Endocarditis Infecciosa. Concepto. Epidemiologia. Clasificacion. Etiopatogenia. Cuadro Clinico. Diagnostico. Complicaciones. Pronostico. Tratamiento
Autor: Dr. Argelio Díaz Ortiz | Publicado:  27/09/2010 | Enfermedades Infecciosas , Cardiologia | |
Endocarditis Infecciosa. Epidemiologia Clasificacion Cuadro Clinico Diagnostico Complicaciones .2

La endocarditis derecha que afecta a la válvula tricúspide y menos frecuentemente a la válvula y la arteria pulmonar puede deberse al uso vía intravenosa (IV) de sustancias ilícitas o desde las vías vasculares centrales que facilitan la entrada de gérmenes y pueden lesionar al endocardio. Los gérmenes pueden proceder de la piel (p. ej., S. aureus, esp. Candida spp., bacilos coliformes).

Patogenia.

La Endocarditis Infecciosa se debe a la producción de un daño endotelial y la infección de dicha lesión por microorganismos circulantes. Tres factores hemodinámicos predisponen al daño de las superficies endoteliales:

1. Un chorro de sangre de gran velocidad.
2. El flujo desde una cavidad de presión elevada a una de presión baja.
3. Un orificio comparativamente pequeño separando a ambas cavidades, quedando un gradiente de presión.

La lesión del endotelio y facilita el depósito de fibrina y plaquetas que forman vegetaciones estériles denominadas endocarditis trombóticas no bacterianas (ETNB). La Endocarditis infecciosa se produce cuando se depositan microorganismos en la vegetación estéril durante una bacteriemia.

Factores estructurales predisponentes.

Los defectos congénitos y la enfermedad valvular reumática son importantes factores predisponentes junto con las válvulas aórticas bicúspides o calcificadas, la válvula mitral prolapsada, la estenosis subaórtica hipertrófica y las prótesis valvulares. Los trombos murales, las fístulas arteriovenosas, los defectos septales ventriculares y puntos del conducto arterioso permeable pueden también infectarse.

Factores predisponentes a la bacteriemia

Algunos de los procedimientos que generan bacteriemia con más frecuencia son: las extracciones dentales, cirugía periodontal y técnicas invasivas de diagnóstico o tratamiento orofaríngeo, gastrointestinal, urológico o ginecológico. Puede ocurrir bacteriemia espontanea atraumática cuando se producen infecciones pulmonares o cutáneas y en pacientes con enfermedad periodontal avanzada. El consumo de drogas intravenosas puede producir bacteriemia debido a que las agujas sin esterilizar pueden hacer que las bacterias ingresen al torrente sanguíneo. Muchos acontecimientos triviales como cepillarse los dientes o masticar goma de mascar inducen bacteriemias estreptocócica. La mayor parte de los casos de E I no se relacionan con ningún procedimiento yatrogénico.

Cuadro Clínico.

El cuadro clínico de la Endocarditis infecciosa tiene un espectro muy amplio que va desde el más evidente y florido que donde se tiene el antecedente reciente de una cirugía cardiovascular o un proceder invasivo sobre el corazón o los vasos centrales donde el paciente comienza con fiebre alta, escalofríos, manifestaciones embólicas sistémicas a distancia, insuficiencia cardiaca refractaria al tratamiento, un soplo nuevo o un soplo que ha cambiado sus características estetoacústicas, donde se puede establecer una diáfana relación causa efecto con un cuadro clínico manifiesto que no admite la más mínima duda diagnóstica. Pasando por el cuadro clásico predominante en tiempos atrás de un paciente joven con antecedentes de Fiebre reumática que después de un proceder invasivo mayor o menor, o la mayoría de las veces sin este antecedente comenzaba con un cuadro de fiebre alta y persistente, que muy frecuentemente se convertía en un síndrome febril prolongado o crónico, cambio en las características del soplo preexistente, esplenomegalia, la palidez en café con leche, nódulos de Osler, hemorragias en astillas clavadas, lesiones de Janewey,

Los fenómenos embólicos en el sistema nervioso central, los infartos renales, esplénicos. A partir del aumento del consumo de droga endovenosa y el uso de catéteres y otros procedimientos cercanos a las cavidades derechas aumenta la frecuencia de la aparición de la endocarditis derecha caracterizada por los fenómenos embólicos pulmonares y las manifestaciones de insuficiencia cardiaca derecha. Todo este amplio espectro de manifestaciones clínica llega hasta la más sutiles y poco floridas del típico adulto joven previamente sano que comienza con un síndrome febril sin focalización, que se convierte en prolongado o crónico cayendo muchas veces en el conocido cuadro de Fiebre de Origen no Identificado, sin manifestaciones clínicas que indiquen el origen o el órgano diana del proceso infeccioso.

Esta situación se convierte en un reto a la pericia y el buen juicio clínico. En ese bajo perfil se puede incluir el adulto debilitado por la edad avanzada, le enfermedad neoplásica, el uso de esteroides, la inmunosupresión, Insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca y otras enfermedades debilitantes con historia de ingreso reciente, o durante un ingreso por otra razón comienza con un cuadro séptico que va progresando y deteriorando al paciente donde no se logra identificar el órgano objeto de la infección que en muchas ocasiones lleva al paciente a la muerte ante nuestros ojos producto de una Endocarditis Infecciosa nosocomial. Estudios internacionales han evidenciado un alto número de necropsias donde aparecen evidencias patológicas de Endocarditis Infecciosa no diagnosticada clínicamente en grandes hospitales.

Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad son diversas y dependen de:

1. El proceso infeccioso intracardiaco local y sus complicaciones. Las embolias sépticas o blandas de fragmentos de las vegetaciones hacia prácticamente cualquier órgano.
2. La bacteriemia constante con aparición de focos a distancia.
3. El desarrollo de enfermedad por inmunocomplejos.

Síntomas y signos:

Los síntomas de endocarditis pueden desarrollarse lentamente (subagudos) o de repente (agudo). La fiebre es el síntoma clásico y puede persistir durante días antes de aparezca cualquier otro síntoma.
Otros síntomas pueden abarcar:

• Color anormal de la orina
• Sangre en la orina
• Escalofríos
• Sudoración excesiva
• Fatiga
• Dolor en las articulaciones
• Dolores y achaques musculares
• Anomalías en la uñas (hemorragias en astillas bajo las uñas)
• Sudores fríos (pueden ser severos)
• Palidez
• Manchas rojas en la piel de las palmas de las manos y plantas de los pies, llamadas lesiones de Janeway
• Nódulos rojos y dolorosos en las yemas de los dedos de las manos y de los pies llamados nódulos de Osler
• Dificultad para respirar durante actividad
• Inflamación de los pies, piernas y abdomen
• Debilidad
• Pérdida de peso
• Soplos cardiacos
• Esplenomegalia
• Manchas de Roth en el examen oftalmológico.


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar