Deteccion de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina
Autor: Dra. Idalmis D. Reyes Rodríguez | Publicado:  27/07/2010 | Microbiologia y Parasitologia , Enfermedades Infecciosas | |
Deteccion de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina .3

El 14% (42 cepas) de los aislamientos estudiados por el método de Kirby-Bauer mostraron resistencia a la meticilina. Un estudio similar al nuestro, llevado a cabo por Sader y colaboradores en 336 cepas de Staphylococcus aureus, realizado en 1997 sobre resistencia a los antimicrobianos de los agentes patógenos causantes de infecciones nosocomiales y comunitarias en América Latina, demostró un 29.2% de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) (50). Otra investigación conducida en 11 Hospitales de Chile, arribó a un porciento de aislamiento de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) superior (40%) al nuestro, al estudiar 355 cepas de Staphylococcus aureus procedentes de infecciones invasivas (51).

En Cuba encontramos pocos estudios publicados al respecto. Tenemos referencias del trabajo realizado por Cuenca en su Tesis de Maestría, en 7 hospitales de Ciudad de La Habana, durante el cual detectó un 22% de cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) (54). La investigación mencionada anteriormente sobre resistencia a las penicilinas en Staphylococcus sp y frecuencias de aparición de cepas resistentes a la meticilina en Cuba en el año 2000, obtuvo 300 aislamientos de Staphylococcus spp, y de estos 21.4% eran Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina (24), todos estos datos se asemejan a los obtenidos por nosotros en nuestra investigación.

Al emplear el método “Oxacillin Salt-Agar Screening-Plate”, como método para confirmar la resistencia a la meticilina obtenida por el Kirby-Bauer, encontramos que 39 cepas pueden ser clasificadas como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA). Para sólo 3 cepas los resultados fueron discordantes (Tabla 3) al emplear ambos métodos. Quizás el mecanismo de resistencia de esta diferencia (3 cepas) sea otro, como superproducción de betalactamasas o cepas que adquieren PBP normales modificadas estructuralmente (MOD-SA) que no crecen en el medio “Oxacillin Salt-Agar Screening-Plate” y son probablemente resistentes en borderline BORSA. Diferentes autores plantean que son clínicamente susceptibles a agentes betalactámicos activos in vitro por lo que el laboratorio debe decidir conjuntamente con el médico la terapéutica a seguir, es probable que se puedan tratar con éxitos las infecciones por BORSA con dosis elevadas de penicilinas semisintéticas (21).

En la Tabla 4 presentamos en que forma quedaron distribuidas las cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) determinadas por el método de Kirby-Bauer y el “Oxacillin Salt-Screening-Plate”, de acuerdo con la procedencia del paciente. El 64.7% (194 cepas) de los aislamientos de Staphylococcus aureus corresponden a consulta externa, y de ellos el 8.2% (16 cepas) resultó resistente a la meticilina por el Kirby-Bauer y 7.2% por el método confirmativo. Esto puede condicionar la propagación de estas cepas en la comunidad ya que cada día se incrementa más la prevalencia de este tipo de cepa Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) adquiridas en la misma. Se han realizado investigaciones donde se evidencia estos hechos (55-58), como la realizada en niños, en busca de portadores nasales, que hablan a favor de la circulación de este tipo de cepas en Cuba, incluso entre niños sanos no expuestos a los factores de riesgo descritos como predisponentes (53). Layton et al. demostraron en sus investigaciones un incremento en la proporción entre pacientes adultos y pediátricos, quienes no han tenido contacto previo con instituciones de salud y sufren sin embargo infecciones debidas a Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) (59).

Las cepas aisladas de pacientes hospitalizados (106 cepas) representaron el 35.3% del total estudiado, y el 24.5% de ellas (26 cepas) mostraron resistencia a la meticilina por el Kirby-Bauer y 23.5% por el “Oxacillin Salt-Screening-Plate”. La evolución de este fenómeno y su seguimiento, es imprescindible en nuestra labor diaria por los factores de riesgo que se asocian a este tipo de cepas incluyendo hospitalización prolongada, intervenciones quirúrgicas, enfermedades severas, permanencia prolongada en unidades de terapias intensivas, uso irracional de antibióticos, proximidad al personal médico u otro paciente colonizado o infectado por cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA).

Torroño et al., señalan que en el hospital donde ellos realizaron su investigación, el porcentaje de cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), aumenta lenta pero progresivamente y fue en su estudio de 5%.(60). Otro estudio en diferentes unidades de cuidados intensivos, hecho en Italia por Roveta y col, detectó un 53% de este tipo de cepas (61). Por su parte Kikuchi en Japón en unidades de cuidados intensivos neonatales, encontró que la diseminación de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) es amplia y había distribución de un clon Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) que ha desarrollado una nueva enfermedad neonatal conocida como “neonatal-toxic-shock-like”, enfermedad exantematosa inducida por la toxina termoestable del Staphylococcus aureus (62). Se reportan también otros artículos como el realizado por Domínguez y col sobre un brote Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) en un hospital de España (63).

En nuestro estudio, los servicios donde se aislaron la mayor cantidad de cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) fueron: en la UCI con 6 cepas, en la UCIM con 5 cepas, y en el servicio de quemados y ortopedia se aislaron 4 cepas para cada uno de ellos. Estos resultados apuntan hacia la necesidad de cumplir estrictamente en nuestro hospital con las medidas dirigidas a impedir la propagación de las infecciones nosocomiales y su propagación.

De manera general, sin hacer distinción de la procedencia del paciente, la mayor parte de las cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), aisladas por nosotros, procedían de secreciones purulentas (7.3%), de herida quirúrgica (2.3%) y forúnculos (1.3%) (Tabla 5).

Diferentes autores han llegado a estos mismos resultados en estudios de cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA). Por ejemplo, en una investigación realizada en Argentina para la identificación de un clon de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) relacionado con infección nosocomial, en el Hospital de Córdoba, el 19% de las muestras a partir de las cuales se aislaron este tipo de cepas procedían de infecciones quirúrgicas y un 15% fueron muestras de infecciones respiratorias (64). Los trabajos publicados por Haraga et al también muestran un predominio de este tipo de cepas en estudios de pacientes que sufren infecciones por quemaduras (65), Saders y colaboradores han aislado 31.6% de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) en infecciones de piel y tejidos blandos (51). Otros autores han tenido estos resultados (66-67).

En la Tabla 6 se presenta un resumen del comportamiento frente a otros antimicrobianos para las cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) detectadas en nuestro estudio.

Los antimicrobianos para los cuales hubo los más altos porcientos de resistencia fueron eritromicina y kanamicina con 92.3% de resistencia para cada antimicrobiano. Otras publicaciones han encontrado que todas las cepas resistentes a la meticilina lo fueron también para eritromicina (53). Hay trabajos similares al nuestro con estos resultados (54).

Cloranfenicol 35.9%, trimetoprim-sulfametoxazol 58.9% y tetraciclina 66.6% fueron los antimicrobianos que presentaron más baja resistencia con respecto a los Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), coincidiendo con los resultados de otras investigaciones (60). El trabajo de Roveta mencionado anteriormente mostró buena sensibilidad para trimetoprim-sulfametoxazol con 73% de cepas sensibles, no así para la ciprofloxacina que solo el 15% de estas cepas Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) fueron sensibles (61).

Llamándonos la atención la situación de la ciprofloxacina con 74.3% de resistencia, o sea solo 10 cepas de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) mostraron sensibilidad a este antimicrobiano. Autores plantean que el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) a menudo es también resistente a la ciprofloxacina. Rossi et al. tuvo resultados similares (68). Se sugiere un uso más racional de esté antimicrobiano por su gran utilidad tanto en microorganismos grampositivos como en gramnegativos.

No es alarmante lo que sucede con los Aminoglucósidos. Goodman y Gylman plantean que no hay evidencias clínicas de su uso en el tratamiento de las infecciones causadas por Staphylococcus aureus cuando se usan solos, por lo que debe combinarse con otros antimicrobianos sensibles para su mejor uso (69).


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