Fragilidad en el adulto mayor
Autor: Dra. Magaly Catarí Sánchez | Publicado:  28/06/2010 | Medicina Familiar y Atencion Primaria , Geriatria y Gerontologia | |
Fragilidad en el adulto mayor .11

En la Tabla 4, se representa la distribución de los adultos mayores (AAMM) según la presencia o no de comorbilidad y su relación con la polifarmacia. Se observó como 198 (64,29%) de los adultos mayores (AAMM) presentan comorbilidad y la cantidad restante 110 (35,71%) muestran una o ninguna enfermedad crónica. Esto destaca una alta cantidad de adultos mayores (AAMM) que tienen comorbilidad. En lo que respecta a la polifarmacia, se evidenció como la mayoría de los adultos mayores (AAMM) 174 (56,49%) utilizan la polifarmacia, al contrario de 134 (43,51%) ancianos que no lo hacen. Se aprecia como una alta proporción de adultos mayores (AAMM) que hacen uso de la polifarmacia.

En el estudio realizado por Fernández, N. y otros, se determinó al igual que en esta investigación que la mayoría de los adultos mayores (AAMM) por su padecimiento de enfermedades crónicas no trasmisibles, tienen la condición de ser pacientes polifarmacéuticos, trayendo consigo, que en la Medicina de Atención Primaria deben ser atendidos continuamente para llevar un control periódico tanto de sus padecimientos como de los fármacos que le son suministrados (31).

TABLA 4. Distribución de los adultos mayores (AAMM) según la comorbilidad y su relación con la polifarmacia. Comunidad “Valle Hondo”. Estado Lara, 2010. 

fragilidad_adulto_mayor/comorbilidad_polifarmacia

Fuente: Encuesta aplicada a los adultos mayores (AAMM) de la Comunidad de Valle Hondo.

La Tabla 5 establece la distribución de la situación económica y de convivencia en los adultos mayores (AAMM). En relación a la situación económica 259 (84,09%) manifestaron poseer amparo filial, 183 (59,42%) no se consideran de bajos recursos económicos, 276 (89,61%) opinaron que no realizaron cambios de domicilio recientemente y 262 (85,06%) de los adultos mayores (AAMM) expresaron que no tuvieron ingresos recientemente. En lo referente a la convivencia, 291 (94,48%) de estos ancianos no viven solos y 240 (77,92%) no participan en actividades culturales, sociales o recreativas de la comunidad. Por lo tanto, estos adultos mayores (AAMM) tienen en su mayoría un amparo filial, no se consideran de bajos recursos económicos; además de que en una mayor frecuencia no viven solos, sin participar en actividades culturales, sociales o recreativas en la comunidad.

Estos resultados discrepan en la información arrojada con el estudio realizado por Hernández, L. donde los adultos mayores (AAMM) estudiados manifestaron no poseer amparo filial y se consideraban de escasos recursos económicos, además de señalar en su mayoría, vivían en la casa de sus hijos o de algún otro familiar (94).

TABLA 5. Distribución de la situación económica y de convivencia en adultos mayores (AAMM). Comunidad “Valle Hondo”. Estado Lara, 2010. 

fragilidad_adulto_mayor/situacion_economica_convivencia

Fuente: Encuesta aplicada a los adultos mayores (AAMM) de la Comunidad de Valle Hondo.

La Tabla 6, representa la distribución de caídas recientes sufridas recientemente por los adultos mayores (AAMM) de la comunidad, en el cual se establece como 248 (80,52%) no ha sufrido de problemas motores en este sentido y el resto de los encuestados 60 (19,48%) de estos adultos mayores (AAMM) presentaron en frecuencias bajas de una a cinco caídas recientes. Esto evidencia que estos ancianos en su mayoría no presentan problemas de psicomotricidad gruesa de niveles altos, lo cual evidencia que no se caen con regularidad. En el mismo caso, el estudio realizado por Hernández, L., en un mínimo por ciento estos pacientes manifestaron hacer sufrido de caídas últimamente, no padeciendo estos adultos mayores (AAMM) esta variable de fragilidad (93).

TABLA 6. Distribución de caídas recientes en los adultos mayores (AAMM). Comunidad “Valle Hondo”. Estado Lara, 2010. 

fragilidad_adulto_mayor/caidas_recientes_frecuentes

Fuente: Encuesta aplicada a los adultos mayores (AAMM) de la Comunidad de Valle Hondo.

En la Tabla 7, se representa los resultados obtenidos sobre la dependencia de las actividades básicas de la vida diaria por medio del Índice de Katz aplicado a los adultos mayores (AAMM) de la comunidad, en la cual se observó en la mayoría presentaron plena independencia de sus capacidades para la realización de actividades como alimentación 300 (97,40%), bañarse 291 (94,48%), vestirse 288 (93,51%), uso del retrete 291 (94,49%), movilidad 277 (89,94%) y continencia 232 (75,32%). De acuerdo a los datos suministrados por este instrumento estandarizado, los adultos mayores (AAMM) son independientes para la realización de las actividades básicas de la vida diaria.

Estos resultados tienen similitud con el estudio desarrollado por Agudelo, E. y otros, donde la población de adultos mayores (AAMM) evaluados mediante la aplicación del Índice de Katz se determinaron como independientes. Sin embargo, es importante destacar que este autor determina que los niveles de autonomía de los adultos mayores (AAMM) no son sinónimo de calidad de vida, puesto que este parámetro está sujeto a diversas variables que tienen que ver con su entorno, principalmente la emocional, y no únicamente por la autonomía en sus capacidades para la realización de actividades diaria (20).

TABLA 7. Distribución del Índice de Katz en los adultos mayores (AAMM). Comunidad “Valle Hondo”. Estado Lara, 2010. 

fragilidad_adulto_mayor/indice_de_katz

Fuente: Encuesta aplicada a los adultos mayores (AAMM) de la Comunidad de Valle Hondo.


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