El cuidado informal del adulto mayor bajo el enfoque de las representaciones sociales. Estrategia metodologica.
Autor: Lic. Asdrúbal A. Velasco Cañas  | Publicado:  13/09/2010 | Enfermeria , Geriatria y Gerontologia | |
El cuidado informal adulto mayor enfoque representaciones sociales. Estrategia metodologica .2

Abordar la investigación desde la perspectiva de la investigación cualitativa, es difícil no separarla cuantitativamente. Cuál es la realidad y cómo explicarlo serían las preguntas. Todo análisis desde la perspectiva cualitativa se basa en una serie de hechos observables o tangibles, obtenidos de una realidad, que pueden “describir, comprender y explicar el fenómeno” (13). Por lo tanto, esta sería una investigación complementaria, es decir basada en ambos métodos científicos. Por un lado, el análisis interpretativo de los datos obtenidos para determinar el perfil básico de salud de los cuidadores y adultos mayores que permita analizar el riesgo para la salud, así como para medir el conocimiento acerca de los cuidados brindados; y por el otro lado, la obtención de información e interpretación de la misma, para comprender las emociones y la imagen representacional del cuidador del adulto mayor.

Con base a los anterior, según Mays y Pope (14), en el campo de la salud, con una tradición en investigación biomédica y usando métodos experimentales convencionales y cuantitativos, la investigación cualitativa es muchas veces criticada por "su carencia de rigor científico". La crítica más común, es que es sólo un ensamblaje de anécdotas e impresiones personales, fuertemente sujeto a las predisposiciones del investigador que carece de reproducibilidad y que carecen de posibilidad de generalización. Estas investigaciones cualitativas generan grandes cantidades de información detallada sobre un pequeño número de casos, dada la dificultad de estudiar grupos más grandes. Se asume en estas críticas que los acercamientos cuantitativos y cualitativos son fundamentalmente diferentes en su capacidad de asegurar la validez y confiabilidad de sus resultados. Esta distinción sin embargo, es más de grado que de fondo. El problema de la relación entre los resultados de una investigación y una cierta "verdad subyacente" se aplica a cualquier forma de investigación social. En el análisis cuantitativo de datos es posible generar representaciones estadísticas de los fenómenos no plenamente justificadas, puesto que también dependen del juicio y la habilidad del investigador y de la conveniencia de la pregunta contestada por el dato recogido.

En este sentido, Rossman y Rallis (15), consideran que “los investigadores cualitativos buscan respuestas a sus preguntas en el mundo real. Recogen lo que ven, oyen y leen de personas y lugares y de acontecimientos y lugares”. Su propósito es informarse acerca de algún aspecto del mundo social y generar nuevos conocimientos que puedan ser usados por ese mundo social.

En el caso de los cuidadores de adultos mayores, como unidades de investigación, se trata de comprender los acontecimientos que suceden y que los motiva a realizar dicha labor. Se busca entonces generar un conocimiento que permita interpretar esa realidad; se busca un conocimiento que dé respuesta al significado personal y social y que de respuesta acerca de las prácticas individuales y culturales, tomando en cuenta las perspectivas y experiencias de las personas que la viven. Esto nos conduciría a entender de cómo los cuidadores ven y entienden la relación cuidado – adulto mayor.

Bases metodológicas de la investigación.

En cuanto al método que se propone en la investigación, es el Etnográfico. Este consiste, según Goetz y LeCompte (16), en:

“una descripción con profundidad de un grupo humano, con el fin de detectar estructuras que no se ven a simple vista. Para ello, se parte de la determinación de los puntos de vista de las personas involucradas con la situación y, a partir de allí, ir develando poco a poco las relaciones que subyacen a ese grupo humano”.

Una buena etnografía según Rizvi, “toma en cuenta todos los aspectos del comportamiento humano y de las interrelaciones entre los diferentes comportamientos, las creencias, actitudes y valores asociados con las prácticas” (17). En la etnografía clásica un investigador se iba a vivir a la comunidad estudiada durante un período prolongado de tiempo, registrando información acerca de todos los aspectos de la cultura. En la actualidad esta fórmula resulta difícil de desarrollar, optándose por una o varias estadías breves de un par de semanas, por un equipo de investigadores y con un objetivo puntual, ya sea una temática o un problema de la comunidad.

La etnografía es más bien una metodología que está conformada por técnicas cualitativas, siendo las principales la observación participante y la entrevista en profundidad. Lo anterior va unido a un fuerte componente participativo, involucrándose el investigador activamente en la comunidad estudiada. En este sentido para la generación de resultados hay un actor clave: los cuidadores de los adultos mayores, que son los que van a aportar la información.

Basado en el método etnográfico, la investigación incorpora las experiencias adquiridas durante el tiempo de cuidado de los cuidadores de los adultos mayores, así como la actitud que cada uno de ellos asume ante ese cuidado. Además de los pensamientos y reflexiones, el método permite interpretar los fenómenos sociales que ocurren desde la perspectiva del cuidador, siendo esto una variación importante a la hora del análisis e interpretación de la información, en vista de que cada envejeciente es totalmente distinto al otro y el cuidado no es igual a ningún otro.

Con base a lo anterior, el cuidador actúa según el significado que el cuidado del adulto mayor, represente para él o ella. Este significado surge de la misma interacción social y es modificado según el proceso de interpretación que el cuidador le dé. Es acá donde se explora también las distintas interpretaciones sociales de la realidad: la del cuidador y la del investigador.

Con la etnografía se asume que las acciones sociales se producen en los cuidadores informales, según su forma de percibir, entender, interpretar, juzgar y organizar su mundo. Para investigar sobre las acciones sociales, no hay una vía más propicia que la de preguntarle directamente a ellos por qué actúan de determinada manera. Esto significa que hay que indagar por qué los cuidadores de los adultos mayores actúan tal como lo hacen y a qué significados obedecen. Es decir, que el cuidador informal puede decir cualquier cosa como le parezca o perciba, con base a sus propósitos o motivos, definiendo su propia acción social.

De acuerdo a Yuni y Urbano (18), “el proceso metodológico en la investigación etnográfica, supone tres fases:

1) fase preparatoria o de diseño,
2) fase de trabajo de campo, y
3) la fase informativa”.

La fase preparatoria es la fase donde el investigador adopta una serie de decisiones que remiten a cuestiones epistemológicas. Se define el tema a investigar: las representaciones sociales de los cuidadores de los adultos mayores; se plantea algunas interrogantes: ¿Cuál es el conocimiento que los cuidadores tienen acerca del manejo del adulto mayor? ¿Cómo es la actitud del cuidador ante al adulto mayor?, ¿Cuál es la imagen que el cuidador tiene del adulto mayor, como objeto directo del cuidado?, y se construye un modelo conceptual y epistemológico, aspectos que se trataron anteriormente.

La fase de trabajo de campo, está relacionada con el trabajo en el terreno. Es decir, “convivir” con las familias de los cuidadores y los adultos mayores, ver de cerca la cotidianidad, conversar y conservar por escrito las experiencias vividas por el objeto de la investigación. El trabajo de campo “es una situación metodológica, y también en sí mismo un proceso, una secuencia de acciones, de comportamientos y de acontecimientos, no todos controlado por el investigador” (19). Los problemas de la parte central del trabajo de campo clásico consisten en: estar en una localidad, participar sólo como investigador, observar lo cotidiano, conversar sobre ello con quienes se pueda y conservar por escrito las experiencias.

El trabajo de campo de la investigación que se propone, se centra en una descripción densa (descriptivo y argumental), de las acciones de los cuidadores de los adultos mayores y de las situaciones sociales, educativas, de salud y económicas de los cuidadores, describiendo la relación de valores entre el cuidador y el adulto mayor, tomando en cuenta que el cuidador enfrenta una tarea ardua y compleja, y que tiene un recargo de trabajo diario, una responsabilidad, incertidumbre, cansancio físico, culpa, y a veces, hasta desánimo. Como investigador debo considerar además, si el cuidador tiene noción de las repercusiones afectivas que la enfermedad y la dependencia, trae para los adultos mayores y para los familiares que manejan el sufrimiento y la enfermedad del ente querido.


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