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Algunas alteraciones de la mucosa bucal y periodontales relacionadas con el habito de masticar Khat
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Autor: Dr. Oscar Norberto García-Roco Pérez
Publicado: 12/07/2010
 

El Khat (Catha edulis, familia Celastraceae) es un árbol de hoja perenne que crece extendiéndose desde el Este de África y la península Arábiga. Las hojas frescas del arbusto Khat al ser masticadas tienen efectos estimulantes, produciendo euforia y pérdida de apetito ya que contienen alcaloides del tipo anfetaminas denominada Catinona. Como consecuencia de la generalización del transporte aéreo, la droga hizo su aparición en muchos otros países. El Khat resulta tan popular en Yemen que consume gran parte de los recursos agrícolas del país, estando relacionado a una serie de alteraciones en la salud general y bucal.


Algunas alteraciones mucosa bucal y periodontales relacionadas con el habito de masticar Khat .1

Algunas alteraciones de la mucosa bucal y periodontales relacionadas con el hábito de masticar Khat.

Dr. Oscar Norberto García-Roco Pérez. Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de I y II Grado en Cirugía Maxilofacial. Profesor Asistente ISCM-C. Máster en Salud Pública. Investigador Auxiliar.
Universidad de Sana`a. Facultad de Estomatología. República de Yemen.

RESUMEN:

El Khat (Catha edulis, familia Celastraceae) es un árbol de hoja perenne que crece extendiéndose desde el Este de África y la península Arábiga. Las hojas frescas del arbusto Khat al ser masticadas tienen efectos estimulantes, produciendo euforia y pérdida de apetito ya que contienen alcaloides del tipo anfetaminas denominada Catinona. Como consecuencia de la generalización del transporte aéreo, la droga hizo su aparición en muchos otros países. El Khat resulta tan popular en Yemen que consume gran parte de los recursos agrícolas del país, estando relacionado a una serie de alteraciones en la salud general y bucal.

Por ello, se realizó este trabajo en la clínica de cirugía oral de la Facultad de Estomatología de la Universidad de Sanaá durante el período de septiembre de 2007 a mayo de 2008, con el objetivo de describir las alteraciones de la mucosa bucal y periodontales más frecuentes consecuencia del consumo de khat en la población más desfavorecida económicamente. Se incluyeron 493 pacientes detectados con el hábito. Predominó el sexo masculino (62.3%) de 58 y más años de edad (28.0%) La mayoría refirió una práctica diaria del hábito (46.3%) frecuentemente asociado al consumo de tabaco (68.4%), no se apreciaron diferencias significativas entre estos y los no fumadores en la aparición de lesiones mucosas.

La mayoría de las lesiones blanquecinas fueron homogéneas (83.9% y 92.1%) aparecieron en el lado de masticación que mostró un 100.0%, en relación al 12.8% y 9.3% detectado en el lado de no masticación según la frecuencia del hábito. Las no homogéneas se asociaron a un mayor consumo (44/49). Se apreciaron diferencias significativas en relación a la cronología y severidad de la enfermedad periodontal en el lado de masticación (56.4/88.2%) según grupo etáreo. En todos los casos las lesiones blanquecinas fueron diagnosticadas clínicamente como queratosis friccional con asociación de factores de irritación mecánica y química; no se apreciaron signos de malignización. Ningún paciente accedió a la realización de biopsia.

Palabras clave: khat hábito, enfermedades bucales.

SUMMARY:

Khat (Catha edulis, family Celastraceae) is a flowering plant native to tropical East Africa and the Arabian Peninsula. Its fresh leaves and tops are chewed, contains the alkaloid called cathinone, an amphetamine-like stimulant which is said to cause excitement, loss of appetite and euphoria. Due to the availability of rapid, inexpensive air transportation, the plant has been reported in many other countries. Khat is so popular in Yemen that its cultivation consumes much of the country's agricultural resources. It´s being associated with some general and oral diseases.

That´s why we realized this research in the oral surgery clinic of Sana´a University, Faculty of Dentistry between september 2007 – may 2008; with the aim to describe the mucosal and periodontal lesions consequence of Khat chewing among this sample of poorest population. Were included 493 patients with the habit, being more prevalent in the male population (62.3%) of 58 and more years old (28.0%) Daily chewing showed a higher frequency (46.3%). The 68.4% of the Khat chewers were also cigarette smokers, we didn´t found significances differences between smokers and non-smokers in relation with the appearance of lesions.

A significantly higher occurrence of white lesions was seen on the chewing side (100.0%) in relation with the 12.8% and 9.3% showed by the other side according to the misuse. In 83.9- 92.1% of persons they were completely homogenous. Non-homogenous lesions 44/49 were in relation with a higher frequency of that habit. A significantly earlier and higher severity of periodontal diseases was seen on the chewing side (56.4/88.2%) according to the age group. All were diagnosed clinically as frictional keratosis with association between the local mechanical and possible chemical irritation of the mucosa and the white mucosal lesions. No white lesion was felt to be clinically suspicious for malignant changes and no one agreed to undergo biopsy of his white lesion.

Key words: khat chewing, oral diseases.

INTRODUCCIÓN:

El Khat es un árbol de hoja perenne que crece en las alturas extendiéndose desde el Este al Sur de África, así como en Afghanistán, Yemen y Madagascar. Normalmente se trata de retoños frescos y hojas de Catha edulis Forsk, una especie de planta perteneciente a la familia de las Celastraceae. Se conoce con una gran variedad de nombres: Chat, quitapenas, kus-esalahin, miraa, tohai y tschat entre otros. Las hojas secas son conocidas como té abisinio o arábigo. (1)

Catha edulis es un arbusto o árbol pequeño que ha sido cultivado durante siglos, siendo su hábitat de origen la región de Etiopía, a partir de la cual se extendió a otras regiones vecinas. (2)Las hojas del arbusto Khat tienen efectos estimulantes, contienen alcaloides del tipo anfetaminas y normalmente se mastican en los lugares en donde crece. El consumo del Khat se puede convertir en compulsivo, reconociéndose así como perteneciente al fenómeno de la drogodependencia. Debido a que únicamente las hojas frescas son activas, el hábito de masticar Khat fue prácticamente desconocido en otros lugares del mundo, pero como consecuencia de la generalización del transporte aéreo, la droga hizo su aparición en Gran Bretaña y su disponibilidad comenzó a incrementarse en otros países de Europa y América. (2,3)

Particularmente en la República de Yemen el hábito de masticar Khat está ampliamente difundido y se estima que un 61% de su población lo consume regularmente, de forma legal. Un 81% de la población adulta masculina y un 43% de la femenina practica la masticación de las hojas del khat (1,3,4).

El consumo de Khat trae consigo un síndrome que potencia la acción estimulante central por los efectos simpaticomiméticos de la droga. El masticador siente euforia y bienestar, así como una mayor energía y un intenso estado de alerta; aumentando la capacidad de concentración e intensificándose su autoestima. También produce pérdida de apetito con la consiguiente pérdida de peso. Es más comunicativo y disfruta de la interacción social sintiendo una capacidad perceptiva mayor y una mayor habilidad imaginativa, así como una gran capacidad para la asociación de ideas. Para el observador, el Khat induce un estado de euforia apacible y un estado de excitación acompañado de locuacidad y en ocasiones de hiperactividad y de comportamientos hipomaníacos. Su efecto eufórico entre otras lo hacen muy popular en un país con grandes limitaciones de toda índole cuya población ve en el uso del khat un aliciente para su dura vida (4, 5, 6).

La repercusión sistémica y local del hábito ha sido descrita por diversos autores y ampliamente ignorada por los profesionales y la población de los países autóctonos.

A nivel general el Khat puede provocar un incremento de la presión sanguínea, del ritmo del corazón y de la temperatura. Los problemas gastrointestinales son corrientes, tales como la anorexia y el estreñimiento por los taninos. La acción antiespasmódica del Khat en el fundus y en el píloro puede tener que ver con la mayor incidencia de gastritis y de úlceras gástricas. Los efectos endocrinos son varios. La hiperglicemia puede darse en pacientes diabéticos. Se ha encontrado en mujeres masticadoras de Khat una reducción del peso de sus bebés en el nacimiento de éstos así como una inhibición de la lactancia, probablemente resultante del incremento de producción de dopamina. El Khat produce también un incremento de las hormonas adrenocorticotróficas. Una característica propia de los consumidores de Khat es su mirada fija o de seudoexoftalmo, especialmente después del consumo de una cantidad importante de Khat. La inhibición de la micción incrementa la diuresis (debido a la ingestión de grandes cantidades de fluidos mientras se mastica), se incrementa la libido, siendo frecuente la impotencia y la espermatorrea. (2,3)


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Entre las alteraciones bucales más frecuentes están las lesiones a las estructuras de sostén y protección del diente, gingivitis, periodontitis que pueden llevar a la mortalidad dentaria precoz. También se han reportado alteraciones en la articulación temporomandibular como dolor y chasquido entre otras. Los dientes pueden mostrar atrición, manchas extrínsecas de color marrón y caries dentales en las superficies cervicales particularmente en los países que consumen el khat asociado a azúcar u otros edulcorantes. Otras alteraciones descritas son: inflamación de las glándulas salivares, disminución de la secreción salival y asimetría facial a expensas del lado donde se mastica. (5, 7,8)

Otros estudios muestran la asociación del hábito de masticar las hojas del khat y distintos tipos de cáncer bucal fundamentalmente en la mandíbula, mucosa del carrillo y bordes laterales de la lengua. En un reporte sobre cáncer bucal y hábito de masticar el khat en la ciudad de Al-Hodeidah, República de Yemen, se demostró que un 13% del grupo de pacientes masticadores de khat presentaban lesiones malignas en la cavidad bucal y la mayoría de estos eran además consumidores de tabaco en polvo llamado shamma. Todas estas alteraciones pudieran estar relacionadas con la irritación mecánica y química en los carrillos y otros tejidos bucales producidos por las hojas del khat y los taninos contenidos en ellas que pudieran tener un efecto carcinógeno (8, 9, 10).

A pesar de los diversos estudios relacionados con el hábito de masticar el khat y sus efectos en diferentes órganos, tejidos y conducta psicosocial pretendemos con esta investigación describir la prevalencia y las alteraciones bucales más frecuentes consecuencia del consumo de khat, en relación a la intensidad del hábito, en la población más desfavorecida socio-económicamente; que acudieron a la Facultad de Estomatología de la ciudad de Sanaá, República de Yemen durante el período 2007-2008.


MATERIAL Y MÉTODO:

Con objeto de describir la prevalencia y las alteraciones bucales más frecuentes consecuencia del consumo de khat en relación a la intensidad del hábito en la población más desfavorecida socio-económicamente, se realizó un estudio descriptivo transversal durante el período de septiembre de 2007 a mayo de 2008. El universo estuvo constituido por todos los pacientes mayores de 18 años que acudieron a la clínica de cirugía oral de la Facultad de Estomatología de la ciudad de Sanaá, República de Yemen. La muestra de trabajo incluyó 493 pacientes yemenís de la ciudad de Sanaá que refirieron el hábito y voluntariamente consintieron en participar. Se excluyeron pacientes con hábitos deletéreos asociados excepto los fumadores de tabaco. Para la recolección de datos se utilizó la historia clínica de cirugía maxilofacial que incluía datos generales del paciente, hábitos, examen clínico y complementario. Para el examen clínico se utilizó espejo bucal y sonda exploradora. Se siguieron los criterios formulados por la OMS 1986. Los examinadores fueron 15 estudiantes de quinto año de la carrera de estomatología entrenados y supervisados por el autor. Los datos y resultados se resumieron en tablas, aplicándose estadística descriptiva e inferencial.

RESULTADOS:

La tabla 1 muestra la distribución de la muestra estudiada por sexo y grupos de edades. Se aprecia el predominio de hombres (62.3%) (p=0.045), específicamente de 58 y más años de edad (28.0%), no obstante, se aprecia la continuidad del hábito en los pacientes más jóvenes. En general se apreció una distribución relativamente homogénea por grupos etáreos. Las mujeres refirieron un incremento del consumo directamente proporcional a la edad (8.6 a 31.2%). En ambos sexos el hábito fue referido con mayor frecuencia a partir de la quinta década de vida (52.1%).

Tabla 1. Distribución de los pacientes según sexo y grupos de edades. 

alteraciones_bucales_khat/sexo_edad_consumo

*(p=0.045)

La tabla 2 muestra la distribución de la muestra según la frecuencia del hábito de masticar Khat por sexo. Se aprecia el predominio del consumo diario en el 46.3% de los pacientes y en el sexo masculino en particular (59.3%) existiendo diferencias significativas con las mujeres (24.7%) (p=0.03) donde predominó el consumo 2-4 veces por semana (28.5%) y refirieron una frecuencia esporádica mayor (15.0-2.0%).

Tabla 2. Distribución de la muestra según la frecuencia del hábito de masticar Khat por sexo. 

alteraciones_bucales_khat/frecuencia_habito_masticar

*(p=0.030)

De los masticadores de Khat, 337 (68.4%) resultaron también fumadores habituales de tabaco en cigarrillos (Tabla 3). No se encontraron diferencias significativas en la frecuencia del hábito de masticar Khat en ambos grupos (p=0.761). La duración media de cada sesión de Khat fue de 4.12 horas en los fumadores en comparación con las 3.3 horas referidas por los sujetos no fumadores (p=0.060).

Se apreció una relación directamente proporcional entre la frecuencia del Khat y el número de cigarrillos consumidos diariamente, fue difícil precisar los años de práctica del hábito. En ambos grupos predominó significativamente la aparición de lesiones bucales relacionadas con el hábito estudiado con un 82.0% (p=0.031), no existiendo diferencia significativa entre ambos con un 71.5 y 61.5% respectivamente (p=0.063).

Tabla 3. Distribución de la muestra según la frecuencia del hábito de masticar Khat, fumar tabaco y la aparición de lesiones blanquecinas de la mucosa bucal. 

alteraciones_bucales_khat/frecuencia_habito_tabaco

*(p=0.761) **(p=0.063) ***(p=0.031)


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La Tabla 4 muestra la distribución de la muestra según la frecuencia del hábito de masticar Khat, tipo y localización de lesiones de la mucosa bucal. Las lesiones blanquecinas fueron más comunes en la encía vestibular inferior, mucosa alveolar y surco vestibular en el área del segundo premolar a molares. La mayoría de las lesiones blanquecinas aparecieron en el lado de masticación que mostró un 100.0%, en relación al 12.8% y 9.3% detectado en el lado de no masticación según la frecuencia del hábito, diferencia altamente significativa (p=0.001). En ambos grupos de pacientes la mayoría de las lesiones fueron homogéneas con un 83.9% y 92.1% respectivamente; sin embargo las no homogéneas se asociaron a una mayor frecuencia del hábito con 44 casos de los 49 reportados (16.1%). Dos pacientes resultaron masticadores bilaterales compulsivos y mostraron lesiones no homogéneas en ambos carrillos. En todos los casos las lesiones blanquecinas fueron diagnosticadas clínicamente como queratosis friccional con asociación de factores de irritación mecánica y química; no se apreciaron signos de malignización o cambios premalignos. Ningún paciente accedió a la realización de biopsia.

Tabla 4. Distribución de la muestra según la frecuencia del hábito de masticar Khat, tipo y localización de lesiones de la mucosa bucal. 

alteraciones_bucales_khat/localizacion_lesiones_frecuencia

(p=0.001)

* Todas se diagnosticaron clínicamente como queratosis friccional.
** En hábito frecuente se incluyó a los masticadores diarios y 2-4 veces por semana, el resto de categorías en hábito poco frecuente.

La Tabla 5 refleja los problemas periodontales detectados según valoración realizada en zona de premolares y molares inferiores. Los pacientes se agruparon en dos grandes grupos de edades, de 18-37 y de 38 y más años; aquellos de hábito frecuente mostraron bolsas periodontales en el 56.4% y 88.2% respectivamente, en relación al 42.5% y 75.0% de aquellos con menor frecuencia. Aunque la diferencia no resulta muy significativa, por la etiología multifactorial de la enfermedad, se apreció mayor prevalencia en masticadores frecuentes y en edades tempranas; así como una mayor diferencia de profundidad entre las bolsas del lado de masticación y el contra lateral que el 83.0% de los jóvenes fue de 1 a 3 mm y en el 48.1% de los adultos fue de 3 a 5 mm, mucho más severo que el 52.9% y 27.8% mostrado en los pacientes con menor frecuencia del hábito. (p< 0.05) Sin embargo, en relación a la movilidad dentaria, no se encontraron diferencias significativas.

Tabla 5. Distribución de la muestra por grupos etáreos según la frecuencia del hábito de masticar Khat y severidad de la enfermedad periodontal. 

alteraciones_bucales_khat/severidad_enfermedad_periodontal

* Valoración realizada en zona de premolares y molares.

DISCUSIÓN:

Se estima que mundialmente varios millones de personas son consumidoras de Khat, cantidad que se ha ido incrementando como consecuencia de la generalización del transporte aéreo. En Yemen, se estima que de un 70-80% de la población en las edades comprendidas entre 16 y 50 años ha masticado al menos una vez en su vida el Khat; aproximadamente el 50-60% de las mujeres mastican Khat más de una vez a la semana en comparación con el 80-85% de los hombres. Esto se puede asociar a la total separación de sexos en sus funciones sociales, quedando la mujer excluida, sin embargo, ella mantiene sus propias sesiones de Khat, pero con menos frecuencia que las de los hombres (3,9,10). No obstante se reconoce la posibilidad de un subregistro pues muchas no reconocen practicar el hábito aún cuando resulta evidente, está muchas veces prohibido en mujeres solteras, etc (2, 11, 13).

Coincidentemente, el estudio realizado muestra una mayor asociación entre el sexo masculino y el hábito de masticar Khat. El Khat está ligado íntimamente a la vida social y cultural de los yemenitas y de otros pueblos arraigados a este hábito. Muchas de las casas se construyeron destinando una cálida habitación de recibimiento en donde masticar Khat. Durante las sesiones de Khat, puede beberse, por ejemplo cola, té negro o simplemente agua fría. Las sesiones de Khat normalmente empiezan después de la comida. Sin embargo, en algunas zonas y estratos poblacionales se empieza a masticar mucho más temprano, justo después del desayuno y se continúa durante el día (11,14).

Desde el punto de vista social, el hábito de consumo del Khat sin duda posee importancia, especialmente en Yemen. Allí, el Khat es esencial en el contexto de la vida social, y consecuentemente la mayoría de los yemenís conceden a esta droga un gran valor, despreciándose los aspectos negativos que el Khat puede causar a nivel familiar. La sesión de Khat representa un aspecto social importante para la sociedad yemení. A pesar de la reducción de las horas de trabajo debida a la masticación del Khat, estas sesiones proporcionan un escenario para la comunicación en donde tienen lugar intercambios de ideas y de información. (15) Al principio el Khat era únicamente consumido por personas de edad avanzada, y en conexión con ritos religiosos. Masticaban Khat y bebían café con el fin de mantenerse despiertos y rezar. Más tarde su uso se extendió a actividades no religiosas, tales como bodas, funerales y reuniones de negocios.

Otros grupos de edades empezaron también a consumir Khat. Tristemente, los individuos gastan sus ingresos en la compra del Khat provocando el abandono de las necesidades de sus propias familias. A veces la mitad de los ingresos familiares pueden gastarse en el consumo de Khat. El principal efecto del consumo crónico de Khat supone un peligro económico y social causado por individuos y comunidades debido a la pérdida de horas de trabajo, estimadas en 3 a 5 por cada día. También el cultivo del Khat significó una disminución en la producción de otras importantes cosechas como los cereales, provocando ello malnutrición y enfermedades (11,12,15).

Diferentes alteraciones en órganos y tejidos de nuestra economía han sido relacionadas con el hábito de masticar y almacenar el Khat. El primer intento por identificar el principio activo de la hoja de Khat, fue realizado por Flucer y Gerock en 1887, los cuales consideraron la posibilidad de que la cafeína fuese el elemento presente en la planta. En 1930, un alcaloide de una estructura química definida, la catina o norseudoefedrina fue aislado de sus hojas (Wolfs 1930). Sin embargo en 1958, el laboratorio de narcóticos de las Naciones Unidas reanalizó los elementos procedentes de la hoja del Khat, y estas investigaciones les llevaron al aislamiento del alcaloide alfaaminopropiofenona, una sustancia químicamente relacionada con la anfetamina, a la cual se le dio el nombre de catinona (Szendrei 1980). Otros constituyentes incluyeron taninos, aminoácidos y una importante cantidad de ácidos ascórbicos, magnesio y betacarotenos. El valor de mercado de las hojas está relacionado con la cantidad de catinona. Se comprobó cómo el alcaloide desaparecía de las hojas cuando éstas se marchitaban, lo cual explica que el consumidor quiera que éstas estén lo más frescas posible. La catinona se absorbe rápidamente después de administrarse oralmente y se metaboliza en el hígado apareciendo sólo una pequeña fracción en la orina. La acción más rápida e intensa de la catinona comparada con la catina, se explica por su gran solubilidad lipídica, lo cual facilita el acceso al Sistema Nervioso Central. (13,14,15)


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En la cavidad bucal los reportes muestran una alta incidencia de estomatitis, manchas extrínsecas en los dientes, caries dentales, alteraciones periodontales, alteraciones en la articulación temporo-mandibular (ATM), lesiones premalignas y malignas de la cavidad bucal, entre otras (9, 16).

Es necesario señalar que la población yemenita tiene muy malos hábitos de higiene bucal, la mayoría de la población solo realiza enjuagues con agua en vez de cepillarse los dientes usando cepillos o el tradicional miswak que es una rama delgada y fibrosa de un árbol el cual sirve para realizar limpieza mecánica de los dientes en esta población y que muchas veces resulta más traumática que efectiva.

Las alteraciones periodontales son muy frecuentes en los individuos con hábitos de masticar el Khat, pasan de 2 a 4 horas como mínimo masticando las hojas y tallos de la planta y la masticación es unilateral, aunque aún no ha sido encontrada la verdadera relación existente entre ambos se plantea pueda deberse al efecto mecánico del empaquetamiento de las hojas y el daño a la adherencia epitelial en un ciclo de retroalimentación negativa. En estudios realizados para determinar el efecto del Khat en 14 diferentes bacterias periodontales se determinó que el consumo del Khat indujo la proliferación de una flora microbiana compatible con la salud gingival (13).

Otro estudio microbiológico relacionado con Khat y la microbiota bucal demostró que extractos del khat muestran propiedades antimicrobianas selectivas in vitro, siendo la mayoría de las cadenas susceptibles patógenos periodontales (14).

Sin embargo diversos son los estudios que han encontrado una alta prevalencia de enfermedades periodontales asociadas al consumo del Khat, además estos efectos se incrementaron a medida que se incrementaba la frecuencia y duración del consumo del Khat (15). Otro estudio realizado en un hospital entre yemenís masticadores y no masticadores confirmo que el uso del Khat causa lesiones en las estructuras de soporte y protección de los dientes como gingivitis, bolsas periodontales, recesión gingival, movilidad dentaria y pérdida dentaria (9, 16).

En nuestro estudio se detectaron bolsas periodontales profundas y movilidad dentaria en pacientes relativamente jóvenes; las alteraciones gingivales fueron más prevalentes en el lado de masticación. Otra vez pensamos que la asociación entre la descuidada higiene bucal, la sobrecarga que representa la masticación unilateral durante más de 4 horas de las hojas del Khat y el efecto de empaquetamiento mecánico son los responsables de las alteraciones gingivales encontradas más que el efecto del Khat en si sobre el periodonto de protección. Los resultados obtenidos están influidos por las características socioeconómicas de la población tratada pues al ser nuestra clínica docente la única gratuita de la ciudad, acoge a los más desfavorecidos económicamente y con más bajo nivel educacional y cultural (17).

La práctica del hábito de fumar está estrechamente vinculada con el hábito de masticar y almacenar las hojas del khat por las diferentes poblaciones que lo practican y se piensa que juntos potencian los efectos y los riesgos de padecer las diferentes enfermedades asociadas a estos hábitos. Los resultados de investigaciones sugieren que el consumo del khat especialmente cuando está asociado con el consumo de alcohol y tabaco puede potenciar la incidencia de cáncer bucal. Hay evidencias de una alta incidencia de cáncer bucal en países donde el consumo del khat está ampliamente distribuido entre la población (17,18).

El potencial del khat para inducir cambios cancerosos en las células ha sido investigado in vitro usando células humanas (19, 20). Extractos del khat, inducen muerte celular por apoptosis. Investigaciones en animales muestran que el extracto del khat induce cambios en los cromosomas de las células que se han encontrado en el desarrollo del cáncer (21).

En los humanos se han detectado cambios premalignos en la mucosa bucal de los masticadores del khat. Un estudio de 2500 yemenitas masculinos masticadores del khat mostró una asociación del hábito con lesiones queratósicas de la boca (22). El desarrollo de las lesiones fue relacionada además con el lado donde cada individuo depositaba el khat una vez masticado y el aumento de la incidencia de estas lesiones estaban asociadas con la mayor frecuencia y el periodo más largo de práctica del hábito (23).

Makki señalo en 1975 la importancia del Khat cuando encontró que la mayoría de los carcinoma escamosos de la cavidad bucal que presentaban sus pacientes se localizaban en la mucosa bucal y borde lateral de la lengua, los cuales entran en contacto directo con la bola de Khat almacenada en la cavidad bucal (1). En un estudio que revisaba estadísticas del cáncer en una región de Arabia Saudita, encontraron 28 pacientes con cáncer de cabeza y cuello. 10 de estos pacientes presentaban historia de masticar el khat por más de 25 anos y no eran fumadores. De estos 10 pacientes 8 presentaban cáncer bucal. Los autores concluyeron que existe una estrecha relación entre el hábito de masticar y almacenar el Khat en la mucosa del carillo y el cáncer bucal (23).

En todos nuestros casos las lesiones blanquecinas fueron diagnosticadas clínicamente como queratosis friccional con asociación de factores de irritación mecánica y química. Ningún paciente accedió a la realización de biopsia; aunque no se apreciaron signos de malignización.

CONCLUSIONES

1. El hábito de masticar y almacenar las hojas del khat en la mucosa bucal es más prevalente en el sexo masculino con lesiones a partir de la cuarta y quinta década de vida.
2. El hábito de masticar el khat en la población masculina se asocia a otros hábitos nocivos como el tabaquismo que puede tener un efecto sinérgico con el Khat en la etiología de las lesiones de la mucosa bucal.
3. La afección mucosa más frecuente fue la queratosis friccional clínicamente homogénea en el carrillo y surco vestibular del lado de masticación del Khat.
4. Se aprecia la aparición de periodontitis en edades relativamente tempranas y movilidad dentaria severa, con diferencias en el lado de masticación y en estrecha relación con la frecuencia del hábito.

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