi ira,

20 Is, 54, 8| pero me compadecí de ti con amor eterno, dice tu redentor,
21 Is, 54, 10| vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi
22 Is, 55, 3| obra de mi inquebrantable amor a David.
23 Is, 62, 1| 1 Por amor a Sión no me callaré, por
24 Is, 62, 1| Sión no me callaré, por amor a Jerusalén no descansaré,
25 Is, 63, 9| persona, los salvó; por su amor y su clemencia, él mismo
26 Is, 63, 17| de temerte? ¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las
27 Jer, 2, 2| fidelidad de tu juventud, el amor de tus desposorios, cuando
28 Jer, 2, 33| camino para ir en busca del amor! Así, también tú te has
29 Jer, 31, 3| Señor: Yo te amé con un amor eterno, por eso te atraje

30 Jer, 33, 11| Señor, porque es eterno su amor. Sí, yo cambiaré la suerte
31 Ez, 16, 8| tu tiempo, el tiempo del amor; extendí sobre ti el borde
32 Ez, 33, 31| practican. Porque hay mucho amor en sus palabras, pero lo
33 Ez, 33, 32| un cantor de canciones de amor, que tiene buena voz y toca
34 Os, 2, 21| justicia y el derecho, en el amor y la misericordia;
35 Os, 4, 1| ya no hay fidelidad, ni amor, ni conocimiento de Dios
36 Os, 6, 4| contigo, Judá? Porque el amor de ustedes es como nube
37 Os, 6, 6| 6 Porque yo quiero amor y no sacrificios, conocimiento
38 Os, 9, 10| abominables como el objeto de su amor.
39 Os, 11, 4| humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los

40 Sof, 3, 17| de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de
41 Sal, 23, 3| por el recto sendero, por amor de su Nombre.
42 Sal, 25, 6| de tu compasión y de tu amor, ~porque son eternos.
43 Sal, 25, 10| los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que
44 Sal, 26, 3| 3 porque tu amor está siempre ante mis ojos,
45 Sal, 31, 8| 8 ¡Tu amor será mi gozo y mi alegría!
46 Sal, 31, 22| mostró las maravillas de su amor en el momento del peligro.
47 Sal, 32, 10| el Señor cubrirá con su amor al que confía en él.
48 Sal, 33, 5| tierra está llena de su amor.
49 Sal, 33, 22| 22 Señor, que tu amor descienda sobre nosotros,

50 Sal, 40, 11| oculté a la gran asamblea tu amor y tu fidelidad.
51 Sal, 40, 12| compasión de mí; que tu amor y tu fidelidad me protejan
52 Sal, 45, 1| de Coré. Poema. Canto de amor.
53 Sal, 57, 4| atacan. ¡Que Dios envíe su amor y su fidelidad!
54 Sal, 59, 17| tu poder, y celebraré tu amor de madrugada, porque tú
55 Sal, 63, 4| 4 Porque tu amor vale más que la vida, mis
56 Sal, 69, 14| respóndeme, Dios mío, por tu gran amor, sálvame, por tu fidelidad.
57 Sal, 69, 17| Señor, por tu bondad y tu amor, ~por tu gran compasión
58 Sal, 77, 9| agotado para siempre su amor, ~y habrá caducado eternamente
59 Sal, 85, 11| 11 El Amor y la Verdad se encontrarán,

60 Sal, 86, 13| 13 porque es grande el amor que me tienes, y tú me
61 Sal, 86, 15| lento para enojarte, rico en amor y fidelidad,
62 Sal, 88, 12| 12 ¿Se proclama tu amor en el sepulcro, o tu fidelidad
63 Sal, 89, 2| 2 Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu
64 Sal, 89, 3| Porque tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente,
65 Sal, 89, 15| la base de tu trono, ~el Amor y la Fidelidad te preceden.
66 Sal, 89, 25| 25 Mi fidelidad y mi amor lo acompañarán, su poder
67 Sal, 89, 29| 29 Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza
68 Sal, 89, 34| Pero a él no le retiraré mi amor ni desmentiré mi fidelidad;
69 Sal, 89, 50| 50 ¿Dónde está, Señor, tu amor de otro tiempo, el que

70 Sal, 90, 14| Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda
71 Sal, 92, 3| 3 proclamar tu amor de madrugada, y tu fidelidad
72 Sal, 98, 3| 3 se acordó de su amor y su fidelidad en favor
73 Sal,102, 15| 15 tus servidores sienten amor por esas piedras y se compadecen
74 Sal,103, 4| sepulcro, ~te corona de amor y de ternura;
75 Sal,103, 11| tierra, así de inmenso es su amor por os que lo temen;
76 Sal,103, 17| 17 Pero el amor del Señor permanece para
77 Sal,105, 14| y castigó a reyes, por amor a ellos:
78 Sal,106, 1| bueno, porque es eterno su amor!
79 Sal,106, 4| Acuérdate de mí, Señor, ~por el amor que tienes a tu pueblo;

80 Sal,106, 8| 8 Pero él los salvó por amor de su Nombre, para poner
81 Sal,107, 1| bueno, porque es eterno su amor!
82 Sal,109, 4| Me acusan, a cambio de mi amor, aunque yo oraba por ellos.
83 Sal,109, 5| mal por bien y odio por amor, diciendo:
84 Sal,115, 1| solamente a tu Nombre, por tu amor y tu fidelidad.
85 Sal,117, 2| Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad
86 Sal,118, 1| bueno, porque es eterno su amor!
87 Sal,118, 2| de Israel: ¡es eterno su amor!
88 Sal,118, 3| de Aarón: ¡es eterno su amor!
89 Sal,118, 4| al Señor: ¡es eterno su amor!


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90 Sal,118, 29| bueno, porque es eterno su amor!
91 Sal,119, 64| Señor, está llena de tu amor; enséñame tus preceptos.
92 Sal,119, 149| 149 Por tu amor, oye mi voz, Señor, y vivifícame
93 Sal,119, 159| vivifícame, Señor, por tu amor.
94 Sal,122, 8| 8 Por amor a mis hermanos y amigos,
95 Sal,122, 9| 9 Por amor a la Casa del Señor, nuestro
96 Sal,132, 10| 10 Por amor a David, tu servidor, no
97 Sal,136, 1| bueno, porque es eterno su amor!
98 Sal,136, 2| Dioses, porque es eterno su amor!
99 Sal,136, 3| señores, porque es eterno su amor!

100 Sal,136, 4| maravillas, ¡porque es eterno su amor!
101 Sal,136, 5| sabiamente, ¡porque es eterno su amor!
102 Sal,136, 6| aguas, ¡porque es eterno su amor!
103 Sal,136, 7| astros, ¡porque es eterno su amor!
104 Sal,136, 8| día, ¡porque es eterno su amor!
105 Sal,136, 9| noche, ¡porque es eterno su amor!
106 Sal,136, 10| Egipto, ¡porque es eterno su amor!
107 Sal,136, 11| pueblo, ¡porque es eterno su amor!
108 Sal,136, 12| poderoso, ¡porque es eterno su amor!
109 Sal,136, 13| Rojo, ¡porque es eterno su amor!


110 Sal,136, 14| Israel, ¡porque es eterno su amor!
111 Sal,136, 15| tropas, ¡porque es eterno su amor!
112 Sal,136, 16| desierto ¡porque es eterno su amor!
113 Sal,136, 17| poderosos, ¡porque es eterno su amor!
114 Sal,136, 18| temibles, ¡porque es eterno su amor!
115 Sal,136, 19| amorreos, ¡porque es eterno su amor!
116 Sal,136, 20| Basán, ¡porque es eterno su amor!
117 Sal,136, 21| herencia, ¡porque es eterno su amor!
118 Sal,136, 22| servidor, ¡porque es eterno su amor!
119 Sal,136, 23| nosotros, ¡porque es eterno su amor!

120 Sal,136, 24| opresores, ¡porque es eterno su amor!
121 Sal,136, 25| vivientes, ¡porque es eterno su amor!
122 Sal,136, 26| cielos, porque es eterno su amor!
123 Sal,138, 2| gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque
124 Sal,138, 8| todo por mí. Señor, tu amor es eterno, ¡no abandones
125 Sal,143, 8| 8 Que yo experimente tu amor por la mañana, porque confío
126 Sal,143, 11| 11 Por amor de tu Nombre, Señor, consérvame
127 Jb, 10, 12| la vida y me trataste con amor, y tu solicitud preservó
128 Prov, 7, 18| Ven! Embriaguémonos de amor hasta la mañana, entreguémonos
129 Prov, 10, 12| provoca altercados, pero el amor cubre todas las faltas.

130 Prov, 14, 22| traman el mal? Pero hay amor y fidelidad para los que
131 Prov, 15, 17| un plato de legumbres con amor que un buey cebado, pero
132 Cant, 2, 4| sobre mí la insignia del Amor.
133 Cant, 2, 5| porque estoy enferma de amor.
134 Cant, 2, 7| despertarán ni desvelarán a mi amor, hasta que ella quiera!
135 Cant, 3, 5| despertarán ni desvelarán a mi amor, hasta que ella quiera.
136 Cant, 5, 1| beban, y embriáguense de amor![La Amada]
137 Cant, 5, 8| dirán? Que estoy enferma de amor.[Coro]
138 Cant, 7, 7| eres, qué encantadora, mi amor y mi delicia!
139 Cant, 7, 13| Allí te entregaré mi amor.

140 Cant, 8, 4| despertarán, ni desvelarán a mi amor, hasta que ella quiera.
141 Cant, 8, 6| sobre tu lazo, porque el Amor es fuerte como la Muerte,
142 Cant, 8, 7| torrenciales no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo. Si
143 Cant, 8, 7| su fortuna a cambio del amor, tan sólo conseguiría desprecio.
144 Ecl, 9, 1| siquiera sabe si es objeto de amor o de aversión. Todo lo que
145 1Cron, 16, 21| y castigó a reyes, por amor a ellos:
146 1Cron, 16, 34| bueno, porque es eterno su amor!
147 1Cron, 16, 41| Señor: «¡Porque es eterno su amor!».
148 1Cron, 17, 19| 19 Por amor a tu servidor y conforme
149 1Cron, 29, 3| y plata, lo entrego por amor a la Casa de mi Dios, además

150 2Cron, 2, 10| al rey Salomón: «Por el amor que el Señor tiene a su
151 2Cron, 5, 13| bueno, porque es eterno su amor», una nube llenó el Templo,
152 2Cron, 7, 3| bueno, porque es eterno su amor».
153 2Cron, 7, 6| Señor, «porque es eterno su amor». Mientras el mismo David
154 2Cron, 9, 8| Señor, tu Dios! ¡Sí, por su amor a Israel, y a fin de hacerlo
155 2Cron, 20, 21| Señor, porque es eterno su amor!».
156 Esd, 3, 11| bueno, porque es eterno su amor hacia Israel». Y todo el
157 EstGr, 4, 5| arrogancia, ni por soberbia o amor propio, que yo me negué
158 Tob, 13, 12| desterrados y muestre su amor a todos los desdichados,
159 1Mac, 4, 24| bueno, porque es eterno su amor».

160 2Mac, 6, 20| permitido comer, ni siquiera por amor a la vida.
161 2Mac, 7, 11| ahora los desprecio por amor a sus leyes y espero recibirlos
162 2Mac, 7, 23| olvidan ahora de sí mismos por amor de sus leyes».
163 Sab, 3, 9| permanecerán junto a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia
164 Ecli, 11, 15| Ley vienen del Señor; el amor y el camino de las buenas
165 Ecli, 17, 18| cuando dispensa la luz del amor, no lo abandona.
166 Ecli, 24, 18| 18 [Yo soy la madre del amor hermoso, del temor, de la
167 Ecli, 25, 12| Señor es el comienzo de su amor, y es por la fe que uno
168 Ecli, 27, 1| 1 Muchos han pecado por amor a las ganancias y el que
169 Ecli, 40, 20| corazón, pero más todavía el amor a la sabiduría.

170 Ecli, 47, 8| todo corazón, mostrando su amor por su Creador.
171 Ecli, 48, 11| los que se durmieron en el amor, porque también nosotros
172 Ecli, 51, 12| bueno, porque es eterno su amor. (b) Den gracias al Dios
173 Ecli, 51, 12| alabanzas, porque es eterno su amor.(c) Den gracias al Guardián
174 Ecli, 51, 12| Israel, porque es eterno su amor.(d) Den gracias al Creador
175 Ecli, 51, 12| universo, porque es eterno su amor.(e) Den gracias al Redentor
176 Ecli, 51, 12| Israel, porque es eterno su amor.(f) Den gracias al que
177 Ecli, 51, 12| Israel, porque es eterno su amor.(g) Den gracias al que
178 Ecli, 51, 12| Santuario, porque es eterno su amor.(h) Den gracias al que
179 Ecli, 51, 12| David. Porque es eterno su amor.(i) Den gracias al que

180 Ecli, 51, 12| Sadoc, porque es eterno su amor.(j) Den gracias al Escudo
181 Ecli, 51, 12| Abraham, porque es eterno su amor.(k) Den gracias a la Roca
182 Ecli, 51, 12| Isaac, porque es eterno su amor.(l) Den gracias al Fuerte
183 Ecli, 51, 12| Jacob, porque es eterno su amor. (m) Den gracias al que
184 Ecli, 51, 12| Sión, porque es eterno su amor.(n) Den gracias al Rey
185 Ecli, 51, 12| reyes, porque es eterno su amor.(o) El exaltará el poder
186 DnGr, 3, 35| misericordia de nosotros, por amor a Abraham, tu amigo, a Isaac,
187 DnGr, 3, 89| bueno, ¡porque es eterno su amor!


Perspectiva Antropologica, Personalista. Principios Introducidos por Jesus de Nazaret Medicina .13

Referencias: Justicia, Nuevo Testamento, (Biblia, Vaticano).

366 Mt, 5, 6| que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
367 Mt, 5, 10| perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece
368 Mt, 5, 20| 20 Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior
369 Mt, 6, 1| cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para

370 Mt, 6, 33| Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les
371 Mt, 12, 18| sobre él y anunciará la justicia a las naciones.
372 Mt, 12, 20| hasta que haga triunfar la justicia;
373 Mt, 21, 32| ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en
374 Mt, 23, 23| lo esencial de la Ley; la justicia, la misericordia y la fidelidad!
375 Lc, 1, 75| lo sirvamos en santidad y justicia, bajo su mirada, durante
376 Lc, 7, 29| publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo
377 Lc, 11, 42| legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que
378 Lc, 18, 3| Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario".
379 Lc, 18, 5| viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente

380 Lc, 18, 7| 7 Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman
381 Lc, 18, 8| cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo
382 Jn, 7, 24| apariencias, sino conforme a la justicia.
383 Jn, 16, 8| el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio.
384 Jn, 16, 10| 10 La justicia, en que yo me voy al Padre
385 Hech, 8, 33| humillación, le fue negada la justicia. ¿Quién podrá hablar de
386 Hech, 10, 35| que lo teme y practica la justicia es agradable a él.
387 Hech, 13, 10| del demonio, enemigo de la justicia, ¿cuándo dejarás de torcer
388 Hech, 17, 31| para juzgar al universo con justicia, por medio de un Hombre
389 Hech, 24, 25| se puso a tratar sobre la justicia, la continencia y el juicio

390 Hech, 28, 4| salvado del mar, y ahora la justicia divina no le permite sobrevivir».
391 Rom, 1, 17| el Evangelio se revela la justicia de Dios, por la fe y para
392 Rom, 3, 5| injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué conclusión
393 Rom, 3, 21| Ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por
394 Rom, 3, 22| 22 la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo,
395 Rom, 3, 25| Dios ha querido mostrar su justicia:
396 Rom, 4, 6| a quien Dios confiere la justicia sin las obras, diciendo:
397 Rom, 4, 11| circuncisión, como sello de la justicia que alcanzó por medio de
398 Rom, 4, 13| virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe.
399 Rom, 5, 17| la gracia y el don de la justicia.

400 Rom, 5, 18| todos, también el acto de justicia de uno solo producirá para
401 Rom, 5, 21| reinará por medio de la justicia para la Vida eterna, por
402 Rom, 6, 13| miembros instrumentos de justicia al servicio de Dios.
403 Rom, 6, 16| obediencia que conduce a la justicia?
404 Rom, 6, 18| llegado a ser servidores de la justicia.
405 Rom, 6, 19| ahora al servicio de la justicia para alcanzar la santidad.
406 Rom, 6, 20| libres con respecto de la justicia.
407 Rom, 8, 4| 4 para que la justicia de la Ley se cumpliera en
408 Rom, 8, 10| espíritu vive a causa de la justicia.
409 Rom, 9, 30| paganos que no buscaban la justicia, alcanzaron la justicia,

410 Rom, 9, 30| justicia, alcanzaron la justicia, la que proviene de la fe;
411 Rom, 9, 31| que buscaba una ley de justicia, no llegó a cumplir esa
412 Rom, 10, 3| Porque desconociendo la justicia de Dios y tratando de afirmar
413 Rom, 10, 3| rehusaron someterse a la justicia de Dios,
414 Rom, 10, 5| efecto, escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley:
415 Rom, 10, 6| 6 En cambio, la justicia que proviene de la fe habla
416 Rom, 10, 8| Pero qué es lo que dice la justicia?: La palabra está cerca
417 Rom, 10, 10| se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa
418 Rom, 12, 19| Queridos míos, no hagan justicia por sus propias manos, antes
419 Rom, 13, 4| servicio de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal.

420 Rom, 14, 17| comida o de bebida, sino de justicia, de paz y de gozo en el
421 1Cor, 1, 30| nosotros en sabiduría y justicia, en santificación y redención,
422 1Cor, 6, 1| otro, se atreve a reclamar justicia a los injustos, en lugar
423 2Cor, 3, 9| ministerio que conduce a la justicia!~
424 2Cor, 6, 7| ofensivas y defensivas de la justicia;
425 2Cor, 6, 14| qué tienen en común la justicia con la iniquidad, o la luz
426 2Cor, 9, 9| bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente.
427 2Cor, 9, 10| crecer los frutos de su justicia.
428 2Cor, 11, 15| disfracen de servidores de la justicia. Pero su fin será digno
429 Gal, 2, 21| la gracia de Dios: si la justicia viene de la Ley, Cristo

430 Gal, 3, 21| la Vida, ciertamente la justicia provendría de la Ley.
431 Gal, 5, 4| 4 Si ustedes buscan la justicia por medio de la Ley, han
432 Gal, 5, 5| por la fe los bienes de la justicia.
433 Ef, 4, 24| creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad. ~
434 Ef, 5, 9| la luz es la bondad, la justicia y la verdad.
435 Ef, 6, 14| la verdad y vistiendo la justicia como coraza.
436 Flp, 1, 11| 11 llenos del fruto de justicia que proviene de Jesucristo,
437 Flp, 3, 6| en lo que se refiere a la justicia que procede de la Ley, de
438 Flp, 3, 9| unido a él, no con mi propia justicia –la que procede de la Ley–
439 1Tes, 4, 6| hermano, porque el Señor hará justicia por todas estas cosas, como

440 2Tes, 1, 8| ardiente. Entonces él hará justicia con aquellos que no reconocen
441 1Tim, 6, 11| de todo esto. Practica la justicia, la piedad, la fe, el amor,
442 2Tim, 2, 22| de la juventud y busca la justicia, la fe, el amor y la paz,
443 2Tim, 3, 16| corregir y para educar en la justicia,
444 2Tim, 4, 8| preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo
445 Tit, 2, 12| presente con sobriedad, justicia y piedad,
446 Tit, 3, 5| 5 no por las obras de justicia que habíamos realizado,
447 Heb, 1, 9| 9 Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad.
448 Heb, 5, 13| entender la doctrina de la justicia, porque no es más que un
449 Heb, 7, 2| primer término, «rey de justicia» y él era, además, rey de

450 Heb, 11, 7| condenó al mundo y heredó la justicia que viene de la fe.
451 Heb, 11, 33| conquistaron reinos, administraron justicia, alcanzaron el cumplimiento
452 Heb, 12, 11| produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados
453 Sant, 1, 20| hombre nunca realiza la justicia de Dios.
454 Sant, 3, 18| 18 Un fruto de justicia se siembra pacíficamente
455 1Ped, 2, 24| pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes
456 1Ped, 3, 14| tienen que sufrir por la justicia. No teman ni se inquieten;
457 2Ped, 1, 1| todos aquellos que, por la justicia de nuestro Dios y Salvador
458 2Ped, 2, 5| a Noé, el heraldo de la justicia.
459 2Ped, 2, 21| conocer el camino de la justicia, que después de haberlo

460 2Ped, 3, 13| nueva donde habitará la justicia.
461 1Jn, 2, 29| todo el que practica la justicia ha nacido de él.
462 1Jn, 3, 7| engañe: el que practica la justicia es justo, como él mismo
463 1Jn, 3, 10| esto: el que no practica la justicia no es de Dios, ni tampoco
464 Apoc, 6, 10| verdadero, tardarás en hacer justicia y en vengar nuestra sangre
465 Apoc, 15, 4| porque se ha manifestado la justicia de tus actos».
466 Apoc, 16, 5| era, el Santo, obras con justicia al castigarlos así:
467 Apoc, 18, 20| condenarla, Dios les ha hecho justicia.
468 Apoc, 19, 11| él juzga y combate con justicia.
469 Apoc, 22, 11| justo siga practicando la justicia, y el santo siga santificándose.

Desde Nicaragua Dr. Juan Herrera Salazar.