Fragilidad en el adulto mayor
Autor: Dra. Magaly Catarí Sánchez | Publicado:  28/06/2010 | Medicina Familiar y Atencion Primaria , Geriatria y Gerontologia | |
Fragilidad en el adulto mayor .8


Índice para las Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) de Lawton y Brody

Sencilla en el manejo, considera: Capacidad de usar el teléfono, comprar, cocinar, cuidado de la casa, lavado de ropa, transporte, manejar fármacos y dinero. Al aplicarla es necesario precisar si lo que queremos medir es el rendimiento en actividades de cumplimiento habitual o las posibles habilidades, es decir diferenciar lo que el paciente podría hacer de lo que realiza en forma habitual. Está limitado su uso en lugares en que no se permite a los pacientes efectuar tareas domésticas.

Su puntuación original era dicotómica: sí o no, según el resultado fuera positivo o negativo. Este sistema daba un total de 8 puntos (máxima independencia) y 0 (total dependencia), con la ventaja de manejo estadístico, pero con inconveniente de perder carácter discriminativo y no permitir dar matices en actividades que habitualmente no realizaba un sexo, por lo cual se decidieron por una escala de puntuación lineal, con total de 8 a 31 puntos, considerando puntaje >20 puntos como una persona que necesita mucha ayuda (25).

Cuestionario de Actividades Funcionales de Pfeffer

Permite medir el grado de independencia en realización de Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD), relacionándose con autonomía cognitiva. La ejecución de las actividades que considera, puede estar limitada por problemas físicos (audición, visión, movilidad), por lo que al aplicarlo se debe precisar la causa de una limitación (sí es física la puntuación, es cero). Especifica la diferenciación del paciente que nunca ha realizado una tarea de aquel que la ha hecho y el grado de ayuda que requiere. Se aplica, en privado, a un informante idóneo, que conozca plenamente al paciente. En su puntuación, el screening es positivo cuando el puntaje es igual o superior a seis puntos (25).

Escala de la Cruz Roja de Madrid

Creada en 1972, en el Servicio de Geriatría del Hospital Central de la Cruz Roja, incluye la escala de incapacidad física y mental, que catalogan al paciente en 6 posibles grados. Permite la graduación del nivel de incapacidad y no su exploración exhaustiva. Sencilla en su manejo y práctica para evaluar el estado funcional. Algunos problemas al aplicarla son que la precisión de los ítems se va perdiendo en los grados intermedios y la subjetividad de algunas de las definiciones de sus grados.

Evaluación gráfica del Geronte: Creada en 1981, intenta que por medio de visualización de una silueta humana, se pueda captar la información completa del estado Biopsicosocial de un paciente. Cada sector de la figura, corresponde a una función (total: 22 funciones). En cada uno se debe precisar si es normal, hay alteración de la función o capacidad disminuida, o incapacidad. Modificado con el tiempo, más bien en cuanto a número de funciones. Originalmente se distribuyen en:

• Cabeza: Actividades mentales (coherencia, orientación, comprensión) y Funciones sensoriales (visión, audición, lenguaje).
• Tronco y abdomen: Actividades físicas (lavarse, vestirse, alimentarse, continencia esfinteriana).
• Extremidades inferiores: Capacidad de movimiento (Levantarse, movimiento dentro de la casa, capacidad de mover objetos y de salir fuera de la casa).
• Extremidad superior derecha: Actividades domésticas (cuidado general de la casa, cocinar, administrar el hogar, comunicación a distancia).
• Extremidad superior izquierda: Actividades sociales (uso de transporte, capacidad de comprar, cumplir las terapias por sí mismo y de entretenimientos) (25).

De acuerdo a esto radica la evaluación de la dependencia en las actividades cotidianas o de la vida diaria (AVD) básicas e instrumentales, ya que se relaciona con la mortalidad a corto plazo y con la probabilidad de institucionalización en pacientes ancianos, puesto que una evaluación correcta identifica áreas deficitarias que no son evidentes con la evaluación tradicional. Muchos ancianos son físicamente dependientes en muchas funciones, sin que los diagnósticos médicos lo justifiquen; intentar identificar en ellos otras razones de dependencia es imprescindible para su tratamiento. Se puede distinguir tres grandes áreas de evaluación: las AVD básicas y las instrumentales, y la movilidad. Las actividades de la vida diaria (AVD) básicas son aquellas que miden los niveles más elementales de función física (comer, contener esfínteres, asearse, moverse). Son de mayor importancia en los pacientes hospitalizados, institucionalizados o en rehabilitación que en los que viven en la comunidad, ya que presuponen un deterioro ya importante. Para evaluar la función en esta área es útil en muchos casos la utilización de una escala estandarizada como el índice de Katz. Asimismo suelen utilizarse en esta área escalas prefijadas, una de las más utilizadas es la escala del Philadelphia Geriatric Center o de Lawton (91).


OBJETIVOS

General

Determinar la fragilidad en el adulto mayor (AAMM) en la comunidad de “Valle Hondo”, Municipio Palavecino durante el periodo Julio-Diciembre del 2008.

Específicos

1. Determinar los criterios para el diagnóstico de la fragilidad en la población de adultos mayores (AAMM).
2. Identificar las características que singularizan a la población de adultos mayores (AAMM) frágiles.

DISEÑO METODOLÓGICO

Características Generales de la Investigación
Se realizó un estudio observacional descriptivo de corte transversal en los adultos de 60 años y más de edad (AM) del Consultorio de Barrio Adentro de la comunidad de “Valle Hondo”, perteneciente a la Parroquia José Gregorio Bastidas, Municipio Palavecino del Estado Lara, con el objeto de identificar cuáles de ellos cumplían los requisitos de anciano frágil, en el período comprendido de Julio a Diciembre del año 2008.

Universo de estudio

El universo estuvo representado por 510 adultos mayores (AAMM) residentes de la comunidad “Valle Hondo”, quedando una muestra de 308 adultos de 60 años y más de edad que estaban dispensarizados en dicha unidad asistencial, posterior al análisis según los criterios de inclusión. Para la elección se tuvo en cuenta los siguientes criterios:

• Criterios de inclusión: Que esté dispensarizado como adulto mayor (AAMM).

• Criterios de exclusión:

A. Que no esté residiendo en nuestra área en el momento de la investigación.
B. Que no de su consentimiento para participar en la investigación.
C. Que estén institucionalizados permanentemente.
D. Que estén hospitalizados en el momento de la investigación.
E. Deterioro mental.

Consideraciones éticas

El estudio estará justificado desde el punto de vista ético ya que se realizará conforme a los principios establecidos en la Declaración de Helsinki (92).

1. Los ancianos incluidos podrán obtener un beneficio clínico-terapéutico de su fragilidad posterior a su participación e identificación (restauración de su incapacidad).
2. A los ancianos incluidos se les solicitará su consentimiento oral luego de haber sido incluidos debidamente acerca de las características del estudio, sus objetivos, beneficios y riesgos posibles e informados sobre su derecho a participar o no sin exponerlos a limitaciones para su atención u otro tipo de represaría.
3. Se respetará la integridad de los ancianos dentro de la investigación, asegurando la confiabilidad de toda la información personal recogida durante ésta.
4. Ningún investigador participante en el estudio utilizará formas coercitivas ni influyó sobre los ancianos para obtener su participación en la investigación.
5. El lenguaje utilizado durante las entrevistas no serán técnico, sino práctico y comprensible.


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