La deficiente promocion de la lactancia materna en la prevencion de alteraciones maxilofaciales: un problema social
Autor: Msc. Braulia Vicente Botta | Publicado:  9/11/2010 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Pediatria y Neonatologia | |
Deficiente promocion lactancia materna prevencion alteraciones maxilofaciales. Problema social .4

También deberán ampliarse los conocimientos relacionados con los factores determinantes biológicos y el desempeño profesional para enfrentarlos, cuya base sería el dominio de la atención primaria en las especialidades estomatológicas.

La promoción de la lactancia natural en contextos sociales, económicos y culturales diversos necesita comprender los factores que influyen en muchas madres en la no utilización de este tipo de alimentación.

Para poder lograr promoción y prevención dentro de la familia con respecto a la salud bucal, es necesario que ésta conozca los factores de riesgo que pueden estar influyendo en su entorno.

Recientes sondeos realizados por la Dirección de Estadísticas del Ministerio de la Salud Pública, revelan que las madres que amamantan a sus hijos en los primeros tres meses es de apenas un 42%, cifra que disminuye a un 26% en los menores de cinco meses que reciben lactancia exclusiva.
Es criterio compartido por especialistas consultados, es que el conocimiento que posea la mujer sobre la práctica de la lactancia materna influye de manera positiva en la puesta en práctica de esa alimentación, lo que depende en gran medida de la información que reciban las gestantes, en lo que el personal de los servicios de salud tiene una alta responsabilidad.

Entonces, educar para promover y proteger la salud, conociendo los factores de riesgo de las principales enfermedades bucales, será la meta a alcanzar mediante un nuevo modelo de atención estomatológica que responderá al concepto de la Estomatología General Integral (EGI), que coloca al hombre como un ser biopsicosocial sobre el que influyen diferentes factores negativos, como atributos que pueden actuar negativamente en la aparición y desarrollo de la enfermedad. (4)

Oclusión Dentaria.

La oclusión dentaria reviste una importancia capital dentro del aparato masticatorio, ya que constituye el grupo de actos mediante los cuales los dientes desempeñan activamente sus funciones, particularmente la masticación.

La oclusión es considerada por toda la variada y compleja gama de relaciones entre los dientes de ambas arcadas en el caso del contacto entre ellos y durante los movimientos mandibulares.

En la oclusión intervienen la biomecánica de la articulación temporomandibular, la acción de los músculos que intervienen en los movimientos de la mandíbula y sus mecanismos reguladores (nerviosos-vasculares).

El alineamiento de los dientes en su arco con sus numerosos puntos de contacto interproximales y las relaciones de los dientes con otras estructuras no dentarias del aparato masticatorio (lengua, labios, mejillas). Todos estos elementos conjugados son los que determinan un definido patrón oclusivo.

De todo esto se deduce que la oclusión no es estática. Las relaciones cambian debido a los procesos de crecimiento y desarrollo de los maxilares, del cráneo, de los brotes y recambios dentales, así por el desgaste de las coronas dentarias durante la fricción de la masticación.

Todo lo que se aleje de estos patrones de oclusión es considerado una anomalía dentomaxilofacial o maloclusión.

La etiopatogenia de las anomalías dentomaxilofaciales es compleja porque existen pocas causas específicas de maloclusiones precisas y rara vez se ve afectado un solo órgano o tejido; Presentan una amplia correlación patognomónica con implicaciones estructurales y funcionales entre si y con todos los sistemas de organización interna.

A pesar de eso, las predisposiciones (ambiente propicio para las anomalías dentomaxilofaciales) y los factores preexistentes suelen ser simples, en un comienzo, y es ahí, en etapas tempranas de la vida, donde se pueden detectar y controlar.

Maloclusión Dentaria.

Para que una alteración dentomaxilofacial se presente, se requiere de 3 factores primarios: El agente causal, el huésped susceptible y el ambiente propicio. Esto sumado al factor tiempo como último elemento determinante de la” tétrada epidemiológica”, marcará la presencia de alteraciones dentomaxilofaciales. La severidad de la alteración depende del tiempo que determina y cambia el pronóstico, ya que el comportamiento de la alteración es individual de cada individuo.

Son de etiología multifactorial compleja porque existen pocas causas específicas de maloclusiones precisas y rara vez se ve afectado un solo órgano o tejido. El conocer el comportamiento típico de la anomalía sirve para predecir su pronóstico y evitar su presencia, atacando la formación de la tríada epidemiológica.

Las maloclusiones frecuentemente, se originan de hábitos musculares nocivos, atribuidos a funciones alteradas: succiones no nutritivas prolongadas, hábitos alimenticios inadecuados, enfermedades nasofaríngeas, disturbios en la función respiratoria, postura anormal de la lengua. Por tanto, la mayoría de las maloclusiones pueden ser prevenidas.

Es importante para mantener una integridad dentaria, la atención profesional, que debe también revisar la higiene bucal las funciones del sistema estomatognático, como la succión, respiración, deglución, masticación y habla. Los movimientos musculares y los ejercicios funcionales, son igualmente importantes en la prevención de las maloclusiones.

Desde hace muchas décadas, existe un interés especial por la salud de los niños y los factores que la alteran, pues se reconoce que éste es un indicador importante que refleja el nivel de bienestar de una sociedad en su conjunto. Los complejos factores etiológicos de las maloclusiones son obstáculos hasta hoy para su tratamiento, pues no son consecuencias de etiologías singulares, pero sí resultantes de interacciones entre factores sistémicos y ambientales.

Se plantea que los problemas de oclusión encontrados en la dentición primaria, pueden alcanzar un grado más elevado en la dentición permanente. Por lo tanto, es esencial el conocimiento de los problemas desde edades tempranas para que puedan tomarse las precauciones y recomendaciones necesarias que permitan preservar la dentición primaria en condiciones favorables. (5)

En primer lugar, aspectos como la falta de lactancia materna, la inestabilidad familiar, la falta de cariño y apoyo emocional de los padres y los conflictos intrafamiliares determinan en la aparición de hábitos bucales deformantes como el chupeteo del dedo, en el que el niño encuentra un modo de refugiarse ante su inseguridad.

Un niño sin apoyo emocional ni ayuda de sus familiares no es capaz de realizar los ejercicios indicados por el estomatólogo y si persisten los conflictos intrafamiliares se refuerza el hábito y hasta pueden aparecer otros que potencien la acción perjudicial del ya presente.

Algunas de las manifestaciones clínicas de maloclusiones más frecuentes observadas en niños que no fueron amamantados durante el tiempo establecido, son la respiración bucal, vestibuloversión de dientes anterosuperiores, mordidas abiertas anteriores, paladar profundo, labio superior hipotónico y resequedad en la mucosa entre otros. (8)

Aunque la individualidad es característica de la especie humana, se hace necesario admitir determinadas normas morfológicas, estéticas y fisiológicas que nos permiten distinguir entre lo que podríamos denominar normal o habitual y lo que se aparta de ello.


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