Medicina alternativa-complementaria en enfermedades prostáticas. Cap. 5 – Terapia biologica en cancer prostatico y crecimiento prostatico benigno sintomatico
Autor: Dr. Julio C. Potenziani Bigelli | Publicado:  24/06/2010 | Medicina alternativa, complementaria en ... | |
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó en 4 billones de personas (80% de la población mundial) todavía acude a medicinas herbarias para numerosas situaciones de la atención primaria de afecciones medicas variadas.

Una de las reflexiones podría ser que la Fitoterapia no ha perdido su lugar y vigencia, en la terapéutica médica, a pesar de los 5.000 años de evolución de la historia del hombre.

No hay duda que existen una serie de factores o determinantes biopsicológicos que influenciarán la aceptabilidad de las Terapias Medicas Alternativas para las diferentes afecciones a las cuales pudieran aplicarse, en éste caso particular, referente a la Fitoterapia.

Es así como dentro del contexto cultural tenemos el sistema de creencias que ése núcleo étnico pueda tener, la fe que exhiban en todas sus manifestaciones, el medio ambiente poderosa directriz de todas nuestras escogencias y gustos, el grado de instrucción recibida en el curso de toda una vida, la capacidad de ser sugestionable, la preparación personal, la relación médico-paciente y por supuesto la personalidad del paciente.

Angell (1998) publicaba una sentencia que debe hacernos reflexionar “no puede haber dos clases de medicina, una convencional y una alternativa. Hay sólo una medicina que ha sido adecuadamente probada y ratificada con el correr de los siglos y otra medicina que no lo ha sido, una medicina que funciona y otra que no’.

Surge en la lectura de ésta frase varias reflexiones. ¿Por qué no se dice que la medicina herbaria fue un argumento terapéutico de primerísimo orden antes que cualquier otra modalidad? ¿Por qué no se dice que la medicina herbaria tiene más de 5.000 años? (donde ya se conocía en el fértil creciente, lugar de origen del hombre civilizado)

Por esto, no debemos ser dogmáticos “a priori”, sino más bien debemos ser flexibles y creer que cualquier argumento sea psíquico, medicamentoso químico o fitoterápicos, que ayude al bienestar o curación del paciente por la causa que sea, debe estar a nuestro alcance y utilizarlo en nuestros enfermos de la manera más ética posible, para que de ese modo, mejoremos la calidad de vida del paciente urológico.

La Fitoterapia ha resultado ser muy útil para aliviar los síntomas urinarios producidos por el crecimiento de la glándula prostática, bien sea este crecimiento benigno (hiperplasia prostática) o maligno (cáncer de próstata), o por síndromes de prostatitis (Zietman 2001).

En Italia, aproximadamente el 50% de los tratamientos farmacológicos para el crecimiento prostático benigno sintomático, hasta hace pocos años atrás, incluían casi siempre preparados a base de extractos de plantas, uso bastante extendido en toda Europa, mientras que los agentes hormonales, como los bloqueantes de la 5-alfa reductasa y los medicamentos bloqueantes alfa 1-adrenérgicos como la Terazosina, Doxazosina, Tamsulozina, Alfuzosina y Prazosina constituían sólo el 10% de las prescripciones médicas.

Capodice (2005) refería que hay varias terapias alternativas/complementarias para el síndrome de prostatitis crónica/síndrome de dolor crónico pelviano, como el Biofeedback, Acupuntura, Hipertermia prostática, y Electroestimulación del piso pélvico muscular, además existen suplementos herbarios y nutricionales como el Saw palmetto(Serenoa repens), el Cernilton® (Secale cereale), y la Quercetina que también tuvieron aplicación en ésta entidad. A pesar de los resultados promisorios se necesitan estudios ulteriores con todos los requisitos para un trabajo de investigación confiable para que exista una validación significativa de los tratamientos que se ofrezcan para ésta entidad nosológica.

Hoy en día éste concepto ha cambiado, pero en la mente de los europeos, la Fitoterapia sigue ocupando un lugar preponderante, que se ha extendido a países escépticos de ésta modalidad terapéutica como los Estados Unidos de Norteamérica. Los medicamentos a base de extractos de plantas, poseen una combinación de múltiples compuestos, con efectos beneficiosos y farmacológicamente demostrados sobre el área urinaria.

Los componentes de los extractos de plantas que se han podido identificar con acciones especificas sobre la glándula prostática son: Genisteína, aceites vegetales, estigmasterol, fitosteroles, lupenone, polisacáridos, campesterol, lectinas, beta-Sitosterol, lupeol, flavonoides, alfa 7-esteroles, ácidos grasos, cournesterol, alfa 5-esteroles, terpenoides y fitoestrógenos. Los efectos de tales medicaciones han sido imputados entre otros, a los Fitosteroles, compuestos éstos relacionados al colesterol, de los cuales el beta-Sitosterol, es el agente más importante. Tienen efectos antiinflamatorios, además alteran el metabolismo del colesterol e inhiben directamente el crecimiento prostático, ya que tienen efecto antiandrogénico o antiestrogénico y disminuyen la disponibilidad de las globulinas unidas a las hormonas sexuales.

ASPECTOS IMPORTANTES A TOMAR EN CUENTA CON LA MEDICINA HERBARIA

En la sesión anual del American College of Phisycians/American Society Internal Medicine-ACP-ASÍM) en New Orleans (2004) se creó la polémica de la seguridad de la Medicina Alternativa y se crearon dos corrientes de opinión. Una que sin duda alguna, apoya dichas alternativas y otra que de manera escéptica es altamente crítica de su uso, encontrando puntos débiles en los aspectos de demostración científica de su utilidad, así como en los efectos colaterales que muchos productos herbarios producen en el organismo. Los que apoyan dichas alternativas, se basan en el hecho de que la utilización de éstos productos herbarios en algunos casos superan los cinco mil años, con lo cual se abre la disyuntiva de suponer que si no tuvieran efectos beneficiosos verídicos, no hubieran sido utilizados ni hubieran durado tanto tiempo en la farmacopea disponible para los trastornos urinarios bajos y otras afecciones.

Por otro lado los que adversan o son contrarios a su utilización, advierten que el hecho de que éstos productos, tengan efectos muy precisos sobre áreas que se enumeran más adelante en éste capítulo como efectos hormonales (inhibidores de la 5-alfa reductasa) o efectos sobre la angiogénesis, o interferencia del metabolismo de las prostaglandinas entre otros, los hace separarse "per sé" del concepto de medicina alternativa y esto vendría a reforzarse, con el hecho de que muchos de éstos productos a base de hierbas tendrán también efectos colaterales ya totalmente demostrados, así como ingredientes que pudieran ser nocivos para la salud, entre los que se encuentran entre otros el mercurio, el arsénico y el cadmio.

De Smet (2002) refería que los adulterantes y contaminantes potenciales que podrían afectar la calidad de los productos herbarios son: productos botánicos como la aristolochia, digitalis, colchicum, rauwolfia, plantas conteniendo belladonna o alcaloides con pirrolizidina. Microorganismos como Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Salmonella, Shigella e inclusive Pseudomona aeruginosa. Toxina microbianas como aflatoxinas y endotoxinas bacterianas. Pesticidas como clorados, fosfatos orgánicos, insecticides y herbicidas tipo carbamato, fungicidas como el ditiocarbamato, y herbicidas triazinas. Agentes de Fumigación como el oxido de etileno, el metil bromuro y la fosfina. Metales tóxicos como la cadmio, mercurio, arsénico, plomo, y fármacos analgésicos y antiinflamatorios (por ejemplo la aminofenazona, fenilbutazona, indometacina, corticosteroides), benzodiazepinas, warfarina, fenfluramina y sildenafil.

Las interacciones potenciales aparecidas en el mismo artículo de De Smet (2002) de los productos herbarios con fármacos convencionales nos muestra que las hojas de Ginkgo combinada con el acido acetilsalicílico, rofecoxib o warfarina podía producir episodios hemorrágicos. Inclusive la Ginkgo sola. Hablaba también de las hojas o flores de Hawthorn que interactuaban con numerosos fármacos como el acido 5-aminolevulinico, Amitriptilina, Ciclosporina, Digoxina, Indinavir, Midazolam, Nefazodone, Nevirapina, Anticonceptivos orales, Paroxetine, Sertralina, Simvastatina, Tacrolimus, Teofilina, Warfarina. Las raíces de Ginseng asiático interactuaban con la Fenelzina y la Warfarina. Los productos a base de ajo interactuaban negativamente con la Warfarina, Ritonavir, Saquinavir. La Kava con el Alprazolam, la Cimetidina y el Terazosin. La Yohimbina interactuaba negativamente con los agentes antihipertensivos y con los antidepresivos tricíclicos.

Por lo expuesto en éste trabajo de De Smet (2002) los médicos no deberían prescribir o recomendar productos herbarios (fitofármacos) sin haber sido los mismos comprobados en estudios científicos rigurosos bien establecidos. Sin embargo refiere éstos productos ejercen un atractivo enorme sobre la población de pacientes y no se puede ignorar ésta realidad, por lo cual es imperativo preguntarle al paciente si toma productos herbarios cuando se presente a consulta con un cuadro clínico confuso o inexplicado. Se debe ser ecuánime en la conversación con el paciente acerca de los pro y los contra de la terapia con productos herbarios.

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