Comportamiento de los trigliceridos y colesterol en pacientes con hipertension arterial
Autor: Dra. Teresa Pérez Menéndez | Publicado:  28/06/2010 | Cardiologia , Endocrinologia y Nutricion | |
Comportamiento de los trigliceridos y colesterol en pacientes con hipertension arterial .1

Comportamiento de los triglicéridos y colesterol en pacientes con hipertensión arterial

Dra. Teresa Pérez Menéndez. Especialista de Primer Grado en Laboratorio Clínico. Master en los procederes diagnósticos en el primer nivel de atención de salud.

RESUMEN.

Se realizó un estudio, descriptivo y observacional de corte transversal con el objetivo de Caracterizar el comportamiento del colesterol y triglicéridos en los pacientes con hipertensión arterial en el Área de Salud Integral Liduvico Silva, parroquia Sta. Rosalía, municipio Libertador del Distrito Metropolitano de Caracas, en el periodo de tiempo comprendido desde Enero a Diciembre del 2009. Con un total de 204 pacientes con Hipertensión arterial donde se observó que la Hipertensión Arterial eran más frecuentes en el grupo de edades entre 45 y 54 años; predominantemente en el sexo femenino, El factor de riesgo de mayor significación resulto ser el consumo inadecuado de grasas saturadas y predomino la hipercolesterolemia

INTRODUCCIÓN

La Hipertensión Arterial es la más común de las condiciones que afectan la salud de los individuos y las poblaciones en todas partes del mundo. Que junto a la hipercolesterolemia y/o hipertrigliceridemia constituye otro factor de riesgo aterosclerótico que es una forma de dislipidemia que en estos momentos está golpeando a la humanidad por su elevada y creciente prevalencia, incidencia y coste económico. Constituyendo un marcador clínico de enfermedades cardiovasculares 1.

El aumento en los niveles de colesterol y triglicéridos incrementa de forma gradual y continua el riesgo vascular del hipertenso, además de contribuir también al desarrollo y mantenimiento hipertensión arterial 2.
El hígado es capaz de producir el colesterol necesario para el organismo. Sin embargo, a través de la alimentación, podemos recibir una cantidad adicional de esta sustancia que, en muchas ocasiones, es perjudicial para la salud, sobre todo para el corazón. El origen de su aumento en sangre viene derivado, principalmente, del incremento de las grasas insaturadas en la dieta, procedentes de alimentos con materia grasa 3,4.

Los triglicéridos es otro tipo de grasas que, del mismo modo que el colesterol, se mueve a través del riego sanguíneo gracias a las lipoproteínas en la sangre. Estos nutren de energía a las células de los músculos. Una cantidad excesiva de triglicéridos puede también suponer un riesgo añadido a la hora de padecer enfermedades cardiovasculares 5.

Con mucha frecuencia la hipertensión arterial, hipercolesterolemia y hipertrigliceridemia se asocian en los pacientes. La coincidencia de estas enfermedades no es producto de la casualidad, sino consecuencia de una serie de interrelaciones comunes entre estos procesos. La tensión arterial, el colesterol total y los triglicéridos tienden a elevarse gradualmente con la edad hasta la quinta o la sexta década de la vida, momento en que se estabilizan. La prevalencia de hipertensión e hipercolesterolemia es similar en los adultos. En la población hipertensa, existe una tendencia a presentar niveles más elevados de colesterol total, LDL-colesterol y triglicéridos y menores de HDL-colesterol que la población normó tensa.

En una época donde las enfermedades cardiovasculares reciben la mayor atención de la comunidad científica, por causa de la enorme trascendencia social en el mundo de hoy y su repercusión futura, la hipertensión arterial se mantiene como un grupo importante de afecciones con una alta incidencia. Estas constituyen uno de los principales problemas de salud a nivel mundial en causas de mortalidad y morbilidad. 5
La historia de la hipertensión arterial está condicionada por la sumatoria del trabajo de una serie de investigadores que a través del tiempo, han ido construyendo los fundamentos científicos.

Durante el siglo XIX los trabajos pioneros en el campo de la hipertensión arterial se orientaron especialmente al reconocimiento y descripción de las lesiones anatomopatológicas en distintos órganos y en forma paralela, los intentos para medir la presión arterial. Quizá el paradigma de los primeros sean los célebres trabajos de Bright quien en el año 1827, describió las lesiones renales y las relacionó con anormalidades cardiovasculares. 6

Entre aquellos que tuvieron como objetivo medir la presión arterial, podemos señalar a Potain (1875), quien con un instrumento estimaba la presión sistólica a través de la compresión del pulso. Estos esfuerzos fueron coronados hacia finales del siglo, más precisamente en el año 1896, cuando Riva-Rucci describió por primera vez el manguito inflable con el cual podía medir la presión arterial sistólica en el brazo y luego Korotkoff (1904), cuando reportó el método auscultatorio, el cual permitió medir la presión arterial diastólica.

La posibilidad de medir en forma reiterada la presión arterial con un esfigmomanómetro abrió paso rápidamente a la comprobación de que la presión arterial elevada tenía consecuencias fatales; en 1913, Janeway reportó la causa de muerte en 212 individuos hipertensos: 33% por cardiopatía, 24% por accidente cerebro vascular y 23% por insuficiencia renal. 7

A pesar de ésta y otras observaciones coincidentes, no se generó en la comunidad médica una real preocupación por el aumento de la presión arterial hasta 1925, cuando las compañías de seguros de los EE.UU. publicaron su experiencia con 560.000 hombres asegurados, señalando por primera vez en forma significativa que la hipertensión arterial disminuía la expectativa de vida

Esta conclusión básica impactó en la comunidad médica y estimuló la puesta en marcha de programas de seguimiento a largo plazo con la finalidad de conocer la historia natural de la hipertensión arterial. 7,8

Conocida como "asesino silencioso", esta Enfermedad se caracteriza por ser un padecimiento asintomático, con una elevada frecuencia y graves consecuencias a mediano y largo plazo ocupando el primer lugar en morbimortalidad del paciente adulto, que con el paso de los años ocasiona graves daños en algunos órganos del individuo y se presenta con mayor frecuencia conforme avanza su edad; es decir, después de los 50 años. 9, 10

La prevalencia mundial estimada en un billón aproximadamente de hipertensos y 7.1 millones de muertes al año, que representa el 4.5% del gasto monetario por enfermedad, siendo la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia factores de riesgo prevalentes para enfermedad cardiovascular fundamentalmente en el mundo industrializado, considerada como un problema de salud debido al aumento de la longevidad entre otras cosas.

En Estados Unidos la hipertensión arterial es el trastorno más frecuente, ya que afecta a más de 50 millones de habitantes; en 40% de adultos de raza negra y más del 50% de la población total mayores de 60 años están afectadas siendo unas de las principales causas de morbi-mortalidad cardiovascular considerada como problema de salud pública junto con un elevado índice de hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, quizás el país con el porcentaje más alto de hipertensos controlados, el NHANES III realizado entre 1991-1994 mostró que sólo el 27.4% tienen valores <140/90 mmHg. 9

En Occidente las enfermedades cardiovascular son la primera causa de muerte siendo la hipertensión arterial e hipercolesterolemia el factor de riesgo cardiovascular más importante y frecuente donde se estima que causa un 16% de muerte al año y su alta prevalencia alcanza al 30% de la población general y supera el 60% en los mayores de 65 años; planteándose un duro desafío terapéutico ya que el porcentaje de pacientes tratados y controlados es muy bajo.

Las enfermedades del aparato cardiovascular son la primera causa de muerte en España, originando casi el 40% de todas las defunciones. En los últimos años se ha producido un descenso de las tasas ajustadas de mortalidad por enfermedades del aparato circulatorio, pero el número de muertes por cardiopatía isquémica está aumentando debido fundamentalmente al envejecimiento de la población. La menor mortalidad por cardiopatía isquémica unido al aumento de la incidencia de hipertensión arterial, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, ha condicionado que actualmente sea la primera causa de consulta hospitalaria. El impacto demográfico, sanitario y social de estas enfermedades está aumentando y va a continuar haciéndolo en las próximas décadas. 11

El problema de hipertensión arterial ha tenido mayor relevancia en Latinoamérica como causa de enfermedad cardiovascular considerada enfermedad ateroesclerótica y establecida como la epidemia del siglo XXI. Donde las tasas de mortalidad según la OPS son altas desde 1990. Latinoamérica vive una transición epidemiológica, la mortalidad cardiovascular representa el 26% de las muertes por esta patología, este aumento es debido a la creciente prevalencia de los factores de riesgo como hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. 12.


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar