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Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias
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Autor: Lic. Aileen Alfonso Pérez
Publicado: 30/08/2010
 

Se realizó el presente estudio descriptivo y transversal en 200 escolares deportistas y no deportistas de 5º y 6º grado de los centros educacionales “13 de Marzo” y “ Oreste de la Torre” del Municipio de Santa Clara, en el curso 2008-2009 con el objetivo de determinar el perfil antropométrico, de la totalidad de la muestra seleccionada. Se utilizó un muestreo intencional no probabilístico.

 Para ello se tomaron los valores de peso, talla, pliegue tricipital y circunferencia braquial. Estas mediciones fueron valoradas estadísticamente teniendo en cuenta las tablas cubanas, así como los valores del puntaje Z para el peso y la talla.


Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .1

Perfil antropométrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias de Santa Clara. 2008-2009.

Lic. Aileen Alfonso Pérez.
Dr. David Abreu Reyes. MSc Educación Médica.

Resumen

Se realizó el presente estudio descriptivo y transversal en 200 escolares deportistas y no deportistas de 5º y 6º grado de los centros educacionales “13 de Marzo” y “ Oreste de la Torre” del Municipio de Santa Clara, en el curso 2008-2009 con el objetivo de determinar el perfil antropométrico, de la totalidad de la muestra seleccionada. Se utilizó un muestreo intencional no probabilístico.

Para ello se tomaron los valores de peso, talla, pliegue tricipital y circunferencia braquial. Estas mediciones fueron valoradas estadísticamente teniendo en cuenta las tablas cubanas, así como los valores del puntaje Z para el peso y la talla.

Predominaron los alumnos evaluados como normopesos, se encontraron mayor número de bajo peso en la escuela deportiva y más sobrepesos en la no deportiva. En la escuela deportiva el 60% está por encima del 90 percentil en la talla. La medida del pliegue tricipital (84,5% estuvo dentro de los límites normales. En la escuela deportiva el 40% está por encima del 90 percentil al medir la circunferencia braquial. No se encontraron desnutridos al evaluar el peso para la edad. Hubo escolares con baja talla según score Z, pero las diferencias no son significativas desde el punto de vista estadístico. En sentido general las mediciones antropométricas de los escolares deportistas no difieren esencialmente de la de los escolares no deportistas.

Introducción

El crecimiento y desarrollo de un individuo es un fenómeno continuo que se inicia en el momento de la concepción y continúa en la infancia y en la adolescencia. El crecimiento se refiere al incremento cuantitativo de los diferentes órganos, por lo que es fácilmente medible. Los cambios en la organización y diferenciación funcional de tejidos, órganos y sistemas son el resultado del proceso de desarrollo o maduración. El desarrollo hace más referencia a la calidad de esa evolución y es más difícil de cuantificar. Estos procesos no son lineales, sino que se caracterizan por presentar aceleraciones y desórdenes. Los procesos de crecimiento y desarrollo son fenómenos simultáneos e interdependientes; ambos tienen características comunes a todos los individuos de la misma especie, lo que los hace predecibles, sin embargo presentan amplias diferencias entre los sujetos, dadas por el carácter individual del patrón de crecimiento y desarrollo. Este patrón típico emerge de la interacción de factores genéticos y ambientales, que establecen, por una parte, el potencial del crecimiento; y por otra, la magnitud en que este potencial se expresa 1, 2,3. En su regulación influyen una serie de factores endógenos y exógenos como son:

Factores Endógenos 4, 5,6.

Genéticos: la información genética dictará la formación del individuo a todos los niveles. Establece en forma muy precisa la secuencia y los tiempos en que estos procesos deben ocurrir, de modo que algún trastorno en estos períodos, impide que un cambio ocurra en los plazos establecidos y puede producir un trastorno definitivo del crecimiento, desarrollo o de ambos. El mismo trastorno puede actuar en otro momento del desarrollo, no producir alteración o este ser reversible. El patrimonio hereditario le procura a cada individuo un patrón de crecimiento y desarrollo específico, el cual puede ser modificado por factores ambientales. En relación con la talla, los efectos genéticos se ven claramente ejemplificados al observar el patrón de crecimiento de los diferentes grupos étnicos. El ejemplo más extremo se encuentra al comparar la diferencia marcada de talla que existe entre individuos de origen nórdico y los pigmeos de Nueva Guinea.

Las diferencias familiares son tan evidentes como las diferencias que existen entre las razas. La influencia genética queda claramente establecida, al observar la similitud de talla que se da entre gemelos monocigotos, la cual tiene una correlación de 0,94; en cambio en los gemelos dicigóticos esta correlación baja a 0,5. Estudio de los coeficientes de correlación en familias, sugiere que los factores determinantes del crecimiento provienen de ambos progenitores y que cada uno de ellos tiene una influencia de 50% en la talla de los hijos. La herencia no solo influye en la talla final y proporciones corporales de un individuo, sino también en diversos procesos dinámicos madurativos, tales como secuencia de maduración ósea y dentaria, la velocidad de crecimiento, la edad de menarquia y otros.

Endocrinos: en estos factores son las hormonas las protagonistas de la evolución en el crecimiento. La hormona somatotrópica (STH) es la que regula fundamentalmente el crecimiento. En el esqueleto, aumenta la matriz ósea. Participa en el metabolismo lipídico ya que estimula la lipólisis e hiperglucemia. Regula además el metabolismo cálcico y el balance hídrico y electrolítico.

Las hormonas tiroideas son necesarias para la producción de todas las formas de RNA y su presencia estimula la producción de ribosomas y la síntesis proteica. También promueven la fosforilación oxidativa en las mitocondrias de la mayoría de las células. Estas hormonas son importantes para la maduración normal del cerebro, y su ausencia causa retardo en la diferenciación celular y disminución en el número de neuronas y células gliales.

Aparentemente no influyen en el crecimiento estatural fetal, no obstante, son indispensables en el crecimiento y desarrollo postnatal, pues actúan en los cartílagos de crecimiento a través de su influencia en el metabolismo y síntesis de mucopolisacáridos. Está hormona está relacionada con la maduración ósea y nerviosa más que con el crecimiento en longitud. La insulina es vital para la catalización de los hidratos de carbono y para el normal crecimiento.

Las hormonas sexuales como los estrógenos y la testosterona, desempeñan un papel fundamental en la etapa puberal, ya que regulan el crecimiento longitudinal, el cambio de las proporciones corporales, la distribución de grasa y el desarrollo muscular características de esta edad. A ellas se debe además la aparición de caracteres sexuales secundarios y el cierre de los cartílagos de crecimiento.

Sexuales: se producen diferencias en el crecimiento y desarrollo relacionadas con el sexo. Estas son evidentes en el momento del nacimiento, los varones tienen talla y peso mayores que las hembras; sin embargo, esta diferencia disminuye progresivamente y casi no se aprecia al año de edad. Las variaciones más notables en cuanto al sexo son las que ocurren durante la pubertad, y tienen relación, tanto con el inicio del incremento de la talla, como con su magnitud y duración.

Edad: aquí se pueden distinguir tres períodos.

• Período de crecimiento rápido: comprende los cuatro primeros años de vida, se caracteriza por una disminución progresiva de la velocidad desde 25cm en el primer año, 12cm en el segundo, 10cm en el tercero y 8cm en el cuarto año.
• Período de crecimiento lento y sostenido: se extiende desde los cuatro años hasta el inicio de la pubertad. Aquí la velocidad de crecimiento varía entre 4,5 - 7,0 cm/año.
• Nuevo período de crecimiento rápido: abarca el desarrollo puberal, en este la velocidad de crecimiento máxima puede llegar hasta 12 cm/año en el varón y 9 cm/año en la mujer.

1) Factores exógenos 4, 5,6.
a) Nutricionales: para el desarrollo, la mala nutrición es una causa de los defectos en el crecimiento. El factor genético respecto a la talla puede ser superado sí se garantiza una alimentación adecuada desde etapas tempranas de la vida.
b) Socioeconómicos: el nivel económico elevado generalmente implica mejor desarrollo, y se manifiesta con más frecuencia la malnutrición por exceso. La existencia de condiciones socioeconómicas inadecuadas puede traer consigo desnutrición.
c) Climáticos: no se ha demostrado que el clima influya en el crecimiento, pero un clima puro es mucho mejor. Se ha comprobado científicamente que, el máximo crecimiento ocurre durante la primavera y el verano, períodos en los que alcanza velocidades hasta 2,5 veces mayores que en otoño e invierno.


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d) Psicológicos: los aspectos emocionales negativos, pueden llegar a provocar la inhibición de una secreción hormonal.
e) Enfermedades: a veces afectan el crecimiento. Pueden ser prenatales o endocrinas; pero para que produzcan efectos sobre el crecimiento deben ser intensas. La influencia ambiental está determinada por diversos factores del ambiente físico, psicosocial y sociocultural de los individuos, es particularmente importante el nivel de educación e ingreso familiar, así como la composición y estabilidad de la familia, entre otros. La interacción de todos ellos, crea las condiciones de riesgo para contraer enfermedad. Esto hace que la evaluación del crecimiento y desarrollo sea un buen indicador de las condiciones de salud del individuo o grupo poblacional evaluado. Un buen ejemplo de la influencia de los factores ambientales sobre el crecimiento está representado por la menor estatura que alcanzan los adultos provenientes de niveles socioeconómicos bajos, en relación a los de estratos con mejores ingresos, dentro de una misma población.

Dentro de los factores exógenos, es bueno enfatizar también en la importancia que tiene la práctica de la actividad física y el deporte en las edades tempranas. Entre los beneficios que un entrenamiento adecuado puede aportar a los escolares, podemos resaltar las siguientes: 7, 8 produce un mayor nivel de actividad infantil, produce un aumento generalizado del movimiento coordinado, sienta las bases para el aprendizaje y rendimiento posterior, expansiona las posibilidades motoras, permite al niño formarse una imagen deportiva en general y de su deporte en particular, el entrenamiento permite una mejor adaptación a la competición, favorece el proceso de crecimiento, debido a la estimulación que se produce a nivel de tejido óseo y muscular.

Puede corregir defectos físicos que pudieran existir, aumenta el nivel de responsabilidad social, supone un aprendizaje para el éxito o el fracaso deportivo y social, potencia la creación y regularización de hábitos, contribuye a desarrollar el placer por el movimiento, anula las limitaciones del sedentarismo, sirve de estímulo para la higiene y la salud ya que repercuten en el aspecto afectivo, social y cognoscitivo de los niños.

La educación física y el deporte desarrollan capacidades como la percepción espacial, la coordinación motora, la agilidad y el equilibrio. A nivel social, los menores aprenden a asumir ciertas responsabilidades, comprenden las normas establecidas, y vivencian los éxitos y fracasos 7, 8.
La realidad del deporte en edad escolar muestra como el entrenamiento en la infancia, en numerosas ocasiones, está enfocado para la obtención de resultados a corto plazo, lo que constituye una forma de alto rendimiento en edades tempranas. Es entonces cuando sus valores educativos y sus presumibles efectos positivos sobre la salud se ven comprometidos por intereses eminentemente competitivos, lo que produce riesgos para la salud. En la literatura se hace referencia a algunos efectos nocivos como fisiológicos, psicológicos y sociológicos 8, 9.

1) Fisiológicos: alude a la peligrosidad del sobreentrenamiento para el desarrollo físico del niño, afectando a diferentes sistemas, como:

a) Sistema metabólico: provoca trastornos menstruales en las niñas, desequilibrios hormonales, disminución del peso corporal, etc.
b) Sistema inmune: reduce las defensas del organismo frente a las infecciones y otros.
c) Sistema locomotor: produce alteraciones en el proceso de crecimiento, microtraumatismos repetidos que pueden causar lesiones óseas (fracturas por estrés, etc.).
d) Sistema cardiovascular: provoca disminución de la cantidad de hemoglobina, hipertrofias cardíacas y otros

2) Psicológicos: en el sentido en que una excesiva solicitación del psiquismo infantil hacia el resultado, influye negativamente en su personalidad.

3) Sociológicos: puede ser antieducativo y antisocial premiar en el niño su afirmación sobre los demás. Todas estas alteraciones se producirían si existiera un mal enfoque del entrenamiento, objetivos no realistas, que no coincida con los deseos infantiles. El excesivo entrenamiento, no deja tiempo para otras actividades imprescindibles: amigos, familia o tiempo libre.

Por lo antes expuesto es importante que el deporte infantil sea impartido por educadores especializados, que sean capaces de adaptar la actividad de acuerdo con la edad y condición física del menor y evitar así caer en errores que en el futuro puedan influir negativamente en su desarrollo. Actualmente se tiene una gran conciencia sobre los beneficios que aporta la práctica regular de la actividad física, que junto con buenos hábitos alimentarios, pueden ayudar a evitar o retardar la manifestación de ciertas enfermedades 10.

En este sentido el análisis de la composición corporal y los niveles de actividad física en la niñez permitirá, si somos capaces de actuar en consecuencia, definir los estilos y la calidad de vida en la etapa adulta.

El crecimiento y desarrollo constituyen un factor importante para el buen estado físico y mental del niño, tanto es así que diversos trastornos que afectan en la edad adulta pueden tener su origen en la infancia, como es: la obesidad, la ateroesclerosis y la hipertensión arterial; de ahí la importancia del seguimiento nutricional para el desarrollo integral y multifacético del hombre. El conocimiento de la situación nutricional de los escolares de primaria posibilita realizar intervenciones oportunas que eviten secuelas ulteriores 11.

En el Estado Mundial de la Infancia (UNICEF) se enuncia una verdad que no por simple es menos urgente ‘’la buena nutrición puede cambiar fundamentalmente la vida de los niños, mejorar su desarrollo físico y mental, proteger su salud y sentar las bases de su futura capacidad reproductiva 12.

En los últimos años ha tomado creciente interés en diversos países el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) que permite mantener un conocimiento actualizado al respecto. Según el programa de las Naciones Unidas existe en sus últimos informes un índice de desnutrición del 40,6% a nivel mundial. Resulta preocupante que no existan programas enfocados a la atención del niño mayor de 5 años en países como Honduras, muchos países de América Latina carecen de estrategias de intervención para ayudar a resolver la desnutrición que es considerada un problema mundial ya que sigue siendo una de las primeras causas de mortalidad y morbilidad en los países en desarrollo. Se ha calculado que más de 400 millones de personas en todo el mundo están desnutridas y se espera que este número aumente a medida que lo hace la superpoblación.

En países industrializados como los Estados Unidos, el principal problema de nutrición es en exceso, en virtud del cual la gran cantidad de calorías y grasas presentes en la dieta conducen a un aumento desproporcionado de la prevalencia de las enfermedades metabólicas 13, 14,15.

El Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN) en Cuba está implantado desde el año 1977, con el objetivo de contribuir a la planificación de programas e intervenciones dirigidas al mejoramiento de la alimentación y la malnutrición, así como evaluar el estado nutricional, mediante indicadores antropométricos.

En este mismo decenio, en sus inicios nuestra salud pública identifica y prioriza el grupo poblacional de la mujer y el niño con el más alto grado de atención 14, 15.

El programa materno-infantil es un ejemplo de las posibilidades que nuestro país brinda en aunar todos los esfuerzos de la organización por las autoridades políticas y del gobierno en la consecución de un objetivo estratégico que permitió la reducción de la mortalidad infantil en un 50% en la primera década y su disminución en grado similar en la segunda de este grupo priorizado 16, 17.

La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de sus tablas de referencias elaboradas por el National Center for Health Statistics (NCHS), ya que los pesos y tallas de niños provenientes de grupos socioeconómicos alto y medio de países subdesarrollados son similares a los de niños de países desarrollados con antecedentes comparables. En cambio en nuestro país son usadas con más frecuencia las tablas de referencia nacionales. En 1974 Jordán y colaboradores confeccionaron las normas nacionales de peso para la talla, recomendando que el límite de la normalidad sea fijado entre el 10 y el 90 percentil, tanto para el peso como para la talla y señala que cualquier niño, por debajo de esos límites, debe ser examinado dada la posibilidad de detectarse alguna afección; no obstante, muchos son normales 17, 18.


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Se entiende por estado de nutrición la expresión en una variable dada del estado fisiológico resultante de la disponibilidad de nutrientes por la célula. Cuando los cambios morfológicos se suceden adecuadamente, el crecimiento representa la expresión del estado de salud del individuo o por lo menos la ausencia de enfermedades de cierta entidad.

El estado de nutrición del ser humano se considera un problema ecológico, ya que está influenciado por múltiples factores físicos, biológicos, culturales y socioeconómicos de la comunidad que se superponen e influyen recíprocamente 19, 20.

El término de evaluación tiene una acepción muy amplia. La evaluación del estado nutricional será por tanto la acción y efecto de estimar, apreciar y calcular la condición en la que se halle un individuo según las modificaciones nutricionales que se hayan podido afectar.

La evaluación nutricional mide indicadores de la ingesta y de la salud de un individuo o grupo de individuos, relacionados con la nutrición. Pretende identificar la presencia, naturaleza y extensión de situaciones nutricionales alteradas, las cuales pueden oscilar desde la deficiencia al exceso. Para ello se utilizan métodos médicos, dietéticos, exploraciones de la composición corporal y exámenes de laboratorio; que identifiquen aquellas características que en los seres humanos se asocian con dificultades nutricionales. Con ellos es posible detectar a individuos mal nutridos o que están en riesgo nutricional 19, 21.

Depende del indicador que se utiliza y de los objetivos para los cuales se hace la evaluación. Los indicadores pueden ser directos o indirectos; estos últimos permiten evaluar el estado de nutrición sin necesidad de estudiar al paciente, ya que se basan en indicadores de salud.

Los indicadores directos se obtienen de forma directa del sujeto y consisten en: signos clínicos, que se obtienen del examen físico, mediciones antropométricas, investigaciones de laboratorio que reflejan variables bioquímicas, metabólicas y funcionales, y la encuesta dietética, que muestra aproximadamente el ingreso individual o clínico de energía y nutrientes 21,22.

Entre los métodos de valoración del estado nutricional, existe un interés creciente por aquellos dedicados al estudio de la composición corporal.

Su uso está tan extendido debido a que cuantifica el porcentaje de tejido muscular, tejido óseo y tejido graso de que se compone el cuerpo humano, y además, ha sido el más empleado por su accesibilidad, sencillez de aplicación e inocuidad 23-25.

La antropometría es la técnica más usada en la evaluación nutricional, ya que proporciona información fundamentalmente acerca de la suficiencia del aporte de macronutrientes Es la ciencia qué se ocupa de las mediciones comparativas del cuerpo humano para evaluar el tamaño, las proporciones y su composición con objeto de establecer la frecuencia en la que se encuentran en diferentes razas, sexos, grupos de edades etc. Es un método incruento y poco costoso, aplicable en todo el mundo constituye una valiosa arma para el estudio de algunos factores capaces de afectar el desarrollo humano.

Su fácil uso y bajo costo unidos al desarrollo impetuoso de la computación y la estadística hacen que esta pueda ser aplicada no solo como un medio diagnóstico más sino como un potente medio de investigación capaz de diagnosticar, pronosticar y prevenir. La antropometría ha sido aplicada ampliamente y con éxito en la evaluación de los riesgos nutricionales y para la salud, en especial en los niños y adolescentes 26-27.

La evaluación antropométrica de un individuo o una población requiere del empleo de normas o referencias del crecimiento de la talla y el peso. Para notificar la talla para la edad y el peso para la talla en relación con las referencias, se usan comúnmente formas diferentes de presentar los resultados24, 25.

a) Los puntajes z (puntuaciones de la desviación estándar): expresan el valor antropométrico como un número de desviaciones estándares o puntuaciones z por debajo o por encima de la media o mediana de referencia.

b) Los percentiles: son medios de expresión del estado nutricional según peso para la edad, talla para la edad, peso para la talla, pliegue tricipital, circunferencia braquial.

Las mediciones más utilizadas son el peso y la talla. Las determinaciones del perímetro braquial y del grosor de pliegues cutáneos permiten estimar la composición corporal y pueden ser de utilidad cuando se usan en conjunto con el peso y la talla, pero no tienen ventajas si se efectúan en forma aislada, salvo cuando los valores son extremos. Una gran proporción de la grasa corporal se encuentra situada bajo la piel, la medición de la grasa subcutánea parece ser el criterio más simple para evaluar la adiposidad de los niños y adolescentes. Investigaciones realizadas han demostrado que los pliegues están altamente correlacionados con la adiposidad corporal total, por lo que la medición de los pliegues cutáneos permite distinguir entre adiposidad y masa muscular. La determinación de la composición corporal por medio de la medición de pliegues cutáneos es un indicador que además de ofrecer información del estado nutricional del sujeto nos puede servir para obtener valores de referencia más precisos sobre el comportamiento de algunos parámetros fisiológicos durante el ejercicio 28, 29, 30,31.

Otro indicador antropométrico utilizado en la valoración nutricional de los niños es la circunferencia del brazo, se combina su estudio la mayoría de las veces con los pliegues tricipital o bicipital. El mismo constituye una medida de fácil acceso y ha sido propuesto como una alternativa para medir el estado nutricional 32.

En nuestros días, el interés por el deporte y la actividad física ha adquirido características de fenómeno social. Nuestro país enfrascado en una profunda transformación socioeconómica, ha alcanzado índices de salud y bienestar que llegan a toda la población.

Hoy se lucha por hacer masiva la práctica de la cultura física como forma de contrarrestar efectos negativos que sobre la salud poseen los hábitos sedentarios de vida y que en general se manifiesta como una capacidad deficiente para realizar un trabajo físico, el que depende en gran medida, de la potencialidad de los sistemas cardiorrespiratorio y muscular 33.

La arquitectura corporal del atleta se corresponde a la modalidad practicada, aunque es difícil determinar en que medida esta relación obedece a un proceso de selección o es atribuible al entrenamiento. Los parámetros biotipológicos del deportista, expresados por su somatotipo además de ser utilizado para el pronóstico deportivo, permiten valorar los efectos del programa seguido.

En estudios realizados entre las variables antropométricas la que mayor importancia reviste para el triunfo es la talla, acompañada de otras variables como el peso y la superficie corporal y se ha demostrado su aplicabilidad en la orientación de las diferentes disciplinas deportivas 34, 35.
La relación entre el grado de desarrollo del niño o el adolescente con su rendimiento deportivo ha sido señalada por varios autores.

Wutscherk describió un método no invasivo para su valoración (el antropométrico) mediante el cálculo de un índice que él denominó índice del desarrollo corporal mencionado por Garrido Chamorro 36, 37,38.

En el mundo deportivo han sido muchos los esfuerzos e investigaciones que se han realizado en el campo de la biomedicina y en el de la antropometría en particular.

En nuestro país la antropometría en la educación física es relativamente nueva y su intervención en la misma lo es también. Si bien no se ha llegado a conclusiones definitivas sobre las características morfofuncionales que debe poseer un deportista, si hay cualidades morfológicas que influyen o determinan en el desempeño de los atletas en la práctica de una especialidad deportiva determinada 8, 39.


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El hecho de constituir la edad escolar la etapa más estable en el crecimiento de los niños en comparación con la etapa pre-escolar por ello se considera sea este el motivo por el cual se hayan realizado escasos estudios donde se aborde esta importante edad. Para el médico de la familia en ocasiones resulta difícil la evaluación del crecimiento y desarrollo de los escolares ya que pasan la mayor parte del tiempo en las escuelas y pueden no ser detectadas las alteraciones nutricionales y del desarrollo en este grupo. Por todo ello resulta necesario disponer de criterios que permitan evaluar el desarrollo físico de manera adecuada en estas edades. Actualmente en la mayoría de los seguimientos que se realizan a los atletas de alto rendimiento nacionales e internacionales se llevan a cabo estudios antropométricos.

Sin embargo desde el punto de vista de esta autora faltan publicaciones con los estudios llevados a cabo en la población normal y deportistas que sirvan como referencia a estudios más básicos. Existen muchos factores vinculados al crecimiento y desarrollo del individuo.

Algunos especialistas coinciden en que la realización de actividad física durante la niñez favorece el proceso de crecimiento, debido a la estimulación que se produce a nivel de tejido óseo y muscular. Los autores plantean que no han podido comprobar la influencia del ejercicio para elevar el ritmo de crecimiento o el aumento permanente de la masa muscular 40-41. Teniendo en cuenta la importancia del estado nutricional, no solo desde el punto de vista diagnóstico, sino también preventivo y evolutivo, dada sus características cambiantes en las diferentes etapas de la vida, en el mismo puede influir la práctica sistemática del deporte por lo que se ha considerado necesario desarrollar el presente trabajo basado en el siguiente problema científico:

¿”Tendrán los niños de las escuelas deportivas mejor desarrollo corporal que los de las escuelas no deportivas”?

Objetivos

Objetivo general

Determinar el perfil antropométrico de escolares deportistas y no deportistas de 5to y 6to grado en las Escuelas “13 de Marzo” y “Oreste de la Torre” del Municipio Santa Clara.

Objetivos específicos

• Seleccionar la muestra según criterios de inclusión y exclusión.
• Caracterizar la muestra según las variables analizadas en la investigación.
• Comparar los resultados encontrados en los alumnos que practican deporte con relación a los que no lo practican para las variables estudiadas.

Material y métodos

Se realizó un estudio descriptivo transversal con un universo de 587 escolares constituido por estudiantes de 5to y 6to grado de la escuela deportiva Orestes de la Torre y la no deportiva 13 de Marzo del municipio Santa Clara. Los 100 alumnos de cada escuela fueron seleccionados mediante un muestreo intencional no probabilístico por los criterios de inclusión y exclusión.

Criterio de inclusión

• Niños sanos de 5to y 6to Grado de ambos sexos que asisten a las escuelas citadas.
• Los alumnos deportistas que lleven 2 años o más en la práctica deportiva.

Criterios de exclusión

• Niños cuyos padres o tutores no firmen el consentimiento informado.
• Niños que lleven menos de 2 años practicando deportes.
• Niños que practican deportes sistemáticos y que concurren a la escuela no deportiva.
• Niños que expresen el deseo de no participar en el estudio.
• Niños que padezcan alguna enfermedad.

Obtención de datos

La recogida de datos se realizó por el interrogatorio directo a los niños y a los padres, así como mediante el examen físico (mediciones antropométricas) para lo cual se confeccionó, por la autora y la tutora expresamente para este estudio un formulario en el cual se recogieron los valores de las diferentes variables (formulario de datos).

Variables epidemiológicas

1. Edad en años: comprendida en un grupo de 10 a 12 años.
2. Sexo: femenino y masculino.

Variables antropométricas

1) Peso corporal: es la acción de gravedad sobre la masa corporal esta dado por la obtención del peso total con el mínimo de ropas. La forma de realizar la medida de la variable peso está estandarizada, el individuo permanece de pie en el centro de la plataforma, desprovisto de ropa, y con el peso distribuido por igual en ambos pies y sin apoyos 22, 26.

2) Talla: es la distancia vertical desde el nivel del piso a la coronilla. Los niños fueron tallados con tallímetro, marca SMIC calibrada previamente, con ropa interior mínima, desprovistos de calzado, en posición bípeda con los talones juntos, brazos a lo largo del cuerpo, los glúteos y la espalda apoyadas sobre la escala y con la cabeza situada en el plano de Frankfort. Esto se realizó por la propia autora para evitar los sesgos del instrumento. El Plano de Frankfort: se determina por una línea imaginaria que une el borde inferior de la órbita izquierda con el margen superior del meato acústico externo 22, 26.

3) Pliegue tricipital: pliegue cutáneo tomado en la parte posterior del brazo a media distancia entre el acromion y el olécranon; informa el contenido graso de la zona correspondiente, lo cual permite una mejor evaluación del estado nutricional 42, 43.

Para la medición del pliegue tricipital se utiliza un calibrador de pliegue cutáneo marca Holtair graduado en milímetros y décimas de milímetros.

Primeramente hay que lograr que el paciente flexione el brazo en ángulo recto, nos situamos detrás del paciente. Se utiliza una cinta métrica y se hace una marca horizontal entre los vértices del olécranon y del acromion en la cara posterior del brazo.

Seguidamente se traza una línea a lo largo del plano vertical del brazo que corte el punto medio, hacemos que el paciente relaje el brazo y coja el pliegue tricipital entre el pulgar y el índice, aproximadamente 1,27 cm por encima de la cruz marcada. Se asegura de percibir la masa principal del tríceps, e identificamos el plano de separación del músculo y el tejido subcutáneo entre los dedos en la profundidad del pliegue, se colocan las mordazas del calibrador a cada lado del pliegue cutáneo elevado sobre la cruz marcada y ajustarlo, pero sin llegar a apretarlo tanto como para que causen una depresión de la piel. Se efectúan dos medidas haciendo las lecturas con el calibre a la altura del ojo y redondeando el resultado al milímetro entero más próximo y se calcula el promedio de ambas medidas. Existe una correlación entre el grosor del pliegue tricipital y el contenido corporal de grasa, por lo que esta medida es muy utilizada en el diagnóstico de la obesidad 44, 45,46.

4) Circunferencia braquial: medida de la circunferencia media del brazo (Media distancia entre el acromion y el olécranon. Para su medición se utiliza una cinta métrica 45.

Todas estas mediciones fueron realizadas por la autora, asesorada por los antropometristas de Medicina Deportiva. Para realizar la evaluación antropométrica se consideraron tablas cubanas de percentiles del peso, talla, pliegue tricipital, circunferencia braquial para la edad, peso para la talla y valor Z para el peso y la talla, vigentes actualmente en nuestro país.

El percentil se refiere a la posición de un individuo en una determinada distribución de referencia, se emplea comúnmente en lo exámenes clínicos porque su interpretación es directa.


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El peso para la talla refleja el peso corporal en relación con la talla. Su empleo tiene la ventaja de que no se requiere conocer la edad (puede ser difícil de estimar en zonas poco desarrolladas); no obstante es importante señalar que el peso para la talla no sirve como sustituto de la talla o el peso para la edad, ya que cada índice refleja una combinación diferente de procesos biológicos, si bien tal vez compartan factores determinantes comunes, no se pueden usar en forma intercambiable 45.

Estado nutricional peso para la talla

• Menor de 3º percentil-desnutrido
• Entre 3 y 10 percentil-delgado o bajo peso para la talla
• Entre 10 y 90 percentil-normopeso.
• Entre 90 y 97 percentil-sobrepeso
• Mayor de 97 percentil-obeso

El peso para la edad: refleja la masa corporal en relación con la edad cronológica. El peso y la talla para la edad pueden brindar una información similar pues ambos reflejan la experiencia nutricional a largo plazo de un individuo o población 44.

Estado nutricional peso para la edad
• Menor de 3º percentil.-desnutrido.
• Entre 3 y 10 Percentil-bajo peso o delgado.
• Entre 10 y 90 Percentil-normopeso.
• Entre 90 y 97 Percentil-sobrepeso
• Mayor de 97 Percentil-obeso.

La talla para la edad: refleja el crecimiento lineal alcanzado y sus deficiencias indican las deficiencias acumulativas de la salud o la nutrición a largo plazo 44, 45.

Estado nutricional talla para la edad

• Menor de 3º percentil-muy baja talla
• Entre 3 y 10 percentil baja talla
• Entre 10 y 90 percentil- normal
• Entre 90 y 97 percentil-talla alta
• Mayor de 97 percentil-muy alta


Estado nutricional según pliegue tricipital

• Menor de 3º percentil.-desnutrido
• Entre 3 y 10 percentil-bajo peso o delgado
• Entre 10 y 90 percentil- normopeso.
• Entre 90 y 97 percentil-sobrepeso
• Mayor de 97 percentil –obeso

Estado nutricional según circunferencia del brazo

• Menor de 3º percentil.-desnutrido
• Entre 3 y 10 percentil-bajo peso
• Entre 10 y 90 percentil -normopeso.
• Entre 90 y 97 percentil-sobrepeso
• Mayor de 97 percentil –obeso

En este estudio se utilizan como métodos antropométricos además de los percentiles ya descritos el criterio basado en el puntaje Z. Este es recomendado por un grupo de trabajo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el más conveniente para definir los puntos de corte en la evaluación de los programas de nutrición de una población.

Además se considera útil para determinar la situación nutricional y de salud de los niños o cuando se desea comparar el crecimiento de diferentes grupos de individuos que se encuentran sometidos a condiciones de vida diferentes (en nuestro estudio un grupo practica deporte y el otro no) en cuyo caso, puede calcularse el promedio y la desviación estándar de un grupo de puntuaciones Z44, 45.

El valor Z para el peso se calculó por la diferencia entre el resultado individual (peso) y la mediana de la población de referencia dividida entre la desviación estándar.

El valor Z para la talla se calculó por la diferencia entre la talla individual y la mediana de la población de referencia dividida entre la desviación estándar.

El puntaje Z se realizó acorde a lo establecido por el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos (Centro Colaborador de la OMS) 44.

Valor de Z
• De - 1 a - 2 DE. = desnutrido leve
• De - 2 a - 3 DE. = desnutrido moderado
• De - 3 DE. = desnutrido grave
• Entre - 1 DE y + 1 DE. = normo peso
• Mayor de 1 DE. = sobrepeso

Análisis estadístico: La base de datos y el procesamiento de los datos se llevó a cabo con la utilización del paquete de programas estadísticos SPSS (Statistic Package for Social Sciences, Chicago Illinois, versión 11.0.

Se hizo una presentación tabular con números absolutos y porcentajes y gráficas para mejor comprensión; también se efectuó un análisis de ambos grupos mediante el test de hipótesis de las medias (T de Student para muestras cuantitativas independientes). Se estimó nivel de significación para p<0,05, para validar si existen diferencias significativas entre los grupos estudiados. Además se realizó para variables cualitativas el Test U de Mann-Whitney.

T de Student para dos muestras independientes: compara los promedios entre dos grupos de personas. Si se encuentran diferencias significativas entre los promedios, entonces si hay relación entre las variables analizadas. Se utiliza cuando se desea contrastar si la distribución de una variable X es igual en dos poblaciones, o bien si dicha variable tiende a ser mayor (o menor) en alguno de los dos grupos, basándose en los datos muestrales.

Test U de Mann-Whitney es una prueba no paramétrica aplicada a dos muestras independientes cuyos datos han sido medidos al menos en una escala de nivel ordinal 46, 47,48, 49.

Análisis y discusión de los resultados

En la tabla y gráfico 1 se observan grupos de edades según tipo de escuela, en la escuela deportiva podemos ver que el mayor número de escolares se encuentra en el grupo de edad de 11 años (41%). Mientras que la menor cantidad se encuentra en el grupo de los 12 años (26%). Por otra parte en la escuela no deportiva, los estudiantes más representados fueron los comprendidos en la edad de 10 años (61%), relacionado con la matrícula existente en esta escuela donde había mayor número de grupos en el quinto que en el sexto grado. En la edad de 12 años se encontraron 6 estudiantes.

Briones Ortiz y Cantú Martínez en su estudio antropométrico de una escuela primaria pública de Guadalupe, en grupos de edades similares hace referencia a un mayor número de estudiantes con 10 años de edad 49. Estrada en su estudio encontró un mayor número de estudiante con 11 años de edad tanto en la escuela de deportes “Eduardo García Delgado” como en la escuela no deportiva “José A. Saco” 39, esta autora no coincide con el estudio realizado.

La tabla y gráfico 2 muestran el sexo según el tipo de escuela. En la escuela deportiva hubo un predominio del sexo femenino (66%), mientras que en la escuela no deportiva el mayor número de escolares pertenecieron al sexo masculino (51,0%). Este estudio no coincide con Romero Lau, Santana Pedraza y Hoyo Lora los cuales no encontraron en sus estudios predominio de uno u otro sexo. Jiménez Estrada halló un discreto predominio del sexo masculino 50, 51, 52,53.


Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .6

En la tabla y gráfico 3 se muestran el peso para la talla según el tipo de escuela. El mayor porcentaje de los alumnos (81%) se encontraron normopeso. De un total de 100 estudiantes de la escuela deportiva, el 83% correspondió a la categoría antes mencionada y el 79% a la no deportiva. Siendo significativo el hecho que en la escuela deportiva no existen sobrepesos y si desnutridos y obesos.

La razón por la que no se encuentren sobrepesos puede deberse a que la actividad física produce una serie de beneficios anatómicos y fisiológicos como el fortalecimiento de los músculos y huesos, lo que favorece el control del peso 55. Los bajo pesos y desnutridos en la escuela deportiva puede deberse a que estos escolares tienen una carga extra en su actividad física con relación a los niños de escuelas no deportivas 56. Las diferencias no son significativas desde el punto de vista estadístico al analizar ambos grupos.

Nuestro estudio coincide con otros autores, 54,56, 58 que en sus comunidades encontraron que el mayor por ciento de los niños estudiados eran normopeso (74,2%), el 6,3% mal nutridos por defecto y el 19,5% entre sobrepeso y obesos. Casales Enseñat, en su estudio en la ciudad de Cienfuegos, observó escasa incidencia de malnutrición por defecto, el número más alto de niños era normopeso y fue un hallazgo inesperado la malnutrición por exceso 55.

Estudios realizados en deportistas comprendidos en las edades entre 10 y 12 años, muestran resultados similares al nuestro 56, 57,58. Los datos sobre el peso para la talla aunque en cierta forma sean variables, sugieren que la mayoría de los deportistas incluidos en este grupo de edades, están dentro de la media o por encima para su edad 56,57, similares a estudios de peso para la talla en grupos de escolares de 10 a 12 años que no practican deportes 59-62. No existen diferencias significativas en esos estudios 56-62.

La tabla y gráfico 4 muestran el peso para la edad según el tipo de escuela, se observa que no existe afectación de malnutrición por defecto, pero si hallamos que el 43,5,% de los escolares se encuentran por encima del peso saludable entre sobrepeso y obeso. Este indicador es algo más elevado en la escuela no deportiva. Al comparar el peso en ambos grupos (t = 1.15 p= 0.25 > 0.05) no hay diferencias significativas.

Julio Jiménez en su estudio referente a escolares deportistas y sedentarios de 8-14 años en la isla de la Gran Canaria, no encontró diferencias estadísticas significativas entre ellos 53. Aunque existe un incremento ligero del peso en los sedentarios, coincidiendo con nuestro trabajo.

Es importante señalar que existe un mayor número de niños sobrepeso y obesos para su edad cronológica al compararlo con los percentiles de la tabla anterior. Velázquez y Salazar Ruiz en su estudio encontraron un 50% de obesos en los niños sedentarios y un 25% en los deportistas 63. Jiménez observó un 30% de obesos en los deportistas y un 36% en los que no practican deporte. No fueron hallados desnutridos ni delgados en estos estudios 53, 60,63, 64,65, 69.

En estudios antropométricos realizados por Velásquez y Silva en escuelas primarias de Chile, encontraron un 74,1% de desnutridos y un 9,42% de sobrepeso, no coincidiendo con nuestra investigación 61-62.

En la tabla y gráfico 5 se reflejan los datos referentes a la talla para la edad según el tipo de escuela. Se aprecia que ningún escolar presentó baja talla para su edad, 39% de la muestra mostró una altura óptima, el 21% altos y el 40% muy altos. En la escuela deportiva el 67% está por encima del 90 percentil, pensamos que esto se deba a los deportes que practican los mismos, lo cual contribuye a desarrollar la estatura. En la escuela no deportiva 55 estudiantes se hallan por encima del 90 percentil, por lo que hubo un mayor porcentaje de altos y muy altos en relación con la talla normal en ambas escuelas. No encontramos estudios con predominio de altos por lo que resulta significativo en este trabajo.

Comparando ambos grupos, no hay diferencias significativas, coincidiendo con Jiménez y Hoyos Lora en su estudio 52, 53. Cásales en su estudio en escolares no deportistas no halló niños con valores inferiores a lo normal pero si el 14,2% presentaba una talla superior 55.

Por su parte Fernández encontró niños por debajo del 3er percentil y por encima del 97, aunque en bajos porcentajes porque el 93,1% de los escolares estaban dentro del 10 al 90 percentil 59, lo cual coincide con otros autores en que la mayor cantidad de niños estaban dentro del rango de la normalidad y un menor porciento se alejaba de sus límites 59, 62.

Serrú Díaz, Laclé Murria y Coto en su estudio muestran que un porcentaje nada despreciable presenta achicamiento, ya que alrededor del 10%, en ambos sexos, se encuentran por debajo del tercer percentil del indicador talla/edad 63. Este índice nos permite hacer un diagnóstico de desnutrición o sobrepeso en el momento de la medición por lo que debe asociarse con el peso para la talla. Muchos autores reiteran que para determinar el perfil antropométrico y categorizar de forma adecuada al escolar se debe evaluar, idealmente, mediante una correlación del peso, la talla y la edad 45. En la bibliografía consultada los escolares deportistas de ambos sexos tienen estaturas que se igualan, o exceden al percentil 9050, 51, 56,64.

Otro de los parámetros que expone el estado nutricional del escolar es el pliegue tricipital, (tabla y gráfico 6), al medir este indicador se observa que el mayor por ciento (84,5%) se encuentra entre los límites normales y el 7,5% está por encima del 90 percentil solo el 8% se muestra entre el 3 y el 10. La escuela deportiva mostró un mayor porcentaje entre el 10 y el 90 percentil que el de la escuela no deportiva, menor cantidad de estudiantes por encima del 90 y un 8,0% entre el 3 y el 10, por lo que hubo resultados similares con los hallados en la evaluación del indicador de peso/talla de estos alumnos.

No se encontraron diferencias significativas en ambos grupos coincidiendo con varios autores en sus estudios 66, 67, 68, 69, 70,71.

El pliegue tricipital es el más utilizado por los nutriólogos, lo consideran como un sensible indicador del estado de nutrición.

Algunos autores como Jordán, Esquivel y Martín Moreno lo utilizan 17, 30, 31,65, plantean la importancia de su uso para determinar el estado de salud. Demuestran en sus estudios tanto en niños como en adultos que los pliegues están altamente correlacionados con la adiposidad corporal total, coincidimos con ellos en nuestra investigación.

Reggianl estudió el estado nutricional y la composición corporal de 26 escolares deportistas, concluyendo que el porcentaje de masa grasa era reducido y se encontraba por debajo de lo recomendable 72.

Garrido Chamorro, González Lorenzo y San Roque al realizar una valoración antropométrica en niños atletas de la provincia de Alicante determinaron que el porcentaje graso en ambos sexos eran superior a los porcentajes ideales de la literatura médica deportiva.

En los estudios de Estrada de deportistas y no deportistas presenta resultados similares a los encontrados en nuestra investigación, con un predominio entre el 10 y el 90 percentil, un mayor número de sobrepeso y uno menor de bajo peso. Jiménez, Estrada y otros encontraron mayor porciento de escolares con valores normales del pliegue tricipital en deportistas 39, 53, 56,57, 58.

En la tabla y gráfico 7 se analiza la circunferencia braquial se destaca que 59,0% está en los valores normales, 79 escolares por encima del rango normal y por debajo de los límites inferiores normales un 1,5%. Sobresale la escuela deportiva con un 29,0% por encima del 90 percentil y un 11% por encima del 97.Hay que señalar que al medir la circunferencia braquial se incluye la masa muscular que debe estar más desarrollada en los deportistas. Dentro de los estudiantes no deportistas encontramos 19 por encima del 90 percentil y 20 por encima del 97 esto se relaciona con el por ciento de sobrepesos y obesos encontrados en dicha escuela.


Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .7


No se encontraron diferencias significativas en ambos grupos, coincidiendo con otros autores, Esquivel en su artículo “Valores normales de la circunferencia del brazo en niños y adolescentes cubanos, deportistas y no deportistas”, describe que la media se encuentra en los percentiles normales. Similares resultados fueron encontrados en varias investigaciones 32, 35, 36,37.

En la tabla y gráfico 8 se representan los valores “Z” para el peso según el tipo de escuela, se evidenció que existen mayores números de estudiantes considerados como normopesos (el 77%). Se encontraron 37 sobrepesos para un 18,5%, no encontrándose obesos.

Se encontraron desnutridos con este parámetro, no hallado en el análisis realizado con los indicadores de peso/edad. Siendo más elevados los porcientos de malnutrición en la escuela no deportiva que mostró un 19% de sobrepesos y 6% desnutridos 72, 73.

Nuestros resultados coinciden con otros autores que al analizar el puntaje Z encontraron mayor número de desnutrición por defecto que las halladas al valorar los percentiles de peso, edad esto puede relacionarse con los valores estimados para la clasificación de desnutridos usado en el score Z75, 76, 77, 78,79. No hay diferencias significativas entre el peso promedio en ambos grupos al realizar el análisis estadístico.

En la tabla y gráfico 9 se muestran los valores del puntaje Z para la talla, se observó que 35 escolares presentaron una talla normal (17,5%), 120 para un 60% se consideraron altos, lo que se comportó de manera similar en ambas escuelas, pero se halló un 1.5 de baja talla, no encontrado en el análisis de los percentiles de talla para la edad. Los porcentajes de alumnos con baja talla leve hallados en la escuela no resultan relevantes. No hay diferencias significativas entre la talla promedio en ambos grupos. Oliveras y Lares Cases en sus investigaciones realizadas en marroquíes, encontraron un predominio de escolares baja talla, no coincidiendo con nuestro estudio 75, 77.


Conclusiones

• Las mediciones antropométricas en los grupos comparados no difieren esencialmente.
• Prevalecen los normopesos con una cierta tendencia a la obesidad en los escolares no deportistas, mientras que en los que practican deportes, se observó un discreto aumento de los niños con bajo peso.
• No hubo alumnos con baja talla según el indicador de talla para la edad y sí cierto predominio a los “altos y muy altos” en la escuela deportiva.
• La medición del pliegue tricipital se consideró normal en la mayoría de los escolares, lo que concordó con los resultados para el peso.
• La circunferencia braquial se destaca por tener un alto porcentaje por encima del rango normal para la totalidad de los alumnos estudiados, fue más elevado entre los que practican deportes.
• En el score Z las mediciones coinciden en lo esencial con lo hallado por medio de los percentiles aunque no se considera concluyente, por la poca experiencia que existe con la aplicación de este método en nuestro medio y la disparidad de criterios hallados en la literatura consultada.


Recomendaciones

• Realizar estudios antropométricos en las escuelas de iniciación deportiva que incluyan la mayor cantidad de estudiantes independientemente del deporte que practiquen, con la finalidad de establecer parámetros antropométricos que puedan caracterizar a los escolares deportistas y orientar el trabajo para lograr un mejor desarrollo pondoestatural en estos estudiantes, teniendo en cuenta los escasos estudios donde se evalúa el estado nutricional de los escolares que practican deporte de forma integral.
• Realizar estudios analíticos que controlen además otros parámetros (la alimentación, cultura, aspectos heredables) que permitan llegar a conclusiones generales sobre los beneficios de la práctica de deportes sobre peso, la talla y la proporción de grasa en escolares deportistas y no deportistas.


Anexos

Tabla N° 1. Grupos de edades según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009 

perfil_antropometrico_escolares/edades_segun_escuela

Fuente: Formulario de datos.

Gráfico 1. Grupos de edad según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009 

perfil_antropometrico_escolares/edades_segun_escuela2

Fuente: Formulario de datos.

Tabla N° 2. Sexo según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009 

perfil_antropometrico_escolares/sexo_segun_escuela

Fuente: Formulario de datos
 


Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .8

Gráfico 2. Sexo según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009 

perfil_antropometrico_escolares/sexo_segun_escuela2

Fuente: Formulario de datos

Tabla N° 3. Peso para la talla según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/peso_talla_escuela

Fuente: Formulario de datos
T= -2.559 p = 0. 101

Gráfico 3. Peso para la talla según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/peso_talla_escuela2

Fuente: Formulario de datos

Tabla N° 4. Peso para la edad según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009 

perfil_antropometrico_escolares/peso_edad_escuela

Fuente: Formulario de datos
t = 1.15 p= 0.25

Gráfico 4. Peso para la edad según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009 

perfil_antropometrico_escolares/peso_edad_escuela2

Fuente: Formulario de datos

Tabla N° 5: Talla para la edad según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/talla_edad_escuela

Fuente: Formulario de datos.
t = 1.15 p= 0.25

Gráfico 5. Talla para la edad según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/talla_edad_escuela2

Fuente: Formulario de datos.


Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .9

Tabla N° 6. Pliegue tricipital según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/pliegue_tricipital_escuela

Fuente: Formulario de datos.
t = 1.798 p = 0.074

Gráfico 6. Pliegue tricipital según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/pliegue_tricipital_escuela2

Fuente: Formulario de datos.

Tabla N° 7. Circunferencia braquial según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/circunferencia_braquial_escuela

Fuente: Formulario de datos.
t = -1.570 p = 0.118

Gráfico 7. Circunferencia braquial según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/circunferencia_braquial_escuela2

Fuente: Formulario de datos.

Tabla N° 8. Valores “z” para el peso según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/z_peso_escuela

Fuente: Formulario de datos.
Z = -1.117 p = 0.264

Gráfico 8. Valores “z” para el peso según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/z_peso_escuela2

Fuente: Formulario de datos.

Tabla N° 9. Valores “z” para la talla según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/z_talla_escuela

Fuente: Formulario de datos.
Z = -0.131 p = 0.896 p = 0.896


Perfil antropometrico de escolares deportistas y no deportistas en dos escuelas primarias .10

Gráfico 9. Valores “z” para la talla según tipo de escuela. Santa Clara 2008-2009. 

perfil_antropometrico_escolares/z_talla_escuela2

Fuente: Formulario de datos.

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