Parasitosis Intestinal Infantil
Autor: Dra. Ariany Ferrer | Publicado:  14/09/2010 | Microbiologia y Parasitologia , Pediatria y Neonatologia , Gastroenterologia | |
Parasitosis Intestinal Infantil .2

En tal sentido, la parasitosis intestinal es considerada como una enfermedad que aparece a consecuencia de una cadena de acontecimientos que enlazan a los elementos de la triada ecológica, agente-ambiente-hospedero. En este caso es importante resaltar que la transmisión de la enfermedad se ve influenciada principalmente por las condiciones del medio ambiente, el modo y estilo de vida de los individuos. 8

Por lo tanto, de continuar esta situación aumentará la Parasitosis Intestinal en cualquier grupo etario, raza, nivel socioeconómico, es decir, a cualquier ser humano causando un círculo vicioso entre los parásitos, medio ambiente y huésped, reflejado además en el sufrimiento del paciente y familiares, como también la carga financiera que representa para las instituciones dispensadoras de salud 9. Toda esta situación está estrechamente vinculada con la pobreza y con los sectores sociales más desamparados. En los países desarrollados están siendo reconocidos con una frecuencia cada vez mayor debido entre otros aspectos, a la diseminación mundial del Virus de la Inmunodeficiencia Humana. 10 Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea que las enfermedades parasitarias son consideradas como uno de los problemas más importantes de la salud pública en la actualidad, por lo que es un objetivo priorizado el control de la misma). 11

En relación a la población infantil, ésta no es ajena a todo lo anterior; se valora que aporta el mayor número de infectados entre los más de 1.000.000.000 de personas que cada año se infecta por parásitos; la carga parasitaria o intensidad de la infección alcanza su máximo entre los 5-15 años de edad por lo que los escolares tienden a sufrir las infecciones más severas. 12 Del mismo modo, algunos reportes han demostrado que estas infecciones persisten más tiempo y son más intensas en los niños con efectos deletéreos, tanto sobre el crecimiento y desarrollo como sobre el aprendizaje 13.

Por otra parte, las tasas de prevalencia en la población infantil en todo el orbe no han cambiado mucho en las últimas décadas, a pesar que han aumentado los recursos terapéuticos eficaces y que muchos países han establecido programas de control para la parasitosis intestinal.

Atendiendo a todo lo anterior y tomando en cuenta que la parasitosis intestinal juega un papel importante en el trópico, fundamentalmente en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo ya que está ligada a factores del medio ambiente y socioeconómicos 14, y que Venezuela, país en vía de desarrollo, situado en el trópico americano, tiene una numerosa población infantil la cual es muy susceptible a las enfermedades parasitarias, endémicas y prevalentes en su geografía demostrado estadísticamente con el registro de 100.000 casos de Amibiasis al año, con 18 muertes; de helmintiasis intestinales más de 400.000 casos anuales 7, con fines de disminuir la morbilidad por esta causa, se creó una estructura de salud (Medicina Familiar) que permitirá controlar a estos pacientes, así como la orientación de medidas necesarias ante la identificación de condiciones y mecanismos que favorecen la infección parasitaria. 15

Motivados por esta situación de parasitosis en el país, específicamente en el Ambulatorio Popular “San Vicente” Municipio Torres, debido al incremento de casos presentados en nuestras consultas y emergencia por causa de diarreas y otros síntomas asociados a parasitosis intestinal, se plantea ¿Cuál será el comportamiento de la Parasitosis Intestinal en el Ambulatorio Popular San Vicente? Por la necesidad de esclarecer la situación real y los factores asociados o causales de la misma, para poder, en un futuro inmediato encaminar medidas a modificar esta situación en el área.

Marco Teórico

Si bien el predominio de las principales parasitosis intestinales del mundo no ha cambiado, se puede referir que éstas, han aumentado en términos absolutos debido al crecimiento de la población. Es así como hace 51 años se estimaba que en el mundo, habían 644 millones de personas (30%) infectadas con Áscaris lumbricoides, 355 millones con Trichuris trichiura (16%) y 457 millones con Ancylostomídeos (21%) y que en 1997 se estimó que habían 1273 millones de personas (24%) con Áscaris lumbricoides, 902 millones (17%) con Trichuris trichiura y 1. 277 millones (24%) con Ancylostomídeos. O sea, que estas tres parasitosis intestinales han mantenido su preponderancia a pesar de los avances tecnológicos y médicos. 2

De igual manera, ha sucedido con las enteroparasitosis en América Latina, en donde el agente causal de la blastocistosis, el Blastocystis hominis se viene destacando. Sobre este protozoario persisten aún aspectos controversiales, como por ejemplo su rol patógeno. Existen informes, tanto en personas inmunocompetentes como en inmunosuprimidos, que sustentan el rol patógeno del protozoario. Otros autores sostienen que las pruebas de patogenicidad no son convincentes. 3

A pesar de esas discrepancias, la gran mayoría de autores recomiendan indicar tratamientos en las personas infectadas a las cuales se les haya excluido otras causas que expliquen los síntomas clínicos.
A esta gran diseminación contribuyen las condiciones socioeconómicas de muchas áreas del planeta; la falta de medidas sanitarias, el nivel de pobreza, el abandono en que se encuentran grandes masas de la población, las comunicaciones áreas y marítimas que a pesar de los avances tecnológicos facilitan la contaminación a países en los cuales existe desarrollo y medidas higiénico-sanitarias adecuadas, los que han visto aparecer el parasitismo en forma creciente en su población.

Por otra parte, la reinfectación frecuente en los pacientes tratados agrava todavía más la situación mundial, en relación con el parasitismo 4 y no se cuenta aún con vacunas contra ellos razón por la cual la quimioterapia ha sido el único tratamiento práctico para tratar individuos afectados o para disminuir la transmisión en poblaciones.

A pesar de las profundas trasformaciones socio-económicas y culturales logradas en Venezuela y con las estrategias tomadas, para solucionar esta problemática; aún persisten condiciones ecológicas que mantienen una prevalencia de un 12 a 15% de parasitismo intestinal en el país. 15 Lo cual favorece una gran repercusión en el proceso salud-enfermedad en el hombre.

El elevado porcentaje de parasitosis intestinal diagnosticado en Venezuela, en diferentes estados es indicativo de que en esta población prevalecen en forma homogénea condiciones socio económicas e higiénico sanitarias deficientes, evento que juega un rol clave en el establecimiento de estas infecciones. 16

Algunos helmintos como Áscaris lumbricoides y Trichuris trichura muestra la máxima intensidad de la infección entre los 5 y 15 años de edad, por lo que los escolares tienden a sufrir las infecciones más severas. Sin embargo, varios estudios han demostrado que en los niños preescolares el parásito intestinal más frecuentemente encontrado es Giardia lamblia. 17

La Giardia lamblia tiene una distribución mundial, con mayor incidencia en regiones tropicales y subtropicales. Este parásito habita en el duodeno y en el yeyuno superior, donde los trofozoítos se adhieren con firmeza a la superficie epitelial del intestino y originan lesiones superficiales de tipo inflamatorio. Esto aumenta su importancia patológica cuando existe gran cantidad de parásitos, la trasmisión se realiza por vía fecal-oral, usualmente a través del agua y los alimentos contaminados.

La parasitosis intestinal representa un problema de salud pública, situándose dentro de las diez principales causas de muerte, especialmente en países en vías de desarrollo que mantienen endemias altas debido a las deficientes condiciones de saneamiento ambiental, a la pobreza y a la falta de medidas de control y prevención adecuadas. La alta incidencia de infecciones parasitarias y poliparasitosis afecta el estado de salud, sobretodo de niños quienes están expuestos constantemente a factores de riesgo y reinfección. 17

Los niños son susceptibles de adquirir enfermedades parasitarias, principalmente las causadas por aquellos parásitos cuya forma infectante penetra por vía oral 18. En el paso de la lactancia a la edad preescolar, cuando comienzan su locomoción, aumenta su radio de acción, el contacto entre ellos y con el medio ambiente; de este modo se incrementa el riesgo de contraer enfermedades parasitarias. La existencia de instituciones como los círculos infantiles, pueden favorecer las condiciones para la transmisión fecal-oral de algunas enfermedades parasitarias como la producida por G. lamblia, que es el protozoo intestinal que con mayor frecuencia se presenta en la población adulta. 19


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