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Principales valores para el personal de Salud
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Autor: Dra. Lizel Díaz del Mazo
Publicado: 27/10/2010
 

Se realizó un estudio tipo Revisión Bibliográfica para profundizar en el concepto y significación de algunos de los principales valores que debe poseer el personal del sector de la salud así como el estudiantado de las ciencias médicas con lo cual se diseñó un Folleto Instructivo el cual se propone sea utilizado por estudiantes, profesores, y trabajadores en general con vistas incrementar sus conocimientos al respecto y contribuir a la consolidación de estos valores de forma consciente en sus modos de actuación. Los valores trabajados fueron la responsabilidad, honestidad, laboriosidad, lealtad, comunicación, patriotismo y solidaridad. Se concluye que los valores son un conjunto de creencias que nos dictan la forma de conducta más aceptada socialmente y que el ser humano no solamente actúa por razonamiento, también influyen las emociones y los sentimientos.



Principales valores para el personal de Salud .1

Principales valores para el personal de Salud

Dra. Lizel Díaz del Mazo. Máster en A.P.S y Atención de Urgencias Estomatológicas. Especialista de II Grado en E.G.I. Profesora Auxiliar. Centro de trabajo: Facultad de Estomatología

Dra. María Luisa Duque de Estrada Bertot. Máster en Atención de Urgencias Estomatológicas. Especialista de II Grado en E.G.I. Profesora Asistente. Centro de trabajo: Clínica Estomatológica Provincial

Dra. Silvia Ferrer González. Master en Atención Comunitaria de Salud Bucal. Especialista de II Grado en E.G.I. Profesora Instructor. Centro de trabajo: Hospital Juan Bruno Zayas

Dra. Mayelin Arza Lahens. Master en Atención Comunitaria de Salud Bucal. Especialista de II Grado en E.G.I. Profesora Asistente. Centro de trabajo: Clínica Estomatológica Provincial

Dra. Ana B. Duharte Escalante. Máster en Atención Comunitaria de Salud Bucal. Especialista de II Grado en E.G.I. Profesora Auxiliar. Centro de trabajo: Clínica Estomatológica Provincial

Instituto Superior de Ciencias Médicas. Facultad de Estomatología. Santiago de Cuba


Resumen

Se realizó un estudio tipo Revisión Bibliográfica para profundizar en el concepto y significación de algunos de los principales valores que debe poseer el personal del sector de la salud así como el estudiantado de las ciencias médicas con lo cual se diseñó un Folleto Instructivo el cual se propone sea utilizado por estudiantes, profesores, y trabajadores en general con vistas incrementar sus conocimientos al respecto y contribuir a la consolidación de estos valores de forma consciente en sus modos de actuación. Los valores trabajados fueron la responsabilidad, honestidad, laboriosidad, lealtad, comunicación, patriotismo y solidaridad. Se concluye que los valores son un conjunto de creencias que nos dictan la forma de conducta más aceptada socialmente y que el ser humano no solamente actúa por razonamiento, también influyen las emociones y los sentimientos.

Introducción

El hombre, como animal racional, posee capacidades que le diferencian del resto de los seres vivos. Una de esas capacidades es la de emitir "juicios de valor", esto es: valorar las cosas que le rodean.(1)

¿Qué son los valores?

Distintas posiciones filosóficas y antropológicas han sostenido diferentes posturas acerca de su definición y realidad, dos posiciones de las más interesantes y controversiales se refieren a:

- La existencia de los valores por sí mismos, independientemente de todo e independientemente de que el hombre los perciba o no.
- Los valores son producto de la capacidad intelectual del hombre.

Ambas posiciones poseen un criterio válido, ya que las cosas no existen con independencia de sus valores, y los valores no existen sin un sustrato que los mantenga. La persona valora las cosas, y el objeto o cosa ofrece un fundamento para ser valorado. La capacidad intelectual del Homo Sapiens ha de servirle para descubrir por qué una cosa es buena. Pero este descubrimiento solo es posible a quien contempla el mundo de forma positiva, a quien previamente ha comprendido que todo lo que nos rodea tiene una finalidad, un sentido, una razón de ser y que es buena. Por lo que se puede definir que valor es todo aquello que hace a las cosas buenas. (1,2)

El ser humano, para comportarse como tal, ha de atender al bien que la razón le propone como objetivo de su natural tendencia a la felicidad. Toca a la persona hacer una valoración de las cosas y establecer una jerarquía de importancia. Así comprenderá que hay valores que deben ser sacrificados en aras de valores más altos: la salud es más importante que el dinero.

La diferente jerarquización de los valores es lo que otorga la talla moral a cada individuo. (3)

Es evidente que la educación de una persona dependerá de esta "escala moral" que haya interiorizado y que se encuentre en congruencia con el propio proyecto de vida.

Nuestros valores siempre están influidos por nuestras motivaciones y necesidades. Hablar de valores humanos significa aceptar al hombre como el supremo valor entre todas las realidades humanas. La valoración que hacemos de las cosas no la efectuamos con la sola razón, sino con el sentimiento, las actitudes, las obras... Con todo nuestro ser.

Educar al hombre en los valores humanos es educarlo para que se oriente en el valor real de las cosas. La declaración universal sobre los derechos humanos de la ONU recoge el común sentir de los hombres que reconocen los valores que dignifican y acompañan la existencia de cualquier ser humano.

Si el mundo de los valores puede servir de guía para la humanidad en sus aspiraciones de paz y fraternidad, deben servir también de guía al individuo en sus deseos de autorrealización y perfeccionamiento.

La escala de valores será la que determine sus pensamientos y su conducta. La carencia de un sistema de valores bien definido, sentido y aceptado instalará al sujeto en una indefinición y vacío existencial que le dejará a merced de criterios y pautas ajenas. (4)

Los valores nos ayudan a despejar las principales interrogantes de la existencia: quienes somos, y que medios nos pueden conducir al logro de ese objetivo fundamental al que todos aspiramos: la felicidad.

El personal de la salud tiene que proponerse cada día aumentar el caudal de sus valores individuales, por lo que se propone un folleto que los instruya en la definición de alguno de los fundamentales en el ejercicio de la profesión.

Desarrollo

“Principales valores para el personal del sector salud”

Responsabilidad: (5)

La responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha comprometido.

Es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, pues implica esfuerzo.

Tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza. Confiamos en aquellas personas que son responsables. Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que han prometido.

La responsabilidad es un valor, porque gracias a ella podemos convivir en sociedad de una manera pacífica y equitativa. Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber.


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Cuando una persona se muestra irresponsable pierde la confianza de sus congéneres. El origen de la irresponsabilidad es la falta de prioridades correctamente ordenadas.

El costo de la irresponsabilidad es muy alto porque provocará la inestabilidad de las relaciones sociales.

La responsabilidad vale, porque es difícil de alcanzar. Para mejorar la responsabilidad debe tenerse en cuenta que todo compromiso es de decisión individual pero de consecuencias muchas veces social y este aspecto es lo que merece el mayor respeto.

Honestidad (6)

La Honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quien lo que le es debido.

La Honestidad, garantiza confianza, seguridad, respaldo, confidencia, en una palabra integridad.

Para ser honesto hace falta ser sinceros en todo lo que se dice; fieles a las promesas hechas, actuando justamente y expresando opiniones que damos respecto a los demás.

Ser honesto significa no atribuir defectos que no tienen o juzgar con ligereza el actuar de alguien, evitar sacar provecho u obtener un beneficio a costa de las debilidades o de la ignorancia de personas; guardar como propio el secreto profesional de aquella información que es particularmente importante para el servicio o para el paciente que nos lo ha confiado, evitar provocar discordia y malos entendidos entre las personas que conocemos; señalando con firmeza el grave error que se comete al hacer calumnias y difamaciones o devolviendo con oportunidad las cosas que no nos pertenecen y restituyendo todo aquello que de manera involuntaria o por descuido hayamos dañado, enfrentando con valor nuestros defectos y buscando la manera más eficaz de superarlos, rectificando cada vez que nos equivocamos y cumpliendo con nuestro deber en las labores grandes y pequeñas sin hacer distinción.

Las relaciones en un ambiente de confianza conducen a la mejora personal y ajena, pues si en todo momento se obra con rectitud y honestidad, se aprende a vivir como hombre de bien.

Laboriosidad (7)

La laboriosidad significa hacer con cuidado y esmero las tareas, labores y deberes que son propios de nuestras circunstancias y profesión. También implica el ayudar a quienes nos rodean en el trabajo, la escuela, e incluso durante nuestro tiempo de descanso.

Para ser laborioso se necesita estar activo, hacer cosas que traigan un beneficio a nuestra persona, o mejor aún, a quienes nos rodean. Pueden establecerse pequeñas acciones que poco a poco y con constancia, ayudarán a trabajar mejor y a cultivar el valor de la laboriosidad:

- Comenzar y terminar de trabajar en las horas previstas. Generalmente cuesta mucho trabajo, pero garantiza orden para poder cubrir más actividades.
- Establecer un horario y una agenda de actividades para casa, en donde se contempla el estudio, el descanso, el tiempo para cultivar las aficiones, el tiempo familiar y el de cumplir las obligaciones domésticas o encargos.
- Terminar en orden y de acuerdo a su importancia todo lo empezado: encargos, trabajos, reparaciones, etc.
- Cumplir con todos nuestros deberes, aunque no nos gusten o impliquen un poco más de esfuerzo.
- Tener ordenado y dispuesto nuestro material y equipo de trabajo antes de iniciar cualquier actividad. Evitando así poner pretextos para buscar lo necesario y la consabida pérdida de tiempo e interés.
- Esmerarnos por presentar nuestro trabajo limpio y ordenado.

Crear una imagen de mucha actividad pero con pocos resultados se le llama activismo, para lo que se hace necesario analizar con valentía los verdaderos motivos por los que actuamos, para no engañarnos, ni pretender engañar a los demás cubriendo nuestra falta de responsabilidad con una simulación.

Comunicación: (8)

El valor de la comunicación nos ayuda a intercambiar de forma efectiva pensamientos, ideas y sentimientos con las personas que nos rodean, en un ambiente de cordialidad y buscando el enriquecimiento personal de ambas partes.

La comunicación es indispensable para procurar y mantener las buenas relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida, particularmente en la familia, el trabajo y con las personas más cercanas a nosotros.

La buena comunicación tiene algunas características que todos conocemos: escuchar con atención, no acaparar la palabra, evitar interrumpir, utilizar un lenguaje propio y moderado, lo cual demuestra educación y trato delicado hacia las personas. Pero este valor tiene elementos fundamentales e indispensables para lograr una verdadera comunicación:

- Interés por la persona que nos habla.
- Saber preguntar con claridad y en el sentido correcto.
- Aclarar aquello que nos parece incorrecto, o que puede ser mal interpretado.
- Sinceridad ante todo dentro de las normas de la ética.
- Comprender los sentimientos de los demás.
- No interpretar equivocadamente los gestos, movimientos o entonación con que se dicen las cosas.
- Observar el estado de ánimo de las personas.
- Aprende a ser cortés.
- Escoger temas que sean de interés para el interlocutor, y le definan criterios o los ayuden a resolver problemas. No imponer temas superficiales que cansan.

Lealtad: (9)

La lealtad es un corresponder, una obligación que se tiene al haber obtenido algo provechoso. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. Por eso el concepto de la lealtad se da en temas como la Patria, el trabajo, la familia o la amistad. Cuando algo o alguien nos ha dado algo bueno, le debemos mucho más que agradecimiento.

Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda.

La lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no solo porque nos pagan, sino porque tenemos un compromiso más profundo con la empresa en donde trabajamos, y con la sociedad misma.

- En toda relación se adquiere un deber respecto a las personas. Como la confianza y el respeto que debe haber entre padres e hijos, la empresa con los empleados, entre los amigos, los alumnos hacia su escuela.
- Nunca será buena idea que una persona que se preocupa por vivir los valores, trabaje en un lugar donde se hacen fraudes o impera la corrupción.
- Se es "leal" mientras se comparten las mismas ideas..
- La Lealtad no es consecuencia de un sentimiento afectivo, es el resultado de una deliberación mental para elegir lo que es correcto. El mentir para encubrir las faltas de alguien no nos hace leales, sino cómplices.
- La persona que participa de una actividad sólo por el éxito que se tiene, fácilmente abandona la empresa porque las cosas no salen bien o simplemente deja de obtener los beneficios a que estaba acostumbrado.
- Todo trabajo se debe hacer bien por lo que vale, no por "quedar bien" con el jefe.


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Patriotismo: (10)

Patriotismo es el valor que procura cultivar el respeto y amor que debemos a la Patria, mediante nuestro trabajo honesto y la contribución personal al bienestar común.

El ser patriota consiste en el orgullo de haber nacido en un país independientemente de sus recursos y de su tradición cultural y cuando se tiene la conciencia de que el desarrollo y construcción de un país se logra con el esfuerzo y trabajo personal, sumado al de todos los compatriotas, reconociendo que la Patria nos ha proporcionado las condiciones indispensables para lograr nuestro desarrollo intelectual, social, moral y económico.

Ser patriota es contribuir productivamente a cultivar los valores cívicos, respetar y amar a la Patria es un bien que garantiza la seguridad y estabilidad de vida que las personas necesitan para desarrollarse.

El patriotismo se manifiesta por los valores que transmitimos como ciudadanos conscientes: trabajo, conducta, modales, respeto a las normas y costumbres.

El verdadero patriota puede quejarse de su nación observando su errores y deficiencias, pero al mismo tiempo busca y propone los medios para poder solventarlos.

Para ser un buen patriota hay que seguir los preceptos sencillos pero sinceros

- Realizar el trabajo con dedicación y esmero, para ser productivos.
- Preocuparse por el cuidado del medio ambiente; pagar los impuestos, acudir a las urnas cuando sean elecciones para cargos públicos.
- No menospreciar todo aquello que el país le facilita: escuela, comunidad, servicios, costumbres.
- Participar en actividades de servicio comunitario para el desarrollo social.
- Visitar museos, asistir o participar en la promoción de actividades culturales que tengan como finalidad el dar a conocer los valores, costumbres y tradiciones nacionales.
- Procurar conocer la historia, para construir una nación, los hechos que han conformado la situación actual y descubrir la raíz de los males, comprenderlos y tomar decisiones para corregirlos y prevenir en la medida posible su repetición.
- Estar dispuesto a defender la Patria si es injuriada, vejada o ultrajada interna o externamente hasta conseguir su digna autodeterminación.

El honesto actuar como ciudadanos, significa haber nacido en un país y la responsabilidad que se desprende de este hecho.

La conciencia no puede despertarse cuando aparecen los desastres, las guerras y otros sucesos extraordinarios resaltando el patriotismo y la solidaridad y que todo pase al volver al ritmo de vida habitual. No es posible esperar la aparición de calamidades para darnos cuenta de nuestra capacidad de entrega y trabajo gustoso por nuestra tierra y conciudadanos.

En ocasiones las personas tienden a compararse con otras naciones “en las que se vive mejor”, y tal vez deberíamos comenzar por adquirir las cualidades que admiramos y elogiamos en los habitantes de otras latitudes y colaborar positivamente al enriquecimiento de la nuestra.

Debe cuidarse de no caer en el nacionalismo que propone un sentimiento de exclusividad y superioridad; no importa cuál sea la cualidad más destacada del país.

Cuando los valores cívicos están bien cimentados, nace la preocupación por ayudar a los demás, no sólo a nivel comunitario, sino como una extensión que traspasa las fronteras y se convierte fácilmente en solidaridad internacional máxima expresión de este valor.

Solidaridad: (11)

La Solidaridad es una característica de la sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a sus semejantes y a la cooperación con ellos. Podemos manifestar esta unión y cooperación, cada vez que procuramos el bienestar de los demás prestando nuestros servicios en la creación de mejores condiciones de vida.

La solidaridad es la ayuda mutua que debe existir entre las personas, no porque se les conozca o sean nuestros amigos, simplemente porque todos tenemos el deber de ayudar al prójimo y el derecho a recibir la ayuda de nuestros semejantes.

Al comprender que en cada lugar de trabajo y de convivencia, las personas tienen algo interesante que aportar y que enseñarnos; y aprendemos a interesarnos por el bienestar de las personas estamos en condiciones de ayudarles y prestarles un mejor servicio.

Ser solidarios requiere pensar en los demás como si fuera otro yo, pues no vivimos aislados y nuestros conciudadanos esperan que alguien se preocupe por el bienestar y seguridad de todos, tal vez de alguien como nosotros, como líderes emprendedores.

Generalmente el bien común va planteando nuevas necesidades, consecuentemente la labor no termina, pero se crea un ciclo en el cual se va haciendo cada vez más efectiva la ayuda y participación de todos.

No debemos reducir la Solidaridad como una actitud que debemos asumir en emergencias y desastres. Todo esfuerzo nacional o foráneo que requiera de cooperación, de desprendimiento, de sacrificio y abnegación significa solidaridad y el ciudadano digno y altruista debe de estar dispuesto a brindarla.

Se manifiesta esta unión y cooperación, participando en iniciativas como puede ser haciendo colectas de recursos para los necesitados, educando en comunidades marginadas, colaborando en campañas de salud o en los momentos de alguna catástrofe.

Magnanimidad (12):

La magnanimidad es una disposición hacia dar más allá de lo que se considera normal, de entregarse hasta las últimas consecuencias, de emprender sin miedo, de avanzar pese a cualquier adversidad. El ánimo grande, la magnanimidad, es el valor que convierte a un simple ser humano en un hombre grande de espíritu.

No debemos confundir una grandeza de ánimo con una motivación extraordinaria e impulsiva para realizar algo, los valores se practican independientemente del buen humor y entusiasmo con que recibimos el día y de la simpatía que tengamos por las personas.
Un ánimo grande se caracteriza por la búsqueda de su perfección como ser humano y la entrega total de su persona para servir a los demás desinteresadamente.

Un ánimo grande aleja de sí toda envidia y resentimiento; supera el temor a ser criticado por hacer algo que considera bueno; tiene la capacidad de afrontar grandes retos con paciencia y perseverancia, y sobre todo, la alegría y los buenos modales son rasgos característicos de su personalidad.

Para el magnánimo no existen tareas de ínfima categoría o el temor a cuidar lo que podría denominarse “buena imagen”, actúa con la convicción de cumplir con un compromiso y un deber personal: ayuda a quien goza de menor simpatía en un grupo; saluda con cortesía, cede el paso, o sirve en la mesa al empleado y al amigo por igual; se presta para mover muebles o bultos.

El verdadero triunfo de la magnanimidad está en ver por el bienestar de los demás sin medirlos por el beneficio material que puedan retribuir.


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Consideremos que para lograr una grandeza de ánimo es necesario:

- Cada día y a lo largo del mismo pregúntate: ¿Para qué hago esto? ¿Quiénes se benefician? ¿Puedo hacerlo mejor?
- Haz el propósito de prestar al menos un servicio diariamente en casa, escuela, oficina o a los amigos. No olvides en tu lista: hacer lo que más te disgusta o incomoda y a quien menos te simpatiza.
- Hoy mismo decídete a olvidar tus resentimientos, envidias y juicios negativos respecto a los demás.
- Comienza hoy a mejorar tus modales y ten más cortesía con todos por igual.
- Aprende a soportar las contrariedades con serenidad y a dominar la tristeza que pudiera generarse: comentarios negativos hacia tu persona, sean ciertos o no; el contratiempo profesional o escolar; el negocio que no se realizó.

La magnanimidad es un excelente medio para robustecer nuestra comprensión, el espíritu de servicio, la generosidad, el perdón y el optimismo. Todas nuestras acciones se ennoblecen cuando están al servicio de los demás: el consejo, la ayuda, la compañía y hasta el mismo trabajo, son los medios ordinarios que tenemos al alcance para hacer de nuestras labores y aspiraciones algo grande, algo fuera de lo común, algo que pocos están decididos a hacer.

Respeto (13)

Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en sociedad. Las leyes y reglamentos establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.

El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.

Respetar es también tener en cuenta el concepto de Pluralidad, es decir, de las diferencias de ideas y posturas respecto de algún tema, o de la vida misma y al concepto de Intolerancia, es decir el no tolerar. Fácilmente, ante alguien que no piensa, no actúa, no vive o no cree como nosotros podemos adoptar una actitud agresiva. Esta actitud, cuando es tomada en contra de nuestras ideas se percibe como un atropello a uno de nuestros valores fundamentales: la libertad. La intolerancia puede ser tan opresiva, que haga prácticamente imposible la convivencia humana.

Sensibilidad (14)

En realidad el valor de la sensibilidad es la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las personas, así como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para actuar correctamente en beneficio de los demás.

Ser sensible va más allá de un estado de ánimo, es permanecer alerta de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. La sensibilidad es interés, preocupación, colaboración y entrega generosa hacia los demás.

Todas las penas y padecimientos de los demás resultan incómodos y molestos, pensando que cada quien tiene ya suficiente con sus propios problemas como para preocuparse de los ajenos. La indiferencia es el peor enemigo de la sensibilidad.

No se puede esperar que las nuevas generaciones construyan ese futuro mejor que tanto se espera, si nos da lo mismo todo y no estamos ahí para dar criterio, para formar hábitos y hacer valer las buenas costumbres.

Dejarse llevar por lo más fácil y cómodo es la muestra más clara de insensibilidad hacia todo lo que afecta nuestra vida.

Reaccionar frente ante las críticas, la murmuración y el desprestigio de las personas, es una forma de salir de ese estado de pasividad e indiferencia para crear una mejor calidad de vida y de convivencia entre los seres humanos.

Muchas veces nos limitamos a conocer el nombre de las personas, incluso compañeros de trabajo o estudio, criticamos y enjuiciamos sin conocer lo que ocurre a su alrededor: el motivo de sus preocupaciones y el bajo rendimiento que en momentos tiene, si su familia pasa por una difícil etapa económica o alguien tiene graves problemas de salud. Todo sería más fácil si tuviéramos un interés verdadero por las personas y su bienestar.

En todas partes se habla de los problemas sociales, corrupción, inseguridad, vicios, etc. y es algo tan cotidiano que ya forma parte de nuestra vida, dejamos que sean otros quienes piensen, tomen decisiones y actúen para solucionarnos hasta que nos vemos afectados. La sensibilidad nos hace ser más previsores y participativos, pues no es correcto contemplar el mal creyendo que somos inmunes.

Podemos afirmar que la sensibilidad nos hace despertar hacia la realidad, descubriendo todo aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo personal, familiar y social. Con sentido común y un criterio bien formado, podemos hacer frente a todo tipo de inconvenientes, con la seguridad de hacer el bien poniendo todas nuestras capacidades al servicio de los demás.

Servicio (15)

Servir es ayudar a alguien de manera espontánea, como una actitud permanente de colaboración hacia los demás. La persona servicial lo es en su trabajo, con su familia, pero también en la calle ayudando a otras personas en cosas aparentemente insignificantes, pero que van haciendo la vida más ligera.

Las personas serviciales viven continuamente estuvieran atentas, observando y buscando el momento oportuno para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa y las manos por delante dispuestos a hacernos la tarea más sencilla, en cualquier caso, recibir un favor hace nacer en nuestro interior un profundo agradecimiento.

La persona que vive este valor, ha superado barreras que al común de las personas parecen infranqueables:

- El temor a convertirse en el “hácelo todo”, en quien el resto de las personas descargará parte de sus obligaciones, dando todo género de encargos, y por lo tanto, aprovecharse de su buena disposición.

La persona servicial no es débil, incapaz de levantar la voz para negarse, al contrario, por la rectitud de sus intenciones sabe distinguir entre la necesidad real y el capricho.

Quien ha superado a la comodidad, ha entendido que en nuestra vida no todo está en el recibir, ni en dejar la solución y atención de los acontecimientos cotidianos, en manos de los demás.

Todo servicio prestado y por pequeño que sea, nos da la capacidad de ser más fuertes para vencer la pereza, dando a quienes nos rodean, un tiempo valioso para atender otros asuntos, o en su defecto, un momento para descansar de sus labores cotidianas.

La rectitud de intención siempre será la base para vivir este valor, se nota cuando las personas actúan por interés o conveniencia, llegando al extremo de exagerar en atenciones y cuidados a determinadas personas por su posición social o profesional, al grado de convertirse en una verdadera molestia. Esta actitud tan desagradable no recibe el nombre de servicio, sino de “servilismo”.

Como muchas otras cosas en la vida, el adquirir y vivir un valor, requiere disposición y repetición constante y consciente de acciones encaminadas para lograr el propósito. Hagamos unas breves consideraciones:


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- Esforzarnos por descubrir pequeños detalles de servicio en lo cotidiano y lo común: ayudar a recoger los platos después de la comida, mantener en orden los efectos personales (sea en casa o el trabajo), ceder el paso o el lugar a una persona, llevar documentos u objetos en vez de esperar que alguien venga por ellos... Existen múltiples oportunidades y el realizar cada una de ellas, nos capacita para hacer un mayor esfuerzo en lo sucesivo.

- Observa cuantas cosas hacen los demás por tu persona y sin que lo pidas. Cada una de ellas puedes convertirla en un propósito y una acción personal.

- Dejar de pensar que “siempre me lo piden a mí”. Observa cuantas veces te niegas a servir, seguramente muchas y frecuentemente. Existe un doble motivo para esta insistencia, primero: que nunca ayudas, y segundo: se espera un día poder contar contigo.

- Si algo se te pide no debes detenerte a considerar lo agradable o no de la tarea, sin aplazar el tiempo, comenzar inmediatamente sin considerarlo una carga.

Esperar a recibir atenciones tiene poco mérito y cualquiera lo hace, para servir eficazmente hace falta iniciativa, capacidad de observación, Generosidad y vivir la Solidaridad con los demás, haciendo todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, viendo en los demás a su otro yo.

Sobriedad (16)

Qué difícil es hablar de sobriedad en una época caracterizada por la búsqueda del placer y del afán desmedido por acumular bienes de todo género; parece ser que lo único necesario es cuidar las apariencias y satisfacer nuestros deseos. La sobriedad no solo tiene que ver con estar sobrio y el manejo del alcohol. Este valor afecta otras realidades más importantes de nuestra vida.

El valor de la sobriedad nos ayuda a darle a las cosas su justo valor y a manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo en todo momento un límite entre lo razonable y lo inmoderado.

Aunque no podemos culpar del todo a la publicidad, es ella quien transmite una idea falsa de felicidad: en toda reunión de amigos debe haber determinada bebida para estar alegres; si vistes con determinada marca de ropa demuestras actualidad; ser conocedor de restaurantes y platillos exóticos, te hace hombre de mundo; al utilizar cremas, pastillas y tratamientos para cuidar tu figura, te dará belleza... y así, todo un conjunto de elementos que caracterizan a una sociedad consumista preocupada por la apariencia de la persona.

Por tanto, damos por cierto que la felicidad está en todo aquello que cultiva nuestra vanidad y nos da satisfacciones, entonces, no es extraño que estemos bajo el influjo de agentes externos.

El "tener más", "lo más novedoso" o lo "más caro" se convierte en la base de nuestra seguridad personal, caemos en el despilfarro con tal de alimentar nuestra soberbia y vanidad por el deseo de sobresalir, de estar a la moda y de aparentar una mejor posición económica; sin reflexionar compramos varios pares de zapatos (ropa, accesorios, etc.) por estar a un precio rebajado. En este sentido, debemos reconocer que somos caprichosos y orientamos nuestros esfuerzos a conseguir las cosas sin importar el precio, y algunas veces postergando lo indispensable.

La sobriedad nos ayuda a saber comprar sólo lo verdaderamente necesario, indispensable y de utilidad; por el contrario, aprendemos a obtener el máximo uso y provecho de todo lo que tenemos, sin dejar las cosas prácticamente nuevas y sin utilizar. Para la sobriedad hace falta autodominio.

También debemos ser sobrios en nuestra forma de hablar, de comportarnos y de vestir: existen personas que dicen todo cuanto les viene a la mente, muchas veces sin comunicar nada y sólo por el gusto de sentirse escuchados; otros exageran en las bromas, las palabras altisonantes y los aspavientos; también es chocante vestir estrafalariamente, lleno de accesorios y adornos que podrán ser de moda pero hacen perder elegancia.

Cuando no ponemos límites, llegamos a una insatisfacción "por sistema" en la que siempre queremos más. De ahí surgen los vicios, la dependencia de las drogas, el deseo de placer sexual, la infidelidad...

Para vivir este valor no hace falta pensar en grandes cosas y privaciones, una vez más la respuesta está en cuidar los pequeños detalles:

- Antes de comprar algo reflexiona sobre el motivo de la adquisición: si es necesidad, un simple lujo o un verdadero capricho. Si es el caso, no inventes necesidades, se valiente y reconoce que no vale la pena el gasto.

- Usa las cosas y no las cambies simplemente porque en el mercado hay una más novedosa, o porque todos tus amigos la compraron. En esta competencia sin fin tu bolsillo es el más afectado.

- Reconoce tu verdadera situación económica y vive de acuerdo a tus posibilidades. Cuando te decidas a hacerlo, aprenderás que las personas te aceptan por lo que eres.

- Habla sólo lo necesario. Transmite pensamientos más que palabras.

- Viste de forma elegante y decorosa, la moda también puede cumplir con este requisito.

- Evita el deseo de ser el centro de atención y aprende a divertirte: el alcohol, las bromas de mal gusto, las palabras altisonantes y los desmanes, manifiestan inseguridad y falta de autodominio.

La sobriedad no es negación ni privación. Es poner a tu voluntad y a tu persona por encima de las cosas, los gustos y los caprichos, dominándolos para no vivir bajo su dependencia. Es muy natural que al estar condicionados por nuestros impulsos, nos cueste trabajo dejarlos, pero nunca es tarde para comenzar, con pequeños esfuerzos, fortalecemos nuestra voluntad y desarrollamos este valor necesario para aprender a administrar nuestro tiempo y nuestros recursos, además de construir una verdadera personalidad.

Superación (17)

Nuestra vida está llena de oportunidades, saber aprovecharlas y obtener los frutos deseados constituyen el centro de nuestras aspiraciones. Actualmente se habla de excelencia personal y el éxito al alcance de la mano, sin embargo, muchas de estas fórmulas se enfocan a la solución de problemas y al logro de una posición económica preponderante, quedando cortas en lo que a la superación personal se refiere, la verdadera superación no tiene cantidad sino calidad.

La superación es el valor que motiva a la persona a perfeccionarse a sí misma, en lo humano, espiritual, profesional y económico, venciendo los obstáculos y dificultades que se presenten, desarrollando la capacidad de hacer mayores esfuerzos para lograr cada objetivo que se proponga.

La superación no llega con el tiempo, el simple deseo o con la automotivación, requiere acciones inmediatas, planeación, esfuerzo y trabajo continuo.

En muchas ocasiones la superación no aparece como un gran cambio lleno de beneficios materiales. Con cierta frecuencia encontramos a personas inconformes en su trabajo, deseando cambiar porque en el tiempo que llevan no ha mejorado su posición. Sin embargo, rechazan oportunidades con un bajo incremento económico o un mismo nivel profesional, sin darse cuenta que la experiencia, las relaciones y los nuevos conocimientos por adquirir, constituyen un perfeccionamiento personal que más adelante servirá para alcanzar otros objetivos.

Aunque los recursos económicos y materiales sean necesarios, no debemos enfocar la superación a la acumulación de los mismos, como una manera fácil de medir un progreso. Existen otros aspectos fundamentales y prioritarios que toda persona debe atender:


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- Podemos comenzar por ver nuestros hábitos y costumbres: el cuidado de las cosas ajenas y personales; el orden en nuestras comidas, diversiones y descanso; la atención y cuidados que procuramos a nuestros familiares (hijos, padres, cónyuge, etc.); tratar con amabilidad a todas las personas; ocupar nuestro tiempo libre para tener convivencia, cultivar pasatiempos o realizar actividades sencillas.

- En el terreno profesional no basta lo que hemos aprendido, continuamente debemos buscar los medios para ser más profesionales y competentes, como aprender a sacarle el debido provecho al uso de la computadora (ordenador) para aplicarlo a nuestro trabajo y tener un mejor rendimiento; idear nuevos sistemas para hacer nuestro trabajo con mayor agilidad y disminuir errores; estudiar una especialidad.

Para el estudiante significa dedicar más tiempo a su preparación, conocer y aplicar nuevas técnicas de estudio que faciliten un mejor aprendizaje con los resultados deseados; desarrollar la investigación personal y mejorar la calidad en los trabajos que realice.

Las posibilidades de superación son innumerables y ante tantos aspectos podemos caer fácilmente en el desánimo. Además de tomar la firme decisión de iniciar hoy mismo, conviene elaborar un pequeño plan para hacerlo de manera ordenada y llevarlo a la práctica de forma consistente.

Cabe considerar sobre la existencia de los obstáculos, siempre los habrá, pero la verdadera superación consiste en afrontarlos y ante ellos cobrar nuevos bríos. En esta vida nada es fácil, todo lo que vale la pena requiere de perseverancia y paciencia para alcanzarlo, es entonces cuando la superación se hace sublime -alejada de toda vanidad y soberbia- con el gozo interior de acercarnos cada vez más a la cima de la humana perfección.

Conclusiones

- Los valores son un conjunto de creencias que nos dictan la forma de conducta más aceptada socialmente.
- El ser humano no solamente actúa por razonamiento, también influyen las emociones y los sentimientos.
- El problema de la formación en valores humanos ocupa un lugar esencial en las discusiones actuales en todos los ámbitos, no sólo se valora la necesidad de trabajar en esta dirección en los centros educacionales sino también en los diferentes centros laborales de los servicios.
- A partir de aquí se comprende la necesidad de trabajarlos durante toda la carrera y extenderlos a debates laborales.

Referencias Bibliográficas:

1. Antonio de Jesús Aranda Correa. Los valores sociales en la educación Julio de 2006.
http://www. wikilearning. com/articulo/la_etica_ social_e_la_educacion_ superior-los_valores_ sociales_en_la_ educacion/ 15773-1
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3. Ernesto Eduardo Briones. Valores sociales y culturales. http://www. ecojoven.com/ uno/05/valores2. html
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6. Los valores Humanos, Honestidad. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ honestidad.htm
7. Los valores Humanos, Laboriosidad. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ Laboriosidad.htm
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9. Los valores Humanos, Lealtad. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ lealtad.htm
10. Los valores Humanos, Patriotismo. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ patriotismo.htm
11. Los valores Humanos, Solidaridad. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ solidaridad.htm
12. Los valores Humanos, Magnanimidad. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ magnanimidad.htm
13. Los valores Humanos, Respeto. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ respeto.htm
14. Los valores Humanos, Sensibilidad. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ Sensibilidad.htm
15. Los valores Humanos, Servicio. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas/ Servicio.htm
16. Los valores Humanos, Sobriedad. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas /Sobriedad.htm
17. Los valores Humanos, Superación. Proyectos Salón Hogar http://www. Proyectosalon hogar.com/ Diversos_Temas /Superacion.htm