Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias
Autor: Lic. Aileen Alfonso Pérez | Publicado:  30/08/2010 | Medicina del Deporte , Pediatria y Neonatologia | |
Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .1

Perfil antropométrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias de Santa Clara. 2008-2009.

Lic. Aileen Alfonso Pérez.
Dr. David Abreu Reyes. MSc Educación Médica.

Resumen

Se realizó el presente estudio descriptivo y transversal en 200 escolares deportistas y no deportistas de 5º y 6º grado de los centros educacionales “13 de Marzo” y “ Oreste de la Torre” del Municipio de Santa Clara, en el curso 2008-2009 con el objetivo de determinar el perfil antropométrico, de la totalidad de la muestra seleccionada. Se utilizó un muestreo intencional no probabilístico.

Para ello se tomaron los valores de peso, talla, pliegue tricipital y circunferencia braquial. Estas mediciones fueron valoradas estadísticamente teniendo en cuenta las tablas cubanas, así como los valores del puntaje Z para el peso y la talla.

Predominaron los alumnos evaluados como normopesos, se encontraron mayor número de bajo peso en la escuela deportiva y más sobrepesos en la no deportiva. En la escuela deportiva el 60% está por encima del 90 percentil en la talla. La medida del pliegue tricipital (84,5% estuvo dentro de los límites normales. En la escuela deportiva el 40% está por encima del 90 percentil al medir la circunferencia braquial. No se encontraron desnutridos al evaluar el peso para la edad. Hubo escolares con baja talla según score Z, pero las diferencias no son significativas desde el punto de vista estadístico. En sentido general las mediciones antropométricas de los escolares deportistas no difieren esencialmente de la de los escolares no deportistas.

Introducción

El crecimiento y desarrollo de un individuo es un fenómeno continuo que se inicia en el momento de la concepción y continúa en la infancia y en la adolescencia. El crecimiento se refiere al incremento cuantitativo de los diferentes órganos, por lo que es fácilmente medible. Los cambios en la organización y diferenciación funcional de tejidos, órganos y sistemas son el resultado del proceso de desarrollo o maduración. El desarrollo hace más referencia a la calidad de esa evolución y es más difícil de cuantificar. Estos procesos no son lineales, sino que se caracterizan por presentar aceleraciones y desórdenes. Los procesos de crecimiento y desarrollo son fenómenos simultáneos e interdependientes; ambos tienen características comunes a todos los individuos de la misma especie, lo que los hace predecibles, sin embargo presentan amplias diferencias entre los sujetos, dadas por el carácter individual del patrón de crecimiento y desarrollo. Este patrón típico emerge de la interacción de factores genéticos y ambientales, que establecen, por una parte, el potencial del crecimiento; y por otra, la magnitud en que este potencial se expresa 1, 2,3. En su regulación influyen una serie de factores endógenos y exógenos como son:

Factores Endógenos 4, 5,6.

Genéticos: la información genética dictará la formación del individuo a todos los niveles. Establece en forma muy precisa la secuencia y los tiempos en que estos procesos deben ocurrir, de modo que algún trastorno en estos períodos, impide que un cambio ocurra en los plazos establecidos y puede producir un trastorno definitivo del crecimiento, desarrollo o de ambos. El mismo trastorno puede actuar en otro momento del desarrollo, no producir alteración o este ser reversible. El patrimonio hereditario le procura a cada individuo un patrón de crecimiento y desarrollo específico, el cual puede ser modificado por factores ambientales. En relación con la talla, los efectos genéticos se ven claramente ejemplificados al observar el patrón de crecimiento de los diferentes grupos étnicos. El ejemplo más extremo se encuentra al comparar la diferencia marcada de talla que existe entre individuos de origen nórdico y los pigmeos de Nueva Guinea.

Las diferencias familiares son tan evidentes como las diferencias que existen entre las razas. La influencia genética queda claramente establecida, al observar la similitud de talla que se da entre gemelos monocigotos, la cual tiene una correlación de 0,94; en cambio en los gemelos dicigóticos esta correlación baja a 0,5. Estudio de los coeficientes de correlación en familias, sugiere que los factores determinantes del crecimiento provienen de ambos progenitores y que cada uno de ellos tiene una influencia de 50% en la talla de los hijos. La herencia no solo influye en la talla final y proporciones corporales de un individuo, sino también en diversos procesos dinámicos madurativos, tales como secuencia de maduración ósea y dentaria, la velocidad de crecimiento, la edad de menarquia y otros.

Endocrinos: en estos factores son las hormonas las protagonistas de la evolución en el crecimiento. La hormona somatotrópica (STH) es la que regula fundamentalmente el crecimiento. En el esqueleto, aumenta la matriz ósea. Participa en el metabolismo lipídico ya que estimula la lipólisis e hiperglucemia. Regula además el metabolismo cálcico y el balance hídrico y electrolítico.

Las hormonas tiroideas son necesarias para la producción de todas las formas de RNA y su presencia estimula la producción de ribosomas y la síntesis proteica. También promueven la fosforilación oxidativa en las mitocondrias de la mayoría de las células. Estas hormonas son importantes para la maduración normal del cerebro, y su ausencia causa retardo en la diferenciación celular y disminución en el número de neuronas y células gliales.

Aparentemente no influyen en el crecimiento estatural fetal, no obstante, son indispensables en el crecimiento y desarrollo postnatal, pues actúan en los cartílagos de crecimiento a través de su influencia en el metabolismo y síntesis de mucopolisacáridos. Está hormona está relacionada con la maduración ósea y nerviosa más que con el crecimiento en longitud. La insulina es vital para la catalización de los hidratos de carbono y para el normal crecimiento.

Las hormonas sexuales como los estrógenos y la testosterona, desempeñan un papel fundamental en la etapa puberal, ya que regulan el crecimiento longitudinal, el cambio de las proporciones corporales, la distribución de grasa y el desarrollo muscular características de esta edad. A ellas se debe además la aparición de caracteres sexuales secundarios y el cierre de los cartílagos de crecimiento.

Sexuales: se producen diferencias en el crecimiento y desarrollo relacionadas con el sexo. Estas son evidentes en el momento del nacimiento, los varones tienen talla y peso mayores que las hembras; sin embargo, esta diferencia disminuye progresivamente y casi no se aprecia al año de edad. Las variaciones más notables en cuanto al sexo son las que ocurren durante la pubertad, y tienen relación, tanto con el inicio del incremento de la talla, como con su magnitud y duración.

Edad: aquí se pueden distinguir tres períodos.

• Período de crecimiento rápido: comprende los cuatro primeros años de vida, se caracteriza por una disminución progresiva de la velocidad desde 25cm en el primer año, 12cm en el segundo, 10cm en el tercero y 8cm en el cuarto año.
• Período de crecimiento lento y sostenido: se extiende desde los cuatro años hasta el inicio de la pubertad. Aquí la velocidad de crecimiento varía entre 4,5 - 7,0 cm/año.
• Nuevo período de crecimiento rápido: abarca el desarrollo puberal, en este la velocidad de crecimiento máxima puede llegar hasta 12 cm/año en el varón y 9 cm/año en la mujer.

1) Factores exógenos 4, 5,6.
a) Nutricionales: para el desarrollo, la mala nutrición es una causa de los defectos en el crecimiento. El factor genético respecto a la talla puede ser superado sí se garantiza una alimentación adecuada desde etapas tempranas de la vida.
b) Socioeconómicos: el nivel económico elevado generalmente implica mejor desarrollo, y se manifiesta con más frecuencia la malnutrición por exceso. La existencia de condiciones socioeconómicas inadecuadas puede traer consigo desnutrición.
c) Climáticos: no se ha demostrado que el clima influya en el crecimiento, pero un clima puro es mucho mejor. Se ha comprobado científicamente que, el máximo crecimiento ocurre durante la primavera y el verano, períodos en los que alcanza velocidades hasta 2,5 veces mayores que en otoño e invierno.


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