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Perfil epidemiologico de la Esquistosomiasis
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Autor: Amelia González
Publicado: 27/07/2010
 

La esquistosomiasis es una parasitosis causada por helmintos tremátodes digenéticos del Género Schistosoma, del cual tres especies afectan al hombre: Schistosoma japonicum presente en Asia, Schistosoma haematobium en África y el Schistosoma mansoni este último es el causante de la enfermedad en América. Venezuela es considerada un país tropical que cumple con todas las condiciones climáticas, socioeconómicas y culturales para el desarrollo y establecimiento de esta parasitosis. El área endémica bilharzígena tiene una superficie de 15.000Km2, es decir, el 1,6% del territorio nacional con una población de riesgo de 200 mil habitantes.


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Perfil epidemiológico de la Esquistosomiasis

Amelia González*, Jhoninett Montenegro*, María Carolina Navarro*, Belkisyole de Noya** y Mariela López*.

* Universidad de Carabobo, sede Aragua, Departamento de Parasitología, Venezuela.
** Universidad Central de Venezuela, Instituto de Medicina Tropical.

RESUMEN

La esquistosomiasis es una parasitosis causada por helmintos tremátodes digenéticos del Género Schistosoma, del cual tres especies afectan al hombre: Schistosoma japonicum presente en Asia, Schistosoma haematobium en África y el Schistosoma mansoni este último es el causante de la enfermedad en América. Venezuela es considerada un país tropical que cumple con todas las condiciones climáticas, socioeconómicas y culturales para el desarrollo y establecimiento de esta parasitosis. El área endémica bilharzígena tiene una superficie de 15.000Km2, es decir, el 1,6% del territorio nacional con una población de riesgo de 200 mil habitantes.

Para tal fin se evaluaron 101 muestras para pruebas inmunitarias por el método de ELISA para esquistosomiasis y 102 muestras para análisis coproparasitológicos mediante los métodos: solución salina al 0.85%, solución de lugol, Faust, Baermann y Kato; recolectadas en tres colegios de la comunidad de Zuata, Estado Aragua. Resultando ninguna frecuencia de esquistosomiasis por el método coproparasitológico Kato e inmunitario ELISA. En el análisis coproparasitológico arrojo una alta prevalencia para los protozoarios (34.31%) con respecto a helmintos con un porcentaje del 13.72%, lo que representa un serio problema de salud pública para los niños y jóvenes de la comunidad. Además se presentó un 51.96% de muestras sin parásitos. Los niños con edades comprendidas entre 9 a 11 años fueron los más afectados con dichas parasitosis y en la frecuencia de parasitosis por sexo, las hembras representaron una mayor prevalencia con un 26.47%, aunque las diferencias en cuanto a los varones no es mayor.

Palabras Clave: Esquistosomiasis, Diagnóstico, Frecuencia, helmintos, protozoarios.

INTRODUCCIÓN

Las parasitosis intestinales constituyen un serio problema de salud pública, debido a que se encuentran entre las enfermedades más prevalentes dentro de las infecciones tropicales. Estas parasitosis han sido definidas como: toda relación ecológica desarrollada entre individuos de especies diferentes donde se verifica a parte de una asociación intima y duradera, una dependencia metabólica de grado variable. El parasitismo intestinal se presenta cuando una especie vive dentro del hospedador en el tracto gastrointestinal y el parásito compite por el consumo de sustancias alimentarías (Incani y cols, 1996).

En el mundo los parásitos intestinales afectan a más del 10% de la población en países en desarrollo y, según sea la gravedad de la infección, pueden causar desnutrición, anemia o retraso en el crecimiento. Los niños y las niñas son especialmente vulnerables a los parásitos y, por lo general, tienen mayor cantidad de helmintos en sus intestinos, donde 400 millones de afectados son de edad escolar (UNICEF, 2003).

En términos generales se considera que existe hoy día una población mundial de 1,110 millones de personas infectadas por cestodes, 240 millones por tremátodes y 3,200 millones por nemátodes. De igual manera se acepta que del 20-50% de la población mundial se encuentran afectada por protozoarios (generalmente Giardia y Amebas) incluidos los países desarrollados, por tal razón se debe comprender con exactitud la magnitud del problema (OMS, 2004).

Actualmente los países de América latina y el Caribe reflejan problemas asociados, con bajo nivel de ingreso económico, un crecimiento volátil, gran concentración de riquezas y pobreza extrema; lo que ha traído como consecuencia unas condiciones precarias de salud poblacional. Por lo tanto representa un aumento de las enfermedades parasitarias (OMS, 2004).

Venezuela por estar ubicada en una zona tropical presenta todas las características climáticas, socioeconómicas y culturales para el desarrollo de las parasitosis, no existiendo ninguna porción del territorio donde no se observe la prevalencia de parásitos en la población humana. Siendo principalmente las zonas costeñas cuyo clima favorece las condiciones ecológicas para el desarrollo de los agentes etiológicos productores principalmente de esquistosomiasis (Incani, 1987).

Dentro de la familia de este tipo de parásito se encuentran cinco especies de Schistosoma que afectan al hombre, siendo las más frecuentes: Schistosoma japonicun, Schistosoma haematobium, Schistosoma mansoni, Schistosoma interculatum, Schistosoma mekongi. Resultando el Schistosoma mansoni la única especie que afecta al continente americano y por consiguiente a Venezuela, ocasionando el cuadro clínico denominado Esquistosomiasis (Incani, 1987).

La Esquistosomiasis o Bilharziasis es una enfermedad producida por tremátodes dioicos pertenecientes a la familia schistosomatoidae y al género Schistosoma, la especie Schistosoma mansoni se distribuye principalmente en África, América del sur y las regiones de las cuencas del Caribe (Venezuela, Santo Domingo, Puerto Rico, Guadalupe, Martinica, Santa Lucia y otras Antillas), y de las costas Atlánticas (Brasil y Surinam) (OMS, 1997).

La esquistosomiasis afecta a más de 200 millones de personas con un riesgo de infección de 600 millones de habitantes en 74 países tropicales y subtropicales del mundo en desarrollo; afecta probablemente a más de 10 millones en nuestro continente (Alarcón y cols., 1997; Mirkin y cols., 2000).

Esta enfermedad es una afección fundamentalmente crónica, que debilita severamente a quienes las padecen, reduce su capacidad productiva y limita su perspectivas de progreso económico y social (Mirkin y cols, 2000).

En Venezuela, según estudios anteriores, las áreas endémicas se distribuyen en aquellas zonas donde se encuentran los embalses, ríos y otras cuencas de aguas dulces, es donde se encuentra el hospedador intermediario del Schistosoma mansoni, Biomphalaria glabrata, un caracol planorbideo el cual es necesario para cumplir parte del ciclo de vida del parásito para alcanzar el estadio infectante para los humanos. Este hospedador no es el único pero si el mas importante que se encuentra en el territorio nacional (Balzán, 1992).

A menudo se subestima la importancia de la esquistosomiasis para la salud pública por dos razones primero: como ocurre con la gran mayoría de las enfermedades helmínticas, en toda comunidad la distribución del parásito es generalizada y a su vez desequilibrada es decir un número pequeño de persona tienen infecciones y enfermedades graves, mientras que otro grupo presentas infecciones más leves y menos sintomáticos. Otras personas tienen muy pocos parásitos y son asintomáticos. Segundo: las enfermedades graves generalmente aparecen al cabo de varios años de infección silenciosa o levemente sintomática lo cual constituye un serio problema de salud pública de enormes proporciones (OMS, 1993).

Esta investigación se enfoco primordialmente en el estudio de la frecuencia de la esquistosomiasis y otras parasitosis intestinales en la población de Zuata en el estado Aragua, durante el año 2007. Dicha región tiene una superficie de 63,14 Km2, una densidad habitacional de 387por Km2 y con una población de 29.473, según el último censo realizado en el año 2002 por Alarcón y cols. Se considera endémica ya que según los últimos estudios realizados señala que las comunidades de Curia y de Zuata cumplen con todas las condiciones necesarias para que se desarrolle el hospedador intermediario y esto porque se encuentran irrigadas por tributarios del río Aragua y afluentes del embalse de Zuata. Comportándose el mismo como hábitat de dicho hospedador intermediario (Alarcón de Noya y cols; 2003).

El estudio comprendió la parte de análisis coprológico, como análisis serológico debido a que esta enfermedad en el país se caracteriza por tener baja intensidad de transmisión parasitaria, menos de 100 huevos/gramos de heces por lo que un diagnóstico basado en coprología desestimaría la prevalencia certera de la infección (Alarcón de Noya, 2002).


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Análisis Coproparasitológico

En cuanto a las muestras de heces se les determinó las características macroscópicas (consistencia, aspecto, color, olor presencia de restos de alimentos y moco). Se midió el pH (con la cinta reactiva), luego se registro en una hoja de reporte.

Inmediatamente se procedió al montaje de los diferentes métodos de diagnóstico coproparasitológico en busca de la presencia de parásitos. Para ello se aplicaron a cada una de las muestras los métodos que a continuación se describe:

Examen Directo

Con Solución Salina Fisiológica (SSF) al 0,85%.

La solución salina fisiológica constituye el medio más adecuado para todos los estadios de los parásitos intestinales. Los trofozoítos y quistes de los protozoarios se presentan refringentes; en los trofozoítos, cuando están vivos, se aprecian muy bien las características de sus movimientos además de algunas estructuras como los cuerpos cromatoidales, glóbulos rojos son más fácilmente reconocibles en este tipo de examen (Botero y Restrepo 2003; Atias, 1997)

Con Solución Lugol

La solución de Lugol se uso, en principio, para teñir los quistes, con la finalidad de determinar el número y la estructura de sus núcleos. Así mismo, también tiñe las masas de glucógeno en los quistes. Los núcleos de la forma, tanto vegetativa como quística, son invisibles en las preparaciones con solución salina. No obstante, esta solución no es satisfactoria para colorear trofozoítos, porque distorsiona la morfología total del organismo (Botero y Restrepo, 2003).

Se llevó a cabo de la misma forma que para el examen directo solución fisiológica, pero se sustituye por el uso de la solución Lugol (solución de Dobell y O’Connor) (Botero y Restrepo, 2003).

Método de FAUST (flotación por sulfato de zinc)

Esta técnica se uso para el diagnóstico de los protozoarios intestinales que emiten quistes con las heces. Esta técnica permite concentrar huevos livianos de Anquilostomideos spp y de Hymenolepis nana así como también permite concentrar huevos fértiles de Áscaris lumbricoides y de Trichuris trichiura.

Método de BAERMANN

Este método es el más indicado para realizar el diagnóstico de strongyloidiasis, para concentrar larvas a partir de materias fecales, cultivos o tierra. Se fundamenta en la atracción que tiene las larvas por la temperatura cálida.

Método de KATO

Esta técnica es útil para detectar la presencia de huevos de helmintos que son ovipuestos por la hembra grávida en la luz intestinal y que son arrastrados con las heces al exterior.

ANÁLISIS PARA PRUEBAS INMUNITARIAS

A.- ELISA-ASH-MPS (Antígeno Soluble de Huevos- Meta Periodato de sodio)

El ELISA se basa en la detección de antígeno-anticuerpo, a través de dos reacciones; la primera con la anti-inmunoglobulina humana marcada con una enzima y una posterior que consiste en la revelación de las reacciones previas, con el sustrato correspondiente del enzima. Esta última reacción se traduce en color, pudiéndose entonces cuantificar en un espectrofotómetro siendo el punto de corte 0.160. Valores mayores a este punto de corte sería positiva la prueba (Alarcón de Noya y cols., 2002).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se estudió la frecuencia de esquistosomiasis y otras parasitosis intestinales en una población de 101 niños escolares y jóvenes en edades comprendidas entre 6 y 15 años, provenientes de tres colegios de la comunidad de Zuata, obteniéndose los siguientes resultados:

En el análisis de frecuencia de protozoarios de la muestra en estudio, resultó que el 51.96% de la población estudiada, no se observaron formas parasitarias (NSOFP) en las muestras analizadas, mientras que el 12.70%, de niños y jóvenes se encontraban parasitados con Endolimax nana representando esta la mayor prevalencia de parásitos. El parásito con menos frecuencia fue Iodamoeba büstchlii con un 0.98% (Figura 1).

Entre los helmintos con mayor prevalencia se encontraron: huevos de Áscaris lumbricoides infértiles con (5.88%) y el de menor fue huevos de Trichuris trichiura con un 3.90% (Figura 2).

La frecuencia de parasitismo por los tres colegios estuvo representado en aquellos niños y niñas estudiantes de la U.E.E Primitivo de Jesús con un 54.71%, seguido de la U.E.E Negra Matea (33.96), Siendo los jóvenes del Liceo Bolivariano “Zuata” los menos parasitados (11.32%) como se puede observar en la (Figura 3).

En el estudio inmunitario mediante la técnica de ELISA, para la determinación de prevalencia de la esquistosomiasis, resultó que el 100% de la muestra en estudio fueron negativos. Por lo que no hay presencia de anticuerpos específicos contra antígenos de huevos o vermes de Schistosoma mansoni, por lo tanto ningún individuo estudiado en esta investigación presentó la infección. (Datos no mostrados). 

 
Figura 1. Frecuencia de protozoarios en niños estudiantes con edades comprendidas entre 6 y 15 años de tres colegios de la comunidad de Zuata, Edo-Aragua.


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perfil_epidemiologico_esquistosomiasis/ascaris_lumbricoides_trichiura

Figura 2.- Frecuencia de Helmintos en niños estudiantes con edades comprendidas entre 6 y 15 años de tres colegios de la comunidad de Zuata, Edo Aragua.

Parásitos Helmintos 

perfil_epidemiologico_esquistosomiasis/parasitos_helmintos_colegios

Figura 3.- Frecuencia de parasitismo en los tres colegios bajo estudio de la comunidad de Zuata, Edo Aragua con edades comprendidas entre 6 y 15 años.


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