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Conducta del adulto mayor hacia las actividades basicas e instrumentales de la vida diaria y su estilo de vida saludable
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Autor: Lic. Omaira Ramírez
Publicado: 25/11/2010
 


El envejecer es un proceso complejo y fascinante que experimentan todos los seres humanos. Se trata de un estudio de tipo descriptivo, expostfacto, correlacional, realizado con el objetivo de determinar la conducta del adulto mayor hacia las actividades de la vida diaria en sus factores: Realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria y su relación con el estilo de vida saludable en sus factores: hábitos sociales y hábitos personales de salud del adulto mayor, que asiste a la Guardería “Mi Refugio” en el Municipio San Diego de Alcalá en Valencia, Edo Carabobo. La población objeto del estudio, estuvo conformada por los 120 adultos mayores inscritos en la precitada guardería, y para la muestra fue tomada el 50% representada por 60 sujetos, a los cuales se les aplicó un instrumento tipo encuesta estructurado en dos partes: La primera parte contiene datos sociodemográficos y la segunda contiene 36 ítems referidos a las variables del estudio, diseñado con escala de Lickert con cinco (5) opciones de respuestas S-CS-AV-CN-N.


Conducta adulto mayoractividades basicas e instrumentales vida diaria y estilo vida saludable .1

Conducta del adulto mayor hacia las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria y su estilo de vida saludable.

Omaira Ramírez. Licenciada en Enfermería. Magister en Administración de los Servicios de Enfermería Universidad de Carabobo. Magíster en Enfermería Gerontológica y Geriátrica Universidad de Carabobo. Diplomatura en Desarrollo Curricular Fundacelac. Universidad de Carabobo. Diplomatura en Entornos virtuales de Aprendizaje. Un enfoque basado en competencias. UCLA. Cursante del Doctorado en Ciencias de la Enfermería. Mención Cuidado Humano. Universidad de Carabobo. Profesor Titular a Dedicación Exclusiva en la Cátedra de Gerencia en Salud y Enfermería Escuela de Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Docente del Programa de Maestría de Gerencia de los Servicios de Salud y Enfermería. Área de Postgrado Universidad de Carabobo. Miembro de la Comisión Coordinadora del Programa de Maestría de los Servicios de Salud y Enfermería Universidad de Carabobo.

Elda Henríquez Licenciada en Enfermería. Maestría en Enfermería Gerontológica y Geriátrica. Docente Asociado a dedicación exclusiva adscrita al Departamento Clínico de Salud Integral del adulto de la Escuela de Enfermería Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Miembro de la Comisión Coordinadora del Programa de Enfermería Gerontológica y Geriátrica. Dirección de Postgrado. Universidad de Carabobo. Directora de la Escuela de Enfermería.

Resumen

El envejecer es un proceso complejo y fascinante que experimentan todos los seres humanos. Se trata de un estudio de tipo descriptivo, expostfacto, correlacional, realizado con el objetivo de determinar la conducta del adulto mayor hacia las actividades de la vida diaria en sus factores: Realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria y su relación con el estilo de vida saludable en sus factores: hábitos sociales y hábitos personales de salud del adulto mayor, que asiste a la Guardería “Mi Refugio” en el Municipio San Diego de Alcalá en Valencia, Edo Carabobo. La población objeto del estudio, estuvo conformada por los 120 adultos mayores inscritos en la precitada guardería, y para la muestra fue tomada el 50% representada por 60 sujetos, a los cuales se les aplicó un instrumento tipo encuesta estructurado en dos partes: La primera parte contiene datos sociodemográficos y la segunda contiene 36 ítems referidos a las variables del estudio, diseñado con escala de Lickert con cinco (5) opciones de respuestas S-CS-AV-CN-N.

La confiabilidad del instrumento se determinó mediante la aplicación al instrumento del Índice Alfa de Crombach alcanzando un nivel de 0.77. El análisis de los datos se hizo mediante el porcentaje, media, desviación standard, coeficiente de varianza y el coeficiente de correlación de Pearson. Los niveles de significación estadística utilizados fueron p<0.01 y p>0.05. Los resultados confirmaron que hubo relación estadísticamente significativa entre las variables Conducta del adulto mayor hacia las actividades de la vida diaria y su Estilo de vida saludable. Igualmente hubo relación estadísticamente significativa entre los factores de ambas variables.

Palabras clave: Adulto mayor. Actividades de la vida diaria. Estilos de vida saludable. Autocuidado.

Introducción

El envejecimiento es un proceso que forma parte de la vida y es inseparable de otros que ocurren continuamente desde su comienzo, por lo que, el deseo de todo ser humano es llegar a una vejez exitosa, a pesar de los cambios y de la disminución de la funcionalidad, característico de esta etapa. Sin embargo, la realidad nos muestra la creciente vulnerabilidad del anciano frente a factores de riesgo como el estrés, aislamiento social, obesidad, alcohol, cigarrillos, ingesta exagerada de grasas, entre otras; que generalmente desencadenan patologías que conllevan a la cronicidad en el anciano.

Indudablemente que la participación de la enfermera constituye una herramienta esencial para la valoración física y emocional del adulto mayor orientándole hacia una evolución satisfactoria que le permita llevar un estilo

El envejecimiento es un proceso complejo y dinámico con componentes fisiológicos, psicológicos y sociológicos inseparables e íntimamente relacionados. Se trata de un proceso normal que implica un crecimiento, desarrollo y adaptación, continuados con la muerte. Por cuanto con la vejez acontece una lentificación progresiva y gradual de la conducta y el funcionamiento; se plantea además un aumento gradual de la vulnerabilidad a la enfermedad, y por cuanto algunos de los cambios funcionales que se producen en el adulto mayor se deben a la enfermedad, es por ello que la enfermera debe preocuparse por mantener al adulto mayor en su nivel funcional óptimo.

Cabe destacar, que el envejecimiento de la población se refiere simplemente al aumento cada vez mayor de la proporción de personas de edad dentro de la estructura general, proceso que se determina en primer lugar por las tasas de fecundidad y en segundo lugar por las tasas de mortalidad.

Sobre el particular, las estadísticas indican que la población ha aumentado su expectativa de vida, lo cual es positivo, sobre el particular en el año 2025, tres de cada cuatro de los 1000 millones de ancianos del mundo vivirán en los países en desarrollo en comparación con cerca de 50% en 1989. (1)

Sin embargo, según las proyecciones tomadas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a nivel mundial se registran 376 millones de personas mayores de 60 años de edad y se calcula que para el 2020 esta cifra alcanzara a 590 millones, de los cuales más de la mitad pertenecerán a países en desarrollo. De acuerdo a estos indicadores, en los años venideros se producirá un incremento sostenido de la población mayor, como consecuencia del progreso de la medicina, los avances científicos y la tecnología. (2)

En tal sentido, por cuanto las tendencias actuales indican que las personas están viviendo mas años, Para el año 2020 las personas mayores de 60 años constituirán más del 21% de la población de EEUU. El 86% de todos los norteamericanos tienen una o más enfermedades crónicas, las cuales se asocian con un alto porcentaje de mortalidad en adultos mayores, señalando además que diversas investigaciones han demostrado la asociación entre estas enfermedades, los estilos de vida y las políticas de salud de la población. (3)

Así mismo, es importante señalar como América Latina y el Caribe actualmente se encuentran en un momento histórico, por cuanto el número de personas mayores de 60 años y mas se incrementa a diario, esperando que para el año 2025 la base de la pirámide poblacional será rectangular y habrá un incremento en el porcentaje de la población de un 14,2%, es decir en un 50% en lo que fue la proyección para 1995 (CELADE / CEPAL 2000).

De igual manera, en los países en vía de desarrollo como Venezuela, con una población de 24.169.740 habitantes, de los cuales, 4.169.600 son mayores de 60 años, y específicamente en el estado Carabobo, alcanzará una cifra no menor a los 109.600 personas en esa edad. Sobre el particular, en el Municipio San Diego jurisdicción donde se adscribe la Guardería Geriátrica FISAC existe una población aproximada de 350.000 habitantes de los cuales 21.000 tienen edades mayores a los 60 años.

A tal respecto, la rapidez del envejecimiento poblacional no tiene precedente en la historia, es un producto multicausal, en el que se deben considerar, el descenso de la natalidad, el desarrollo tecnológico y el éxito de los programas de salud. Paradójicamente, los avances tecnológicos y culturales que hacen viable alcanzar el objetivo más antiguo de la humanidad como lo es la extensión de los años de vida, conlleva a la revisión de alternativas que contribuyan a ofrecer servicios que favorezcan a la promoción y mantenimiento de la salud, al cuidado y control de las enfermedades y a la rehabilitación.

Este comportamiento aunado a la falta de atención del adulto mayor por parte del estado y del municipio, contribuyó al establecimiento de convenio de cooperación entre el Instituto Nacional de Geriatría INAGER y la Fundación Familia Integral, Servicio, Adiestramiento y Capacitación Andragógica y Pedagógica FISAC con el objetivo de brindar atención integral al adulto mayor.

Este proyecto de ciudadela asistencial geriátrica inicia sus actividades en el sector La Cumaca Municipio de San Diego de Alcalá, estado Carabobo, desde el año 1997, con características de Asociación Civil dirigido por un equipo multidisciplinario y donde se contemplan áreas autogestionables para lograr la reactivación y reincorporación del adulto mayor al ámbito laboral, vinculándole con las actividades propias de la institución, en el horario de 8am-3pm los días hábiles. De igual manera se dispone de un personal calificado que brinda atención a los residentes, libre de lujos, pero si un ambiente higiénico y limpio, que agrada a los adultos mayores, y que les permite satisfacer sus necesidades de salud espiritual, de recreación y descanso, entre otras.


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El objetivo de esta investigación fue determinar la relación que existe entre la Conducta del adulto mayor hacia las actividades de la vida diaria en sus factores: Realización de Actividades Básicas e Instrumentales y su Estilo de vida saludable en los factores: Hábitos Sociales y Personales de Salud.

En este sentido, por cuanto la salud de los ancianos debe ser una preocupación de todos, es importante convencer al adulto mayor de que a través del proceso educativo podrá incorporar a su vida diaria conductas de salud física, social, mental y espiritual que favorezcan su bienestar, así como abandonar los estilos de vida que pudieran perjudicarlo.

Los resultados de esta investigación orientarán los lineamientos de la enfermería gerontológica haciendo énfasis en la conducta de auto cuidado, y así mejorar la salud y/o las capacidades o habilidades funcionales que el adulto mayor requiere para recobrar, mantener, promover su salud, aprovechando la oportunidad para trabajar en la promoción de la salud mas visiblemente, ya que éste ha sido siempre el rol de enfermería.

Los adelantos de la vida moderna han hecho posible que el ser humano prolongue su vida, cada vez más, trayendo como consecuencia la emergencia de problemas específicos de naturaleza social, familiar y de enfermedad, los cuales pudieran generar en el individuo actitudes diferentes para cada situación.

El estudio de las actitudes ocupa un lugar preponderante en el campo de la sicología social, es decir no nacemos con nuestras actitudes, por lo tanto estas son adquiridas o aprendidas como todos las asumimos, debe haber cierta necesidad de adquirirlas, por lo que han de desempeñar alguna función (4).

Así mismo, cada actitud posee un componente afectivo, otro cognitivo y un tercero el conativo. En esta investigación se estudiará el componente comportamental o conativo; por cuanto el problema de la conducta es uno de los más importantes, y quizás una de las áreas menos conocidas en el cuidado del envejeciente como una expresión del esquema mental y afectivo en la conducta del adulto mayor; y siendo entendida la conducta, de cualquier acto, movimiento o respuesta observable, registrable y mensurable de un individuo(5) y como un conjunto de operaciones que realiza el individuo puesto en situación para aliviar sus tensiones emocionales y volitivas, satisfacer sus necesidades biopsíquicas, lograr la adaptación a su ambiente social e histórico y alcanzar un cierto grado de autorrealización. (6); y que se modifica por la influencia del entorno social, familiar, cambio de normas de grupo, distancia cognitiva, entre otras (4). Siendo así, estos factores son determinantes en el bienestar físico, mental y social; de donde un individuo o grupo, debe ser capaz de identificar y realizar sus operaciones, de satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente, que la salud se percibe como un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y personales, así como el bienestar en el que el adulto mayor supera al cuidado y satisfacción de sus necesidades básicas fisiológicas y el mantenimiento de su salud física. (7)

Sobre este particular, puesto que el envejecimiento es un proceso que depende de factores propios del individuo, en el adulto mayor lo que es afectado en primer lugar, no es la conducta cotidiana y probada del organismo para con su medio, si no sus disponibilidades, sus facultades, sus posibilidades de enfrentarse con una situación insólita, si no su orden biológico, psicológico o social (7).

Sin embargo, la vejez se entiende como una etapa vital en que la persona, siempre que pueda disfrutar de una buena calidad de vida, pueda vivir con la máxima experiencia y sabiduría, y no únicamente como un conjunto de pérdidas inevitables que conducen a la muerte, de hecho la experiencia de vida continúa creciendo hasta el final, y en esta etapa en la que se puede ser más sabio, no desde la perspectiva de la eficiencia, el rendimiento y el tiempo, si no como capacidad de relación, comprensión, e incluso, creación.

En esta etapa, además se producen cambios fisiológicos en el organismo que pueden desencadenar en problemas de salud y que son susceptibles de prevención y de cuidados. Uno de los parámetros que mide el estado de salud en la última etapa evolutiva del hombre, es la funcionalidad. Sobre este particular, la funcionalidad física es lo que más valora la persona mayor, la que quiere mantener mientras viva, de la psíquica desea un instante de lucidez más que de vida, y de lo social precisa suficiencia económica y relaciones socio-familiares y en su defecto -positivas adecuadas que le faciliten su adaptación al ambiente y le garanticen un bienestar mínimo. (8)

En este orden de ideas, es importante resaltar que “aunque el envejecimiento es universal, la discapacidad no lo es, ni tampoco es forzosamente irreversible. Además, la discapacidad no es solo producto de procesos biológicos sino también de factores sociales, psicológicos y de conducta. (7).

En este sentido, el estado funcional va a modificar las actividades de la vida diaria, razón para comentar la Teoría de la Actividad propuesta por Neugarten y Cols, cuando expresa que una persona debe permanecer tan activa como sea posible para envejecer con éxito (9), explicando así que las personas que envejecen bien realizan tantas actividades como pueden y descubren sustitutos para los papeles perdidos, siendo que la mayor dificultad de la Teoría de la Actividad es que no trata de forma adecuada las diferencias de personalidad.

Cabe destacar que, cuando las personas envejecen, la capacidad para vivir independientemente es una importante prueba de competencia cognitiva medida por las actividades de la vida diaria (AVD). Así mismo se evidencian las alteraciones de las actividades de la vida diaria como una de las primeras manifestaciones en el adulto mayor. Las consideraciones sobre el estado y necesidades de salud de las personas mayores lleva necesariamente a la evaluación de la calidad de vida, incluyendo salud general, capacidad funcional, bienestar psicológico, integración social y satisfacción por la vida. Al respecto, la vida diaria genera unos requerimientos que se han de satisfacer mediante la integración de las capacidades funcionales del anciano y los recursos externos fomentando un nivel adecuado de equilibrio que genere satisfacción e incremente su calidad de vida (10).

Sobre este particular, las actividades de la vida diaria (AVD) se definen como “el conjunto de conductas que una persona ejecuta todos los días o con frecuencia casi cotidiana para vivir de forma autónoma e integrada en su medio ambiente y cumplir con su papel social (11). En este sentido, por cuanto el mantenimiento de la independencia y funcionalidad son el objetivo primordial de la enfermera gerontológica, entre los principios de las Naciones Unidas a favor de las personas de edad se encuentra la independencia, para la cual señala que las personas de edad deberán tener acceso a la alimentación, agua, vivienda, vestimenta y atención de salud adecuados mediante ingresos, apoyo de sus familias y de la comunidad y su propia autosuficiencia(1), por tal motivo, es importante realizar una valoración funcional en el adulto mayor, lo cual es esencial para establecer un diagnostico, un pronóstico y un juicio clínico en lo que se basarán las decisiones sobre los cuidados geriátricos. Esta valoración de la funcionalidad no solamente depende de los factores físicos, sino también de los sicológicos y de los sociales.

Ahora bien, existen además diferentes instrumentos y escalas para la valoración de la funcionalidad e independencia, pero que una de las más utilizadas es la escala de Katz y Cols (1963) que mide 6 funciones diferentes y da un puntaje de acuerdo al desempeño individual, siendo las áreas a evaluar: bañarse, vestirse, ir al baño, levantarse de la cama, alimentarse y la continencia (7); expresa además que pueden agregársele otros menos críticos pero no menos importantes, tales como salir de casa, uso de transporte, preparación de alimentos, tareas domésticas, responsabilidad con su medicación y habilidad para el manejo de sus finanzas (7).

En tal sentido, para el estudio de la variable Conducta del adulto mayor hacia las actividades de la vida diaria, se hace necesario evaluar en el adulto mayor su capacidad de ejecución de las actividades de la vida diaria, definidas como el conjunto de operaciones o tareas propias de una persona realizadas con la finalidad de mantener en optimas condiciones el aspecto orgánico y personal (12); así mismo han sido divididas en Actividades Básicas, Instrumentales y Avanzadas de la Vida Diaria, así mismo señala que las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD) se refieren a las tareas propias del auto cuidado, tales como alimentarse, asearse, vestirse, continencia de esfínteres, bañarse y deambular, que se pueden valorar mediante el índice de independencia de Katz; conocido y estudiado en la evaluación de las habilidades adaptativas para la vida diaria con uso especifico para la población mayor de 65 años; y en cuanto a las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD), indican la capacidad que tiene un sujeto para llevar una vida independiente en la comunidad, tales como tareas en el hogar, realizar compras y manejo del dinero y responsabilidad sobre la medicación y que se pueden valorar a través del Índice para las actividades instrumentales de Lawton y Brody; instrumento que ha sido construido específicamente para la población anciana con el objetivo de evaluar la capacidad funcional del individuo para llevar a cabo esas actividades (13).


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Aun cuando no corresponden al estudio las Actividades Avanzadas de la Vida Diaria (AAVD), señala el mismo autor que éstas son marcadores de actos más complejos, como por ejemplo, tareas en el tiempo libre, contactos sociales, ejercicio, etc; en el mismo se incluyen la variable estilo de vida saludable del adulto mayor y los hábitos sociales como indicador de la misma.

Por consiguiente, a medida que se envejece, también se modifican las necesidades de nutrición al igual que las funciones de ingestión/ excreción. En tal sentido, es necesario recomendarle al anciano que practique hábitos higiénicos óptimos, aun cuando el baño diario no es necesario para su bienestar, pero si, para promover el mantenimiento de su salud física y para su convivencia social. De la misma forma la realización de las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) que en el presente estudio están referidas a las respuestas manifestadas por el adulto mayor en relación a su capacidad para ejecutar las actividades instrumentales inherentes a la movilización en su entorno, definido operacionalmente como el conjunto de elementos constitutivos del medio ambiente que entran en interacción con el adulto mayor y su participación con las actividades del hogar.

A tal respecto, la probabilidad de que una persona sea razonablemente saludable y acepte los cambios inherentes al envejecimiento, teniendo en cuenta el aumento cada vez más creciente de esta población en nuestro país, dependen del estilo de vida que haya mantenido el adulto mayor.

De igual manera, pasando por los conceptos de salud, comenta lo expresado por la misma organización internacional en 1950, al referir que la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no simplemente la ausencia de enfermedad (14), y en este sentido, se ha pasado a considerar la salud como un recurso para vivir, también se relaciona como la capacidad de adaptación del sujeto, el medio con lo que la salud se entiende como una relación entre el sujeto y su entorno.

Para fundamentar adecuadamente las políticas de promoción y educación en temas de salud del adulto mayor, es necesario conceptualizar el estilo de vida, el cual resulta de la interacción de la personalidad con el ambiente en que se vive, incluyendo los aspectos físicos, biológicos, económicos, sociales, tecnológicos y culturales en general. Al respecto, el estilo de vida está formado por el agregado de decisiones que toman los individuos sobre los que tienen cierto control y que afectan su salud (15), además, el estilo de vida puede ser considerado también como el conjunto de hábitos que tiene una persona para llevar a cabo las actividades cotidianas de la vida, constituido por tres niveles, es decir, el material, el social y el ideológico. En relación al aspecto material se incluye la vivienda, la ropa, la alimentación y el desarrollo tecnológico; como ejemplo de lo social, refiere a la organización social, la estructura y dinámica de la familia, el ambiente político y la vida en la ciudad o campo, y finalmente, el componente ideológico en el que se contemplan los conceptos que el individuo tiene sobre la salud, la enfermedad, la curación y la muerte.

En el campo de la salud, la OPS/OMS refieren que el estilo de vida representa el conjunto de decisiones que toma el individuo con respecto a su salud y sobre las cuales ejerce cierto grado de control (16). Por tal motivo, desde el punto de vista de la salud, las malas decisiones y los hábitos personales perjudiciales conllevan riesgos que se originan en el propio individuo, cuando esos riesgos tienen como consecuencia la enfermedad o la muerte, se puede afirmar que el estilo de vida contribuyó a ellas.

A este respecto, la mayoría de las personas de 60 años y mas están en buenas condiciones físicas, y su salud es buena, pero al envejecer pierden la capacidad de recuperarse de las enfermedades en forma rápida o completa, y se vuelven más propensas a debilitarse y a necesitar ayuda para su cuidado personal. (1)

En este sentido, por cuanto la vejez no es una enfermedad, sino una etapa evolutiva de la vida, la vejez resulta de la interacción de factores genéticos influencia del medio ambiente y estilo de vida de una persona, es la suma de todos los cambios que normalmente ocurren con el paso del tiempo. (17) Señala además que:

De allí que, es importante iniciar una intensa campaña de divulgación sobre el proceso de envejecimiento, así como las posibles medidas que deben tomarse para favorecer el proceso de adaptación y la disminución de discapacidades y el desarrollo de una conciencia social responsable en el núcleo familiar, siendo que la familia mantiene la disposición de cumplir con lo que consideran un deber.

Cabe destacar además, los estudios realizados en diferentes grupos de las Américas al referir que los vecinos y los amigos forman parte de las redes de apoyo en los adultos mayores de 60 años (18).

Estos planteamientos producen gran satisfacción en el adulto mayor, por cuanto implica brindar compañía, compartir confidencias y proveer servicios de ayuda en actividades cotidianas, al mismo tiempo que le ayudan a mantener una autoestima positiva y en ocasiones le proveen un sentimiento de continuidad existencial.

Sobre este particular, a medida que la persona envejece, sus expectativas de salud parecen disminuir, independientemente de la condición de estar o no sano.

Por cuanto el aumento de la población de adultos mayores en este siglo es significativo, la mayor preocupación de la OMS/OPS se centra en una mayor calidad de vida para este grupo poblacional, con lo cual, se vislumbra la promoción de la salud y la participación activa, consciente y decidida del propio individuo en sus cuidados. (1996)

De tal manera que para promocionar la salud, es indispensable comprender la situación social, económica y de salud de la personas de edad avanzada, por lo que hablar de salud, engloba todo lo relacionado con la parte física, sicológica, social y económica del anciano, ya que de este contexto va a depender la salud del mismo.

En el mismo orden de ideas, se estudian los hábitos personales de salud del adulto mayor, definidos en este estudio como las costumbres que posee el adulto mayor para relacionarse con su entorno comunitario y adoptar medidas de promoción de la salud, las cuales son prioritarias para las personas de edad, puesto que el impacto que se busca es el mejoramiento de su calidad de vida para prolongar los años productivos y garantizar su participación en el proceso de desarrollo integral de la población.

En este sentido, la promoción de la salud se define como las actividades que tienden al desarrollo de recursos para conservar o mejorar el bienestar del individuo. Todo esto conlleva a referir que en la 1era Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud celebrada en Canadá 1986, la Carta de Ottawa establece que para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones de satisfacer sus capacidades y de cambiar y adaptarse al medio ambiente. La estrategia de promoción de la salud lleva a enfermería a proporcionar educación a los usuarios y al personal de salud respecto al auto cuidado y cuidado del medio ambiente como también el uso adecuado y oportuno de los servicio.

La educación para el autocuidado, otorgada por cualquier profesional de la salud, es un servicio de la comunidad, y al igual que otros servicios que se otorgan, este debe estar de acuerdo con las necesidades de las personas, debe permitirle al individuo definir su situación de salud, identificar los problemas a medida que estos surgen, encontrar soluciones ya sea cuidando de si mismo, teniendo atención adecuada o realizando acciones sociales dirigidas hacia el problema especifico, dado que la promoción de la salud del adulto mayor no solo se centra en la búsqueda de los problemas, también se debe educar sobre los cambios que sufre el organismo y sus consecuencias.

Por cuanto la mayoría de las personas mayores tienen la capacidad física y mental necesaria para realizar actividades de autocuidado a si mismas o a otras personas. Al respecto, en esta investigación se utilizó como marco conceptual la Teoría de la Enfermería para el Auto cuidado de Dorotea Orem, que en su aplicación al estilo de vida del adulto mayor, lo esencial de enfermería es asistir al usuario en sus conductas de auto cuidado, las cuales se consideran conductas apropiadas que implican auto responsabilidad. Las conductas de auto cuidado favorables se conciben como demandas terapéuticas, es decir como acciones que la persona requiere realizar para recobrar, mantener y promover su salud. Las enfermeras trabajan con sus clientes para enfatizar conductas de auto cuidado y así mejorar su salud y/o sus capacidades o habilidades funcionales (3).


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Es evidente que la buena salud no solo es un asunto de suerte, es decir, que los adultos mayores pueden mantener su salud aumentando la actividad física para reducir los riesgos utilizando calzados apropiados y las medidas de apoyo para evitar accidentes, los cuales son una causa importante de lesiones en los ancianos. Sobre este particular, investigaciones previas en adultos señalan que la salud esta relacionada con varios hábitos comunes, ingerir las comidas normales, hacer ejercicios con moderación, dormir de siete a ocho horas diarias, no fumar y beber con moderación (9); y que las personas, que pasados diez años no siguieron estos hábitos saludables tenían dos veces mas probabilidad de enfermar que las personas que siguieron la mayoría de estos hábitos.

Es evidente que todos podemos pretender un final de vida activo, digno y confortable; la persona de edad puede y debe mantener ejercicios físicos continuados, tener una alimentación suficiente y equilibrada, encontrar lugar en las actividades culturales y/o religiones de su comunidad, no aislarse o encerrarse en su propia soledad.

Materiales y métodos

De acuerdo al problema planteado y a los objetivos propuestos, el estudio tiene un diseño no experimental, expost-facto y correlacional. Se trata de un estudio descriptivo, prospectivo y longitudinal.

Cuya población estuvo conformada por los 120 adultos mayores con edades oscilantes entre 60 y 90 años, inscritos en la guardería geriátrica “Mi Refugio” FISAC del Municipio San Diego, estado Carabobo.

La muestra estuvo representada por el 50% de los 120 adultos mayores inscritos en la guardería,

Para la recolección de la información se diseñó un instrumento tipo encuesta, estructurado en tres partes, referida a los datos sociodemográficos de los sujetos a ser investigados, es decir, 23 ítem relacionados con la variable conducta del adulto mayor hacia las actividades de la vida diaria en sus factores realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, y trece (13) ítem referidos a la variable relacionada con el estilo de vida saludable del adulto mayor en sus factores hábitos sociales y personales de salud, construidas en escala de Lickert de cinco alternativas: Siempre(S), Casi Siempre(CS), Algunas Veces (AV), Casi Nunca (CN) y Nunca (N), se realizó prueba piloto resultando el instrumento confiable con un índice de consistencia de 0.77 según el Alfa de Crombach.

Para la tabulación de los datos se utilizo el Programa de análisis epidemiológica EPI-INFO 2000 de la Organización Mundial de la Salud y del Center for Disease Control.

Discusión y análisis de los resultados

Distribución de los adultos mayores investigados según niveles de ocurrencia de los factores: realización de actividades básicas y hábitos sociales. 

actividades_basicas_instrumentales/ocurrencia_habitos_sociales

COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ® = 0.424 (p < 0.05) SIGNIFICATIVO

Fuente: Instrumento aplicado

Los resultados anteriores mostrados a través de las relaciones establecidas entre ambos factores demuestran que hay una asociación de concordancia moderada y positiva entre los mismos, pues hay predominancia porcentual en dos de los niveles homólogos de la siguiente manera: Intermedia - Intermedia con 57.1% y Alta – Alta con 72.5%. Lo expresado anteriormente viene a confirmarse por el valor obtenido del coeficiente de correlación de Pearson ya que fue de 0.424, positivo, de moderada cuantía (el valor máximo posible ideal a conseguir, según la hipótesis expresada, es de + 1) y con significación estadística (p < 0.05), lo que parece asegurar la existencia de una asociación significativa entre la ocurrencia de la realización de actividades básicas y los hábitos sociales del grupo investigado.

Los resultados evidenciados expresan que las Actividades Básicas de la Vida Diaria se refieren a las tareas propias del autocuidado, tales como alimentarse, asearse, vestirse, bañarse y deambular, que pueden valorarse mediante el índice de independencia de Katz.

Distribución de los adultos mayores investigados según niveles de ocurrencia de los factores: realización de actividades básicas y hábitos personales de salud. 

actividades_basicas_instrumentales/ocurrencia_habitos_personales

COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ® = 0.292 (p < 0.05) SIGNIFICATIVO

Fuente: Instrumento aplicado

Los resultados anteriores mostrados a través de las relaciones establecidas entre ambos factores demuestran que hay una asociación de concordancia moderada y positiva entre los mismos, pues hay predominancia porcentual en los tres de los niveles homólogos de la siguiente manera: Baja – Baja con 100.0%, Intermedia - Intermedia con 57.1% y Alta – Alta con 41.2%. Lo expresado anteriormente viene a confirmarse por el valor obtenido del coeficiente de correlación de Pearson ya que fue de 0.292, positivo, de moderada cuantía (el valor máximo posible ideal a conseguir, según la hipótesis expresada, es de + 1) y con significación estadística (p < 0.05), lo que parece asegurar la existencia de una asociación significativa entre la ocurrencia de la Realización de Actividades Básicas y los Hábitos Personales de Salud del grupo investigado.

Las opiniones emitidas por los adultos mayores corroboran los planteamientos que, en la escala de Katz se miden 6 puntos diferentes (vestirse, ir al baño, levantarse de la cama, bañarse, alimentarse y la continencia) según el desempeño individual, es decir que no solamente mide las Actividades de la Vida Diaria sino otras menos importantes como lo son, salir de la casa, uso del transporte, preparación de alimentos, tareas domésticas, responsabilidad con su medicación y habilidad para el manejo de sus finanzas, prioritarias en el mejoramiento de su calidad de vida para prolongar los años productivos y garantizar su participación en el proceso de desarrollo integral de la población.

Distribución de los adultos mayores investigados según niveles de ocurrencia de los factores: realización de actividades instrumentales y hábitos sociales. 

actividades_basicas_instrumentales/ocurrencia_actividades_instrumentales

COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ® = 0.603 (p < 0.05) SIGNIFICATIVO

Fuente: Instrumento aplicado.


Conducta adulto mayoractividades basicas e instrumentales vida diaria y estilo vida saludable .5

Los resultados anteriores mostrados a través de las relaciones establecidas entre los factores inherentes a las variables del estudio, demuestran que hay una asociación de concordancia moderada y positiva entre los mismos, pues hay una gran predominancia porcentual en los dos niveles homólogos de ocurrencia Alta con 83.3%, además de mostrar una tendencia a predominar los porcentajes en los niveles Baja - Intermedia (66.7%) e Intermedia – Alta (58.3%), que señalan a que a medida que aumentan las ocurrencia del factor: Realización de Actividades Instrumentales se aumentan los niveles de representatividad de las categorías de mayor ocurrencia del factor: Hábitos Sociales.

Lo expresado anteriormente viene a confirmarse por el valor obtenido del coeficiente de correlación de Pearson ya que fue de 0.603, positivo, de alta cuantía (el valor máximo posible ideal a conseguir, según la hipótesis expresada, es de + 1) y con significación estadística (p < 0.05), lo que parece asegurar la existencia de una asociación significativa entre la ocurrencia de la Realización de Actividades Instrumentales y los Hábitos Sociales del grupo investigado.

Las opiniones emitidas por los adultos mayores investigados y relacionadas con los factores: Realización de las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria y los Hábitos Sociales del adulto mayor corroboran los planteamientos de Frías(2000) al referir que, las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria indican la capacidad que tiene un sujeto para llevar una vida independiente en la comunidad, en cuanto a la movilización en su entorno, definido en este estudio como el conjunto de elementos constitutivos del medio ambiente que entran en interacción con el adulto mayor, es decir, las relaciones interpersonales con la familia, los vecinos, los jóvenes, sus iguales y con las organizaciones sociales que pueden ser vitales en la salud del adulto mayor.

Distribución de los adultos mayores investigados según niveles de ocurrencia de los factores: realización de actividades instrumentales y hábitos personales de salud. 

actividades_basicas_instrumentales/ocurrencia_habitos_salud

COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ® = 0.491 (p < 0.05) SIGNIFICATIVO

Fuente: Instrumento aplicado.

Los resultados anteriores mostrados a través de las relaciones establecidas entre ambos factores demuestran que hay una asociación de concordancia moderada y positiva entre los mismos, pues hay predominancia porcentual en los tres de los niveles homólogos de la siguiente manera: Baja – Baja con 50.0%, Intermedia - Intermedia con 37.5% y Alta – Alta con 46.7%. Lo expresado anteriormente viene a confirmarse por el valor obtenido del coeficiente de correlación de Pearson ya que fue de 0.491, positivo, de moderada cuantía (el valor máximo posible ideal a conseguir, según la hipótesis expresada, es de + 1) y con significación estadística (p < 0.05), lo que parece asegurar la existencia de una asociación significativa entre la ocurrencia de la Realización de Actividades Instrumentales y los Hábitos Personales de Salud del grupo investigado.

Distribución de los adultos mayores investigados según niveles de ocurrencia de las variables en estudio 

actividades_basicas_instrumentales/ocurrencia_estilos_vida

COEFICIENTE DE CORRELACIÓN ® = 0.574 (p < 0.05) SIGNIFICATIVO

Fuente: Instrumento aplicado

Los resultados anteriores mostrados a través de las relaciones establecidas entre ambas variables demuestran que hay una asociación de concordancia moderada y positiva entre los mismos, pues hay predominancia porcentual en los tres niveles homólogos de la siguiente manera: Baja - Baja con 50.0%, Intermedia - Intermedia con 50.0% y Alta – Alta con 60.0%. Lo expresado anteriormente viene a confirmarse por el valor obtenido del coeficiente de correlación de Pearson ya que fue de 0.574, positivo, de moderada cuantía (el valor máximo posible ideal a conseguir, según la hipótesis expresada, es de + 1) y con significación estadística (p < 0.05), lo que parece asegurar la existencia de una asociación significativa entre la ocurrencia de las variables del estudio. Los resultados evidencian claramente que la vida diaria genera unos requerimientos que se han de satisfacer mediante la integración de las capacidades funcionales del adulto mayor medida por las Actividades de la Vida Diaria, objetivo primordial de la actuación de la enfermera gerontóloga, aumentándole al adulto mayor sus expectativas de salud independientemente de la condición de estar sano o enfermo.

De igual manera los resultados de este estudio se articulan con lo expresado en la Carta de Ottawa (1986) al señalar que para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones de satisfacer sus necesidades y de cambiar y adaptarse al medio ambiente.

Los resultados esbozados aceptan que existe relación estadísticamente significativa entre la Conducta del adulto mayor hacia las Actividades de la Vida Diaria en sus factores: Realización de las Actividades Básicas e Instrumentales de la Vida Diaria y el Estilo de Vida Diaria en sus factores: Hábitos Sociales y Hábitos Personales de salud en el adulto mayor.

Conclusiones

Los objetivos formulados dieron dirección al desarrollo del estudio y del mismo se generaron las siguientes conclusiones:

 De los 60 adultos mayores investigados, 40 de ellos (66,7%) pertenecen al sexo femenino.

 De los 60 adultos mayores investigados, 50 (83.3%) tienen una escolaridad inferior a la secundaria.

 De los 60 adultos mayores investigados 48 (80%) conviven con el grupo familiar.

 Los resultados demuestran que existe una moderada y positiva correspondencia entre los niveles de ocurrencia de la variable: Conducta del adulto mayor hacia las actividades de la vida diaria y los niveles de ocurrencia de la variable: estilo de vida saludable, relación que fue confirmada por el Coeficiente de Correlación de Pearson, cuyo resultado fue de 0.574, significativo a un p<0,05.

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