La deficiente promocion de la lactancia materna en la prevencion de alteraciones maxilofaciales: un problema social
Autor: Msc. Braulia Vicente Botta | Publicado:  9/11/2010 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Pediatria y Neonatologia | |
Deficiente promocion lactancia materna prevencion alteraciones maxilofaciales. Problema social .3

Desde una perspectiva epidemiológica, se calcula que anualmente una adecuada promoción de la lactancia natural podría salvar un millón de vidas infantiles en los países subdesarrollados y en desarrollo, sí las primeras mamadas se realizaran durante un período instintivo y la lactancia se estableciera en los primero minutos después del parto, a libre demanda, sin complementos de ninguna índole y si la forma exclusiva se prolongara entre 4 y 6 meses.

La mayoría de las madres inician la lactancia materna en las primeras horas del nacimiento, pero diversos factores biológicos, sicológicos, sociales, económicos y culturales han influido para que se produzca una caída en el porcentaje que lacta a sus hijos por el tiempo establecido.

Esta decisión es fuertemente influenciada por la información acerca de una correcta alimentación que deben recibir las madres y por el apoyo físico y social, proporcionado durante el embarazo, parto y puerperio por parte de los miembros de la familia, la que puede organizarse y apoyar exitosamente la lactancia, asegurándose de que la madre reciba una adecuada nutrición y un adecuado descanso mientras amamanta.

Las actitudes familiares, médicas y culturales, las condiciones económicas, presiones comerciales, las políticas y normas nacionales e internacionales pueden favorecer o desfavorecer la lactancia.

El abandono de la lactancia materna se inicia a principios del siglo XX en los países industrializados, adoptándose posteriormente por las naciones más pobres, donde se impone el dominio del capitalismo global, lo que favorece el mercantilismo. Esta situación ha sido influida por circunstancias culturales y socioeconómicas que por diferentes vías alentaron la implantación de una "Cultura del biberón," haciéndola sinónimo de modernidad y mejor calidad en la alimentación de los recién nacidos. (3)

En niveles socioeconómicos bajos la adquisición de fórmulas infantiles y biberones repercute de forma importante en la economía familiar y el estímulo para la adquisición de estos productos lo reciben a través de los medios de comunicación, con el supuesto prestigio que representa la imagen de una sociedad con recursos.

La urbanización acelerada y no planificada de la vida rural que altera las raíces culturales de la población la hacen abandonar hábitos y costumbres incluidas las alimentarías, agregándose la fuerte migración de zonas rurales a zonas urbanas y urbano-marginales que favorece la imitación de estos patrones sin los recursos necesarios.

La lactancia materna no es solamente instintiva, también es una conducta adquirida, por lo que en la actividad hacia ésta influye la observación durante la niñez, el medio familiar y social y la información que el personal de salud transmite a la mujer principalmente durante el embarazo. (5)

Si valoramos la influencia formativa que tuvo la sociedad sobre la lactancia materna y la relacionamos con las concepciones actuales de mantenerla de forma exclusiva por lo menos hasta el 4º mes del niño basándonos en los conocimientos científicos sobre la fisiología del aparato digestivo del niño, que favorecen una mejor comprensión de su alimentación, observamos que existen malas interpretaciones por desconocimiento de lo anterior por parte de los padres, la familia y la sociedad, lo que repercuten negativamente sobre la prevalencia de la lactancia materna, al introducirse precozmente alimentos en la dieta del niño.

La preparación adecuada sobre la lactancia natural repercute de forma muy notable sobre la prevalencia de la misma.

Otros factores que han influido en la declinación de la lactancia materna son los siguientes: las prácticas hospitalarias que promueven el distanciamiento madre-hijo inmediatamente después del parto y el suministro de diversos líquidos como alimento inicial, la desinformación del personal de la salud, la incorporación de la madre al trabajo y la incertidumbre de la embarazada hacia la lactancia. (3)

A nivel mundial como una respuesta social organizada para la promoción, protección y apoyo a la lactancia, aparecen un conjunto de acciones entre las cuales debemos destacar el Código Internacional para la Comercialización de los Sucedáneos de la Leche Materna, la Declaración Conjunta OMS/UNICEF en 1989, la Declaración de Inocenti, La Cumbre Mundial a Favor de la Infancia de 1990 y la Convención sobre los Derechos del Niño, que ponen de manifiesto el humanismo como pretensión de realizar el ideal comunista y la preocupación por el individuo para eliminar aquellas condiciones de vida y relaciones sociales que lo enajenan.

En nuestro país el triunfo de la Revolución marcó el inicio de profundas transformaciones económicas y sociales que repercutieron de manera decisiva en la Salud Pública Cubana, un trabajo eficiente y sistemático en la atención integral materno-infantil nos ha permitido obtener logros extraordinarios en este programa.

Como eje de la acciones que en Cuba se están desarrollando a favor de la recuperación de la lactancia natural encontramos el Programa Nacional de Lactancia Materna y la declaración de Hospitales, Hogares Maternos y Consultorios Médicos de la Familia como “Amigos del Niño y la Madre”, la Ley de Maternidad y la Resolución número 10/91 del Trabajo y Seguridad Social que garantizan la prestación económica a la misma durante los primeros seis meses del niño que favorecen la prolongación del amamantamiento durante este tiempo, así como el derecho a la Licencia Laboral no retribuida hasta el año de edad de su hijo.

Para lo cual se requiere además, de la importante colaboración de los grupos de apoyo comunitario con la participación de los Comités de Defensa de la Revolución (C.D.R), Federación de Mujeres Cubanas (F.M.C) y de organismos como Cultura y Educación.

La Cumbre Mundial en favor de la Infancia ha marcado un cambio cualitativo en cuanto al tratamiento de los temas relacionados con la niñez y la adolescencia. Las convenciones sobre los derechos de los niños y las niñas, notificadas por la mayor parte de los países, han impuesto el desafío de asegurarles condiciones de vida que promuevan su adecuado desarrollo y acceso al más alto nivel de salud y a una educación sanitaria que les permita crecer saludablemente en su entorno.
La Organización Mundial de la Salud, en el año 2000, en una reunión de los países miembros, aprobó la Declaración del Milenio, proyecto dirigido a construir un mundo mejor en el siglo XXI. En ese documento se recogen las nobles aspiraciones de conseguir una vida digna para hombres, mujeres y niños. (6)

Sin embargo, el propio Kofi Annan, ex secretario general de las Naciones Unidas, afirmó que "para la mitad de los 2 000 millones de niños y niñas que viven en este mundo actualmente, la infancia es cruda y brutalmente diferente del ideal que soñamos”

A pesar de todo lo realizado y logrado en el sector de la salud pública cubana, se plantea como problema social de las ciencias médicas la deficiente educación sanitaria estomatológica de la población, ya que se mantiene la prevalencia de enfermedades bucales que pudieran evitarse si se llevaran a cabo estilos de vida saludables. Aplicando un enfoque Marxista moderno de los factores determinantes en el estado de salud de la población, la correlación de lo biológico y lo social en el proceso salud-enfermedad, llegando a la conclusión que los factores socios culturales sin sustituir los biológicos, tienen gran influencia en la etiopatogenia de las caries dentales, maloclusiones y parodontopatías. (3)

Se hace necesario elevar la calidad en el desempeño de los equipos de salud, incorporando en su quehacer diario la Estomatología Educativa, lo que redundará positivamente en la economía del país. Quedando muchos aspectos por definir en relación con la atención estomatológica al medio social y natural donde residen las personas y las familias; ejemplo de ello sería el conocimiento de la historia social de las enfermedades bucales, los riesgos, y otros factores determinantes sociales, para lo cual es necesario ampliar conocimientos en psicología, sociología, y epidemiología.


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