Aspectos evolutivos del virus de hepatitis C y/o virus de hepatitis B
Autor: MSc. Lic.Amelia Gonzalez | Publicado:  15/07/2010 | Enfermedades Infecciosas , Medicina Interna , Gastroenterologia | |
Aspectos evolutivos del virus de hepatitis C y/o virus de hepatitis B .1

Aspectos evolutivos del virus de hepatitis C y/o virus de hepatitis B

Lic. Msc. Amelia Gonzalez


El virus de la hepatitis C infecta a más de 170 millones de personas en el mundo (WHO, 1999). Es un virus envuelto clasificado dentro de la familia Flaviviridae, tiene un genoma RNA de simple cadena, de sentido positivo, no segmentado de aproximadamente 9500 nucleótidos, con un simple marco de lectura abierto que codifica una poliproteína de ~3030 aminoácido con los genes en el siguiente orden C-E1-E2-p7-NS2-NS3-NS4A-NS4B-NS5A-NS5B. Las proteínas estructurales son C (core) y E1 y E2 (glicoproteínas de envoltura). La función del producto del gen p7 es aún desconocido. Las regiones NS2 hasta la NS5 codifican proteínas no estructurales (De Francesco et al., 1999). El virus de la hepatitis C (HCV) es el principal agente causal de hepatitis post transfusional, hepatitis esporádica no-A, no-B a nivel mundial (Choo et al., 1991; Alter  Seeff, 2000).

El virus de la hepatitis C (HCV) es un virus de transmisión parenteral, que progresa en más del 80% de los pacientes con hepatitis C aguda, a enfermedad crónica y muchos de ellos eventualmente progresan a carcinoma hepatocelular (Alter  Seeff, 2000). El se caracteriza por un alto grado de heterogeneidad genética. Su variabilidad genética es, sin embargo, distribuido desigualmente dentro del genoma, y algunas regiones, tales como NS3 y NS5B, son considerablemente conservadas. Han sido reportados seis diferentes genotipos (1-6) y un incrementado número de subtipos basado en el grado de divergencia en la secuencia genómica (Simmonds et al., 1994; Simmonds, 1999). El genotipo del virus de la hepatitis C (HCV) es un importante predictor de la respuesta a la terapia. El virus de la hepatitis C (HCV) circula y se comporta en individuos infectados como una mezcla de cercanamente relacionados pero distintas poblaciones virales referidas como quasispecies. El genotipo 1 es el más prevalente en Latino América. Recientes análisis filogenéticos de cepas aisladas en Uruguay revelaron la presencia de un linaje genético diferente de los subtipos 1 y demostraron la diversificación de los virus HCV en la región de América del sur. Cepas de este nuevo linaje genético ha sido recientemente encontrado en Chile, Brasil, Costa Rica y Perú.

La evolución del virus de la hepatitis C se cree es mediada por mutaciones puntuales, inserciones o delecciones. Otro mecanismo para evolución viral es la recombinación. Hay poca evidencia de recombinación entre cepas de virus de la hepatitis C (HCV) de diferentes genotipos (Colina et al., 2004; Kalinina et al., 2002; Yun et al., 1996). No obstante no ha sido establecida ni la extensión de la recombinación en virus de la hepatitis C (HCV) ni su relación con el resultado de la terapia. Sin embargo, ha sido sugerido que estos eventos de recombinación son raros in vivo y que los recombinantes resultantes son usualmente no viables (Simmonds et al., 1994; Prescott et al., 1997; Smith  Simmonds, 1997; Viazov et al., 2000). Kalinina et al. (2002) reportaron una recombinante HCV espontánea viable y demostraron que la recombinación puede jugar un rol en la evolución de este virus y que análisis de más de una región subgenómica es necesaria para evitar la pérdida de cepas recombinantes y que la genotipificación dentro de la región del core puede no ser siempre un valioso medio de predicción de la respuesta a interferon.

La recombinación natural de virus de la hepatitis C (HCV) existe y esas cepas híbridas pueden no sólo ser viables sino seleccionables. Aunque una recombinante no es necesariamente más virulenta, esto contribuiría a la evolución de virus de la hepatitis C (HCV). Esto tiene previamente implicaciones en términos de entender la biología y control de las infecciones por virus de la hepatitis C (HCV), con respecto al diagnóstico de laboratorio y tratamiento. Los genotipos y subtipos de virus de la hepatitis C (HCV) son considerables predictores de la respuesta al tratamiento de interferon y determinaciones de este tipo son corrientemente usadas para adaptar la indicaciones de los tratamientos (Zein, 2000) y la resistencia a interferon ha sido atribuida a la variabilidad de la secuencia de la proteína NS5A (residuos aminoacídicos 2209 a 2248) y de la región E2 (Gale et al., 1995; Polyak et al., 2001; Taylor et al., 1999).

La recombinación juega un significante rol en la evolución de los virus RNA porque crea variación genética, por reducción de la carga mutacional y por crear virus con nuevas propiedades (Worobey  Holmes, 1999). Recombinantes han sido reportados en otros miembros de la familia Flaviviridae tales como dengue virus (Holmes et al., 1999; Tolou et al., 2001), y en pestivirus, tal como el virus de la diarrea viral bovina (Ridpath  Neill, 2000), hepacivirus: GB virus C/virus de la hepatitis G (Worobey  Holmes, 2001) y encefalitis japonesa o virus de la encefalitis de St Louis (Twiddy  Holmes, 2003)

Regiones subgenómicas relativamente cortas dentro de la región no traducida 5´, core, E1 o NS5, las cuales han mostrado ser conservadas, dentro de una genotipo dado de virus de la hepatitis C (HCV), son usadas para la clasificación de cepas de virus de la hepatitis C (HCV) (Simmonds et al., 1994; Simmonds, 1999). La mayoría de los métodos para genotipificación directa de virus de la hepatitis C (HCV) incluye la amplificación de fragmentos subgenómicos, tales como 5´UTR, core, E1 y NS4 por PCR con primeros tipos específicos o por análisis de RFLP de productos de PCR (Ohno et al., 1997; Okamato et al., 1993; Stuyver et al., 1993; Stuyver et al., 1995). Genotipificación indirecta de virus de la hepatitis C (HCV) puede ser alcanzada por demostración de anticuerpos tipo específico inmunoensayo enzimático (Dixit et al., 1995; Simmonds et al., 1993). Así, actualmente la identificación del genotipo de virus de la hepatitis C (HCV) es basado en simples regiones subgenómicas y no toma en consideración la recombinación. Los análisis de secuencias no son usadas para la determinación de rutina de genotipos de virus de la hepatitis C (HCV) sino es usada como una referencia para la evaluación de otros procedimientos de genotipaje.

La hepatitis B es un problema de salud pública a nivel mundial, estimándose que más de 2 billones de personas se han infectado hasta la fecha, y que existen cerca de 350 millones de portadores crónicos del AgSHB alrededor del mundo (Zuckerman, 1999). Las mayores prevalencias para esta enfermedad se observan en el sudoeste Asiático y en África ecuatorial y del sur. Venezuela presenta un nivel de prevalencia intermedia, con 3 focos de alta endemicidad: Amerindios del Sur, Edo. Amazonas, Amerindios del Oeste, Sierra de Perijá, Edo. Zulia y un foco más recientemente descrito en el Edo. Barinas (Torres y Machado, 1994; Torres, 1996). La infección por el virus de la hepatitis B (VHB) o hepatitis B puede tomar diferentes cursos (hepatitis aguda, fulminante, crónica, silente), los cuales pueden ser serológica y molecularmente definidos, debido a la existencia de marcadores precisos de la infección. La infección aguda generalmente es auto limitante en adultos, sin embargo, entre un 5-10% de los individuos adultos infectados y hasta un 95% de los recién nacidos infectados por la vía perinatal, se convierten en portadores crónicos del virus. Las infecciones crónicas progresan a cirrosis en el 40% de los niños infectados al nacer y en el 5% de los individuos infectados en edad adulta.

Un alto porcentaje de los individuos crónicamente infectados desarrollan cirrosis y otras lesiones severas del hígado como carcinoma primario de este órgano. En cuanto al desarrollo de cáncer, existen evidencias epidemiológicas y moleculares que demuestran el potencial oncogénico de este virus (Fields, 1996). Por estas razones, la hepatitis B es la cuarta causa de muerte por enfermedades infecciosas a nivel mundial. El virus de la hepatitis B (VHB) se transmite esencialmente por la vía parenteral. Ya que este virus puede circular en altas concentraciones en sangre, la transmisión percutánea, nosocomial y horizontal ha sido también documentada. La transmisión vertical ocurre principalmente en países del Suroeste Asiático (Pujol, 2000).

El virus de la hepatitis B (VHB) es un hepadnavirus, cuyo genoma está compuesto por ADN. Una característica única de esta familia consiste en que por cada virus circula un gran número de partículas vacías, de forma esférica o alargadas, compuestas por el denominado antígeno de superficie o antígeno Australia (AgsHB). Esta característica ha facilitado enormemente la detección de este virus por medio del diagnóstico serológico y el desarrollo de una vacuna altamente inocua y efectiva contra este agente viral. El virión completo del virus de la hepatitis B (VHB) o partícula de Dane presenta un diámetro de aproximadamente 42 nm y posee una envoltura lipoproteína externa formada por un bajo contenido de lípidos. La nucleocápside interna de 30-34 nm, rodea el ADN genómico, la polimerasa viral (Pol), una proteína de shock térmico (Hsp90) y una proteína quinasa C capturada del citosol de las células infectadas. El genoma del virus de la hepatitis B (VHB) es parcialmente de doble cadena, formado por una cadena larga de polaridad negativa de 3,2 kb y una cadena corta positiva de longitud variable (20-80% la longitud de la cadena negativa), cuyo extremo 5´ está covalentemente unido al extremo 5´ de la cadena negativa.


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