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La globalizacion. Su influencia negativa en el sistema de valores y en el sector de la salud. El papel del personal de salud en la arena internacional
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Autor: Dr. Ernesto González González
Publicado: 31/01/2011
 

El campo de la Ética Aplicada es sumamente vasto e interdisciplinario, y se relaciona estrechamente con las ciencias del hombre o ciencias sociales. El sujeto del conflicto moral es el individuo concreto; pero por ser un ser social y formar parte de una estructura social determinada, independientemente del grado de conciencia que tenga de ello; se inserta en un tejido de relaciones sociales de ámbitos interpersonales, donde su modo de comportarse moralmente no puede tener un carácter meramente individual, sino social.


La globalizacion. Influencia negativa en el sistema de valores y en el sector de la salud .1

La globalización. Su influencia negativa en el sistema de valores y en el sector de la salud. El papel del personal de salud en la arena internacional.

Dr. Ernesto González González. Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. PPU: Louis Pasteur.
Dra. Yolanda Delgado Ramos. Especialista de Primer Grado En Medicina Interna
PPU: Louis Pasteur.
Dr. Justo Kuok Loo. Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. Hogar de Ancianos; 28 de Enero

INTRODUCCIÓN

El campo de la Ética Aplicada es sumamente vasto e interdisciplinario, y se relaciona estrechamente con las ciencias del hombre o ciencias sociales. El sujeto del conflicto moral es el individuo concreto; pero por ser un ser social y formar parte de una estructura social determinada, independientemente del grado de conciencia que tenga de ello; se inserta en un tejido de relaciones sociales de ámbitos interpersonales, donde su modo de comportarse moralmente no puede tener un carácter meramente individual, sino social (1).

La forma de expresar las relaciones entre Ética, Sociedad y Política desde la antigüedad hasta la actualidad, varía según la época, la óptica y las circunstancias. Por lo tanto, la Ética no puede ser comprendida, sino a través de su historia, puesto que de otra forma cegamos nuestra visión, o la acomodamos consciente o inconscientemente a nuestros intereses. Esta visión objetiva no puede soslayar la identificación y la comprensión de aquellos valores trascendentes, inherentes y fundacionales, que trascienden a la sociedad porque son dados a la persona humana, o son su rasgo distintivo tras una evolución biológica y social, pero en definitiva son propias de la persona (1).

Los valores éticos no pueden ser separados de los hechos biológicos” (2).

“La humanidad necesita urgentemente de una nueva sabiduría que le proporcione el conocimiento de cómo usar el conocimiento para la supervivencia del hombre y la mejora de la calidad de vida” (2).

Para esta nueva ciencia, construida sobre la propia biología, e incluyendo además la mayoría de los elementos esenciales y humanísticos, incluyendo la Filosofía, propuso Potter el nombre de Bioética para resaltar los dos elementos más importantes: el conocimiento biológico (bios) y los valores humanos (ethos) (2). Por lo tanto la Bioética consiste en el diálogo interdisciplinar entre vida y valores morales; es decir trata de hacer juicios de valor sobre los hechos biológicos, en el amplio sentido del término, y obrar en consecuencia (2).

El estudio de los valores constituye una de las tareas más urgentes y fecundas de la filosofía moderna. Es un tema poco explorado y sugestivo. El “ a priori” de lo emotivo está constituido por los valores: son los objetos intencionales del sentir, no son propiedades de las cosas, sino fuerzas o capacidades y disposiciones que en sujetos dotados de sentimientos, causan estados volitivos, que llevan a conductas objetivas. El individualismo jerarquiza al tener sobre el ser; en los valores está la clave de la identidad, de la esencia de la persona; el predominio del ser sobre el tener (3).

Los nuevos cambios sociales (tecnología, modernización, automatización, globalización), han traído al mundo una cultura que se funda en el tener para ser, y no exclusivamente en el ser; entendido este como aquello que cualifica al hombre, que lo dota de valores en y por sí mismos. Tener, implica definitivamente una cultura de la competencia, en lo que se legitimiza como bueno la astucia, inteligencia, individualismo, la lucha por el poder adquisitivo, lo cual se contrapone con valores de todos los tiempos como: colaboración, solidaridad, la lucha por el bien común, el cuidado de las relaciones personales y con el ambiente, etc. Esta es la crisis de valores (4).

¿Qué son los valores?

“Valor es el carácter de las cosas, que consiste en ser más o menos apreciados o deseados por un sujeto, o más comúnmente por un grupo de sujetos determinados” (5).

El valor tiene que ver con lo que es aprobado socialmente como positivo. Los valores humanos son imprescindibles por la armoniosidad de la vida. Una sociedad sin valores está en proceso de autodestrucción. (4). Desde el punto de vista psicológico, el valor tiene dos dimensiones de expresión; una externa que se refiere a la asunción del valor como asignación determinada desde fuera, que se cumple, pero sin personalización; y una subjetivo – interna, que da cuentas de una apropiación individualizada, reflexionada de dicho valor. En este caso los sujetos que se mueven en esta dimensión, además de conocer la norma y comportarse congruentemente, “ la hacen suya, la viven, la recrean, y la hacen crecer, convirtiéndose en principio axiomático de su vida” (5), en verdadero valor.

La crisis, tal y como ocurre con la propia formación de los valores, no se da en individuos aislados, ni en la sociedad. Son las instituciones socializadoras las encargadas de formar valores; y a su interno se dan también los procesos de crisis. Las instituciones se quedan, en no pocas ocasiones rezagadas en relación con las demandas objetivas de la realidad; mientras que la conciencia individual cambia con mayor rapidez, y ello determina desestructuración en los sistemas de valores coherentes con el ideal del hombre como verdadero ser humano (4). Lo social se objetiviza en los diferentes espacios socializadores, donde la familia y la escuela ocupan un lugar primordial. La formación de valores es un problema actual en el mundo, donde la crisis económica y política desembocan en guerra e inestabilidad vital y espiritual; su reflexión y análisis, así como las vías a seguir para lograr un hombre que no tenga más opción que la de actuar éticamente, no sólo es objeto de pedagogos, sociólogos, psicólogos y filósofos; sino de políticos y economistas; todos bajo un mismo objetivo: lograr una sociedad que no sólo se distinga por el desarrollo alcanzado en la producción, sino por el desarrollo de valores espirituales, lo que favorecería a la humanización plena de todos los procesos sociales y el perfeccionamiento humano (6).

¿Cuál es el origen de la crisis de valores?

En los diferentes sistemas sociales aparece cierto desfasaje, lógico y cultural entre el sistema de valores institucionalizados, y los valores asumidos por la sociedad; pero al aumentar notablemente la aceleración de la dinámica social en períodos de cambios abruptos, este desfasaje sobrepasa sus límites normales, generando cambios bruscos en los sistemas subjetivos de valores, provocando la aparición de la crisis (6).

Se entiende que la crisis actual está asociada a diversos factores que provocan lo que conocemos como crisis de valores, y el sector de la Salud no escapa ante esta emergencia social.

El “Siglo breve”, o XX, fue un período marcado por un conflicto religioso entre ideologías laicas. Por razones más históricas que lógicas, fue dominado por la contraposición de dos modelos económicos -e incluso dos modelos excluyentes entre sí-: el “Socialismo”, identificados con economías centralmente planificadas de tipo soviético, y el “Capitalismo”, que cubría todo el resto (7).

¿Cómo influyó todo eso sobre los países que en el pasado eran devotos del modelo “socialista”? Bajo el socialismo, se encontraron con la imposibilidad de reformar sus sistemas administrativos de planeamiento estatal, incluso cuando sus técnicos y sus economistas fueran plenamente conscientes de sus principales carencias. Los sistemas -no competitivos a nivel internacional- fueron capaces de sobrevivir hasta que quedaron completamente aislados del resto de la economía mundial (7).

Ese aislamiento, por lo tanto, no pudo ser mantenido en el tiempo, y cuando el socialismo fue abandonado -sea inmediatamente de la caída de los regímenes políticos como en Europa Oriental, sea por el propio régimen, como en China o en Vietnam- sin ningún preaviso, ellos se encontraron inmersos en aquello que para muchos parecía ser la única alternativa disponible: el capitalismo globalizado, en su forma entonces predominante de capitalismo de libre mercado.

Ese período está casi a nuestras espaldas, así como el del predominio global del liberalismo económico extremo de matriz anglonorteamericana, incluso cuando no sepamos cuales cambios implicará la crisis mundial en curso -la más grave desde los años 30- cuando los impresionantes acontecimientos de los últimos dos años consiguieran superarse. Una cosa, en efecto, es desde ya muy clara: está en curso una alternancia de enormes proporciones de las viejas economías del Atlántico Norte al Sur del planeta y principalmente al Asia oriental. Las reacciones contras los excesos de la era neoliberal llevaron a un retorno, parcial, a formas de capitalismo estatal acompañadas por una especie de regresión a algunos aspectos de la herencia soviética. Claramente, la simple “imitación de Occidente” dejó de ser una opción posible (7).

En todo caso, delinear la economía del mañana es tal vez la parte menos relevante de nuestras preocupaciones futuras. La diferencia crucial entre los sistemas económicos no reside en su estructura, sino más bien en sus prioridades sociales y morales, y éstas deberían ilustrar dos de sus aspectos de fundamental importancia a ese propósito.

Lo primero es que el fin del comunismo comportó la desaparición repentina de valores, hábitos y prácticas sociales que habían marcado la vida de generaciones enteras, no sólo en los regímenes comunistas en sentido estricto, sino también los del pasado pre comunista que, bajo esos regímenes, en buena parte se habían protegido. Debemos reconocer cuán profundos y graves fueron el shock y la desgracia en términos humanos que fueron padecidos como consecuencia de ese brusco e inesperado terremoto social.


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El segundo aspecto es que tanto la política occidental del neoliberalismo, como las políticas poscomunistas que ella inspiró, subordinaron propositivamente el bienestar y la justicia social a la tiranía del Producto Interior Bruto (PIB): el mayor crecimiento económico posible, deliberadamente inequitativo. El objetivo de una economía no es el beneficio, sino el bienestar de toda la población. El crecimiento económico no es un fin, sino un medio para dar vida a las sociedades buenas, humanas y justas (7).

Desde las tesis liberales de Adam Smith, que concebía el libre juego del mercado como el medio ideal para compatibilizar la búsqueda del beneficio individual con el mayor beneficio social, asistimos a la singular transfiguración del egoísmo personal en una virtud social, dando a la equidad, así concebida en los marcos de la concurrencia, un sello de igualdad de dudosa validez (8).

Precisamente serían los socialistas utópicos primero y los marxistas después, los que cuestionarían el concepto de equidad así sustentado, llegando a la conclusión de que era necesario alcanzar una nueva forma de organización social si se quería lograr un mundo realmente equitativo.

Ciento cincuenta años después, en la conciencia de la humanidad se han ido abriendo paso de forma creciente los principios de equidad y justicia social propugnados por el pensamiento socialista, que impulsan la globalización de la solidaridad en contraposición a la globalización neoliberal (8).

DESARROLLO

Para el estudio de la globalización neoliberal, es necesario tomar como punto de partida el término globalización. Este término, es definido como un concepto que pretende describir la realidad inmediata como una sociedad planetaria, más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones socioeconómicas y culturales. Surge como consecuencia de la internacionalización cada vez más acentuada de los procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos políticos-sociales (9).

Desde el punto de vista operacional, la globalización puede ser asumida como: un prolongado y complicado proceso de internacionalización de los diversos fenómenos que tienen lugar en el planeta Tierra (económicos, políticos, sociales…), en la dialéctica de lo objetivo y lo subjetivo, de acuerdo con los adelantos de la ciencia y la técnica, cuya expresión está condicionada por el momento histórico-concreto en que se manifiesta.

Fidel, más allá de brindar una definición cerrada del término, considera que la globalización no es un capricho de nadie, no es ni siquiera, un invento de alguien. La globalización es una ley histórica, es una consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas y un producto del desarrollo de la ciencia y la técnica (11).

La globalización no es un fenómeno privativo de la contemporaneidad pues ya en la época de descomposición de la Comunidad Primitiva y el surgimiento del Esclavismo se evidenció cierto nivel de internacionalización aunque este proceso se vio frenado por la llegada del Feudalismo. A partir del descubrimiento de América, en 1492, la globalización alcanza su estatus o expresión moderna estrechamente relacionada con la no consideración de los intereses de las mayorías y el ataque a la identidad cultural, política y social de las naciones pobres.

En la actualidad el tipo de globalización que persiste es la neoliberal. Los teóricos de esta modalidad globalizadora, pretenden presentarla como un producto del desarrollo de la humanidad y la única alternativa posible para la internacionalización de las relaciones económicas y políticas a nivel global; cuestión que se debe tener presente para evitar interpretaciones y posiciones erróneas con respecto a este fenómeno.

El economista holandés Win Dierckxsens se pronunció al respecto y reconoció que “la globalización neoliberal, en esencia, es más un proceso de recomposición de la acumulación de capital a escala mundial basado en la concentración de la riqueza a costa del desarrollo, y no, como sus defensores plantean, un modelo que sería fruto de un avance del proceso tecnológico en el campo informativo y de la comunicación”.

La globalización neoliberal tiene sus precedentes teóricos en el liberalismo económico de finales del siglo XVIII y principios del XIX, que se asentaba en tres pilares básicos: la desregulación estatal, la privatización y el libre comercio.

Por estas razones, el liberalismo económico beneficia el desarrollo de una economía de mercado donde se reduzca a lo imprescindible la intervención estatal en los asuntos del mercado; si bien no niega la necesaria participación del Estado en los asuntos económicos.

El neoliberalismo tiene su génesis en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial y su plataforma programática queda enunciada en el libro de Friedrich Hayek, “Camino de Servidumbre”. En esta obra, Hayek advierte sobre el peligro de la intervención del Estado en los asuntos económicos y su posición teórica se convirtió en la respuesta de las clases más reaccionarias contra el naciente Estado de Bienestar (12).

Pero el momento crucial para el desarrollo acelerado de la doctrina neoliberal fue, sin lugar a dudas, el derrumbe del campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética. A partir de este momento histórico y del fin de la guerra fría, el eje de enfrentamiento Este-Oeste se desplazó en la dirección del Norte-Sur y preconizó una política que pretende el saqueo de las riquezas de los países pobres por parte de las naciones poderosas. Todo esto, bajo el pretexto de que la humanidad participe en una economía de mercado y en un mundo sin fronteras.

A este hecho, se sumó el desarrollo de las fuerzas productivas y los avances de la tecnología que requieren la eliminación de las fronteras y la reducción de las barreras arancelarias fundamentalmente en los países pobres y permiten la anexión de las riquezas de dichas naciones a la élite capitalista.

La globalización tiene tres frentes. El primer frente es el frente económico. La globalización liberal es, esencialmente, un fenómeno económico y financiero. El segundo frente que se ha abierto después del 11 de septiembre es el frente militar.

Los EE.UU. han asumido la función de ser el brazo armado de la globalización. Este segundo frente supone que todo aquel que se opone a la globalización corre el riesgo de ser acusado de terrorismo. Pero a estos dos frentes se añade un tercer frente, que en mi opinión es un frente central, y que es el frente ideológico. Es el frente de tratar de convencer a cada persona del planeta de que la globalización es lo mejor que le puede ocurrir al planeta (13).

La doctrina neoliberal defiende como valor fundamental: la competencia, no sólo desde el punto de vista nacional y empresarial sino también entre las personas; a las cuales mide su valor de acuerdo a su capacidad para obtener ganancias, a sus triunfos en el aspecto económico. Además, pondera la internacionalización de las finanzas, el capital y las empresas; estrategia que sus ideólogos consideran inevitable e irreversible (12).

El debilitamiento del papel económico del Estado provoca grandes consecuencias para las economías nacionales. Estas secuelas se agrupan en dos direcciones fundamentales: en primer lugar, la capacidad para la promoción del desarrollo en los marcos nacionales es eclipsada por la acción de la competencia y la presión de mecanismos supranacionales como la OMC, el FMI y el Banco Mundial.

Con este fin, se promueve la privatización de todas las propiedades estatales de interés para el capital transnacional. En segundo lugar, los estados se tornan incapaces de desarrollar la necesaria gobernabilidad para controlar los mecanismos de la economía internacional que están estrechamente relacionados con los espacios económicos nacionales (12).

El neoliberalismo se convierte en la negación de la democracia; porque constituye un elemento de dominación vinculado fundamentalmente a la competencia política y a los procesos electorales. La “democracia neoliberal” carece de contenido; pues el Estado abandona una parte importante de sus responsabilidades con la sociedad y los intereses autóctonos de las naciones, al poner por encima los intereses de las potencias imperialistas y las transnacionales.

La globalización neoliberal se asienta sobre un conjunto de instrumentos que garantizan el cumplimiento de los objetivos propuestos por el capital. Entre estos instrumentos se destacan: la privatización, la devaluación monetaria, las condiciones impuestas a los países deudores, los presupuestos, la liberalización del comercio, la dolarización de los precios domésticos y el debilitamiento del poder del Estado (12).

La globalización neoliberal implica también un altísimo nivel de concentración de la propiedad y del capital en manos de un pequeño grupo de capitalistas representados a través de los grandes consorcios transnacionales; lo que impide un reparto equitativo de las riquezas del mundo en el que vivimos. Esta realidad, provoca un conjunto de consecuencias negativas para la humanidad que se expresan en todos los ámbitos y esferas de la vida cotidiana y que son cada día más evidentes (12).

En primer lugar, la globalización neoliberal ha incrementado la brecha entre ricos y pobres no sólo entre los países ricos y pobres (norte-sur), sino también en el interior de las naciones. De acuerdo a un informe presentado por CEPAL, el índice de pobreza en América Latina se elevó de un 41% en 1990 a un 45% en año 2000 y en el mundo en su totalidad se considera que la cifra de personas que viven en condiciones de pobreza extrema alcanza los 1200 millones. El índice de desigualdad del ingreso per cápita en América Latina se incrementó del 0,51 en 1950 al 0,70 en 1998 y el 20% más rico de la población recibe cerca de 19 veces más ingresos que el 20% más pobre (12).


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Muchos padres, profesores y sicólogos se quejan de que una parte importante de la juventud carece de referencias morales. Innumerables jóvenes se zambullen de cabeza en la onda neoliberal de relativización de los valores. Vuelven público lo privado (véase YouTube), son indiferentes a la política y a la religión, practican el sexo como deporte y, en materia de valores, prefieren los del mercado financiero.

La creciente autonomía del individuo, pregonada por el neoliberalismo, hace que muchos jóvenes se pregunten: ¿en nombre de qué debemos aceptar otras normas morales además de las que yo decido que me convienen? Y las adoptan convencidos de que ellas tienen plazo de validez tan corto como la hamburguesería de la esquina.

El enunciador colectivo, el Gran Sujeto, existe: es el Mercado. Él corrompe niños, induciéndolos al consumismo precoz; corrompe jóvenes, seduciéndolos para priorizar como valores la fama, la fortuna y la estética individual; corrompe familias a través de la hipnosis colectiva televisual que expone en los hogares el entretenimiento pornográfico. Y para proteger sus intereses el Mercado reacciona violentamente cuando se le pretende imponer límites. Furioso, grita que es censura, es terrorismo, es estatización, es sabotaje (14).

¿Las generaciones futuras conocerán la barbarie o la civilización? ¿La neurosis de la competitividad o la ética de la solidaridad? ¿La globocolonización o la globalización del respeto y de la promoción de los derechos humanos, que es la dimensión social del amor?

Padres, profesores, sicólogos, y todos cuantos se interesan por la juventud, están siendo desafiados a dar una respuesta positiva a tales cuestiones.

Estas desigualdades tienen su base en las escasas oportunidades de acceder a un empleo decoroso que les posibilite satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia. En la actualidad más del 40% de la población mundial en edad laboral se encuentra en condiciones de desempleo o subempleo.

La liberalización financiera facilita la fuga de capitales de los países pobres hacia los ricos y que enormes cantidades de dinero procedentes de la especulación y la corrupción, pasen a engrosar el capital de instituciones bancarias foráneas que las utilizan en su beneficio. También, se expresa la tendencia a la disminución de la ayuda oficial de los países del primer mundo al desarrollo; la que intenta sustituir por los “beneficios del libre comercio”. El intercambio desigual en el comercio es otro fenómeno que provoca cuantiosas pérdidas para los países subdesarrollados (12).

Otra consecuencia importante de la globalización neoliberal para los países del Tercer Mundo, lo constituye el deterioro del medio ambiente. La elevación de la temperatura del planeta debido al efecto invernadero, se encuentra motivada por la emisión de sustancias de efecto invernadero producidas por el consumo de combustibles fósiles y otras sustancias contaminantes.

La deforestación produce la disminución de las zonas boscosas del planeta y el aumento del contenido de dióxido de carbono en la atmósfera. Además, producto a la emisión de estas sustancias, se ha producido la rotura de la capa de ozono; lo cual ha desatado el aumento del cáncer de piel debido a la exposición excesiva a los rayos ultravioletas (12).

La erosión de los suelos, la salinización y la desertificación han producido la degradación de la tierra; con la consiguiente disminución de su productividad. Toda esta situación ambiental ha provocado la disminución de la biodiversidad de especies en todo el planeta.


Todos los efectos negativos, planteados con anterioridad en relación a la globalización neoliberal, se quedan pequeños si se comparan con las profundas consecuencias sociales que esta política ha acarreado a toda la humanidad.

El número de hambrientos en el mundo ha aumentado durante los últimos 25 años en 300 millones. El 85% de la población, la cual se concentra en los países pobres, consume solamente el 30% de la energía, el 25% de los metales y el 15% de la madera. En el planeta existen 854 millones de adultos analfabetos, porcentaje que en América latina se eleva al 11,7% de la población, 325 millones de niños no asisten la escuela y la cifra analfabetos totales y funcionales alcanza los miles de millones. El índice de mortalidad infantil en menores de un año alcanza la cuantía de 55 en el mundo y 32 en América Latina, por cada mil nacidos vivos (12).

El ejercicio de la medicina, en la actualidad, expresa una visión centrada en la enfermedad y no intenta intervenir sobre la salud globalmente considerada. No tiene en cuenta las acciones de promoción de salud y prevención de la enfermedad; pues consideran este problema un negocio y entre más personas enferman existan, mayores serán sus ganancias.

La industria farmacéutica afecta a los países del Tercer Mundo, pues ofertan productos farmacológicos a precios elevados en vez de ofertar productos genéricos cuyos precios son más asequibles para la sociedad en su conjunto.

Los factores determinantes de las condiciones de salud como: creencias de salud, conductas de salud, conductas de enfermedad, factores de riesgo, programas de salud, nutrición, situación sanitaria, programas de prevención y promoción en salud, entre otros aspectos; se ven afectados por la globalización neoliberal debido al olvido del bienestar de las personas y la búsqueda constante e irracional de ganancias.

El incremento de la miseria ha provocado que el término “pobreza” sea considerado un concepto epidemiológico; el cual está integrado el bajo nivel socioeconómico de un determinado país, el nivel de desempleo, el bajo nivel de escolaridad y el bajo nivel de la economía familiar. Además, se constituye en uno de los factores fundamentales en la morbilidad y mortalidad a nivel global; así como en la aparición de los agentes desencadenantes de las enfermedades. En el marco familiar, la globalización neoliberal, ha provocado el agravamiento de los conflictos generacionales (padre-hijo) y de género (hombre-mujer), con el consiguiente aumento del grado de desintegración familiar, de los conflictos familiares y de la violencia doméstica. También, ha estimulado el cambio de las costumbres, valores y estilos de vida familiares.

La migración hacia los países desarrollados se ha incrementado, debido a que los ciudadanos de las naciones pobres buscan mejores condiciones de trabajo y de vida; aunque en realidad lo que encuentran es rechazo, explotación, opresión y subvaloración.

Otro problema de gran impacto social es el aumento de los índices de prostitución. Por ejemplo, se considera que dos millones de niñas son forzadas a ejercer la prostitución.

Todas estas consecuencias negativas, demuestran la insostenibilidad del orden económico y político neoliberal. Además, manifiestan la creciente necesidad de luchar por revertir esta situación por el bien de toda la humanidad (12).

El irrespeto a la Identidad de los pueblos, es otra de las facetas que caracterizan a la Globalización a que intenta estar sometido el mundo de hoy.

Los desafíos que plantea el tercer milenio a la antropología latinoamericana están íntimamente relacionados con las transformaciones que por más de cuatro décadas ha provocado en el ámbito mundial la transnacionalización neoliberal de la actual etapa de mundialización capitalista. Muchos de los procesos, actores y sujetos sociales que han sido de interés de la antropología: la desigualdad y la exclusión; los pueblos indígenas y sus autonomías que integran la cuestión étnico nacional; las dinámicas e identidades socioculturales; la relación entre lo local y lo global; la profundización de la violencia, el racismo y la xenofobia contra los que migran; la cuestión agraria-campesina, –entre otros han sido marcados por los efectos de esta mundialización, que también ha significado un cambio notable en la naturaleza del Estado-nación y una verdadera transformación geopolítica del mundo. El desmantelamiento del Estado Benefactor y su transnacionalización ante la crisis de acumulación de los años 70, marca el inicio de las políticas neoliberales, junto a la revolución informática y de las comunicaciones que tiene lugar en estas décadas, así como la apertura de los mercados del antiguo bloque socialista (15).

Se ha utilizado el término de “ocupación integral” para describir ese proceso globalizador y privatizador a través del cual de manera abierta o silenciosa las economías de nuestros países, todos los sectores y las ramas del Estado, el patrimonio cultural, los recursos naturales y estratégicos de nuestras naciones van siendo integrados a los tratados de “libre comercio”; a los planes como el Puebla Panamá, reciclado en el Proyecto Mesoamérica; a los intereses y condiciones impuestos por las grandes corporaciones transnacionales, bajo la protección y hegemonía política-militar de lo que Samir Amin denomina como “imperialismo colectivo”, que hoy predomina en el ámbito planetario encabezado por Estados Unidos de América.

Teniendo un sustrato económico que abre las fronteras nacionales al capital transnacional, particularmente a su fracción financiera especulativa, para garantizarle condiciones óptimas de rentabilidad, la mundialización capitalista neoliberal se manifiesta en todos los espacios políticos, ideológicos y culturales de nuestras sociedades.


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El llamado “estado de derecho” en el capitalismo neoliberal se encuentra crecientemente determinado por los intereses generales del poder político-económico, en el contexto de la especificidad histórica del agravamiento de la lucha de clases y la exacerbación de las contradicciones entre el carácter mundial de la acumulación y la forma nacional de la dominación burguesa, que siempre han sido inmanentes al capitalismo. A mayor conciencia y conflicto sociales, correlacionados con un mayor grado de expoliación de la fuerza de trabajo, mayor violación de los derechos humanos y deterioro del estado de derecho. La desestructuración permanente del derecho público, privado, civil y penal, y sobre todo del derecho constitucional, proviene fundamentalmente de los poderosos que pueden operar las leyes, tienen el control real del aparato judicial, orientan la actuación del “constituyente permanente” (los congresos o parlamentos) y detentan el monopolio de la violencia considerada legal. En la actual etapa neoliberal, destaca el quebranto por parte de las propias autoridades en el cumplimiento de los marcos jurídicos vigentes, tanto en el ámbito nacional como internacional.

Al ser el Estado, la clase política y empresarial en general, y los llamados poderes fácticos, los primeros en violar el estado de derecho, ciudadanos, grupos gremiales, sindicatos, instituciones, asumen con frecuencia una práctica de violación de la ley: ocupan espacios públicos para provecho propio, incumplen las disposiciones administrativas elementales para la convivencia citadina y rural, corrompen y son corrompidos. La supremacía de los intereses privados por sobre los colectivos ocupa el lugar de la responsabilidad civil y el empoderamiento colectivo; se construye una cultura popular de la corrupción en la que honestidad es sinónimo de estupidez. Esta realidad inducida por el poder no tiene una intencionalidad moral sino política. Se trata de combatir a las resistencias a través no sólo de la represión sino también de la cooptación. Esta doble política busca que los movimientos populares antineoliberales se atemoricen o se vuelvan cómplices y aliados menores en la ocupación de nuestros países.

Las políticas culturales de los Estados y la transnacionalización corporativa neoliberal a través de los medios masivos de comunicación, los monopolios turísticos y las llamadas industrias culturales, se han venido apropiando de la cultura con fines mercantiles y homogeneizadores. El patrimonio cultural, como memoria de las naciones en resistencia y de todos sus pueblos y componentes regionales; soporte también de sus identidades, está siendo sitiado por las corporaciones transnacionales y por el uso privado que de él hacen las elites políticas y por la industria turística que ocupa lugares, costas, territorios y recursos naturales que pertenecen a la nación, y en los que frecuentemente habitan pueblos indígenas, a quienes se convierte en objetos exóticos de consumo (15).

De esta manera, los antropólogos han profundizado, en el marco de las transformaciones de la transnacionalización neoliberal, en los avatares de la cuestión nacional, por ejemplo, a partir de la cual, la nación continua siendo el espacio de las luchas de resistencia y liberación social. Se desarrolla en esa línea de investigación uno de los conceptos, el de nación, que es fundamental para la investigación de la cuestión étnica contemporánea. Es imposible comprender el complejo y multifacético proceso de origen, desarrollo y características de las etnias o los pueblos originarios desde una perspectiva histórica, si no se parte del estudio de los procesos nacionalitarios que tienen lugar a partir del triunfo y consolidación de la burguesía como clase dominante en los países capitalistas metropolitanos y la extensión del fenómeno nacional a nivel planetario (15).

Muchas son las preocupaciones que acompañan al mundo actual de modo general; se habla de crisis de identidad, de fe y de epistemología. De identidad por la ausencia de un sentido claro de pertenencia y por la carencia de proyectos comunes unificados; de fe por la incapacidad de creer en algo, por la imposibilidad de cambio y la falta de confianza en el futuro; y de epistemología por la supremacía del conocimiento y la razón, que se expresa en una racionalidad instrumental – administrativa – gerencial, capaz de aplastar lo afectivo y sentimental. Es necesario resaltar tres aspectos relacionados (6):

1 – Cada objeto, fenómeno o suceso, conducta, idea o concepción, cada resultado de la actividad humana desempeña una determinada función en la sociedad, favorece y obstaculiza el desarrollo progresivo de ésta y adquiere una u otra significación social y en tal sentido, es un valor o un antivalor; un valor positivo o un valor negativo. Este sistema es dinámico, cambiante, dependiente de las condiciones históricas – concretas y estructuradas de manera jerárquica.

2 – La significación social es reflejada en la conciencia individual o colectiva. Cada sujeto social, conforma su propio sistema subjetivo de valores, cumpliendo una función reguladora interna de la actividad humana.

3 – La sociedad debe siempre organizarse y funcionar en la órbita de un sistema de valores instituidos y reconocidos oficialmente (ideología oficial, normas jurídicas, derecho a la educación formal, etc).

La educación en valores, debe asumir los retos de la actualidad y hacerle frente con todas las herramientas posibles a la crisis de valores, puesto que es también un problema pedagógico, y los profesores universitarios debemos estar preparados para ello. En Cuba se lleva a cabo un trabajo intenso contra esta crisis existente (6).

No cabe dudas de que a medida que la economía se hace más heterogénea, la escala de valores de los grupos sociales se diversifica y se hace necesario una nueva especie de alfabetización ética, patriótica y política, no sólo para enfrentar corrientes mundiales de las que no podemos sustraernos, sino además porque de lo que se trata es de ganar en intimidades, en sensibilidad humana, en conciencia. Estos factores asociados a la educación en general y a los valores en particular relacionan con la crisis de valores; pero además del factor educativo

El presente neoliberal ha disminuido los gastos públicos destinados a la educación y ha incrementado la explotación laboral infantil, a lo que se une un rápido proceso de privatización de la enseñanza, en la mayoría de los países de América (6). Como manifestaciones del proceso neoliberal, hay una marcada desigualdad en las posibilidades económicas de los estudiantes, que dá como resultado la formación de una personalidad poco solidaria, no cooperativa y resentida, que genera, no pocas veces, violencia, drogadicción y ruptura con los valores tradicionales; situación que se ve principalmente en los países tercermundistas que se rigen por una sociedad capitalista

En medio de tan compleja realidad, se ha demostrado que en Cuba es diferente; es un país con hechos que indican, de modo ineludible, el florecimiento de una subjetividad social, marcada por un mayor humanismo y solidaridad, evidenciado en la existencia de profesionales, cuyo éxito y realización, no se articula necesariamente, con el lucro o bienestar material, sino con la prestación de un servicio y posibilidad de sentirse útiles. A pesar de ello, en nuestro país, especialmente en los jóvenes, el descalabro de la economía mundial, del cual Cuba no escapa; provoca acciones negativas, haciendo que compren y vendan, participen en el mercado negro, busquen otras alternativas de ingresos y acudan a medios que no se corresponden con los sistemas de valores que demanda la sociedad actual (6).

Las diversas realidades y los distintos sucesos de la vida humana presentan un rango y un valor diferentes. El descubrimiento de tal diferencia nos permite jerarquizar los diversos valores, ordenarlos de acuerdo a su importancia y conceder así a nuestra vida su plenitud de sentido. Orientamos la vida hacia ideales muy distintos, incluso opuestos, y esta orientación decide todo el sentido de nuestra existencia, nuestros deseos, proyectos, actitudes, realizaciones. Todo depende del ideal que asumamos como propio, y es vital que nos ocupemos en serio de esta cuestión, porque la elección del ideal es decisiva y no podemos realizarlo de forma arbitraria. Descubrir valores supone un poder de penetración que es un timbre de gloria para el hombre (16).

Las actitudes son consecuencia de nuestras convicciones o creencias más firmes y razonables de que algo vale y da sentido y contenido a nuestras vidas; se califican como algo adquirido, fruto de la historia del sujeto y su componente es, básicamente intelectual y afectivo, casi en idéntica proporción: al dictamen de la razón, sigue la voluntad. Sembrar actitudes es promover la virtud en los individuos, lo que equivale a educarlos moralmente.

Conceder primacía a un valor sobre otro implica un sacrificio; pero éste se realiza en aras de la fidelidad a lo relevante. En cambio, si se siente pesar por la existencia de valores que nos superan y que no somos capaces de asumir, estamos promoviendo la subversión de valores. El que procede de esta forma, está alterando la escala de valores, lo que provoca la canalización de la vida humana y la indiferencia ante aquello que se impone por sí mismo. Esta indiferencia se traduce en incoherencia en los temas determinantes de la vida, porque la coherencia en el pensar y actuar indica una correcta ordenación, la cuál pende de los más altos valores que son los que otorgan unidad y eficiencia al pensar y el actuar humanos (16). El que no responda a los valores es un irresponsable; pues lo valioso sólo puede ser asumido en la vida por quien cumple determinadas exigencias, que en el fondo implican una actitud de generosidad.

La formación de valores éticos se logra mediante una presentación incesante y una encarnación clara de los mismos, que permitan el ejercicio de una libertad lúcida y una opción emocional por lo verdaderamente valioso.

Los valores tienen cierto carácter objetivo, pero también deben descubrirse mediante una aprehensión subjetiva y sin tener relación con objetos reales directamente. Los valores útiles influyen en el desempeño de la ciencia económica; los valores estéticos sobre el desarrollo de la cultura, y los vitales sobre la vida y su calidad (9). Si se busca una objetividad temporal y absoluta del valor, se pierde el rico aporte de la historia a la cultura social; pero tampoco el valor puede relativizarse, aunque sí hay que tener en cuenta la relación del hombre con los valores dentro de un ámbito social y cultural determinados (3).


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A cada hombre se le brindan los valores de forma incanjeable, único, pero sin primacía ni exclusividad, sino con la voluntad de compartir, puesto que la consecuencia más importante desde el punto de vista social de la posesión de un valor es la voluntad, necesidad y capacidad de compartirlo. El hombre vive sus valores de forma implícita, aprehendida; los eleva en sus actos vitales, prácticos, más por afectividad que por el propio raciocinio de la convicción; porque las siente como esencia para su guía dentro del camino que ha escogido. La carga afectiva de la familia es el principal crisol de los valores.

Con respecto a la crisis económica del país; implicó por parte de la familia cubana la búsqueda de vías para el mantenimiento vital, lo que hiperbolizó la función económica sobre la afectiva, la educativa y otras. Los padres dedican ahora más tiempo a obtener remuneración, que a compartir en el hogar; y el mensaje que llega al niño es el de la producción de riquezas materiales. Se instituye una ética del tener (4).

Vale aclarar que no se trata de comparar dos etapas, y defender la superioridad de una sobre otra: Es absurdo negar el desarrollo. La inteligencia y lucha por el respeto a los espacios individuales son también valores legítimos; además no se puede asegurar que los valores tradicionales se vivenciaron por personas de un modo verdaderamente interiorizado.

Mirando la crisis de valores desde la institución educativa, hay que señalar, que en la escuela coexisten profesores y alumnos; incluso por más espacio de tiempo que el que se comparte con la familia en el hogar; y esto se comporta así al menos hasta los once años de vida; de modo que en este espacio se producen aprendizajes de vida; se construyen formas de ser y hacer; valores que marcarán al ser humano por el resto de su vida. La escuela tiene como misión social, además de educar por medio del conocimiento; desarrollar plenamente la personalidad, lo cual incluye desarrollo de capacidades, habilidades, sentimientos y valores en las nuevas generaciones (4).

Todo lo anterior, agravado por la situación económica; puso en crisis valores esenciales, y produjo fenómenos que estaban lejos de lo pensado por nuestro proyecto social: el consumo de drogas; el jineterismo; la deserción escolar; la falta de interés por los estudios medios y superiores. Esto no sólo se manifestó en adultos, sino también en adolescentes y jóvenes. La cuestión ahora es redefinir valores; hacer ejercicio de la negación dialéctica. Hay que asimilar lo nuevo que es bueno, y traer a los escenarios actuales lo viejo que también es bueno; pero redimensionarlo, y contextualizarlo en la situación actual concreta.

En la familia; el respeto del que se hablaba antes, necesariamente tiene que ser comprendido desde la perspectiva de las circunstancias contemporáneas (4).

VALORES QUE SON NECESARIOS POTENCIAR EN EL CONTEXTO ACTUAL.

• Respeto: No como normativa de cultura educativa; como sumisión ilimitada al poder patriarcal; sino como definición existencial de las relaciones humanas. Respeto al derecho ajeno, a las diferencias, a la individualidad y a la opinión y decisiones de los otros.

• Honestidad: Como transparencia comunicativa, informativa, claridad de intenciones y motivos, disponibilidad a facilitar el encuentro con la verdad.

• Sensibilidad: Desarrollar la capacidad de sentir y ponerse en el lugar del otro; comprensión empática. Son las bases de la solidaridad, la amistad y la colaboración.

• Compromiso y responsabilidad: Comprometerse con el bienestar humano, con la potenciación de una vida más plena; lo que incluye el cuidado del medio ambiente y con la felicidad.

• Autonomía y autoestima: Estos son valores nuevos y emergentes. No se puede dar lo que no se tiene. No puede haber compromisos con otro, si no se hace con uno mismo primero. No se puede amar y respetar a otros, si se violan los más legítimos derechos personales. Sólo aquel que decide por sí mismo, asume las implicaciones de sus decisiones (4).

En el mejoramiento de las relaciones humanas, está la solución de la mayoría de estos problemas. El lugar real de la existencia del ser humano, son los vínculos; las relaciones personales: La relación socializa, hace crecer, promueve la espiritualidad humana; es una necesidad impostergable para la existencia y subsistencia del hombre.

El respeto, el amor y la solidaridad, son valores que nacen en el marco de la relación. Nos referimos a una relación afectiva; la cotidianidad acorta tanto el tiempo, que se olvida la importancia de dar cariño, de ser afectuosos. Las funciones informativas y reguladoras de la comunicación, tienen que ceder espacio y conjugarse con la afectiva. Los valores se generan desde una profunda relación humana, desde los sentimientos más auténticos.

En Cuba, la infraestructura social tiene creadas las condiciones para la existencia de redes de apoyo positivas, evidenciado en la relación familia y comunidad, etc. Se ha mantenido los nexos entre los parientes, y la familia sigue constituyendo para el cubano un valor muy fuerte. En la escuela se ha iniciado la “ Tercera Revolución Educacional”; que tiene como principio, la atención individualizada y la formación, con énfasis en lo educativo, más que en lo instructivo. Partiendo de esta realidad actual; hay valores que son necesarios fomentar en la escuela:

• Creatividad y capacidad de innovación.
• Autenticidad
• Autoestima.
• Sentimiento grupal.
• Comprensión.
• Patriotismo
• Autonomía
• Productividad
• Honestidad
• Sensibilidad
• Solidaridad
• Amor
• Incondicionalidad
• Responsabilidad y compromiso.

Es necesario aprender a ser; que significa:

• Aprender a conocerse a sí mismos
• Reconocer y comprender la propia identidad. Promover lo auténtico de la responsabilidad, de lo genuino de cada ser humano.
• Aprender a aceptarse como el ser humano que es.
• Aprender a tomar decisiones, a realizar elecciones conscientes.
• Asumir la responsabilidad de los actos y resultados propios.
• Aprender a enfrentar positivamente las situaciones de la vida; experiencias vividas.
• Desarrollar la autocrítica y la coherencia.
• Aprender a auto cuidarse y promover la salud integral.
• Aprender a estimar, disfrutar y crear los valores positivos de la vida: la belleza, el amor, bondad, verdad, justicia, dignidad, felicidad, patriotismo, etc.
• Cultivar la perseverancia, firmeza y la focalización de los objetivos trascendentales.

Enseñar a que otros aprendan a ser, es posible únicamente desde las relaciones humanas; desde la comunicación. Ninguna transmisión fría y despersonalizada va a resolver el problema de la formación de valores.

La formación en valores y la ética en el entorno del Sector de la Salud tiene una vital importancia, debido fundamentalmente al carácter humano de la profesión, que involucra no sólo a profesionales, técnicos, personal de servicios administrativos, responsabilizados con procederes informativos, de atención médica, vinculadas con la salud pública, objetiva en el orden social o ambiental, de dirección u otros aspectos constituyen una reflexión filosófica y racional de la moral, los principios, los valores y la ética (17).

La formación de recursos humanos en el campo de la salud mantiene las ideas rectoras de la Universidad cubana en cuanto a la formación de valores éticos y morales del profesional y la integración de la universidad con la sociedad a través de la vinculación del estudio con el trabajo en el pregrado, así como en sus principios y valores, y es por ello que se requiere de un proceso continuo de perfeccionamiento que permita modular esos cambios y que garantice que se incentiven y mantengan los valores compartidos por la sociedad cubana. De ahí la relevancia y el énfasis que se ha puesto en estos aspectos tanto en los programas académicos para la formación y educación a lo largo de la vida y en las estrategias de desarrollo en los diferentes sectores sociales que constituyen los escenarios de actuación.

El reforzamiento y la creación de valores es un trabajo profundo que requiere tiempo y hay que acometerlo con sistematicidad y profundidad definiendo acciones que van desde el plan y contenido curricular, el personal docente, que incluye profesores, directivos y líderes formales e informales, y el contenido extracurricular.


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Contexto académico: Desde la planeación y diseño del currículo para la preparación y educación de los recursos humanos debe estar presente como idea rectora la formación en valores que desea y comparte el Sistema Nacional de Salud, que finalmente se traduce en el código de ética de la profesión o del cuadro de dirección como patrón de conducta de sus trabajadores. Estas ideas rectoras se materializan en el currículo docente, a través de sus objetivos y contenidos en todas las asignaturas

Contexto de Dirección institucional: Para que una institución se desarrolle exitosamente debe trabajar seriamente los valores que la tienen que caracterizar y para ello cuenta con el Plan de Desarrollo Estratégico basado en valores con su correspondiente plan de acción, como principal herramienta de dirección (17).

El colectivo de trabajadores y/o estudiantes es el componente más importante en este proceso y hacia el cual se dirigen las acciones colectivas, ya que cada uno aporta sus valores individuales en el desempeño y asume y comparte los valores institucionales en función de todos.

Nuestro sector de la Salud, es otro de los escenarios donde la crisis de valores se ha manifestado a través de los años, y contra la cual se toman todas las medidas posibles, en el intento de inculcar los valores que la profesión exige. Dicha crisis se ha manifestado, desde las aulas, donde se forman los nuevos médicos, enfermeras, técnicos, paramédicos, etc, hasta las propias instituciones de salud. Las expresiones verbales inadecuadas, la poca paciencia que a veces se muestra, la indolencia, el rechazo a la atención al anciano; la ineficaz utilización de los medios de diagnóstico, el sosolismo; el incumplimiento de la jornada laboral, la negligencia; etc, son algunos de los elementos que matizan el deterioro de los valores en el sector, y que urge resolver a corto plazo, pues en ello va implícito la prestación de un buen servicio, y la obtención de parámetros que reflejen la realidad de nuestro proceso revolucionario en cuanto a salud se refiere.

Finalmente, es planteable, que para que exista una adecuada educación en valores, debe haber unidad entre lo cognitivo, lo afectivo – volitivo, lo ideológico y lo actitudinal; en las experiencias morales acumuladas, en las relaciones y la conducta de la propia vida cotidiana. El contenido de estos hechos, cobra significación especial a nivel de la esfera psicológica, donde la persona asume como algo necesario para encausar su forma de ser, sus sentimientos, actitudes y actuaciones de la vida cotidiana, en las relaciones con todos los que nos rodean, transformándose a poco, internamente, en valores aceptados que se incorporan a un proceso de individualización, y que se manifiestan, finalmente, por medio de las cualidades morales personales (7).

Cuba es una nación donde hay grandes redes de colaboración, donde las personas tienden a ser afectuosas y sobreimplicadas en los problemas de los otros; la escuela sigue siendo un espacio de gratificación para los estudiantes. Todos estos son factores a nuestro favor, que garantizan relaciones humanas proveedoras de valores positivos (4).

La globalización neoliberal ha tratado de transformar los servicios sociales en bienes sujetos a transacciones de mercado, convertir a los ciudadanos en consumidores y tratar necesidades inalienables como demanda efectiva.

El injusto bloqueo económico y comercial de los EE UU se ha recrudecido en esta etapa debido a la actitud genocida y guerrerista de la actual administración norteamericana y a la globalización neoliberal, lo que ha afectado de las más variadas formas la salud de la población cubana, al ejercer sus efectos tanto sobre las acciones del Sistema Nacional de Salud, como en las de otros sectores que inciden en la salud como la agricultura, la industria alimentaría, los recursos hidráulicos, el saneamiento básico, la educación la cultura y el deporte entre otros, que también sufren los efectos del bloqueo.

En un período de análisis, por ejemplo de mayo 2006 a abril 2007 se han tenido que erogar alrededor de 50.000.000 USD por concepto de fletes a compañías europeas y latinoamericanas a fin de sustituir la carencia de productos de ese país o de sociedades con capital de los Estados Unidos; además, se ha tenido que pagar varios miles de dólares anuales por concepto de fluctuación de la moneda al estar imposibilitados de utilizar el dólar estadounidense como moneda de pago.

Lo anterior se agrava, al constituir Cuba un riesgo comercial debido al bloqueo, por lo que se ha tenido que pagar por adelantado alrededor de 30.000 USD para poder adquirir piezas de repuesto para equipos de tecnología de punta fabricados por los Estados Unidos, no permitiéndosenos acceder a marcas como: BAXTER, ARROW, ST. JUDE Y RADIOMETER.

Las especificaciones de la licencia del Tesoro exigen que los productos adquiridos a Estados Unidos no sean revendidos, ni utilizados en hospitales militares, ni con pacientes pertenecientes a cuerpos armados del país, que se les informe el centro hospitalario y los datos del paciente en que serán empleados, entre otras exigencias inaceptables.

Se estima, como un cálculo conservador, que las afectaciones económicas al sistema nacional de salud cubano en el período analizado, sobrepasan los 30 millones USD, para un total, desde el inicio del bloqueo, equivalente a 2 449.76 millones de USD (21).

Para Cuba la salud, la educación, el empleo, la vivienda, la seguridad y la asistencia social y el acceso a una alimentación básica, son derechos fundamentales de cada ciudadano, que los ejerce mediante un sistema que los brinda de forma gratuita y con acceso universal. En la experiencia cubana se demuestra que un sistema así es posible aún, con recursos económicos relativamente modestos, y que existen alternativas a la inequidad que engendra la globalización neoliberal (8).

La globalización neoliberal pretende convertir cada vez más a la fuerza de trabajo en un costo variable para el capital, lanzando a la calle miles de trabajadores en las fases de contracción económica; en estas condiciones infrahumanas, y en los servicios sociales básicos.

Por otro lado, se ha desarrollado un amplio movimiento de asistencia social personalizada mediante jóvenes trabajadores sociales, que garantiza que ninguna persona quede desamparada en nuestra sociedad. Con ello se asegura que la situación de todo ciudadano con alguna o varias carencias básicas pueda ser individualmente conocida y atendida con sensibilidad, según la urgencia de los problemas.

Este objetivo se complementa con otros programas que incluyen un sistema universal de seguridad social y de atención a las capas más vulnerables de la población.

Como expresión de los principios de solidaridad, en la esfera internacional se desarrolla el Programa Integral de Salud, que brinda asistencia médica a 18 países de América Latina, Asia y África, por medio de más de 2600 especialistas. Junto a ello se creó en 1998 la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde actualmente estudian gratuitamente 5853 alumnos de 24 países, incluidos los Estados Unidos.

Los resultados de la salud pública en Cuba permiten compartir valiosas experiencias con el resto de los países, al lograr una tasa de mortalidad infantil de 4,8 por mil nacidos vivos; 169 habitantes por médico y 1123 por estomatólogo; y una esperanza de vida de 78,4 años (8).

Labor médica de Cuba en el mundo

De 1963 a 2005 el programa cubano de colaboración médica abarcó a 101 países, en los cuales laboraron 132.383 trabajadores de la salud pública de esta nación antillana. (Cifras hasta diciembre 2005)

Con gran impacto social en el mejoramiento de los indicadores de salud y en la atención directa a la población más necesitada de esas regiones, en las que los galenos impulsan la promoción y prevención de diversas enfermedades.

La colaboración médica además contribuye en la formación del personal de la salud de esas naciones e impulsan la labor científico-investigativa en los mismos y con el compromiso de formar 100 mil médicos en 10 años.

La creación del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, que ya prestó servicios en Guatemala y Paquistán, y actualmente lo hace en Java, Indonesia.

Cuba es hoy el país que más ha hecho por compartir sus conocimientos y experiencias médicas y científicas, sin importar diferencias ideológicas ni políticas, ni barreras idiomáticas, sacrificios u obstáculos seguirá haciéndolo. Más de cuatro décadas de internacionalismo en la salud. Salvadas más de un millón de vidas, abre nuevos horizontes en el ya largo camino de la solidaridad (18).

Cuba realiza la primera ayuda médica en el año 1960 enviando a Chile una brigada médica para atender los damnificados de un terremoto que afectó a ese país.

A fines de 1962, en el acto inaugural de la Facultad de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón, el Comandante en Jefe anunció al pueblo de Cuba la decisión del Gobierno Revolucionario de brindar ayuda médica internacional en el campo de la Salud.


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En octubre de 1963 parte la primera Brigada Médica para ayuda médica internacional hacia Argelia la que estuvo integrada por 58 personas, de ellos 56 médicos que permanecieron en ese país por 14 meses, es el inicio de la colaboración médica cubana

Entre las funciones llevadas a cabo por la colaboración médica cubana se destacan: la asistencia médica clínico-quirúrgica a la población de los países en los lugares más apartados e intrincados, el desarrollo conjunto de las campañas de educación sanitaria y de vacunación masiva de la población, el control higiénico-epidemiológico y la prestación de servicios en brigadas médicas a damnificados por huracanes, sismos y otras contingencias en diferentes países.

La mayor expresión de solidaridad e internacionalismo de la colaboración médica de Cuba surgió a finales de 1998 tras el azote del huracán Mitch a varios países de de Centroamérica, principalmente a las naciones de Honduras y Guatemala.

Este desastre natural dejó centenares de muertos y desaparecidos y provocó terribles consecuencias para la infraestructura económica y social de estas regiones (18).

El Programa Integral de Salud (PIS) surgió como una modalidad de la Colaboración médica cubana en 1998 para extender los servicios médicos gratuitos a un centenar de países, fundamentalmente de África y América Latina.

Hasta el cierre de 2005 el Programa Integral de Salud (PIS) había salvado más de un millón de vidas, hecho más de 66 millones de consultas, de estas más de 13 millones en viviendas ubicadas en su mayoría en comunidades pobres y de difícil acceso, así como también superaron los 607 mil partos asistidos, como las principales acciones de salud impulsadas.

Además el PIS impulsó las campañas de inmunización apoyadas por la Organización Mundial de la Salud, en las cuales fueron aplicadas casi nueve millones de dosis de vacunas que han contribuido a disminuir la mortalidad infantil en esos pueblos.

Otros logros de esa variante de la colaboración internacionalista cubana son la realización de casi dos millones de intervenciones quirúrgicas y el desarrollo de programas de lucha contra el SIDA mediante actividades de capacitación.

El Programa Integral de Salud también incluye la formación y capacitación de recursos humanos tanto en las áreas donde laboran los galenos cubanos como aquí en Cuba. De ahí surge la Escuela Latinoamericana de Medicina. Tiene en la actualidad, más de siete mil estudiantes de 24 países incluido los Estados Unidos, y están representados más de 80 grupos étnicos.

En ocho años de implantado el Programa Integral de Salud se han salvado más de cien mil vidas, enfermos que si no hubieran recibido atención médica a tiempo hubieran fallecido.

El Programa Integral de Salud es apoyado por más de 90 Organizaciones No Gubernamentales de diferentes regiones del mundo y constituye un aporte sustantivo a la solidaridad que establece el reto de utilizar la estrategia social de la atención primaria para mejorar las condiciones de salud y calidad de vida de las poblaciones.

Los médicos cubanos en el PIS hacen realidad la afirmación realizada por el presidente cubano Fidel Castro "... el Programa Integral de Salud no se puede medir solo por el número de vidas que se salven, sino por los millones de personas que sienten, en primer lugar, seguros".

El 19 de Septiembre del pasado año en ocasión del azote de huracán Katrina al Caribe y el sur de los Estados Unidos, se creó inmediatamente el contingente internacionalista Henry Reeve, para actuar en situaciones de desastres y graves epidemias, y se ofreció la ayuda de este contingente al gobierno de EEUU para atender a los afectados por ese huracán en New Orleáns, estuvieron listos para viajar a prestar sus servicios 1,518 de sus integrantes, pero no se aceptó el ofrecimiento por ese gobierno.

El Presidente de la República de Cuba, Comandante en Jefe Fidel Castro, concibió la idea de desarrollar un proyecto de atención médica para solucionar el problema de la cantidad de seres humanos que quedaban ciegos por afecciones oftalmológicas curables, al que denominó “Misión Milagro”.

La “Misión Milagro” comenzó con Venezuela donde ya se han intervenido quirúrgicamente a 189,338 pacientes y en la actualidad el programa se ha extendido a 23 países, de ellos 14 del Caribe (15 805 pacientes) y 9 de América Latina (18 666) (18).

PAÍSES EN LOS QUE CUBA PRESTA COLABORACIÓN EN SALUD SEGÚN REGIONES (19).

AMÉRICAS

Antigua y Barbuda
Argentina
Aruba
Bahamas
Belice
Bolivia
Brasil
Colombia
Costa Rica
Dominica
Ecuador
Estados Unidos de América
Granada
Guatemala
Guyana
Haití
Honduras
Jamaica
México
Panamá
Paraguay
Perú
República Bolivariana de Venezuela
República Dominicana
San Kitts y Nevis
San Vicente y las Granadinas
Santa Lucia
Surinam
Trinidad Tobago

ÁFRICA AL SUR DEL SAHARA

África del Sur
Angola
Bostwana
Burkina Fasso
Burundi
Cabo Verde
Congo
Djibouti
Eritrea
Etiopía
Gabón
Gambia
Ghana
Guinea Ecuatorial
Guinea Bissau
Guinea Conakry
Lesotho
Malí
Mozambique
Namibia
Níger
Nigeria
RASD
Rwanda
Sao Tomé y Príncipe
Seychelles
Sierra Leona
Swazilandia
Tchad
Uganda
Zimbabwe

ORIENTE MEDIO Y ÁFRICA SEPTENTRIONAL

Argelia
Qatar
Yemen


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ASIA ORIENTAL Y EL PACÍFICO

Laos más
Timor Leste

EUROPA CENTRAL Y DEL ESTE

Italia
Suiza
Ucrania

No se nos escapa el disgusto que provocan estos gestos de hermandad y solidaridad en aquellos que pretenden convencernos que vivimos en el mejor de los mundos posibles.

No son ideas extrañas ni ajenas a las más altas aspiraciones y la mejor tradición ética y humanista del pensamiento universal. Son las ideas de equidad y justicia social con las que se identifica nuestro pueblo, y por las que lucha hace más de cincuenta años, convencido de que sí es posible un mundo mejor.

En la Reflexión del día 6 de mayo 2009, nuestro Comandante en Jefe expresó:

“A nuestro mundo no solo lo amenazan las crisis económicas cíclicas cada vez más graves y frecuentes. El desempleo, la ruina y las pérdidas fabulosas de bienes y riquezas, son inseparables compañeras de las ciegas leyes del mercado que rigen hoy la economía mundial. El neoliberalismo proscribe toda injerencia del Estado como elemento perturbador de la economía, cual si pudiese existir orden interior, ejército, salud, educación, cultura, ciencia, tribunales, jueces, y otras muchas actividades sin el Estado y sus leyes”.

“A los viejos problemas se añaden otros como el tráfico de drogas, el crimen organizado, el robo de cerebros y la emigración ilegal. Hasta las mentes de los seres humanos tratan de someterlas a través de los medios de comunicación masiva y las técnicas más modernas de la llamada industria de la recreación.

¿Sobre qué base se sostiene ese orden? Sobre la riqueza y la fuerza. Disponen para ello de todo el dinero del mundo y de los medios más sofisticados de fuerza militar. Son además los grandes productores y exportadores de armas que no implican amenaza alguna para su hegemonía mundial, pero alimentan las guerras locales, las ganancias de las multinacionales y la dependencia de sus aliados. Imprimen las divisas requeridas por el comercio internacional en cantidades que no conocen límites, adquieren con ellas propiedades para sus multinacionales, recursos naturales, y los frutos del sudor de los pueblos, para sostener las sociedades de consumo y despilfarro que han creado”.

“¿Cuánta seguridad se puede buscar en el mundo de hoy? ¡Es una pregunta que no tiene respuesta!” (20).

CONCLUSIONES

1) El proceso de Globalización ha traído graves consecuencias para nuestros pueblos en todas las esferas de la vida social, económica; así como un daño sin precedentes a la identidad Latinoamericana y al medio ambiente.

2) La crisis de valores en nuestra sociedad está influenciada y agravada por la situación económica internacional, y la influencia negativa del patrón neoliberal.

3) El sector de la Salud ha sido severamente afectado, por las normas del bloqueo impuesto por los EUA desde hace más de 50 años, lo cual ha cobrado cuantiosas vidas e incalculables daños económicos y tecnológicos en esta esfera.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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5. Calviño M. Temor de Psicología y Marxismo. 2003, pág 144.
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16. García Morente M. Lecciones preliminares de Filosofía. Losada. Cap XXIV en: Ontología de valores. Pág370-371; 375. 2002.
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20. Castro Ruz F. Reflexiones “Una pregunta que no tiene respuesta”. Mayo, 6, 2009. Dispionible en URL www.cuba debate.cu. Acceso 15 nov 2010.