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De Platon a Nussban. Vision de la mujer y el hombre
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Autor: Luzmila Fuentes
Publicado: 25/05/2010
 


La presente revisión tiene como propósito hacer un recorrido sobre las visiones de algunos filósofos y filósofas sobre la mujer y el hombre, que han repercutido a través de historia en la concepción que se tiene sobre género. Se hace referencia al concepto de género, siguiendo con la presentación de las ideas de relevantes sobre el tema de pensadores y filósofos como Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, Descartes, Kant, Hegel Derrida, Arent, Nussbann entre otros. Así como una breve referencia a concepciones feministas sobre el género y una visión de género desde el paradigma de la complejidad.


De Platon a Nussban. Vision de la mujer y el hombre .1

De Platón a Nussban. Visión de la mujer y el hombre

Luzmila Fuentes. Magister en Orientación en Sexología. Docente del Departamento de Salud Publica. Universidad de Carabobo

Resumen

La presente revisión tiene como propósito hacer un recorrido sobre las visiones de algunos filósofos y filósofas sobre la mujer y el hombre, que han repercutido a través de historia en la concepción que se tiene sobre género. Se hace referencia al concepto de género, siguiendo con la presentación de las ideas de relevantes sobre el tema de pensadores y filósofos como Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, Descartes, Kant, Hegel Derrida, Arent, Nussbann entre otros. Así como una breve referencia a concepciones feministas sobre el género y una visión de género desde el paradigma de la complejidad.

Palabras Clave: Sexo, Género, Feminismo, Paradigma, Complejidad

Introducción

Si bien es cierto, que este trabajo no es un análisis riguroso desde la metodología o perspectiva de género, pretendo hacer un recorrido de las ideas de algunos filósofos y filosofas, destacados para así visualizar la repercusión que se tiene en la concepción de género de la mujer y del hombre a través del tiempo.

El concepto género, es un término versátil, complejo y polisémico, que constituye una de las bases primordiales de la teoría feminista. Fue usado, inicialmente, en el ámbito de la biología, la medicina y la lingüística. El feminismo académico anglosajón, lo incorporó en la década de los años 70 del siglo XX, aunque sus raíces se remontan al siglo XVII, en la obra de Francois Pulllain de la Barre, quien planteó la igualdad de los sexos, afirmando que las teorías de la inferioridad de la naturaleza femenina son consecuencia de la desigualdad social y política, la cual puede combatirse a través de la educación. (1)

La Organización Mundial de la Salud, utiliza el término género para describir las características de hombres y mujeres que están basadas en factores sociales, mientras que sexo se refiere a las características que vienen determinadas biológicamente género (2). Para la USAID, el género se refiere a los atributos, las oportunidades y las limitaciones económicas, sociales, políticas y culturales relacionadas con ser hombre o mujer; es un término sociocultural que expresa ciertas características y roles relacionada con ciertos grupos de personas con referencia a su sexo y sexualidad (3)

El género implica un sistema de relaciones sociales, simbólicas y psíquicas que atribuyen y distribuyen unas características, significaciones y expectativas al cuerpo sexuado, ubicando a las mujeres y lo femenino en forma desfavorable respecto a los hombres y lo masculino, en un espacio de articulación del poder, que justifica las desigualdades de género. (1)

El sexo, y los sexos: masculino y femenino, tal como se concibe actualmente, fue inventado en el siglo XVIII, ya que durante siglos, existieron dos posiciones básicas en la construcción de la visión del sexo: la teoría de sexo único y la teoría de los dos sexos. Hasta el siglo XVII predomina el modelo de sexo único. (4) antes se concebía que las mujeres tenían los mismos genitales que los hombres, a excepción de que, están en el interior del cuerpo y no en el exterior.

Desarrollo

Con referencia a los filósofos griegos y la visión de la mujer y del hombre, se evidencia que Platón, en la "República", presenta un proyecto de Estado en el que la mujer puede salir de su exclusión y marginación, puesto que la ausencia de propiedad privada en la clase de los guardianes y la eliminación del núcleo familiar, libera a la mujer de los cuidados del niño, que son tarea común, y le permiten incorporarse a la vida política de la comunidad, pero a pesar de esto, planteo que para ser ciudadana con plenos derechos, la mujer ha de parecerse al hombre, indicando de manera clara, que el ámbito de lo privado, y de lo doméstico, no era apreciado por el filósofo. En esa misma obra la Republica, Platón usa el ejemplo de una mujer médica para probar la igualdad de cualidades del alma masculina y femenina. (4,5)

La filosofía de Platón, establece una importante jerarquía entre espíritu y naturaleza, mente y cuerpo, hombre y mujer., pero sin embargo, admite todavía una cierta interconexión entre ambos mundos. Asimismo el filósofo señala que el hombre tiene un alma racional, alojada en la cabeza, que es inmortal. Pero también se compone el alma de dos partes mortales: una alojada en el pecho, el alma irascible, la del coraje militar; y otra ubicada en el vientre, la del deseo, el alma concupiscente. Y como en esta alma una porción es "por naturaleza" mejor que la otra, divide en dos alojamientos la cavidad del tórax, disponiendo entre ambos el diafragma como tabique. (6)

Así, Platón introduce una nueva jerarquía sobre el cuerpo: lo alto es superior a lo bajo. Entonces, para Platón la mujer no posee alma racional y queda ubicada en la mera concupiscencia puesto que su esencia es el útero, es un hombre castigado, defectuoso, y la anatomía es un destino divino e inapelable (6)

Por su parte, Aristóteles sostenía la teoría del sexo único, según la cual la mujer era un hombre disminuido, un varón imperfecto. En su tratado sobre los animales Aristóteles se refiere ampliamente al cuerpo femenino, como algo inacabado, débil, frio y que esto hay que considerarlo como un defecto natural y continuamente señalaba la mujer, es como “el defecto, la imperfección sistemática respecto a un modelo”, el masculino. (4)

Es su obra la Política, Aristóteles expresa claramente su concepción de la inferioridad femenina:

“...como hemos visto, la ciencia de la administración doméstica tiene tres partes: una la relación del dueño al esclavo... otra, la relación paterno-filial, y la tercera, la relación conyugal... pues es una parte de la ciencia doméstica el gobernar a la esposa y a los hijos - a unos y a otra como a hombres libres, aunque no con el mismo sistema de gobierno, sino ejerciendo sobre la esposa un gobierno de tipo “político” y sobre los hijos un gobierno de tipo monárquico-; el varón, en efecto, es, por naturaleza, más apto para el mando que la mujer...” (4)

En suma, la mujer es húmeda, productora de fluidos, dependiente del hombre para su salud y maltratada por su matriz, es un hombre castigado, defectuoso, en falta; y la anatomía es un destino divino e inapelable. Ellas debían atender el ámbito doméstico, la casa y los hijos, y quedaban recluidas en el gineceo donde realizaban labores consideradas propias de mujeres. En la cuna de la cultura, eran analfabetas. Pero este destino social no era «natural», estaba fuertemente justificado por la filosofía (4,6)

Asimismo, en esa época se aplicó un doble sistema de permisividad sexual para hombres y mujeres. La mujer era considerada como portadora de un útero insaciable, incapaz de la ansiada sofrosine, y, en el caso de la mujer honesta, la esposa por engué, la madre de ciudadanos atenienses, se la somete a una vida de escasa práctica sexual, con un esposo desconocido para ella en muchos casos hasta el día de la boda. (4)

En el mismo orden de ideas, de los griegos Tomas de Aquino, argumento que la especie viviente existe plenamente en el varón, y es algo deficiente en la hembra. Por su deficiencia óntica, la mujer debió ser producida a partir de la costilla del varón, para indicar su dependencia ontológica del varón y la mayor dignidad de éste.


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Esta imperfección y la dependencia óntica de la mujer con respecto al varón, queda consagrada en el hecho bíblico de que la mujer fue creada por Dios a partir de la costilla del varón por eso el hombre tiene mayor dignidad. La mujer debe estar subordinada al varón ya que no fue formada por la cabeza, pero no debe ser tratada como sierva porque no fue formada de los pies, es una subordinación natural según Tomás de Aquino, basada en que los más sabios deben gobernar. (7).

La mujer según refería Aquino, nació sólo para ayudar al varón en la generación de los hijos y su ámbito, es lo individual, lo privado, lo doméstico, de hecho la dimensión socio-política de la mujer, se realiza sólo a través primero, del padre y, más tarde, del marido y después del hijo. En este sentido, la mujer soltera no adquiría la plenitud social de ciudadana, sus opciones eran casarse para ser madre y conseguir la plenitud de su ser o ser una religiosa, para salir de su soltería imperfecta y ónticamente carencial para ser la esposa espiritual de Dios. (7)

Esta visión estereotipada sobre las mujeres, se vio reforzada por la filosofía cartesiana, lo cual se evidencia en la cultura patriarcal que postula la relación jerárquica y subordinada de las mujeres, en relación a los hombres, perpetuando las relaciones de dominación de las mujeres. La modernidad acentúa el dualismo platónico, ya que con Descartes y el cartesianismo, la pasión y racionalidad se consideran dos extremos irreconciliables. Es, entonces, en la modernidad cuando el dualismo mente/cuerpo, espíritu/naturaleza, razón/pasión o sentimiento se agudiza. (8)

Aplicando el dualismo cartesiano, el varón encarna la dimensión del espíritu, de la res cogitans, mientras que la mujer se reduce a naturaleza, y corporalidad, es sólo res extensa. El dualismo presentaba un doble aspecto: no sólo equipara a la mujer con lo corporal, sino a lo corporal a su vez con lo privado y respectivamente al varón con lo espiritual, y con lo público. La mujer pertenece al ámbito de lo privado, en el que no existe el derecho a ser visto y escuchado. Por lo tanto, las mujeres al ser asimilada a la naturaleza, a lo privado, fueron consideradas intemporales no tendrán historia, repetirían indefinidamente los ciclos de la vida. (9)

Este dualismo cartesiano, fue defendido por Kant, quien expresaba un ideal de sujeto individualista, autónomo, que se aleja de los sentimientos, de las emociones, de las relaciones personales para alcanzar la plena madurez. Este sujeto independiente desvinculado del cuerpo y de emociones excluye una vez más a las mujeres, al no acoplarse a este ideal. Kant se refería al hombre haciendo énfasis en la libertad, en la racionalidad, en la autonomía, es decir, en la capacidad de elección, a la mujer se la describe como un ser sobre determinado, siempre igual. (10)

Kant, como tantos filósofos, supone que existe una naturaleza femenina que es la misma para todas; el destino, el papel social de cualquier mujer es uno solo, en cambio postulaba que existía una vocación plural de los hombres.

Kant afirmaba que en las mujeres las virtudes tienen como centro lo bello, que lo prefieren a lo útil, en cambio el hombre es capaz de tener virtudes nobles. (11)

Textualmente, Hegel señaló, “el interés de la familia es el pathos de la mujer, Antígona; el bienestar de la comunidad es el pathos del hombre. (11)

Asimismo, Hegel justificó la marginación de la mujer en la modernidad, al señalar que el varón representa la objetividad del conocimiento, mientras que la mujer encarna la emotividad. Por ello en las relaciones con el mundo exterior, el primero supone la fuerza y la actividad, y la segunda, la debilidad y la pasividad.

Además afirmó, que el varón deba alcanzar su realidad en el servicio de las tres actividades sociales hegemónicas: ciencia, Estado y economía— en el trabajo y en lucha con el mundo exterior, mientras que el puesto de la mujer se reduce a la moralidad subjetiva que tiene su sede en la familia. Por tanto, el pathos de la mujer es el interés de la familia y el pathos del hombre es el bienestar de la comunidad, según Hegel. (9-11)

Toda esa lógica justifica una concepción asimétrica de los sexos y que el varón sea identificado con la cultura, la racionalidad y la mujer está íntimamente ligado al cuerpo, a la naturaleza, a lo irracional como consecuencia el mundo de lo público se ha identificado con un orden social androcéntrico, abstracto, masculino y racional; mientras que el mundo de lo privado sea identificado con lo personal, femenino y afectivo. (11,12)

Este constructo cultural vinculó a la mujer al cuidado de los hijos y de la familia y la mantuvo alejada de las decisiones del Estado.

La mujer en la jerga filosófica se denomina ser-en-sí, no teniendo acceso a la autoconciencia, al ser-para-sí, a la autorrepresentación, es decir, a la posibilidad de ser sujeto, de tener capacidad de nombrar y significar el mundo. (13)

El filosofo derrida - Derrida, planteo que a pesar de que la cultura occidental, insiste en la " esencia" humana, entiende toda la realidad con base en dicotomías u oposiciones binarias: hombre/mujer, cultura/naturaleza, razón/sentimiento, positivo/ negativo. Además, uno de los dos términos de cada oposición se supone superior al otro. Así, en la tradición occidental está muy arraigada la idea de que el hombre es superior a la mujer, la cultura a la naturaleza, la razón al sentimiento. Aplicando la filosofía de derrida, es necesario deconstruir estas supuestas diferencias, subvertir la estructura misma. (10)

Derrida acuñó el concepto de falogocentrismo, para referirse a la unión de los términos logocentrismo (poder del conocimiento) y el falocentrismo (poder del hombre) Ambos conceptos se solidarizan estratégicamente, para estructurar y garantizar el fundamento hegemónico de la razón patriarcal. Entonces, el falogocentrismo se ha impuesto como el único referente de conocimiento, especialmente en el campo político y cultural.

En cuanto a la visión de Nietzsche de la mujer se centra en su papel de madre en potencia, y no se extiende mucho más allá, la esperanza de las mujeres era quizás ser la madre del superhombre y son celebres las citas del filosofo donde descalifica a la mujer

Es interesante la opinión sobre la emancipación femenina de la destacada filosofa Hanna Arent, quien señaló:

“Si, el problema en cuanto tal, se plantea naturalmente siempre. En realidad, y a riesgo de parecerle anticuada, siempre he pensado que existían actividades determinadas que no convenían a las mujeres, que no les iban bien, si puedo expresarme así. Dar órdenes no conviene a una mujer y es por ello, que debe esforzarse por evitar tales situaciones si quiere conservar sus cualidades femeninas. Yo no sé si tengo razón o no. Sea lo que sea, por mi parte, más o menos inconscientemente o, más bien, más o menos conscientemente me he adecuado a esta opinión. El problema en sí no ha jugado personalmente ningún rol para mí. En realidad simplemente he hecho lo que deseaba hacer.” (14)

Esta filosofa no manifestó especial interés por los movimientos feministas de su época sin embargo sus conceptos como el de la pluralidad, han servido de referencias a feministas de la actualidad.

Por parte la filosofa Marta Nussbam afirma con respecto a la mujer:

“demasiado a menudo se trató a la mujer como apoyo para los fines de los otros, más que como fines para sí misma.” No se promociona que la mujer tiene dignidad en sí misma, capacidad de elegir y perseguir sus propias metas. Para Nussbaum, cada persona es valiosa y merecedora en sí misma y ha de ser contemplada como un fin, más que como un agente o soporte de los fines de otra persona. (15)


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Es importante en este sentido el enfoque de las capacidades, ya que algunas personas pueden decidir no ejercer determinado funcionamiento., no obstante, debe existir la libertad de elección pero que siempre haya oportunidades para esa elección. Para las mujeres, su desigual falta de capacidad es un problema de justicia (15)

Asimismo, Nussban argumenta que cada cultura tiene sus propias normas de cómo debe ser la vida de las mujeres, y por lo general, se espera que las mujeres sean obedientes moderadas y dispuestas al sacrificio. De ningún modo Nussban excluye una vida tradicional, solo insiste que se deben asegurar oportunidades políticas y económicas. Para las mujeres, «su desigual falta de capacidad es un problema de justicia

En conjunto con el economista Sen, promovió el concepto de "capacidades" que se refieren a "libertades sustanciales" como la posibilidad de vivir una larga vida, de llevar a cabo transacciones económicas, o la participación en actividades políticas, necesarias para desarrollo, puesto que la pobreza representa una privación de dichas "capacidades"(16 )

En cuanto a las relaciones de género, Nussbam sostiene que se ha fomentado el desarrollo de la capacidad de emoción e imaginación de las mujeres y la de razón en los hombres, enfatizándose que el principal propósito de la mujeres implica la crianza y el cuidado del hogar y la familia.(15)


Aplicando el enfoque de capacidades Lewis y Giullari, sostienen que el trabajo doméstico debe entonces conceptualizarse como una elección “legítima”, lo que el enfoque de las capacidades contribuye a hacer, y al mismo tiempo como una actividad humana necesaria, lo que a su vez refuerza el argumento de que debe compartirse entre el hombre y la mujer si se pretende que la libertad de elección de la mujer sea igual a la del hombre, de manera que al mujer tenga la posibilidad de llevar adelante algún tipo de participación política, por supuesto desde el punto de vista del crecimiento y el bienestar del ser humano, es imposible optar por no cuidar el hogar o no trabajar. (17)

En la actualidad la filosofas del feminismo, plantean el debate "igualdad versus diferencia. La posición que defiende la igualdad, considera irrelevante la diferencia sexual y en la posición defensora de la diferencia, se sitúan aquellas que consideran que el trabajo a favor de las mujeres se ha de hacer según las necesidades, características e intereses de éstas, se refieren a la creación de una nueva identidad. Además, existen otras autoras cuyos pensamientos contemplan tanto la diferencia como la igualdad, expresaba como la igualdad desde la diferencia, como el feminismo de la complementariedad.

Los nuevos tiempos requieren que los valores: el ánima, el cuidado, la atención diligente, por los demás no sean considerados en modo alguno privativos ni exclusivos de la mujer, sino que los consideremos como igualmente indispensables en el varón, Del mismo modo, los valores del ánimus, o empuje valores de la autoafirmación justicia no son considerados en modo alguno como privativos del varón. Se trata más bien, de incorporar a la vida pública la dimensión de la excelencia de la vida privada, como el cuidado, la ayuda a los demás, el trabajo bien hecho. (9).

Reflexiones finales

Todo lo anteriormente expuesto, sirvió para fundamentar en Occidente los prejuicios y estereotipos, dando como natural la atribuida debilidad y falta de estabilidad emocional de la mujer, lo que justificará su dependencia del hombre. Estas ideas condujeron a visualizar a la mujer encarnando la sumisión, la pasividad, la belleza y la capacidad nutricia

Ahora bien, abordar la visión de género desde el paradigma de la complejidad, es el camino que nos remite a la necesidad de poder pensar en lo dialógico, en la complementariedad, lo rizomático, asumir la multidimensional, la multiculturalidad en este de gran relevancia.

Las mujeres y los hombres, como personas en el orden del ser, son iguales, consecuentemente, a la vez somos iguales y diferentes, la diversidad es dinámica y abarca a todo el mundo. Ser varón o ser mujer supone un modo diferente de ver, entender y evaluar y, por lo tanto, de actuar en el mundo. La biología otorga unas diferencias claras en la psicología masculina y femenina que son la base de la complementariedad. Y en este sentido, tan diferente es el varón de la mujer, como ésta lo es de él. Ni el uno ni la otra tienen el derecho de colocarse como referente único de lo humano. Lo importante es admitir la pluralidad, la diversidad, la diferencia entre distintas personas, ya sean hombres o mujeres que es muy distinto a aceptar la desigualdad e inequidad.

Es imprescindible destacar que, las mujeres tenemos derecho a ser como queremos ser, a no responder a esencias femeninas a ningún estereotipo, vengan de donde vengan, tenemos derecho a no encasillarnos en ninguna teoría, no se trata por tanto, de estar en contra de los varones, sino de las inequidades. Las mujeres tenemos el del derecho de situarnos como mujeres, no ser sinónimo de madres, ser madre es una elección., donde es igualmente válido y respetable aceptarla o no

Los valores de cuidado, justicia, empuje y autodeterminación no deben ser considerados como exclusivos y privativos de un determinado sexo, son valores humanos que deben promocionarse para todos.

Asimismo, los ámbitos públicos y privados tampoco son exclusivos y privativos de ningún sexo, compartir el trabajo doméstico entre el hombre y la mujer, aumenta la posibilidad que tiene ésta de llevar adelante algún tipo de participación política que se elija.

Es necesario fortalecer la libertad de las mujeres entendida como autodeterminación y autorrealización para cambiar la injusta distribución de recursos como son: dinero, tiempo y trabajo.

En la actualidad hay un sincretismo en el género femenino por la mezcla simultánea de atributos de género tradicional y moderno, con relaciones donde existen ambivalencias, antagonismos

Es indispensable considerar que el género es relacional, vinculante entre los hombres y las mujeres.


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